Por Ilsa Rodríguez *
Pretoria, (Prensa Latina) El gobierno sudafricano anunció numerosos programas para enfrentar las dificultades del país, donde gran parte de la población carece de empleo, los índices de pobreza y violencia aumentan y se libra una interminable batalla contra la corrupción.
Estos planes fueron dados a conocer el 20 de junio por el presidente Cyril Ramaphosa en su primer Discurso a la Nación, luego de ser confirmado en el cargo en las elecciones de mayo último.
En esta intervención en la sede del parlamento sudafricano con sede en Ciudad del Cabo y transmitido a todo el país, Ramaphosa habló de los avances de Sudáfrica en 25 años de democracia, pero también de lo mucho que queda por hacer en momentos en que se enfrentan numerosos desafíos.
Los principales retos a los que se refirió el mandatario tienen que ver con un estancamiento económico y la hasta ahora incapacidad de crear puestos de trabajo para enfrentar las altas tasas de desempleo, que en general superan el 27 por ciento y en los menores de 25 años sobrepasan el 50 por ciento.
En Sudáfrica los problemas van más allá y abarcan servicios inadecuados de educación y salud pública, pobreza, corrupción, violencia, desigualdad, discriminación de las mujeres, inadecuado acceso a servicios básicos en comunidades empobrecidas e incrementos de los contagiados con el VIH-sida.
Ante este complejo panorama, Ramaphosa anunció que se priorizarán la transformación económica y la creación de empleos, mejor educación, capacitación y salud, consolidación de servicios confiables y de calidad, creación de nuevos asentamientos humanos y fortalecimiento de los gobiernos locales para poder alcanzar ‘un Estado capaz, ético y en desarrollo’.
El jefe de Estado y Gobierno, un dirigente sindical de larga trayectoria en el Congreso Nacional Africano (ANC) que se convirtió en un acaudalado empresario antes de retornar a la política, presentó no solo los proyectos inmediatos sino los previstos para la próxima década en cuanto al enfrentamiento a la pobreza, desigualdad y desempleo, y el fin del hambre en Sudáfrica.
La intención en la esfera económica es crecer a mayor ritmo que el de la población y lograr en esos 10 años empleo para dos millones de jóvenes.
Los restantes objetivos están vinculados con mejorar la educación y reducir a la mitad los crímenes violentos en Sudáfrica, donde del 1 de abril de 2017 al 31 de marzo de 2018 fueron asesinados 20 mil 336 de sus ciudadanos según fuentes oficiales.
Eso significa que los sudafricanos tienen casi las mismas posibilidades de morir que las personas que viven en áreas de conflictos armados.
EMPRESAS ESTATALES
Al abordar la contracción económica en el primer trimestre de 2019, Ramaphosa dijo que gran parte del problema estuvo ocasionado por los mantenidos cortes eléctricos, ante la incapacidad de la empresa estatal de energía Eskom de brindar el servicio de forma eficiente y estable.
Para el presidente ‘la lección está clara: para crecer necesitamos contar con un suministro confiable y sostenible de electricidad’.
Sin embargo, para ello el Estado tendrá que respaldar millonariamente a Eskom, una entidad establecida en 1923 que es la mayor generadora del continente africano y una de las siete principales del mundo.
Luego de señalar los serios problemas financieros, operacionales y estructurales de esa empresa estatal, el mandatario dijo que Eskom ha logrado progresos en sus planes para mejores mantenimientos de sus plantes generadoras, reducción de costos y asegurar estables suministros de carbón.
No obstante es de gran preocupación la situación financiera de esta compañía, cuya deuda está cercana a los 30 mil millones de dólares.
Con recursos para cumplir su endeudamiento solo hasta octubre próximo, el Presidente dijo que el gobierno destinará más de 16 mil millones de dólares en los próximos 10 años de respaldo a esa empresa vital para el desarrollo nacional.
REPERCUSIONES
El Discurso a la Nación de Ramaphosa recibió enhorabuenas por sus compromisos con políticas priorizadas necesitadas para hacer avanzar a esta nación de África Austral y ácidas críticas de partidos opositores a cuyo juicio el Presidente no presentó planes inmediatos para salvar la situación. El Congreso de los Sindicatos de Sudáfrica (Cosatu), una de las organizaciones integrantes de la alianza tripartita de Gobierno, elogió al jefe de Estado y Gobierno por colocar entre los primeros lugares la necesidad de la creación masiva de puestos de trabajo.
Sin embargo, la poderosa central obrera señala que se requerirá aclarar muchas áreas para poder hacer ‘una evaluación integral del programa del Gobierno’ y consideró que ‘el gobierno y el empresariado no están preparados adecuadamente para ofrecer oportunidades y enfrentar los peligros que sufre la masa laboral en vista a la Cuarta Revolución Industrial’.
En una larga declaración divulgada a pocas horas del discurso, Cosatu expresó también preocupación por el estado de las empresas estatales y la ausencia de un claro programa para salvarlas de la quiebra, pero elogia los esfuerzos del gobierno en reforma agraria, combate a la corrupción e incremento de agentes del orden para enfrentar delincuencia, drogas y violencia.
Para dirigentes opositores como Mmusi Maimane, líder de Alianza Democrática, Ramaphosa se limitó a reconocer los problemas sistémicos del país sin anunciar reformas inmediatas y urgentes, mientras Julius Malema, dirigente de Luchadores por la Independencia Económica, dijo que en el discurso ‘no se dijo nada provechoso’ y el Presidente ‘debía estar avergonzado’.
Analistas en esta capital reconocen los esfuerzos del gobierno de Ramaphosa, pero se preguntan si estos planes para acabar o al menos aliviar los principales problemas del país tendrán un rápido resultado que se materialice en la mejoría de vida de la mayoría de la población.