Por: Rose Mary Hernández
La problemática de la paga es algo que aparentemente había sido sobrepasado hace siglos, pero se replica en algunos sectores laborales de hoy; las condiciones salariales y prestaciones precarias siguen presentes y dañan la salud física y psicológica de lxs trabajadorxs.
Las historias de los pueblos han relatado que, la esclavitud es el estado de un esclavo. Se trata de un sistema en el que las personas, por discriminación, son tratadas como propiedad, vendidas, compradas y obligadas a trabajar o realizar determinadas tareas sin mayor beneficio alguno más que el desprecio, la humillación y el mal trato, convirtiéndose en causas de luchas insurrectas y de movimiento abolicionista.
No ha sido un asunto sencillo su erradicación. Con el tiempo, muy a pesar de los avances epocales en la sociedad y de grandes principios de libertad y de justicia plasmados en Declaraciones de Independencia, este flagelo aún está presente, con nuevas definiciones, propias del momento. Conviene hablar de esclavitud moderna laboral, donde los trabajadores asisten a sus empleos pero reciben a cambio una paga por debajo incluso de lo acordado con organismos internacionales como la OIT, creada para la protección legal de los y las trabajadores, siendo sus principales áreas de presencia y de acción el Cono Sur de América Latina.
En el Informe Mundial sobre Salario 2018/19 de la OIT: “El crecimiento mundial del salario registra el nivel más bajo desde 2008”, constata que en términos reales (ajustados a la inflación) el crecimiento mundial del salario se desaceleró, pasó de 2,4 por ciento en 2016 a 1,8 por ciento en 2017. Las conclusiones se basan en datos de 136 países.
Ampliando esta información, para el 2019, se muestra la Plantilla: Salarios mínimos en Latinoamérica
Países de América Latina según su salario mínimo mensual en 2019 |
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País | Salario mínimo mensual (en dólares) |
Salario mínimo mensual (en moneda local) |
Argentina | 296 | $ 12 500 pesos argentinos |
Bolivia | 297 | Bs 2060 bolivianos |
Brasil | 257 | R$ 998 reales |
Chile | 456 | $ 301 000 pesos chilenos |
Colombia | 266 | $ 828 116 pesos colombianos |
Costa Rica | 514 | ₡ 309 143 colones |
Cuba | 29 | $ 767 pesos cubanos |
Ecuador | 394 | $ 394 dólares |
El Salvador | 203 | $ 202,88 dólares |
Guatemala | 392 | Q. 2992,37 quetzales |
Haití | 77 | G 6539,58 gourdes |
Honduras | 387 | L 9443,24 lempiras |
México | 167 | $ 3123,18 pesos mexicanos |
Nicaragua | 127 | C$ 4176,49 córdobas |
Panamá | 265 | ฿ 265,20 balboas panameños |
Paraguay | 340 | ₲ 2 112 562 guaraníes |
Perú | 282 | S/ 930 soles |
República Dominicana | 186 | RD$ 9411,60 pesos dominicanos |
Uruguay | 442 | $ 15 000 pesos uruguayos |
Venezuela | 5 | Bs. 18 000 bolívares |
[1] Actualizado a 3 de marzo de 2019 |
Ahora: ¿Qué hay tras los salarios bajos en las condiciones emocionales de los trabajadores?
Los bajos salarios produce un vacío de sentido y alteran las condiciones emocionales de quien lo recibe. El trabajo, en teoría, debería dignificar a quien lo realiza, puesto que tiene una función creadora y transformadora.
Desde el punto de vista psicológico, para la Organización Mundial de la Salud (OMS) [2], las problemáticas a causa del descenso salarial incrementa los niveles de estrés (presiones) en quienes ven como su paga cada vez es menor, deteriora la condición física al grado de desarrollar enfermedades tangibles así como trastornos de comportamiento, entre ellos se encuentra: la irritabilidad, desmotivación, frustraciones y fomento de conductas proclive. Convierte a los ciudadanos en personas menos felices, entendiéndose esto como el estado de ánimo en el que cada quien se se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
Un estudio realizado por la Organización de Naciones Unidas (2018), muestra el Índice Mundial de la Felicidad en 156 países cuantificado desde el progreso social. Conocer este dato podría permitir el desarrollo de políticas que puedan permitir a la gente vivir mejor.
En este estudio, América Latina no consigue los mejores resultados en esos indicadores: Se determinó bajos salarios, altos niveles de pobreza, desigualdad, violencia y corrupción. [3]
En los profesionales que viven en una sociedad industrial o moderna, también llamada sociedad de masa, las precarias salariales impiden garantizar las condiciones de existencia, cubrir sus necesidades y expectativas de vida, lo que puede desencadenar rupturas sociales y familiares tan iguales de perversas como las que producen la tecnología y el consumismo en las relaciones que están economizadas o basadas en el dinero con trastornos de compras compulsivas.
Hoy, en la región este tema se remonta al periodo del sometimiento con el cual inicié estas reflexiones, una especie de neoesclavitud acordada entre quienes fijan el costo del valor del trabajo y que se deslastran de las luchas y movimientos sindicales que buscan la mejora en la remuneración. Con él subyacente no solo una economía de contradicción en un asunto que debe ser de alto interés en países oprimidos que luchan contra las dominaciones extranjeras: el desapego al estudio, única forma de desarrollo global local y personal como producto de la existencia de una forma de remuneración que no es capaz de incentivar el incremento de los indicadores económicos y al conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar de los individuos y a la realización de sus potencialidades en la vida social.
De factores como la esperanza de vida, políticas públicas y sociales, la libertad y los ingresos de los que goza una persona en cualquier país se obtiene su índice de felicidad. [4]. El incentivo del trabajo, es esencia del ser humano y en parte es lo que le ha dado contenido y forma desde hace muchos años ya.
Referencias
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Plantilla:Salarios_m%C3%ADnimos_en_Latinoam%C3%A9rica
[2] https://www.ilo.org/global/research/global-reports/global-wage-report/2018/lang–es/index.htm
[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-43418681
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_global_de_felicidad
Excelente análisis,colega, a la OIT debería ir el caso de los trabajadores venezolanos,especialmente ,la situacuon salarial del docente universitario venezolano.. Soy una educadora que cree firmemente en que nuestra función formadora y generadora de conocimiento es esencial y debe ser reconocida y bien remunerada y equiparada al salario internacional. Felicitaciones por tu texto.soy