En los grupos de docentes circulan denuncias que hay casos de coronavirus en diferentes escuelas pero las autoridades no activan el protocolo para no suspender las actividades y “no hagan entrar en pánico a los alumnos”.
Recientemente se hizo viral el audio de una docente con la voz quebrada diciendo “mi vida también vale”, “nos mandan a pelear”, porque fue a trabajar y luego le avisaron que su compañero de escuela dio positivo de coronavirus. Esta docente — madre soltera que vive con sus padres mayores y frágiles de salud— se sintió desbordada frente a tremenda noticia. Este audio recorrió todos los grupos de WhatsApp, dejándonos realmente muy conmovidos al escuchar la angustia de esa docente porque sabemos que en cualquier momento nos puede suceder a nosotros.
Mientras el Ministro de Educación Juan Pablo Lichtmajer y el gobernador Juan Manzur se jactan de haber trasladado en helicóptero a un grupo de docentes y directivos a tres escuelas de alta montaña para retornar a las clases presenciales en las localidades de Ancajuli, Chasquivil y Anfama; la semana pasada circuló en todos los grupos un mensaje desesperado de las docentes de Anfama donde contaban que cuando subieron el día viernes nos les permitieron cargar sus mochilas ni abrigos. Con la promesa de que les llevarían en otro vuelo. Días después comenzaron a enviar mensajes para que se conozca su situación, ya que todavía no les habían llevado sus pertenencias.
Las y los docentes conocemos perfectamente la realidad de las escuelas, el Gobierno nos impuso una vuelta a la presencialidad sin ningún tipo de cuidados, con apenas $10.000 de “Fondo Covid”, con lo cual solo alcanza para el termómetro y unas cuatro máscaras para ser sorteadas entre compañeros y un poco de alcohol. En muchas escuelas ni siquiera alcanzó para la alfombra sanitizante, no se proveen barbijos y mascarillas para todos. Es evidente que el Estado no invirtió lo necesario para un retorno seguro.
Y ante el reclamo de los docentes en las escuelas, muchas supervisoras responden “plata no hay”, “cuídense, cómprense todo lo necesario, así como se compran zapatillas”. Ejemplos como este debemos tolerar las y los docentes cuando alzamos la voz reclamando lo que nos corresponde. Comparar un par de zapatillas con elementos de bioseguridad es una muestra de desprecio a nuestras vidas, a la de nuestros alumnos y familias.
En los grupos de docentes circulan denuncias que hay casos de coronavirus en diferentes escuelas, pero los directivos presionados por supervisores, y éstos a su vez presionados por el Ministerio, no activan el protocolo para no suspender las actividades y no desinfectan el establecimiento y a su vez presionan a sus docentes para que sean “reservados” y “no hagan entrar en pánico a los alumnos”. ¿El Estado nos cuida? No, estos y muchos más son los ejemplos de que para este gobierno nuestras vidas valen un par de zapatillas.
Mientras el ministro de Educación sube a las redes sociales su falsa preocupación por la educación pública y afirma que los contagios no son en las escuelas sino en las familias o los docentes en ámbitos sociales, muchos trolls lo felicitan en su página oficial, pero los docentes y padres que le hacen llegar sus reclamos comentando en sus redes, son censurados inmediatamente, eliminados y bloqueados. Todas estas denuncias de padres y docentes tiran por el suelo toda la demagogia de la publicidad oficial.
Ante esta situación por la que atraviesa la docencia, los sindicatos, como cada año, arreglan a nuestras espaldas una paritaria que mantiene a la docencia con salarios por debajo de la línea de la pobreza. Y ante la amenaza del Gobierno de descontar los días en que hicimos paro no toman ninguna medida.
Por todos estos testimonios y denuncias que recibimos, desde la Agrupación Marrón consideramos que este 24 de marzo las y los docentes debemos marchar junto a otros sectores de trabajadores en lucha para unir los reclamos y por la memoria de los más de 600 docentes desaparecidos en la última dictadura.
Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Tucuman-sin-bioseguridad-y-con-casos-de-coronavirus-continua-la-presion-del-Gobierno-a-los-docentes