Entrevista a Dolly Montoya: La ciencia y la tecnología jamás han sido una prioridad en el país

Por Eldiario.com

En el marco del Primer Foro Regional de Bioeconomía, realizado la semana pasada por la Universidad Tecnológica de Pereira, se hizo un especial reconocimiento a la profesional pereirana Dolly Montoya, primera mujer en ocupar la rectoría de la Universidad Nacional de Colombia. Montoya es química farmaceútica y pionera en biotecnología en el país, creó el instituto de biotecnología en la Universidad Nacional y lideró el desarrollo de productos a partir de organismos vivos. Esta egresada del Gimnasio Pereira acompañó todo el proceso de formulación del proyecto de la Facultad de Ciencias Agrarias y Agroindustria de la UTP.

 

Hay necesidad de fomentar la ciencia, la tecnología y la innovación, pero el presupuesto para Colciencias es escaso. ¿Cómo se explica esta situación?

Lo que pasa es que nosotros tenemos una dificultad como país y es que no hemos entendido que el conocimiento genera riqueza y que la biodiversidad más conocimiento genera muchísima más riqueza. La educación, la ciencia y la tecnología se colocan como un renglón de los programas de todos los mandatarios, pero realmente no hay conciencia de que solamente si se invierte en esos renglones nos podemos desarrollar de manera adecuada. ¿Porqué hay corrupción y tanto vicio en la sociedad? Porque no estamos formando bien a nuestros niños en los jardines y en los colegios y de eso no solo son responsables los educadores, también la familia. El ejemplo que damos es clave porque los niños todo lo repiten. Si tienen un papá honesto o sino lo tienen, eso lo repiten, aprenden de sus maestros y de la sociedad y este ambiente social que tenemos no permite que los niños se formen realmente como agentes de cambio ético con una conciencia social.

 

¿Porqué ese rezago en los programas educativos, de ciencia y tecnología?

Porque las prioridades se definen con recursos y la educación, la ciencia y la tecnología jamás han sido una prioridad en el país. Todo se invierte en otras cosas pensando que nos podemos saltar ese tramo de la educación y la investigación para llegar derecho a la aplicación, lo cual es una visión de muy corto plazo. Debemos tener una visión de más largo plazo, sino sembramos ahora el futuro de las próximas generaciones en el respeto al medio ambiente, no les va a tocar nada y ni siquiera les podremos entregar lo que nosotros recibimos con respecto de los recursos naturales y el medio ambiente. Mínimo tenemos que dejarles que lo que nosotros recibimos, ojalá que sea posible que reciban ese medio ambiente más enriquecido.

¿No es claro el futuro de las actuales generaciones?

Éstas están en una sin salida: no tienen empleo los muchachos de 16 a 23 años, donde está la franja de desempleo más grande y realmente nos falta un espacio en la educación, que no suplen ni el colegio ni la universidad, pero que tienen que suplirla la formación técnica y tecnológica y valorarla de la mejor manera como en los países desarrollados. Aquí se cree que ser técnico o tecnólogo no tiene valor social, y realmente uno puede ser un técnico o un tecnólogo llegando a lo superior del ser humano, ampliar su conciencia y su trabajo, para eso no siempre hay que llegar a la universidad. Porque desde todos los puntos donde uno se ubique puede desarrollar y aportar. A las áreas técnicas y tecnológicas hay que darles valor y formación y que todos crezcamos también ahí.

 

¿Qué se debe hacer para mejorar los recursos de regalías destinados a ciencia, tecnología e innovación?

Es radical, si el sistema nacional de ciencia y tecnología no se independiza de los avatares políticos no podemos estabilizar el desarrollo del país. Debe haber una política de estado para eso y ello implica que si hay recursos para ciencia y tecnología, que los administre el sistema, no la política. En este caso puede ser Colciencias, la organización de ciencia y tecnología. Si somos una sola organización donde están los científicos, los académicos, la academia, los empresarios y todos los que nos interesa empujar y los separamos de la política, realmente podemos dar. Mi experiencia de vida me dice que si nos juntamos actores que tenemos los mismos intereses, de manera permanente, los resultados son maravillosos. Y eso no es una sumatoria, es fundirse y crecer.

¿Cómo califica la Red de Nodos que está operando en la región?

Es la forma de trabajar, no hay otra. Empezamos en el 2001 a aplicar y a transferir lo que venimos haciendo. Van 18 años y tenemos un Spin Of, muchas empresas de base tecnológica de bajo costo, muchos éxitos con muchos socios, pero duramos 20 años acumulando conocimiento y estructurando la universidad y el grupo nuestro para que eso se pueda dar. Eso no ocurre de la noche a la mañana, por eso debe ser una política de estado, no de gobierno. Los gobiernos quieren mostrar goles para conseguir votos, el Estado tiene otra misión que es velar por el interés general de la ciudadanía.

 

¿En otro campo, cuáles son sus retos como rectora de la Universidad Nacional?

Un primer reto es mejorar la administración y la forma como actuamos en la universidad, que seamos más común-unión o sea que podamos compartir más, que veamos los espacios donde cada ser humano que aporta le da brillo a esa comunidad, que tengamos más conciencia de que la orientación debe estar basada en la formación del estudiante. Y, por supuesto, nos toca hacer una fuerza enorme por la consecución de recursos y por articular el sistema nacional de innovación y que todos los actores trabajemos y que seamos una comunidad para que podamos crecer de manera simultánea.

 

¿Qué significó para usted ser a primera mujer rectora de la Universidad Nacional?

Fui muy emocionante porque se reconoce una tradición académica, yo llevo muchos años ayudando a construir universidad, apoyando y haciendo proyectos nuevos y creo que se cumplió una doble condición: tener una mejor hoja de vida en el proceso, por el aporte académico, y ser buenos seres humanos, como éramos todos los candidatos. Pero yo he insistido más en la ciencia y en la tecnología, además el hecho de ser mujer despertó en el país una esperanza para las mujeres en cuanto a que las científicas también podemos llegar.

¿En general cómo ha sido su recorrido por la Universidad?

No es fácil resumir 35 años de vida sin parar. Cuando salí del Gimnasio Pereira entré como estudiante de química farmaceútica, luego salí a la industria y estuve como jefe de planta de una empresa farmaceútica y como directora técnica de otra, pero dije que eso no era lo mío, yo quería ser investigadora. Me fui a estudiar con mis recursos a México y afortundamente estuve en un grupo maravilloso muy avanzado en biotecnología y allá aprendí que era eso y muchísimas cosas. El mentor en mi colegio fue don Antonio y en la maestría el profesor Rodolfo Quintero y luego lo que he hecho es unir, unir y unir esfuerzos de cuatro facultades, luego de ocho y ahora de todas para hacer proyectos en bioeconomía. Pero hay que tener una parte de conocimiento muy sólido que nos tocó estructurar, conseguir infraestructura y laboratorios para generar el conocimiento que hoy ya tenemos disponible para servir a la sociedad y el cual debemos seguir trayendo.

¿Y en ese campo hay que estar en permanente movimiento?

Esto es una dinámica que nunca para y que lo obliga a uno a vivir en la incertidumbre. Y lo digo de buena manera porque vivir en la incertidumbre lo impulsa a uno a avanzar y a avanzar, pero cuando uno se ubica en la línea de confort y sigue haciendo lo mismo no avanza. Como decía Einstein: haciendo lo mismo no vamos a obtener resultados diferentes.

Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.com.co/seccion/PUNTO+FINAL/la-ciencia-y-la-tecnolog-a-jam-s-han-sido-una-prioridad-en-el-pa-s1807.html

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