Estudio: Investigadora analiza brechas en educación inclusiva. Chile

Ensayo describe al aprendizaje cooperativo como una oportunidad didáctica que permite introducir prácticas y herramientas que orienten al personal docente en cómo enfrentar los retos que presentan las aulas inclusivas.

La inclusión como un proceso educativo, garantiza el derecho humano de niños, niñas y jóvenes a educarse, independientemente de sus diferencias socioculturales, identitarias, religiosas, étnicas y educativas individuales.

«Permite que los y las estudiantes y/o personas aprendan del otro/a, así como, de sí mismos» complementa Pamela Correa, investigadora de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, quien acaba de publicar un artículo en Educare sobre el tema.

La investigadora es enfática al señalar que la educación inclusiva no se ha abordador de manera eficaz. «La verdad es que se instruye en las carreras de educación especial o educación diferencial, pero falta la formación en los otros futuros y futuras docentes».

En este sentido considera que las escuelas de pedagogía deben seriamente reflexionar sobre lo que está ocurriendo en las aulas y la sociedad. Como señala el artículo «los programas de formación docente deben orientar su instrucción hacia las habilidades, conocimientos y actitudes, tanto disciplinares como pedagógicos de sus estudiantes, y junto a ello, hacia la educación inclusiva».

En este contexto surge el aprendizaje cooperativo como una herramienta a utilizar. Como explica Pamela Correa «es el trabajo en conjunto de un grupo heterogéneo para la realización de un objetivo o propósito común, en donde cada miembro del equipo o grupo interactúa entre sí».

Asimismo, tiene como característica que los participantes deben trabajar de maneras definidas, estructuradas, en las que cada cual tiene asignado una tarea que promueve el trabajo colectivo y a su vez el individual.

«Este rasgo permite que diversos actores puedan ser partícipes de la interacción académica, o el desarrollo de una competencia social, lo cual es clave para la inclusión. En definitiva, se promueven actividades educativas desde una perspectiva inclusiva» señala la investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.

Al desafío en las aulas se unen otros aspectos externos, como la necesidad de robustecer la política pública, «existe un decreto que nos orienta, pero falta una mejor implementación. Además, el presupuesto invertido es escaso, muchas veces no se puede apoyar debidamente a los estudiantes que tienen condiciones según su necesidad».

Para la especialista también falta mayor articulación, se observarían vacíos, «hay profesionales de la educación que simplemente no saben cómo minimizar los obstáculos del aprendizaje y la participación» finaliza.

Correa-Gurtubay, P., & Osses-Sánchez, N. (2022). Cooperative Learning: Reflections for Implementation in Inclusive Classrooms. Revista Electrónica Educare, 27(1), 1-14. https://doi.org/10.15359/ree.27-1.14543

Fuente: https://ciencias.uautonoma.cl/noticias/inclusiva/

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