Por: Rosa Isela Aguilar y Nora Druet
Para nuestros adultos mayores, recibir oportunidades educativas tiene un impacto positivo en su desarrollo humano y en el mejoramiento de su salud física y mental.
La vejez es una etapa de la vida que comienza a los sesenta años de edad. Es una etapa que se encuentra estigmatizada debido a la presencia de diversos cambios físicos, cognitivos y sociales. Sin embargo, es importante reconocer las diversas necesidades de este grupo heterogéneo de la población, cuidar de su bienestar y darles las herramientas necesarias para que puedan lograr una participación más activa en la sociedad. Para ello, es indispensable fomentar la revalorización de la experiencia de los adultos mayores, sus anhelos, sus valores y apoyar su desarrollo personal a través del fortalecimiento de su sentido de vida.
Por primera vez en la historia, en el 2018 las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo y para el año 2050, una de cada cuatro personas que viven en Europa y América del Norte podría tener 65 años o más, de acuerdo con el reporte de las Naciones Unidas World Population Prospects (2019). Contrario a esta tendencia, el 34 % de los países miembros de la UNESCO que participaron en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos GRALE 4 (2019), respondieron que a la fecha en su país no se considera ningún tipo de financiamiento para la educación de adultos mayores o que no es prioridad.
“Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo”.
El objetivo 4 de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la UNESCO, busca “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Sin embargo, la realidad es que, en este aspecto, a la fecha, no se percibe un progreso adecuado de la meta, la inversión es insuficiente y la participación en muchos países es irregular GRALE 4 (2019). Los analistas comentan que, de seguir la misma dirección, no se alcanzará el objetivo 4 de educación de la agenda 2030, además de poner en riesgo otros objetivos que se relacionan también, como son: pobreza, salud y bienestar, trabajo decente y crecimiento económico, y, ciudades y comunidades sostenibles.
Continuar aprendiendo a lo largo de la vida permite a las personas mayores adaptarse mejor a esta nueva etapa de su vida, les ayuda a mantener su mente y su cuerpo activo, a tener un buen estado emocional, a mantenerse actualizado de lo que ocurre a su alrededor, entre muchos otros beneficios. Las personas mayores que participan en actividades relacionadas con su aprendizaje, salud y educación están más involucradas en la comunidad, son más independientes al tener que depender menos sus familiares y gozan de mejor salud y bienestar.
“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)
En las últimas tres décadas en México, ha aumentado el número de personas mayores a 60 años según lo establece el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2014). Por un lado, es un logro, dado el aumento en la esperanza de vida, sin embargo, la sociedad y la economía de los países en general no se encuentran preparadas para este cambio, lo cual implica la generación de nuevas necesidades de atención en aspectos de salud, económicos, empleabilidad y educación, entre otras cosas.
Esta nueva dinámica demográfica ha suscitado la atención de las necesidades de este sector de la población. Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo. Ante este reto, es importante conocer las estrategias que se han generado respecto a las oportunidades de educación para los adultos mayores, así como también las alternativas que favorecen su aprendizaje y desarrollo personal.
Para mejorar las oportunidades educativas dirigidas a los adultos mayores, es necesario que las metodologías y los modelos de aprendizaje se adecuen a las características de esta población. Para lograr su efectividad se propone el uso de la experiencia inmediata, la reflexión, la observación, así como el pensamiento y la acción (Serrani, 2013).
Dadas estas características, identificamos modelos de aprendizaje que dotaran de mayores efectos positivos a los aprendizajes de los adultos mayores como el aprendizaje vivencial que “implica la vivencia de una experiencia en la que el alumno puede sentir o hacer cosas que fortalecen sus aprendizajes” (Fuerte, 2018). También el aprendizaje a lo largo de la vida, entendido como “la educación que se cursa a la par y posteriormente de los grados académicos” (García-Bullé, 2019, párr. 1). En este sentido, es evidente que en ninguna de las etapas de la vida se deja de aprender y al contrario, existe una oferta importante de mecanismos formales, autodirigidos, profesionales, personales, indirectos e informales que apoyan al aprendizaje constante de las personas.
En México, tanto el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) como el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) se han dado a la tarea de crear un modelo educativo para la Vida y el Trabajo para responder a las características, necesidades, intereses y expectativas de los adultos mayores y otorgar respuesta de manera adecuada a su derecho de recibir educación para su desarrollo personal, familiar y comunitario.
En este contexto, la Universidad Autónoma de Yucatán implementó en 2018 el Programa de la Universidad de los Mayores que tiene como objetivo el fortalecimiento del bienestar de los adultos mayores, a través de actividades académicas, deportivas, sociales, culturales y de desarrollo humano. Para este último aspecto, se implementó un taller sobre Autodescubrimiento, Sentido de vida y Trascendencia con una duración de 20 horas, dirigido a 11 adultos mayores, cuyo rango de edad era entre los 75 y 87 años. El taller tuvo como objetivo que los adultos mayores identificaran sus recursos personales, valores y actitudes como una vía para dar un sentido a sus vidas.
Para impartir este taller se decidió utilizar el modelo de aprendizaje vivencial, mismo que considera la experiencia como un pilar. Siguiendo el modelo de aprendizaje vivencial se utilizaron diversas estrategias de enseñanza-aprendizaje, entre ellas, reflexiones personales y grupales, trabajo en equipo, visualizaciones, ejercicios de relajación y la elaboración de un diario personal. Nuestros alumnos también hicieron uso de objetos digitales de aprendizaje como: videos, audios, presentaciones multimedia y documentos digitales los cuales estimularon su participación e interés favoreciendo su aprendizaje y motivación.
Los adultos mayores disfrutan de la participación activa y mantienen una motivación constante durante todo el proceso educativo, ya que reconocen que este aspecto favorecerá su desarrollo social y personal. Para los adultos mayores recibir oportunidades educativas repercute directamente en el desarrollo de su potencial humano y en el mejoramiento de su salud.
A continuación, se muestran algunos comentarios de los participantes en el taller:
“He evolucionado en todos los aspectos de mi vida, mi espíritu goza de una intensa luz, gracias a las aportaciones de cada uno de los integrantes del grupo”. (María, 68 años)
“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)
“Algo esencial cambió en mí al coincidir con mis compañeros del taller, gracias a nuestras maestras por formar agentes proactivos”. (Carlos, 72 años)
Al implementar este modelo, los adultos mayores tienen la oportunidad de adquirir aprendizajes que les permitirán enfrentar los retos inherentes a esta etapa de su vida. También pudieron ampliar sus redes sociales de apoyo lo cual es muy importante en cualquier etapa de vida del ser humano y sobre todo pudieron encontrar y dar un sentido a sus vidas por medio de los valores y la autotrascendencia.
El taller representó para las docentes una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal, ya que tuvimos la oportunidad de observar la motivación de nuestros alumnos por aprender y compartir sus aprendizajes y experiencias de vida. El salón de clases se transformó en una verdadera comunidad de aprendizaje.
Es importante continuar generando opciones educativas dirigidas a los adultos mayores que tomen en cuenta las necesidades, ya que esta población está en aumento constante y merecen oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida que contribuyan con su desarrollo personal y profesional.
Referencias
Fuerte, K. (2018). Glosario de Innovación Educativa. Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/glosario-de-innovacion-educativa
García-Bullé, S. (2019). ¿Qué es lifelong learning y en qué consiste? Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida-lifelong-learning
Instituto Nacional de Geografía y Estadística, (2015). Estudio Nacional Longitudinal sobre Salud y Envejecimiento en México. Recuperado de http://mhasweb.org/Resources/DOCUMENTS/2015/Documento_Metodologico_2015.pdf
Serrani, D. (2013). Procesos de aprendizaje de adultos mayores residentes en un geriátrico. Recuperado de https://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/11025/Tesis%20doctoral%20-%20Serrani.pdf?sequence=3&isAllowed=y
UNESCO Institute for Lifelong Learning. 4 GLOBAL REPORT ON ADULT LEARNING AND EDUCATION. Recuperado de http://uil.unesco.org/system/files/grale_4_final.pdf
Naciones Unidas. (2019). Envejecimiento. Recuperado de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/ageing/index.html
Naciones Unidas. (2019). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/