Histórica rebelión de los deportistas de élite: los abusos de poder ya no cuentan con el silencio de los inocentes

La gimnasta estadounidense Simone Biles (24) había dado señales de alerta en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio sobre la salud mental de los super atletas. Por estos días, otro fue el escenario al que acudió la multicampeona mundial y medallista olímpica, al prestar testimonio sobre uno de los mayores escándalos por abusos sexuales en el deporte.

También acusó a la oficina del FBI en Indianápolis por haberles dado la espalda a las gimnastas que denunciaron los primeros abusos sexuales del exmédico del equipo nacional. «Un sistema entero permitió y perpetró» contra ella y cientos de jóvenes, que por su edad ni siquiera sabían que se trataba de abusos. «No quiero que ningún otro joven deportista olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy», declaró Biles con la voz entrecortada hasta que llegó el llanto, ante la mirada atenta y silenciosa de los legisladores.

Junto a ella estuvieron otras tres gimnastas olímpicas que sufrieron abusos: McKayla MaroneyMaggie Nichols Aly Raisman.

El exmédico Nassar cumple una condena de entre 40 y 175 años por abusar al menos de 330 jóvenes, menores y deportistas olímpicas, más otra de 60 años por pornografía infantil, las que equivalen a una cadena perpetua que viene cumpliendo en una cárcel de Florida.

Las condenas se dictaron entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, coincidiendo con la aparición del movimiento #MeToo.

Al comienzo de los JJOO de Tokio sorprendió al mundo al retirarse de la primera final aduciendo problemas de salud mental. Recién sobre el final decidió volver a competir logrando una medalla de plata y otra de bronce.

 

En febrero pasado, la fiscal general del Estado de Michigan, Dana Nessel, había informado a través de un comunicado que el exentrenador del equipo femenino olímpico de gimnasia de EE.UU. John Geddert, imputado de 24 cargos, se había suicidado.

EL SILENCIO DE LAS AUTORIDADES

Los dos candidatos a presidir la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) en las elecciones del 6 de noviembre, intentan dar vuelta la página sin aventurar un programa de prevención ni condenas explícitas a los abusos sexuales.

Tanto el japonés Morinari Watanabe como el azerbaiyano Farid Gayibov, sobrevuelan la cuestión al justificar sus candidaturas.

Ambos dirigentes ignoran en sus proclamas las recientes denuncias que vieron la luz desde Estados Unidos, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, España y Chile.

Watanabe, quien preside la FIG desde 2017, se limitó a citar entre sus logros que «por primera vez en la historia del deporte mundial se creó la Fundación Ética, independiente en la FIG, con personalidad jurídica para proteger a los deportistas y otros participantes del acoso y el abuso».

Su competidor para el cargo Gayibov sigue la misma línea, teniendo como ejes de una futura gestión al aumento de las pruebas olímpicas, la creación de un fondo para países en desarrollo y el lanzamiento de un canal de televisión propio. Finalmente, en una brevísima declaración de principios señala: «Como organización líder, debemos dar ejemplo en materia de igualdad de género, abuso y acoso, desarrollo sostenible y asociación con diferentes organizaciones y comisiones humanitarias».

CASOS EN EL PATINAJE SOBRE HIELO DE FRANCIA

El fenómeno invasivo de los abusos sexuales se encuentra en plena ebullición en las principales ligas deportivas europeas. En Francia se ha lanzado una campaña nacional contra la violencia sexual en el deporte tras haberse conocido que más de 400 entrenadores, docentes y otras figuras están bajo sospecha de cometer o encubrir abusos.

Tras un año de investigaciones, el ministerio de Deportes francés publicó un informe donde consta que la mayoría de las víctimas eran menores de 15 años.

La investigación se inició en febrero de 2020, luego de que la multicampeona francesa de patinaje sobre hielo Sarah Abitbol contara en su libro «Un silencio tan largo» («Un si long silence» en francés), que el entrenador Gilles Beyer la habría violado varias veces entre 1990 y 1992, cuando ella era adolescente.

«Fue la primera vez que un hombre me tocó. Con 15 años sufrí el primer abuso sexual. Me violaste con 15 años; en el parking, en los vestuarios, en la pista de hielo», denuncia Abitbol.

Tras la gran repercusión del caso y luego de sumarse denuncias de otras patinadoras por presunta violencia sexual, la Fiscalía francesa inició una investigación, creándose una plataforma para recibir testimonios.

El presidente de la Federación de Deportes de Hielo, Didier Gailhaguet pronto debió abandonar su cargo.

Según los datos aportados por el ministerio de Deportes de Francia, 60 personas están bajo procesos criminales y más de 100 han perdido sus puestos de forma provisoria o permanente.

Las acusaciones por abusos abarcan todo el país y a numerosas disciplinas, con un total de 48 federaciones deportivas involucradas.

El 96% de los acusados son hombresEl 83% de las víctimas son mujeres y el 63% son menores de 15 años.

La ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, excampeona de natación, cumplió un rol importante con miras a modificar tanto las mentalidades como las estructuras deportivas, tutelando los derechos de las mujeres.

Después de evaluarse el testimonio de Abitbol, el ministerio en un comunicado expresó: «Es un momento histórico para el deporte francés. El gobierno y las federaciones deportivas se han comprometido a responder a las denuncias de abusos de manera más rápida y efectiva».

EL CASO DE LA SELECCIÓN FEMENINA DE FÚTBOL

En mayo pasado, un grupo de futbolistas presentaron una denuncia por acoso sexual contra un entrenador contratado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Esa demanda colectiva fue elevada directamente ante la Comisión de Ética de la FIFA, iniciándose un proceso de investigación por presuntos hechos de «maltrato a menores» e «inconducta sexual«.

El sindicato internacional de futbolistas profesionales (FIFPro) dio un comunicado dando algunas precisiones: «El entrenador en cuestión utilizó su posición de poder para intimidar y acosar sexualmente a distintas adolescentes, alguna incluso de 14 años, que se encontraban en la búsqueda de concretar su sueño de convertirse en futbolistas».

Y se agrega: «En lo que debió haber sido un entorno seguro, las chicas fueron víctimas de amenazas y comentarios sexuales de explícita y violenta naturaleza«.

El sindicato FIFPro pidió a la FIFA la «inmediata destitución» del director técnico contratado por la AFA, en razón que «podría acceder y ejercer poder sobre menores».

Alexandra Gómez Bruinewoud, asesora jurídica de FIFPro dio su visión del caso: «Estamos profundamente afectados por las alegaciones de jugadoras en Argentina sobre abuso y grave inconducta. Habiendo entrevistado a las jugadoras en forma individual, nos encontramos con denuncias creíbles y coherentes, indicativas de un patrón de comportamiento abusivo, discriminatorio y dañino que socava los esfuerzos de desarrollar el fútbol femenino».

Los nombres del acusado y de las víctimas permanecen bajo reserva de confidencialidad.

La AFA en un breve comunicado informó que se «brindará toda la colaboración necesaria en la investigación en caso de que el órgano competente de FIFA así lo requiera y acatará de manera total y absoluta la resolución que se dicte al cabo del proceso».

En 2019, ante una denuncia por hechos de abusos y acosos sexuales de futbolistas juveniles colombianas, un comunicado conjunto de FIFA y CONMEBOL rechazó la violencia de género y les ofrecieron su apoyo y experiencia en materia preventiva y sancionatoria.

«La FIFA ha estado trabajando en estrecha colaboración con un grupo consultivo que incluye a expertos en protección de menores de la UNICEF, el Consejo de Europa y sus federaciones miembro para ayudar a desarrollar el programa de protección de la infancia», se apuntó en ese documento.

En Paraguay, por iniciativa del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia y con el auspicio de la CONMEBOL, se inició una campaña «Contra el Maltrato y Abuso Sexual hacia Niñas, Niños y Adolescentes».

Cada 31 de mayo bajo el lema #TodosSomosResponsables #HacéTuParte se pone en marcha la campaña y se invita a usar el lazo verde, símbolo de lucha contra todo tipo de violencia hacia niñas, niños y adolescentes. Ese día el edificio de la entidad mayor del fútbol sudamericano se ilumina de verde.

LA AUSENCIA DE POLÍTICAS DE ESTADO

Resulta evidente la insuficiencia de políticas de Estado para combatir el flagelo de los abusos sexuales en el deporte. La prevención suele estar siempre a muchos pasos de distancia del objetivo propuesto.

Sólo cuando los hechos se precipitan ante la opinión pública se puede aspirar a un cambio de rumbo.

Existen innumerables situaciones que las víctimas no se animan a contar, ni siquiera a su círculo más cercano. Generalmente al acoso o abuso sexual se lo trata como un tema tabú que inhibe a las víctimas.

Aun cuando miremos hacia la gran vidriera de los deportes olímpicos y profesionales, sólo se reacciona cuando una declaración de la víctima logra romper la barrera del silencio. Para ello se necesita de mucho coraje y templanza para transitar una y otra vez por la oscuridad.

Que las más jóvenes deportistas de élite se animen a denunciar a los abusadores es una señal de aliento para que otras puedan hacerlo.

Con sus declaraciones en medios y redes sociales sacuden las conciencias del resto de la sociedad, forzando a las autoridades de turno a tomar decisiones.

Son el espejo en donde miles de millones de personas se miran día a día.

Todos coinciden acerca de la necesidad de establecer programas sustentables para la educación, prevención y sanción de abusos aberrantes en niños y adolescentes que practican deportes.

Más allá de las declaraciones de principios y valores, esta problemática no figura en la agenda diaria de las organizaciones deportivas ni tampoco dentro de las órbitas de la gestión gubernamental (poderes ejecutivo, legislativo y judicial).

Los diagnósticos válidos son aquellos que sirven como guía para definir acciones concretas. Luego, los resultados quedan -inevitablemente- a la vista del mundo globalizado.

A la escritora norteamericana Úrsula K. Le Guin se le atribuye la frase: «El poder del abusador, el acosador, el violador, depende sobre todo del silencio«.

Fuente: https://www.cronista.com/columnistas/abusos-sexuales-y-de-poder-en-el-deporte-los-casos-en-argentina-estados-unidos-y-francia-que-cambian-el-negocio-del-silencio/

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