06 de diciembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com
Por: Lola Moreno Lozano
“Enseñar no es transferir conocimiento sino crear las posibilidades para generarlo”. La frase de Paulo Freire me viene a la cabeza mientras corrijo exámenes y más exámenes. La escuela del S.XXI sigue evaluando, en la mayoría de las ocasiones, con pruebas estándar que no demuestran que nuestros alumnos hayan aprendido. Curso a curso, desde que son pequeños, hemos conseguido crear aparatos de reproducción de más o menos duración. La motivación y el pensamiento crítico, si acaso, ya lo dejamos para otro momento. Ahora urge acabar el tema.
Quizá lo que se precisa en realidad es ir introduciendo alternativas a las metodologías más clásicas. Desde la clase invertida a la gamificación, diferentes métodos de trabajo parecen ir ganando adeptos entre los docentes. La tecnología también está ahí ofreciéndonos todo un universo de posibilidades y ese vasto espacio podría servirnos de herramienta para acotar el abismo que nos separa de jóvenes inmersos en un mundo audiovisual.
No hablo de una idea vaga que acaba de comenzar. Cada vez hay más movimiento entre un amplio sector del profesorado que demanda formación innovadora. Como ejemplo, podríamos citar la cantidad de espacios que se están creando para intercambiar experiencias. Desde la afamada SIMO al informal InnoBar , o propuestas más locales, la oferta aumenta.
La otra tarde participé en una de ellas. Un grupo de profesores muy jóvenes de la Comunidad Valenciana ha creado un proyecto educativo, Claus Mestres, con la idea de compartir actividades llevadas a cabo en el aula que hayan supuesto una mejora en el rendimiento académico de los estudiantes y, de paso, que reflejen también la importancia de las TIC en ese proceso. Uno a uno, los ponentes fueron exponiendo sus pequeñas píldoras de aprendizaje.
Así, Iris Carceller nos habló de lo interesante que son las escuelas de adultos y todo lo que se puede trabajar con ellos. Ella había aplicado varias herramientas de realidad aumentada, como Aumentaty o Aurasma, para crear rutas mediante geolocalización. El resultado había sido muy bueno.
@estherfl84 , por su parte, nos explicó una experiencia gamificada. En War of Kingdomplanteaba una situación complicada: estaban en el año 2384, y una amenaza robot convertía a sus alumnos en salvadores de la humanidad. A la vez que superaban diferentes pruebas creadas con Kahoot, lyricstraining o códigos QR; repasaban gramática, escuchaban, hablaban y escribían en inglés. Parte de la evaluación la realizó con Plickers, herramienta rápida y que sólo precisa de un dispositivo móvil.
@Santi_Navarro habló de Wikimedia como herramienta educativa. Ante la tendencia a pensar que todo lo que sale en Wikipedia es erróneo, nos propuso verificar la información a través de las fuentes, a la vez que nos animaba a crear proyectos educativos con los estudiantes por la motivación que puede suponerles ver un artículo suyo publicado. También incidió en los valores que pueden aprender ya que se trata de un material colaborativo, creado para informar.
Para cerrar la sesión, @tonisolano resaltó la necesidad de los centros de abrirse al resto de la comunidad educativa y cómo la tecnología puede ayudar en el proceso. Comparó un instituto con un pueblo y sopesó el grado de avance tecnológico que ha habido en ambos ámbitos. El académico salía mal parado. Necesitamos progresar, empezando por la forma de comunicarnos internamente.
La oferta fue variada y la tarde resultó muy provechosa. Para acabar, me quedo con la sensación de que entre todos fuimos capaces de transmitir que, como prefería Freire, se puede enseñar generando conocimiento. Formarse, revisar, renovar, encontrarse, compartir…deberían ser acciones ligadas a nuestra profesión.
Fuente artículo: http://blog.tiching.com/llaves-maestras-crean-pensamiento/