EE.UU. aprueba la venta de carne ‘cultivada en laboratorio’
Los reguladores han dado luz verde para la venta de carne “cultivada en laboratorio” en los Estados Unidos. Esta aprobación permite su comercialización inicialmente en restaurantes y, posteriormente, también estará disponible en supermercados.
El miércoles, el Departamento de Agricultura dio su aprobación a dos empresas californianas, Upside Foods y Good Meat, para comercializar pollo producido a partir de células animales en lugar de sacrificio animal. Las empresas están desarrollando esta forma de producción de carne para reducir el impacto negativo en los animales y el medio ambiente. Esto implica disminuir la necesidad de pastoreo, cultivo de alimentos para animales y gestión de desechos animales.
La Administración de Alimentos y Medicamentos previamente declaró que la carne cultivada en laboratorio por ambas compañías es segura para el consumo humano.
Las empresas Upside Foods y Good Meat expresaron su elogio por la decisión en sus declaraciones. Upside Goods señaló que esta aprobación es considerada como un “momento histórico que cambiará el mundo”, ya que acerca su visión a convertirse en realidad. Por su parte, Good Meat lo calificó como “innovador”.
La carne cultivada en laboratorio se produce en tanques de acero utilizando células de un animal vivo, un óvulo fertilizado o una reserva especial de células almacenadas. Upside ofrece productos en láminas grandes que tienen forma de chuletas de pollo y salchichas. Por otro lado, Good Meat utiliza células de pollo para producir chuletas, nuggets, carne desmenuzada y satays.
Good Meat, la compañía que produce carne cultivada en laboratorio, ya está vendiendo sus productos en Singapur. Cabe destacar que Singapur fue el primer país en permitir la venta comercial de carne cultivada.
La carne será servida primero en restaurantes exclusivos
Upside ha establecido una asociación con Bar Crenn, un restaurante en San Francisco. Por otro lado, Good Meet colaborará con un restaurante dirigido por el chef José Andrés en Washington, D.C.
Es importante tener en cuenta que los productos a base de carne cultivada aún se encuentran en una etapa temprana de desarrollo. Aunque su precio es actualmente más alto que el de la carne tradicional, es posible que con el tiempo y los avances tecnológicos, estos productos se vuelvan más accesibles para los consumidores. Sin embargo, todavía llevará algún tiempo antes de que puedan ser producidos a gran escala y llegar a los supermercados como una opción más económica.
A nivel internacional, existen más de 150 empresas dedicadas al cultivo de carne a partir de células, que incluye variedades como pollo, res, cerdo, cordero y pescado.
Las investigaciones indican que, al menos por el momento, el público puede tener dudas sobre probar carne cultivada en laboratorio.
Según una encuesta realizada por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, se descubrió que la mitad de los adultos estadounidenses expresaron su falta de interés en probar carne cultivada a partir de células. Un gran número de personas expresaron su negativa a probarlo, principalmente basándose en la sensación de “rareza” que les produce. Por otro lado, la mitad de ellos manifestó preocupaciones relacionadas con la seguridad del producto.
La directora de operaciones de Upside, Amy Chen, mencionó que es consciente de que muchas personas sienten cierto rechazo hacia el consumo de pollo cultivado a partir de células. Sin embargo, estas mismas personas suelen volverse más receptivas una vez que aprenden más sobre el proceso y lo prueban por sí mismas.
El calentamiento global es una realidad cada vez más tangible. Las consecuencias son visibles con la aparición de olas de calor, sequías, lluvias intensas y desastres naturales que cada vez tienen mayor frecuencia en el planeta.
Desde el 2023, América Latina ha experimentado devastadores incendios forestales en Chile, que han sido exacerbados por una interminable sequía. Estos fuegos han causado daños irreparables a la región.
Brasil ha sido afectado por lluvias extremas y anegamientos, dejando más de 60 muertos. Por su parte, Perú ha experimentado el ciclón Yaku. Los expertos han atribuido el aumento de eventos climáticos extremos como fuertes lluvias y deslizamientos de lodo, al calentamiento global y su efecto sobre la temperatura del planeta.
“El cambio climático causado por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo“.
La pandemia ha tenido un impacto global con una serie de pérdidas y daños relacionadas al medio ambiente y las personas, señala el Informe de Síntesis del Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). El pasado lunes 20 de marzo, se presentó un documento que resume los seis informes sobre la situación del planeta realizados entre 2015 y 2020 por científicos de todas partes del mundo.
Es urgente tomar medidas para frenar el calentamiento global
El informe de expertos ha advertido que es urgente tomar medidas para frenar el calentamiento global, para así garantizar un futuro sostenible y habitable.
Los científicos investigando el calentamiento global aseguran que aún hay esperanza para reducir la temperatura si se toman las medidas adecuadas. Existen muchas posibilidades viables para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y prepararnos mejor para los cambios climáticos.
El objetivo de la comunidad internacional es evitar un aumento de más de 1.5 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales, que se produjeron entre 1850 y 1900.
El planeta está experimentando un aumento de temperatura de 1,1 grados centígrados a escala internacional actualmente. “Como resultado, se han producido fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y más intensos que han generado impactos cada vez más peligrosos en la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo”, señala el informe del IPCC.
¿Qué efectos ha tenido el cambio climático en América Latina? Esta pregunta fue abordada por el Informe 2022 del IPCC sobre Cambio climático: impactos, adaptación y vulnerabilidad, que confirmó que América Central y del Sur son algunas de las regiones más afectadas, “altamente expuestas, vulnerables y fuertemente impactadas por el cambio climático”. La situación actual se empeora por los problemas de desigualdad, pobreza y deforestación cada vez mayores.
El cambio climático y el calentamiento global en América Latina
“El aumento de la temperatura media, la cantidad de lluvia o los eventos extremos tienen tendencia diferente, dependiendo de la región. En el suroeste de Sudamérica, en Chile y también en Argentina, así como en el nordeste de Brasil las lluvias han experimentado una reducción significativa con proyección a que continúe así”, comenta Carolina Vera, Vicepresidenta del Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) y Directora del Instituto Franco-Argentino de Estudios Climáticos y sus Impactos, que ha sido una importante contribuyente a la comprensión científica del cambio climático.
Vera afirma que varias áreas de América del Sur son cálidas y secas, lo que tiene el potencial de causar sequías meteorológicas periódicas. Los déficits de lluvia, las sequías agronómicas y las sequías hidrológicas son los tres factores principales que contribuyen a la reducción del agua disponible en el suelo y a la disminución de los caudales.
La crisis ambiental en la región sur del continente se ha agravado aún más por dos situaciones principales. Los incendios forestales incontrolables, debido a las altas temperaturas y la aridez y los fuertes vientos, han sido una preocupación creciente. Otro problema grave es el rápido derretimiento de los glaciares, que puede afectar el acceso al agua para los organismos vivos y provocar escasez de suministro para las poblaciones humanas.
Detener las prácticas insostenibles
Según el informe, las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero siguen aumentando debido a una serie de prácticas insostenibles, como el uso de energía, los cambios en el uso de la tierra, los hábitos de consumo y producción y los estilos de vida en todas las regiones, entre países y entre individuos.
“Sabemos que América Latina es una región muy vulnerable ante el cambio climático por un montón de aspectos, desde históricos hasta inequidad e injusticia. Además de las posibilidades socioeconómicas de los distintos habitantes como la dependencia tan grande en algunas economías de la región”, Así lo afirmó Paola Arias, profesora de la Universidad de Antioquia, Colombia y editora revisora del informe del IPCC.
Arias señala que América Latina se ha quedado rezagada en lo que respecta a la adaptación al cambio climático debido a varios obstáculos que impiden que la región lo haga. “En nuestra región estas barreras tienen que ver con que todavía tenemos niveles enormes de pobreza, de inequidad, de injusticia. Cuando tienes sociedades bajo esas condiciones, la adaptación es mucho más compleja”.
Se necesita financiamiento para alivianar los impactos del calentamiento global
Arias destaca cómo las sociedades latinoamericanas necesitan financiamiento adicional para mitigar los efectos del cambio climático y el calentamiento global y reducir las emisiones de carbono. “Los flujos de fondos no se han dado a la velocidad que se requiere. Esa falta de financiación sin lugar a dudas es un elemento fundamental para la adaptación en nuestras regiones”.
Arias destaca que la región ha tenido algunos éxitos en cuanto a la adaptación al cambio climático, aunque estos suelen ser de menor escala. “Latinoamérica es una región que tiene una biodiversidad enorme, con zonas de mayor diversidad en el planeta como Los Andes o la Amazonía, entonces, los ecosistemas se vuelven fundamentales en nuestro proceso de adaptación, mitigación y de cambio climático”.
La experiencia local de adaptación
“Tengo agua, no necesito que alguien me la venda”, dice María Binda Gutiérrez, una persona originaria de Quebrada León en Santa Cruz, Bolivia, que se mudó a la comunidad forestal Alto Espejo en el municipio de El Torno hace 15 años.
Gutiérrez está asociado a la iniciativa ‘Acuerdos Recíprocos del Agua’, que tiene como objetivo educar a la gente sobre la importancia de conservar el agua. Todos son responsables de cuidar el agua, desde los que nacen en los ríos en las cimas de las montañas, hasta las personas que viven en las ciudades o a lo largo de los cursos de la cuenca media que también se benefician de ella. Esta iniciativa pretende provocar un cambio.
Mediante la formación de acuerdos, los ciudadanos de las regiones de la cuenca baja pueden establecer un fondo del cual se pueden utilizar recursos económicos para ayudar a los agricultores río arriba a proteger las fuentes de agua. La propuesta de Fundación Natura ha sido fundamental para preservar 600.000 hectáreas de tierra en 80 municipios con la ayuda de 24.000 agricultores. Esta experiencia boliviana muestra cómo las comunidades locales pueden unirse para abordar de manera efectiva el problema del cambio climático.
“La buena noticia es que tenemos, al menos desde el punto de vista de la ciencia, alternativas para salir de esa situación crítica, lo que hace falta ahora es la voluntad política para echar a andar esas alternativas”, así lo afirmó Carlos Méndez, investigador asociado del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y editor revisor del informe del IPCC.
Es clave incorporar los sistemas de conocimiento indígenas
Carlos Méndez, ha hecho algunos comentarios sobre cómo deben ser incorporados otros sistemas de conocimiento, como el indígena y el local, para la mitigación y adaptación del cambio climático.
“América Latina tiene un gran potencial para desarrollar estrategias de adaptación y, al mismo tiempo, tiene varias áreas bien conservadas que presentan numerosas oportunidades para los esfuerzos de mitigación. Por lo tanto, debemos tener en cuenta el gran potencial de esta región para enfrentar el cambio climático“.
“El principal desafío radica en integrar adecuadamente las medidas de mitigación para que las personas no se vean afectadas negativamente en el proceso”
Méndez explica que el conocimiento ancestral sobre el manejo de los recursos hídricos en los Andes es invaluable a la hora de implementar medidas de adaptación.
Como señaló el experto, los indígenas han estado practicando la técnica de recolectar hielo en las regiones montañosas de los Andes para almacenar agua para uso futuro.
Tomar medidas como la justicia climática, entre otras
Según el informe del IPCC, tomar medidas como la equidad, la justicia climática, la justicia social, la inclusión y los procesos de transición justa pueden ayudar a crear un entorno propicio para acciones ambiciosas de adaptación y mitigación que resulten en un desarrollo resiliente al clima.
“Los resultados de la adaptación se ven mejorados por un mayor apoyo a las regiones y personas con la mayor vulnerabilidad a los peligros climáticos. La integración de la adaptación climática en los programas de protección social mejora la resiliencia”.
El informe destaca el hecho de que ya existen enfoques de adaptación y mitigación que no requieren invención adicional, ya que se han implementado con éxito a nivel comunitario. Según Paola Arias, este es un punto importante a considerar.
“Existen posibilidades, están ahí, el asunto es que necesitamos una acción climática eficiente y justa que mire también otros aspectos como la equidad, la justicia social y las reducciones de brechas”.
El informe de la Asociación de Protección Ambiental nos advierte sobre la importancia de colaborar entre nosotros para asegurar un futuro mejor para todos. Para lograr esto, necesitamos recursos financieros mejorados y adecuados que sean accesibles a nivel mundial, en particular para regiones, sectores y grupos vulnerables, y una gobernanza inclusiva y políticas coordinadas. “Las opciones y acciones implementadas en esta década tendrán impactos ahora y durante miles de años”, dice el reporte.
Cumplir de manera estricta el objetivo de 1,5 grados centígrados
Paulina Aldunce, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia en Chile, quien también fue parte del equipo central de redacción de la síntesis, alerta que el cumplimiento estricto del objetivo de temperatura de 1,5 grados centígrados que nos hemos fijado solo es posible si hay una reducción del 50 % en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Actualmente, este progreso no se está logrando con nuestros niveles de emisiones actuales que siguen aumentando y contribuyendo al calentamiento global.
“Hay que moverse rápido porque tenemos tecnología. Lo que realmente necesitamos es una adaptación más transformacional, hacer las cosas distintas a cómo las hacemos ahora”, señala Aldunce.
“Debemos tener más financiamiento y una mayor capacidad de transmitir la información completa y verídica, eso es muy importante. Pero también motivar a la población que se haga parte de esto, no podemos dejar todo en mano de las empresas y los gobiernos, que obviamente es fundamental y son los principales responsables; pero si cualquiera de nosotros, como ciudadano de la sociedad civil, se mantiene al margen, no lo vamos a conseguir. Ese es el desafío”.
Ecoportal.net
Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/informe-ipcc-america-latina-calentamiento-global/
El ‘Chernóbil de México’, el mayor incidente nuclear de América
Las relaciones México-Estados Unidos dieron un giro inesperado en enero de 1984, cuando ocurrió un incidente nuclear y ambos países tuvieron que trabajar juntos para manejar y contener la crisis. Esto marcó una transformación significativa en su relación.
Vicente Sotelo Alardín trabajaba en un hospital privado de Ciudad Juárez y se encargó de sacar de su depósito una máquina de radioterapia en desuso. Lo hizo sin permiso ni autorización. Hace siete años, el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez lo había comprado e importado sin capacitar a ninguno de sus empleados para usarlo.
A pesar de la obligación de notificar a la Comisión Nacional de Seguridad y Salvaguardias Nucleares (CNSNS) sobre cualquier compra de artefactos radiactivos, nunca se les informó que la máquina de teleterapia había ingresado a territorio nacional mexicano. Este fue el comienzo de una serie de errores cometidos por la organización, que dieron lugar a un incidente desafortunado.
A pesar de los diferentes relatos sobre lo dicho exactamente, Sotelo Alardín decidió sacar la máquina del centro de salud y subirla a su camioneta. Parece que tomó esta decisión de forma independiente, con o sin permiso de su superior.
Desafortunadamente, el artefacto no podía mantenerse unido porque no encajaba, por lo que intentó desmontarlo. Desafortunadamente, esta acción perforó el núcleo radiactivo y dispersó partículas de cobalto-60 por todas partes.
Este radioisótopo todavía se usa hoy en día para tratar pacientes con cáncer, pero en este caso especial, se mezcló con varillas y acero de 12 ciudades de México.
Chatarra nuclear
Al ser sacada de la clínica, Sotelo Alardín llevó la máquina a una chatarrera en Ciudad Juárez llamada El Yonke Fénix.
Afortunadamente, se utilizó un imán industrial para evitar que los trabajadores tocaran el centro contaminado radiactivamente. Sin embargo, terminó dispersando partículas radiactivas por todo el material de desecho.
El propósito de Yonke Fénix era fundir varias piezas de metal y venderlas como acero a empresas constructoras. Como resultado, el material de cobalto-60 terminó en Aceros de Chihuahua SA, quienes luego lo vendieron como material de construcción.
Alarma nuclear detectada por los Estados Unidos
El 16 de enero de 1984, Xataka denunció un incidente en el Laboratorio de Los Álamos. Las alarmas de los dosímetros se activaron indicando niveles inusuales de radiación más allá del rango normal. Esto causó gran preocupación y puso énfasis en la necesidad de tomar medidas correctivas.
Mientras buscaban la fuente de radiación, finalmente se dieron cuenta de que provenía de un camión fuera del laboratorio en una calle cercana. Este camión transportaba tubos de acero y circulaba por la carretera.
En consecuencia, las autoridades de Texas optaron por avisar al gobierno mexicano ya que el logo del camión indicaba que se trataba de una carga de Aceros de Chihuahua.
La CNSNS recibió notificaciones que luego les permitieron iniciar sus pesquisas en la ciudad mexicana. Los niveles de cobalto-60 eran extremadamente altos, sin embargo, lo que seguía siendo un misterio era cómo se había incluido en el acero utilizado para la construcción en Chihuahua.
Después de realizar varias entrevistas con los trabajadores de Aceros de Chihuahua, pudieron rastrear el origen de su problema hasta el depósito de chatarra El Yonke Fénix en Ciudad Juárez.
Agentes de la CNSNS visitaron recientemente otra ciudad y descubrieron que el depósito de chatarra estaba lleno de cobalto-60.
Una camioneta radiactiva
Además de los niveles detectables de radiactividad en el depósito de chatarra, los investigadores también descubrieron rastros de radiación en otra sección, donde sus medidores registraron un pico. Vicente Sotelo Alardín fue encontrado en una camioneta, ubicada en medio de un barrio residencial, perteneciente al ingeniero de mantenimiento del Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez.
El trabajador necesitaba ayuda para retirar la máquina del hospital, por lo que buscó la ayuda de Ricardo Hernández, quien valientemente manipuló el núcleo de cobalto-60 con sus propias manos.
Luego de que el Servicio Central de Supervisión y Seguridad Nuclear (CNSNS) descubriera que el camión de Sotelo Alardín emitía altos niveles de radiación, tuvo que trasladarlo de la zona residencial. Sin embargo, alejarlo demasiado no era una opción, ya que eso haría que los oficiales de la CNSNS Nuclear estuvieran en contacto con la radiación por un período prolongado.
Optaron por llevarla al parque El Chamizal ya que estaba a poca distancia del pueblo. Esto proporcionó el equilibrio perfecto entre comodidad y tranquilidad.
Según la ‘BBC’, la furgoneta que transportaba materiales radiactivos se movió sin dejar señales de advertencia. Peor aún, se vio a personas muy cerca de esta camioneta sin darse cuenta del peligro potencial al que se exponían.
Las personas expuestas a la radiación y desaciertos
Tras una intensa investigación de la CNSNS, se descubrió que 4.000 personas estaban expuestas al cobalto-60. Afortunadamente, los radioisótopos se descomponen naturalmente con el tiempo; esto reduce la intensidad de los efectos del material radiactivo.
Seis años después de que se compró la máquina de radioterapia, la BBC informó que solo unos 450 de los aproximadamente 1,000 gránulos de cobalto-60 todavía estaban allí. Si bien este sigue siendo un número significativo, es mucho más seguro que antes.
La CNSNS se acercó a los afectados por la situación y les realizó pruebas de sangre, médula ósea, conteo de espermatozoides y cromosomas. A pesar de que se realizaron algunas pruebas iniciales con la exposición al cobalto-60 en 1984, no se ha realizado una evaluación de seguimiento de los pacientes para determinar si alguno de ellos quedó con secuelas a largo plazo. En consecuencia, no es posible saber si tales circunstancias se dieron o no.
Después de un exhaustivo esfuerzo de limpieza en El Yonke Fénix, se descubrió que quince territorios mexicanos habían recibido las peligrosas varillas. En consecuencia, cientos de construcciones realizadas con estas vigas necesitaron ser demolidas.
Se descubrió que Vicente Sotelo Alardín no presentaba signos de angustia, sin embargo Ricardo Hernández, quien era su compañero, sufrió una quemadura en la mano luego de manipular el núcleo de cobalto-60.
La CNSNS concluyó su investigación sin éxito, por lo que Sotelo Alardín permaneció fuera del ojo público hasta el día de hoy. Además, no se ha revelado más información sobre ellos desde entonces.
Recientemente se ha publicado un nuevo estudio del que se está informando ampliamente en los medios de comunicación; este estudio encontró que la Tierra no solo está alcanzando un nivel peligroso de calentamiento global, sino también el bienestar de sus habitantes.
El estudio tiene todo lo que te has estado preguntando, como los límites de la seguridad del ecosistema global y la adopción de medidas de «justicia». Esta es la primera vez que se hace esto en las actualizaciones del Libro Verde Global.
Un nuevo estudio publicado en Nature ha determinado que la Tierra se ve sometida a un calentamiento lento por razones naturales y antropogénicas, contamina el suelo y las aguas subterráneas de la Tierra, destruye los ecosistemas, cambia los patrones de precipitación y provoca la contaminación del aire. Esto ha provocado un aumento más que notable en los niveles de dióxido de carbono, Si bien no hay ningún punto de peligro de contaminación del aire global, eso no hace que los peligros de la contaminación del aire sean menores.
Puntos calientes
Suecia realizó un estudio en el que concluyeron que la contaminación del aire a escala local y regional es peligrosa, mientras que la contaminación climática no supera los límites de seguridad para su sistema climático.
El estudio encontró «puntos calientes» de áreas problemáticas en Europa del Este, el sur de Asia, Medio Oriente, el sudeste de Asia, partes de África y gran parte de Brasil. Las causas se deben en gran medida al cambio climático, en gran medida porque también hay mayores niveles de pobreza en estas regiones. Los sistemas de agua dulce del mundo están pasando por una severa sequía, con cerca de dos tercios de la superficie de la Tierra que no cumplen con los criterios para la seguridad del agua dulce. Los científicos también informaron a modo de ejemplo que este es un problema que solo empeorará debido al cambio climático.
«Estamos en una zona de peligro para la mayoría de los límites del sistema terrestre», afirmó Kristie Ebi, coautora del estudio y profesora de clima y salud pública de la Universidad de Washington.
Si el planeta Tierra se sometiera a un chequeo anual, similar al examen físico de una persona, «nuestro médico diría que la Tierra está realmente muy enferma en este momento y que lo está en muchas áreas o sistemas diferentes, y que esta enfermedad también está afectando a las personas que viven en la Tierra», declaró en una rueda de prensa Joyeeta Gupta, copresidenta de Earth Commission y profesora de Medio Ambiente de la Universidad de Ámsterdam.
Justicia para todos para salvar a la Tierra
No tenemos que tener miedo por el destino del planeta. Hay cosas que podemos hacer y ya existen algunas soluciones para ayudarnos en nuestro camino. Cambiar el carbón, el petróleo, el uso del gas natural y el tratamiento de la tierra y el agua.
Pero «nos estamos moviendo en la dirección equivocada en básicamente todos estos aspectos», dijo el autor principal del estudio, Johan Rockstrom, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania.
«Se trata de un documento convincente y provocador, científicamente sólido en su metodología e importante para identificar las dimensiones en las que el planeta se está acercando al borde de los límites que nos lanzarían a estados irreversibles», afirmó en un correo electrónico Indy Burke, decana de la Escuela de Medio Ambiente de Yale. Ella no participó en el estudio.
El equipo de científicos llevó a cabo una extensa investigación sobre el aspecto ambiental e identificó un conjunto de medidas de seguridad que no solo apuntan al individualismo sino que también brindan justicia a todos.
Rockstrom cree que esta revelación es una pequeña barrera de seguridad. No es toda la cerca, pero es una excelente idea para mantenerse a salvo de cualquier amenaza potencial.
Rockstrom y otros investigadores han intentado medir el ecosistema de manera integral en el pasado. La gran diferencia con este intento es que también miraron a los niveles locales y agregaron la justicia como un factor.
La idea de justicia es muy difícil de aplicar al mundo. Lo que parece justo para un grupo puede no serlo para otro. Depende de tu perspectiva, las condiciones a las que sometes a las personas y cuánto daño les hace eso contra el planeta en su conjunto.
Hay una idea errónea común de que el cambio climático es una ficción. Pero no lo es.
Si bien los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero prometidos por el anterior presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no son tan severos como en otras naciones industrializadas, el nuevo informe está en línea con esos acuerdos. Como límite seguro, el mundo se ha calentado 0,9 grados Celsius (1,64 grados Fahrenheit) hasta ahora, lo que indica que las cosas van bien en su mayor parte.
«Lo que intentamos demostrar con nuestro artículo es que incluso con el aumento de 1 grado centígrado (1,8 grados Fahrenheit) se está produciendo una enorme cantidad de daños», dijo Gupta, señalando las decenas de millones de personas expuestas a temperaturas extremadamente altas.
Un nuevo estudio ha demostrado que el planeta apenas ha llegado por debajo del umbral de calentamiento de 1,5 grados, lo que debería ser motivo de aliento en lugar de frenar nuestra voluntad de actuar con mayor rapidez.
«Sostenibilidad y justicia son inseparables», afirmó el jefe de estudios medioambientales de Stanford, Chris Field, que no participó en la investigación. Dijo que querría límites aún más estrictos. «Las condiciones inseguras no necesitan cubrir una gran fracción de la superficie de la Tierra para ser inaceptables, especialmente si las condiciones inseguras se concentran en y cerca de comunidades pobres y vulnerables».
Otra experta externa, la Dra. Lynn Goldman, catedrática de salud ambiental y decana de la facultad de salud pública de la Universidad George Washington, afirmó que el estudio era «bastante atrevido», pero no era optimista respecto a que se tradujera en muchas medidas.
La ONU ha informado este lunes que para 2066 la capa de ozono se habrá recuperado totalmente gracias a la prohibición que existe en todo el mundo para el uso de productos químicos que causaron la aparición de un agujero en la ozonosfera sobre el Antártico.
El Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, un acuerdo internacional que entró en vigor en 1989 para eliminar el uso de químicos que dañan la capa de ozono, señala en un informe dado a conocer el lunes que el 99 % de las sustancias prohibidas han dejado de ser utilizadas, lo que está permitiendo la recuperación de la ozonosfera.
Los científicos indican que, si se mantienen las políticas actualmente en vigor, para 2066 la capa de ozono en la Antártica se habrá recuperado a los niveles que tenía en 1980. En el Ártico, la recuperación se producirá más rápidamente, en 2045, mientras que en el resto del mundo será en 2040.
“La capa de ozono se está recuperando, lo que es una fantástica noticia. Nunca se destacará lo suficiente hasta qué punto el Protocolo de Montreal ha contribuido a la mitigación del cambio climático. En los últimos 35 años, el Protocolo se ha convertido en un verdadero defensor del medio ambiente”, señaló Meg Seki, Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Protocolo de Montreal
Una enmienda al Protocolo de Montreal aprobada en 2016 exige la eliminación paulatina del uso de hidrofluorocarburos (HFC), que aunque no dañan el ozono de forma directa sí contribuyen al cambio climático.
“Las evaluaciones y los exámenes que realiza el Grupo de Evaluación Científica siguen siendo un componente esencial de la labor del Protocolo, que ayuda a informar a las instancias normativas y decisorias”, añadió Seki.
Según el panel científico del Protocolo, la eliminación del uso de HFC reducirá el calentamiento global entre 0,3 y 0,5 grados centígrados de aquí al 2100.
La inyección estratosférica, una propuesta con posibles efectos negativos en la capa de ozono
El grupo de científicos también alertó sobre los posibles efectos negativos de la inyección en la estratosfera de productos para reducir el cambio climático.
La llamada Inyección Estratosférica de Aerosoles (IEA) ha sido propuesta como un posible método para limitar la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra y así reducir el cambio climático.
Sin embargo, el panel científico advirtió que la IEA podría afectar a las temperaturas de la estratosfera, la circulación y producción de ozono, así como a las tasas de destrucción y transporte del gas.
La capa de ozono, u ozonosfera, es una zona de la estratosfera que protege el planeta de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol. La ozonosfera absorbe entre el 97 % y 99 % de la radiación ultravioleta.
Sin la protección del ozono, un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, la radiación ultravioleta del Sol dañaría de forma irreversible la vida sobre el planeta.
La mesa está servida. Las decoraciones puestas. Las vacaciones ya llegaron, y puede ser útil saber cuánto contaminan las fiestas navideñas al medio ambiente y las emisiones de gases de efecto invernadero que liberan a la atmósfera.
Los desechos domésticos aumentan en más del 25% desde el Día de Acción de Gracias hasta el Año Nuevo, según el Programa de Reducción de Desechos, Reciclaje, Compostaje y Residuos Sólidos de la Universidad de Stanford. Los desechos adicionales, en forma de alimentos, bolsas de compras, empaques, papel de regalo, lazos y cintas, contribuyen a que 1 millón de toneladas adicionales de basura ingresen a los vertederos cada semana durante ese período de tiempo, según el informe.
Las investigaciones muestran que los consumidores dan prioridad a la sostenibilidad cuando deciden en qué gastar su dinero.
Una encuesta de 2021 realizada por IBM Institute for Business Value encontró que el 93% de los encuestados globales cambiaron su opinión sobre la sostenibilidad como resultado de la pandemia, y más de la mitad de los encuestados globales en una encuesta realizada en febrero de este año encontraron que la sostenibilidad ambiental es más importante para ellos hoy de lo que era un año antes.
Estas son algunas de las formas en que las festividades afectan el medio ambiente y cómo podemos revertirlo:
Regalos que contaminan las fiestas
Las “cosas” que los consumidores compran durante las fiestas, como los regalos, es de donde proviene la mayoría de los desechos, según Kate White, decana asociada senior de equidad, diversidad, inclusión y sostenibilidad en la Escuela de Negocios Sauder de la Universidad de Columbia Británica. Esto es especialmente problemático porque muchas veces se trata de regalos por “compromiso” que las personas que los reciben incluso ni los usarán por falta de necesidad o gusto.
“Tal vez algunos de ellos no son necesariamente deseados”, dijo White. “Y muchas cosas terminan en el vertedero. Así que pensar en cómo podemos reducir estos artículos innecesarios probablemente sea importante”.
La Universidad de Stanford sugirió regalar artículos duraderos y reutilizables y resistir la última “moda” en el centro comercial.
Elegir regalos sostenibles
Los obsequios que llevan un mensaje de conservación y ambientalismo también podrían ser beneficiosos, según la universidad, como un libro sobre la naturaleza, un termo recargable, una bolsa de tela, un cargador de batería o artículos hechos con materiales reciclados. Además, también se deben considerar los obsequios que funcionan con energía solar, en lugar de los productos que funcionan con baterías, o los obsequios que no requieren ningún tipo de energía.
Otros obsequios sostenibles pueden ser donaciones a organizaciones benéficas significativas, hechas en casa, como productos horneados, artículos tejidos y adornos, o experiencias o servicios, como películas, días de spa u otras actividades, dijo White.
El proceso de devolución de regalos también es perjudicial para el medio ambiente. El envío de devoluciones emite alrededor de 16 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año, y las devoluciones de comercio electrónico producen un 14% más de residuos que las de la tienda, según una investigación realizada en 2020 por Environmental Capital Group. Alrededor de 5,800 millones de libras de inventario devuelto terminan en vertederos cada año, según el informe.
Los envoltorios que contaminan las fiestas
Los materiales utilizados para envolver los regalos también tienen un gran impacto en el medio ambiente.
Unas 8,000 toneladas de papel de regalo, el equivalente a unos 50,000 árboles, se utilizan para envolver regalos cada año, según Clean Air Partnership, una organización ambiental sin fines de lucro.
Quienes regalan y quienes reciben regalos también pueden reciclar el papel de envolver. Una tonelada de papel de regalo reciclado equivale a la energía de 185 galones de gasolina, dijo la organización sin fines de lucro.
Cada año se venden alrededor de 2650 millones de tarjetas navideñas en los EE.UU., esa cantidad podría llenar un campo de fútbol de 10 pisos de altura, según Stanford.
Si cada familia estadounidense envolviera solo tres regalos en materiales reutilizados, como una revista o páginas de cómics, mapas antiguos o bolsas de papel marrón, ahorraría suficiente papel para cubrir 45,000 campos de fútbol, según Stanford.
White también recomendó envolver los regalos en materiales que se puedan reutilizar, como un paño de cocina, un pañuelo o un frasco o recipiente que se pueda volver a usar.
La organización sin fines de lucro también sugirió enviar tarjetas electrónicas o usar tarjetas recicladas en lugar de las tarjetas navideñas tradicionales hechas con papel brillante y brillo. Stanford dijo que los recicladores serios también pueden guardar el frente de las tarjetas que reciben cada año y enviarlas como “postales” para futuras vacaciones.
Decoración que contamina
Cada año se venden alrededor de 2650 millones de tarjetas navideñas en los EE.UU., esa cantidad podría llenar un campo de fútbol de 10 pisos de altura, según Stanford.
Si cada familia estadounidense envolviera solo tres regalos en materiales reutilizados, como una revista o páginas de cómics, mapas antiguos o bolsas de papel marrón, ahorraría suficiente papel para cubrir 45,000 campos de fútbol, según Stanford.
White también recomendó envolver los regalos en materiales que se puedan reutilizar, como un paño de cocina, un pañuelo o un frasco o recipiente que se pueda volver a usar.
La organización sin fines de lucro también sugirió enviar tarjetas electrónicas o usar tarjetas recicladas en lugar de las tarjetas navideñas tradicionales hechas con papel brillante y brillo. Stanford dijo que los recicladores serios también pueden guardar el frente de las tarjetas que reciben cada año y enviarlas como “postales” para futuras vacaciones.
Decoración que contamina
Las decoraciones navideñas también son de los objetos que más contamina por sus materiales y poco uso.
Cada año se venden más de 25 a 30 millones de árboles de Navidad en los EE.UU., según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Y si bien los árboles de Navidad de plástico pueden ser atractivos para aquellos que buscan reutilizarlos año tras año, es posible que los materiales con los que están hechos no los conviertan en una mejor opción.
Un estudio realizado en 2009 por Ellipsos, una firma consultora canadiense de desarrollo sostenible, descubrió que los árboles de Navidad de plástico contienen PVC, un carcinógeno tóxico que es difícil de eliminar.
El problema es que, una vez que se desechan los árboles, es probable que el plástico tarde miles de años en descomponerse, mientras que las granjas de árboles de Navidad absorben dióxido de carbono de la atmósfera y liberan oxígeno limpio, según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Elegir un árbol natural para no contaminar las fiestas
La mejor opción es encontrar una granja de árboles de Navidad que alquile árboles en macetas y luego los vuelva a plantar al final de la temporada, dijo White. Pero si un árbol de Navidad de plástico funciona mejor para sus necesidades, White sugirió conservarlo durante al menos cinco a diez años.
White sugirió encontrar un programa de compostaje de árboles navideños una vez que los árboles reales se hayan secado, la mayoría de los cuales convierten los árboles en mantillo para usar alrededor de los espacios verdes locales.
Acerca de las luces navideñas
Los millones de luces parpadeantes adicionales también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. White advirtió en contra de dejar las luces, tanto las del exterior como las del árbol de Navidad, encendidas todo el día y la noche, a pesar de lo bonitas que sean.
Las familias pueden reducir el consumo de energía de las luces navideñas cambiando a luces LED, que utilizan hasta un 95% menos de electricidad que las luces tradicionales, según Clean Air Partnership.
Los entusiastas de las fiestas también pueden elegir decoraciones naturales y biodegradables, como arándanos, palomitas de maíz, flores vivas y vegetación, según la organización sin fines de lucro.
Aumentan los viajes y los traslados
El transporte es la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono asociadas con las festividades, dijo White. Más de la mitad de los estadounidenses planean viajar durante la temporada navideña de 2022, según el Holiday Outlook anual de PricewaterhouseCoopers, publicado en octubre. Este es un aumento masivo del 33% de las personas que planearon viajar para las vacaciones en 2019, antes de la pandemia, según PWC.
Las personas preocupadas por su huella de carbono deben considerar qué método de transporte se adapta mejor a sus necesidades y libera menos emisiones. El menor impacto se genera al viajar en tren o en autobús, seguido de conducir un auto, siendo el avión el transporte que más contamina.
Si cada familia en los EE.UU. redujera el consumo de gasolina en 1 galón, u optara por conducir 20 millas menos, podría generar 1 millón de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero reducidas, según Clean Air Partnership.
Más y más comida
El otro factor principal del incremento de las emisiones de CO2 durante las vacaciones es el aumento del consumo de alimentos.
La comida generalmente viaja alrededor de 1,500 millas de la granja al plato, en promedio, según Clean Air Partnership, que sugirió que los anfitriones de las fiestas sirvan alimentos orgánicos o cultivados localmente y preparen solo la cantidad de comida necesaria.
White sugirió que los consumidores consideren qué tan lejos viene la comida y qué se sirve en la mesa navideña para reducir las emisiones. La carne de res tiene, por mucho, la huella de carbono más alta, seguida por las aves de corral, el pescado y las comidas vegetarianas, dijo.
Los estadounidenses desperdician entre el 30% y el 40% del suministro de alimentos cada año, pero esa cantidad aumenta en un 25% durante las vacaciones, según el Departamento de Agricultura de EE. UU.
Cualquier alimento no consumido que se haya echado a perder debe convertirse en abono, según la Universidad de Stanford.
Los desperdicios también se pueden eliminar utilizando cristalería, cubiertos, manteles y servilletas reutilizables para las comidas festivas. Los anfitriones deben proporcionar contenedores para reciclar botellas y latas de bebidas de aluminio y vidrio, según Clean Air Partnership
Ecoportal.net
Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/econciencia/vida-consciente/consumo/cuanto-contaminan-las-fiestas-navidenas/
La investigación “El secuestro de los sistemas alimentarios” detalla el control de las grandes empresas sobre el agro mundial y la intención de profundizar ese rol corporativo. El rol del Foro Económico Mundial, Syngenta, Google y la Fundación Bill y Melinda Gates. La Cumbre Alimentaria de la ONU no escucha ni tiene en cuenta a campesinos, pequeños productores e indígenas.
La Cumbre de Sistemas Alimentarios de Naciones unidas (FSS) se celebrará el 23 de este mes en Nueva York. Según el informe “El secuestro de los sistemas alimentarios”, de la organización Grupo ETC, se trata de un tipo de cumbre “equivocada”. Advierten que el encuentro no apunta al cambio de los sistemas alimentarios, sino que gira en torno a “apuntalar la cadena alimentaria industrial a expensas de otros sistemas alimentarios”. En este sentido, denuncian el lobby de empresas como Google y Amazon, y la tendencia hacia una digitalización de los sistemas alimentarios.
“En verdad no es una cumbre de la ONU. Las cumbres que se han celebrado en los últimos 20 años normalmente se han propuesto por un Estado miembro, un grupo de miembros o un grupo político. Pero en esta oportunidad hubo solo un anuncio informal”, manifestó Neth Daño, del Grupo ETC durante la presentación del informe, realizada el 9 de septiembre. También participaron de la charla, titulada “Desenmascarando el golpe de los Estados al Sistema Alimentario Global”, Jim Thomas y Ronnie Hall, todos de ETC, organización dedicada a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos.
En la misma sintonía, los tres expositores se preguntan: “¿Quién decidió sobre la cumbre de los sistemas alimentarios?”. En ese sentido, apuntan al Foro Económico Mundial, a fundaciones como Bill y Melinda Gates y a la Rockefeller, y a empresas como Syngenta. La disputa política de esta cumbre es por la gobernanza internacional de los sistemas alimentarios globales. En ese sentido, denuncian la escasa participación que se le dio a los pequeños agricultores y a las poblaciones indígenas. “La idea era tomar decisiones democráticas por parte de los gobiernos. Hoy no se tiene en cuenta a los pequeños agricultores”, afirman desde ETC.
El Grupo ETC estima que solo el equivalente del 30 por ciento de la población mundial se alimenta principalmente por la cadena alimentaria industrial, mientras que el el 70 por ciento restante obtiene sus alimentos principalmente de las redes alimentarias locales de los pequeños agricultores. La FAO va más allá y sugiere que más del 80 por ciento de los alimentos del mundo es producido por agricultores familiares y sus redes.
La crítica no solo apunta a qué actores quedaron fuera del encuentro, sino también a qué temáticas fueron soslayadas. En ese sentido, se enumera la soberanía alimentaria, los derechos, el cuidado de los suelos, la protección de los pueblos indígenas, los impactos en el ambiente y en la salud humana, la concentración de las grandes empresas en el sistema alimentario mundial.
“Vemos que la cumbre FSS es efectivamente una plataforma donde se promueve una nueva narrativa del sistema alimentario: dicen que el sistema está roto pero no aluden a las causas”, afirman desde ETC. “Esa narrativa se basa en los intereses de las empresas, y si esa va a ser la base de las recomendaciones estamos en una situación complicada”, postuló el investigador Jim Thomas.
Otro aspecto cuestionado es que quienes impulsan soluciones en el marco de la nueva Cumbre hablan de soluciones “basadas en la naturaleza o en agroecología” para que los resultados sean más jugosos. “Pero eso no refiere necesariamente a un proceso de transformación sino a una forma de presentarlo de forma agradable. Hablan de agroecología pero en verdad las empresas del agronegocio van a estar en primera fila”, alertan las organizaciones.
El anuncio formal de la Cumbre de Sistemas Alimentarios en octubre de 2019 fue recibido con considerable escepticismo por parte de la sociedad civil, especialmente dada la dudosa procedencia del FSS. Retrasada por la pandemia, más de 550 organizaciones y movimientos de la sociedad civil aún lograron firmar una fuerte declaración condenando al FSS por su falta de transparencia, exclusión de los derechos humanos, y la influencia corporativa indebida del Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF). También se cuestionó que la cumbre fuera dirigida por Agnes Kalibata de AGRA (referente del agronegocio en África).
La cumbre previa del FSS, y tal vez incluso la cumbre completa, parecen estar listas para llevarse a cabo casi por completo de manera virtual, con sus resultados elaborados en línea. Sin embargo, es muy probable que reuniones virtuales como esta conduzcan al cierre de las voces de quienes no tienen acceso a teléfonos inteligentes, computadoras e infraestructura digital, y al potencial silenciamiento de las voces críticas con el clic de un botón.
La Cumbre de Sistemas Alimentarios: ¿Un terreno en disputa?
“¿Por qué esas empresas quieren tener una cumbre de sistemas alimentarios?”, se pregunta Ronnie Hall, del Grupo ETC. “Hay una tendencia muy clara hacia intentar cambiar la gobernanza de esos sistemas”, responde. Los intereses de las empresas podrían articularse en tres ejes: digitalización, clima y Covid. “Si miramos 25 años atrás, los actores más importantes eran quienes buscaban petróleo o vendían acciones: ahora son los que capturan datos y emplean herramientas web. Esas empresas, como Google, Amazon o Facebook, quieren tener un rol importante en la economía, también en la alimentación”, explica el especialista. Desde la perspectiva de estas empresas multinacionales, el sistema alimentario está lleno de información, datos genéticos de las semillas o estadísticas de los campos o del consumo. Esa información es la que ponen en juego al momento de pedir su tajada de la torta en el contexto de la producción de alimentos global. En ese marco, esos datos disputan también con los saberes populares, campesinos e indígenas, que a niveles locales producen con un criterio comunitario y de cuidado de la salud y el ambiente.
“Estamos hablando de semillas producidas de forma digital. Hay empresas como Monsanto, que eran gigantes en el plano de la química y han devenido en gigantes del manejo de datos. De esta forma pueden tener una idea de todo el sistema alimentario y orientarlo a sus intereses”, afirma Neth Daño. Para la expositora, estos sectores del lobby empresarial “esperan que, dentro de diez años, los campesinos formen parte de las plataformas digitales. Para eso necesitan políticas favorables para la extracción de datos”.
Además, denuncian que los arquitectos del FSS “han explotado su creciente influencia política y financiera dentro de las Naciones Unidas para socavar toma de decisiones multilateral y suplantarla con lo que ellos llaman ‘múltiples partes interesadas globales gobernanza’. En definitiva, se trata de una puesta en escena para impulsar su propia agenda dentro de los mecanismos de gobernanza mundial en términos de alimentación.
Seguir la agenda del FSS sancionada por las empresas daría lugar a mayores impactos negativos en soberanía alimentaria y biodiversidad agrícola en los campos de los agricultores, y erosionan rápidamente los sistemas de conocimiento que han sido desarrollados por campesinos, comunidades locales e indígenas a través de generaciones de hacer agricultura. Desde el Grupo ETC afirman que, en este momento de la profundización de la crisis climática y la biodiversidad colapso, no se puede permitir el lujo de ser engañados por corporaciones.
Medidas para direccionar la política alimentaria internacional
Los defensores del la Cumbre FSS argumentan que el sistema de alimentación “está roto”: que el crecimiento de la población y el cambio climático implican problemas para la provisión de alimentos a toda la humanidad y que -para afrontar esos conflictos- la salida es tecnológica. “Pero esta es una historia cuidadosamente construida por aquellos que se benefician de ella. Está destinada a permitir la expansión de la forma industrial de alimentos controlada por las empresas producción”, asegura el informe Desenmascarando el golpe de los Estados al Sistema Alimentario Global -elaborado en conjunto con la Fundación Rosa Luxemburgo-. El documento cuestiona términos como “agricultura de precisión», “frontera digital”, «producción positiva para la naturaleza», «clima y agricultura inteligente» , entre otras políticas claramente ligadas a un control corporativo de los procesos productivos.
La digitalización de la agricultura en todo el mundo podría borrar rápidamente los conocimientos tradicionales sobre la producción de alimentos, eliminando así soberanía alimentaria, y la independencia de agricultores, pequeños agricultores, pescadores y pueblos indígenas. Esto, a su vez, podría conducir un proceso de descalificación agrícola y agravar la migración rural urbana y los asociados problemas sociales.
En 2020, el Grupo ETC analizó tres iniciativas intergubernamentales independientes que podrían converger para cambiar radicalmente el sistema agrícola multilateral a favor de las empresas. Por un lado, la inminente celebración de la Cumbre de Sistemas Alimentarios (FSS). Por otro, la consolidación del sistema internacional de investigación agrícola en una nueva modalidad de Cgiar (Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional). El Cgiar es un consorcio de centros de estudio cuya labor es “aumentar la seguridad alimentaria, reducir la pobreza rural, mejorar la salud y la nutrición humana y asegurar un manejo sostenible de los recursos naturales”. Coordina la labor de 15 centros, en colaboración con organizaciones asociadas, institutos de investigación nacionales y regionales, la academia, el sector privado y la sociedad civil. En 2020, el control del Cgiar quedó en manos de la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF), la Fundación Rockefeller, la Fundación Syngenta, el Banco Mundial y los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido.
Un tercera táctica es la creación de de una plataforma internacional para la alimentación y la agricultura digitales (originalmente propuesta como un Consejo Digital Internacional para la alimentación y la agricultura).
El tsunami de la digitalización
Un aspecto muy cuestionado sobre la próxima cumbre es que no fue convocada por los Estados parte, sino que las empresas “se basaron en procesos de gobernanza que ya existían y, por lo tanto, se organizaron en Roma, sede de la FAO y del Comité de Seguridad Alimentaria (CSA)”.
Esto puede explicarse, para organizaciones como ETC y la Fundación Rosa Luxemburgo, en la creciente inquietud empresarial por la aceptación de las agencias con sede en Roma de la importancia de la agroecología, especialmente dentro del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial. Una segunda razón alude al deseo de abrir los sectores de la alimentación y la agricultura a los mercados de carbono y biodiversidad. Una hipótesis más potente postula qué cambios y transformaciones estructurales y de gobernanza global serán necesarios en el mundo de la alimentación y la agricultura para permitir la digitalización de los procesos productivos.
Por ejemplo, en el Norte y en los grandes mercados urbanos del Sur, los sistemas de entrega de comestibles y servicios de alimentos en línea explotaron como resultado de las restricciones de cierre impuestas debido a la pandemia de Covid19 Esto expandió rápidamente el papel de los nuevos actores del sector alimentario digital, incluidos Amazon, Alibaba, Ten Cent, Pinduoduo, FlipKart y otros, colocándolos a la cabeza del grupo de quienes se dedican a la venta y distribución de alimentos. “Estos titanes de datos, que en algunos casos también controlan los servicios en la nube para la agricultura digital, ahora están forjando alianzas y empresas conjuntas con la agroindustria, los filantrocapitalistas y el propio sistema de la ONU”, avisan desde ETC.
En el ámbito rural, en los campos y en las granjas industriales, se están produciendo rápidamente cambios similares, con vigilancia digital, plataformas de datos, drones y la llamada “inteligencia artificial” que vigila y desplaza cada vez más a los trabajadores, toman decisiones agrícolas y reemplazan el conocimiento de los agricultores, pastores y pescadores.
El nuevo plan para desarrollar la «agricultura de precisión» incluye medir el carbono del suelo y el crecimiento de las plantas a través de sensores en las granjas. También propone las llamadas soluciones agrícolas industriales «regenerativas» a través de sus plataformas agrícolas digitales (como el Climate Field View de Bayer o el «centro de operaciones» de John Deere).
En julio de 2020, Bayer -que es propietaria de Monsanto y su subsidiaria The Climate Corporation- lanzó la Bayer Carbon Initiative, que paga a los agricultores que usan su aplicación de agricultura digital si siguen fielmente sus recomendaciones (que incluyen el uso de productos de Bayer) para secuestrar carbono en sus suelos. Estos esquemas digitalizados de producción capturan saberes ancestrales y prescinden de la mano de obra en el ámbito rural. Esa es la disputa política que se juega en la próxima Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios.
“Necesitamos una cumbre diferente”
“Necesitamos un cumbre diferente”, afirman las organizaciones sociales. En esa línea, apuntan a “una cumbre genuina, que desafíe el impacto del sistema alimentario industrial sobre la alimentación, la salud, el clima y la biodiversidad; que tengan una mayor participación de campesinos, pequeños agricultores, pastores, pescadores, pueblos indígenas y productores urbanos que alimentan a la inmensa mayoría de población del planeta”. Sus aportes deben ser integrados y contribuir a dar forma a las deliberaciones del Comité de Seguridad Alimentaria de la ONU, que ya tiene asignada la tarea que pretende autoadjudicarse la Cumbre de Sistemas Alimentarios (FSS).
Desde el Grupo ETC prevén que “la Cumbre brinda la estructura, Cgiar es el sistema de entrega y el Big Data es el producto «. “Vemos estos tres procesos marchando rápidamente hacia adelante, potencialmente secuestrando los sistemas alimentarios globales, incluso mientras la pandemia pone patas arriba la vida de las personas”, alertan.
Los impulsores de la Cumbre alertan que el sistema alimentario está “roto” pero -advierten desde el Grupo ETC- no aluden a las causas de esa crisis. “Debe referirse específicamente a la cadena alimentaria industrial, esa parte del sistema alimentario mundial bajo control de intereses corporativos que depende en gran medida de insumos de combustibles fósiles y químicos, produce alimentos principalmente para el mercado comercial en países desarrollados y las clases media y alta de los países en desarrollo”, afirman.
Tal como sostiene el informe presentado, la cadena alimentaria industrial no está simplemente rota, está dañando profundamente. Usa el 75 por ciento de las tierras agrícolas del mundo, consume al menos el 80 por ciento del agua dulce y es responsable de al menos el 90 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura.
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