Desde que asumió la presidencia Javier Milei la Educación Sexual Integral (ESI) ha sido objeto de múltiples ataques y recortes. El partido de extrema derecha La Libertad Avanza durante su primer año de gestión ha promovido una visión biologicista y recientemente ha optado por eliminar contenidos que consideran “ideologizados”.
Hace unas semanas eliminaron materiales de Educación Sexual Integral (ESI) de la plataforma estatal Edu.ar, entre ellos la canción “Hay Secretos” de la banda Canticuenticos. Su letra dice: «Hay secretos chiquititos que te invitan a jugar, y hay secretos tan enormes que te vienen a asustar» y es utilizada por docentes para detectar el abuso sexual en la infancia. Desde la Secretaría de Educación que depende del Ministerio de Capital Humano expresaron: “Elegimos contenidos no politizados y que se apoyen en la rama biológica. Después en sus casas que las familias les enseñen lo que se le canta, pero el Estado en esas cosas no se mete”.
La reacción social fue tan contundente que decidieron dar marcha atrás a la medida.
Educación sexual siempre hubo, lo que está en disputa es con qué perspectiva. Es decir, si se mantendrá una mirada integral y con garantía de derechos respaldados por el Estado.
“Todas las personas seamos conscientes o no educamos en estos temas, con lo que decimos o lo que no decimos. La formación de la ESI justamente permite mejorar prácticas docentes porque permite evitar reproducir prejuicios, estereotipos y establecer vínculos interpersonales que sean más positivos generando climas de enseñanza aprendizaje que sean favorables”, explica Karina Cimmino, coordinadora académica del Diploma Superior de ESI de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), sede Argentina.
Situación a nivel nacional
Un informe realizado por el Movimiento Federal XMasEsi relevó que durante 2024, de las 24 provincias del país, 13 están en proceso de desfinanciamiento de las políticas públicas relacionadas a la educación de niños, niñas y adolescentes. “Es evidente que la ESI está en jaque por la falta de garantías del Estado Nacional y de la mayoría de los gobiernos provinciales”, concluyeron. El Presupuesto 2025 directamente elimina las partidas específicas para ESI.
Durante la candidatura, Javier Milei había manifestado su intención de acabar con la “ideología de género” la cual describe como “un mecanismo por el cual se le deforma la cabeza a la gente”. Previo a dichas elecciones 28 escuelas bonaerenses aparecieron con la pintada “ESI es corrupción de menores”.
Al cierre de programas, la desfinanciación, la persecución ideológica y las fake news, le siguieron los intentos de vaciar de contenido o volver a tradiciones religiosas, morales y biológicas. El gobierno contrató a una ONG ultracatólica llamada Teen Star para brindar capacitaciones sobre ESI a docentes.
El desmantelamiento de los equipos representa una pérdida de la experiencia acumulada en la generación de políticas sobre el tema. Según un informe elaborado por el Movimiento XMasEsi los equipos residuales fueron subsumidos en equipos referidos a otras temáticas: Prevención y cuidados, enfocando en consumos problemáticos (Chaco); Trayectorias escolares (Chubut); Contenidos transversales (Neuquén); Convivencia escolar (Santa Cruz); Educación emocional con enfoque moralizante (Misiones); Educación emocional (CABA). Es evidente que la desjerarquización de la ESI augura una progresiva desaparición de sus temáticas específicas y la distorsión más preocupante es la pretensión de recortar a la ESI en Educación Emocional.
La Provincia de Buenos Aires sostiene actualmente una Dirección de Educación Sexual Integral y fue objeto de críticas. Durante el mes de noviembre dirigentes libertarios y del PRO (Partido Republicano, del expresidente, Mauricio Macri), entre ellos la vicepresidenta, Victoria Villarruel, lanzaron un ataque contra el gobierno bonaerense por la distribución de libros con contenido sexual destinado a los últimos años del secundario. Esta campaña fue respaldada por el gobierno de Javier Milei bajo el lema “¡Con los chicos no!”. Como una respuesta colectiva contra lo que muchos consideran una censura orquestada por sectores conservadores, el mundo literario organizó una lectura multitudinaria de Cometierra y otras tres ficciones amenazadas.
Una formación sensible e integral
En la práctica, dejarse atravesar por la perspectiva de la ESI siendo ya personas adultas es un proceso desafiante. En este sentido, Jesica Nul, docente de Biología en la Ciudad de Buenos Aires, comparte su experiencia cursando la capacitación en la diplomatura de ESI, y señala cómo este trabajo la llevó a enfrentarse con zonas dolorosas de la autobiografía. “Yo tuve experiencias de mucha dureza, y tener ahora una experiencia en la que puedo llorar y permitirme trabajar desde la corporalidad y el arte es muy sanador. Con la ESI se abre un espacio de escucha propia y también poder expresar y confiar en que hay un grupo que escucha, contiene, abraza. Es muy transformador porque sacas capas de dureza y nos hace más sensibles, permeables y empáticas. Lleva a que luego el aula sea un espacio de confianza, en el que podamos expresarnos sin ser juzgadas”, cuenta Nul.
La educación sexual integral es contemplada como derecho bajo la Ley 26.150 promulgada en 2006. La norma establece el derecho a recibir una educación sexual en todos los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal o privada. La propuesta es transversal a todas las asignaturas e incluye el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el reconocimiento de la perspectiva de género; el respeto de la diversidad; y el ejercicio de los derechos concernientes a la sexualidad. A la vez, promueve el trabajo articulado con centros de salud, organizaciones sociales y familias.
A pesar de que la Ley está vigente desde hace 18 años, fue a partir de 2015 cuando se produjo un avance significativo en su implementación, gracias a la visibilidad pública y masiva del trabajo realizado durante décadas por organizaciones feministas. Explica María Elisa Salgado, secretaria General Seccional Tigre de SUTEBA (Sindicato Docente de la Provincia de Buenos Aires) que las oposiciones a la ESI se dan debido a que “no quieren que se pueda pensar críticamente el mundo donde vivimos. En el fondo es la lucha feminista que es profundamente revolucionaria porque cuestiona cómo está sustentada esta sociedad patriarcal.”
El país nunca superó la transición posterior a la promulgación de la ley, donde hay un derecho legalmente garantizado, pero no es posible hablar de una efectiva implementación a nivel nacional. Proceso que cada vez enfrenta más obstáculos. “Hablando específicamente de la provincia de Tucumán, lo que se observa es una resistencia significativa por parte de sectores conservadores, principalmente vinculados a la iglesia católica, el Opus Dei y otros grupos religiosos como los evangelistas. Somos un país laico pero en las escuelas, tanto públicas como privadas, se imparte religión”, explica María Gabriela Córdoba, doctora en Humanidades, docente y codirectora de la Especialización en Estudios de Mujeres y de Géneros de la Universidad Nacional de Tucumán.
En los años que la normativa lleva ejecutándose junto con otras leyes y programas como el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), las cifras de embarazo en adolescentes han disminuido considerablemente. El Plan en cinco años había logrado que la tasa de fecundidad adolescente se redujera de 49 a 27 %, pero también fue desmantelado durante la gestión de Javier Milei.
Los beneficios hacia las infancias y juventudes son contundentes. Un estudio realizado en 2020 por el Ministerio Público Tutelar (MPT) de la Ciudad de Buenos Aires reveló que entre el 70 y el 80 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años pudieron comprender que fueron abusados después de recibir Educación Sexual Integral. Cabe destacar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños sufren o han sufrido violencia sexual. “Esas infancias que muchas veces pueden darse cuenta que están sufriendo abusos pero que no contamos con los recursos necesarios para que tengan el tratamiento, para que su situación tenga el debido encaminamiento debido a los recortes de recursos. Esa contención que debiera dar el Estado no existe, pero si sacan el contenido, por supuesto que la situación va a ser mucho peor”, explica María Elisa Salgado.
Esta problemática se enmarca en un contexto de vaciamiento estatal generalizado, donde la vulneración de derechos complementarios a la ESI se profundiza cada mes. Recientemente se conoció que en las direcciones de VIH y vacunas del Ministerio de Salud de la Nación tienen contrato solo hasta fin de este mes, a su vez el Gobierno nacional dejó sin provisión de preservativos a muchos de los organismos públicos.
La resistencia ha tomado múltiples formas
“La ESI desde un inicio se desarrolló en nuestro país a partir de la creación de espacios de participación, diálogos y discusiones donde estuvieron reflejados los distintos sectores, las distintas posturas, incluyendo grupos religiosos. Y donde se fueron construyendo consensos que permitieron sostenerla durante estos años. Por eso está instalada en la sociedad como un derecho”, explica Karina Cimmino, coordinadora académica del Diploma Superior de ESI de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) sede Argentina.
Hoy son esas organizaciones feministas, de derechos humanos, docentes, colectivos, quienes han desarrollado campañas de sensibilización. Realizan acciones que van desde la movilización social, hasta la producción de contenidos digitales hechos a pulmón o capacitaciones gratuitas en los barrios. “Están realizando distintas acciones para defenderla desde distintos lugares y todo esto evidencia justamente que la ESI no es de un partido político ni es una ideología. Ponen en evidencia que es una ley que está construida sobre consensos y tiene bases científicas y curriculares sólidas”, concluye Cimmino.
El desmantelamiento de la educación sexual integral en Argentina