Publicado por RiojaPolitica.com / Fuente: Perfil / Febrero 2016
Peter McLaren parece un rockero de los años 60. Quizá se deba a su pasado como fanático del rock y amigo del mismísimo George Harrison. Pero la vida le tenía preparado otro destino. Este pedagogo canadiense de 67 años, anillos gruesos, tatuajes en los brazos, pelo blanco que le pasa las orejas, anteojos a lo John Lennon y un espíritu “forever young” se convirtió en uno de los maestros y principales voceros de la pedagogía crítica, una práctica del legendario pedagogo brasileño Paulo Freire, quien llegó a bautizarlo como su “discípulo”.
El educador visitó Argentina, invitado por la Universidad Nacional de El Chilecito (UNdeC), La Rioja. PERFIL acompañó su recorrida por la ciudad, donde recibió el título de Doctor Honoris Causa en la UNdeC y brindó una clase magistral, en la que explicó que varias de las cuestiones ambientales que se debaten en el mundo –incluidas en la Cumbre del Clima de París– deben ser combatidas con educación.
Casi como si fuera un Al Gore de la pedagogía, no tiene escrúpulos a la hora de criticar el rol de los países desarrollados en la economía global: “La economía transnacional genera el calentamiento global, las sequías, el desperdicio de agua, el mal uso de pesticidas, la exterminación de la biodiversidad”.
Despilfarro. Para el codirector del Proyecto Democrático Paulo Freire de la Universidad Chapman, Estados Unidos, aunque el tema del cambio climático esté en agenda, “seguimos haciendo uso de los recursos de manera irresponsable” y “los que sufren las peores consecuencias siempre terminan siendo los países subdesarrollados, donde en general se contamina sin regulaciones y se hace lo que en los desarrollados está prohibido”.
Para combatir estas “injusticias del sistema” McLaren propone la educación. “En la escuela el conocimiento tiene que ser pertinente, tiene que tener importancia para poder ser crítico, y tiene que ser crítico para poder ser transformador. La educación no puede ser privatizada, no hay que corporizarla”.
El creador de la Fundación e Instituto McLaren de Pedagogía Crítica se definió como un fanático del Che Guevara, de cuya biografía conoce todos los detalles, y del papa Francisco: “Al principio no confiaba en él. Pero sus posiciones muy precisas contra el capitalismo salvaje en un gran discurso, en el cual habló del capitalismo desenfrenado como una dictadura sutil y el dinero como el estiércol del diablo, ganó toda mi admiración”.
Al hablar, McLaren por momentos parece más un profesor de Economía que de Pedagogía. Es que para él es imprescindible entender el funcionamiento de las reglas del capitalismo transnacional para comprender el mundo actual. “El problema principal no son las corporaciones ni la industria bancaria, sino el capitalismo transnacional: vivimos en un mundo basado en el neoliberalismo, vinculado con el fortalecimiento de la elite económica y la desregulación del mercado”.
La Mejicana. El cablecarril va desde el casco urbano de El Chilecito hasta la boca de la mina La Mejicana. Va y viene con oro. La escena pertenece a la película argentina El hombre que debía una muerte, ya que hoy nada de eso sucede. Sólo quedan los restos de lo que alguna vez fue una de las mayores obras de ingeniería del mundo, que fueron declaradas Monumento Histórico Nacional.
McLaren visitó esta zona de Famatima, que fue explotada por capitales ingleses desde pricipios del siglo XX hasta 1927, y luego por el gobierno hasta 1955. Con el escenario minero de fondo, opinó sobre las formas de minería a cielo abierto del otro lado del cerro: “Estoy en contra de la minería a cielo abierto y del fracking. No creo que se tengan que practicar. Las industrias mineras, en particular las canadienses, son complejas como la industria militar. Las corporaciones son abiertamente transnacionales. Son uno de los peores ejemplos del capitalismo por la explotación del ser humano, los efectos sobre el ambiente y los salarios bajísimos de una mano de obra totalmente desprotegida”.
McLaren propuso hacer en la zona un monumento para los mineros que murieron trabajando, cuyo número se desconoce.
Famatina es un símbolo de cómo los problemas medioambientales son políticos
En Famatina, el departamento riojano vecino de El Chilecito, el agua es un bien de lujo. Gracias a las numerosas asambleas vecinales, lograron en los últimos nueve años la retirada de la cuarta empresa minera que buscaba explotar la zona a cielo abierto; una práctica más económica que la subterránea, que para llevarse a cabo necesita litros y litros de agua, que baja desde la sierra y que la gente de El Chilecito no está dispuesta a negociar.
Todo comenzó cuando los vecinos de Famatina supieron que la compañía Barrick Gold necesitaba unos mil metros cúbicos de agua por día para explotar oro en la mina La Mejicana, mientras su caudal diario para la zona era de 750 metros cúbicos. Así pudieron impedir los proyectos de compañías como Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold y, dos meses atrás, el de la salteña Midais.
Marcela Crabbe, asambleísta y legisladora del Parlasur electa por Fuerza Cívica Riojana (radicales, peronistas, macristas y massistas), le explicó a PERFIL que “la Barrick se terminó yendo para San Juan, donde los asambleístas le creyeron al gobierno sobre que no había un peligro inminente sobre el agua”.
Por su parte, McLaren, al visitar la zona, afirmó que está en contra del fracking y de la minería a cielo abierto. Criticó los intereses de las industrias mineras y de las petroleras por no pensar en el daño del ambiente y sólo en sus verdaderos beneficios.
Fuente: Perfil