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España: Los nueve errores que cometen los colegios al enseñar a leer a tu hijo

Según el profesor Fernando Alberca hay muchos trucos para mejorar el interés de los alumnos por la lectura

La lectura debe estar concebida como un proceso placentero, sobre todo cuando se está inmerso en pleno proceso de aprendizaje. Lo ideal es que los primeros libros se le ofrezcan a los niños en casa y se les enseñe poco a poco a disfrutar de ellos. Sin embargo, es muy habitual que los padres deleguen únicamente a los colegios esta labor de aprendizaje, lo que es un error, según Fernando Alberca, profesor y autor de «Pequeños grandes lectores», quien incide en que la lectura en familia aporta muchos beneficios, además de crear un vínculo entre ellos muy positivo.

En opinión de este experto, entre los errores más comunes que se comenten en los centros escolares, y que motivan que pierdan el interés por leer, destaca los siguientes:

—Mandar a los alumnos leer un libro y hacerles después un examen sobre el texto. «No debería ser así. Bastante es que terminen un libro para seguir incidiendo posteriormente en su lectura porque si, además, no les ha gustado, les supone una gran tensión. La idea inicial es que siempre que procedan a leer lo perciban como un acto placentero, no estresante, y menos porque les van a examinar.

—Pedirles que hagan un resumen de cada capítulo. Para los alumnos es un trabajo extra tener que escribir sobre lo que acaban de leer, un sobre esfuerzo añadido que, para muchos, es percibido como algo negativo asociado al acto de leer. La próxima vez que les manden leer algo, estarán pensando más en que les van a hacer una prueba.

—Preguntarles si les ha gustado o no, los motivos… «Es como si después de jugar al fútbol, les someten a un interrogatorio sobre porqué un niño ha lanzado el balón de una determinada manera, otro no ha corrido hasta un punto, el portero se echó hacia otro lado… Si se trataba de jugar al fútbol y divertirse, se juega y se disfruta. Y ya. No se les machaca con lo que ha pasado», explica Fernando Alberca.

—Cuando un alumno no lee bien, muchos profesores le mandan leer más textos. «Es un gran error —señala—. Lo que hay que hacer en estos casos es enseñarle a leer, pero no «castigarle» con algo que no sabe hacer porque acabará aborreciéndolo. Sin embargo, si se le enseña a leer mejor, podrá disfrutar cuando se le ponga un libro delante. Además, los centros escolares deben garantizar que el alumno sepa leer de forma cómoda, no rápidamente, como ocurre en muchos casos».

—Enseñar a leer solo a los niños pequeños. Este profesor asegura que se puede aprender a leer bien a cualquier edad. «A mis alumnos de segundo de la Eso siempre les propongo una hora de lectura libre en clase. Algunos, a los que les gusta leer menos, se llevan libros de motos, que es lo que les gusta. ¡Pues que lean sobre motos! Por el mero hecho de observarles y ver que leen en silencio lo que han elegido, ya les pongo un 10. Para ellos es un gran incentivo. Una motivación. Podrán empezar a ojear su texto vagamente, pero al rato, ya veo cómo sus ojos se clavan en el texto. Se enganchan a lo que tienen delante. Y no es exagerado decir que cuando suena el timbre que marca el final de la clase, muchos siguen porque les cuesta cerrar el libro y dejar la lectura. Es un ejercicio muy positivo. Sin duda».

—Confundir la comprensión lectora con la memoria. No son pocas las ocasiones en las que los alumnos tienen buena comprensión lectora pero, al hacerles un test sobre el texto que acaban de leer, suspenden. «Preguntar sobre datos concretos del libro no es comprensión lectora. ¡Es memoria! —advierte Fernando Alberca—. Suspenderles por esta razón es muy desmotivante, les restará ilusión por leer». Este profesor parte de la base de que a todo el mundo le gusta leer, «porque se aprenden datos curiosos de la historia pasada, se conocen aventuras inquietantes, se descubren misterios…, pero si al alumno se le manda una y otra vez que regrese sobre la misma línea, que retenga datos sobre los que luego se le van a preguntar…, se cansa y no le compensa el gran esfuerzo que está realizando. Su motivación por leer será menor».

—Utilizar libros para las asignaturas de editoriales que no están correctamente redactados. Según Alberca, muchos libros están mal escritos. «No llevan un orden lógico de sujeto, verbo y predicado y, cada vez más, utilizan frases muy largas, por lo que a los escolares les cuesta mucho memorizarlos. No tienen una buena redacción y su lectura es mucho más complicada. Supone un obstáculo para la comprensión y aprendizaje».

—Mandar leer el mismo libro a toda la clase. «Esto es muy cómodo para el docente porque, de este modo, pone el mismo exámen a todos los alumnos y acaba antes de corregir —advierte este profesor—. Sin embargo, no todos los alumnos tienen el mismo nivel de desarrollo madurativo —aún siendo del mismo aula—, ni los mismos gustos. Esta decisión va en contra de la lectura recreativa y de la busqueda de placer por la lectura».

—No permitir a un alumno que si en la quinta página no le gusta el libro pueda dejarlo. «Existen miles de libros en el mercado —destaca Alberca—. Si no le gusta lo que lee, ¡pues que coja otro con el que vaya a disfrutar! No hace falta someterle al martirio de seguir con algo que no le motiva, si el objetivo es fomentar la lectura».

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia

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Objetivo: paliar los efectos mentales y socio-emocionales que ha dejado la pandemia en las aulas

Por: ABC

Por Nora Rodríguez, fundadora y CEO de Happy Schools Institute y creadora de la primera «Red Global de Docentes Neuroeducadores» mediante comunidades de aprendizaje.

Innovar en las aulas en tiempos de pandemia implica incluir con urgencia en el currículum estrategias socioemocionales, de autoconocimiento, así como dinamizar espacios para que los alumnos puedan elaborar las pérdidas. La razón principal no es otra que responder a la necesidad global de humanizar las aulas en tiempos de crisis. El impacto de la pandemia tal como demuestran las investigaciones ha sido para muchos jóvenes similar a haber vivido una catástrofe climática. Por ello, es fundamental proporcionar a los alumnos la posibilidad de que perciban sus recursos internos, y cómo éstos les sirven para afrontar situaciones complejas e imprevistas.

El inicio de las clases, vivido en la actualidad más como un “regreso” a la socialización, no nos viene con el prospecto que indique claramente en qué pantalla de la pandemia estamos. Por lo tanto, la pregunta que hemos de hacernos es: ¿cómo pueden los colegios y las familias ayudar a los más jóvenes a que no arrastren al nuevo ciclo escolar las consecuencias emocionales y mentales producidas por el impacto de lo vivido desde el inicio del Covid-19, así como de qué recursos personales pueden valerse para sentirse menos vulnerables ante las experiencias futuras que les pudieran recordar sensaciones o emociones que les proporcionaron estrés continuado?

Retornar no siempre es fácil

Para quienes tengan la idea de que “regresar” a las actividades escolares durante una crisis sanitaria global es igual para todos los estudiantes, lamento darles la noticia de que mientras para algunos se trata de un acontecimiento positivo y lleno de ilusión, para otros es una situación que implica muchas dificultades y tensión. ¿La razón? Regresan sin saber dónde está el final. Nunca hasta ahora habíamos colocado a las nuevas generaciones frente a un evento que para muchos es realmente positivo mientras que para otros es todo lo contrario. Y no sólo porque “la percepción del regreso” puede sonar desconocida o complicada, sino porque implica mirar las pérdidas desde un lugar en el que tanto la felicidad como los propósitos choca con las restricciones del futuro inmediato, propias de la crisis sanitaria, y por lo tanto sólo se puede encontrar en el interior de cada uno y en una manera cada vez mejor de hacer las cosas.

Los trabajos del neurocientífico David G. Weissman, del departamento de Psicología del Desarrollo de la Universidad de Harvard, junto a un equipo de investigadores, demuestran que la internalización de los problemas de la pandemia ha producido cambios importantes tanto en niños como en adolescentes y un aumento del estrés: «La pandemia de COVID-19 ha producido cambios sociales dramáticos que han resultado en una mayor exposición a numerosos factores estresantes de salud, económicos y sociales para los adolescentes. (…), el grado de exposición a los factores estresantes relacionados con la pandemia varía ampliamente y es poco probable que el riesgo de internalizar los problemas relacionados con estos factores estresantes sea uniforme».

¿No es por lo tanto un excelente primer paso innovar en estrategias de fortalecimiento socioemocional, de modo que a cualquier edad los alumnos puedan salir más fácilmente del lugar mental en el que han estado, con sólo unas estrategias simples? Entre otras cosas, porque dicha investigación ponen el foco en las «dificultades con la regulación de las emociones ,el aumento de la reactividad de la amígdala a la amenaza y el menor volumen del hipocampo», lo que sin duda aumenta la vulnerabilidad en respuesta a eventos estresantes de la vida.

Primer paso: indaga con tus alumnos sobre qué entienden por “nueva normalidad”. Regresar sin un final del Covid-19 previsible, al que según parece hemos de acostumbrarnos durante los próximos años, tiene como implicación inmediata el que los alumnos expresen cómo entienden y sienten que les ha afectado la “nueva normalidad”, devino a que no se trata de algo que vendrá, sino que ya está aquí.

Es el momento de…

¿Entonces? Habrá llegado el momento de ayudarles a:

1- Que elaboren una lista de todo aquello que los seres humanos sabemos que hoy nos funciona para encajar en espacios conocidos las nuevas normas;

2- Darles la opción de que hagan sus propias listas de lo que pueden esperar “del regreso a las aulas” , añadiendo los propósitos personales que tengan para el futuro;

3- Cumplir con los hábitos cotidianos que se propongan por escrito, independientemente de que tengan 7 o 15 años.

Cinco estrategias en esta «vuelta»

Son propuestas para aumentar las fortalezas, el bienestar y el deseo de nuevos propósitos. Como aún se trata de un “volver” con condiciones, estas son las cinco estrategias que todo docente podrá incorporar fácilmente para mejorar la autorregulación emocional de sus alumnos mientras activa en ellos la capacidad natural de pensar como especie.

1- Motivarles con historias con las que sientan que pueden tomar la mejor decisión desde el presente para volver a actividades del pasado. Las historias y las anécdotas amplían la autopercepción.

2- Recordarles que desde que nacemos aprendemos a pensar en términos de grupo, que no es otra cosa que pensar como especie, activando estrategias en el aula de ayuda mutua.

3- Ayudarles a construir un presente con sentido ético. Por ejemplo, si durante la pandemia han dejado de tratarse con personas con las que hubo roces, ¿desde qué lugar interior desean retomar?

4- Dinamizar momentos de conexión social a través de cortos o d películas, para que puedan tener un espacio para compartir el miedo y/o el dolor por las pérdidas.

5- Crear ventanas de oportunidades en el aula que hayan surgido por efecto de la pandemia, y de agradecimiento, por ejemplo creando nuevos pactos, otros compromisos, así como valorar los cambios a los que han estado sujetos, aunque no les hayan gustado, pero que tal ve les han permitido descubr

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-objetivo-paliar-efectos-mentales-y-socio-emocionales-dejado-pandemia-aulas-202110160059_noticia.html

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Inculcar buenos hábitos en los niños: una guía de actividades para las diferentes áreas de su desarrollo

Por: ABC

Tener una gestión estable de los horarios o instaurar ciertas rutinas son tan solo algunas de las prácticas beneficiosas para ellos.

El otoño supone la vuelta a la rutina y la adaptación a nuevos cambios. En el caso de los más pequeños, se trata de un reto todavía mayor. Pues, después de varios meses de vacaciones, tienen que volver a adquirir costumbres que, en mayor o menor medida, se habían perdido durante el verano. Todo ello, sumado a los retos del nuevo curso.

Tener una gestión estable de los horarios o instaurar ciertas rutinas son tan solo algunas de las prácticas beneficiosas para ellos. Sin embargo, para asegurar un desarrollo íntegro del aprendizaje, debemos fijarnos en todas las áreas de su desarrollo. Estas son las propuestas de Ana Marsá, de TEMS, The English Montessori School:

1. Para cuidar su bienestar físico: ejercicio casi diario y una buena alimentación.

Efectivamente, nada que no hayamos oído muchas veces. Sin embargo, un terreno aun complicado para muchas familias. Por un lado, en cada casa existen unas costumbres diferentes. Por otro lado, algunos niños lo ponen muy difícil, sobre todo, en el tema de la comida. De cualquier modo, para cuidar la salud de los más pequeños, es imprescindible atender especialmente a su dieta y procurar que hagan ejercicio físico, al menos, tres o cuatro días por semana.

Para ello, podemos aprovechar para hacer juegos. Por ejemplo, para que coman las cinco piezas de frutas y verduras diarias, podemos hacer rankings de los alimentos que más les gustan y cuáles menos (que irán variando), descubrir juntos sus texturas con los ojos cerrados o trabajar las presentaciones en los platos. Por supuesto, además, es importante no desistir y explicarles abiertamente la importancia de estos alimentos para la salud, así como lo perjudicial de otros. ¡Y no olvidar la importancia de probar! El gusto también se adquiere con el tiempo. Comer en familia nos ayuda a inculcar estos buenos hábitos ya que nuestros hijos también nos ven a nosotros comer las verduras y frutas. Además, es un momento muy bonito en el que podemos hablar de nuestro día y que compartan con nosotros sus experiencias y sentimientos.

En el caso del deporte, probablemente será más fácil. A los niños les encanta jugar y estar activos. Por ello, con que salgamos de casa al parque casi todos los días para que puedan correr, será suficiente. Igualmente, siempre es beneficioso también que participen en algún deporte, ya sea de manera individual o en equipo, para crear una rutina de ejercicio físico y que lo vean como momento de diversión, entretenimiento y beneficioso para ellos.

2. Para su bienestar emocional: preparar el medio, cuidar rutinas de orden, higiene y sueño y reforzar su autoestima.

En el caso de los niños, trabajar ciertos hábitos con el objetivo de desarrollar su autoestima y su capacidad de autocuidado debe ser prioritario. Para ello, una de las cuestiones más importantes son las rutinas de sueño. Aunque cada niño es un mundo, debemos ir adaptándonos y cuidando los horarios para que descansen el mayor tiempo posible. Es importante reducir el tiempo de pantallas, pero sobre todo nada de pantallas antes y una actividad relajada (baño, cuento…) antes de ir a la cama son básicos para adquirir un buen hábito y entrar en un sueño profundo y de descanso.

En este sentido, los hábitos de higiene diaria son igual de importantes para que aprendan a gestionar sus propios cuidados. Aunque comencemos con el ejemplo, probablemente, necesitaremos algo de paciencia y creatividad hasta que consigamos que se laven los dientes solos tres veces al día o las manos siempre antes de comer, entre otras cosas. Para ello, es importante que las cosas estén a su alcance para que lo puedan hacer solos; que haya un taburete para que lleguen a la pila, que puedan coger la pasta y el cepillo solos o que el espejo este a su altura para que se puedan ver.

Podemos probar a inventar canciones, bailes o utilizar música hasta que estas actividades se conviertan en algo divertido. También es importante explicarles la importancia de mantener una buena higiene, aunque, a veces, quizá por la edad del niño, pensemos que no sirve de nada.

Además de sus cuidados personales, para conseguir cierta estabilidad emocional en los niños, debemos buscar el orden en su entorno. Para ello, podemos por ejemplo encontrar razones para convencerles de que guarden sus juguetes y coloquen sus cosas en su sitio. Como siempre, de nuevo lo mejor es el ejemplo (nos ven activos en este aspecto y no nos quejamos cuando recogemos), pero también podemos facilitarles las cosas poniendo a su disposición cajas y lugares concretos para guardar. Así mismo, es esencial transmitirles la importancia de cuidar las cosas y todo lo que nos rodea.

En último lugar, para su bienestar emocional, debemos reforzar su autoestima. Motivarles y darles las oportunidades de equivocarse y de repetir las cosas hasta que consigan hacerlas solos.

3. Para su desarrollo intelectual: limitar el uso de la tecnología, realizar actividades creativas y dedicar tiempo a la lectura.

El desarrollo intelectual de los niños está atado a multitud de factores. No obstante, de forma independiente a su evolución académica, podemos realizar con ellos actividades que les ayudarán a potenciarlo.

En este sentido, una de las más importantes es la lectura. Para impulsar este hábito, podemos por ejemplo leer un breve cuento cada noche. Y, en el caso de que se activen en vez de dormirse, se puede buscar otro momento al día o acabar cada noche con el mismo cuento, para que relacionen que ha llegado el momento de dormir.

Por otro lado, existen muchas actividades y juegos didácticos que potencian la concentración y otras habilidades, como juegos de memoria, puzles, crucigramas, rompecabezas y otros juegos de mesa. Además de estos juegos, son muy beneficiosas las actividades artísticas como la pintura o la cerámica, que estimulan su creatividad.

Por otro lado, actualmente, es imprescindible limitar el uso de los aparatos electrónicos en los niños. Para ello, por ejemplo, podemos marcar el tiempo con una alarma. Si no tenemos un horario, querrán cada vez más tiempo con esos aparatos y se volverán más dependientes. De forma individual, debemos marcar el tiempo que creamos oportuno y respetarlo.

4. Para su desarrollo social: actividades en equipo, encuentros en casa y una comunicación fluida.

Otra de las cuestiones que es imprescindible que trabajemos con nuestros hijos es su proceso para aprender a relacionarse con los demás. Las relaciones sociales que nuestros hijos experimenten determinarán en gran medida su bienestar y felicidad.

En este caso, la edad es un factor fundamental. Por ello, debemos adaptarnos a su evolución y trabajar siempre con un enfoque que les ayude a mantener relaciones positivas, también fuera de casa. Para ello, en primer lugar, debemos mantener con ellos una comunicación muy fluida, lo que nos permitirá darles una confianza plena desde sus primeros años de vida. Dicha confianza, además, les servirá de aval en sus futuras relaciones.

Aparte, durante la infancia, podemos planificar ciertas actividades que nos ayuden a guiar a nuestros hijos, como encuentros grupales en casa o excursiones con compañeros de clase.

Como añadido, siempre es positivo incentivarles a participar en actividades deportivas y otras extraescolares.

5. Para su desarrollo ético y moral: hablar de consecuencias, recompensar comportamientos, centrarnos en atributos y apoyarnos de historias.

El desarrollo moral de los niños comienza muy temprano y depende en gran medida del entorno familiar y de las normas que se inculcan en el mismo. Puesto que a los más pequeños les resulta difícil entender ciertos conceptos, necesitaremos utilizar la práctica y el ejemplo.

Como para todos los casos, podemos apoyarnos de consejos y actividades que nos ayudarán a enseñarles a nuestros hijos buenos modales, valores y creencias. Una las más importantes es hablar de las consecuencias de incumplir las normas. Esto es, por ejemplo, del daño que podríamos causarles a alguien si le faltásemos al respeto mediante palabras desagradables o actitudes violentas.

Otros ejercicios positivos son, por ejemplo, valorar y recompensar sus buenos comportamientos, centrarnos en los valores y atributos que queramos destacar y repetirlos constantemente, escuchar pacientemente sus conclusiones y plantear dilemas para que reflexionen. Todas estas cuestiones, les ayudarán a comprender que es lo correcto o, simplemente, lo que deberían hacer.

Para llevar a cabo estas prácticas, podemos apoyarnos en ciertos trucos, como inventar historias y relatos cuyo protagonista se encuentre frente a una situación semejante a la que le presentamos a nuestro hijo. Esto mismo, podemos hacerlo con dibujos, manualidades o recortes.

En la medida en que el niño vaya creciendo, además de la familia, otros contextos de referencia adquirirán cada vez más influencia. No solo en el aprendizaje de valores y normas, sino en todas las áreas del desarrollo.

La escuela, los amigos o los medios de comunicación irán poco a poco cobrando importancia sobre la formación de nuestros hijos. Por este motivo, se hace necesario que, como padres y responsables de enseñanza infantil, prestemos atención a las prácticas de aprendizaje de los niños en todas las dimensiones del desarrollo. Pues, s i inculcamos ciertos hábitos en los primeros años de vida, conseguiremos que los adquieran para siempre.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-inculcar-buenos-habitos-ninos-guia-actividades-para-diferentes-areas-desarrollo-202110110045_noticia.html

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El problema que no se ve, que no duele, avanza lentamente y puede provocar sordera a tu hijo

Los padres deben estar atentos para realizar las revisiones periódicas necesarias en los oídos de sus hijos

 

Una causa frecuente de sordera en los niños es la otitis secretora. Esta provocada por acúmulo de moco en el oído medio. «Gracias a la medicina preventiva realizada por pediatras y otorrinolaríngologos, su incidencia ha disminuido mucho y su tratamiento ha mejorado», asegura el jefe de Otorrinolaringología de la Clínica Barona en La Salud, Rafael Barona. Sin embargo, -añade- «los padres deben estar atentos para realizar las revisiones periódicas necesarias, ya que es un problema que no se ve, que no duele y avanza lentamenteHay que adelantarse a su aparición y si se detecta tratarla precozmente». Hoy en día, hay que tener en cuenta, según el doctor Barona, que «las sorderas, tienen tratamiento en todos los casos. Lo más importante es realizar un diagnóstico precoz, dar con el tratamiento adecuado y programarlo en estrecha colaboración entre médico y paciente».

Cuando hablamos de niños, sobre todo de recién nacidos, la tecnología ha aportado la mejor de las soluciones: los implantes cocleares. «Aunque siguen naciendo niños sordos- apunta el doctor Rafale Barona-, tras una intervención de implante coclear serán capaces de oír de forma normal. Podemos decir que la sordera de nacimiento ha desaparecido siempre que se trate de forma precoz y adecuada». Fue en 1957 cuando los doctores Djourno y Charles Eyries en Francia hicieron el primer intento de implante coclear. Posteriormente, gracias a los trabajos de William House en los años 60, otorrinolaringólogo de Los Angeles, fue cuando se abrió definitivamente la puerta a los implantes cocleares que actualmente se utilizan y de los que se benefician miles de niños.

Prevención

En la edad media de la vida, jóvenes y adultos, hay que hablar mucho acerca de la prevención. En este sentido los expertos advierten que «hay que evitar la exposición a ruidos y sonidos intensos bien sean laborales y “ambientales” (música potente…)». En la edad más avanzada, que a nivel auditivo podríamos situar a partir de 55 años, aunque esto depende de cada persona, el tratamiento preventivo y la revisión periódica son fundamentales. «Hay que adelantarse al problema y ante la más mínima sensación de sordera (repetición frecuente de palabras como “que”, dificultad de discriminar la voz en entornos ruidosos…): consultar siempre a un especialista», advierte el doctor Barona.

«No siempre será necesario recurrir a un audífono -añade-. Es posible corregir o retrasar el problema mediante consejos terapéuticos o rehabilitación auditiva, y en algunos casos mediante cirugía. Siempre se puede recurrir a las denominadas prótesis auditivas, actualmente auténticos mini-ordenadores, que deben ser correctamente indicadas y ajustadas. En los casos más difíciles siempre se puede recurrir al implante coclear».

Es necesario conocer que la sordera puede ser debida no solo a procesos del oído sino también a procesos cerebrales, llamados alteraciones del Procesamiento Auditivo Central. Es conveniente a partir de cierta edad hacer algunos test más complejos que la simple audiometría convencional, tonal y vocal, test como Potenciales Evocados Auditivos, test de habla en ruido, temporales o test dicóticos (de habla simultánea y complementaria en los dos oídos). «Estos test- explica el doctor- nos ayudan a conocer la maduración y transferencia entre los hemisferios cerebrales, cuyo tratamiento precoz nos ayuda a prevenir y tratar procesos tan importantes como la demencia precoz causa fundamental del aislamiento y la depresión en estas edades».

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Los increíbles beneficios de enseñar ajedrez a los niños

Por: ABC

Este deporte ayuda a reforzar sus funciones cognitivas en un momento del desarrollo en el que más lo necesitan.

El ajedrez es un ejercicio extremadamente bueno para el cerebro. El ajedrez tiene muchos beneficios para los niños, ayudando a reforzar sus funciones cognitivas en un momento del desarrollo en el que más lo necesitan y en el que puede tener un mayor impacto en el resto de sus vidas. Colegio Ingenio, un nuevo proyecto educativo en grupos reducidos y entorno natural, explica los beneficios que el ajedrez tiene en los niños:

Desarrolla la lógica, el pensamiento crítico y la creatividad. El ajedrez ejercita ambos lados del cerebro. El ajedrez requiere muchos escenarios de «si esto, entonces aquello», lo que exige a los jugadores imaginar todos los movimientos potenciales, las alternativas y los resultados de cada posibilidad.

Aumenta la concentración y la memoria. Los niños que juegan al ajedrez con regularidad mejoran significativamente su memoria visual y su concentración. Un aspecto fantástico del ajedrez es que el juego premia por la concentración y penaliza perderla. Este aspecto del ajedrez proporciona al cerebro del niño un incentivo divertido para mantenerse concentrado mientras juega.

Desarrolla la capacidad de resolver problemas. El ajedrez es un juego de resolución de problemas, planificación y previsión. Ser capaz de pensar en las variables cambiantes y formular un plan basado en varias posibilidades son habilidades inestimables necesarias para el juego y, lo que es más importante, para la vida.

Mejora la capacidad de lectura. El ajedrez requiere que los niños utilicen funciones cognitivas como la decodificación, el análisis, el pensamiento y la comprensión, todas ellas habilidades necesarias para la lectura.

Enseña a planificar y prever. Para ganar en el juego hay que tener la capacidad de prever múltiples posibilidades y resultados para formular un plan exitoso. En última instancia, el objetivo es capturar el rey del adversario, pero la paciencia y la planificación son la clave para conseguirlo.

Hace participar a la mente fuera de las pantallas. No es de extrañar que la cantidad de tiempo de pantalla a la que están expuestos los niños hoy en día pueda disminuir su capacidad de concentración y enfoque. El ajedrez es una forma poderosa de contrarrestar los efectos negativos de la era digital, involucrándolos en una actividad que mejora la concentración mientras les da una actividad divertida para disfrutar fuera de las pantallas.

Conectar con los demás. A diferencia de los videojuegos o la televisión, el ajedrez crea una conexión humana a través de un juego competitivo saludable. Enseñar a un niño a jugar al ajedrez no sólo construye un cerebro sano, sino que también refuerza las relaciones positivas y construye recuerdos duraderos.

Ajedrez en el colegio. A través del ajedrez, los estudiantes mejoran sus habilidades generales de aprendizaje, aprenden importantes habilidades sociales/interactivas y un importante conjunto de habilidades intelectuales. De hecho, en algunos centros, como Colegio Ingenio, este deporte está incluido en el programa como una actividad curricular más.

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Aprendiendo a reciclar con vidrio: consejos para concienciar a los más pequeños

Estas son las claves para transmitir la importancia del reciclado de una forma educativa y divertida.

En un mundo lleno de estímulos, en ocasiones resulta complicado transmitir ciertos valores a los más pequeños de la casa, como la importancia del reciclaje y sus beneficios medioambientales.

Por ello, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, Friends of Glass, propone 5 ideas para contribuir, de una forma amena y con los más jóvenes como protagonistas, a un mundo más sostenible en esta vuelta al cole.

1. ¿Por qué reciclar?

Es importante conocer los beneficios de este proceso que fomenta la sostenibilidad y transmitirlo de manera adecuada a los niños, para que ellos entiendan qué es el reciclaje y por qué debemos hacerlo. Comparar hechos con experiencias que les son familiares ayuda a interiorizar mejor el mensaje:

El vidrio es infinitamente reciclable. Los envases de vidrio pueden reciclarse una y otra vez, convirtiéndose de nuevo en botella o tarro de vidrio sin perder calidad ni cantidad. Como cuando los niños juegan con plastilina, esta se puede moldear en multitud de formas sin que pierda sus propiedades.

Reciclar vidrio es cuidar del medio ambiente. Evitamos la extracción de materias primas, ahorramos energía y reducimos las emisiones. Para poder disfrutar del parque cada día, hay que cuidarlo y disfrutarlo por igual.

Reciclar es fácil. Con un pequeño gesto, entre todos, marcamos una diferencia. Igual que en un partido de fútbol, ganamos cuando jugamos en equipo, compartiendo el triunfo en conjunto.

2. Aprender jugando

Al igual que sucede con infinidad de juegos infantiles educativos, la diversión es una de las mejores formas de aprendizaje para los más pequeños. Las posibilidades son muchas y los adultos pueden diseñar juegos sencillos para transmitir valores y educación medioambiental a los peques con:

Juegos de adivinanzas para descubrir qué elementos pueden introducirse (botellas, tarros y frascos) y cuáles no (vasos, copas, tapas de tarros, bombillas) en el contenedor verde.

Un tablón de puntuaciones que premie a los que nunca se olvidan de reciclar.

Actividades de colorear o de recortar y pegar, para que los niños recuerden cuál es el contenedor adecuado para cada tipo de envase.

Contar los pasos para identificar el punto de reciclado de vidrio más cercano.

3. Creatividad sostenible a través de las manualidades

Otro gran método de aprendizaje para los niños son las manualidades, que aúnan creatividad y sostenibilidad y que pueden hacerse tanto en el hogar como en el colegio. Lo mejor de las manualidades es que las posibilidades son infinitas, como las vidas del vidrio, y podemos animar a los niños a dar una nueva vida a las botellas y tarros vacíos. Es importante recordar que esta reutilización es el paso previo al reciclaje, por lo que hay que visitar el contenedor más adelante con nuestros pequeños cuando esa nueva vida ha concluido su función. Algunas ideas para manualidades son:

Transformar un frasco de mermelada vacío en un portalápiz, utilizar un tarro de yogur para hacer un portavelas o convertir un bote de conservas en un vaso para los zumos. Hacerlo es divertido y el resultado puede ser muy original.

Recopilando algunas botellas de zumos o refrescos se puede crear un instrumento musical similar a un xilófono. Simplemente llenando estas botellas con distintas medidas de agua y colocándolas en fila, comprobaremos que golpeándolas suavemente se pueden escuchar las distintas notas musicales.

Otra opción podría ser realizar un clásico experimento escolar germinando semillas en un algodón para dar vida a una planta dentro de un envase de vidrio. Cuando brote, se puede trasplantar a una maceta para que continúe creciendo y llevar el recipiente anterior al contenedor verde.

4. El reciclaje no acaba en casa

Una vez que ya hayan interiorizado los beneficios del reciclaje, es importante recordar a los pequeños que, para poner su granito de arena en favor del medio ambiente, deben hacerlo también fuera de casa.

Una buena forma de reforzar el mensaje de la importancia del reciclado es añadir una parada de camino al cole y pasar por un punto de reciclaje, convirtiendo así el trayecto en un buen hábito en el que se predique con el ejemplo.

Procurar que los residuos que se generen en el parque o en la escuela, sean colocados en sus respectivos contenedores. Se puede llevar una bolsita donde guardar los residuos para poder reciclar más tarde, si en el momento no se encuentra un lugar adecuado.

5. Hablar desde el ejemplo

Los niños tienden a imitar comportamientos, y la mejor forma de enseñarles a reciclar es adquiriendo esta costumbre en nuestro hogar. A su vez, los niños también querrán compartir todo lo aprendido con su entorno, generando así una red de aprendizaje sobre los beneficios de reciclar vidrio. Por eso, una buena forma de empezar a hacerlo es invitándoles a ser partícipes del proceso:

Preguntándoles en que contenedor iría cada envase o residuo que se genera en casa, convirtiendo el acto de reciclar en un juego.

Animándolos a que enseñen a sus hermanos pequeños o a sus amigos cómo se recicla. Además, de esta manera, se sentirán importantes al saberse maestros de algo tan crucial como salvar el planeta.

Realizando elecciones responsables en la cesta de la compra. Si en los hogares nos acostumbramos a adquirir productos con envases sostenibles, en el futuro los niños también lo harán.

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia

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Menarquía: la asignatura suspensa de los colegios españoles

Por: ABC

El papel de los colegios es fundamental para evitar estas situaciones, siendo imprescindible una educación temprana entre las niñas, que les ayude a gestionar la llegada de la menstruación de la mejor forma posible, indican los expertos.

La llegada de la primera regla o menarquía puede suponer un gran tabú para las niñas y sus familias, que se enfrentan a este momento con miedos y dudas. Incluso, en muchos casos, las niñas ignoran que pasarán por este proceso. «El papel de los colegios es fundamental para evitar estas situaciones, siendo imprescindible una educación temprana entre las niñas, que les ayude a gestionar la llegada de la menstruación de la mejor forma posible», apuntan desde Intimina, compaía de salud íntima femenina, que reivindica la necesidad de los colegios de educar y acercar la regla a los niños sin tapujos, desde la curiosidad y diversión.

¿Qué es la menarquía?

Menarquía es el término médico con el que se conoce a la primera menstruación, procede de griego men, «mes» y arkhé «principio». Es el momento en el que se activan los ovarios y la producción y liberación de estrógenos y progesterona. En esta etapa de transición a la adultez, también se producen cambios en los caracteres sexuales secundarios, como el desarrollo de los senos, la aparición de vello (especialmente en el pubis y en las axilas), expansión de la pelvis y ensanchamiento de las caderas, así como el aumento de la masa corporal y la estructura ósea (el famoso «estirón»).

Su aparición está influida por factores socioeconómicos, ambientales, hereditarios, nutricionales y vitales, por lo que si normalmente la primera menstruación llega entre los 10 y los 14 años, algunas niñas pueden tenerla a los 8 o 9 años. De hecho, se ha observado que en las últimas décadas la edad media ha retrocedido de los 16 o 17 años a los 12.

La responsabilidad de los colegios

Las reacciones ante la llegada de la primera menstruación pueden ser de lo más diversas, variando entre el miedo y la emoción. Sin embargo, la incertidumbre de no saber exactamente cuándo va a venir o a qué cambios se enfrentan sus cuerpos, puede ser muy desconcertante para las niñas. Es por ello que los colegios tienen un papel muy importante a la hora de educar tanto a niños como a niñas, tratando el tema con la máxima naturalidad.

«La llegada de la menstruación es un momento clave en la vida de las niñas. En función de lo informadas que estén pueden pasar por este proceso de forma traumática o gestionarlo con absoluta normalidad. Desde Intimina apostamos por una educación que ayude a romper con los tabúes sobre el ciclo menstrual, empezando por la base: la formación en las aulas», afirma Pilar Ruiz, responsable de comunicación de la compañía en España.

El proyecto que derriba tabúes sobre la regla

Para luchar contra este desconocimiento, Intimina ha desarrollado una iniciativa que tiene como objetivo ofrecer herramientas pedagógicas para normalizar la llegada de la menstruación. El programa educativo utiliza el teatro para conectar con los niños de una forma amena y divertida. La obra se basa en teatro de luz y, a través de historias de la vida cotidiana, habla de qué es la regla y qué cambios produce en el cuerpo de las mujeres. El enfoque es educativo, dinámico y abre un debate para animar la curiosidad de los niños hacia la regla.

Como pilar fundamental del proyecto, también se ha distribuido en colegios de la Comunidad de Madrid el libro en formato digital Guía para Chicas Empoderadas, una recopilación de relatos cortos que cuenta la historia de cinco chicas y sus diferentes experiencias relacionadas con el ciclo menstrual. El libro pone el foco en las pruebas o preocupaciones propias de la pubertad y por las que suelen pasar las adolescentes como consecuencia de los cambios en sus cuerpos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-menarquia-asignatura-suspensa-colegios-espanoles-202109280119_noticia.html

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