La USICAMM reproductora de injusticias: el caso de los docentes de secundaria

Por: Israel Moreno Salto

«Asombrosamente, los gremios sindicales que deberían estar al pendiente de los derechos laborales de sus nuevos agremiados simplemente brillan por su ausencia.»

Una de las piedras angulares de la reforma educativa de Peña Nieto fue sin duda la creación y operación del Servicio Profesional Docente (SPD). Posterior a su caída en el 2019 se irguió sobre sus ruinas la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), cuya misión era fungir como una especie de acción afirmativa que repararía las injusticias causadas por su antecesor. Desafortunadamente, a la fecha persisten grandes injusticias y desigualdades en la entrega de plazas a docentes de nuevo ingreso. Esta nota pondrá énfasis en el caso de secundaria, sin embargo, se reconoce que cada nivel tiene sus propias sutilezas al respecto.

¿A qué desigualdades me refiero? mientras que a los aspirantes seleccionados a ingresar al servicio público docente en los niveles de preescolar y primaria se les otorga una plaza equivalente a 20 horas, a los docentes de secundaria comúnmente solo se les permite elegir un módulo. Es importante notar que estos varían de asignatura en asignatura y de un centro de trabajo a otro, sin embargo, pueden llegar a ser de hasta dos horas a la semana en el caso de los docentes de artes o educación física.

Hace algunas semanas fui testigo de la asignación de plazas de nuevo ingreso en secundaria. En este proceso, se les informó a los aspirantes que solo tenían derecho a elegir un módulo por persona. La asignación fue variada y para nada equitativa: mientras que algunos docentes lograron obtener 16 horas, otros se quedaron solo con seis horas a pesar de haber logrado los primeros lugares en la lista de prelación. Este suceso me hizo recordar mi participación en el concurso de ingreso a secundaria por medio del examen de Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) en el periodo de Calderón. En ese entonces, aunque logré obtener el segundo lugar en la lista de prelación únicamente se me ofrecieron dos módulos de cuatro horas, uno en una escuela a las orillas de mi ciudad y el otro en un ejido.

Los hechos descritos anteriormente sugieren que la ACE del PAN, el SPD del PRI y la USICAMM de MORENA, además de compartir la ideología de la meritocracia también reproducen y legitiman desigualdades de manera similar entre los docentes de nuevo ingreso. Al respecto, las autoridades del USICAMM argumentan que estas injusticias se generan por las propias necesidades del servicio educativo, no obstante, se puede apreciar que existe un desinterés de su parte por buscar alguna propuesta de mejora. Asombrosamente, los gremios sindicales que deberían estar al pendiente de los derechos laborales de sus nuevos agremiados simplemente brillan por su ausencia.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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