Por: Camilo Peña Castañeda.
A la nueva generación de jóvenes colombianos les preocupa el medioambiente y la sostenibilidad. A diferencia de sus padres, los centennials (nacidos entre 1997 y 2006) han desarrollado una percepción mayor sobre la escasez de los recursos naturales.
Además, su relación con las redes sociales es tan estrecha que no solo sienten la necesidad de crear una marca personal en el mundo digital, sino que también están persuadiendo por un cambio en el modelo educativo tradicional.
Sara Sofía Vásquez, una adolescente de 14 años, es ejemplo de ello. «El medioambiente es la fuente principal de nuestra vida. Me preocupo mucho por ahorrar agua, pues siento que es muy importante. He pensado en ser youtuber porque podría cambiar vidas o, por lo menos, los pensamientos de mucha gente ignorante. También pienso que podría dedicarme a hablar sobre política, pues hay muchos jóvenes que no saben lo que está pasando en su propio país», relata.
Los centennials, también conocidos como generación Z, vienen detrás de los millennials (nacidos entre 1981-1999). Su naturaleza es lo digital. Se destacan porque producen e intercambian datos de manera vertiginosa. Son jóvenes completamente culturizados, informados y preocupados por su país, y su relación con las figuras de autoridad (papás, docentes, etcétera) se ve amenazada por la cantidad de conocimiento que adquieren a diario.
El medioambiente es la fuente principal de nuestra vida. Me preocupo mucho por ahorrar agua, pues siento que es muy importante
A estos jóvenes colombianos los han marcado cinco acontecimientos: el boom de la telefonía móvil (1998), el inicio de la crisis económica mundial (2008), el lanzamiento de Snapchat (2011), el primer matrimonio civil del mismo género en Colombia (2013) y el ‘no’ en el plebiscito por la paz (2016).
Estas son algunas de las conclusiones de una investigación realizada por Sancho BBDO con la Universidad Jorde Tadeo Lozano, plasmada en el libro 12-18 centennials, una generación sin etiquetas. Para este estudio, realizaron 245 entrevistas a adolescentes entre los 12 y los 18 años, en Bogotá, Barranquilla, Cartagena y Santa Marta.
Catalina Rodríguez, directora del departamento de inteligencia y consumidor de la agencia de publicidad, explica el objetivo principal del estudio: «El eje transversal del libro fue descubrir la relación de los centennials con el dinero y sus diferentes esferas sociales (familia, amigos y colegio). Nos dimos cuenta de unas realidades muy importantes; por ejemplo, que esta es una generación de cambio. Esto quiere decir que ellos tienen una responsabilidad importantísima de lograr un impacto positivo en la sociedad».
Educación cuestionada
Precisamente, uno de los cambios que está propiciando la generación Z es en la educación. Por eso, ese sector necesita transformarse, sugiere Carlos Andrés Arango, profesor de publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
«Estamos viviendo un desaceleramiento a nivel universitario por la concepción que ellos tienen sobre la educación. Esta es una generación que por estar hiperconectada accede a conocimiento informativo. Eso hace que no necesariamente el camino por seguir sea hacer el bachillerato, graduarse y acceder a la universidad. Tienen claro que esa ruta no es garantía de éxito», explica Arango.
«Siento que la enseñanza es muy buena, pero en ocasiones se vuelve monótona. Uno se cansa de ver los mismos temas desde sexto de bachillerato. Es buena, aunque podría ser mejor», señala Laura Sofía, quien está en grado noveno.
Para el profesor de la Tadeo, esta es una oportunidad interesante para que la educación evolucione. «Los colegios y las universidades deben replantear los modelos educativos que ofrecen. Venimos de una educación muy tradicional, y todavía no se ha actualizado. Esta esa es una generación que necesita probar a través de un juego o una actividad lúdica», advierte Arango.
Martha Patricia Castellanos, vicerrectora académica de la Fundación del Área Andina, apoya la idea de Arango. «El sistema educativo tiene que adaptarse al cambio, una clase magistral ya no es suficiente«.
Castellanos opina que los pénsums deben centrarse en competencias que formen a los estudiantes no solo como profesionales, sino como mejores seres humanos.
Competencias técnicas y blandas. Para la educadora, una de las principales competencias es la interdisciplinariedad, que permite no solo saber cómo trabajar con profesionales de otras áreas, sino también cómo llevarse bien y resolver dificultades complejas.
Estamos viviendo un desaceleramiento a nivel universitario por la concepción que ellos tienen sobre la educación. Esta es una generación que por estar hiperconectada accede a conocimiento informativo
¿El dinero para qué?
Debido a la cercanía de los centennials con lo digital, su percepción sobre el mundo financiero es diferente respecto a otras generaciones. El estudio expone que estos jóvenes fueron marcados por dos eventos significativos: la intervención de la pirámide DMG y la aparición de la famosa criptomoneda bitcóin.
«El primero de ellos ha hecho que cuestionen las instituciones económicas, pues observan su fragilidad; y el segundo hizo que empezaran a concebir un cambio monetario como el que hasta ahora venía rigiendo a la humanidad», expone el libro.
Por esta razón, para ellos el dinero no es el único factor de poder, también lo es la influencia que generan sobre la sociedad. «Un ejemplo claro es ser youtuber, pues no se necesita dinero para hablarle al resto y ser escuchado», dice la investigación.
Para esta generación, de hecho, el dinero físico no es importante, como sí lo es
realizar una transacción desde un dispositivo móvil. El 75,6 por ciento de los jóvenes de 17 años no se sienten representados por la frase «Tiendo a gastar el dinero sin importar» y para el 61 por ciento de los jóvenes de 16 años el dinero es indiferente y no es la mejor medida del éxito.
El estudio muestra, sin embargo, que esta generación de adolescentes no está suficientemente educada en el tema financiero, por lo que existe un impulso para aprender. Las cifras son muestra de ello: el 83,3 por ciento de los jóvenes contestaron que quieren «ahorrar dinero», pero les resulta difícil, mientras que el 46,6 por ciento dijo que «no sabe nada sobre servicios financieros».
Pese a esta falta de conocimiento, la mayoría de los jóvenes encuestados afirmaron estar dispuestos a abrir múltiples canales de YouTube para buscar ingresos e, incluso, crear pequeños negocios en sus colegios. Nacieron con el chip para ser emprendedores.
«Hace algunos meses pensé en mi futuro profesional y quiero hacer una empresa, que a partir del arte se logren recaudar fondos para los niños en desnutrición», reflexiona Laura Sofía, estudiante de 14 años.
Sin etiquetas
Los investigadores dicen que los centennials colombianos se olvidaron de las diferencias en su entorno social. «Nos dimos cuenta de otro factor muy interesante y es la relación con su grupo social. Ellos acabaron con las etiquetas debido a que no les interesa si sus compañeros son gordos, lindos o feos; al final, las diferencias son las características que yo tengo que resaltar en mi construcción de imagen», detalla María Huertas, analista de investigación de Sancho BBDO.
Aunque esto ha generado que sean personas individualistas, «pues ya son capaces de autodefinirse desde sus propios gustos y no desde los demás, como ocurría en la preadolescencia».
Por eso, ellos claman que sus libertades sean respetadas y que la sociedad sea «capaz de ver más allá de las mal llamadas diferencias étnicas, raciales, económicas y políticas«, dice el libro.
Huertas explica también que los centennials están en una etapa de transición para reafirmar su rol de género. «Cosas como el LGBTI y las relaciones homosexuales no son problema para ellos. Son muy inclusivos. Luchan para que sus diferencias no sean algo para matonear, sino para construir identidad», agrega la experta.
El reto, apuntan los investigadores, será entender esta generación. Ellos, nativos digitales, están cambiando la forma como se percibe la educación y los negocios. Contrario a lo que se piensa de los millenials, los centennials serán una generación disruptiva.
Las redes más usadas por la generación ZYouTube
La red del entretenimiento y el saber. Los centennials sienten que esta red es una gran biblioteca moderna en la que encuentran conocimiento básico estructurado y fácil de comprender.
Snapchat
Para esta generación es posible romper la privacidad de manera efímera y transgresora.
Donde hay fotos y momentos memorables (como en Facebook) con características del día a día (como en Snapchat).
Tik Tok
Es el espacio para la expresión musical, no importa qué tan bien te veas, o si bailas y cantas bien. Solo para talentosos y atrevidos.
Esta red social es un lugar socialmente restringido en el que se muestra un perfil políticamente correcto frente a la familia y los amigos.
Representa la comunicación de la generación. Es una aplicación que se muestra transversal al uso del resto de aplicaciones.
Las redes sociales, su fuerte
No existe frontera entre el mundo físico y digital para los jóvenes entre 12 y 18 años. Un ‘me gusta’, un comentario o cualquier interacción en redes sociales tienen un gran significado para ellos.
Al haber nacido en un momento en el que las redes sociales están en furor, han encontrado en esas plataformas una oportunidad de negocio. No necesariamente se refiere a dinero, sino a espacios en donde se posicionan como líderes y fichas claves de las marcas publicitarias. Según Catalina Rodríguez, de Sancho BBDO, todo lo que suben los centennials colombianos a redes sociales está perfectamente diseñado.
«Aunque las redes son para darse a conocer, también es un espacio privado. Por eso aparecen los ‘finsta’, que son cuentas paralelas a donde solo accede un grupo limitado de personas. Nos dimos cuenta de que ellos viven en dos capas: la esfera social, donde tengo reputación y reconocimiento, y la personal, donde me puedo mostrar donde yo quiera».12-18 centennials, una generación sin etiquetas’ será presentado durante la Feria del Libro 2019.
Fuente del artículo: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/que-son-los-centennials-y-como-son-en-colombia-330306