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Entrevista a Axel Rivas. «La educación pierde frente a la economía y la política fiscal»

Al escuchar el desarrollo apasionado que Axel Rivas hace sobre las posibilidades de mejorar la educación pública en la Argentina y el aporte que podría hacer al respecto, la pregunta se vuelve inevitable: ¿nunca le ofrecieron formar parte del Ministerio de Educación? La respuesta no llega rápido como ha sucedido a lo largo de la conversación. Se le nota cierta incomodidad y una media sonrisa cómplice. «En algunas ocasiones…», dice Rivas, que es una de las voces más autorizadas para hablar de la crisis educativa en el país y la región.

Director de la escuela de Educación de la Universidad de San Andrés e investigador principal de Educación en el Cippec, ha editado diez publicaciones sobre el tema ( Revivir las aulasViajes al futuro de la educación y América Latina después de PISA, entre otros) y fue distinguido con el premio Konex en Educación por la década 2006-2016.

En algunas ocasiones, ha dicho Rivas, pero nunca aceptó puestos de gobierno y dirá por qué: «No me siento cercano a las lógicas políticas de los últimos tiempos, ni del gobierno anterior ni de este. Siento que es necesaria una garantía de visión educativa que acompañe un proyecto de largo plazo». Su análisis de las políticas educativas de ciclos de gobierno si no antagónicos al menos opuestos, es bastante gráfico. «La Argentina venía del modelo que yo llamo de regar y rezar. Mucha inversión sin una posición de teoría del cambio educativo. Un modelo en el cual tiro muchos recursos y ruego que esto haga algún efecto: rezo. Y ahora estamos en un contexto distinto: reformar sin regar. Es decir, proponer reformas muy ambiciosas en un contexto de gran restricción económica. Sin regar quiere decir sin recursos».

¿Hay héroes y villanos en la crisis educativa de la Argentina?

¡Por ahí empezamos! A ver: Yo lo que diría es que tenemos que salir de cierta construcción mediática y política de la discusión educativa que es muy de corto plazo y que está muy agitada por la negociación salarial. Hay inflación y eso obliga a renegociar los salarios cada año, y esto se convierte en una bola de nieve cíclica: vienen caracterizaciones, politización excesiva y siempre una construcción de la mirada educativa de excesivo corto plazo. En este momento estamos en una coyuntura en la que la educación está perdiendo frente a la economía y la política fiscal. Me parece que eso debería generar una reflexión más profunda.

¿Cómo describiría la coyuntura?

Hay dos procesos económicos paralelos. Uno es el déficit fiscal, que claramente está presionando sobre muchas de las políticas del gobierno y, por otro lado, tenemos una leve perspectiva, por segundo año, de crecimiento económico. En general, en la Argentina y en otros países, cuando hay crecimiento económico los salarios no caen en términos reales sino que hasta se esperaría que mejoren. Pero bueno, esta negociación parece estar más prendida a la cuestión de reducir el déficit fiscal que a la de acompañar el crecimiento económico desde los salarios. La masa salarial de los docentes es la gran parte del gasto que se intenta reducir aun a costa de que haya conflictos. Porque es lógico que los docentes expresen su voz, más allá de las medidas de fuerza. No quiero entrar a discutir si está bien hacer un paro porque es una medida muy extrema, pero una negociación en la cual al menos no pierdan frente a la inflación me parece una demanda justa. En este momento casi que se conforman con que haya una cláusula gatillo que ajuste por inflación y listo. Por eso digo que la política fiscal le está ganando a la educación y eso es peligroso. La educación necesita tener una visión que pueda escapar a este ciclo.

Hace poco se conocieron los resultados de las pruebas Aprender y lo que surge es que se invierte la creencia de la escuela pública como nivelador social. Los chicos más vulnerables son los que peor desempeño muestran como alumnos.

Creo que tenemos que aprovechar lo que los resultados de la prueba Aprender nos muestran para alzar más la voz de la búsqueda de igualdad educativa. De la posibilidad de crear una acción contracíclica de las desigualdades sociales. Crear políticas contracíclicas implica, desde ya, políticas económicas y sociales porque la educación se retroalimenta de una sociedad más justa. Pero entrando en la cuestión educativa, hay que tener la capacidad de articular políticas poderosas para los sectores más débiles y eso implica saber trabajar con el sector público; implica saber construir la dinámica de aquello que tiene impacto en las escuelas.

¿Cómo se hace?

Hay tres grandes ejes de la mejora educativa. El primero es el eje de la equidad: garantizar condiciones dignas en las escuelas, sobre todo en las más vulnerables. El nivel dos es el más ignorado y sin embargo para mí el más importante: la acción del Estado que tiene que ver con las políticas pedagógicas y curriculares. Es decir, garantizar buenos diseños curriculares, materiales de apoyo para la enseñanza, compra y distribución de libros de texto gratuitos de calidad que lleguen a tiempo, dispositivos de evaluación de la calidad que estén acoplados y sean convergentes con lo curricular, una plataforma de excelencia y de frontera en la innovación de materiales y recursos, un sistema educativo digital y la capacitación docente correspondiente.

¿Es posible en la Argentina?

Sí, claro que es posible. Hay un tercer eje que son las políticas docentes: las que regulan la formación, la entrada en la profesión, la carrera docente, cuál es la diferencia de tipos de puestos, de salarios, de las condiciones de trabajo. Toda esta cuestión requiere de lo que muchos llamamos el círculo virtuoso de la docencia. Esto implica, al mismo tiempo y durante varios años, mejorar el salario de los docentes y transformar la formación y la carrera docente. A lo largo del tiempo esto generaría la expectativa de que la docencia es una carrera mejor paga, más desafiante, más rigurosa en su formación y entrada profesional.

¿Más atractiva?

Que sea más buscada por los perfiles de mayor compromiso con la transformación social. La mejor forma de anticipar la educación del mañana es saber quién quiere ser docente hoy.

Esa es la pregunta: ¿quién quiere ser docente?

Necesitamos que los jóvenes con más deseo de transformar la sociedad y vincularse al mundo del conocimiento sean los que aspiren a la docencia. Y no los que buscan un trabajo seguro, aunque no esté muy bien pago. Para conseguirlo es necesaria una política de muchos años. Si no nos proponemos una visión de largo plazo, no hay ninguna otra forma de lograrlo.

Suena utópico. ¿Lo es?

No es utópico, en el sentido de que lo han hecho algunos países. Pero no es nada fácil.

¿Cuáles son esos ejemplos?

Por un lado, hay ejemplos a nivel de sistemas educativos, países que han logrado mejorar desde muy abajo, como Perú y Chile. Pero más que esos casos, me interesan las experiencias de los niveles subnacionales de gobierno, que en muchos de nuestros países son los que conducen el sistema educativo y que nos muestran caminos de mejora ejemplares. Uno de los casos para mí más destacado es el del estado de Ceará en Brasil, también el de Pernambuco. Dentro de Ceará, en el municipio de Sobral, lograron una mejora en apenas diez años que les permitió pasar del puesto 1300, entre 5500 municipios, al puesto número uno en todo Brasil en calidad educativa. Fue un cambio sistémico. ¿Por qué lo lograron? Primero porque hubo liderazgo político: conocimiento del sistema, legitimidad de los líderes. Segundo, una visión del cambio; saber cuál es tu construcción en el tiempo. Tercero, tener presupuesto. No hay reformas educativas reales sin presupuesto. No alcanza solo con presupuesto, pero sin presupuesto se puede hacer muy poco. Cuarto: hay que construir diálogos con el sistema educativo, legitimar las buenas prácticas, escuchar a los docentes, entenderlos, no imponerles las cosas. No sirven las reformas educativas que van contra los docentes, ellos tienen que ser parte. El caso Sobral, un lugar de mucha pobreza, demuestra la voluntad de hacer reformas verdaderamente sistémicas.

¿Aquí no podemos hacerlo?

La Argentina tiene mucho por construir a nivel de sistema. Hay cosas para aprender de algunas de nuestras provincias como Córdoba, Santa Fe y Río Negro, que han mostrado capacidad para liderar políticas educativas y tener una visión y continuidad en el tiempo. Son las únicas provincias que han sostenido sus equipos de educación.

¿Qué opina de la reforma Secundaria del Futuro impulsada por el Gobierno de la Ciudad?

Creo que las reformas educativas, cuanto más profundos objetivos se proponen más condiciones deben tener para lograrlos. Esas condiciones son las que enumeré antes y creo que esas características no están presentes en la reforma Secundaria del Futuro de la Ciudad de Buenos Aires. Hay instituciones de gobierno que a veces son ejemplares de lo que se puede hacer. Es el caso del plan Ceibal en Uruguay, paradigmático en el tema de las tecnologías y la educación. Nosotros tenemos un ejemplo que no está en el ámbito educativo, pero debería imitarse y es el Invap. Creo que necesitamos un Invap para la educación.

Los argentinos convivimos décadas con la idea de nuestra escuela pública como un posibilidad igualitaria de promoción social. Hoy eso ya es un mito.

El principal quiebre se fue dando por la transformación social que vivió la Argentina. Entre 1975 y la crisis de 2001, el país pasó de tener un 5% de pobreza a un 50. De tener grandes capas medias que construyeron buena parte de la ascendencia de la escuela pública como espacio de integración social, se empezó a agigantar la brecha y eso derivó en una salida de las clases medias de la escuela pública. A medida que la sociedad se volvió más desigual, la escuela fue captando esa nueva estructura social y fue generando menor integración. No solamente entre sector público y privado, sino dentro de la misma escuela pública. Es la principal manifestación de la enorme fragmentación social que ha vivido el país.

Cuando se ven episodios de violencia en las aulas, cabe preguntarse si ser docente en este país no es un trabajo de riesgo.

Ser docente hoy es más difícil que en el pasado, requiere poner el cuerpo de otras maneras y no solo en las escuelas públicas. Pero no quisiera dejar solo esa imagen de la docencia, porque al mismo tiempo es un trabajo que abre desafíos que antes no estaban. Hoy los docentes tienen más libertades para hacer su trabajo, la posibilidad de expandir el conocimiento a través de la tecnología. Y además estamos en una redefinición de lo que entendemos por educación, por aprendizaje.

La revolución cultural de los años 60 activó una demanda de horizontalidad entre alumnos y maestros. Mientras que la revolución digital de hoy trae la amenaza de la autoeducación. ¿Cómo debe replantearse el papel de los docentes?

El autoaprendizaje que pueden tener hoy los alumnos con acceso a Internet y un celular en la mano es uno de los más grandes desafíos que se nos plantean. Tenemos que ser capaces de reimaginar el aprendizaje, de no pensarlo fronteras adentro del aula. Las escuelas tienen que nutrir el vínculo con el aprendizaje y si uno logra conectar a los alumnos con el deseo de búsqueda, tenemos ahora muchos más aliados. Hay que ser mucho más desafiantes hacia la escuela tradicional, sin llegar a ser disruptivos porque eso puede ser como un boomerang.

Hay una serie catalana, Merlí, cuyo epicentro es una escuela pública de Barcelona. Allí, en un lugar rico, los docentes hacen referencia continua a las carencias que padecen. ¿Es una tendencia global que los Estados abandonen su responsabilidad con la educación?

Lo que pasa en la serie nos demuestra que hay problemáticas comunes, más allá de que tengamos más o menos recursos. Esto tiene que ver con cambios culturales profundos. Cambios en las relaciones de autoridad entre adultos y jóvenes, y en las instituciones educativas de la Modernidad, que fueron creadas para una misión, modeladas en base a la norma, la autoridad, los reglamentos, y que arrastran décadas de crisis. Ese sí es un declive global.

Biografía

Axel Rivas es doctor en Ciencias Sociales (UBA) y máster en Ciencias Sociales y Educación (Flacso). Realizó estudios doctorales en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres. Actualmente dirige la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y es investigador principal de Cippec.

Fuente de la entrevista: https://www.lanacion.com.ar/2125053-axel-rivas-la-educacion-pierde-frente-a-la-economia-y-la-politica-fisca

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Ángels Domingo: “Novedad e innovación no son lo mismo”

España / 15 de abril de 2018 / Autor: Andrea Giraldez / Fuente: Educación 3.0

La innovación es algo deseable en todos los ámbitos, entre ellos la educación. Sin embargo, desde hace algún tiempo la cantidad de propuestas parece haberse multiplicado a un ritmo tan vertiginoso que difícilmente hay tiempo y espacio para la reflexión.  Gamificación, flipped learning, aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje servicio, design thinking, aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en problemas o aprendizaje basado en el pensamiento son algunas de las metodologías que integran un largo listado.

¿Es posible y positivo intentar probar con todas ellas? Y si lo fuese, ¿esto supondría una verdadera innovación? ¿No estamos cambiando mucho para no cambiar nada? ¿No sería más útil detenernos a pensar en qué y para qué queremos cambiar, y luego decidir el cómo? Estoy convencida de que la reflexión es necesaria y por ello, para responder a algunas de estas preguntas, invité a alguien que sabe mucho sobre este tema, Ángels Domingo, fundadora y directora de la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva. Sus ideas seguramente podrán ayudarnos a repensar el tema de la innovación.

Eres una de las pocas personas especialista en Práctica Reflexiva (PR). ¿En qué consiste?

Àngels Domingo
Àngels Domingo es fundadora y directora de la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La PR es un modelo de aprendizaje profesional cuyos elementos de partida son principalmente las experiencias de la persona en su contexto profesional y la reflexión sistemática sobre su práctica para mejorarla.

¿Por qué es importante para los docentes?

Porque la experiencia es una fuente potentísima de conocimiento profesional y el exclusivo conocimiento teórico nos haría incompetentes para esta profesión de alta complejidad. Es una propuesta de formación permanente en el escenario profesional, extraordinariamente asequible a todos los maestros que están comprometidos con la mejora constante de su práctica educativa.

En los últimos años, hemos asistido a metodologías que prometen ser la solución a todos los problemas educativos. ¿Cuál es su opinión al respecto?

«Confundimos modelo pedagógico con metodologías docentes»

Confundimos modelo pedagógico con metodologías docentes; el modelo deja autonomía metodológica para que el profesor decida qué hacer en cada momento. En cambio, las metodologías que deciden otros son itinerarios rígidos que no siempre se adecuan al docente o a los alumnos. El marketing educativo ‘vende’ metodologías para ganar clientes, es decir, matrículas. Paradójicamente, el modelo pedagógico de una institución es lo que otorga valor y diferenciación en el modo de plantear el aprendizaje y la formación de los estudiantes.

¿Son realmente ‘nuevas’ estas metodologías?

Esta pregunta me permite comentar una de mis inquietudes como formadora de docentes. Hay que reconceptualizar el término innovación. Novedad e innovación no es lo mismo. He aquí unos cuantos ejemplos.

En primer lugar, innovar no es hacer cosas nuevas. Es hacer algo de una manera distinta a como solemos hacerlo, sea esto que hacemos algo nuevo o algo tan antiguo como el método socrático de la escuela griega de antes de Cristo.

«Hay que reconceptualizar el término innovación. Novedad e innovación no es lo mismo»

En segundo lugar, yo puedo innovar en mi aula utilizando la clase-paseo del gran legado de Freinet en el siglo pasado. ¿La clase-paseo es algo nuevo? ¡No! ¿Es innovación utilizar la clase-paseo freinetiana para una unidad didáctica en una escuela urbana del siglo XXI? Sí.

¿Es mejor maestro el que usa constantemente las llamadas metodologías innovadoras y si son varias mejor?

No. El mejor maestro es el que lograr generar aprendizaje en sus alumnos dentro y fuera del aula. No importa tanto qué medios utilice sino que logre el fin y se muestre competente cuando enseña. A mi entender, el mejor maestro es aquel que tiene un perfil creativo, siendo capaz de diseñar a medida y en contexto procesos de aprendizaje para adaptarlos y lograr el objetivo principal: que el aprendizaje se produzca.

¿Qué supone ser un profesor innovador en el siglo XXI?

No llevar el piloto automático puesto en clase y aprender a desaprender.

¿Por qué los docentes deberían desarrollar su competencia reflexiva?

Respondo glosando un sabio pensamiento de Confucio: “Aprender sin reflexionar es malgastar energía”.

¿Cómo podrían desarrollarla?

Existen distintas modalidades como la reflexión sistemática individual, la práctica reflexiva grupal y colaborativa, los métodos, y los modelos y herramientas para una reflexión sobre la práctica. En definitiva, se desarrolla cuando intencionadamente el docente decide integrar la reflexión sistemática sobre su práctica como sistema de desarrollo profesional.

¿Qué propones para iniciarse en la práctica reflexiva como metodología formativa?

Dos de los modelos que mayor efectividad formativa han demostrado en contextos de formación docente de diferentes países son el Método R5 de Práctica Reflexiva y El Modelo ATOM para indagar sobre la propia práctica docente. En la web que da soporte a la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva están disponibles y son de descarga gratuita.

Fuente de la Entrevista:

Ángels Domingo: “Novedad e innovación no son lo mismo”

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Entrevista con Patricia Ramírez Baeza (Audio)

México / 15 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: NotiSistema

 

Patricia Ramírez Baeza, directora pedagógica de Fundación de Apoyo para la Educación Especial, nos habla sobre la labor de la Fundación de Apoyo para la Educación Especial (FAEE).

Fuente de la Entrevista:

https://www.notisistema.com/noticias/entrevista-con-patricia-ramirez-baeza/

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‘Se necesitan niños competentes, no competitivos’: Monserrat del Pozo

Colombia / 15 de abril de 2018 / Autor: Amira Abultaif Kadamani / Fuente: El Tiempo

Los alumnos deciden qué lecciones tomar para forjar su proyecto de vida.

Los niños no necesitan puntajes altos, sino experiencias significativas en el aula. Si lo segundo se da, lo primero viene por añadidura. Eso piensa la Madre Monserrat del Pozo, quien a mediados de 1990 implementó un modelo educativo único, que cambió la forma de enseñar y aprender en el Colegio Montserrat, de financiación pública y administración privada liderada por las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.

La institución se ha tornado en modelo para directivas escolares y expertos pedagogos del mundo, incluido Howard Gardner, cofundador del Proyecto Zero de la Escuela Superior de Educación de Harvard, quien ha visitado el colegio catalán tres veces.

Montserrat, licenciada en Historia e Historia del Arte, técnico superior en Imagen y Sonido y máster en Psicología y Gestión Familiar y conocida como ‘Sor Innovación’, buscó entre las mejores pedagogías del mundo, y con ellas construyó un modelo propio.

Hoy se dedica a adaptar su pedagogía en los planteles de su Congregación, y a expandir sus visiones y experiencias por el mundo.

¿Hacia dónde va la educación?

Como un supermercado donde cada alumno tendrá acceso a muchas cosas y oportunidades y podrá elegir si hace matemáticas en inglés, francés o alemán, o si quiere contabilidad, ballet o programación. Habrá un currículo básico mundial, igual que los colegios IB (International Baccalaureate), y muchas opciones locales. Ya no concibo el término ‘colegio’, se queda pequeño. Lo veo más como la ciudad, convertida en la fuente de aprendizaje.

¿Los niños aprenderán desde casa?

Tendrán un currículo mínimo con las temáticas básicas y después un itinerario en el que integrarán museos, calles, empresas, parques y colegio. El futuro educativo es unir la escuela, la universidad y la empresa, y eso requiere un nuevo tipo de gobierno. Hoy, el niño de secundaria es un adulto –así la sociedad lo trate como un niño de consumo– capaz de tomar sus propias decisiones y solucionar sus problemas, y en ese itinerario educativo habrá que fortalecer su autonomía consciente. Los proyectos de vida no quedan al margen de la educación: no es que al colegio voy y hago cosas, y después mi vida es otra cosa; hay que unir todo.

¿Qué la llevó a emprender una revolución educativa?

Teníamos fracaso escolar, pero no por malas notas –que, de hecho, eran muy buenas–, sino por falta de compromiso social y personal. Un estudiante que tocaba el piano u otro que nadaba lo dejaban todo por el problema que tenían con la selectividad, para alcanzar un puntaje alto si querían ir a la universidad. Eran jóvenes muy infelices con muy buenas notas, pero al margen de la vida y muy poca repercusión social.

¿Cuándo empezó el cambio?

En 1986 empezamos a investigar sobre las mejores pedagogías del mundo. Estuvimos en Francia, Holanda, Inglaterra y Australia, y nos dimos cuenta de que muchas de las pedagogías de estos países se cimentaban o nutrían de aquellas desarrolladas en Estados Unidos. Fuimos allá y nos encantaron el modelo de aprendizaje colectivo de los hermanos Johnson & Johnson, las inteligencias múltiples del Project Zero de Harvard, la estimulación y educación infantil de Glenn Doman, la disciplina de Peter Senge, el aprendizaje por proyectos de William Kilpatrick y la relación entre alumnos y profesores en High Tech High, una escuela pública de San Diego. Son pedagogías que ponen al alumno como protagonista. Esto, sumado a lo que teníamos como propio en la congregación, hicimos un coctel y creamos un modelo que empezamos a implementar en 1994 y cristalizó en el 2000.

¿Qué la hizo cambiar el chip?

El reflejo de mi propia educación. Tras cumplir 6 años estuve casi dos sin ir al colegio porque mis padres salieron de Venezuela y regresaron a España. Y para alcanzar a matricularme en primero de bachillerato estudié a las carreras. Me aburría en el cole. Saqué buenas notas y aprobé, pero no desarrollé todos mis talentos ni mis maneras de ser. Soy antisistema y me gusta hacer muchas cosas. Cambié el chip cuando entendí que lo que les estaba enseñando a los alumnos no tenía futuro y sentí que los estaba engañando porque veía que no tenían las herramientas para hacer tantas cosas que se requieren hoy. La fuerza me vino de Dios: la vocación ayuda al maestro y el maestro, a la vocación.

¿Qué fue lo más difícil?

La aceptación de las familias. Les costó mucho comprender que hay otra manera de educar. Los niños buenos intelectualmente querían ser individualistas. Con ellos tuvimos que hablar muchas veces. Tuve una alumna que me decía: “Yo me voy, madre, no aguanto esto. No puedo con estos dos tíos que me bajan la nota, hablan todo el día y no me dejan hacer las cosas”. Le decíamos: “Bueno, mira, tienes que trabajar dentro de un grupo y sacar partido de ello. Tú serás una persona única, pero en un futuro no te van a contratar así, y ¿qué vas a hacer? Tienes que saber lidiar con ellos”. Pero algunos se fueron a la escuela tradicional.

¿Cuándo la educación decidió que los alumnos son “cubetas vacías que hay que llenar y no fuegos que hay que encender”, como dice Mario Alonso Puig?

La Revolución Industrial hizo que no hubiese niños trabajando, sino que mejor fueran a la escuela, que nació como algo paralelo al trabajo. Al igual que al adulto le enseñaban un oficio, al niño le enseñaban cosas. De ahí la idea de la mente vacía que hay que llenar. Ese paradigma se rompió con la llegada de internet y la comunicación global, que han democratizado el conocimiento y auspiciado la idea de que “no necesito a un profesor para saber qué es una célula o cómo se aplica una fórmula”.

¿Y esa democratización no reporta peligros?

Sí. ¿Qué tiene que hacer un colegio? Cultivar a un ser humano capaz de extraer lo que es verdad y lo que no, es decir, inculcar el pensamiento crítico y creativo, y entender cuáles son las fuentes directas de la información. En nuestras clases de historia no hay alumno que no pueda trabajar al menos con una fuente primaria.

«Debemos llegar a una civilización empática, y solo lo conseguiremos si somos capaces de generar una conciencia empática»

¿Qué papel tienen profesores y directivas?

La palabra clásica es ‘discernimiento’: saber leer, sospechar y contrastar para discernir dónde está la verdad, entendiendo la posición de cada quien. Debemos llegar a una civilización empática, y solo lo conseguiremos si somos capaces de generar una conciencia empática. La empatía no es solo ponerte en el lugar del otro, sino comprender cómo te afecta y hacer algo al respecto.

¿Cómo compaginar las necesidades y búsquedas individuales con el aprendizaje colectivo?

Lev Vygotski dice que sin lo social no hay experiencia personal, es decir, las interacciones con los demás son las que más me ayudan a generar un pensamiento individual. Yo necesito de tu tú, para ser mi yo.

¿Por qué dice que en educación hay que tener convicciones firmes, pero pocas?

Pocas porque son las que puedes llevar a término. Al tener pocas me puedo concentrar en el tipo de alumno que quiero que salga de mi colegio. Son convicciones fuertes sobre el tipo de ser humano, es una visión antropológica. Son las raíces de ese ser humano las que determinan la construcción del currículum, no al revés.

¿Y piensa que el modelo tradicional se enreda en las ramas?

Ilustrémoslo con la imagen de un árbol. Las raíces son el ser resiliente, saber comunicar, ser emprendedor, tener una creencia, confiar en uno mismo y demás valores supremos. El tronco son los saberes, como la filosofía, la historia, la ciencia, el arte, etc. Las ramas y las hojas son las lecciones, como la Revolución Industrial, el magnetismo o las vacunas. El problema de muchos colegios es que las ramas y las hojas pasan a ser raíces; las lecciones se convierten en algo absoluto.

¿Cómo se enseña a cultivar un sentido de vida?

Dando confianza. Que un alumno sienta que confías en él es fundamental para que empiece a cultivar sus propias convicciones y manera de vivir. No hay que decirle cuándo algo está bien o mal, sino plantearle la pregunta para que lo comprenda y entienda que reincidiendo en algo no obtiene buenos frutos. Las propias convicciones hay que saberlas generar en el alumno, no saberlas decir.

Unos premian la estimulación temprana y otros piensan que se sobreestimula a los niños, generando hiperactividad y falta de atención. ¿Qué piensa al respecto?

La primera estimulación es el amor y la ternura. En las edades tempranas –de 0 a 6– son fundamentales para crear en los niños un ámbito de contención afectiva. Desarrollar muchas actividades no llega, neurológicamente hablando, a estimular el cerebro por sí solo; para que ello ocurra, la afectividad es esencial. Si hay las dos cosas, un niño hiperactivo no tiene por qué haber sido muy estimulado. Lo que sí existe son muchas actividades que a veces no son prudentes para los niños. Me refiero a que cuando hay ese marco afectivo y familiar, todo lo que le des suma; cuando no, todo lo que le des no resta, pero tampoco suma.

¿Bastaría con que uno de los padres pudiera quedarse con los hijos?

No. En la sociedad actual no basta porque se necesitan niños competentes, no competitivos, y las competencias sociales se ganan con otros de su misma edad. Si tienen hermanos, ya nos podemos poner más de acuerdo. El mundo de hoy no tiene nada que ver con el que hemos vivido tú o yo, y el desarrollo del cerebro está enmarcado dentro de un contexto.

¿Cómo involucrar la familia?

La familia es un todo, la que te da confianza y seguridad para desarrollar lo que llevas dentro. El problema es lo temporal, porque un día es mamá-papá; luego, mamá-mamá; luego, mamá-papá–mamá… y hablo de casos reales. Un niño sometido a esas circunstancias tiene una dispersión no tanto en su conocimiento –que sería lo de menos– como en su afecto, y lo tenemos que ayudar afectivamente para que confíe en sí mismo y quede arropado. Yo por lo menos pido fidelidad, porque de lo contrario los niños terminan cosificados, y cuesta mucho su integridad.

La tecnología es una herramienta, pero parecería no ser un simple medio, sino el mensaje mismo…

Aislar la tecnología está mal. A la actual generación –llamada Z– no le puedes quitar algo con lo que ha nacido. La tecnología es una herramienta eficaz para brindar conocimiento e información, y con ella debemos forjar buenos ciudadanos digitales. Los colegios de hoy se deben esmerar no solo porque los niños no hablen a gritos, pinten paredes ajenas o arrojen basura en la calle, también porque se comporten bien en la red. Si se enseña que es un medio más, no debería crear adicción. Nosotros habilitamos tecnologías para los niños desde cuarto de primaria. El problema más serio de la tecnología es la afectividad, porque todo tu bagaje afectivo lo tienes en la red, lo llevas siempre, y eso podría generar una gran dependencia.

¿Por qué buscó en Colombia quién desarrollara el ajedrez en la primera infancia?

Queríamos implementarlo en España, y fue un ruso quien nos dijo que la persona que nos podía ayudar con ajedrez infantil era Adriana Salazar, una colombiana con un preescolar llamado Talento. Vinimos, nos gustó mucho su trabajo y la ‘secuestramos’ tres meses para que escribiera un libro y nos hiciese una serie de cartillas.

El ajedrez trabaja los dos hemisferios. Uno, es capaz de dar la dama para generar una estrategia en el contrincante, y eso es una movida creativa. El desarrollo lógico-matemático es el que vemos más claro, pero también está el espacial –en la forma de ver y prever las jugadas–, el kinestésico –en cuanto a que tienes que mover las fichas no solo en un tablero pequeño, sino en uno grande, cuando cada niño representa una pieza y debe moverse por el salón– el intrapersonal –la compostura y el dominio de sí–, el interpersonal –porque a veces son niños que no se relacionarían con otros si no fuese con el juego– y todo el pensamiento intuitivo –si se ganará o no la partida–.

Fuente de la Entrevista:

http://www.eltiempo.com/vida/educacion/monserrat-del-pozo-explica-su-pedagogia-para-ninos-en-la-escuela-203576

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Entrevista a Olivier Ayache-Vidal: “Los profesores tienen prejuicios y no están suficientemente formados, es gravísimo”

Francia / 15 de abril de 2018 / Autor: Begoña Piña / Fuente: Público

El director francés, Olivier Ayache-Vidal, reflexiona en positivo y con humor en ‘El buen maestro’ sobre los problemas del sistema educativo en Francia, los prejuicios de los profesores en los colegios del extrarradio y su falta de formación para enseñar.

A mí una profe, cuando entraba por la puerta, me decía directamente: ‘Ya te puedes poner al final a dormir si quieres’. Pues vale, iba y me dormía. ‘Vete al final, duérmete o píntate las uñas, pero déjame hacer la clase’. Y yo aún no había hecho nada”. Eran declaraciones de una joven en riesgo de exclusión social el pasado año, cuando UNICEF alertó del “preocupante abandono escolar” en nuestro país. Aunque 10 puntos por encima de la media europea, el problema existe en otros países. “En Francia cada año 17.000 niños son excluidos de forma definitiva del sistema escolar. Cada día echan de sus colegios a cien niños. ¡Eso es horrible! Los prejuicios de los profesores hacen que los niños tengan menos capacidades”.

Producto en la mayoría de los casos de la procedencia y raza de los alumnos y de su clase social, esa escandalosa desigualdad de oportunidades que existe en la Educación pública en Francia animó a Olivier Ayache-Vidal a investigar durante dos años para rodar posteriormente sus ‘opera prima’, ‘El buen maestro’, una reflexión en positivo del sistema escolar con la que intenta abrir un debate que se materialice en respuestas a esos alumnos.

Protagonizada por el prestigioso actor de la Comédie-Française Denis Podalydès y con la participación de los chicos con los que convivió el director dos años –un grupo de jóvenes debutantes que concede mucha autenticidad y frescura-, la película denuncia el clasismo del sistema y la falta de preparación de los profesores.

Olivier Ayache-Vidal

Olivier Ayache-Vidal, director de ‘El buen maestro’

¿El retrato que hace en su película de la Educación pública, bastante desolador, es el real?

Al 100%. Es exactamente así. He estado más de dos años en el colegio Maurice Thorez de Stains conviviendo con 500 alumnos y 40 profesores. La película me ha costado cuatro años. He estado en un colegio, pero lo he investigado todo, desde el principio hasta el final: los profesores, las instituciones, el ministerio… lo he visto, me he entrevistado con todos. Podría escribir una tesis.

Da la sensación de que el problema más grave de todos es el clasismo, ¿es así?

Sí. Hay tantos problemas hoy en la educación pública, pero el clasismo es grave y es muy difícil de cambiar. El sistema escolar francés es muy clasista. ¡Es espantoso! Y es fundamental que los chicos crean en sus capacidades. En una clase de Psicología se hace un experimento con ratas. Se dice a un grupo de la clase que son las ratas más inteligentes del mundo, mientras que a la otra parte de la clase se le dice lo contrario, que son las más tontas. Y se hace el test con el famoso laberinto. Las primeras lo hacen rapidísimo, las segundas ni siquiera se ponen en marcha. Pero son las mismas ratas. Con una persona pasa igual, así que imagina lo que ocurre cuando limitas desde la escuela a una persona.

La clase social, la zona en la que viven, la procedencia… deciden esa discriminación con los alumnos, ¿algo más?

 Sí, los profesores, los profesores y sus prejuicios sobre la población. La inteligencia es la misma en todos, pero los prejuicios de los profesores hacen que los niños tengan menos capacidades.

¿Cómo se pueden evitar los prejuicios de estos profesionales?

Es un gravísimo problema, pero es que los profesores no están suficientemente formados, además de sus prejuicios. Es como si mañana uno fuera profesor de autoescuela porque es campeón de Fórmula 1, lo segundo no funciona nada para enseñar, para contagiar las ganas de aprender. Lo importante es conseguir que los alumnos, que generalmente no quieren aprender, tengan ganas de hacerlo y crean en ellos mismos.

Son buenos en Matemáticas, pero no saben enseñar…

Eso es. Después de unos años de especialidad, son buenos en una materia, pero no saben enseñarla. Hay que saber hacer que el otro quiera aprender. Los niños no quieren comer verdura, hay que hacerles entender por qué es buena la verdura y ponerla un poco atractiva. Pedagogía.

El profesor de su película enseña Literatura y Lengua, ¿es una reivindicación en un sistema que cada vez desprecia más las humanidades?

Mira, un día estaba al fondo de la clase poco antes de empezar a rodar y de pronto un alumno entra en clase tarde. Llegó tarde y traía una tarjeta con su excusa. El profesor leyó la nota y le dijo que estaba bien, que podía irse. Cuando terminó la clase me acerqué a la papelera donde el profesor había tirado la nota y la recogí, no entendí nada y se lo dije a un grupo de profesores. Les pregunté si el chico era extranjero o si tenía problemas de dislexia o algo así, y me dijeron que no. Era mucho más terrible, tenía quince años y no sabía todavía leer y escribir. ¡Escribía fonéticamente! Al chico le habían enviado al fondo de la clase y habían dejado de ocuparse de él. Es horrible.

Aun así, en su película se advierte la esperanza.

Soy bastante optimista, a pesar de todo, pienso, que no es muy bueno exagerar. Lo que sí hay que hacer es poner el dedo en la llaga, pero no hay que decir que el sistema es una aberración. Se trata de mostrar los problemas y de solucionarlos y creo que cada vez tenemos más medios para hacer esto. Y una clave es formar mejor a los profesores, que estudien Pedagogía además de sus materias.

Pues aquí hay niños que salen del colegio sin saber quién es Calderón de la Barca o Lope de Vega.

Es increíble. Y a pesar de todo esto que es terrorífico, creo que Francia y España también son países con suerte respecto de otros del resto del mundo.

¿Francia es consciente de que ocurre esto con su Educación pública?

Creo que poco a poco cada vez hay una mayor conciencia de lo que está ocurriendo en la Educación.

La sociedad es reflejo de la Educación ¿y al contrario?

También. La Educación que tenemos es la que ha propiciado esta sociedad, así que sí, también es un reflejo. Y en la educación hoy están los colegios del centro burgués, que son elitistas, y los de los extrarradios. Por eso he hecho esta película, porque el cine sirve para ayudar también en estas cosas, para mostrar lo que ocurre, los problemas que hay, desde la ficción con historias en las que pones emociones y humor. Sirve para denunciar cosas y para enseñar a la gente cosas que a lo mejor no conoce bien.

¿Usted compartía los prejuicios de su personaje antes de hacer la película?

No, yo tengo muchos amigos en los suburbios, en el extrarradio, pero he conocido extraordinarios profesores que sí los tienen.

Aquí los profesores tienen miedo de dar clase en ciertos centros, ¿allí?

El primer día tienen miedo y es normal porque los medios de comunicación se pasan todo el año diciendo que los profesores deben tener cuidado. Pero, la verdad es que jamás he visto a ningún profesor salir herido de un colegio. Lo que pasa es que llegan a un centro y ven a los jóvenes con esas vestimentas que llevan, sentados en la escalera… y se asustan.

O sea que ¿los medios de comunicación son una herramienta para incitar a ese clasismo?

Por supuesto, claro que incitan a ello. Tengo un amigo, un burgués del centro de París, que no conocía de nada el extrarradio de la ciudad y un día le llevé al colegio en el que estaba trabajando y al salir me reconoció que no era ni de lejos tan terrible ni tan tremendo como decían todo el día los periódicos y las televisiones.

¿Podría ser una estrategia de los grupos que quieren privatizar la Educación?

Ahí está, pero también hay otras cosas. Y una de ellas, por ejemplo, es la xenofobia. La gente que emigra llega a nuestros países con una enorme energía. Ellos han hecho lo que debían, tenían que salir de donde estaban. Esos niños también quieren vivir y sus padres quieren empujarles hacia arriba y que prosperen, y deberíamos aprovechar su buena energía en lugar de lo contrario. Pero hay que ayudarles, darles las herramientas necesarias y luego ya que hagan lo que quieran, que escojan ellos.

Fuente de la Entrevista:

http://www.publico.es/culturas/entrevista-olivier-ayache-vidal-olivier-ayache-vidal-sistema-escolar-frances-clasista-espantoso-profesores-prejuicios-no-suficientemente-formados-gravisimo.html

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“Es necesaria una alfabetización digital que vaya unida a la pedagogía”: Carmen Iglesias

España / 15 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Yosoytuprofe

Tenemos el placer de entrevistar a Carmen Iglesias (@carmeniglesiasb ). No es docente al uso, pero sí una gran profesional de la enseñanza. Desde hace unos años se presenta en las redes como una divulgadora educativa alcanzando más de 11 mil seguidores en su cuenta de Twitter.

En su web #ConOtraClase se dedica a diario a rastrear la red para conocer los diferentes proyectos educativos que se van produciendo y de esta manera, difundirlos en su portal para darlos a conocer.

con otra clase ystp

#ConOtraCLASE

Yo Soy Tu Profe. (YSTP)- Te defines como artesana en la red, ¿cómo empezaste en el mundo digital?

El 28 de diciembre de 2010 decidí abrirme una cuenta en Twitter para compartir mi labor administrativa del portal educativo Biblioteca Escolar Digital del CITA. Desde entonces las visitas al portal comenzaron a subir. Así fue como comencé a tejer redes, animar y apoyar proyectos educativos. Lo más importante los docentes se sentían apoyados y reconocidos y no dudaban en compartir sus experiencias cuando se las solicitaba.

“Lo más importante los docentes se sentían apoyados y reconocidos y no dudaban en compartir sus experiencias cuando se las solicitaba.”

YSTP.- ¿Qué te ha aportado como Community Manager la divulgación en la red?

Principalmente, muchos amigos a nivel profesional y humano. He aprendido mucho de ellos; me han ayudado a llenar mi mochila de conocimiento, a pensar constantemente cómo puedo hacerles visibles y a crear mi propio portal educativo #ConOtraCLASE

 

 YSTP.- Has creado el proyecto#ConOtraClase, ¿cómo surgió?

El 5 de marzo cumple un año. Surgió en un momento de vacío profesional, fue muy grato recibir el apoyo emocional y profesional de muchos docentes que en esta ocasión me ayudaron a encontrar mi sitio. Es mi opera prima, un proyecto colaborativo de curación de contenido, una ventana abierta a: proyectos colaborativos, bloggers, estrategias de animación a la lectura, experiencias de Formación Profesional, noticias, eventos, youtubers… Pasa y sírvete

 

YSTP.- Con respecto al futuro,¿podrías augurar cómo será la educación el día de mañana con las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y con ellas las redes sociales, hay que aprovechar su potencial en el aula, pero no nos equivoquemos, han llegado sin libro de instrucciones, es necesaria una alfabetización digital que vaya unida a la pedagogía, las emociones, la inclusión y las ganas de crear. Podemos decir que las TIC aportan nuevas formas de acceso al conocimiento y facilitan la realización de tareas, dentro y fuera del aula, pero requieren de un cambio metodológico previo para que muestren todo su potencial.

 

YSTP.- ¿De qué manera crees que las redes sociales pueden favorecer el aprendizaje informal?

Ya lo están haciendo. Están siendo un apoyo importante para muchos docentes que trabajan de forma colaborativa desde distintos centros; basta asomarse a diario a Twitter para ver como comparten dudas, sinsabores, herramientas y proyectos.

 

“El aprendizaje informal es la clave para salir de la enseñanza tradicional”

YSTP.- ¿Piensas que este tipo de aprendizaje alcanzará un mayor protagonismo en el futuro?

El aprendizaje informal es la clave para salir de la enseñanza tradicional: aburrida sin creatividad, en la que el alumno es mero espectador. Cada vez son más los profesores que apuestan por una pedagogía activa donde alumno y profesor van de la mano en el proceso educativo, indagando y acoplándose a distintas metodologías: gamificación, flipped classroom, robótica, realidad virtual, ABP, ABJ… más atractivas y enriquecedoras.

 

“Vi el cielo abierto cuando abrí mi cuenta de Twitter @carmeniglesiasb

 En clave personal

 YSTP.- ¿Qué han significado para ti las Redes Sociales?

Salir de la soledad de mi mesa de trabajo. Vi el cielo abierto cuando abrí mi cuenta de twitter @carmeniglesiasb nunca imaginé que me fuera a aportar tantas satisfacciones, he crecido como profesional y persona, es la primera pestaña que abro cuando enciendo el ordenador y la última que cierro cuando lo apago. Seguiré enredando, ayudando y colaborando con todo aquel que se deje.

Fuente de la Entrevista:

“Es necesaria una alfabetización digital que vaya unida a la pedagogía”

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Entrevista a la Psico Woman: “El sistema sexo-género que nos contaron ya está obsoleto”

España/14 de Abril de 2018/El Salto Diario

La sexóloga y youtuber utiliza dos “armas de comunicación masiva”—Instagram y Youtube— para llegar a su objetivo: la adolescencia.

Isa Duque se ha propuesto educar derribando los mitos del sexo y rompiendo los esquemas que el heteropatriarcado ha construido sobre el género y las relaciones de pareja. Utiliza dos “armas de comunicación masiva”—Instagram y Youtube— para llegar a su objetivo: la adolescencia. Esta psicóloga, sexóloga y dj feminista se ha convertido en referencia para miles de jóvenes, que encuentran en La Psico Woman las respuestas que no les brinda la comunidad educativa de sus institutos.

¿Por qué adolescentes?
Porque cuando se crea un espacio seguro y de confianza hablan sin postureo. La gente adulta hemos aprendido el discurso de la igualdad, lo que hay que decir… y cuando eres adolescente sale muy claro todo: las actitudes machistas, los comentarios homófobos… tienen una plasticidad cerebral súperpotente que me da envidia, porque reflexionan y le dan la vuelta a todo. Están llenos y llenas de vida, tienen un potencial enorme y muchas ganas de que les escuchen. Y a mí me encanta escucharles y aprender de esta generación encontrada, no ponerles el típico powerpoint que les llena de teoría, pero no llega a sus entrañas.

¿Están cambiando las relaciones de pareja?
En mis talleres de amor 3.0 les pregunto “¿qué os está rayando?”, “¿qué os preocupa?”. Y sus dudas son del tipo “¿cuál es la diferencia entre arromántico y arrobamiento?”, “¿qué hago si me apetece tener una relación poliamorosa y mi pareja se muestra muy resistente?”. Últimamente me preguntan mucho por la asexualidad y, en general, me preguntan por la diversidad relacional y las relaciones no hegemónicas. Eso antes no pasaba.

¿Cómo crees que está digiriendo la sociedad la visibilización de los nuevos géneros?
Des – pa – cito [risas]. La gente está mu pegá. La realidad es diversa, y lo único que tenemos que hacer ante una persona no binaria es preguntarle cómo quiere que le hablemos. También sucede con la expresión de género, veo mucho en los institutos gente cis hombre que se pregunta por qué no pueden tener acceso a lo que se supone que es “femenino”. Esto puede tener una respuesta homófoba por parte del alumnado, que hay que saber gestionar desde el equipo docente. El problema es que en muchos casos los comentarios más LGTBQIA+ fóbicos vienen por parte del profesorado. Ahora hay referentes como Oto Vans o Jedet, que son cis hombres y transgreden el género. Me parece una revolución total y es que el sistema sexo-género que nos contaron ya está obsoleto.

¿Cuál es la importancia del lenguaje?
En los vídeos, donde tengo cinco minutos para transmitir algo, me pregunto ¿cómo hago para que el lenguaje sea súper inclusivo? Por un lado, intento utilizar palabras incluyentes, por ejemplo, en vez de “los y las jóvenes” digo la juventud, y además utilizo la “e” cada vez que puedo, para visibilizar a personas no binarias. Lo que también hago con el lenguaje, que para mí es muy interesante, es darle la vuelta a palabras que tienen carga negativa. Muchas veces digo en los institutos: si ser zorra o ser guarra es hablar de sexualidad, vestir como quieras o bailar como tú quieras, entonces yo soy una zorra, pero una zorra suprema. Hago lo mismo en la charla de “Empoderándonos desde nuestros coños”, dándole valor a palabras que nos han dicho que son feas.

¿Son el el twerk, el trap y reguetón armas de empoderamiento?
La cuestión del reguetón es que hay mucho prejuicio, mucho clasismo y mucho racismo. El heteropatriarcado está en todo, por lo que decir que el reguetón es machista, poniéndolo por debajo de cualquier género musical o literario que salga del Estado español, a mí me parece cuestionable. Con el twerk igual, el neoliberalismo ha cogido referentes como Miley Cyrus, “blanca adinerada”, y ahora parece que el twerk es eso, y no. Si das con profes que puedan crear la energía originaria es una pasada: te vienes arriba, y nos ves a todas moviendo el culo, con celulitis, pelos y sin ningún tipo de complejo. He ido a muchas fiestas de trap, y cuando veo que pasan las horas y no escucho a ninguna mujer trapera me acerco al dj y le digo, “eh, ¿puedes poner alguna mujer?” y me miran con cara rara, por eso he vuelto a pinchar.

¿Cómo se habla de porno?
El problema no es el porno, sino que la construcción del discurso pornográfico mainstream es un reflejo de la sociedad racista, lesbófoba y patriarcal. Además, desde el campo de batalla que representan las aulas, sabemos que tienen acceso a ello —aun sin querer— desde edades muy tempranas. En los talleres de educación sexual integral y de calidad, si les adolescentes ven porno, tienes que hablar de porno y tienes que desmitificar lo que les llega.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pista-de-aterrizaje/psico-woman-sistema-sexo-genero-obsoleto#

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