Informe IPCC: lo que le espera a América Latina ante el calentamiento global
El calentamiento global es una realidad cada vez más tangible. Las consecuencias son visibles con la aparición de olas de calor, sequías, lluvias intensas y desastres naturales que cada vez tienen mayor frecuencia en el planeta.
Desde el 2023, América Latina ha experimentado devastadores incendios forestales en Chile, que han sido exacerbados por una interminable sequía. Estos fuegos han causado daños irreparables a la región.
Brasil ha sido afectado por lluvias extremas y anegamientos, dejando más de 60 muertos. Por su parte, Perú ha experimentado el ciclón Yaku. Los expertos han atribuido el aumento de eventos climáticos extremos como fuertes lluvias y deslizamientos de lodo, al calentamiento global y su efecto sobre la temperatura del planeta.
“El cambio climático causado por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo“.
La pandemia ha tenido un impacto global con una serie de pérdidas y daños relacionadas al medio ambiente y las personas, señala el Informe de Síntesis del Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). El pasado lunes 20 de marzo, se presentó un documento que resume los seis informes sobre la situación del planeta realizados entre 2015 y 2020 por científicos de todas partes del mundo.
Es urgente tomar medidas para frenar el calentamiento global
El informe de expertos ha advertido que es urgente tomar medidas para frenar el calentamiento global, para así garantizar un futuro sostenible y habitable.
Los científicos investigando el calentamiento global aseguran que aún hay esperanza para reducir la temperatura si se toman las medidas adecuadas. Existen muchas posibilidades viables para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y prepararnos mejor para los cambios climáticos.
El objetivo de la comunidad internacional es evitar un aumento de más de 1.5 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales, que se produjeron entre 1850 y 1900.
El planeta está experimentando un aumento de temperatura de 1,1 grados centígrados a escala internacional actualmente. “Como resultado, se han producido fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y más intensos que han generado impactos cada vez más peligrosos en la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo”, señala el informe del IPCC.
¿Qué efectos ha tenido el cambio climático en América Latina? Esta pregunta fue abordada por el Informe 2022 del IPCC sobre Cambio climático: impactos, adaptación y vulnerabilidad, que confirmó que América Central y del Sur son algunas de las regiones más afectadas, “altamente expuestas, vulnerables y fuertemente impactadas por el cambio climático”. La situación actual se empeora por los problemas de desigualdad, pobreza y deforestación cada vez mayores.
El cambio climático y el calentamiento global en América Latina
“El aumento de la temperatura media, la cantidad de lluvia o los eventos extremos tienen tendencia diferente, dependiendo de la región. En el suroeste de Sudamérica, en Chile y también en Argentina, así como en el nordeste de Brasil las lluvias han experimentado una reducción significativa con proyección a que continúe así”, comenta Carolina Vera, Vicepresidenta del Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) y Directora del Instituto Franco-Argentino de Estudios Climáticos y sus Impactos, que ha sido una importante contribuyente a la comprensión científica del cambio climático.
Vera afirma que varias áreas de América del Sur son cálidas y secas, lo que tiene el potencial de causar sequías meteorológicas periódicas. Los déficits de lluvia, las sequías agronómicas y las sequías hidrológicas son los tres factores principales que contribuyen a la reducción del agua disponible en el suelo y a la disminución de los caudales.
La crisis ambiental en la región sur del continente se ha agravado aún más por dos situaciones principales. Los incendios forestales incontrolables, debido a las altas temperaturas y la aridez y los fuertes vientos, han sido una preocupación creciente. Otro problema grave es el rápido derretimiento de los glaciares, que puede afectar el acceso al agua para los organismos vivos y provocar escasez de suministro para las poblaciones humanas.
Detener las prácticas insostenibles
Según el informe, las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero siguen aumentando debido a una serie de prácticas insostenibles, como el uso de energía, los cambios en el uso de la tierra, los hábitos de consumo y producción y los estilos de vida en todas las regiones, entre países y entre individuos.
“Sabemos que América Latina es una región muy vulnerable ante el cambio climático por un montón de aspectos, desde históricos hasta inequidad e injusticia. Además de las posibilidades socioeconómicas de los distintos habitantes como la dependencia tan grande en algunas economías de la región”, Así lo afirmó Paola Arias, profesora de la Universidad de Antioquia, Colombia y editora revisora del informe del IPCC.
Arias señala que América Latina se ha quedado rezagada en lo que respecta a la adaptación al cambio climático debido a varios obstáculos que impiden que la región lo haga. “En nuestra región estas barreras tienen que ver con que todavía tenemos niveles enormes de pobreza, de inequidad, de injusticia. Cuando tienes sociedades bajo esas condiciones, la adaptación es mucho más compleja”.
Se necesita financiamiento para alivianar los impactos del calentamiento global
Arias destaca cómo las sociedades latinoamericanas necesitan financiamiento adicional para mitigar los efectos del cambio climático y el calentamiento global y reducir las emisiones de carbono. “Los flujos de fondos no se han dado a la velocidad que se requiere. Esa falta de financiación sin lugar a dudas es un elemento fundamental para la adaptación en nuestras regiones”.
Arias destaca que la región ha tenido algunos éxitos en cuanto a la adaptación al cambio climático, aunque estos suelen ser de menor escala. “Latinoamérica es una región que tiene una biodiversidad enorme, con zonas de mayor diversidad en el planeta como Los Andes o la Amazonía, entonces, los ecosistemas se vuelven fundamentales en nuestro proceso de adaptación, mitigación y de cambio climático”.
La experiencia local de adaptación
“Tengo agua, no necesito que alguien me la venda”, dice María Binda Gutiérrez, una persona originaria de Quebrada León en Santa Cruz, Bolivia, que se mudó a la comunidad forestal Alto Espejo en el municipio de El Torno hace 15 años.
Gutiérrez está asociado a la iniciativa ‘Acuerdos Recíprocos del Agua’, que tiene como objetivo educar a la gente sobre la importancia de conservar el agua. Todos son responsables de cuidar el agua, desde los que nacen en los ríos en las cimas de las montañas, hasta las personas que viven en las ciudades o a lo largo de los cursos de la cuenca media que también se benefician de ella. Esta iniciativa pretende provocar un cambio.
Mediante la formación de acuerdos, los ciudadanos de las regiones de la cuenca baja pueden establecer un fondo del cual se pueden utilizar recursos económicos para ayudar a los agricultores río arriba a proteger las fuentes de agua. La propuesta de Fundación Natura ha sido fundamental para preservar 600.000 hectáreas de tierra en 80 municipios con la ayuda de 24.000 agricultores. Esta experiencia boliviana muestra cómo las comunidades locales pueden unirse para abordar de manera efectiva el problema del cambio climático.
“La buena noticia es que tenemos, al menos desde el punto de vista de la ciencia, alternativas para salir de esa situación crítica, lo que hace falta ahora es la voluntad política para echar a andar esas alternativas”, así lo afirmó Carlos Méndez, investigador asociado del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y editor revisor del informe del IPCC.
Es clave incorporar los sistemas de conocimiento indígenas
Carlos Méndez, ha hecho algunos comentarios sobre cómo deben ser incorporados otros sistemas de conocimiento, como el indígena y el local, para la mitigación y adaptación del cambio climático.
“América Latina tiene un gran potencial para desarrollar estrategias de adaptación y, al mismo tiempo, tiene varias áreas bien conservadas que presentan numerosas oportunidades para los esfuerzos de mitigación. Por lo tanto, debemos tener en cuenta el gran potencial de esta región para enfrentar el cambio climático“.
“El principal desafío radica en integrar adecuadamente las medidas de mitigación para que las personas no se vean afectadas negativamente en el proceso”
Méndez explica que el conocimiento ancestral sobre el manejo de los recursos hídricos en los Andes es invaluable a la hora de implementar medidas de adaptación.
Como señaló el experto, los indígenas han estado practicando la técnica de recolectar hielo en las regiones montañosas de los Andes para almacenar agua para uso futuro.
Tomar medidas como la justicia climática, entre otras
Según el informe del IPCC, tomar medidas como la equidad, la justicia climática, la justicia social, la inclusión y los procesos de transición justa pueden ayudar a crear un entorno propicio para acciones ambiciosas de adaptación y mitigación que resulten en un desarrollo resiliente al clima.
“Los resultados de la adaptación se ven mejorados por un mayor apoyo a las regiones y personas con la mayor vulnerabilidad a los peligros climáticos. La integración de la adaptación climática en los programas de protección social mejora la resiliencia”.
El informe destaca el hecho de que ya existen enfoques de adaptación y mitigación que no requieren invención adicional, ya que se han implementado con éxito a nivel comunitario. Según Paola Arias, este es un punto importante a considerar.
“Existen posibilidades, están ahí, el asunto es que necesitamos una acción climática eficiente y justa que mire también otros aspectos como la equidad, la justicia social y las reducciones de brechas”.
El informe de la Asociación de Protección Ambiental nos advierte sobre la importancia de colaborar entre nosotros para asegurar un futuro mejor para todos. Para lograr esto, necesitamos recursos financieros mejorados y adecuados que sean accesibles a nivel mundial, en particular para regiones, sectores y grupos vulnerables, y una gobernanza inclusiva y políticas coordinadas. “Las opciones y acciones implementadas en esta década tendrán impactos ahora y durante miles de años”, dice el reporte.
Cumplir de manera estricta el objetivo de 1,5 grados centígrados
Paulina Aldunce, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia en Chile, quien también fue parte del equipo central de redacción de la síntesis, alerta que el cumplimiento estricto del objetivo de temperatura de 1,5 grados centígrados que nos hemos fijado solo es posible si hay una reducción del 50 % en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Actualmente, este progreso no se está logrando con nuestros niveles de emisiones actuales que siguen aumentando y contribuyendo al calentamiento global.
“Hay que moverse rápido porque tenemos tecnología. Lo que realmente necesitamos es una adaptación más transformacional, hacer las cosas distintas a cómo las hacemos ahora”, señala Aldunce.
“Debemos tener más financiamiento y una mayor capacidad de transmitir la información completa y verídica, eso es muy importante. Pero también motivar a la población que se haga parte de esto, no podemos dejar todo en mano de las empresas y los gobiernos, que obviamente es fundamental y son los principales responsables; pero si cualquiera de nosotros, como ciudadano de la sociedad civil, se mantiene al margen, no lo vamos a conseguir. Ese es el desafío”.
Ecoportal.net
Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/informe-ipcc-america-latina-calentamiento-global/