www.latribuna.hn/04-04-2016/
Autoridades de la Secretaría de Educación advirtieron ayer que sancionarán a los docentes que permitan el crecimiento de maras o pandillas que se pelean “territorios” en los centros educativos públicos y los utilizan para distribución de drogas y la extorsión.
La determinación fue tomada luego que una comisión educativa ha realizado informes de los colegios con ese tipo de problemas y han concluido que los maestros permiten que los alumnos se agrupen de manera ilícita y el programa se haga grande por descuidar su función esencial dentro de las instituciones.
Según lo informado por el jefe de la Unidad de Supervisión Educativa Departamental, Miguel Raudales, la proliferación de malvivientes en las instituciones de enseñanza también es responsabilidad de los directores que no cumplen con su obligación de corregir ese problema antes que se vuelva incontrolable.
“La comisión ya tiene avances sobre el problema que se está presentando internamente y si los docentes están cumpliendo su función”, señaló Raudales, al tiempo de decir que en los colegios hay profesores con funciones de consejería y orientación y deben llevar un proceso de aquellos alumnos que presentan problemas de comportamiento.
“Esta comisión es de apoyo para ver si los docentes cumplen con su función dentro del centro educativo comenzando por el director y es obligación de nosotros deducirles responsabilidades”, apuntó.
Raudales advirtió que quienes no cumplan con la función de evitar que los alumnos integren esas agrupaciones ilícitas serán llamados a audiencias de descargo y dependiendo la gravedad de su falta, procederán a suspenderles de los cargos.
El funcionario dijo que en los acuerdos de cada autoridad del centro educativo ya establece cuáles son sus funciones y una de ellas es la disciplina de los alumnos que si uno de ellos está incurriendo en esas irregularidades dentro del colegio, están en la obligación de llamarle para advertirle y comunicarse con los padres de familia y que conozca en qué anda su hijo.
De su lado, el presidente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), Luis Ramírez, reaccionó que el maestro no tiene la capacidad para controlar a las agrupaciones ilícitas, porque ese es un problema de la sociedad que se refleja en los colegios.
“Los docentes están preparados para impartir su cátedra, para ser orientadores, consejeros y hacer labor de padres de familia, pero no están preparados para esa tarea de ser guardias dentro del centro educativo y trabajar con antisociales que extorsionan y venden drogas en los centros educativos”, señaló.
Reiteró que ese no es el trabajo de los docentes, ya que para eso existen los entes encargados de evitar que los niños caigan en las agrupaciones ilícitas, porque ese es un problema que lo arrastran desde sus comunidades.