Asia/Israel/19 Julio 2018/Fuente: Infobae
Se llama «modelo pedagógico único». Los expertos aseguran que reduce la brecha de aprendizajes entre las distintas clases sociales y fomenta la creatividad
Israel es el octavo país más innovador del mundo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero es el líder indiscutido en el universo emprendedor. Es el territorio con mayor concentración de start-ups: tienen una cada 1.844 habitantes. No hay misterios. Hay educación que estimula la creatividad.
El ministerio de Educación de la Nación, junto a la Embajada de Israel y la Fundación BAMA, organizó una conferencia con expertos israelíes en materia educativa para que cuenten, cada uno desde su lado, cómo se trabaja para despertar el espíritu emprendedor en niños y adolescentes.
El ministro Alejandro Finocchiaro abrió la conferencia: «Hoy estamos mirando a Israel para entender lo que vale la voluntad de un país sin grandes recursos naturales para instalarse como potencia emprendedora. Nuestro sistema educativo siempre fue muy resistente al cambio, pero entendimos que tenemos que innovar porque los cambios vienen y no van a esperar a que Argentina decida hacerlo», sostuvo.
Una de las oradoras fue Edith Kimchi, responsable del organismo de regulación dinámica de la educación. La primera pregunta que respondió fue: ¿cuál es la necesidad innovar? «El campo es muy veloz y la ley es lenta. Con campo me refiero a alumnos, padres, docentes, incluso sector privado. La ley se hace para que dure muchos años. Entonces se genera una brecha de velocidad. Nosotros nos propusimos ser más veloces en la regulación que el campo», explicó.
Kimchi también es la asesora principal de la comisión nacional de escuelas con modelos pedagógicos únicos. En los hechos son alrededor de 4 mil escuelas que aplican el nuevo esquema, pero el Ministerio solo avala y realiza seguimiento en 120 instituciones. Son primarias y secundarias distribuidas en todo Israel, con gran diversidad: está dirigido tanto a judíos como árabes, religiosos y seculares.
«Hay grandes diferencias con el modelo convencional», le dijo a Infobae la funcionaria. «Primero que no tiene antecedentes. Tu referencia ya no es el pasado, sino el futuro y principalmente se trabaja como si la misma escuela fuera una start-up. El desarrollo y la evaluación se hacen al mismo tiempo. No se aprende para rendir un examen más adelante», agregó.
El punto de partida, remarca, no es un presupuesto. El presupuesto está determinado a partir de los propósitos, que, más allá de ciertas diferencias, suelen ser: estimular la diversidad para dar soluciones a todos los alumnos, reducir la brecha de aprendizajes sin frenar a los que van más rápido, disminuir la segregación social y generar las oportunidades para satisfacer la demanda productiva del país.
De acuerdo al seguimiento, todos esos objetivos de base se cumplen. «Un modelo pedagógico único es un desarrollo coherente que sabe verbalizar sus principios de enseñanza y explicar por qué se eligieron esas prácticas. Cuando se analiza, uno ve qué produce ese modelo. No es un experimento que surgió de un artículo que leí ayer o una ambición temporal. Responde a una lógica de desarrollo personal», sostuvo Kimchi.
Las 120 escuelas se dividen por disciplinas o por ideología. Una parte está focalizada exclusivamente a una temática: artes, ciencia, bilingües, educación física, para chicos con problemas de aprendizaje. Las otras apuntan a comunidades pequeñas, buscan fortalecer el sentido de pertenencia y el desarrollo intelectual en pos de favorecer a esa comunidad puntual.
A las escuelas que aplican el modelo único se les imponen una serie de condiciones. Les exigen cumplir horarios, estándares de calidad, exámenes nacionales y perfiles docentes. También, conscientes de la relación directa entre el nivel socioeconómico y los resultados académicos, cancelaron los mecanismos de ingreso. Ya no pueden elegir quién entra a la escuela. Incluso hay 30% de ventaja para los chicos más postergados. El resto va a sorteo.
Del mismo modo, también se les conceden ciertos privilegios. Tienen más autonomía como unidad educativa, más flexibilidad pedagógica como para delinear la currícula y la forma en que quieren enseñar. Incluso se les permite cobrar un valor limitado a los padres para financiarse.
En lo que lleva de su visita por Buenos Aires, Kimchi tuvo conversaciones con funcionarios argentinos que «se mostraron interesados» en el modelo israelí. Quedaron en continuar el diálogo para analizar posibilidades de «mentoring»: escuelas que ya aplican la metodología asisten a las que inician su camino para generar un «efecto contagio».
«Se trata de dar apoyo a los emprendedores del campo. Buscamos encender esa chispa. Si no está despierta, la despertamos», dijo la experta. «No podemos negar la realidad. La mayoría de las start-ups fracasa. El fracaso es parte del proceso. Hay que cambiar la concepción de que el fracaso es malo. No se puede estimular sin entender que la mayoría va a fracasar, pero necesitamos de la innovación».
Fuente: https://www.infobae.com/educacion/2018/07/18/el-modelo-israeli-de-las-120-escuelas-funcionan-como-start-ups-para-generar-emprendedores/