Redacción: Magisterio
Un proyecto pionero brinda formación en España durante tres meses a profesoras del campo de refugiados de Kakuma (Kenia).
“Enseñar en el campo de refugiados de Kakuma es muy difícil. Puede haber más de 100 alumnos por clase, de diferentes edades y de hasta ocho nacionalidades distintas”, afirma Elizabeth Kitulo, una de las tres profesoras que, durante el último trimestre de 2019, ha participado en España en un programa formativo impartido por la Universidad Camilo José Cela (UCJC).
“Además, hay que tener en cuenta que esos niños vienen huyendo de situaciones violentas y países en conflicto: en el campo hay, en total, 14.000 menores de edad solos o con parientes, pero sin padres”, añade Elizabeth. También hay que tener en cuenta la situación personal de las profesoras que, a su vez, son refugiadas.
El equipo de la Fundación Camilo José Cela y los profesores de la Universidad encargados de su formación destacan que ha sido un aprendizaje bidireccional. Los métodos de enseñanza que ellas utilizan para desempeñar su labor diariamente han llamado la atención de los docentes en España.
Martha, otra de las profesoras trasladadas en España, explica que para atraer la atención de los alumnos en unas clases tan numerosas dividen a los alumnos en grupos de discusión y debate: “También aplicamos técnicas de dramatización en clases como religión y las clases de biología las impartimos en el laboratorio y son eminentemente prácticas”, sostiene Karok.
Los datos avalan estas metodologías: las 21 aulas de Primaria y las cinco de Secundaria obtienen un 96% de éxito académico.
El reto que se propone el programa es aumentar la tasa de Educación Secundaria que ahora está solo en el 2%. La Fundación Universidad Camilo José Cela en colaboración con la Fundación Mujeres por África han puesto en marcha este programa de formación académica. Es la primera vez que personas con estatus de refugiado han viajado a Europa para recibir formación y que ha sido posible también gracias a la labor de Acnur.
Ahora las tres profesoras vuelven a Kakuma donde deben convertirse en fuente de inspiración para los profesores de allí y trasladarles los conocimientos y todo lo que han aprendido aquí.
Gracias al éxito de este primer proyecto, el programa tendrá continuidad y tanto desde la UCJC, como desde Mujeres por África ya están trabajando para ver cómo desarrollar futuras ediciones.
Volverán otras maestras y también se baraja la posibilidad de ofrecer formación in situ: “Porque solo el milagro de la Educación puede cambiar el futuro de los niños”.
Situación educativa actual en Kenia
1. Campo de Kakuma. El campo de refugiados de Kakuma, al norte de Kenia, es uno de los más grandes del mundo y alberga a 162.000 personas, 14.000 son niños huérfanos.
2. Tasa de escolarización. En el campo solo están escolarizados el 63% de los niños frente al 91% que representa la tasa media mundial de escolarización. La tasa de matriculación en Secundaria se sitúa en un 2%.
3. Sistema educativo. Hay 26 escuelas en total, (21 de Primaria y cinco de Secundaria) con una ratio de 100 alumnos por clase. Alcanzan tasas del 96% de éxito académico. La Educación Primaria es gratuita. La Educación Secundaria cuesta 30$ al año.
4. Nivel de los educadores. Un profesor del campo de refugiados cobra 70-75$ mensuales frente a los 500-800$ de media que cobran los profesores en Kenia. Un 10% del total de profesores del campo son mujeres. El 80% no están formadas.
5. Labor humanitaria. Acnur ha conseguido escolarizar a 300.000 niños refugiados en todo el mundo. Según la Unesco, de aquí a 2050 será necesario formar a más de 70 millones de maestros en el mundo.
Fuente: https://www.magisnet.com/2020/02/soy-profesora-en-un-campo-de-refugiados-en-kenia/