Educación en pandemia. Claves sobre el regreso a clases presenciales en México

Por: Maestro Arturo Méndez  Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase/izquierda diario 

¿Cómo viene avanzando el regreso a clases? ¿Qué expresan los distintos sectores involucrados? ¿Qué hacer desde el magisterio?

Sin pretender ser exhaustivos, presentamos un panorama sobre la situación del regreso a clases presenciales en México, la actitud de los gobiernos federal y locales, la posición de sectores empresariales, de la derecha y la iglesia, de algunas organizaciones sindicales y una perspectiva independiente para luchar por garantizar un regreso seguro.

1. Con las prisas del gobierno —respondiendo a la presión de los empresarios— para el regreso a clases presenciales, el 22 de mayo concluirá la vacunación del personal escolar, pero para volver a las escuelas no se contempla la vacunación del alumnado ni de las familias de quienes integramos la comunidad escolar.

2. Según la titular de la SEP, Delfina Gómez, las clases presenciales podrán reiniciarse 15 días después de que concluya la vacunación a docentes, personal administrativo y de apoyo. Será de manera voluntaria y gradual, primero en escuelas multigrado, rurales y de baja matrícula, con la condición de que el semáforo epidemiológico de los estados se encuentre en color verde.

3. Desde el 19 de abril, Campeche fue el primer estado en volver a clases presenciales, con un programa piloto implementado en 137 primarias multigrado, en localidades con baja densidad poblacional, sin conectividad o con acceso limitado y mediante un esquema mixto escalonado.

A principios de mayo, sin embargo, el caso de una maestra contagiada de COVID obligó al confinamiento de 54 alumnos y dos docentes durante catorce días, y a retrasar dos semanas la segunda fase del plan, que contemplaba el regreso a secundarias.

4. En Sinaloa, 633 escuelas fueron habilitadas como Centros Comunitarios de Aprendizaje para atender presencialmente, desde el 26 de abril, a alumnas y alumnos en riesgo de abandono escolar. Lo anterior, estando en semáforo amarillo.

5. El 11 de mayo arrancó el plan piloto para el regreso a clases presenciales en Guanajuato, en 118 planteles, desde preescolar hasta el nivel superior. La vacunación al personal escolar en el estado se realizó del 4 al 11 de mayo, lo que significa que no se aguardó el tiempo suficiente para que la vacuna alcanzara un nivel de protección suficiente. Esto, mientras que el semáforo epidemiológico en la entidad se mantiene en amarillo, contradiciendo lo estipulado por la SEP. Sin embargo, para esta semana se espera la integración de un nuevo bloque de escuelas a las clases presenciales.

6. Este lunes 17 de mayo, Coahuila se sumó a los estados del país que han regresado a las escuelas, contemplándose la asistencia de 20 mil alumnos. Según había informado previamente el gobernador del estado, el plan piloto abarca 70 escuelas, de las cuales 62 se encuentran en zonas urbanas. Esto último, en contradicción con lo dicho como regla general por Delfina Gómez en cuanto a que se iniciaría primero en zonas rurales.

7. La semana pasada, la secretaria de Educación anunció el regreso a las aulas para el 24 de mayo en otros cuatros estados: Chiapas, Veracruz, Nayarit y Tamaulipas, en los que se preparan planes pilotos.

8. En el resto de las entidades todavía no hay fecha precisa para el regreso a clases presenciales, pero algunos gobiernos estatales, como los de Michoacán y Chihuahua, ya han expresado su disposición a hacerlo en las –insuficientes- condiciones planteadas por el gobierno federal.

9. Para la Ciudad de México, según lo dicho por Delfina Gómez, se prevé la vuelta a las escuelas hasta el próximo ciclo escolar. Sin embargo la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció que la capital del país está a pocos puntos de pasar a semáforo verde, mientras ya se están realizando obras de mantenimiento en las escuelas y se están promoviendo “tequios” para la participación de madres, padres, tutores e incluso el alumnado en la limpieza de planteles, contemplándose también a maestras y maestros luego de que se nos aplique la vacuna. De esta manera, aprovechándose de la buena voluntad de la gente, se deja en manos de la comunidad escolar algo que debería ser garantizado por el Estado. La incertidumbre sobre la fecha de regreso, mientras tanto, persiste.

10. Por otra parte, continúa la presión por parte de sectores empresariales y de derecha para acelerar el regreso a clases presenciales.

En Nuevo León, el movimiento “Abre mi escuela”, surgido en San Luis Potosí, exige el regreso para finales de mayo.

En Durango, las universidades privadas agrupadas en la Federación de Instituciones de Educación Superior, presionan para la reapertura 15 días después de que se aplique la vacuna al personal.

En Sonora, desde finales de abril se echó a andar el programa Anticipa Educando Sonora con el que, para principios de mayo, seis escuelas privadas reanudaron clases presenciales. En respuesta, la Asociación Estatal de Padres de Familia ha pedido a la Secretaría de Salud estatal que detenga el regreso a clases presenciales en las escuelas particulares.

Por su parte, organismos empresariales como la Canaco-Servytur de Querétaro y la Canacintra del Estado de México, han expresado su apoyo a la política de volver apresuradamente a las escuelas, dejando ver sus intereses al plantear abiertamente que el regreso a clases presenciales contribuiría a la reactivación económica.
Incluso desde la iglesia surgen voces en el mismo sentido, como en el caso del obispo de Veracruz, quien respaldó públicamente el regreso a clases en el estado para 24 de mayo.

11. En la UNAM, las autoridades establecieron el 24 de mayo como fecha para el regreso a labores presenciales de más de 30 mil trabajadores administrativos, lo que anticipa el regreso a clases presenciales, todo ante el silencio cómplice de la dirección del STUNAM.

Por otro lado, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM ha puesto el ejemplo al plantear la vacunación de toda la comunidad de la Autónoma Metropolitana como condición para reanudar las clases presenciales.

12. En educación básica, los dirigentes charros del SNTE no sólo actúan como cómplices de la política del gobierno, sino que la promueven mediante su formulación de las “3 V”: semáforo en verde, regreso voluntario, personal vacunado; atreviéndose a decir que estas condiciones son suficientes para un regreso seguro.

13. Del 12 al 18 de abril la CNTE realizó una encuesta, dirigida al magisterio, sobre las condiciones para el regreso a clases presenciales.

Como resultado, la encuesta arrojó que en el país no existen las condiciones de infraestructura en las escuelas para regresar en este ciclo escolar, junto al hecho de que 7 de cada 10 trabajadores de la educación se encuentran entre la población de riesgo, ya que son vulnerables por enfermedades previas o comorbilidades, y que esa misma cantidad percibe un alto riesgo de contagio en el traslado de su casa a su centro de trabajo.

Frente a ello, la CNTE estableció 13 condiciones para el regreso a clases presenciales. Sin embargo, los dirigentes de la Coordinadora aclararon que la encuesta “no tiene como objetivo decir un sí o no tajante al regreso a clases presenciales”, sino que el objetivo es “mostrar una serie de carencias que se tienen que resolver antes de que se tomen decisiones precipitadas”.

Ahora, como parte de la declaración política de su XIV Congreso Nacional, la CNTE sostiene que “se debe cumplir con las garantías necesarias ponderando el derecho a la vida de los estudiantes, trabajadores de la educación, tutores, madres y padres de familia”, planteando exigencias como material de sanidad, personal médico, servicios básicos, vacunación de toda la población y cantidad de estudiantes acorde a las dimensiones del aula.

Lo anterior, sin embargo, no viene acompañado de una política de organización escuela por escuela, impulsando la unidad entre trabajadoras y trabajadores de la educación, madres y padres de familia, para impedir mediante la movilización un regreso en condiciones de riesgo. Esto, como expresión de la tregua que sostiene la dirigencia de la CNTE con el gobierno de la 4T (de la cuarta transformación de López Obrador), confiando en que las demandas del magisterio se resolverán mediante mesas de negociación y no mediante la fuerza de la movilización independiente, unitaria y combativa, a pesar de que han tenido 18 mesas con AMLO con resultados casi nulos.

14. La vuelta a clases presenciales implica, a nivel nacional, la movilidad y la concentración en centros de estudio de alrededor de 40 millones de personas, más todo lo que se reactivaría alrededor. Las experiencias en países como Brasil, Argentina y Chile muestran las consecuencias fatales de un regreso prematuro a las escuelas.

15. Para finales de abril, según cifras oficiales, en México se habían registrado más de 600 muertes infantiles por COVID-19, así como 57 mil 546 contagios en menores de 0 a 15 años, de los cuales 3 mil 652 tuvieron que ser hospitalizados. En adolescentes de entre 15 y 19 años, se reportaban 67 mil 093 casos.

Estas cifras terribles dejan claro que niñas, niños y adolescentes no son inmunes a la enfermedad, lo que muestra la irresponsabilidad del gobierno al acelerar el regreso a clases presenciales sólo con la vacunación del personal escolar. Además, no debemos olvidar que alumnas y alumnos pueden contagiar a sus familias.

16. La pretendida preocupación de Delfina Gómez por la salud mental y el aprendizaje de alumnas y alumnos, no sólo se desmiente ante el riesgo sanitario que implica una vuelta prematura a las escuelas, sino ante el hecho de que, durante toda la pandemia, el gobierno no se ha preocupado por garantizar los medios necesarios para que todas y todos puedan acceder a la educación a distancia, lo que ha llevado al rezago, la exclusión y la deserción de millones de estudiantes, preocupación que sigue ausente para la educación híbrida que quieren imponer.

Detrás del apuro del gobierno por volver a clases presenciales no hay una preocupación por la salud ni por la educación de niñas, niños y adolescentes, sino un criterio económico en beneficio de los empresarios. Esta política es parte del impulso de la “nueva normalidad” que ha obligado a millones de trabajadoras y trabajadores no esenciales a volver al trabajo en plena pandemia, arriesgando su salud, sus vidas y las de sus familias, dando como resultado llegar a más de dos millones de contagios y más de doscientas mil muertes.

17. Frente a la negligencia del gobierno, luchemos por un regreso seguro a clases presenciales, con toda la población vacunada y con condiciones óptimas en las escuelas garantizadas por el Estado, como servicios de agua, drenaje y luz, insumos sanitarios y de limpieza, personal médico, de trabajo social y de atención psicológica, así como por la construcción de escuelas para acabar con el hacinamiento y las carencias de infraestructura, todo lo cual implica exigir mayor presupuesto para educación y salud, el cual podría provenir, por ejemplo, de impuestos progresivos a las grandes fortunas y del no pago de la deuda externa y del Fobaproa.

18. Para hacer cumplir nuestras demandas, transformemos el desacuerdo, el enojo y las preocupaciones que se expresan en redes sociales en organización desde las escuelas, entre docentes y personal de apoyo, madres, padres de familia y tutores, para impulsar una gran campaña o movimiento nacional por un regreso seguro a clases presenciales, que incluya: la movilización unitaria en las calles (con todas las precauciones necesarias), buscando la unidad con el movimiento estudiantil y con otros sectores de trabajadores y populares; manifestarnos por todas las vías posibles; exigir a los delegados sindicales convocar a asambleas virtuales para poder discutir democráticamente en cada escuela qué hacer; conformar comités de seguridad e higiene en cada escuela, integrados por docentes, personal de apoyo, madres, padres y tutores, independientes de las autoridades y con capacidad resolutiva.

El regreso seguro a clases presenciales no vendrá de la mano del gobierno. Somos las comunidades educativas quienes debemos definir democráticamente, con ayuda de especialistas independientes, en qué condiciones y cuándo es seguro volver.

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