Por: Lusmery Yamileth Alvarado
“(…) y eso tienen que hacerlo ustedes, dedicarle tiempo al trabajo cultural, al trabajo social, a ayudar a los demás que tienen dificultades mayores que el promedio de los habitantes de la comunidad” Hugo Chávez
Algunos autores consideran a la Investigación Acción (IA) como el proceso de intervención catalítica en los procesos de transformación social. Resulta una tarea titánica, irreal y poco probable de alcanzar, pues los proceso de transformación social son sumamente necesarios pero poco valorados, por ello, la IA busca que las comunidades y pueblos oprimidos visibilicen, reclamen y construyan conocimientos sobre las bases de sus propias vivencias.
Interpretando a Park (1989), las sociedades crecen mediante procesos continuos de transformación, por ende, la IA otorga poder a los integrantes de una determinada comunidad con la intención de que puedan emprender acciones que les permitan obtener mejoras en sus condiciones de vida dentro de una sociedad de iguales.
De allí, la importancia de la IA dentro de la sociedad académica en la que somos responsables de construir, transformar y mantener, dado que podemos hacer investigación combinando los saberes populares del pueblo emancipado con los saberes formales de nuestras universidades que en si son el mismo pueblo, visibilizando una de las variantes de la IA como es la Investigación Acción Participante (IAP) dado que son las personas como conocedores de su mundo, sus problemáticas, sus necesidades y su visión de cómo debería ser su vida, se convierte en una IAP.
Una vez que como colectivo conocemos y nos empoderamos de nuestras realidades, identificamos e integramos los diferentes saberes en un mundo donde todos podemos aportar y cambiar, nos damos cuenta que se requiere de un proceso de transformación y cambios de situaciones particulares que benefician al colectivo oprimido “una luz en el camino”, y bien lo dijo Chávez (2007), “El Estado, nosotros, debemos transferirle a ustedes los recursos y el poder necesario para que puedan, con su voluntad, con su conciencia, con su organización social, solucionar muchos de sus problemas”, entreviendo con estas palabras la triada Gobierno- investigación-comunidad, y ¿cómo se logra esto?, con la integración comunidad – universidad por tanto, debemos apostar a la construcción de un proyecto de transformación cualitativa de nuestras universidades, concibiendo la universidad como la organización donde se dan cita trabajadores universitarios, estudiantes y comunidades como un solo mundo, donde somos responsables de garantizar la integración de nuestras capacidades organizativas y a través de la IAP construyamos un proyecto único de transformación social universitario, fundamentado en sistema axiológico necesario, como la moral, la ideología, el patriotismo, el amor, la responsabilidad, la corresponsabilidad, la defensa económica de nuestra sociedad, esa es la clave del éxito de nuestro proyecto de transformación cualitativa la integración con nuestras comunidades, la integración del pueblo académico y el pueblo soberano, sin distinción de problemas universitarios y problemas sociales, la sociedad la conformamos las mismas personas que integramos las universidades, somos parte de un todo.
Finalmente, por ahora, debemos internalizar el verdadero proyecto de transformación cualitativa que requiere en este momento nuestra sociedad desde una mirada académica única, que nos permita transcender de la burbuja académica y sumergirnos en la dinámica social cargada de procesos efímeros y complejos que se desvanecen antes de poder entenderlos pero somos nosotros los dueños de nuestro destino y conocemos nuestra realidad social, transformémosla.