Por: Tiziana Trotta
Renuka Kumari Choudhary y Rakesh Kumar Shah están sentados a la espera de que se celebre su boda. Van vestidos con sus mejores galas, pero no sonríen. Apenas son adolescentes y, afortunadamente, solo se trata de una representación teatral. Los matrimonios tempranos, sin embargo, son una realidad para 765 millones de niños y niñas en todo el mundo. Aunque este problema afecte a una proporción de población femenina mucho mayor que la masculina, los varones también son víctimas de esta práctica. Alrededor de 115 millones de jóvenes y hombres se casaron cuando todavía eran niños, ha alertado este viernes Unicef en la primera estimación documentada sobre los adolescentes varones casados.
Uno de cada cinco de ellos (23 millones) lo hizo antes de cumplir los 15 años, según indica el primer análisis a fondo del Fondo de las Naciones Unidas sobre adolescentes varones casados.
El ugandés Geoffrey Asiku también se casó cuando todavía era un adolescente. Él tenía 17 años y su mujer dos menos. Casos como el suyo aún son frecuentes en distintas áreas geográficas, desde África subsahariana a América Latina y el Caribe, Asia oriental y el Pacífico, según el estudio, que analiza los datos de 82 países.
En números absolutos, Asia meridional es la región con más niños (y niñas) que se casan. Si se mira a la prevalencia, en cambio, América Latina encabeza la clasificación. “No hay datos para Europa, pero hay países como España en los que la ley permite los matrimonios desde los 16, con lo cual hay que seguir vigilantes”, explica Blanca Carazo, responsable de programas internacionales de Unicef España.
En cuanto a países, las mayores tasas se registran en República Centroafricana (28%). Le siguen Nicaragua (19%) y Madagascar (13%).
Las investigaciones sobre varones que se casan antes de los 18 años son aún escasas. Como las niñas, ellos también tienen más probabilidades de contraer matrimonio en la infancia cuando provienen de hogares pobres, viven en zonas rurales y tienen poca o ninguna educación.
“Hasta ahora no se habían hecho estudios sobre los varones porque siempre se han priorizado las niñas, las más afectadas por este problema”, asegura Carazo. Se estima que una de cada cinco mujeres jóvenes de 20 a 24 años se casó antes de cumplir 18 años, mientras que los hombres fueron uno de cada 30.
«Tanto para los niños como para las niñas, el matrimonio constituye una violación de los derechos de la infancia. Las causas, sin embargo, son distintas», sostiene la experta. «Para los niños se trata de un paso precoz a la edad adulta. De repente se encuentran ante la responsabilidad y una presión a la que no están preparados. Ellos se casan a menudo con alguien de su edad, pero las niñas pueden verse involucradas en uniones con personas mayores. Para ellas entra en juego también la cuestión de la dote y la idea de que una mujer no pueda valerse por sí misma y necesita a alguien que la mantenga y le brinde protección».
«El primer paso es poner estas cifras encima de la mesa», indica Carazo. Los diferentes conceptos de lo que es un niño también tienen que ser tomados en cuenta. «Hay que defender la idea de que son niños hasta los 18 y que tengan que aprovechar estos años para su desarrollo, no para sostener cargas familiares».
Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/06/planeta_futuro/1559833967_727942.html