Por: Santiago Gómez.
La importancia que debe tener la educación para soportar la reconciliación de este país debe continuar siendo el centro de lo público. Las banderas de una educación para la tolerancia deben ondear durante lo que queda de este gobierno.
Lo aprobado para el sector educativo dentro del Plan de Desarrollo está armonizado con lo establecido en el Plan Decenal de Educación 2016-2026. En parte, reconoce tareas que habían quedado pendientes de los gobiernos anteriores, pero adicionalmente impone al Estado asumir retos de no poca monta para continuar dando un salto cualitativo importante.
En primera infancia se brindará atención a través de estrategias graduales de inclusión al sistema a 2 millones de niños y niñas, aumentando la cobertura en ese rango de edad a 68%. Adicionalmente, el gobierno plantea atender para 2022 un total de 1.8 millones de estudiantes en Jornada Única y se pretende reducir en 17% la brecha en cobertura urbana-rural. El Plan materializa la apuesta por Generación E, que destina recursos para fortalecer 61 instituciones de educación superior del sector público y genera nuevas oportunidades de acceso a 336.000 jóvenes.
También el Plan establece que el Estado asumirá retos estructurales como la revisión del Sistema General de Participaciones –SGP- que debió haber sido reformado en 2016, lo que implicaría un aumento significativo en los recursos para el sector educativo, creando una comisión de alto nivel que debe empezar a deliberar este segundo semestre del año; la reforma del ICETEX, en su gobernanza y su estructura financiera; la creación también de una Unidad Administrativa de Alimentación Escolar para fortalecer los esquemas de financiación, ampliar la cobertura, promover la transparencia y la calidad en la prestación de dicho servicio a los escolares y finalmente, la reforma del Fondo de Infraestructura lo que implicará 7.065 nuevas aulas funcionales y 5.606 que se entregarían en 2022.
El de Educación es el Ministerio que ha demostrado mayores logros durante el primer año de gobierno de Duque y además ha sido quizás el que ha enfrentado los retos más importantes desde el 7 de agosto pasado. La importancia que debe tener la educación para soportar la reconciliación de este país debe continuar siendo el centro de lo público. Las banderas de una educación para la tolerancia deben ondear durante lo que queda de este gobierno.
Fuente del artículo: https://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/santiago-gomez/la-educacion-es-de-todos-GC1235008