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República Dominicana: La muerte, el duelo, el luto, los ritos y su transformación social

La muerte, el duelo, el luto, los ritos y su transformación social

No deja de sorprender la asimetría entre la honda y perenne preocupación que la muerte concita en la vida social de las personas, con el reducido tratamiento dispensado por las disciplinas que de ella se ocupa.

a muerte, el duelo y el luto han sido temas de estudios en muchas áreas, pero su abordaje desde las Ciencias Sociales y Humanas, no fue tan notorio o, dicho en otras palabras, no se hacía tan interesante para los cientistas sociales de forma particular. Aunque se conocen estudios con enfoques sociológicos y antropológicos de la temática basado sobre todo en los aspectos religiosos y espirituales de la muerte.

El tema de la muerte y su estudio siempre me llamado la atención. Es que desde niño acompañaba a mi abuela materna a los llamados velorios, a dar el conocido pésame o cumplimiento, como también se le llama en la gran mayoría de los pueblos de la zona norte de Republica Dominicana. El pésame es una visita al funeral para acompañar a los familiares del difunto, que además de estar presente y acompañar ese momento tan difícil, es una manifestación llena de simbología y ritualidad, que varía de acuerdo al contexto. Desde la ropa que usa para ir a esos lugares, el tiempo dedicado, la unidad y el sentimiento de dolor que se une con las familias vinculadas al fallecido, hasta el componente alimenticio que forma parte del funeral.

Una de las disciplinas de las Ciencias Sociales que trabaja estos temas, es el trabajo social, como profesión basada en la práctica académica que promueve el cambio y el desarrollo, la cohesión, el fortalecimiento y la liberación de las personas.

No deja de sorprender la asimetría entre la honda y perenne preocupación que la muerte concita en la vida social de las personas, con el reducido tratamiento dispensado por las disciplinas que de ella se ocupa. En rigor, sin haber sido un tema central, visto retrospectivamente pueden determinarse en el último siglo algunos períodos de mayor interés por el tema, en particular por la muerte del otro en otras culturas.

Es por eso, que investigadores como A. Robben (2004) cuestionaba a la antropología y los antropólogos, por no atreverse a tocar la muerte en las sociedades occidentales, confinando su interés por el tema sólo cuando se estudiaban sociedades remotas. Algo similar podría decirse de las otras disciplinas; sin embargo, este tabú, desinterés o dificultad para pensar aquello que se situaba del otro lado de una frontera imaginada de la vida social, hoy ha cambiado y en unas ciencias sociales crecientemente especializadas, los estudios por el tema han conocido una notable productividad. Vinculado a la muerte, encontramos el duelo, que, en sociedades como las nuestras, conllevan al luto, lleno de simbología que se convierten en objetos de estudios.

El duelo y la pena como fenómeno de estudio social

Los expertos establecen, que el duelo es un proceso normal y la expresión del duelo es la manera en que una persona reacciona a la pérdida de un ser querido, una enfermedad o cualquier otra ruptura que le ocurra. Muchas personas creen que el duelo es una sola ocasión, un periodo breve de dolor o de tristeza en respuesta a una pérdida, como las lágrimas que se derraman en el funeral de un ser querido.

Por esa razón Robert Fulton en sus investigaciones sobre la muerte entendía, que el proceso del duelo por la muerte puede durar mucho tiempo y el mismo involucra muchas emociones, acciones y expresiones diferentes, que en definitiva son las mismas que ayudan a la persona a aceptar la pérdida de un ser amado. Los estudios desembocan en la muerte a partir de un interés primordial por la diversidad de expresiones religiosas. La muerte es, entonces, el punto de llegada que permite describir y explicar la violenta y compleja explosión de manifestaciones religiosas, pues son estas las que dan cuerpo y forma a la salvadora y confortable creencia en la inmortalidad del espíritu independientemente del cuerpo (Malinowski, 1948).

Otras de las áreas en las que se ha estudiado este tema, desde la antropología, está fundamentada a las religiones, la fe y la cosmovisión de los pueblos, que generan una mirada de pensar la muerte no como un final, sino como la puerta de ingreso al más allá. Esto puede adoptar, a su vez, una pluralidad de formas y los caminos para llegar a él pueden también ser disímiles, en algunas religiones depende hasta de la forma de morir, como vuelve y plantea Malinowski en sus estudios sobre el tema.

Muerte, inmortalidad, cuerpos y funeral

Otra etapa distinta que inicia un nuevo momento para el muerto y también para la sociedad, es la muerte pensada como un proceso que no provoca, por lo demás, la destrucción instantánea del individuo. Esa inmortalidad, es la que está vinculada al espíritu, mientras que es el cuerpo el que se descompone. Las ceremonias establecen estas diferencias y garantizan esta separación. Eso lo vemos si nos adentramos al estudio de diferentes religiones, sobre todo las ancestrales.

Sobre la muerte y los ritos, compartimos lo que consideran los autores: Arnold Van Gennep y Robert Hertz. Ambos estudiados por nosotros en los estudios de antropología. El primero, aborda a los ritos de pasaje en general y a los funerales en particular, por cuanto son estos, sostiene, los ritos de separación más significativos. El segundo, si bien trabajó la idea de ritos de pasaje, concentró su interés en el significado social del funeral, en el papel que juega el cuerpo y las dobles exequias.

En 1909, en Les rites de passages, Arnold Van Gennep estableció la relación entre creencias y prácticas mortuorias. Sosteniendo, que, en el curso de una vida, en el desarrollo social de un individuo, este debe pasar por distintas y numerosas situaciones de crisis que provocan un cambio de estatus, de estado, de clase social y de edad. Para estas situaciones existen ritos que tienen el propósito esencial de facilitar el pasaje de una posición definida a otra posición que asimismo está bien definida. Por eso plantea lo que pudo observar en sus etnografías, notando las fuerza que tienen los procesos rituales y los necesarios que son para exorcizar el caos, el desorden y la disrupción que pueden afectar a una sociedad en un momento dado. Ver la muerte como ciclo de la vida que además de todo, funciona para domar los peligros, evitar el desorden y garantizar la continuidad de la sociedad y la cultura.

El luto, origen, significado, colores

Ya lo plateábamos al inicio, el luto es el resultado de perdida, es por eso que forma parte de ese proceso que requiere tanta importancia en el individuo, aunque con el tiempo esta práctica se ha ido transformando en la sociedad por la necesidad misma del individuo.

Si estudiamos la estética, la semiótica y simbología del color en el luto, nos damos cuenta, que llevar ropa negra sin adornos es señal de luto. Una práctica social que se remonta a la antigua Roma, en donde existían prendas especiales que debían ser llevadas durante un considerable periodo de tiempo. Además, en Europa existía la creencia de que, con las prendas negras, las almas en pena no podían invadir el cuerpo de los asistentes a los funerales. Es decir, era como un amuleto contra las posesiones demoníacas.

Cuando estudiamos la Edad Media y el mismo periodo del Renacimiento, las vestimentas propias del luto se llevaban por pérdidas personales.  Por ejemplo, los historiadores describen que, las mujeres vestían de luto y llevaban sombrero y velo negro y en algunas zonas rurales de Portugal, España, Grecia y otros países mediterráneos, mientras que las viudas por costumbre tenían que vestir de negro como señal de luto el resto de sus vidas (Garro, Linda 1990).

Pero desde otro ángulo, analizando los colores vinculados al luto, también nos encontramos con el color blanco, que la historia nos dice, que era habitual su uso entre las reinas europeas medievales, en lugar de usar ropa del color negro para el luto. En España, por ejemplo, estas costumbres llegaron hasta finales del siglo XVI y la reina Fabiola de Bélgica lo puso de nuevo en práctica en el funeral de su esposo el Rey Balduino I de Bélgica. Po esa razón desde mediados del siglo XX, el luto se ha vuelto menos habitual, aunque las personas más cercanas al difunto suelen vestir con ropa oscura. Entre los alemanes, irlandeses y austriacos se sigue utilizando el brazalete como símbolo de luto por la muerte de un pariente.

En el catolicismo, el luto está muy asociado a las mujeres, habiendo sido una imposición social durante años. El luto oficial, regula el comportamiento de las personalidades públicas y los miembros de la familia real. La duración y el grado del luto suele decretarse siguiendo un protocolo establecido y puede ser de ámbito nacional, regional o local. Las señales de duelo varían de un país a otro, y este estado se evidencias hasta en el izado de la bandera a media asta en los edificios públicos, como ocurre en el contexto dominicano, cuando por decreto del poder ejecutivo se declara duelo nacional.

El color negro simboliza el respeto que se tenía por el difunto y sus familiares y el dolor por su pérdida, y sobre esta aseveración, expertos refieren que esto se debe a que el color negro es la ausencia de luz. Otros autores refieren que, la costumbre de vestir de negro en los funerales tiene cientos de años de antigüedad y son varias las leyendas alrededor de esta tradición que se conocen. La primera de ellas la refiere, Eric Olson en sus trabajos publicados en 1974, sobre las prácticas y ritos mortuorios de la tribu de los deudos. Esta tribu ancestral tenía miedo de que el alma de los fallecidos saliera de su cuerpo y se introdujera en los vivos. Por eso, se pintaban de negro para esconderse.

Olson plantea, que la pintura negra en los funerales se fue transformando con el tiempo a una vestimenta negra como la que se usa en la actualidad. En tiempos del Imperio Romano, durante los periodos de luto, se vestía la toga pulla o toga sórdida, que estaba hecha de lana de color negro. Pero la costumbre de vestir de negro en los funerales se institucionalizó en el año 1502 por reglamentos de los Reyes Católicos, que promulgaron la pragmática de luto y cera, que establecía que el color negro era el indicado para ir a los funerales.

Pero es importante saber, que el negro como color de luto no se utiliza en todos los países ni sociedades. Las diferentes costumbres o el color de la piel hacen que en lugares como La India el color de la vestimenta de luto sea el blanco para contrastar con la tez de sus habitantes. Asimismo, los habitantes de algunas tribus de África se cubren la piel con cenizas blancas para evitar que el espíritu de la persona fallecida entre dentro de los vivos.

Otros colores que se usan o se han usados para identificar el luto en diferentes sociedades del mundo, de acuerdo a los datos que investigamos son:

El rojo en el antiguo Egipto, se consideraba símbolo de ira y fuego, asociado con el desierto, lugar que guarda relación con la muerte, considerado la entrada a un submundo cada noche al esconderse el sol. En la Antigua Roma, se asociaba con el color de la sangre derramada e iba unido, tanto con el luto, como con la muerte.

El naranja cuando se fusiona el rojo, que significa “felicidad”, con el amarillo, que significa “perfección” se crea este color. El naranja es el color del Ocaso y en la actualidad, en Egipto, se utiliza este color como metáfora del final de la vida.

El amarillo, muchos budistas chinos ven representado en este color la libertad de los cuidados mundanos y por ello es apreciado y guardan el luto con este color. Además, para ellos significa neutralidad y buena suerte.

El azul en los países árabes este color simboliza la protección, al día de hoy en Siria, el luto se refleja con el color azul claro. Un poco más cerca, en Gran Bretaña, este color era el oficial para la asistencia a los funerales durante muchos años.

El lila y violeta, define un color claro perteneciente a la gama del morado y es similar al lavanda y al malva. El referente es el color de la lila, flor que da su nombre a este color. En la iglesia católica a nivel litúrgico, tiene connotación de modestia y penitencia y es usado para el tiempo de cuaresma, Este color se atribuye, en la actualidad, al luto de las viudas en Tailandia. Los reyes franceses utilizaron el púrpura como color de luto. Proviene de la creencia de los ropajes que los soldados romanos le pusieron a Jesús para mofarse llamándolo “Rey de los Judíos”.

La transformación social de la muerte y sus ritos

Como resultado de la transformación de la cultura, notamos que, en la actualidad, ha ido cambiando significativamente la costumbre de guardar luto, incluso hasta de ir de lutos a los funerales. Nuestras abuelas llamaban guardar luto, donde solo se vestían de blanco, negro, gris y color lila, cuando fallecía un familiar cercano. Esas prácticas duraban años y años y hasta se prohibía en nuestras casas hacer fiestas y prender el radio. De manera que, sin nosotros usar los colores del luto en la ropa como las abuelas, nos sumábamos al luto familiar por esas prohibiciones, que se cumplían o se cumplían.

Yo recuerdo a mi abuela materna, tener un luto eterno por la muerte de su hija, mi tía muy querida que murió en Holanda, cuando yo tenía nueve años. Pero además mi abuela guardaba luto a los compadres, las comadres, los sobrinos, o cualquier cercano a ella, era un luto sobre otro luto. Mi abuela le guardó luto por varios años hasta a José Francisco Peña Gómez.

El luto, el duelo y los mismos rituales de la muerte se han transformado, por ejemplo, en los denominados nueve días, últimos rezos o velas como le llaman en el Cibao, en sectores populares del país, se visten los familiares con una camiseta blanca con el rostro del finado delante.

De las simbologías de los procesos mortuorios en el caso de la cultura popular dominicana, ya no se ven los famosos lazos negros preparados con cinta en los familiares del difunto, se ha ido perdiendo la costumbre de las entregas de los recordatorios con la foto del difunto, que contenía sus con sus generales, oraciones, el salmo 23, la foto de la Virgen de la Altagracia y debajo de la foto del muerto, que muchas veces era la misma de la cedula de identidad, decía lo siguiente: «Recuerdo de la ultima hora santa, oficiada en su residencia el día tal».

Ahora en muchos lugares no se hacen las horas santas y los tres tercios, lo que vemos es, que se celebran misas por parte de las iglesias con los sacerdotes, diáconos, ministro o presidentes de asambleas como les llaman en el Cibao. Un apunte para finalizar, cuando mi abuela falleció en noviembre del año 2005, eran muchos los recordatorios que tenía guardados y tuvimos que salir de ellos. Hasta la próxima semana.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/la-muerte-el-duelo-el-luto-los-ritos-y-su-transformacion-social-9344721.html

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República Dominicana: “Universidades titulan personas que no leen”, afirma el decano de Humanidades de la UASD

“Universidades titulan personas que no leen”, afirma el decano de Humanidades de la UASD

El decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor Gerardo Roa Ogando, afirmó que la ausencia de lectura de obras literarias, culturales y científicas crea profesionales sin memoria histórica y, por vía de consecuencias, sin sensibilidad social y sin compromiso patriótico.

“Aunque actualmente existe predominio de la información, la ausencia de hábitos de lectura y de criterio para la selección y estudio de las obras fundamentales de la historia y de la cultura universal genera profesionales sin memorias, sin apego patriótico y sin sólida formación ciudadana”.

De acuerdo al profesor Roa Ogando, las universidades deben asegurar que sus egresados lean al menos una muestra importante de las obras fundamentales de la cultura dominicana y caribeña, de manera que se pueda descontinuar la práctica consistente en titular a personas con baja capacidad argumentativa y sin competencia enciclopédica.

El decano y profesor extensionista, Gerardo Roa Ogando, se pronunció en estos términos en el contexto de la publicación del número XXVI de la revista académica ECOUASD de la Escuela de Historia y Antropología, realizado este martes 23 de abril a las 4:00 PM, en el Paraninfo Dr. Andrés Avelino de la Facultad de Humanidades.

Se trata del único medio de divulgación científica que cuenta con indexación internacional en Latindex 2.0, autóctono de la UASD; el cual ha sido dedicado a investigaciones que abordan el Caribe y su composición antropológica e histórica.

“No es posible que un número importante de universidades privadas continúen graduando a personas que no han leído nunca un libro, con la excusa banal de que no estudian carreras humanitísticas. Esta realidad es palpable en decenas de solicitantes de plaza para cursar algún programa de maestría en las diversas áreas de humanidades al momento de recibir pruebas propedéuticas”, expresó el decano.

Roa Ogando también añadió que “el Día Internacional del Libro encuentra una sociedad carente de amor por los libros, pero con la esperanza de que las universidades promuevan la lectura, a través de ferias de intercambios y maratones como los que organizan actualmente la Facultad de Humanidades y sus escuelas en varios puntos del país”.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/actualidad/universidades-titulan-personas-que-no-leen-afirma-el-decano-de-humanidades-de-la-uasd-9332283.html

 

 

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República Dominicanana: Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

 Karen Barbeito Mejía

Un ser con ocupaciones polifacéticas que enmarca la grandeza de la espontaneidad y la diversidad en su más alto esplendor. Cuando hablo de mujeres, refiero al hecho de las oportunidades que han sido abiertas para poder elegir todo cuanto queremos ser; muy importante saber que la responsabilidad de nuestros actos y decisiones dependen únicamente de nosotras, quienes queremos predicar con el ejemplo, educar en valores, dejar legados, ejercer derechos y lo más importante, ser.

Ser y ser. Una pequeña y poco compuesta frase que he hecho mía desde hace varios años, porque cuando somos, no refiero a que solamente hacemos algo en específico, más bien, interpreto estas dos palabras desde la homofonía que componen el existir y el hacer algo determinado que sea propio de una persona. En otras palabras, soy y hago.

La mujer del siglo XXI es un ser que lleva consigo una carga de presiones impuestas por protocolos humanos que han servido para regir el reloj biológico de su existencia. Justo o no, existe en la cabeza de toda mujer querer encajar en múltiples roles, con los que no necesariamente estemos de acuerdo.

Complicada la postura de una mujer que no quiere ser madre, y a lo mejor lo intenta, porque “una mujer no puede quedarse sin hijos”. Tenemos la versión de aquellas que deben casarse antes de los 30 y ni imaginar a las que llegan a 40 y no han contraído las nupcias matrimoniales. Estos son simples ejemplos de una gobernanza de imposiciones sociales que no crean más que presiones, pero la pregunta es ¿por qué querer gobernar la existencia o las decisiones de otra persona?

Todas las respuestas son importantes, porque estas opiniones son las que idealizan el reglamento social que no ha sido escrito, pero que por costumbre tiene fuerza de ley y aunque no lo aceptemos, pesa sobre nuestros hombros aquellas decisiones tomadas o dejadas de tomar con miedo e inseguridades.

Los idealismos, más que posturas sociales que se vienen arrastrando con la línea del tiempo, son importantes cuando versan sobre la educación que corrige de manera que no intenta imponer el orden de una decisión tan íntima y propia de otro ser humano, porque con el tiempo aprendemos que, no toda mujer nació para ser madre, para estudiar, para ejercer una profesión con la que no se identifique, para cumplir con estigmas sociales, para llevar un matrimonio, para realizar una actividad que no la haga feliz o para intentar amar a alguien por el que no sienta nada.

Parte de ser ese ser es respetarte a ti misma mientras descubres quien eres y lo quieres, igual es válido tomarte el tiempo que sea necesario para explorar las opciones que te lleven a tomar tu decisión. Igual, si te equivocas o te arrepientes, será siempre una carga personal con la única diferencia de que la presión social no ha sido impuesta.

Las mujeres tenemos cada vez más una participación activa, continua y en constante evolución con la sociedad en sus distintos roles, lo que crea por igual, más presión para poder cumplir con el listado de metas que nos hemos propuesto en el mismo tiempo que tenían otras mujeres con menos exigencias.

La libertad de poder elegir pesa sobre nosotras. Qué bonito se siente poder escribirlo y decirlo a la franca y con la certeza de que no pasará nada si lo expresamos en voz alta, sin embargo, las presiones son otras, pero igual de frustrantes.

Me quiero quedar con la idea de que puedo lograr lo que quiera si me lo propongo, pero no tengo por qué elegir todo al mismo tiempo o cumplir con todos los estándares de esa lista que la sociedad ha realizado para toda mujer. Está bien decir NO, pero igual saber, que la decisión siempre será una respuesta exclusiva e individual de cada mujer.

Amar ser, también es una responsabilidad

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/una-mirada-hacia-la-mujer-del-siglo-xxi-9330230.html

 

 

 

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República Dominicana: Literatura y analfabetismo

Literatura y analfabetismo

Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

 Jorge Urrutia

Los atraídos por la literatura y no solo los profesores, deberíamos preguntarnos más por el objeto de nuestro interés y su entorno. Nos preocupamos como lectores, y tal vez como enseñantes, por los libros u objetos similares, cuya función ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Los soportes de los escritos han sido y son varios y muy distintos: pieles, vegetales, tablillas, piedras, metales, papel, hasta los modernos y útiles artilugios electrónicos. El objeto que llamamos libro fue primero una aspiración y ahora una melancolía, bien en el nombre, como el “libro electrónico”, bien en esas tabletas flexibles y plegables.

Todos esos objetos y sistemas han exigido una preparación previa por parte del lector: el aprendizaje de unos signos, de su equivalencia fónica o conceptual, el aprendizaje de la dirección de lectura, también el de la verticalidad u horizontalidad de su sucesión sobre el plano, la comprensión por qué se distribuye lo escrito en referencia a la página…

Llegar a alcanzar esos conocimientos y su práctica nos parece sencillo, incluso obvio, a los letrados y, sin embargo, han tenido que transcurrir siglos y, poblando los siglos, generaciones y generaciones de seres humanos que han buscado cómo transcribir el pensamiento para llegar a fijarlo. Es decir: conocer que todo hoy tendrá un mañana y que el saber es acumulativo dentro de la especie. Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Con esta última frase —estimados y siempre voluntariosos lectores— habrán entendido por qué, al principio de la columna, me referí a los atraídos por la literatura y no por la lengua. Los lingüistas se preocupan por el pasado y el presente del lenguaje. El futuro no va con ellos. Cualquiera sabe si el capricho creará una palabra, si algún extranjero o viajante de paso pondrá otra de moda, si una epidemia hará perder los incisivos y los hablantes serán incapaces de pronunciar la “f” inicial de palabra. Los lingüistas registran, analizan y explican, no promueven. En cambio los literatos, en sus distintas funciones (de escritura, de lectura, de explicación), descomponen el mundo y planean, incluso construyen, uno nuevo.

Volvamos al aprendizaje. Tener que saber algo implica necesariamente separar a quienes no lo saben. Tener que saber algo previo para obtener y conocer una información, significa que quienes no poseen esos conocimientos necesarios carecen de posibilidad de acceder a la información. Si para leer hay que saber leer, quienes no saben leer son incapaces de hacerlo. Me dirá alguno que estoy descubriendo el Mediterráneo y ese mar lleva ya unos cuantos años entre Algeciras y Estambul. Incluso estaba antes de que existieran una y otra.

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¿Pero los escritores o los profesores de literatura tenemos presente esta conclusión mía, digna de Pero Grullo, de que quien no sabe leer no puede leer? Cuando hablamos de, por ejemplo, Enriquillo, de Manuel de Jesús Galván, y de su influencia en la conformación sentimental de la nación dominicana, pensamos en cuántas personas podían leer la novela en 1882? Entonces, la tasa de analfabetismo en la República se acercaba al 80%. ¿Nos preocupamos los enseñantes de literatura de tenerlo en cuenta y, en consecuencia, de saber si existía un hábito de lectura colectiva suficientemente desarrollado como para sustituir en algo la lectura individual? Y esto puede decirse de todos los países. Precisamente la República Dominicana ha llevado a cabo campañas muy intensas de eliminación del analfabetismo. ¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Jorge Urrutia en Acento.com.do

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/literatura-y-analfabetismo-9319398.html

 

 

 

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República Dominicana: Educación llama a retomar la docencia tras asueto por Semana Santa

Educación llama a retomar la docencia tras asueto por Semana Santa

Recordó a los padres, tutores y estudiantes «la responsabilidad compartida de mantener un compromiso constante con la educación, asistiendo puntualmente a clases y participando activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje».

El Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) llamó este domingo a los más de 2.7 millones de estudiantes y personal docente a integrarse mañana a las aulas públicas y privadas, tras el asueto de la Semana Santa.

En un comunicado, el ministro de Educación, Angel Hernández, consideró «crucial garantizar la continuidad del proceso educativo y minimizar los retrasos que puedan afectar el desarrollo formativo de los estudiantes».

En ese sentido, recordó a los padres, tutores y estudiantes «la responsabilidad compartida de mantener un compromiso constante con la educación, asistiendo puntualmente a clases y participando activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje».

Asimismo, instó a los docentes a redoblar sus esfuerzos para ofrecer una educación de calidad, adaptándose a las necesidades individuales de cada alumno.

«Nuestro compromiso con la excelencia educativa es inquebrantable y juntos podemos alcanzar grandes logros», concluyó.

El año escolar 2023-2024 inició el pasado 28 de agosto y concluirá el 21 de junio próximo.

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República Dominicana – Método Montessori: Cubriendo las necesidades del desarrollo de niños y adolescentes

Método Montessori: Cubriendo las necesidades del desarrollo de niños y adolescentes

“La situación no ha cambiado. La educación se halla sin control y no abandona sus inveteradas costumbres. Solo se ha reconocido la existencia, durante el crecimiento del individuo, de diversos tipos de desarrollo en diversos periodos de la vida” (Montessori, 1986).

Por Cecilia N. Batista de Gómez

El Método Montessori ha demostrado ser una filosofía educativa eficaz que se ha extendido más allá de las escuelas privadas y ha despertado el interés de implementación en el sistema público de enseñanza.

En este ensayo, se explorará las prácticas auténticas Montessori dentro del sistema público de enseñanza, las necesidades del desarrollo de los niños y adolescentes y cómo el método las cubre, así como la importancia de la armonía entre el desarrollo y el liderazgo en una escuela Montessori.

También se abordará cómo el desarrollo y el liderazgo de una escuela Montessori deben estar en consonancia con los valores y principios de la educación Montessori, y cómo responden a las necesidades de las familias y las comunidades. Finalmente, se presentarán argumentos para proteger y promover las prácticas genuinas Montessori dentro del sistema público de enseñanza.

“Si bien hay muchos componentes que son integrales para la implementación de Montessori de calidad, la Sociedad Americana Montessori reconoce cinco componentes centrales como esenciales en las escuelas Montessori: maestros Montessori debidamente capacitados, aulas para edades múltiples, uso de materiales Montessori, trabajo dirigido por niños y períodos de trabajo ininterrumpidos. Integrar los completamente debería ser un objetivo para todas las escuelas Montessori” (RIGA, 2019)

La implementación de prácticas Montessori dentro del sistema público de enseñanza es una propuesta que busca aprovechar los beneficios de este enfoque educativo reconocido a nivel mundial. El método, busca fomentar el desarrollo integral del niño a través de un ambiente preparado y materiales educativos específicos. Aunque el método se ha asociado tradicionalmente con escuelas privadas, existe un movimiento creciente para incorporar estas prácticas en el sistema público de enseñanza. La implementación en escuelas públicas requiere un enfoque integral y una adaptación cuidadosa a las necesidades y características de cada contexto.

Los educadores deben recibir una formación adecuada en el método Montessori para comprender sus principios fundamentales y aprender a utilizar los materiales y estrategias educativas específicas. La capacitación de docentes en el método Montessori es esencial para garantizar una implementación auténtica y efectiva.

El entorno de aprendizaje juega un papel crucial en el método Montessori. Las aulas Montessori suelen estar diseñadas de manera cuidadosa y ordenada, con materiales educativos accesibles y adaptados a las necesidades de los estudiantes. En el contexto de las escuelas públicas, puede ser necesario adaptar los espacios existentes para crear ambientes preparados que fomenten la independencia y el autodescubrimiento de los niños.

Los materiales Montessori son considerados esenciales para el aprendizaje autónomo y tangible. Estos materiales están diseñados para permitir a los niños explorar conceptos y habilidades de manera práctica y sensorial. La incorporación de estos materiales en las escuelas públicas requeriría una inversión y planificación adecuadas para garantizar su disponibilidad y uso adecuado.

El método Montessori se caracteriza por un enfoque individualizado y flexible. Los estudiantes tienen la libertad de elegir actividades y trabajar a su propio ritmo. Dentro del sistema público de enseñanza, es importante encontrar formas de adaptar los currículos y las prácticas pedagógicas existentes para permitir la flexibilidad y la personalización del aprendizaje.

La colaboración entre la escuela y la comunidad es esencial para el éxito de cualquier iniciativa educativa. En el caso de la implementación de prácticas Montessori en escuelas públicas, es importante involucrar a los padres, madres y tutores en el proceso y fomentar la participación de la comunidad en el apoyo y enriquecimiento de la educación de los niños.

La implementación de prácticas Montessori dentro del sistema público de enseñanza puede ser un desafío, pero también una oportunidad para enriquecer la educación y promover un enfoque centrado en el estudiante. Requiere una planificación cuidadosa, inversión y compromiso por parte de los actores educativos. Sin embargo, los beneficios potenciales, como el fomento de la autonomía, la creatividad y el amor por el aprendizaje, hacen que valga la pena explorar y considerar esta posibilidad en la búsqueda de una educación de calidad para todos los estudiantes.

El Método Montessori se centra en el desarrollo integral de los niños y adolescentes, abordando sus necesidades físicas, intelectuales, emocionales y sociales. A través de un entorno preparado y materiales adecuados, los estudiantes tienen la oportunidad de aprender a través de la experiencia práctica, fomentando su curiosidad, creatividad y desarrollo cognitivo. Además, se promueve la autonomía y la responsabilidad, lo que contribuye a la formación de individuos autónomos, se enfoca en cubrir las necesidades del desarrollo de los niños y adolescentes a través de una serie de principios y prácticas fundamentales, desarrolla la autonomía y la libertad de los niños y adolescentes. Proporciona un ambiente preparado donde los estudiantes tienen la libertad de elegir sus actividades y trabajar a su propio ritmo. Esto les permite desarrollar habilidades de toma de decisiones, independencia y autorregulación.

“Preparar al Adulto, a través de la observación científica, para que comprenda el significado de educación como ayuda a la vida del niño y del adolescente. El adulto se convierte en un lazo dinámico entre el niño y el material. Protege y promueve la independencia y la libertad con límites” (Montessori, 1986)

Se basa en el aprendizaje práctico y sensorial, los estudiantes manipulan materiales concretos y participan en actividades prácticas que les permiten explorar y comprender conceptos abstractos. Esto facilita el desarrollo cognitivo, la concentración y la comprensión profunda de los temas, reconoce que cada niño y adolescente tiene un ritmo de aprendizaje único. Los educadores Montessori observan y evalúan continuamente las necesidades individuales de cada estudiante, brindando apoyo y materiales adecuados para su desarrollo óptimo. Esto asegura que cada estudiante progrese a su propio ritmo y se sienta valorado en su proceso de aprendizaje.

Las aulas Montessori están diseñadas cuidadosamente para satisfacer las necesidades físicas, emocionales e intelectuales de los estudiantes. Los materiales están dispuestos de manera ordenada y accesible, lo que permite a los niños y adolescentes explorar y aprender de forma independiente. Además, se promueve un ambiente de respeto, paz y colaboración, lo que favorece el desarrollo socioemocional y las habilidades sociales.

El ambiente preparado también debe extenderse al aire libre. Un jardín, ya sea en el suelo o en contenedores, le permite al niño un contacto cercano con las plantas, las características botánicas y el ciclo de crecimiento. Montessori nos dice que se prefiere un jardín pequeño a un parque grande porque los niños deben permanecer bajo estrecha supervisión en el parque, pero teniendo la libertad de explorar un pequeño jardín libremente. (Montessori, «The Children’s Environment», AMI Communications, 1999/4) Los niños sienten una fascinación natural por las plantas y los animales y les encanta cuidarlos. Algunos niños ya han aprendido los prejuicios y miedos de los adultos hacia los animales, pero poner a los niños pequeños en contacto con los animales ayuda a disminuir estos miedos, y ayuda a los niños a comprender la vida de estas criaturas con las que comparten en la Tierra. Mario Montessori escribe: los niños «comienzan a observar el ambiente exterior y el mundo se amplía para ellos». Mario cuenta sobre las escuelas en el país de la India donde los niños atraparon lagartijas y serpientes, y cómo los lagartos aprendieron a venir cuando los niños silbaron por ellos.

El Método se preocupa por el desarrollo integral de los niños y adolescentes, abordando no solo su desarrollo intelectual, sino también su desarrollo físico, emocional y social. Las actividades prácticas, artísticas y deportivas se integran en el currículo para promover un crecimiento equilibrado en todas estas áreas; pone un fuerte énfasis en el desarrollo emocional y social de los estudiantes. A través del trabajo en comunidad, los niños aprenden a respetar y valorar las diferencias, a resolver conflictos de manera pacífica y a colaborar con otros. También se les enseña a reconocer y regular sus propias emociones, fomentando así su bienestar emocional y social.

“El hogar y la escuela son los dos mundos mas importantes de los niños pequeños y ellos deben tender puentes entres estos dos mundos diariamente. Si el hogar y la escuela se conectan en formas positivas y respetuosas los niños se sienten seguros” (Maria Lujan González Tornaria, Adriana Wagner, Lisiane A. Saraiva Junges, 2015)

Para que lo antes citado se logre es importante enfatizar que el método cubre las necesidades del desarrollo de los niños y adolescentes al ofrecerles un ambiente que promueve la autonomía, el aprendizaje experiencial, la individualización, el respeto por el ritmo de aprendizaje, el desarrollo integral y el crecimiento emocional y social. Al abordar estas necesidades, el método facilita el desarrollo de estudiantes autónomos, seguros de sí mismos y con una base sólida para enfrentar los desafíos de la vida y seguros de sí mismos.

La participación de las familias y la comunidad en la educación de los niños es un elemento preponderante que el método reconoce. Se promueve una relación de cooperación y colaboración entre padres, educadores y la comunidad en general. Las familias son invitadas a participar en el proceso educativo y se les brinda orientación sobre cómo apoyar el desarrollo de sus hijos en el hogar. Además, se fomenta el respeto y el cuidado del entorno comunitario, promoviendo una conciencia social y ambiental.

Entender y abordar las necesidades de la familia y la comunidad es esencial para crear un entorno de apoyo y colaboración en el que los estudiantes puedan prosperar. Los contactos iniciales con las familias donde se establecen canales de comunicación abiertos y regulares para compartir información sobre el progreso académico y socioemocional de los estudiantes, además crear un entorno de bienvenida donde los padres son invitados a participar en reuniones, conferencias y actividades escolares, lo que les permite estar informados y contribuir activamente al desarrollo de sus hijos,

Presentar el programa a las familias que reciben orientación y apoyo por parte de los educadores Montessori. Se les ofrece información sobre los principios y prácticas del Método Montessori, así como pautas sobre cómo pueden apoyar el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos en el hogar. Esto fortalece la conexión entre la educación en la escuela y en el hogar, proporcionando un ambiente coherente y enriquecedor para padres y estudiantes.

Inspirar confianza en las familias que son alentadas a participar en la creación y mantenimiento de los ambientes preparados en las aulas Montessori. Pueden contribuir donando materiales, ofreciendo su tiempo como voluntarios en el aula o brindando apoyo en actividades específicas. Esta participación fortalece la relación entre la escuela, las familias y la comunidad, y crea un sentido de pertenencia compartido. Además, se ofrecen otras formas de participación, como son: organizar eventos y actividades que involucran a la comunidad más amplia, etas incluyen ferias educativas, presentaciones artísticas, proyectos de servicio comunitario y colaboraciones con organizaciones locales. Las actividades organizadas de esta manera fomentan el sentido de comunidad y permiten a los estudiantes conectarse con el mundo que les rodea, desarrollando una conciencia social y una comprensión de su papel como ciudadanos responsables.

Con el Método se valora y respeta la diversidad cultural y social, las familias y la comunidad son reconocidas como fuentes de conocimiento y experiencias diversas que enriquecen el entorno educativo. Se fomenta la inclusión y se promueve el respeto y la valoración de las diferencias, lo que crea un ambiente acogedor y enriquecedor para todos los estudiantes, propiciar y reconocer que una participación significativa de las familias y la comunidad es esencial para el desarrollo integral de los niños y adolescentes,  al fomentar la colaboración, la comunicación, la participación en el ambiente preparado, la organización de eventos comunitarios y el respeto por la diversidad, el método crea un entorno educativo en el que se valora y se involucra a todos los miembros de la comunidad en el proceso de aprendizaje y desarrollo de los estudiantes.

Una escuela Montessori requiere un liderazgo que esté en armonía con el desarrollo de los estudiantes y los principios de la educación Montessori, los líderes escolares deben tener una comprensión profunda de la filosofía Montessori y apoyar la implementación del método, además, deben fomentar un ambiente de colaboración y respeto entre los educadores, los estudiantes y las familias, y promover la formación continua del personal docente. Pero, esto se hace cuesta arriba implementar o dar un giro a la educación cuando no se cuenta con políticas y legislaciones que apoyen los nuevos paradigmas y la necesidad que hay de una nueva visión. Esto lo explica de manera genial el Doctor en educación Henry Giroux cuando dice:

“La educación es siempre política y el tipo de pedagogía que se usa tiene mucho que ver con la cultura, la autoridad y el poder. La historia que contamos o el futuro que imaginamos se refleja en los contenidos que enseñamos. La pedagogía tal y como está planteada ataca en lugar de educar. Es un sistema opresivo basado en el castigo y en la memorización, que persigue el conformismo, Hay que desarrollar otros métodos que formen alumnos capaces de desafiar las prácticas antidemocráticas en el futuro” (Giroux, s.f.)

Por lo que una escuela Montessori requiere un liderazgo que esté en armonía con el desarrollo de los estudiantes y los principios de la educación Montessori. El liderazgo en una escuela Montessori desempeña un papel fundamental en la creación de un ambiente educativo que respalde y promueva los principios y prácticas del Método.

Un líder Montessori debe tener un conocimiento sólido y una comprensión profunda de los principios y las teorías detrás del Método. Esto les permite guiar y apoyar a los educadores en la implementación efectiva del enfoque Montessori, convertir el metodo en una cultura institucional, ya que la cultura es el conjunto de conductas de una organización, estas son los que van a producir los resultados que se esperan. Peter Drucker dijo: “La cultura se come como desayuno a la estrategia”, ya que la cultura es la que convierte la estrategia en acciones y comportamientos que producen los resultados. Por tanto, educar a las familias y a la comunidad sobre los beneficios y la filosofía de este método, son elementos esenciales para fomentar esta cultura.

Según el especialista en cultura organizacional Edward Schein (Schein & Schein, 2016) hay tres elementos que componen la cultura en una institución:

Los artefactos (es todo lo que se puede ver, oír y sentir en una organización), Los valores (son el conjunto de valores organizacionales que se trasmiten a la organización y que establecen lo que es importante para todos los integrantes) y Los supuestos (Son las creencias que se tienen dentro de la institución sobre cómo se interpreta la realidad. Son el sistema de creencia que configura la manera en que la institución enfrenta el contexto que le rodea, muchas veces sin ser conscientes de ello, pero definitivamente determinan cómo se percibe dicha realidad).

El liderazgo Montessori debe proporcionar un apoyo continuo y un desarrollo profesional a los educadores de la escuela. Esto implica brindar oportunidades de capacitación, observación y retroalimentación, así como fomentar una cultura de aprendizaje y crecimiento. Un líder Montessori también se asegura de que los educadores tengan los recursos y materiales necesarios para implementar eficazmente el método en el aula,  desempeña un papel importante en la creación y el mantenimiento de un ambiente preparado adecuado, asegurarse de que las aulas estén equipadas con los materiales y recursos necesarios, así como diseñadas de manera que promuevan la autonomía, la concentración y el desarrollo integral de los estudiantes, así como también supervisar el orden y la limpieza del entorno, asegurando que sea un espacio acogedor y armonioso; trabaja en estrecha colaboración con las familias, fomentando una relación de colaboración y participación, esto comprende la obligación de mantener una comunicación abierta y regular con las familias, organizar reuniones, talleres y eventos que involucren a las familias, y brindar orientación y apoyo para que puedan apoyar el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos en el hogar. El liderazgo Montessori también reconoce la importancia de involucrar a la comunidad más amplia en el entorno educativo.

Defender y dar ejemplo de los valores y principios Montessori es el rumbo de quien dirige, esto implica promover la autonomía, la libertad, el aprendizaje basado en la experiencia, el respeto por el ritmo de aprendizaje de cada estudiante y el desarrollo integral de los niños y adolescentes. También debe fomentar un ambiente de respeto, paz y colaboración en la escuela, y estar comprometido con la igualdad, la inclusión y la diversidad. Los directores escolares pueden utilizar varios argumentos para proteger y promover las prácticas auténticas Montessori dentro del sistema público de enseñanza. Estos argumentos pueden incluir el éxito demostrado de la metodología en la promoción del desarrollo integral de los niños, su enfoque en el aprendizaje experiencial y práctico, la evidencia de mejores resultados académicos y socioemocionales, y la capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes. Además, se puede resaltar la demanda creciente de familias interesadas en una educación Montessori y la importancia de ofrecer opciones educativas diversas y de calidad dentro del sistema público.

El artículo de la revista American Montessori Society, “Montessori en Carolina del Sur: ¿auténtica o no?” (RIGA, 2019) muestra una investigación publicada en el 2019 de un estudio en más de 315 aulas de escuelas públicas de Carolina del Sur (aproximadamente con 7500 estudiantes), el cual arrojo una alta fidelidad de la aplicación del método en el entorno investigado, con la conclusión de que: “un programa Montessori de escuela pública, si satisface los cinco “componentes básicos de la educación Montessori”… “ descubrimos que la mayoría de los programas de las escuelas públicas Montessori en Carolina del Sur estaban implementando Montessori con autenticidad de nivel alto o medio.”

La protección y promoción de prácticas auténticas Montessori dentro del sistema público de enseñanza puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudar a lograr este objetivo y la investigación citada lo avala. Es importante proporcionar formación y capacitación adecuada a los docentes y directores del sistema público de enseñanza sobre los principios y las prácticas Montessori. Esto puede incluir programas de desarrollo profesional, talleres, cursos y mentorías impartidos por educadores y expertos Montessori. La capacitación debe abordar tanto los aspectos teóricos como prácticos de la metodología Montessori, y brindar a los docentes y directores las herramientas y los recursos necesarios para implementar eficazmente el enfoque en sus aulas.

Si bien puede ser difícil implementar el currículo completo de Montessori en el sistema público de enseñanza, se pueden adaptar ciertos aspectos y principios clave. Esto implica identificar elementos del currículo Montessori que puedan integrarse en el currículo existente, como el enfoque en el aprendizaje basado en la experiencia, la autonomía del estudiante y la promoción del trabajo individualizado. Aunque puede ser desafiante replicar completamente los ambientes Montessori en el sistema público de enseñanza, es posible crear espacios que reflejen algunos de los elementos clave de las aulas Montessori. Esto incluye proporcionar materiales y recursos Montessori, organizar el espacio para permitir la libertad de movimiento y la autonomía, y promover la autodirección y la concentración en el trabajo.

Es significativo establecer colaboraciones y alianzas con escuelas y organizaciones Montessori establecidas en la comunidad. Estas instituciones pueden proporcionar orientación, recursos y apoyo para la implementación de prácticas auténticas de Montessori en el sistema público de enseñanza. También pueden servir como modelos y ejemplos de buenas prácticas Montessori. La defensa y la sensibilización son componentes críticos para proteger y promover prácticas auténticas Montessori en el sistema público de enseñanza. Esto implica educar a los responsables de la toma de decisiones, a los padres y a la comunidad en general sobre los beneficios y los principios de la educación Montessori. Se pueden organizar eventos, conferencias y presentaciones para difundir información y generar apoyo para la implementación de prácticas Montessori en el sistema público de enseñanza.

Finalmente es importante resalta que el Método Montessori ofrece un enfoque educativo integral y efectivo que puede adaptarse e implementarse dentro del sistema público de enseñanza. Al cubrir las necesidades del desarrollo de los niños y adolescentes, fomentar la participación de las familias y la comunidad, y promover la armonía entre el desarrollo y el liderazgo en las escuelas Montessori, se crea un entorno propicio para el crecimiento y el aprendizaje de los estudiantes. Es fundamental que los líderes escolares protejan y promuevan las prácticas auténticas Montessori, asegurando que se respeten los valores y principios fundamentales de esta filosofía educativa. Al hacerlo, se brinda a los estudiantes la oportunidad de desarrollar su potencial máximo y se sientan las bases para una educación inclusiva, centrada en el desarrollo integral de cada individuo.

Referencias

Giroux, H. (s.f.). Web del Maestro cmf. Recuperado el 18 de noviembre de 2023, de WMCMF: https://webdelmaestrocmf.com/portal/henry-giroux-los-docentes-son-un-bien-comun-y-merecen-mas-respeto-que-un-banquero-o-un-ejecutivo/

Maria Lujan González Tornaria, Adriana Wagner, Lisiane A. Saraiva Junges. (2015). La colaboración entre familias y escuelas. Una guía para docentes. Montevideo: Grupo MAGROS.

Montessori, M. (1986). La mente absorbente del niño. Mexico DF: Biblioteca Editorial Diana.

RIGA, B. C. (2019). Montessori en Carolina del Sur: ¿auténtica o no? AMERICAN MONTESSORI SOCIETY.

Sarah Werner Andrews. (2013). El ambiente preparado. Montessori Northwest Primary Course. Portland, OR: Montessori Northwest.

Schein, E., & Schein, P. (2016). Organizational Culture and Leadership (5th Edition ed.). (Wiley, Ed.) NY: The Jossey-Bass Business & Management Series.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/metodo-montessori-cubriendo-las-necesidades-del-desarrollo-de-ninos-y-adolescentes-9319306.html

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República Dominicana: La educación financiera familiar comienza en casa

La educación financiera familiar comienza en casa

Son muchos los aspectos positivos que se pueden obtener de una enseñanza temprana y gradual sobre las finanzas. ¡El que ahorra siempre tiene! y el ahorro es una etapa de transición para llegar a la inversión.

 Rafael Ramirez Medina

La educación financiera definida de una forma simple y sencilla podríamos decir, que, consiste en el desarrollo de la capacidad para administrar el dinero, esa capacidad financiera, si la aplicamos en el hogar, tendríamos como resultado bases sólidas que se reflejarían en el comportamiento financiero de cada uno de los miembros de la familia.

Teniendo los conocimientos básicos de finanza y predicando con el ejemplo en nuestro hogar, podemos concientizar a nuestros hijos sobre el uso correcto del dinero, enseñarlos a tener mejor conocimiento del valor de las cosas, la importancia del ahorro, sentido de la responsabilidad y disciplina.

Algunas veces muchas personas piensan que hablarles a nuestros hijos de finanzas o de dinero puede ser una pérdida de tiempo, sobre todo si se hace desde temprana edad, porque a lo mejor es algo que no les interesa, porque se corre el riesgo de convertirlos en personas materialistas o se piensa que lo aprenderán en la escuela o en la universidad; éstas serían apreciaciones completamente equivocadas, ya que, el hablar de finanzas se asocia directamente con ética y valores, los cuales son inculcados en el corazón de la familia.

La educación financiera nos permite desarrollar habilidades útiles en el día a día: presupuestar los gastos de la casa, identificar la tarjeta de crédito más barata, proteger nuestro patrimonio con un seguro, tener un fondo de ahorro para enfrentar imprevistos, preparar el retiro, etc. y aun así, son muchos los que creen que hablar de educación financiera es involucrarse en un mundo técnico y complejo, donde es todo lo contrario, tendrá una vida más organizada.

Cuando tenemos conocimientos de finanzas, podemos identificar algunos aspectos positivos, como: la importancia de la previsión, la prudencia y el respeto por el dinero, el establecimiento de metas graduales, la diferencia entre necesidad y moda, la importancia del ahorro, el conocer de dónde sale el dinero para comprar las cosas que se requieren, el valor de las cosas que se tienen, el esfuerzo que se debe realizar para alcanzar los objetivos, la planificación, la toma de decisiones y el compromiso familiar, entre otros.

Para tener finanza familiar sana, debes fomentar la cultura del ahorro en la familia, lo que le permitirá obtener un mejor provecho de sus ingresos en el futuro, es por esta razón, que, a nuestros hijos debemos enseñarles los primeros pasos, porque la educación financiera empieza en casa.

Son muchos los aspectos positivos que se pueden obtener de una enseñanza temprana y gradual sobre las finanzas. ¡El que ahorra siempre tiene! y el ahorro es una etapa de transición para llegar a la inversión.

No genere excusas ante sus hijos y recuerde que enseñar con el ejemplo vale más que mil palabras, esfuércese por llevar finanzas sanas y observará que, sus hijos cuando crezcan también lo harán.

No olvide decirle a su familia, que los problemas de dinero no se resuelven con más dinero, se resuelven con inteligencia financiera.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/la-educacion-financiera-familiar-comienza-en-casa-9302790.html

 

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