Por: Carlota Fominaya
Este neuropsicólogo, autor de «El cerebro del niño explicado a los padres», comparte también unas recomendaciones para no equivocarte al elegir los juguetes de los niños.
Si hay algo que los padres tienen que tener claro es que jugar es claves para apoyar el desarrollo intelectual y emocinal del niño. Así lo advierte el psicólogo Álvaro Bilbao, autor de El cerebro del niño explicado a los padres. «Esta claro que el niño puede aprender de unos padres poco o nada juguetones, pero el juego ofrece muchas ventajas. De hecho, el cerebro del niño está diseñado para aprender a través del juego», explica este experto. Bien lo saben en el Laboratorio del Juego de Fisher-Price, que de hecho advierte en su último informe que, dos años después de la pandemia, «los padres siguen muy preocupados por el impacto que el Covid puede tener en el logro de hitos importantes por parte de sus pequeños, muchos de ellos a través del juego».
Para este neuropsicólogo, « es cierto que los más pequeños han experimentado muchas carencias durante los dos últimos años, aunque como adultos no siempre podemos adivinar cuáles son esas carencias y necesidades. En realidad no tenemos por qué adivinarlo ya que la mejor forma de recuperar el tiempo es simplemente jugar con ellos y dejarles jugar con sus cosas». Porque cuando un niño está jugando, prosigue Bilbao, «entra en modo aprendizaje, todos sus sentidos se centran en la actividad, es capaz de permanecer concentrado, de fijarse en tus gestos y en tus palabras y de recordarlas mucho mejor que cuando lo instruimos o le ordenamos». Además «cuando jugamos con el niño, entramos en contacto emocional con él, el propio juego despierta sus emociones, pero también el contacto físico con el papá o su mamá, que lo sostienen, abrazan o mordisquean como parte del juego».
Cuando un niño juega, apunta Bilbao, «es capaz de interpretar papeles, de ponerse en el lugar del otro y de pensar en el futuro. Cuando un niño juega, es capaz de pensar y de actuar con mayor inteligencia y madurez que las propias de su edad, porque el juego expande su mente como ninguna otra actividad». La recomendación de este psicólogo para conectar con el mundo de tu hijo y trabajar desde su perspectiva es «que utilicemos el juego y la diversión como herramienta de educación».
Y si hay juguetes de por medio, que sigamos estos consejos a la hora de elegirlos:
-Contar con juguetes que no solo sean bonitos, atractivos y muy coloridos por fuera, sino que de realmente estén pensados para estimular al menor.
-Para eso es aconsejable buscar juguetes que estén testados.
-Tener en cuenta las necesidades del niño en cuanto a la edad. Deben ser adaptados en ese sentido. «A munudo se regalan juguetes que corresponden a edades más avanzadas, y eso supolne quemar etapas demasiado rápido. Eso genera mucha impulsividad en los niños porque están manejando cosas que no pueden controlar», advierte Bilbao.
-Otro error sería escoger juguetes que hacen de todo y no permiten al niño que sea el que completa el proceso.
-Por último dejarnos guiar por su propia intuición. Lo ideal es observar cuál les llama más la atención, ver con qué tipo de juguetes están más tiempo… «Indudablemente el mundo y las necesidades de los niños están cambiado y por eso mismo es importante escuchar que es lo que los niños necesitan», señala Bilbao. «Siempre recomiendo a los padres que dejen a sus hijos elegir sus juguetes y creo que la mejor metodología es dejar que sean ellos mismos los que experimenten y validen si les motiva o no».
Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion