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Entrevista a Anne Lindboe: «Los niños del país no pueden esperar: es hora de nombrar a su defensor»

15 Enero 2017/Fuente:lanacion/ Autor:Maria Ayuso

La designación del defensor de las niñas, niños y adolescentes es una deuda que se sigue postergando en la Argentina. Si bien la ley nacional N° 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, promulgada en 2005, previó un plazo de 90 días desde su entrada en vigor para la designación del defensor, once años después esto aún no ocurrió. En este contexto, Anne Lindboe, defensora de los niños de Noruega (el primer país del mundo en crear esta institución, en 1981) visitó la Argentina el pasado noviembre en el marco de una gira por América latina, para compartir su experiencia con diputados, senadores, representantes del Ministerio de Justicia y Desarrollo Social, y organizaciones sociales.Lindboe -una pediatra de 45 años que lleva cuatro en el cargo- subraya la importancia de que en nuestro país se designe esta figura cuanto antes, dejando de lado discusiones políticas y poniendo el énfasis en las cualidades de los candidatos. «Contamos con la experiencia suficiente para afirmar que esta institución funciona y trae cambios muy positivos para los chicos», asegura.

-¿Cómo ve la situación de la niñez en la Argentina?

No soy una especialista, pero es evidente que tienen muchos de los problemas a los que tuvimos que hacerle frente en Noruega: chicos expuestos a abuso sexual, violencia de todo tipo, bullying en las escuelas o que viven en situación de pobreza. Por eso es tan importante tener una figura que ponga estos asuntos en la agenda política. En tiempos de crisis económica, cuando los gobiernos buscan gastar menos, los niños vulnerables son los más afectados. Muchas veces los políticos piensan: «No tenemos los fondos suficientes para crear un ombudsman de los niños», pero es precisamente en ese momento cuando más falta hace.

-¿Cómo se designa a esta figura en Noruega?

-Nuestra institución fue creada por ley. El defensor es completamente independiente. No es una figura política y existe un gran consenso en todos los sectores acerca de esto. Su elección se basa en sus cualidades, trayectoria y formación. El Ministerio de Niñez, junto con un grupo de asesores jóvenes que representan a varias organizaciones de la sociedad civil, elige el candidato por seis años (no puede ser reelecto ni despedido). Yo apliqué al cargo como a cualquier otro trabajo y lo hice porque tras mi experiencia como pediatra trabajando con niños expuestos a la violencia, vi que había muchas fallas en el sistema que supuestamente debía protegerlos.

-¿Cuáles son sus roles?

-Hace cuarenta años aprobamos una ley que prohíbe todas las formas de violencia contra los niños, pero hubo que hacer un gran trabajo desde la defensoría para lograr que efectivamente se implemente. Fue necesario fortalecer instituciones como la policía y la justicia, para que los procesos judiciales funcionaran correctamente y se castigara a quienes ejercen la violencia. Además trabajamos en la prevención, que es clave: hacemos mucho énfasis en concientizar a las familias para que no usen la violencia como medio. Por otro lado, algo muy importante es que involucramos a los niños en nuestro trabajo: utilizamos una metodología que llamamos de «jóvenes expertos». Los consultamos y son actores fundamentales en las decisiones que tomamos. Su participación implica atender lo que sienten, piensan y desean: no hay que dejarlos de lado.

-Una de las frases que las organizaciones sociales repiten en nuestro país es «la niñez no puede esperar». ¿Considera que la Argentina debería designar a un defensor cuanto antes?

-Sí. La niñez es una inversión muy importante para un país, porque es un período clave para la formación de una persona: las experiencias que se viven durante la misma pueden afectar, por ejemplo, la habilidad para tener un trabajo, ganar dinero y contribuir a la sociedad en el futuro. Es muy poco inteligente no invertir en los niños, aún en momentos de crisis económica, porque después habrá que pagar el costo en 20 o 30 años. Muchas veces los políticos se olvidan de eso.

-¿Cree que este cargo se va a ocupar en el corto plazo en nuestro país?

-Soy muy positiva. Existe una gran conciencia sobre la importancia de monitorear los derechos de los niños. Mi recomendación es que hay que centrarse más en las calificaciones que debe tener el defensor y el rol de esa institución, y no en los aspectos políticos. En Noruega hicieron falta 35 años de experiencia para llegar adonde estamos. Pero en algún momento hay que empezar: los chicos en la Argentina no tienen tiempo para esperar.

Once años de incumplimiento

El defensor de las Niñas, Niños y Adolescentes (el único órgano exclusivamente dedicado a la defensa de la infancia) es una figura creada en la Argentina en 2005, mediante la ley 26.061. Sin embargo, once años después, el Congreso de la Nación continúa sin nombrarlo. El procedimiento para su designación requiere la conformación de una Comisión Bicameral compuesta por representantes de ambas cámaras con representación proporcional de las fuerzas políticas. Actualmente, en Diputados, oficialismo y oposición se pusieron de acuerdo y nombraron a los integrantes de la comisión, pero en el Senado sólo la oposición preseleccionó a sus miembros. Es por esto que un grupo de organizaciones sociales -entre ellas, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Aldeas Infantiles y Haciendo Camino- reclaman que se actúe cuanto antes para avanzar en la elección de esta figura.

Fuente de la entrevista: http://www.lanacion.com.ar/1974112-anne-lindboe-los-ninos-del-pais-no-pueden-esperar-es-hora-de-nombrar-a-su-defensor

Fuente de la imagen:http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/03/2340503h765.jpg

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Entrevista a Victoria Gessaghi: “La clase alta no busca tanto escuelas de excelencia, sino una red de relaciones”

15 Enero 2017/Fuente: Clarin/Autor: Alfredo Dillon

La antropóloga Victoria Gessaghi accedió a la intimidad de las familias tradicionales de la Argentina para indagar sobre los vínculos entre educación y desigualdades.

Las clases altas no buscan necesariamente la excelencia académica en la escuela, sino valores y una red de relaciones. Lo dice la antropóloga Victoria Gessaghi, investigadora del CONICET, que acaba de publicar La educación de la clase alta argentina (Siglo XXI). Gessaghi entrevistó a varones y mujeres de “familias tradicionales” de la clase alta, e indagó sobre sus trayectorias escolares y sobre los sentidos que le atribuyen a la educación.

–¿Cómo se define la pertenencia a la clase alta en Argentina?

–En el país no hay datos estadísticos que permitan establecer el tamaño de la clase alta. En mi investigación, el criterio de selección de los entrevistados fue que ellos se auto reconocieran como parte de esa clase. El 80% tiene más de 40 mil hectáreas en la pampa húmeda; también incluí algunas familias del ámbito industrial.

–La última prueba PISA arrojó que los alumnos argentinos más ricos tienen el mismo nivel educativo que los pobres de Estados Unidos. ¿Las clases altas reciben realmente una educación de calidad?

–Los sentidos de “calidad” son diversos. No se asocian necesariamente al acceso a determinados conocimientos. No es que las escuelas sean malas, pero para ellos la excelencia académica no es lo principal, sino que tienden a poner el foco en los valores, la importancia de que la escuela forme buenas personas, el valor de la familia o el deporte. También se prioriza el ambiente, la posibilidad de construir una red de relaciones: entre los chicos y, en consecuencia, entre los adultos.

–¿Qué relación tienen estos sectores con la educación pública?

–Las familias tradicionales eligen escuelas católicas o laicas bilingües, mayormente privadas. En las generaciones previas había más posibilidades de pasar por la escuela pública. Pero a diferencia de los sectores medios, que empezaron a abandonar el sistema público a fines de los años 60, las clases altas comenzaron a elegir las escuelas confesionales y conformar un circuito alternativo a principios del siglo XX. La universidad pública, en cambio, sí sigue siendo una opción para ellos. Es una oportunidad para “salir de la burbuja” y mezclarse con otros sectores sociales, una cuestión que valoran.

–¿Cómo funciona en las clases altas la idea de “meritocracia”?

–La “meritocracia” aparece como un modo de legitimar la propia posición social. Por ejemplo, el que logró reconvertir la empresa familiar en una empresa competitiva y “moderna”, asocia el mérito a su propia capacidad de adaptarse a los cambios. La herencia, el punto de partida desigual, queda invisibilizado. En la clase alta se estudia “por las dudas”, porque siempre habrá un lugar en la empresa familiar para insertarse. No buscan escuelas de excelencia académica porque a ciertas posiciones no se accede por medio de la educación, sino por la acumulación de capital.

 

Fuente de la entrevista: http://www.clarin.com/sociedad/clase-busca-escuelas-excelencia-relaciones_0_HJFF7F9ll.html

Fuente de la imagen: http://images.clarin.com/2016/11/04/ByMSfchF4x_930x525.jpg

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Fernando Pereira de la Federación Uruguaya de Maestros: «No podemos correr el riesgo de despegarnos de la gente»

El presidente del PIT-CNT se refirió al crecimiento de los sindicatos docentes y anunció que la Federación Uruguaya de Maestros prepara campaña para acercarse a la sociedad

El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, es dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM). En 2015 Pereira jugó un papel fundamental en las negociaciones presupuestales entre los sindicatos de la educación y el gobierno, y más de una vez cuestionó la táctica llevada a cabo por los sindicatos. En aquel entonces planteó llevar a cabo una discusión a la interna de la central obrera para unificar criterios.

En la misma línea, hoy advierte que «llegar a la sociedad es tan importante como que los afiliados respondan a la medida de paro», dijo a El Observador.

¿Cómo se evalúa desde el PIT-CNT el crecimiento de afiliaciones en los sindicatos de la educación, teniendo en cuenta que en 2015 la central obrera cuestionó algunas medidas que tomaron?

Cuestionó no, discutimos algunos aspectos metodológicos. La metodología de la lucha la coloca cada sindicato, el PIT-CNT tiene el derecho a plantear si considera que una metodología no acumula con el resto de la sociedad. Pepe D’Elía planteaba tres patas de un conflicto posible de ganar: una, que el sindicato apoyara masivamente las medidas que tomaba. La segunda que el resto de los sindicatos comprendieran y actuaran solidariamente con el planteo del sindicato. Tercero, que la sociedad fuera acompasando y entendiendo los criterios que el movimiento sindical plantea. El tercer aspecto en algunos de los conflictos se nos pierde.

¿Por qué?

Si a un padre se le explica que un maestro gana en el entorno de los $ 23 mil pesos, yo creo que entiende que gana poco, que tiene derecho a pelear por su salario, pero tenemos que llegarle a la totalidad de los padres y de la sociedad para que acompañen. Este proceso es tan importante como que los afiliados respondan a las medidas de paro. A veces, nosotros tenemos la impresión de que es un factor clave que se descuida con mucha facilidad, no solo por sindicatos de la enseñanza. Los conflictos se ganan o se pierden si los sindicatos salen favorecidos hacia dentro y hacia afuera de la sociedad.

¿Qué pasa en estos casos? ¿Falla la comunicación y por eso no se entiende el conflicto?

Yo creo que hay que comunicar más. Tanto estoy convencido, que hemos propuesto en la FUM que se lance una estrategia de comunicación que permita darle herramientas a la sociedad para que comprenda y defienda los planteos de los maestros. Seguramente los primeros días de febrero vamos a instalarnos a trabajar en esta dirección y ojalá que los maestros que están afiliados a la FUM pueden trasladar a la sociedad una imagen del papel que juega la escuela pública en la sociedad uruguaya.

¿Cómo van a implementar esta nueva estrategia?

El tema es iniciar una campaña masiva que tratará de usar las redes sociales y distintos instrumentos de la propaganda, como muros, pasacalles, afiches y materiales explicando la importancia de que la escuela pública esté dotada de los recursos fundamentales. Vamos a tratar de lanzar la campaña con personas que han sido importantes en Uruguay, que son hijos de la escuela pública.

¿La campaña va a ir de la mano con la discusión presupuestal de 2017?

Sí, pero no hay que dejarla nunca. Es una campaña que no tiene abandono. Nosotros tenemos que ser los primeros en la batalla, pero solos no podemos. Si partimos de la base de que solos no podemos, tenemos que tener un contacto fluido con la sociedad, dando la información que se requiere y tratando de dotar a la educación pública de la mayor calidad posible.

¿FUM va a invitar al resto de los sindicatos de la enseñanza para que también participen?

Hay una parte que es de FUM que es la defensa de la escuela pública, pero partimos de la base de que en la defensa de la educación pública también participan Secundaria, UTU, Universidad de la República y Hospital de Clínicas. Creemos que también deberían iniciar una campaña de este tipo. Y en tercer lugar intentaríamos que el PIT-CNT diera una mano, tratando de generar un movimiento nacional. Tenemos que volver a la lógica de que los sindicatos pelean por los salarios, pero también pelean por una educación de calidad, que no han dejado nunca esa lógica. Tenemos que volver a que se note de que esto es así. Esto es así siempre y la gente lo tiene que saber.

En los últimos años, con tantos paros, la imagen de que pelean por una educación de calidad se desvaneció para la sociedad.

Trataremos de no perderlo.

A veces la gente tiene la impresión de que los paros de los sindicatos de la educación son excesivos.

Paros hubo siempre. En 1989 hubo 54 días de huelga y fue una huelga muy defendida por la gente. La sociedad apoyó porque compartía (la causa). En el 1993 hubo 17 días de huelga. El problema es cuando acumulás con la gente y cuando no. No deberíamos correr el riesgo de quedar despegados de la gente porque después hagas la medida que hagas, la gente la cuestiona igual.

¿En comparación con la huelga del 89, se perdió entonces el contacto con la gente?

Yo creo que es uno de los factores.

Fenapes creció en afiliaciones incluso en el período más álgido del conflicto de 2015.

Todos los sindicatos crecieron en afiliaciones. El tema es que los sindicatos no ganan solo con la afiliación propia, ganan si los afiliados de los otros (sindicatos) acompañan. Más allá de crecer en afiliaciones, hay que tener aliados. Al pasar raya a un conflicto, hay que ver quién aísla a quién. Los únicos que no podemos quedar aislados en estos casos somos los trabajadores.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/no-podemos-correr-el-riesgo-despegarnos-la-gente-n1018964

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Hay que reducir el estigma en torno a la ayuda psicológica en niños. Entrevista a Catherine Bradshaw

América del Sur/Colombia/14 Enero 2017/Autor: Semana Educación/Fuente: Semana

Catherine Bradshaw, experta internacional en entornos escolares seguros, habló con Semana Educación sobre por qué estos ambientes son vitales para el desarrollo de los niños.

Las navidades han llegado a su fin para dar paso a ese momento del año en el que los niños deben volver a las aulas y enfrentarse a un nuevo curso académico. En este proceso de readaptación, cobra especial relevancia la pregunta sobre qué importancia tiene que lo hagan en un ambiente escolar seguro. Pero ¿qué se entiende por un entorno de ambiente escolar positivo?. Semana Educación habló al respecto con la experta Catherine Bradshaw, psicóloga de la Universidad de Richmond, quien participó en el Foro Educativo Nacional que realizó en Bogotá el Ministerio de Educación (MEN). Esto es lo que contó.

Semana Educación: ¿Qué hace que un colegio sea un ambiente escolar seguro?

Catherine Bradshaw: Tiene que ser un entorno en el que los niños se sientan seguros, en el que se fomente la conexión y las relaciones de los unos con los otros (estudiantes, profesores, rectores y padres de familia), en el que se los involucre y comprometa para que puedan desarrollar un sentimiento de pertenencia con el colegio y de identidad con ellos mismos. Que sientan que son personas valiosas en esa comunidad.

S. E.: ¿Por qué es importante este tipo de entorno?

C. B.: Porque se ha probado que ayuda al desarrollo de los niños para que sean más íntegros. También incide en una mejora de sus resultados académicos y les hace menos vulnerables ante la deserción y la violencia.

S. E.: ¿Cuál debe ser el papel de los profesores en estos entornos?

C. B.: Deben ser conscientes de las problemáticas de sus estudiantes y deben recibir formación para desarrollar capacidades y herramientas que les permita abordar estas situaciones dentro del aula y en sus contextos particulares.

S. E. : ¿Qué relevancia tiene en estos ambientes la salud mental de los niños?

C. B.: A los adultos les cuesta identificar síntomas en los estudiantes que revelan que necesitan ayuda psicológica y los  aspectos de la salud mental son fundamentales. Pero se requiere brindar preparación a los docentes para que puedan identificar los síntomas y abordar este  ese tipo de problemáticas con el objetivo de reducir el estigma que existe en torno a la ayuda psicológica en los menores de edad.

S. E.: ¿Son los ambientes escolares más hostiles hoy en día que hace cinco-diez años?

C. B.: Los niveles de violencia en algunas comunidades están incrementando, pero a grandes rasgos, por lo menos en Estados Unidos, se observa una disminución de las situaciones de violencia en las escuelas. Esto se debe a que muchos colegios están implementando nuevos enfoques de pedagogía dirigidos a que sus estudiantes sean más compasivos con los demás y desarrollen habilidades socioemocionales más empáticas y colaborativas.

S. E.: ¿Qué valor tienen las estadísticas a la hora de incidir en los niveles de violencia en las escuelas?

C.B.: Permiten poder abordar las problemáticas con datos que reflejan la realidad, con una base numérica. Es algo crítico porque sin esos datos la percepción de la gente puede ser errónea. Una vez al año, incluso dos veces al año, hay que ser capaces de monitorear estos entornos para que se puedan llevar a cabo estrategias de prevención efectivas que ayuden a los niños a formarse en entornos seguros.

S.E.: Para un país que está inmerso en un proceso de posconflicto, ¿qué tipo de competencias socioemocionales deberían enseñarse a los niños en las escuelas?

C.B.: Empatía, tolerar las diferencias, importancia de las conexiones entre las personas y respetar las opiniones de los demás, así como la habilidad de trabajar conjuntamente para resolver los conflictos. Son enfoques que hablan de desarrollar un trabajo colaborativo para solucionar los problemas que afectan al conjunto de la sociedad y aportar todos una solución para resolverlo.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/entornos-escolares-entrevista-a-la-experta-catherine-bradshaw-sobre-ambientes-escolares/511896

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La resistencia está en saber escuchar a la tierra. Entrevista a John Berger a Desinformémonos

Europa/Francia/14 Enero 2017/Autora: Fernanda Navarro/Fuente: Eco portal 

En el número fundacional de Desinformémonos, en octubre de 2009, el escritor John Berger, quien falleció el pasado 2 de enero en París, Francia, concedió una entrevista a la filósofa Fernanda Navarro para publicarse en este portal. “No hay que confundir la intención deliberada de desinformarnos con el estar desinformado”, nos advirtió entonces. Y saber escuchar a la tierra.

A continuación republicamos la entrevista completa

El encuentro fue el 2 de Octubre en Paris, donde Berger suele pasar la mitad del año; la otra, en los Alpes franceses cerca de la frontera con Suiza, donde vive con y como los campesinos de la región. Después de recordar su inolvidable viaje a México, invitado al Encuentro zapatista realizado en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas en 2007, empezamos a platicar de la idea de la nueva revista virtual Desinformémonos. Le pareció original y a la vez puntual para los tiempos que corren en que los que informan, lejos de cumplir una función formativa, aturden y confunden. Sin embargo, hizo la aclaración: “No hay que confundir la intención deliberada de desinformarnos con el estar desinformado.”

Añadió que justamente -en los últimos tiempos- había estado pensando en la necesidad de abandonar ciertas palabras con las que a diario nos atosigan los medios y los políticos con sus discursos, vaciándolas de todo sentido, de todo significado. Palabras como democracia, libertad, derechos humanos, justicia, progreso, desarrollo, resultan huecas, sin ningún referente real.

FN. Es decir, lo que estás sugiriendo es abandonar esas palabras que pueblan nuestro vocabulario, esas ideas que nos habitan y condicionan nuestra manera de ver el mundo y la vida.

JB. ¡Exactamente! acepto. Lo que hay que hacer es redefinir las cualidades humanas, sus necesidades, sus limitaciones, la capacidad de vernos a nosotros mismos desde nuestras propias experiencias, con nuevos conceptos.

Por otro lado, es preciso tener otra perspectiva del tiempo, con un sentido histórico, no sólo considerar el presente en su inmediatez, como lo hace la clase política bajo el capitalismo, que sólo busca la ganancia inmediata, sin pensar en las consecuencias futuras ni en el pasado, es decir, en los sacrificios de tantos muertos que dieron sus vidas para lograr lo que hoy tenemos.

FN. ¿En la medida en que logremos configurar una nueva mentalidad, desinformándonos, que prioridades habría que tener para la lucha de resistencia y dar un paso más hacia la acción?

JB. En primer lugar, escuchar…

FN. ¿Me permites un paréntesis? No sé si conozcas a un autor alemán, Carlos Lenkersdorf, que vivió 20 años con los tojolabales. Pues bien, su último libro se intitula justamente “Aprender a escuchar”. Ahí explica el significado de la escucha en las lenguas de origen maya. Hace la distinción entre oir y escuchar . Señala que escuchar implica comprender, ponerse en el lugar del Otro, en la piel del Otro y así se llega a explicar por qué en ninguna de las 14 lenguas que se hablan en Chiapas existe la palabra “enemigo”: porque la escucha -al propiciar la comprensión- hermana, y entre hermanos, no puede haber enemigos. Así, resulta que la palabra enemigo la aprendieron en español, en castilla.

JB. Me parece muy interesante. Justamente me refería yo a la importancia de escuchar y de observar toda la naturaleza, toda la physis, lo que tiene existencia física; lo que no ha sido creado por el hombre. Y así podemos ver que la naturaleza abarca una gran complejidad y cohesión de diferentes elementos que nos causan asombro, que nos maravillan, que nos producen el sentimiento de lo sagrado…el reconocimiento de que a pesar de todo, la vida es un don, un regalo, y que desde luego en la naturaleza no hay lugar para la dictadura del mercado. Sin embargo, no hay duda alguna de que actualmente vivimos bajo una dictadura económica.

FN. En efecto, cuando se habla de la naturaleza humana, hay un cambio.

JB. Sí. Se han resaltado cualidades y riesgos de la naturaleza humana en todo tiempo y en todo espacio. Se ha considerado el pensamiento como la capacidad humana más distintiva y única pero no se ha destacado lo suficiente un peligro: el pensamiento abstracto. Es decir, cuando una idea se ve separada de sus consecuencias concretas.

FN. Y sin embargo, se le atribuye al pensamiento abstracto una gran cualidad, a nivel del conocimiento. La abstracción permite la universalidad de los conceptos. ¿No es cierto?

JB. Eso se ha exaltado mucho, en cambio el aspecto negativo se ha mantenido más silenciado, como es el caso de la impresionante capacidad del ser humano de ejercer la crueldad, y que está ligada siempre a una idea abstracta referida al Otro, al diferente. La posición opuesta -dice emocionado- es la que sí toma en cuenta las consecuencias y la concreción, como en el caso de Antígona cuando se dirige a Orestes : “Yo lloro, tu gobiernas”.

Berger habla más adelante de la distinción, cada vez más abismal, entre ricos y pobres. Alude al filosófo francés del siglo XIX, Proudon, para quien la propiedad era sencillamente robo. John Berger afirma que hoy en el fondo los ricos padecen todos de paranoia, lo cual se advierte en su constante recurrencia a expresiones como “terroristas”, dirigidas a todo aquello que pueda constituir una amenaza. Y, por otro lado, la creciente consideración de luchadores sociales como delincuentes o criminales potenciales. Destaca también los lazos solidarios que se dan en estos sectores. Y hace un señalamiento interesante respecto de los pueblos indios: “debido a su fuerte sentido de identidad y su fuerte relación con la naturaleza, tienen un potencial de resistencia especial -aunado a la capacidad de paciencia que han mostrado- que hace que no necesiten ser rescatados”.

FN. Finalmente, quisiera preguntarte como describirías el período histórico que vivimos actualmente. Como decías al principio, no tiene sentido decir que no tiene precedentes, ya que esto puede decirse de cualquier época…

JB. Bueno. Justamente, últimamente he buscado un punto de referencia que no pretende ser una definición exacta, sólo una aproximación. Me temo que es bastante fuerte, incluso brutal, sobretodo para quienes consideran la era de la globalización como un periodo marcado verdaderamente por la eliminación de fronteras lo cual abre una cierta idea de libertad. El punto de referencia que he encontrado para describir la actualidad es la prisión. Y no es una metáfora, es real. Pero para describirlo es preciso pensar en términos históricos.

Michel Foucault mostró como el estado penitenciario fue inventado a fines del Siglo XVIII, ligado a la producción industrial, a sus fábricas y su filosofía utilitarista. Después vino el modelo del Panóptico, tal y como Jeremy Bentham -maestro de John Stuart Mill y apologista del capitalismo industrial- lo concibió al introducir la circularidad de las celdas y el guardián-mirador al centro para la vigilancia constante y absoluta.

Hoy, además de la tecnología moderna que tiene acceso hasta lo más intimo de tus ideas, suenños y planes, tenemos otra realidad que nos ofrecen los oasis en que se han convertido las fronteras paras los migrantes de tantos países del tercer mundo que, anónimos, hambrientos o mutilados, dejan sus vidas, sus sueños y sus nombres en las esquinas de los primeros mundos prometedores de libertad y progreso.

Y en los países ricos, donde hay empleo y bienestar, se reportan suicidios como ahora en France TeleCom. o el nuevo tipo “legal” de muertes por “surmenage”, exceso de trabajo, donde al empleado se le exprime hasta la última gota.

El punto de referencia final no es táctico, es estratégico. El hecho de que los tiranos del mundo sean ex-territoriales explica la extensión de su poder de vigilancia, pero muestra también la inminencia de una debilidad. Operan en el ciberespacio y duermen en copropiedades aseguradas. No saben nada de la tierra que los rodea. Son incapaces de escuchar a la tierra. Ahí, son ciegos. Localmente, están perdidos.

La resistencia está en saber escuchar a la tierra. La libertad se descubre poco a poco, no por fuera, sino en las profundidades de la prisión.

Volviendo al ciberespacio, éste ofrece al mercado una rapidez prácticamente instantánea para el intercambio. Se le utiliza noche y día para las operaciones de la bolsa y es gracias a esa rapidez que la tiranía del mercado puede ejercerse en un espacio fuera de todo territorio. Sin embargo, tal rapidez tiene un efecto patológico sobre quienes la practican: la anestesia. Poco importa lo que adviene, al final de todo el negocio, el “business”, continúa.

Sin embargo, en la prisión mundial actual, el ciberespacio ha encontrado la manera de revertir sus efectos y utilizarlos contra los fines de quienes lo iniciaron.

FN. Es la idea de Desinformémonos.

JB. Efectivamente.

FN. ¿Desde abajo?

JB. Si, recogiendo, escuchando, las voces de la tierra…abajo.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Desarrollo-Sustentable/La-resistencia-esta-en-saber-escuchar-a-la-tierra-John-Berger-a-Desinformemonos

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“Un alcalde que escucha a los niños hace gimnasia democrática” Entrevista a Francesco Tonucci

Europa/España/14 Enero 2017/Autora: Pau Rodríguez/Fuente: Diario la Educación

El pedagogo italiano Francesco Tonucci defendió en Barcelona un modelo de ciudad pensado desde la visión de los niños: «A menudo defendemos más nuestros coches que a nuestros hijos»

Existe el instante Frato. Suele visitar, de forma inesperada, a todos aquellos que se interesan por la educación o la infancia. De repente, se topan con una de las viñetas que durante cincuenta años ha dibujado Francesco Tonucci, y descubren, en una experiencia sin retorno, que el mundo gana coherencia cuando se observa con ojos de niño. Este es el instante Frato, que es a la vez una ventana para acceder al pensamiento y obra de este pedagogo italiano, ideólogo del concepto de La ciudad de los niños, gran defensor de la participación de los niños en la sociedad, militante insobornable del placer de jugar y partidario de una escuela más conectada con la vida de los niños y niñas. Esta semana ha estado en Barcelona para participar en dos jornadas: sobre los derechos de los niños y sobre su participación en política.

¿Por qué nos cuesta tanto tomar en serio las opiniones de los niños?

Todos hemos sido niños, hemos vivido la experiencia, pero cuando nos hacemos adultos nos olvidamos y nos ponemos a reproducir todo lo que nos ha hecho sufrir de pequeños. Mira lo que pasa con los deberes, sin ir más lejos. El otro día le preguntaban a un niño por qué los adultos deben escuchar a los niños, y él respondió: “Porque tenemos más experiencia”. Me quedé parado, y él se explicó: “Vosotros fuisteis niños, pero ya no lo sois. Sobre la infancia, somos nosotros los que tenemos experiencia”. Es así.

¿Por qué vale la pena escuchar a los niños a la hora de tomar decisiones no sólo que les afectan a ellos, sino a toda la sociedad?

Porque son diferentes. De entrada son más bajitos y tienen una perspectiva diferente de su entorno, pero es que también tienen deseos diferentes a los de los adultos. Un alcalde que aprende a escuchar a los niños está haciendo gimnasia democrática. Los niños son unos grandes mediadores y representantes de los demás, entendiendo todos aquellos colectivos que están fuera de los círculos de poder: ancianos, discapacitados, pobres, extranjeros…

Que se les ha de escuchar, de hecho, lo reconoce mucha gente. Está recogido en la Convención de los Derechos del Niño desde hace 25 años. En muchas ciudades se han hecho consejos de niños, se les ha animado a hacer propuestas… El problema es que pocas se tienen en cuenta.

Es que aquí debemos aclarar qué significa escuchar. Una escucha verdadera no parte de la generosidad, sino de la necesidad. Es la única manera. Yo, como adulto, me he dado cuenta de que no puedo hacer sino escucharte. La demostración contraria es la actual: los adultos, en la gestión del poder, estamos fracasando en todos los ámbitos: en medio ambiente, en economía, en lo moral… ¡Es un desastre! Si somos democráticos debemos darnos cuenta de las necesidades de todos. Escuchar significa tener en cuenta tus necesidades. Y quizás no lo haré todo, pero te diré lo que haré y qué no, y por qué. Rendir cuentas ante los niños es importante. Y no estoy hablando de asumir literalmente lo que dicen los niños, sino buscar el sentido profundo de lo que ellos a veces expresan de forma aparentemente superficial. Sus pensamientos están conectados con su experiencia, local y reducida, y un buen político debe aprovechar para convertirlo en una política general.

¿Lo suelen hacer, los políticos?

A menudo vivimos intentos fracasados. En Roma nos pasó hace poco. Los niños descubrieron que el reglamento municipal decía que en el espacio público estaba prohibido jugar, lo que va en contra de la Convención de la ONU, que reconoce el derecho al juego. Escribieron al alcalde pidiéndole un cambio de reglamento y, después de que se abriera un pesado proceso para modificar la norma, el artículo recogió que el ayuntamiento “favorece” el juego de los niños en espacios comunes. Ya ves, cuando se trata de niños los adultos lo conceden todo -en este caso, más de lo que pedían-, pero el problema es que después se cumple poco. Lo celebramos ocupando una plaza y jugando, y luego enviamos una carta al alcalde donde le pedíamos que ahora tenía que cumplir con su compromiso, retirar todos los carteles de prohibido jugar y, en definitiva, abrir una reflexión como ciudad con vocación de permitir a los niños jugar. Pero todo esto con el tiempo se fue diluyendo.

Este proceso de reflexión no debe ser fácil en unas ciudades como las que tenemos.

El juego es una de las actividades más importantes a lo largo de la vida, especialmente decisiva en los primeros años. Pero para que los niños puedan jugar deben poder salir de casa sin sus padres, porque el juego tiene que ser libre, no acompañado. Y una ciudad ha de proponerse garantizar esto. En Pontevedra, por ejemplo, el alcalde escuchó esto y años después me dijo que le había convencido de que lo iba a sacar adelante. A la mayoría de alcaldes, de hecho, les encanta la propuesta, y me dicen: “Dame dos años para solucionar el tema del tráfico y volvemos a hablar”. Pero nunca se resuelve este tema, es irresoluble. De entrada, porque en el orden de prioridades sitúa los coches arriba de todo, cuando debería ser lo contrario: las ciudades deberían estar hechas a medida de las personas. En Pontevedra lo asumieron y, por ejemplo, hicieron las aceras anchas para que pudieran pasar dos personas de lado con un paraguas.

Todo esto tiene que ver con el concepto de La ciudad de los niños, que usted puso en práctica en su población natal, Fano, hace más de 20 años. ¿En qué consiste esta iniciativa?

Creemos que después de la última Guerra Mundial, en la reconstrucción de las ciudades, estas se hicieron a medida de un ciudadano adulto, hombre y trabajador. Esto condicionó horarios, servicios y urbanismo. Se hizo todo a su medida y nos olvidamos de todo lo demás, que poco a poco está condenado a desaparecer de la ciudad. Nuestra propuesta es cambiar el modelo y coger el niño como referencia, pero no para hacer una ciudad infantil, reducida y montessoriana, sino para hacerla para todos. Y para estar seguros de que será para todos cogemos a los niños como referencia.

¿Por qué los niños y no otros colectivos vulnerables, como las personas mayores?

Porque es mucho más poderoso cuando algo te la dice tu hijo. Así es más fácil chantajear a los adultos: los cambios te los piden tus hijos.

Esta es una idea recurrente en sus viñetas. Los niños que las protagonizan piden a sus adultos que paren de tomar decisiones que no tienen en cuenta las generaciones futuras.

Esto es dramático. Nosotros de nuestros abuelos vamos a heredar un gran aumento de la esperanza de vida en sólo dos generaciones. Hoy, por primera vez en la historia de la humanidad, los que nacieron en 2000 tendrán menos esperanza de vida. Esto me da vergüenza. Nos aprovechamos de los recursos naturales como si fuéramos la última generación en la Tierra. Había tribus nativas americanas que decían que las autoridades deben tener en cuenta siete generaciones siguientes a la hora de tomar decisiones. La ciudad del futuro no tiene más remedio que ser una ciudad postautomóviles. Si no, no podremos vivir. Pero defendemos más nuestros coches que nuestros hijos. Es incomprensible, pero es así.

Entrevista de Pau Rodríguez para El Diari de l'Educació a Francesco Tonucci, educador y pensador de la ciudad de los niños.
Francesco Tonucci / Foto: Sandra Lázaro

Al principio de la entrevista ha citado los deberes. ¿Qué le parecen a usted, que siempre ha defendido una modelo educativo donde los alumnos trabajen a partir de las experiencias que viven fuera de la escuela?

Sé que en España hay una protesta que tiene que ver sobre todo con la vida familiar, porque los padres no pueden pasar tiempo con sus hijos, y me parece lógico. La escuela no tiene derecho a ocupar un tiempo que no es suyo. La Convención habla de un derecho a la escuela y de un derecho al juego, dedica un artículo a cada uno, sin que el primero tenga más importancia que el segundo. Si la escuela ocupa la mañana y parte de la tarde, el resto del tiempo no es suyo. Es tiempo de los niños. Y luego ya hablaremos con los padres …

… Que lo querrán ocupar todo con extraescolares.

Sí. Pero lo que a mí me interesa es que la escuela debería estar sumamente interesada en que los niños vivan este tiempo, fuera del colegio, de forma satisfactoria, intensa, viva, con los amigos, porque este es el tiempo de los descubrimientos, de las sorpresas, y estos son materiales preciosos para llevarlos luego a la escuela. Si no, la escuela está condenada al currículo y el libro de texto. Y esto es una mala escuela. Freinet, Montessori… Todos los grandes maestros que hemos tenido trabajaban sobre lo que los niños y niñas les llevaban a la escuela. Pero hoy, los niños no pueden llevar o explicar nada, y no porque sean celosos de lo que viven, sino porque no tienen nada que contar… ¿Hablarán de la tele? ¿De los deberes? ¿De las extraescolares? Debemos permitir a los niños vivir experiencias significativas, y la escuela debería ser aliada de los niños en este sentido y ayudar a las familias a superar esta inquietud de proyectar sus deseos sobre los hijos.

Este modelo escolar requeriría muchos cambios: un curriculum menos invasivo, una mayor autonomía de los maestros…

Sí, sí, claro. En España, como en Italia, se sigue pensando que la escuela se puede cambiar con reformas. Y es interesante notar algo: vosotros tenéis la LOMCE, que es una mala legislación, y nosotros, tenemos una buena ley. Pero las escuelas italianas y españolas se parecen mucho. Porque la legislación no influye.

Usted ha explicado a menudo la ilegalidad en que viven las escuelas. Las leyes sitúan un marco, a veces muy avanzado, a veces todo lo contrario, pero tiene poco que ver con lo que se hace en clase.

Lo único que puede salvar la escuela son los maestros, pero siguen saliendo de universidades donde se dedican a escuchar
a los profesores, tomar apuntes y repetir lo que dice el profesor en el examen. Esto quiere decir que la escuela no cambiará nunca. Es igual cuáles sean los contenidos, porque la propuesta sigue siendo la lección, los apuntes y la repetición. La formación de los maestros debería ser totalmente diferente, de talleres, de creación, de metodología científica, con trabajo con niños desde el minuto uno para ver si tienes aptitudes para trabajar con niños o no… En Italia no sólo todo el mundo puede ser maestro, sino que lo es quien ha fracasado en otras aspiraciones. Si tienes este panorama, ya puedes hacer el currículo más bonito del mundo, que nadie lo sabrá interpretar. En cambio, un buen maestro ya sabe cómo hacer la escuela, sin necesidad de programas ni propuestas.

¿Cambiaría la escuela si tuviéramos en cuenta la opinión de los niños?

Todas las decisiones que se toman en la escuela deben tener la implicación de los niños. Con esto no digo que tengamos que hacer los centros tal como ellos nos piden, pero lo que es seguro es que no se pueden hacer sin saber qué piensan los niños: ¿qué piensan los deberes? De cómo se portan sus profes? ¿De las asignaturas? Tenemos que estar más abiertos a una gestión participada. Esto debería valer lo mismo para un hospital donde haya niños o para un museo, como ocurre, por ejemplo, con el Consejo de Niños que tiene el Museo Azul de Barcelona.

Quizás así las escuelas serían más “bellas”, tal como usted siempre reivindica.

Serían más cercanas a lo que ellos quieren. No serían aburridas. ¡Los niños se aburren en la escuela! ¡Y eso no lo podemos permitir ni considerarlo normal o natural! Una escuela como la que tenemos funciona en un porcentaje muy bajo… Si comparamos lo que un niño ha aprendido a los 16 años teniendo en cuenta las horas que ha pasado a la escuela… Es impresionante.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/20/un-alcalde-que-escucha-a-los-ninos-hace-gimnasia-democratica/

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Entrevista a Boaventura de Souza Santos: «Los indignados del mundo, por una democracia radical, participativa, directa y comunitaria»

Entrevista a Boaventura de Souza Santos
Los indignados del mundo, por una democracia radical, participativa, directa y comunitaria
Jaime Quintana Guerrero, Isabel Sanginés
Desinformémonos

Los sociólogos son muy buenos para ver el pasado y muy malos para prever el futuro, así que no sé lo que va a pasar, pero lo que los ocupas y los indignados manifiestan es que esta institucionalidad está podrida, piden democracia verdadera y democracia real. Estamos vislumbrando lo que yo llamo una sociología de las emergencias, de nuevos movimientos que apuntan a otras formas de democracia más robustas y que puedan evitar lo que yo llamo el fascismo social.

Estoy seguro de que tendremos que mantener junto con estas formas más radicales la democracia representativa, pero nunca sola. Democracias participativas junto con democracias directas y democracias comunitarias.

Hoy las tecnologías de la información permiten una participación mucho más grande de los ciudadanos en la política y otra percepción de ella. Ahora mismo, por ejemplo, vengo de Bogotá donde la alcaldía es una alcaldía de izquierda, dirigida por Gustavo Petra, y están intentando trabajar con procesos como el presupuesto participativo y la intervención ciudadana.

Entonces, los movimientos de indignados nos dicen que es posible luchar. Nosotros no podemos quedarnos como estudiantes separados de las luchas, tenemos que estar dentro de ellas, es decir permanecer en la universidad y en la lucha simultáneamente, y ese a mi juicio es el aprendizaje.

Lo que es nuevo en relación al siglo XIX, es que a los jóvenes de entonces no les pasaba por la cabeza luchar por la democracia porque en esa época la democracia era elitista y totalmente oligárquica y hoy existen grandes diferencias. Tenemos que mantener este imaginario actual de una democracia radical participativa, directa y comunitaria, me parece que es lo que nos enseñan los movimientos de ahora.

Pero hay que ir más lejos, porque en la calle no se formulan políticas, la calle es un detonador muy importante para mostrar la resistencia, la inconformidad, la indignación, pero tenemos que seguir formulando políticas y para eso hay que tener formas de organización y movimiento.

Para la detonación llevar el movimiento al límite

Los límites, no. Si estamos en la práctica no podemos hacer preguntas teóricas sobre las restricciones del movimiento, porque en la práctica todo tiene límites. Es decir, todas las luchas están acotadas, el problema es llevar los límites al límite, o sea todas las oportunidades de lucha que tenemos debemos de radicalizarlas.

Los límites son decididos por la correlación de fuerzas. Sin correlación de fuerza no vas a ir a ningún lado, y tu trabajo es trascender las murallas, pero no las trasciendes de una manera romántica como si no existieran porque te desplomas, tienes que saber cuáles son estos límites y forzarlos más allá de sí mismos.

La guerra en México

Actualmente México vive un momento muy difícil en la medida en que hay una situación de criminalidad que nos recuerda la Colombia de los años noventa. Es una criminalidad que viene de diferentes ejes y direcciones, y a veces se confunde. Llega desde el propio Estado que colabora con los grupos de criminales, llega desde el narcotráfico y el crimen organizado.

Se vive en una especie de anomia, es decir con los vínculos sociales rotos y debilitados. Hay un sentimiento de que no vale la pena respaldar a la ley ya que esta no castiga a quien debe; existe la sensación de que las normas no conducen nuestra vida y este imaginario de ilegalidad o de trivialización de la legalidad es quizás lo que existe hoy en México. Pero hay que distinguir entre diferentes tipos de criminalidad porque hay que los grupos afectados por estos no son los mismos.

Si se compara lo que pasa en el Distrito Federal con lo que pasa en Guerrero o en Chiapas, no estás en el mismo país, pues son estados con una desigualdad social brutal. En este sentido, podemos decir que el federalismo mexicano ha fracasado totalmente ya que el federalismo fue creado para generar una solidaridad nacional entre diferentes estados y ese fenómeno no existe. Aquí hay una fragmentación nacional y se da también bajo la forma de guerra civil o, como yo la llamo, de guerra incivil, porque parece que es sin ley. Es una guerra en la operan simultáneamente, en varias partes del país, grupos armados, ya sea para defenderse o para atacar.

En este momento el Estado ha perdido el control de la violencia legítima, que es su prerrogativa, y es la que mantiene el orden dentro de los Estados liberales. Ahora se practica una violencia ilegítima sobre la cual no tiene control el Estado, aunque él mismo la ejerce también, junto con otros poderes fácticos que están dominando este país y que se hayan creando una situación real de liberalización de la criminalidad.

Por ejemplo, el día de hoy, me encuentro muy impactado por el asesinato de un profesor del departamento de sociología, cinco minutos antes de que comenzara mi charla en la Universidad Autónoma Metropolitana, esto nos da una idea de cómo la violencia está próxima a nosotros. Hoy fue él, mañana puedes ser tú o puedo ser yo. La violencia tiene una presencia existencial, y esto genera que ya no te sientas protegido en ningún momento, ni de ninguna manera por nadie. El resultado es que la gente empiece a buscar formas alternativas de protección, las cuales pueden ser rondas campesinas, pero también comprar armas del crimen organizado.

Entonces, la primera parte de mi respuesta es que en este país tenemos una multitud de criminalidades, de anomias, y es muy difícil comprender todas sus articulaciones.

Ahora bien ¿hasta qué punto el Estado participa en esto por acción y hasta qué punto participa por omisión? Y por otro lado, ¿cómo podemos salir de esta situación? Yo pienso que lo primero es no desistir, y después encontrar formas de rebelión en contra de este Estado.

La lucha de las ideas y la acción política

Lo que necesitamos hoy, es una reforma, una refundación profunda del Estado, de la democracia y de la justicia. A través de los movimientos sociales constituidos en la alternativa a una política de Estado corrupta e ineficiente.

La batalla tiene que darse y no podemos desistir. Las personas que se encuentran permanentemente bajo amenaza de muerte, o del hambre por esta violencia desatada, no pueden pensar como nosotros, los que estamos en las universidades o relativamente más seguros. Ellos, los continuamente amenazados tiene que pensar en soluciones y nosotros por respeto a ellos debemos de encontrarlas junto con ellos, esa es la única dignidad de los intelectuales y de los activistas: trabajar directamente con la gente y mantener la esperanza, pero no una esperanza romántica.

La organización de la lucha social en México

Durante mi estancia en México hablé con personas de diferentes movimientos sociales y con gente que está involucrada en la lucha social y cada vez más me parece que, en la situación actual, la batalla por la paz podría ser una línea de articulación para todo el movimiento, una línea agregadora, no me parece que sea socialismo, no sé si es justicia social, tal vez. Eso sí, para los indígenas tienen que ser una justicia histórica, no basta con hacerles una justicia social, pero es la paz la que nos dará la posibilidad de hacer otras cosas. Y para esto hay que manejar algunos instrumentos jurídicos, instrumentos del derecho que el Estado creó en una tradición que viene desde lejos y que puede ser emancipadora. Pero no es sólo el derecho, lo que hace falta es la movilización política.

En México lo que falta es una movilización política fuerte, y creo que se puede generar ahora alrededor de la consigna por una paz ciudadana, pero no la paz de los vencedores, sino la paz de los vencidos. Es por lo que hay que luchar hoy.

¿Con qué instrumentos? Con instrumentos jurídicos, pero también con instrumentos ilegales. Mi frontera es la lucha armada, no estoy a favor de la lucha armada, pero luchas ilegales por supuesto que sí. Y es que se tienen que producir luchas ilegales porque desde el poder van a criminalizar la protesta, van a hacer todo para que ustedes no puedan salir a la calle, van a considerarlos terroristas, así lo hacen en Chile, así lo hacen en Perú, así lo han hecho ya en México.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221467&titular=los-indignados-del-mundo-por-una-democracia-radical-participativa-directa-y-comunitaria-

Imagen: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221467&titular=los-indignados-del-mundo-por-una-democracia-radical-participativa-directa-y-comunitaria-

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