Por Chika Oduah. Portal Mujeres de Guatemala
Las mujeres sufren constante represión en Nigeria. Con altas tasas de violación y de violencia en el ámbito de la pareja y con la mayoría de los agresores en libertad. A estas violencias cotidianas se suma la alta peligrosidad de las redes de trata y del grupo extremista Boko Haram.
En Nigeria, una mujer no es realmente independiente. Una niña es, generalmente, la propiedad de su padre y de su pariente anciano. Cuando se casa, se convierte en propiedad del marido. En Nigeria todavía existen tradiciones como el rito de las viudas, en el que una mujer debe demostrar que no mató a su marido. O la circuncisión femenina, por la que –con diferentes excusas– una niña es mutilada.
Pero existen más tragedias en Nigeria. La primera de ellas es Boko Haram. La segunda es la trata de personas con fines de explotación. Boko Haram es la secta de islamistas radicales que declaró la guerra al Gobierno de Nigeria en 2009. Este grupo quema iglesias, roba bancos, recluta forzadamente a niños para ser soldados y secuestra a mujeres. El 14 de abril del año pasado, miembros de Boko Haram entraron en un albergue de una escuela secundaria y secuestraron a 276 alumnas. La mayoría de las niñas aún están desaparecidas y el mundo, básicamente, se ha olvidado de ellas.
La trata de personas con fines de explotación es otra violación de los Derechos Humanos de las mujeres. En Nigeria, miles de mujeres son captadas bajo engaño. Se les promete una vida de riquezas en Europa. Cuando llegan, son forzadas a prostituirse para pagar la deuda.