Por: Dayana Martínez
Si tiene un poco de tiempo libre la siguiente entrevista será la lectura oportuna para realizar un acercamiento a una perspectiva actualizada sobre disimiles aspectos de la adolescencia y juventud vistos desde el Enfoque Histórico Cultural.
La Dra. en Ciencias Psicológicas Laura Domínguez García nos adentra desde este enfoque en un esclarecimiento sobre lo que quizás resulte curioso y de ayuda para muchos.
¿Ha leído alguna vez una apreciación psicológica que trate sobre la relación diádica que se estable hoy entre los jóvenes y las comunidades online de las que están formando parte? ¿Quizás un consejo para ti que piensas estudiar Psicología o ya te encuentras viviendo esta aventura apasionada?
Solo echa un vistazo en la siguiente entrevista. Quizás encuentres las respuestas que buscas.
La Dra. Laura nos propone su visión respaldada por casi 42 años de experiencia que, realmente jamás se resumirán en unas pocas cuartillas, pero de sus palabras estamos orgullos de contar en este blog.
A continuación la entrevista
Ha realizado un profundo análisis durante su carrera profesional al estudio de las etapas de la adolescencia y la juventud, empleando como base teórico-metodológica las categorías centrales del Enfoque Histórico Cultural de L.S. Vygotski, acerca del desarrollo psicológico y, en especial, la de “situación social del desarrollo”.
¿Considera usted que los adolescentes y jóvenes cubanos que hoy transitan por nuestras calles constituyen el reflejo del hombre de futuro que queremos formar?
Primeramente habría que definir qué características debería poseer ese“hombre de futuro”, lo cual no es tarea fácil. Por otra parte, y en función delprincipio rector del Enfoque Histórico Cultural, que es el del determinismo histórico y social de la subjetividad humana, es difícil hacer ese pronóstico. Otro factor que también nos limita a dar una opinión en tal sentido, es que no existe una adolescencia o una juventud única, ni en Cuba ni en ninguna partedel mundo, atendiendo a que esa “situación social del desarrollo” quemencionas, transcurre en las condiciones de vida y educación del sujeto, las cuales varían de un contexto a otro -dentro de una misma sociedad- y, además, es única para cada ser humano, quien construye de manera activa esa subjetividad o mundo psicológico del que hablamos.
En el proceso de desarrollo psicológico y de la personalidad -como nivel superior de integración de lo subjetivo-, se ejercen sobre el individuo múltiples influencias educativas, que van desde aquellas que recibe en su medio familiar y en su grupo de coetáneos, hasta las que corresponden a la escuela y, posteriormente, al medio laboral, conjuntamente con aquellas provenientes de los medios masivos de comunicación y otros factores macro sociales. Estas influencias formales e informales son en buena medida responsables del nivel de regulación y autorregulación que alcanza la personalidad, aun cuando este proceso acontece de manera individualizada y particular en cada sujeto; y en cada edad psicológica, actúan de manera específica.
¿Cómo se puede lograr esa formación integral, fundamentada en la comunicación y en la actividad, comovías esenciales para una participación responsable en nuestra sociedad?
La subjetividad humana y, en particular, la personalidad, como nivel superior de integración de los contenidos y funciones psicológicas, tienen dos vías esenciales para su formación: la actividad y la comunicación. De aquí podríamos inferir la necesidad de que todas las actividades que se organizan dirigidas a adolescentes y jóvenes, tanto las de carácter docente como las deotro tipo, reúnan determinados requisitos para ser realmente “desarrolladoras”.Por solo citar algunos aspectos, en el caso de los jóvenes que estudian carreras de nivel superior, deben ser actividades que se relacionen con las sus necesidades del adolecente y, a la par, sean expresión de las necesidades de la práctica social; deben ser motivantes, permitir la participación activa del sujeto, estimular el trabajo en grupo y brindarle, más que conocimientos acabados, un esquema de asimilación e interpretación de los contenidos y, todo ello, vinculado a la ética de su profesión y a la ética del profesional en nuestra sociedad, que posee matices muy particulares; entre ellos, la necesidad de un elevado compromiso revolucionario. En este sentido, enfatizamos la necesidad de combinar adecuadamente el trabajo grupal con el tratamiento a la individualidad de cada estudiante.
La comunicación sistemática y abierta con el estudiante también resulta esencial, porque es la vía principal para conocer no solo cómo avanza su preparación técnica, sino también, qué piensan sobre nuestra realidad, cuáles son sus posibles cuestionamientos o dudas, en qué medida se sienten comprometidos con ser útiles a nuestra sociedad, e incluso, qué problemas de carácter objetivo y/o subjetivo pueden estar afectando su desempeño. Esta comunicación debe basarse en el diálogo abierto y flexible como proceso interactivo profesor-alumno, que requiere del respeto mutuo, la comprensión y la empatía, del establecimiento de límites, evitando actitudes paternalistas o autoritarias por parte del profesor, de forma tal, que el estudiante no asuma una actitud pasiva o receptiva, sino que se sienta responsable de su propio aprendizaje.
Pensamos que la influencia de las condiciones sociales, objetivas, sobre la subjetividad del hombre, no se produce de manera mecánica o lineal, ni en todos los sujetos por igual. La intencionalidad del sujeto, como ser consciente y activo, hasta cierto punto puede trascender esas condiciones y esto tiene mucho que ver con los valores.
El problema de la formación de valores posee gran complejidad y, por esta razón, es objeto de estudio de diferentes ciencias. En la actualidad, constituye un tema sobre el cual, aunque mucho se ha trabajado, no se ha dicho la última palabra, ni existe una teoría acabada, que fundamente y oriente, con toda la solidez y precisión deseadas, este proceso.
Los valores forman parte de la subjetividad humana como formaciones psicológicas de la personalidad. Esto significa que el valor posee un componente cognitivo que es el conocimiento del contenido del valor, o dicho de otra forma, la conciencia de qué significa ser honesto, responsable, digno, justo, etc. Además, en los valores está presente un componente afectivo, el cual determina el compromiso emocional del sujeto con el contenido del valor. Esta unidad de lo cognitivo y lo afectivo es la que posibilita que el valor se convierta en un regulador efectivo del comportamiento del sujeto.
Si el contenido del valor no es construido de manera activa por la persona, si no adquiere para esta, además de un significado, un sentido personal, no puede convertirse en un elemento que movilice y oriente su conducta. El proceso de formación de valores cobra especial relevancia en la juventud, por constituir esta etapa un período particularmente sensible al respecto, dadas las necesidades de independencia y autodeterminación propias del joven.
El problema de la educación de valores morales y sociales, resulta hoy, más que nunca, una exigencia para la supervivencia del género humano, y para la preservación de la cultura material y espiritual, creada por la humanidad en todo el devenir de su historia.
Muchos adolescentes en la actualidad no tienen concebidos los métodos para materializar sus aspiraciones, y mencionan a los obstáculos externos como los principales para alcanzarlas. ¿Qué cree usted al respecto?
Esto es simplemente un indicador de la necesidad de establecer estrategias conscientes y consecuentes para desarrollar en adolescentes y, sobre todo en la juventud, la capacidad autodeterminación que implica una regulación interna del comportamiento y no tan plegada a cumplir con las exigencias externas.
En la juventud debe conformarse una importante formación psicológica que se viene gestando desde la adolescencia que es la concepción del mundo como sistema de opiniones, juicios y valores que posee el joven, acerca del origen de la realidad, las leyes que rigen su devenir, el papel del hombre en la sociedad y su propio lugar como sujeto socio-histórico. Esta concepción del mundo no es sólo la forma más o menos exacta en que el joven se representa el mundo, en términos de sistema categorial, sino que también presenta un componente axiológico, referido a la orientación valorativa del sujeto ante la realidad.
Otro componente de la personalidad de incuestionable importancia en su proceso de desarrollo moral es la identidad personal. Esta formación psicológica expresa la capacidad de autoconocimiento y de autovaloración del sujeto y, en especial, en la juventud, refleja la posibilidad del sujeto de proponerse tareas para su auto educación.
En la juventud, la identidad personal, también denominada autovaloración, debe alcanzar un importante grado de estructuración y estabilidad, ya que el principal propósito que debe acometer el joven es el de determinar su futuro lugar en la sociedad. Así, la elección de la futura profesión o actividad laboral, y su desempeño, se apoyan en la valoración que hace el sujeto de sus capacidades, cualidades e intereses, y forman parte esencial de la elaboración de un proyecto de vida, que le permita encaminar su conducta presente en pos de objetivos situados, temporalmente, a largo plazo.
En este proceso de construcción del proyecto de vida intervienen, desde el punto de vista de su contenido y también dinámico, los valores del joven, su concepción del mundo y su identidad personal. Por otra parte, el proyecto de vida como sistema de objetivos mediatos vinculados a las principales esferas de realización del joven, entre las que pueden encontrarse la familia, la profesión, su autorrealización, etc., tiene como importante sostén el conjunto de valores que se estructuran como contenidos de su concepción del mundo y que también forman parte de su identidad personal.
La identidad personal, los valores como componentes de la concepción del mundo y el proyecto de vida son formaciones psicológicas de la personalidad, cuyo desarrollo comienza desde edades tempranas y se extiende a lo largo de la vida. Estas formaciones adquieren en la juventud un alto grado de estructuración y un elevado poder regulador, cuestión que se ve favorecida por las exigencias que impone al comportamiento del joven su entorno social, y todo ello, unido a su necesidad de autodeterminación en los diferentes esferas de su vida, que adquieren para él sentido personal. Identidad, valores y proyecto de vida constituyen importantes indicadores del desarrollo personal. Dicho en otras palabras, son componentes esenciales de la personalidad sana y madura.
Como parte de su producción científica ha sido compiladora y escritora de Libros de Texto y ha publicado numerosos artículos científicos en revistas cubanas que han servido de referencia para muchos estudiantes de Psicología. ¿De qué cree usted que aún carecen nuestros libros de textos destinados al estudio de la especialidad?
Creo que en lo que es más necesario trabajar en incluir en dichos textos los resultados de las investigaciones y reflexiones de los psicólogos cubanos.
Existe hoy una conexión representable en las redes sociales de jóvenes que crecen conformando una relación diádica de comunidades online. ¿Qué recomendación le daría usted a los jóvenes en cuanto su uso y su influencia psicológica?
El mayor problema que -a mi juicio- tienen hoy las redes sociales establecidas a través de Internet, es la falta de cultura acerca de las mismas por quienes las emplean, el desconocimiento de sus múltiples usos y abusos, la influencia que ejercen en nuestra subjetividad y en nuestros valores, promoviendo aquellos que a veces no se corresponden con los que consideramos esenciales como sociedad y de las consecuencias que pueden tener para nuestra vida y nuestra dignidad como seres humanos, si mediante ellos se produce una agresión a nuestra persona, a nuestra intimidad.
El avance tecnológico ha influido en sentido positivo, ya que pone a nuestro alcance importante información, siempre y cuando seleccionemos la que tiene un fundamento científico, y no artículos de corte comercial o basados en consideraciones empíricas. En cuanto a su impacto negativo, si no consultamos las fuentes adecuadas, puede generarnos confusiones y falsas opiniones y alejarnos de las vías de comunicación más importantes que son la familia y la escuela en el caso de niños, adolescentes y jóvenes. También puede poner al descubierto nuestra intimidad sin nuestro consentimiento o someternos a presenciar la intimidad de otros, lo cual desde mi punto de vista no es ético.
Es importante tener en cuenta de la necesidad de que el consumo de internet cuente con la mediación de los adultos –sobre todo en el caso de los escolares y adolescentes-, pues el empleo del Internet implica un aprendizaje y la familia y, en particular los padres, deben estar al tanto de qué consumen sus hijos por esta vía y con quienes se comunican. Todo parece indicar que los padres se preocupan más por la cantidad de horas que sus hijos interactúan con Internet y las nuevas tecnologías (por ejemplo, los videos juegos) que por el contenido del consumo.
Hemos sido testigos muchos cubanos de sus de múltiples colaboraciones en los Medios de Difusión Masiva ¿La Televisión Cubana en su criterio ha cubierto todos aquellos temas que nuestras familias hoy necesitan para de alguna manera obtener orientación?
Cubrir todos los temas no creo que sea algo sencillo de lograr, pero sí considero que la Psicología está bastante visualizada en los medios de difusión masiva, lo que no quiere decir que no pueda seguirse ampliando esta posibilidad, porque las personas agradecen mucho y, a la vez, necesitan este tipo de contenidos.
¿Qué consejo le pudiera ofrecer a toda aquella persona que se aventure a estudiar la especialidad de Psicología?
Que tiene que ser, por sobre todas las cosas, una persona sensible hacia lo que yo llamo el “problema humano”, solidaria, honesta; que tiene que vibrar y sentirse conmovida ante el problema del otro, también ante el dolor ajeno, que no puede ser indiferente a los problemas del mundo de hoy, de aquellos que atentan contra el bienestar humano, como son las guerras imperialistas, el hambre y las enfermedades curables que padecen millones de seres humanos en este mundo tan desigual, que debe luchar contra males sociales que aquejan también a millones de personas como son el racismo, la xenofobia, la violencia de género y todo tipo de violencia, la homofobia, la ignorancia en lo relativo a la preservación del medio ambiente, entre otros. Que a la vez tiene que ser optimista y confiar en el “mejoramiento humano”, pero no solo preocuparse por estas cuestiones, sino “ocuparse” de ellas desde el cotidiano ejercicio de su profesión.
¿Con P o sin P seguirá siendo la misma Psicología? ¿Una letra desde su punto de análisis cambia algo en su significado?
Esta pregunta ya la ha respondido el profesor Manual Calviño de manera excelente más de una vez, así que me abstengo de darle respuesta.
Fuente e imagen: https://www.sicologiasinp.com/entrevistas/entrevista-con-la-dra-en-ciencias-psicologicas-laura-dominguez/#disqus_thread