El problema que no se ve, que no duele, avanza lentamente y puede provocar sordera a tu hijo

Los padres deben estar atentos para realizar las revisiones periódicas necesarias en los oídos de sus hijos

 

Una causa frecuente de sordera en los niños es la otitis secretora. Esta provocada por acúmulo de moco en el oído medio. «Gracias a la medicina preventiva realizada por pediatras y otorrinolaríngologos, su incidencia ha disminuido mucho y su tratamiento ha mejorado», asegura el jefe de Otorrinolaringología de la Clínica Barona en La Salud, Rafael Barona. Sin embargo, -añade- «los padres deben estar atentos para realizar las revisiones periódicas necesarias, ya que es un problema que no se ve, que no duele y avanza lentamenteHay que adelantarse a su aparición y si se detecta tratarla precozmente». Hoy en día, hay que tener en cuenta, según el doctor Barona, que «las sorderas, tienen tratamiento en todos los casos. Lo más importante es realizar un diagnóstico precoz, dar con el tratamiento adecuado y programarlo en estrecha colaboración entre médico y paciente».

Cuando hablamos de niños, sobre todo de recién nacidos, la tecnología ha aportado la mejor de las soluciones: los implantes cocleares. «Aunque siguen naciendo niños sordos- apunta el doctor Rafale Barona-, tras una intervención de implante coclear serán capaces de oír de forma normal. Podemos decir que la sordera de nacimiento ha desaparecido siempre que se trate de forma precoz y adecuada». Fue en 1957 cuando los doctores Djourno y Charles Eyries en Francia hicieron el primer intento de implante coclear. Posteriormente, gracias a los trabajos de William House en los años 60, otorrinolaringólogo de Los Angeles, fue cuando se abrió definitivamente la puerta a los implantes cocleares que actualmente se utilizan y de los que se benefician miles de niños.

Prevención

En la edad media de la vida, jóvenes y adultos, hay que hablar mucho acerca de la prevención. En este sentido los expertos advierten que «hay que evitar la exposición a ruidos y sonidos intensos bien sean laborales y “ambientales” (música potente…)». En la edad más avanzada, que a nivel auditivo podríamos situar a partir de 55 años, aunque esto depende de cada persona, el tratamiento preventivo y la revisión periódica son fundamentales. «Hay que adelantarse al problema y ante la más mínima sensación de sordera (repetición frecuente de palabras como “que”, dificultad de discriminar la voz en entornos ruidosos…): consultar siempre a un especialista», advierte el doctor Barona.

«No siempre será necesario recurrir a un audífono -añade-. Es posible corregir o retrasar el problema mediante consejos terapéuticos o rehabilitación auditiva, y en algunos casos mediante cirugía. Siempre se puede recurrir a las denominadas prótesis auditivas, actualmente auténticos mini-ordenadores, que deben ser correctamente indicadas y ajustadas. En los casos más difíciles siempre se puede recurrir al implante coclear».

Es necesario conocer que la sordera puede ser debida no solo a procesos del oído sino también a procesos cerebrales, llamados alteraciones del Procesamiento Auditivo Central. Es conveniente a partir de cierta edad hacer algunos test más complejos que la simple audiometría convencional, tonal y vocal, test como Potenciales Evocados Auditivos, test de habla en ruido, temporales o test dicóticos (de habla simultánea y complementaria en los dos oídos). «Estos test- explica el doctor- nos ayudan a conocer la maduración y transferencia entre los hemisferios cerebrales, cuyo tratamiento precoz nos ayuda a prevenir y tratar procesos tan importantes como la demencia precoz causa fundamental del aislamiento y la depresión en estas edades».

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es

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