Análisis crítico: Práctica vs praxis educativa
Yuleima Rodríguez Torcat
Históricamente la pedagogía está concebida como el hacer de la maestra y el maestro. Ante esta concepción básica es necesario diferenciar tres casos:
- El saber pedagógico
- La práctica pedagógica
- La praxis pedagógica.
En la actualidad y a partir de los cambios curriculares que se han gestado en el país, es necesario contextualizar cada uno de estos términos, en cuanto a qué se considera el saber pedagógico. Este surgió como un enunciado colonizante para dominar en la relación maestro- alumno, a través del ejercicio de la enseñanza, es decir, todo lo transmitido y reproducido por el maestro y la maestra a los denominados alumnos (vasijas que funcionaban como deposito), lo cual se concebía como el acto y la posibilidad sólo de enseñar; entendiendo que estos procesos se derivaban de aspectos teóricos y didácticas reduccionistas, situaciones que en tiempos actuales siguen siendo practicados.
Entre tanto, la práctica pedagógica corresponde a la mutación del saber pedagógico, respecto a los campos del conocimiento que fueron mezclados, aplicados y trasladados a un nuevo precepto disfrazado de practica pedagógica liberadora; pero que de igual forma continua siendo tradicionalista, reduccionista y reproductora de las ambiguas concepciones y formas del funcionamiento de métodos que se aplican en las instituciones educativas, ya desde una perspectiva teórica y metodológica que facilita a las maestras y maestros establecer una relación con el conocimiento y a su vez, con acercamiento a la cultura de integración social; pero que siguen siendo en la práctica tradicionalistas en las concepciones del saber y el conocimiento..
En el caso de la praxis pedagógica, conlleva a procesos de enseñar- aprender y construir conocimientos a partir de la valoración de los saberes que convergen en un lugar determinado e integrado en las relaciones y sinergia educacional y comunitaria. Esta praxis surte una función de reflexiones, análisis, intercambio de experiencias, saberes, proposiciones, consensos, entre otros elementos, a partir de las y los estudiantes, en su relación con las y los maestros, quienes desde la conciencia y la puesta en marcha del sentido crítico son las y los principales entes transformadores de las instituciones educativas, de las comunidades y de sus características socio-culturales, tomando como principio los aspectos geo-históricos. Por lo tanto, la praxis pedagógica se debe convertir en un tejido reflexivo que facilita la construcción de las y los sujetos desde el saber y su interacción con la sociedad.
Más allá de lo mencionado, la praxis pedagógica implica la valoración humana, donde la participación democrática, horizontal y protagónica, el respeto fomentado entre estudiantes y docentes apuntan a la autonomía, a la libertad, el reconocimiento étnico, humildad, deseos de aprender haciendo, el desarrollo de capacidades a la creación científica, innovaciones, entre otros, que en sus contextos educativos, lugar, territorio, comuna, entre otros, les permite detectar y transformar las realidades que se presentan en la cotidianidad, con el fin de trabajar colectivamente usando herramientas propias de la dialéctica critica, reflexiva, analítica e integral que, van más allá de los conocimientos basados sólo en los contenidos universales.
M.Sc. Yuleima Rodríguez Torcatt
Fuente de la Información: CII OVE