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Educación en América Latina: retos y avances (Audio)

América Latina / 16 de junio de 2019 / Autor: Hoy con Nosotros / Fuente: Mundo Sputnik News

Gobiernos latinoamericanos toman muy en serio el tema de educación en todos sus niveles, desde el preescolar hasta el superior. Se hacen continuos esfuerzos para aumentar su cobertura y calidad, avanzando algunos países en ese camino más que otros. Lo constataron a Radio Sputnik profesionales del sector.

Precisamente, entrevistamos a María de Ibarrola, profesora-investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México; Alejandra Mizala, directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile; y Claudia Jacinto, investigadora principal del Centro de Investigaciones Sociales del Instituto de Desarrollo Económico y Social de Argentina.Las tres reputadas especialistas atendieron a Radio Sputnik en una actividad internacional destinada a compartir experiencias en educación organizada por la Escuela Superior de Economía (HSE) de Moscú.

Fuente de la Entrevista:

https://mundo.sputniknews.com/radio_hoy_con_nosotros/201905301087446951-educacion-situacion-america-latina/

Fuente de la Imagen:

ove/mahv

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Honduras se moviliza por el derecho a la educación (Audio)

Honduras / 16 de junio de 2019 / Autor: CLADE / Fuente: Aler

En entrevista a la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), Aminta Navarro, del Foro Dakar Honduras, aborda las actividades realizadas en el contexto de la Semana de Acción Mundial por la Educación, así como los paros y marchas impulsados por los sectores médico y educativo en el país

En las últimas semanas, docentes, médicas y médicos de Honduras han realizado protestas contra decretos que perjudican estas carreras y para defender el derecho a la educación y a la salud pública. En este contexto, se celebró en el país la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), instando por políticas públicas participativas que garanticen una educación inclusiva y con presupuesto digno.

Para comprender la situación hondureña y conocer los motivos de las movilizaciones en el país, dialogamos con Aminta Navarro, del Foro Dakar Honduras, miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE).

Lee la entrevista completa:

¿Cuáles son los principales desafíos para la realización del derecho humano a la educación en Honduras actualmente?

Nos encontramos en una situación de conflicto entre el sector educativo y los poderes Ejecutivo y Legislativo. Las y los docentes consideran que las nuevas leyes que se han creado, como decretos ejecutivos, afectan la estabilidad laboral del magisterio en el país.

Así, desde finales de abril, profesoras, profesores  y estudiantes, así como la clase médica, se vienen sumando a paros con el objetivo de presionar para que dichos decretos sean abolidos. Se lucha por el respeto a la relación y a la estabilidad laboral, tanto de docentes como de las médicas y los médicos.

En este contexto, también se ve afectado el derecho humano a la educación, pues como forma de presión han entrado en paro las clases en los centros educativos. Sin embargo, esto pasa justamente porque hay poca apertura de los poderes Legislativo y Ejecutivo para escuchar las reivindicaciones y planteamientos de docentes, médicas y médicos.

En este marco, ¿cuáles son las principales demandas del Foro Dakar Honduras, para que se pueda realizar el derecho a la educación de todas las personas?

Una educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva es nuestra principal demanda. Es uno de los principios por los cuales nació el Foro Dakar Honduras, y continuaremos luchando por este tema.

Otra de nuestras demandas es una política educativa inclusiva. Estamos en diálogo con todas las organizaciones que forman parte del Foro, para elaborar una propuesta de política de educación inclusiva, que sea llevada al Congreso Nacional para aprobación.

Demandamos una infraestructura educativa que considere a la población con diferentes discapacidades. Además, instamos por el aumento de los presupuestos para la educación, a nivel global, pero también por presupuestos especiales y dirigidos a garantizar los derechos de las personas con discapacidad o en situaciones extremas de vulnerabilidad.

¿Qué actividades se han impulsado en Honduras para la SAME 2019, y cuáles son las próximas acciones planeadas en este marco?

Del 24 al 30 de abril, el Foro Dakar Honduras, en conjunto con sus organizaciones miembro que trabajan el tema de la inclusión, realizó diferentes actividades. Entre ellas, foros públicos en universidades y escuelas rurales. En dichos encuentros, tuvimos la presencia de la vice-Ministra de la Inclusión Social, y de profesoras de educación básica que trabajan en barrios de Tegucigalpa y pudieron evidenciar la falta de datos estadísticos sobre la población con alguna discapacidad que está en el sistema educativo público.

En estos debates, se han planteado las dificultades del sistema para incluir a la población que vive en situaciones de vulnerabilidad, ya sea porque tienen alguna discapacidad, por su situación de pobreza o porque viven en zonas rurales.

En alianza con nuestras organizaciones miembro, formulamos una solicitud al Estado de Honduras, destacando la importancia de temas como la inclusión y la financiación educativa para los sectores más vulnerables, como las niñas, niños y jóvenes que dejan sus estudios por la pobreza o porque son migrantes. Otro punto que subrayamos es la importancia de no emitir decretos que van en contra de los derechos de docentes y que fomentan la no transparencia en el sector educativo.

Los dos decretos que llevaron a las manifestaciones actuales son decretos de emergencia, y autorizan la destitución de personal, tanto en la educación como en la salud. También facultan la realización de compras sin adoptar los procedimientos previstos para estas adquisiciones por el poder público.

Desde 2015, cuando se adoptó el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4, referido a la educación, del cual el Estado de Honduras es signatario, ¿hubo avances para la educación en Honduras en términos legislativos, de prácticas y políticas?

Sí, hubo avances. El Estado hondureño ha formulado el Plan Estratégico del Sector Educación 2018-2030 (PESE), en el cual se establecen los diferentes lineamientos para este campo hasta el 2030. También se firmó un Memorando de Entendimiento con la Alianza Mundial por la Educación (AME).

Tenemos el reto de la financiación educativa en el país. Los recursos que se han gestionado no son suficientes para hacer cumplir el PESE. Otro reto es la falta de claridad sobre quién será responsable por la conducción del Plan.

Por otro lado, existe el nuevo conflicto que se presenta entre el gobierno y docentes, médicas y médicos. Es algo reciente, pero que está paralizando algunas actividades importantes, como la docencia en los centros educativos, lo que hace que las políticas anden más lentamente.

Sin embargo, el Consejo Nacional de Educación, que es la instancia máxima de toma de decisiones sobre la educación en el país, ha formulado una serie de políticas públicas que están siendo socializadas y discutidas. Ellas abordan la formación docente, la infraestructura educativa y lineamientos para la educación y la financiación. Podemos decir que hay avances y propuestas sobre la mesa para discutir los retos. El Foro Dakar participa en estos espacios de diálogo, presentando sus observaciones políticas.

 

 

Fuente de la Entrevista:

https://aler.org/index.php/node/5895

ove/mahv

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Valeska Céspedes: «La escuela no es (sólo) la sala de clases»

 

La escuela tradicional, masiva, industrializada, reproductora, está exhausta. Algo que está exhausto es algo que está “vacío de fuerzas”. La función pedagógica de esta escuela y el sistema educativo que lo sostiene está muy debilitada y sobrevive, con tedio y desesperanza, porque sus funciones son otras: disciplina, control social, reproducción, selección, creación de mercados educacionales, etc. Pero siempre la escuela ha estado exhausta y siempre ha generado insatisfacciones e insatisfechos. Desde el principio de los tiempos alguien pensaba que tenía algo que decir y se reunía a hablar con otros fuera de la doxa y extramuros. O al revés: unos cuantos inquietos buscaba alguien que consideraban que tenían algo que decirles. La escuela no siempre ha sido como es ahora y, por lo tanto, no tiene porqué seguir siendo como es: “la eternidad y pretendida universalidad de la escuela” es una ilusión.

ValeskaEn Limache, Región de Valparaíso, tierra fecunda pero amenazada por la falta de agua como muchas otras tantas regiones chilenas y el mundo, conversamos con Valeska Céspedes, profesora y Directora de la Escuela Libre y Ecológica Kimün, que nace en el interior, físico, ideológico y valórico de la experiencia comunitaria de “Bello Barrio”.

Bello Barrio es una comunidad originada desde un comité de vivienda en Altos de San Roque producto de una toma de terreno. Este grupo, muy diverso internamente, se organiza y decide desarrollar un proyecto habitacional de forma autónoma, sin el Estado. El grupo se planteó ser una comunidad abierta y tener una relación activa con el entorno, en este caso, el barrio de La Paloma de Limache.

La entrevista se ha hecho en dos tiempos, con un año y medio de diferencia. Le hemos entregado la primera parte y le pedimos a Valeska que reflexione sobre lo que ha pasado en este período y agregue sus comentarios.

Cuéntanos acerca de la experiencia de la escuela… 

Venimos de la experiencia de la Educación Popular, y Kimün es un proyecto de Escuela Ecológica y Comunitaria, con un enfoque pedagógico centrado en la Educación Social y el Aprender Haciendo. Tiene como propósito co-construir el aprendizaje desde el juego, la investigación y la acción, con metodologías participativas: trabajo grupal, talleres, proyectos y tutorías. Promovemos valores como la inclusión, el respeto y el cooperativismo, re-significando el mundo y el entorno local. Kimün, actualmente, es una experiencia que depende del Centro Cultural y Educacional Kimün, en donde participan vecinos y vecinas del sector La Paloma, territorio en el que está inserta la Escuela. Actualmente, recibimos aportes voluntarios de vecinos del sector y de las familias de niños, niñas y jóvenes que participan en Kimün; por lo que se requiere buscar otros financiamientos para desarrollar en su totalidad el proyecto. Estamos levantando redes de cooperantes para construir nuestra nueva escuela en un espacio que nos cede la comunidad Bello Barrio.

¿Cómo se relaciona la escuela con Bello Barrio?

Bello Barrio nace de una toma ilegal de terreno donde un grupo de pobladores se organiza, educa y resuelve el problema de la casa propia de manera colectiva. El Comité de Vivienda se organizó y reflexionó acerca de las posibilidades de un proyecto habitacional distinto y hubo una fuerte experiencia de educación popular acerca de cómo quería vivir. Hoy es esta organización, comunitaria y sin fines de lucro, la que permite desarrollar el sueño de una escuela en otro espacio, ahora en la comuna de Limache. Aquí este grupo de pobladores decide compartirlo con otros vecinos y vecinas del sector, para construir un espacio educativo.

¿Y con Limache?

Esta escuela le pertenece al territorio de Limache. No recibimos apoyo del Estado y tampoco somos una escuela particular; dependemos jurídicamente del Centro Cultural Educacional Kimün, formado por un grupo de vecinas y vecinos del sector La Paloma. Buscamos que los niños, niñas, jóvenes, vecinos, padres y educadores construyan y resignifiquen sus saberes desde la práctica educativa; desde la organización, el teatro, la lectura, lo audiovisual, la alfabetización consciente, la pedagogía del territorio, el juego, el arte, la cultura, los oficios, el trabajo grupal, caminatas y diversas estrategias que permiten hacer este sueño realidad. 

¿Qué significa Kimün?

Kimün es una palabra en mapudungun que tiene que ver con la sabiduría que proviene de la tierra, Pero que también proviene de la experiencia humana en general. Queremos lograr que los niños y niñas puedan descubrirla, interpretarla y recrearla. Porque hay tradiciones y experiencias que se han abandonado y tenemos que recuperarlas.

¿Cómo definirías este proyecto? 

Somos una escuela que centra su proceso de aprendizaje en el ser y el hacer. Respondemos a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes, con ejes centrados en el respeto al medio ambiente, desarrollo sustentable y en las artes. Buscamos entender la escuela desde el territorio, la co-construcción de identidad, en donde no existe la discriminación, ni está en la organización el concepto de cobro por servicios. Esto se financia con el aporte consiente de los apoderados. Porque los proyectos que hoy en día existen, como Waldorf o algunas escuelas libres, son de alto costo y, por lo tanto, generan selección de los niños y niñas. Este es un proyecto nuevo y estamos reflexionando cada día sobre nuestra práctica, estamos preguntado a los niños, niñas, educadores y vecinos sobre el sentido de la práctica educativa. ¿Cómo vamos? Revisamos nuestro material, analizando nuestra forma de trabajar cotidianamente.

¿Cuál es el tipo de escuela que tienen en mente?

Estamos promoviendo como comunidad otro tipo de relaciones y uno de los principios compartido es que la escuela no puede ser sólo el aula, tiene que ser al aire libre, tienen que ser las plantas, los árboles, los animales, las personas, las familias, los vecinos, las otras escuelas, los conflictos sociales y ambientales; es decir, abrirnos al territorio. Apostamos por la educación de adultos y niños, niñas y jóvenes porque entendemos que es nuestra bio-política y la mejor forma de desarrollar educación para el desarrollo sustentable con seres humanos sujetos de derechos y transformadores de su devenir histórico.

¿Y en relación al espacio físico de la escuela?

Tenía que ser un espacio donde los niños y niñas pudieran construir su aprendizaje de manera significativa, pero esto no es algo que se nos ocurrió a nosotros. Comenzamos a leer un libro de una joven historiadora, Leonora Reyes, titulado “La escuela en nuestras manos”, que relataba experiencias educativas de la Asociación General de Profesores y de la Federación Obrera de Chile a principio del siglo veinte. Desde hace mucho tiempo hay intenciones de generar algo distinto y los primeros que incursionaron en esto fueron el artesanado y las mutuales para poder construir una educación distinta a partir de la auto-educación. Y eso tiene pleno sentido con el Chile de hoy. Ellos también pensaban que la escuela tenía que estar en el espacio de la naturaleza, en el espacio libre y no en un aula. Hoy estamos en un proceso de construcción de la nueva escuela pensada desde esa mirada, eso gracias a la comunidad de Bello Barrio quién nos cede un espacio propio para avanzar en este proyecto educativo.Escuela2

¿Cuál es la visión y la relación que tienen con el sistema institucional de enseñanza formal?

Si bien creemos que es importante que los niños y niñas validen sus conocimientos ante la institucionalidad, el modelo que tenemos en Chile de aprendizaje es un modelo que no permite en su totalidad el desarrollo humano de los educandos. Nuestra intención es ser facilitadoras/es del desarrollo de niños y niñas conscientes de su entorno físico, social y con relaciones humanas de calidad centradas en nuestros principios éticos. Hay muchas experiencias educativas y hoy por hoy la gente se está atreviendo a salir del sistema formal que es lo que nosotros no queremos para nuestros niños: reproducción de los conocimientos, chicos que no tienen la posibilidad de tener un espíritu crítico o de generar una opinión, que no pueden construir colectivamente, con problemas emocionales, ansiedad, estrés, que no conocen el trabajo en equipo, que no conocen su entorno o los lugares donde viven. Porque la escuela tradicional es muy competitiva y, por lo tanto, la frustración de los chicos es muy alta y preocupante. Los padres y madres que se han acercado a esta experiencia están buscado inclusión y respeto hacia sus ritmos de aprendizajes: que sus hijos puedan motivarse con la idea de aprender, y que no sea una imposición, construir con otros y no competir, trabajar en equipo, aprender jugando, haciendo, experimentando, reflexionando y problematizando; por lo tanto, les hace sentido el proyecto que nosotros estábamos pensando.

Y en concreto, ¿cuál es la relación que tienen con el currículo formal?

Nosotros trabajamos a través de proyectos. Cada día tenemos talleres estratégicos donde trabajamos contenidos del currículo propio que hemos definido como equipo pedagógico y el currículum que proviene del Estado. Son los niños y las niñas, junto a los educadores, quienes deciden cuales son los temas y objetivos que desean aprender, por lo que el trabajo grupal es fundamental para los aprendizajes. Nosotros entendemos de todas formas que algunos padres quieren certificar a sus hijos de manera anual o cada cuatro años mediante los exámenes libres. Los padres inscriben a los niños en el Ministerio y nosotros los preparamos. Con eso evitamos someterlos a un proceso de evaluación con notas que para ellos es fuerte y promueve la competencia y frustraciones también.Escuela3

¿Eso significa, no obstante, que el sistema formal les da la estructura a ustedes?

No necesariamente. Porque estos son los aprendizajes mínimos esperados por el Estado. Y cuando los padres vienen acá nos preguntan si los niños van a estar preparados para rendir el examen. Claro que van a estar preparados. Pero para nosotros lo importante es que los niños no sólo están aprendiendo los contenidos esperados por el Estado -o incluso por los padres- sino mucho más, y eso lo pueden hacer haciendo cine, una obra de teatro, bailando, cantando, jugando, caminando, observando el territorio, reconstruyendo el saber popular y la historia y prácticas de las comunidades.

¿Hay una transformación, una traducción del currículo?

Hay una transformación, hay una bajada de los contenidos del proyecto, de los aprendizajes esperados a lo cotidiano, a lo real para que puedan desarrollar la lógica y el pensamiento crítico. En el sistema formal los niños tienen una producción individual y los aprendizajes son a través de un libro escolar que no tiene relación con lo que viven cotidianamente. Este es, por ejemplo, un libro de lenguaje de primero básico, y para enseñar las vocales, la a, por ejemplo, trabajan mostrando dibujos como la araña. Nosotros no necesitamos el libro, porque la araña está acá. En la medida que ellos vayan re-significando el mundo, la historia de las comunidades o su propia historia personal, o construyendo o reconstruyendo su vocabulario, ellos también van aprendiendo a escribir; para eso contamos con un taller estratégico de Alfabetización Consciente.

¿Y desde el punto de vista metodológico? 

Nuestro proyecto incluye talleres que se desarrollan de forma diaria. Son actividades pensadas por los niños y desde los niños. Piensan, por ejemplo, un ciclo de cine y van haciendo todo el proceso hasta llegar a los afiches: buscan la película, diseñan invitaciones, invitan a sus vecinos y generan toda la infraestructura. En la pedagogía freiriana el aprendizaje se hace de manera colectiva. Se realiza en la relación con el espacio, con la vida, con lo cotidiano. El conocer el mundo no puede ser sólo desde un libro o sólo desde una sala de clases, sino que los niños tienen que reconocerse en el espacio, reconocerse entre ellos, tienen que generar una identidad, tienen que compartir, tienen que co-construir el conocimiento.

¿Me puedes dar un ejemplo didáctico concreto?

Por ejemplo, todos los días desarrollamos una lectura comprensiva continua. Podemos leer todo el texto, o una parte, pero lo importante es que podamos ir jugando con él.  Si no entendemos una palabra vamos a buscar su significado. Es una lectura colectiva. La comprensión del texto se da en la medida que ellos van participando dentro de la lectura. Es, por eso, una lectura activa. Por lo tanto, no nos interesa tanto que ellos aprendan a escribir, sino que aprendan a pensar. Y a medida que realizan esto van reconociendo y aprendiendo algunas palabras y letras.

Y la relación con los padres, ¿cómo se da?

Nuestro proyecto incluye mucha participación de los padres y madres. Están acá conversando, apoyando. Por ejemplo, una de las madres viene hoy a hacer la lectura del cuento.  Y ellos también están reconociendo cuáles son los ritmos de los niños. Es decir, puede que estemos desarrollando una lectura y a uno no le interese la lectura, pero puede estar desarrollando otro tipo de actividad que también lo va a motivar y ayudar a desarrollar el lenguaje. Nosotros entendemos que los niños tienen sus propios ritmos, y de eso el sistema formal no se hace cargo. Puede haber niños que aprendan a leer este año y otros lo hagan el próximo. Por eso es importante la comunicación con los padres. Cada cierto tiempo tenemos una reunión con ellos donde planteamos las actividades del proyecto y ellos exponen sus tiempos y sus formas de colaboración.

Escuela4Los padres quieren las dos cosas a la vez: la educación alternativa, pero también, asegurarse de que el niño va a avanzar en el sistema formal. ¿Es así? 

Cuando los niños llegan acá los padres saben que tiene dos alternativas: hacer los exámenes anuales o cada cuatro años. El currículo del Estado repite casi los mismos conocimientos hasta Cuarto Básico, va profundizando en algunos temas anuales, pero en la misma lógica. En matemáticas, por ejemplo, van apareciendo nuevas operaciones, se van generando algunas dificultades. Pero eso no significa que tengamos que tratar con cada niño una cosa distinta. Trabajamos en forma colectiva porque entendemos que los niños más pequeños van a ir aprendiendo de los grandes. Tenemos niños de tres años que están trabajando con temas de niños de primero o, incluso, de segundo o tercero básico. Por lo tanto, cuando estén en los niveles correspondientes, van a poder responder adecuadamente. Actualmente los padres entienden que los niños y niñas deben avanzar en el desarrollo de habilidades sociales y humanas, antes que en el currículo del Estado centrado en la acumulación de conocimientos.

¿Cómo es la apertura hacia el exterior de la comunidad?

Cuando llegamos acá nuestra primera tarea fue vincularnos con nuestros vecinos y logramos realizar un trabajo muy fuerte con ellos participando de todas las actividades comunitarias que se realizan en el barrio. Hemos intervenido pasajes con cine para los niños en un trabajo cooperativo con los adultos. Por lo tanto, somos reconocidos por nuestros vecinos como personas activas en la comunidad en lo social y en lo educativo. Tenemos un buen diálogo con las instituciones de la comunidad. Sostenemos un principio de mutuo respeto porque somos ahijados en este lugar. La gente acá son comuneros, son originarios de acá y, por lo tanto, la mayoría tiene vínculos familiares. Somos vecinos nuevos, pero tenemos una muy buena acogida y un signo de eso es la participación en nuestros talleres de gente del entorno. Por ejemplo, una persona que es cocinera participa en un taller de cocina con nosotros. Todo el trabajo de la escuela está vinculado con el territorio: el aprendizaje se realiza en las calles, en los espacios públicos, con la gente del barrio. Por lo tanto, la escuela no está encerrada dentro de una comunidad, le pertenece a todo aquellos que quieran vincularse con este espacio. Nosotros creemos que es posible hacer una pedagogía del territorio.

Abunda, por favor, en este concepto…

Significa que podemos aprender del espacio territorial. Que podemos darnos cuenta de unas relaciones sociales de producción y de una cultura que se están gestando día a día y que no están siendo consideradas ni por la academia ni por las escuelas. Los niños y niñas acá hacen mucho trabajo de investigación, de campo. Ahora estamos reconociendo este espacio y después empezarán las salidas fuera de la comunidad: recorrer las calles, reconocer a los vecinos, reconocer las actividades productivas que desarrollan, los quehaceres del mundo juvenil, o de las mujeres de este lugar. Reconocer cómo el modelo económico impacta en los habitantes de esta localidad. Porque los textos están pensando siempre en lo regional, en lo nacional, en lo global, pero se pierde lo local, la identidad cercana. Nuestra apuesta es que junto con los niños podamos ir construyendo desde la mirada de ellos esta identidad que reconoce las tradiciones de este lugar, de lo que significa vivir en lo rural y en lo urbano y como se van gestando los vínculos.

¿Cómo se organiza el día?

En las mañanas tenemos una ceremonia de inicio donde reconocemos los puntos cardinales, saludamos al sol que nace de la cordillera y se esconde en el mar. Las mañanas son más ceremoniales donde cada niño presenta un objeto que quiere mostrar a los demás. Luego viene la lectura que es sagrada. Un cuento, una fábula, o una noticia. Se lee, se reflexiona, se trabaja y después viene el juego libre que también es muy importante, porque ahí ellos generan los vínculos, se relacionan, se encuentran, inventan, crean. Luego viene la experiencia central del día donde se desarrollan actividades bien concretas. Trabajan, hacen cosas, fabrican. Hoy prepararon aguas de hierbas, ensaladas con las cosas que hay en la huerta, desmalezaron. En el currículum los niños tienen que ver el tema de las raíces. Los chicos aquí las están viendo directamente.

¿Cuáles son para ti los peligros más grandes para este proyecto?

Quizás no responder a las expectativas que tengan los padres que es que sus hijos sean felices. Los padres quieren que sus hijos puedan socializar, aprender a estar con otros, que sientan gusto por estudiar, por leer…Que vengan a la escuela y que lo pasen bien. Los apoderados que tenemos son jóvenes, tienen menos respeto de la institucionalidad y tienen menos miedo que otras generaciones a que sus hijos no estén en el sistema formal. Son padres que están muy cerca de sus hijos. Otra amenaza es que no lleguemos a niños de escuelas públicas vulnerados. Hay una cultura muy machista que no permite que niños de estos sectores se acerque a un proyecto de este tipo. Las madres son más receptivas que los padres a propuestas como esta. Pero pensamos que este es un proceso que estamos iniciando y que cada año llegaremos a más niños.

Fuente: https://diariolaquinta.cl/2018/11/20/entrevista-la-escuela-no-es-solo-la-sala-de-clases-por-adolfo-estrella/

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Barrett J. Taylor y Brendan Cantwell conversan sobre su nuevo libro: «Educación superior desigual: riqueza, estado y oportunidad estudiantil»

Por Scott Jaschik

Las grandes brechas separan los que tienen y los que no tienen en la educación superior estadounidense, ya se trate de estudiantes, instructores o instituciones. Un nuevo libro, Educación superior desigual: riqueza, estado y oportunidad estudiantil (Rutgers University Press), se centra en estas brechas y su impacto en los estudiantes.

Los autores son Barrett J. Taylor, profesor asociado de educación superior en la Universidad del Norte de Texas; y Brendan Cantwell, profesor asociado de educación superior, para adultos y de toda la vida en la Universidad Estatal de Michigan. Ellos respondieron vía correo electrónico a preguntas sobre su libro.

P: ¿Cuáles ve usted como las principales inequidades en la educación superior estadounidense?

UNA: La mayor desigualdad en un sentido absoluto es la distancia entre lo que llamamos universidades privadas «super elite» y colegios y universidades «vulnerables» que dependen de la matrícula, la mayoría de las cuales también son privadas. Si bien los lugares de élite pueden cambiar los altos precios de la matrícula, gastan aún más generosamente. Esto significa que los estudiantes en las instituciones de la élite disfrutan de un gran subsidio sin importar lo que estén pagando. Y el valor social que se disfruta de la señal de asistir a Harvard o la Universidad de Stanford es enorme. Los recursos materiales y las prácticas culturales están estrechamente vinculados. Por el contrario, en los colegios y universidades vulnerables, los estudiantes reciben un pequeño subsidio y, a veces, ningún subsidio. Esto significa que pocos recursos se dedican a la educación de los estudiantes. Además, debido a que estos campus tienden a no ser selectivos, ofrecen poca distinción social.

Dicho esto, creemos que la desigualdad más importante es la brecha entre donde solían estar los colegios y universidades públicas no selectivas más pequeñas y dónde están ahora. Al comienzo de nuestro análisis, prácticamente ninguna institución pública se clasificaba como vulnerable. Al final de nuestro período de estudio, docenas de instituciones públicas se habían vuelto vulnerables. Para los estudiantes de estas instituciones, la matrícula aumentó considerablemente y los subsidios se redujeron drásticamente. Estos campus tienden a inscribir estudiantes negros y nativos, así como estudiantes de bajos ingresos, a tasas más altas que otras instituciones. Cuando estas instituciones sufren, también lo hacen los estudiantes a quienes sirven. La ampliación de las desigualdades entre las instituciones públicas es, por lo tanto, especialmente preocupante para quienes estamos interesados ​​en las desigualdades entre individuos y comunidades.

P: En el último año, mucha atención se ha centrado en la riqueza de las universidades más ricas: piense en el impuesto de donación o en el regalo a la Universidad Johns Hopkins. ¿Es parte de la solución a los problemas que usted identifica restringir o gravar con impuestos los fondos que se destinan a las universidades más ricas o que están en su poder?

UNA:Como veremos a continuación, pensamos que la reinversión dirigida de los estados a instituciones que atienden a un grupo de estudiantes con diversidad racial es el mejor enfoque para aliviar la desigualdad. Dicho esto, estamos de acuerdo en que incentivar a los donantes privados para que apoyen a las instituciones cuyos presupuestos, activos y operaciones se parecen más a las organizaciones benéficas también es una buena idea. En este momento, tanto los fondos públicos como los privados fluyen de manera desproporcionada hacia instituciones que ya cuentan con la mayor cantidad de recursos. Gravar las donaciones más grandes o limitar el tamaño de las donaciones individuales exentas de impuestos se ha flotado como una solución política para este problema. Pero nadie se beneficia si hay menos recursos para la educación superior. La restricción de una mayor acumulación por parte de las instituciones más ricas solo ayuda si los fondos luego fluyen a instituciones que cumplen sus misiones pero que están limitadas por recursos. Por supuesto, El diablo está en los detalles. Nuestro hábito nacional en la educación superior ha sido hacer a los ricos más ricos y más exclusivos. Romper ese hábito es un trabajo duro.

P: Su libro señala que los estados financian porciones más pequeñas de los presupuestos de las universidades públicas de lo que alguna vez fue la norma. Usted sugiere que esto se invierta. Pero, ¿sientes alguna voluntad entre el público para hacerlo?

A: Esta es una pregunta difícil. Existe un amplio acuerdo público de que la matrícula en colegios y universidades públicas es demasiado alta. Una forma de reducir la matrícula es reinvertir los dólares públicos en la educación superior. Sin embargo, según una encuesta realizada por American Public Media y el Informe Hechinger, un gran número de ciudadanos desconoce que los gobiernos estatales ahora contribuyen menos a la educación superior de lo que alguna vez lo hicieron. En contraste, la mayoría de las personas son conscientes del aumento de los precios de matrícula. En este contexto, muchas personas dudan de que las universidades necesiten más.

Otro problema es que aumentar los ingresos a través de los impuestos es una venta políticamente difícil, especialmente para los votantes que favorecen a un Partido Republicano que se ha vuelto abiertamente hostil al uso de los impuestos para brindar servicios públicos. Pew y otras organizaciones han demostrado que la confianza pública en la educación superior ha disminuido, especialmente entre los republicanos, aunque las personas ven el beneficio de la educación superior para ellos y para su comunidad.

Argumentamos que la mejor manera de generar la voluntad política para la reinversión es argumentar que la educación superior es buena no solo para las personas que se gradúan, sino también para el público en general. En este momento, la educación superior se entiende de manera transaccional: la gente va a la universidad para obtener un trabajo y necesita un buen ROI para que valga la pena. No negamos que los resultados de la fuerza laboral son importantes. Sin embargo, una vez que los individuos han extraído esos beneficios para sí mismos, es difícil convencerlos de que reinviertan en un sistema que apoye a otras personas con las que podrían competir por empleos. Sin embargo, la desinversión perjudica a todos los miembros de la próxima generación. Concebir la educación superior como algo que beneficia al público en general podría proporcionar una base más segura para la reinversión. Nuestro pensamiento está influenciado por personas como Danielle Allen y David Labaree, quienes identifican el valor cívico e intrínseco de la educación superior. Para hacer este caso, los colegios y universidades deben hacer un mejor trabajo de participación con el público, explicando lo que hacen y por qué es importante. Simultáneamente, las voces poderosas, incluidas las grandes fundaciones y los actores políticos, deben hacer declaraciones sin pedir disculpas por los beneficios de la educación superior. Estos beneficios son sociales, cívicos y culturales, así como individuales y económicos.

P: Muchos de los buques insignia públicos han respondido a estas tendencias mediante la recaudación de fondos privados y la admisión de más estudiantes fuera del estado. ¿Cómo exacerba esto las desigualdades de las que escribes?

UNA:Hay un par de maneras de pensar en el comportamiento de búsqueda de ingresos por parte de las universidades públicas más visibles. Una es que estas instituciones han abandonado sus misiones públicas y no atienden adecuadamente a los estudiantes de sus estados. Otra es que los estados han dado la espalda a las universidades y, para mantener una alta calidad, los buques insignia tienen que buscar ingresos. Ambas explicaciones tienen una parte de la verdad. Ambos también exponen los efectos perniciosos de la competencia en la educación superior. En nuestra forma de pensar, la desinversión del estado incitó a los administradores del campus a generar ingresos de otras maneras, principalmente a través de la matrícula, y luego los administradores adquirieron el gusto por los ingresos sin restricciones y necesitaron cada vez más para mantenerse al día con sus compañeros aspirantes. Pero esto es solo nuestra suposición y requiere evidencia adicional más allá de lo que suministramos enEducación superior desigual . Lo que podemos demostrar es que los buques insignia públicos nunca estuvieron cerca de competir con las universidades privadas de élite, aunque la competencia por los ingresos de matrícula amplió las brechas entre los buques insignia y otras instituciones públicas.

P: Las universidades que matriculan a la mayor proporción de estudiantes de bajos ingresos reciben menos atención y dinero que otras instituciones. ¿Qué se puede hacer para revertir eso?

UNA:La respuesta convencional es que todos nosotros, aquellos en educación superior y los medios de comunicación de la industria, pongamos fin a nuestra obsesión con los exclusivos privados y las banderas públicas, y empecemos a destacar las contribuciones de otros tipos institucionales. Pero creemos que es solo un punto de partida. Nuestro análisis sugiere que lo que realmente importa es romper el ciclo de la competencia. Nuestro enfoque preferido consistiría en responsabilizar a los estados por la reinversión dirigida en las instituciones de amplio acceso que inscriben a un gran número de estudiantes desatendidos, al tiempo que responsabilizan a las intuiciones de la adhesión a la misión, lo que en la mayoría de los casos implicaría un enfoque renovado en la educación y aumentos dramáticos en el aumento de matrículas. La compensación básica es una financiación más confiable a cambio de algo menos autonomía, Aunque vemos la libertad académica y la independencia política en la enseñanza y la investigación como una línea roja. Es cierto que este es un marco general, no un camino detallado para la implementación. Pensamos que es apropiado dado que los problemas de la educación superior pública son a menudo sociales y políticos (¿qué tipo de sistema queremos?) En lugar de técnicos (¿cómo lo creamos?). Las metas y los valores importan.

P: El público parece indignado por el escándalo de admisiones, que muestra cuántas ventajas (incluso ilegales) tienen las familias ricas. ¿Crees que este furor llevará a un cambio real?

R: Probablemente no. La indignación por el escándalo de admisión es comprensible, especialmente cuando los ricos y poderosos parecen tener un sentido de derecho absoluto y desdén total para el resto de nosotros. Y el escándalo se adapta bien a una amplia gama de antecedentes políticos. Si usted es un populista de derecha, es un ejemplo de las élites costeras que manipulan el sistema. Si usted es un centrista orientado tecnocráticamente, es un ejemplo de un sistema de admisión roto. Si eres un progresista, es un ejemplo de los privilegiados que explotan las trampas de la meritocracia para consolidar su ventaja. Cada una de estas posiciones hace una afirmación acerca de cómo racionar algunos asientos altamente deseables que son inalcanzables para la gran mayoría de los estudiantes. Los análisis que presentamos en Educación Superior Desigual.Sugiera que esos tres enfoques no conducen a un cambio significativo. Creemos que es más sencillo, más justo y más adecuado a las necesidades de una creciente población de estudiantes que van a la universidad, aumentar el número de asientos deseables al reinvertir en las instituciones cuyas puertas ya están abiertas para casi todos los estudiantes en el país.

Fuente: https://www.insidehighered.com/news/2019/06/12/authors-discuss-new-book-inequities-american-higher-education

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El documental “La escuela contra el margen” : La educación pública como modelo contra la discriminación

El documental “La escuela contra el margen” revela cómo un grupo de alumnos de una secundaria de Villa Lugano se sobrepone a diversos tipos de violencia y maltrato.

Pensamientos, miradas y dedos que acusan. Burlas, críticas y miedo. Lo establecido como normal y anormal, esos estereotipos que rigen tantas vidas. ¿Se puede salir de esas reglas sociales? Diego Carabelli y Lisandro González rompen con los estereotipos en el documental “La escuela contra el margen”.

Este documental revela el día a día de los chicos en una secundaria de Villa Lugano. El film muestra la vida de cada alumno, la relación que entablan y cómo el grupo unido sigue adelante a pesar de las diferencias para terminar un proyecto. También deja testimonio de los diferentes tipos de violencia que sufren todos los días, incluyendo el acoso policial.

Diego Carabelli habló con Tiempo sobre “La escuela contra el margen”.

-¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

-Surgió a partir de varios factores que se juntaron. Yo había trabajado con Lisandro en el documental “Errantes” (2012) que tiene que ver con una cooperativa de viviendas en una fábrica tomada en la paternal y esa misma con una cuestión de presión de los vecinos y políticas se tuvieron que ir. Tuvieron un lugar en Mataderos, pero el desalojo se apuró y tuvieron que ir a Lugano. Ahí vimos toda una situación de desigualdad, discriminación y problemáticas que se hicieron muy visibles en el 2010, con la toma del Parque Iberoamericano. Ahí también se expuso de una manera muy fuerte el déficit habitacional que había en esa zona. También hubo toda una situación de represión policial y del otro lado vecinos que también fueron a sacar en forma violenta lo que fue la toma, con el saldo de tres personas muertas. Esas dos cosas que tenían que ver entre sí, con la película anterior y lo que pasó, nos hizo querer a volver a trabajar con la problemática que se había expuesto de la manera más fuerte con la toma del parque. Justo la escuela donde se hace la película está a un par de metros del parque, donde nosotros somos docentes.

-¿Qué significó hacer esta película?

-Fue un trabajo muy largo. Nos costó un año filmar todo el proceso del taller, más el equipo reducido qué grababa en el aula donde éramos cuatro camarógrafos y sólo teníamos dos cámaras. Al final teníamos un material de 90 horas donde la edición también fue muy extenso para poder ir puliendo y ver de qué cosas quedaban adentro y afuera, porque la forma siempre fue la misma: era mostrar el inicio y el final del taller y teníamos que ver qué cosas contar. Hay cómo una comunidad que trabaja junta para sostener el ese espacio que tiene que ver con el desarrollo de los chicos. Por el otro lado es valorar el rol de los jóvenes, tanto como los actores que tienen una voz. También cómo viven porque acá entra el rol de los estereotipos donde en Lugano o barrios más marginado y vulnerables, en general los que viven ahí se los considera peligrosos. Viene de la cuestión que voy a tal lugar y es peligroso. Nosotros queremos mostrar que no es así.

–Es cómo qué la película quiere romper el estereotipo qué está instalado.

–Claro porque ahí justo en la película los chicos dicen que por tener una gorra y un conjunto deportivo ya piensan que es un chorro. Además lo viven todos los días, cuando caminan por el barrio tiene a la policía cerca y ellos los detienen por cómo van vestidos, por su color de piel y cuando salen del barrio es peor y se nota mucho, no solo la policía sino también con la gente. Por ejemplo: nos pasa muchas veces cuando hacemos salidas de la escuela y vamos a otros lugares o barrios a que los chicos hagan practicas de cine y pasa que la gente se preocupa un poco o tienen miedo cuando ven que ellos llegan. Eso queríamos romper o ir en contra de esa mirada, de esos discursos hegemónicos del lugar donde exponen los chicos y la escuela pública.

–¿Cómo eligieron el elenco?

–A Florencia no fue difícil porque la conocíamos hace muchos años, conocíamos su trabajo como docente en “jóvenes y memorias” porque lo que hacía ahí era recibir los trabajos que hacían los chicos de otras escuelas, trabajar con todo lo que tiene que ver con derechos humanos, con muchos adolescentes y por tener una mente muy abierta y muchas propuestas interesantes para trabajar. En cambio, con los chicos de la escuela no los conocíamos por lo qué fuimos hablar con el director para saber el curso, el día a día y cantidad de chicos. Ahí nosotros pensamos en dos opciones: hacer con un grupo pequeño o un curso de 30 chicos. Pero al final lo que nos pareció interesante fue mostrar la realidad de un curso real de 30 alumnos de una escuela, no un grupo seleccionado.

–¿El proyecto “jóvenes y memorias” surgió de casualidad o estaba armado?

–Fue de casualidad porque durante la grabación de la película teníamos en mente que el taller sea solo de fotografía. Pero mientras Flor trabajaba con los chicos con el mapeo del barrio, fue lo que cobró más fuerza. No estaba planeado de que vayan a “jóvenes y memorias”, pero la idea central estaba en que al final presentaran un proyecto frente toda la escuela. Cuando vimos la oportunidad de que los chicos viajen y muestren lo que habían hecho, nos pareció bueno lo que propusimos y, por suerte, se dio esa posibilidad. Era una experiencia diferente para ellos.

 

-“La escuela contra el margen”. Todos los jueves de junio a las 21 en el Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543.

* Articulo realizado en el marco de las prácticas de estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda en Tiempo Argentino.

Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/nota/la-educacion-publica-como-modelo-contra-la-discriminacion
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Álvaro Bilbao: «Los niños deben pasar los seis primeros años de su vida sin tecnología»

Por: Nieves García Álvarez.

El neuropsicólogo y psicoterapeuta Álvaro Bilbao aboga por retrasar el uso de las nuevas tecnologías y primero enseñar al cerebro «a pensar, a estar atento, a imaginar»

Álvaro Bilbao, doctor en Psicología, neuropsicólogo y padre de tres niños, visitó el pasado 4 de noviembre el colegio Compañía de María de A Coruña para hablar sobre ‘El cerebro del niño explicado a los padres’ en una charla en la que también abordó indicaciones sobre cómo establecer límites y motivar las conductas positivas de los niños, potenciar su autocontrol, tolerancia a la frustración y otras estrategias para ayudar a los más pequeños a desarrollar su inteligencia y mejorar sus probabilidades de éxito académico y social. En esta entrevsita el experto ofrece algunas claves sobre el uso de dispositivos tecnológicos

-¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en el desarrollo del cerebro de los niños?
-Lo primero que siempre digo es que las nuevas tecnologías son positivas para la sociedad y algo importante. Sin embargo, en el cerebro en desarrollo de los niños, y sobre todo de los más pequeños, están saliendo investigaciones que hablan de que su efecto puede ser negativo.

-¿En qué sentido?
-En primer lugar pueden reducir su capacidad de tener autocontrol. Las nuevas tecnologías, los videojuegos sobre todo o estar mirando cosas en Internet continuamente, hacen que el niño esté constantemente estimulado y tiene menos oportunidad de ejercer autocontrol, porque todo el control lo lleva la máquina. Otro efecto es que si los estímulos a los que está expuesto son muy intensos, muy rápidos, como en los videojuegos, el niño puede perder el interés por cosas que son un poco más lentas o menos intensas, como la maestra, la pizarra, un libro o jugar en la calle con los amigos; el niño se acostumbra a tener estímulos muy rápidos y cuando bajan de velocidad se empieza a aburrir.

-¿Hasta qué edad cree que los niños deberían estar alejados de móviles, tabletas u ordenadores?
-Sin lugar a dudas, y de acuerdo con la Sociedad Americana de Pediatría y la Clínica Mayo, hasta los tres años no deberían estar en contacto con estas tecnologías en ningún momento. Esa imagen que tenemos de un niño de un año o dos que no sabe hablar y que casi no anda pero que empieza a pasar el dedo por la tableta deberíamos borrarla de nuestra cultura porque los padres que tienen en mente que es positivo y muy beneficioso están muy equivocados; sabemos que es precisamente lo contrario.

-¿Y a partir de ahí?
-Yo voy un poco más allá. Creo que es importante que los niños pasen los seis primeros años de su vida sin tecnología porque es una edad muy importante en el desarrollo de la imaginación, que si no se desarrolla en esos años, luego cuesta mucho. Cuanto más tiempo pasan jugando a lo que llamamos el juego libre –que no va de la mano de otra persona o de un dispositivo o tecnología– mucho más desarrollan la imaginación. El aburrimiento es la madre de la imaginación y si el niño está constantemente entretenido no tiene tiempo para aburrirse ni para imaginarse o crear sus propios mundos donde jugar.

-¿Pero hoy en día es posible mantener a los niños lejos de la tecnología?
-Sí. Yo doy charlas en muchos sitios y hay muchos padres que desde hace tiempo lo tienen claro. A ver, es importante equilibrar. Yo no digo que vayas de vacaciones con el niño, hagas una foto con el móvil y por la noche no se la puedas enseñar, eso es ridículo, porque es bueno que vean fotos, les ayuda a construir su memoria. De la misma manera que es normal que le pongamos al teléfono a la abuela. Pero sí deberíamos limitar todo lo posible esos tiempos que el niño está tumbado en el sofá pasando el dedo por delante de la pantalla. Y se consigue con una palabra mágica que es ´no´.

-Esto va en contra de lo que se vende actualmente que los niños de hoy son nativos digitales…
-Esa frase en el fondo es un mito porque el mundo digital no es un idioma en sí mismo. Cuando el niño juega con un dispositivo no está activando las zonas del cerebro que tienen que ver con el lenguaje sino con el movimiento de la mano y la visión. Sí que es positivo enseñar programación, el tema de robótica, porque sí estamos enseñando a los niños ese lenguaje y estamos ayudándoles a pensar en otro idioma distinto. Pero que esté sentado jugando a un videojuego no quiere decir que sea nativo digital; a una señora de 70 años le das un iPad y en dos o tres días es capaz de enviar correos, whatsapps y buscar cosas en Internet porque es sencillo e intuitivo.

-¿Y que los niños demanden la tecnología desde muy temprano se debe a que es lo que ven en sus casas, en sus padres?
-Sí. Los niños tienen desarrolladas una serie de neuronas que se llaman neuronas espejo y lo que hacen es imitar todo lo que ven en los padres. Cuanto más tiempo pasan los padres delante del iPad es más fácil que el niño intente jugar con esa tecnología. También lo demandan mucho porque sus amigos lo tienen y porque es un estímulo muy interesante para ellos. Es como la Coca Cola: si se las das a un niño de tres años te pedirá al día siguiente y al otro, porque tiene mucha azúcar, cafeína, que le estimula y le encanta; pero que le encante no quiere decir que se la tengamos que dar todos los días porque es muy perjudicial para él.

-¿Pero existe alguna ventaja en el uso de las nuevas tecnologías en niños pequeños?
-No. Hay estudios que dicen que puede aumentar la velocidad de procesamiento, hacer que tenga una atención más rápida, pero son pocos, y hay tantos que van en dirección contraria de estos… Además, que tengan una atención más rápida no es necesariamente bueno: para ser pilotos de combate eso puede ser beneficioso, pero hoy en día lo que piden a los ejecutivos, a las personas mayores, es tener una atención más calmada, que te permita estar concentrado más tiempo. Y tener una atención más rápida también implica que el niño no sea capaz de esperar el tiempo suficiente para que aparezcan los estímulos que interesan.

-Pese a todo esto está de moda introducir pronto la tecnología en las escuelas con ordenadores, pizarras digitales. ¿Es acertado?
-Es distinto usar las nuevas tecnologías como soporte educativo a que el niño esté en casa sentado en el sofá. Yo defiendo que el niño no debe pasar la tarde en el sofá usando el iPad, que es mejor que esté aburriéndose, pintando, haciendo cosas que salgan de su cabeza, y no del ordenador. Aun así, hay estudios que dicen que un niño aprenderá matemáticas mucho antes jugando con unas cuentas, con garbanzos, que utilizando programas de ordenador que están diseñados para que aprenda.

-¿Por qué?
-Porque el cerebro une mucho la parte física y la parte cognitiva. Es decir, que maneja las dos partes y la del razonamiento está estrechamente ligada a la parte de la movilidad de la mano. Entonces, si el niño no tiene que hacer un movimiento de contar, de tocar, físicamente, es más difícil que aprenda todas estas cosas. Yo soy partidario de una metodología basada en el contacto físico con objetos, sobre todo los primeros años, como Montessori, a otra con el mejor dispositivo programado para estudiar matemáticas. Luego, más adelante, es maravilloso que estén en clase y que puedan estudiar por proyectos, hacer un trabajo sobre el descubrimiento de América y sean capaces de mirar en Internet.

-Precisamente hace unas semanas una noticia explicaba que la mayoría de los hijos de empleados de grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley estudian en colegios sin ordenadores ni dispositivos electrónicos.
-Estos directivos llevan a sus niños a un colegio tipo Waldorf, donde no hay dispositivos electrónicos y aprenden todo de forma más tradicional. Es que con el hecho, por ejemplo, de algo tan sencillo como estar sentado a la mesa y no levantarte hasta que no terminas de comer se está cultivando la tolerancia a la frustración, el autocontrol, que es una de las capacidades cerebrales que más influye en determinada nota de Selectividad que sacará el niño 15 años más tarde. O sea que fíjate si esas cosas tradicionales son importantes. Ahora las estamos volviendo a poner en valor, pero durante mucho tiempo se ha pensado que ir más deprisa, que el niño aprenda a hablar siete idiomas con cinco años, es más beneficioso. Ahora sabemos que tienen que respetarse una serie de pasos.

-¿Y no es desaprovechar el potencial de la tecnología el introducirla más tarde?
-Desde mi punto de vista no, porque primero tenemos que enseñar al cerebro a pensar, a estar atento, a imaginar, y luego ya le podemos enseñar a dominar las herramientas que tiene a su disposición. Si introducimos las tecnologías demasiado pronto, el niño conseguirá conectar con ellas de una forma muy rápida pero se desconectará de otras cosas más importantes para su desarrollo.

-¿Qué claves daría a los padres para ayudar a desarrollar el potencial cerebral de sus hijos?
-Ir poco a poco, ayudar al cerebro a madurar a su propio ritmo y saber que su hijo dará los frutos en el momento que los tenga que dar. Y algo muy importante que tienen que hacer cuando estén con los niños, independientemente de que les dejen la tableta a los tres, cuatro o cinco años, es enseñarles a tener autocontrol, tiempos limitados, para que cuando digan ´hasta aquí´, el niño sea capaz de soltarla sin gritar ni enfadarse. En eso los dispositivos electrónicos pueden ayudar. De hecho hay autores que dicen que es mejor que el niño empiece a utilizarlos a los tres años con reglas muy claras, entrenando el autocontrol, a que empiece con ocho o diez años y comenzar a entrenarlo ahí.

-Pero ese fijar tiempos se complica si los padres utilizan las tecnologías para que los niños estén entretenidos mientras ellos se ocupan de otras cosas…
-Efectivamente. Los dispositivos no solo son un refuerzo para los niños, sino un refuerzo enorme para los padres, porque los niños demandan en muchos momentos atención, cariño, que les hablemos… Como cuando hacemos un viaje largo en coche, ponen la televisión atrás y así el niño va tranquilo y el padre, relajado. Es importante también que el niño experimente la frustración, aprenda a dominarla, a aburrirse y a esperar que pase ese momento.

-Los padres se apoyan en esto…
-Es un refuerzo para los padres y esto es una de las cosas que ha hecho que la tecnología sea tan popular y esté tan extendido que los niños estén todo el día enchufados. Muchos padres se engañan porque dicen: ´No, yo dejo a mi hijo media hora´, y en realidad están conectados no solo a la tableta, teléfono móvil o videojuegos, sino a la televisión también dos o tres horas al día. Y sabemos que eso está relacionado con más probabilidades de tener déficit de atención, obesidad infantil, depresión infantil, problemas de conducta, y con más prevalencia de fracaso escolar.

Fuente de la entrevista: https://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2016/11/09/ninos-deben-pasar-seis-primeros/1123687.html#

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Entrevista a Rose Luckin: ¿Cómo promover la participación de maestros en el diseño y uso de tecnologías?

Por:Observatorio de Innovación Educativa.

“En muchos lugares la implementación de la tecnología educativa se sentía como algo que se les estaba imponiendo a los educadores. No debemos cometer ese error con la inteligencia artificial”, señala Rose Luckin, profesora del Instituto de Educación del University College London. Conoce más sobre el 5° Congreso Internacional de Innovación Educativa #CIIETec: http://ciie.itesm.mx/ #EntrevistasObservatorio #CIIETec

Fuente de la entrevista: https://observatorio.tec.mx/entrevistas-ciie16/2019/5/8/cmo-promover-la-participacin-de-maestros-en-el-diseo-y-uso-de-tecnologas-rose-luckin

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