¿Poseen niños y niñas diferente inteligencia emocional?

Por: Alba Alonso Feijoo

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NIÑOS Y NIÑAS

¿Diferente Inteligencia Emocional?

Como para casi todo, hay también estudios que nos hablan sobre cómo las mujeres poseen mayor grado de inteligencia emocional que los hombres. Ellas, siempre mucho más empáticas, acaban trabajando en RR. HH. y ellos, mucho más líderes por naturaleza (según esos “estudios”), acaban siendo los jefes. ¿Es esto cierto?¿Ocurre ya en la infancia?

¿QUÉ ES LA “INTELIGENCIA EMOCIONAL?

La inteligencia emocional se refiere al ‘conjunto de capacidades que podemos usar para solucionar cualquier tipo de problema en relación con las emociones’. El término fue acuñado en 1980 por Salovey y Mayer, pero su difusión se le atribuye a Daniel Goleman y su libro Inteligencia Emocional de 1995, donde haciendo uso de la teoría de las inteligencias múltiples desarrollada por Howard Garner podemos hablar de dos tipos de inteligencia emocional: la intrapersonal y la interpersonal. La primera se refiere al conocimiento de uno mismo y sus emociones, y la segunda a la empatía y la capacidad de relacionarse con las demás personas.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

¿Por qué es importante este tipo de inteligencia? Hasta hace poco se creía que el éxito de las personas se basaba únicamente en su CI, es decir, su coeficiente intelectual. Pero el CI  solamente tiene en cuenta la dimensión cognitiva, y ningún otro tipo de inteligencia. Se ha comprobado en muchos casos que aquellas personas con un gran CI, suelen tener éxito en la escuela y los estudios en general, pues el tipo de evaluación en estas instituciones sigue estando en su mayoría basada en la memorización de contenidos. Pero ello no garantiza en absoluto el éxito en la vida, pues una persona que no sabe controlar sus emociones, que no es empática y que no es capaz de relacionarse con su entorno de manera sana, difícilmente conseguirá el éxito a nivel personal o profesional.

NIÑAS Y NOS

¿Tienen las niñas más inteligencia emocional que los niños? A las niñas se les educa para poseer un mayor grado de inteligencia emocional en cuanto a cariño, afecto, alegría, amor, tristeza. Se les permiten más emociones de este tipo, y por ello, suelen crecer con más empatía, porque son educadas para cuidar a los demás. No es que genéticamente estén mejor preparadas para ello, sino que se les conduce a ser más inteligentes emocionalmente en estos sentidos.

Sin embargo, no está tan bien visto que una niña muestre ira, enfado, o frustración. Eso se lo deben guardar para ellas mismas, con las nefastas consecuencias que no expresar este tipo de emociones puede suponer para cualquier persona. Cuando esas niñas llegan a la adolescencia, surgen muchas veces enfrentamientos en las familias, porque no saben cómo manejar su ira o sus frustraciones, y acaban estallando de manera incontrolable.

…pero ello no garantiza en absoluto

el éxito en la vida

Por su parte los niños desde bien pequeños son educados para expresar agresividad, enfado, genio… Pero no se les permite mostrar dulzura, afecto en alta medida, pasión, tristeza, debilidad… Ese vocabulario no existe en el diccionario emocional que les damos a nuestros niños. Por ello, la adolescencia de un chico suele ser más silenciosa en muchos casos, porque aunque también tengan problemas les hemos enseñado a no mostrar lo que sienten, y a nunca pedir ayuda. Y esto es muy peligroso, pues se retraen en sus mundos y no comparten con nadie lo que les pasa, llegando a actuar de manera impredecible y terrible.

AYUDAR A LA INFANCIA

¿Cómo podemos ayudar a la infancia con su inteligencia emocional? Lo primero es permitir todo tipo de emociones. Olvidarnos de frases como:  “los niños no lloran”, “las señoritas no hablan en ese tono”, “los niños son menos cariñosos”, “las niñas tienen menos carácter”… Cada persona es única y diferente,  y tiene todo el derecho del mundo a sentir sus emociones.

Eso sí, para saber qué hacer con una emoción, hemos de aprender a reconocerla antes, y el primer paso para ello es nombrarla. Hoy en día además, tenemos ya libros que nos pueden ayudar a educar a nuestras hijas e hijos en ese vocabulario emocional. Dos ejemplos muy populares son “El monstruo de colores” o “El emocionario”.

A continuación, tendremos que darles herramientas para que esas emociones no les dominen, para que sepan lo que les está pasando y pueden actuar en consecuencia.

…el primer paso para ello es

nombrarla

Las emociones no son inherentes al sexo femenino o al sexo masculino, si bien es cierto, que si educamos a las niñas para ser más empáticas que los niños, nos encontraremos con mujeres adultas mejor preparadas que los hombres para el cuidado de otras personas, pero ello no quiere decir que esta habilidad les venga “de serie”.

Eduquemos pues una infancia sana emocionalmente, en la que el sexo biológico de cada persona no sea su etiqueta emocional.

Fuente artículo: https://ined21.com/ninos-ninas-diferente-inteligencia-emocional/

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Alba Alonso Feijoo

Educadora vocacional, docente en la escuela pública y doctoranda en la Universidad de Vigo. Es propulsora de la iniciativa RealKiddys que cree en una infancia creativa, donde la mente activa es la protagonista y el valor lúdico es innato.