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Entrevista a Gino Ferri: “Conectar el proceso educativo a la vida es lo más necesario y lo que menos existe en la escuela”

Por:   Gessamí Forner

La gente busca respuestas, en vez de oportunidades para pensar, porque la escuela les ha criado así.

 

Gino Ferri cambió las aulas con niños por las aulas con maestros. Asesor de profesores en Catalunya y País Valencià, este pedagogo italiano insta a los profesionales de la educación a repensar el proceso educativo desde el conocimiento.

Ni Reggia Emilio, ni Montessori. Para el pedagogo y formador del profesorado Gino Ferri las etiquetas son una distracción que hacen perder la mirada donde realmente hay que ubicarla: en el contexto de los niños, en su barrio, en su ciudad, en sus relaciones con los demás. Desde ese aprendizaje, real y directo, debería fundamentarse la educación, siempre con el objetivo de que la educación pública es la única vía para “ofrecer a todos los miembros de una sociedad la oportunidad de desarrollarse a través de mayor número de ámbitos posibles de experiencia”. No cree en las escuelas libres, sino en la educación pública, y recuerda que “todo acto educativo público es político”.

En la adquisición temprana de lenguas se observa claramente que los niños solo pueden adquirir un idioma desde la relación activa con otra persona. Que de poco sirve ver en Youtube a Pepa Pig en ruso si Pepa Pig no le contesta. Creo que todo tu planteamiento pedagógico gira entorno a que las criaturas aprenden en relación.
Todo lo que tiene un contexto vivo de relación tiene sentido y forma parte de la experiencia de la persona, por eso dentro de una situación viva aprendes un conocimiento real. Décadas de cultura nos han ayudado a comprender la relación como base de la construcción no solo del aprendizaje, sino también de la propia identidad.

Pero desde la educación, la interacción entre el conocimiento es escaso y sigue obedeciendo a una relación vertical con escasa voluntad de experimentación.
Eso es lo que, en general, falta mucho en la escuela. El profesor Fernando Hernandez, de la Universitat de Barcelona, es el que más ha desarrollado la pedagogía de los afectos, en el que conectar el proceso educativo a la vida es lo más necesario e importante, y es lo que menos existe en la escuela.

¿El sistema educativo está enfermo?
Está muy enfermo, pero no los profesores. La mayoría de los profesionales que trabajan en el sistema educativo son el resultado del sistema educativo que han vivido directa o indirectamente. En ese sentido, podemos hablar de un sistema enfermo que después contagia a todos y eso es un gran problema.

Es inútil pretender aplicar realidades educativas distintas a países diferentes, por ello nunca hablo en España de Reggio Emilia

Formas a profesorado de la enseñanza pública de Catalunya y País Valencià en la experiencia con la escuela Reggio Emilia de Italia…
Para, para. Esa experiencia forma parte de mi vida, pero es totalmente inútil pretender aplicar realidades distintas a países diferentes. Decirle a alguien tienes que hacer esto y, si lo haces así, lo harás genial es totalmente inútil, aunque en España es lo que más se busca: que te den una respuesta y que esa respuesta venga con una etiqueta. Desde ahí se entiende el éxito en España de las escuelas Montessori, como si fueran algo novedoso cuando es algo tan viejo como mi abuela muerto. En España, la gente busca respuestas, en vez de oportunidades para pensar, porque la escuela les ha criado así. Por eso nunca hablo de Reggio Emilia, aunque sea un referente mundial en educación.

¿Qué le pasa a España?
La educación infantil y primaria se han pegado, una situación peculiar que no aparece en casi ninguna parte del mundo. Hubiera podido ser una gran oportunidad para construir proyectos educativos coherentes, pero se ha cogido lo peor, lo más rígido: se ha primarizado la etapa infantil. Una idea de escuela coherente sería construir de abajo a arriba, no al revés.

¿Eso sería lo coherente con el aprendizaje en la infancia?
La función de la escuela es universal y la ejecuta cada país, pero no es propiedad de ninguna ideología. Nadie se puede inventar que el niño es así o asá. Tenemos una cultura y una historia que nos indican cómo se construye la identidad, cómo se aprende y cuál es el papel del adulto.

La gente busca respuestas, en vez de oportunidades para pensar, porque la escuela les ha criado así

¿Con qué cambio de enfoque o click te quedas contento cuando asesoras a maestros que provienen de la educación tradicional española?
Cuando veo que las personas no me piden “dime que tengo que hacer”, sino que activan sus propios recursos, empiezan a reflexionar, establecen conexiones que les hacen más autónomos en la construcción de la propia experiencia a partir de la propia consciencia en qué idea de escuela e infancia tienen y de cómo están viviendo su día a día de la forma más coherente posible con los que son esos pensamientos que han llegado a tener de forma más consciente. Es el único objetivo que tengo.

Creo que la pandemia ha evidenciado que el enfoque individual de cada profesional repercute totalmente en el aprendizaje del niño o del adolescente. Si el adulto ha decidido mandar deberes, sin explicaciones mediante, ni retos o, como mucho, vídeos de Youtube cual Pepa Pig en ruso, el aprendizaje no puede ser otra cosa que escaso.
El papel del adulto es fundamental. Si el problema se limita a la transmisión de unas informaciones o mandar deberes simplemente lo que se hace es acostumbrar al alumno a obedecer. El adulto debería provocar curiosidades, valorando las que los alumnos tienen y viven, porque sino volvemos a la idea de la escuela transmisora que a día de hoy no tiene ningún sentido hasta en primaria.

¿Qué ha significado la pandemia?
Nos ha reflejado los estereotipos y obsesiones de la escuela. Esa idea de impartir contenidos como eje vertebrador evaluados cuantitativamente. En un pueblo de cerca de donde vivo, en Xàbia, llegaron incluso a enviar los deberes en mano a través de agentes de policía a aquellos niños que no tenían ordenador. Para mí este es un ejemplo dramático, como la idea de enviar tabletas a lo loco. Las alternativas que se han buscado han sido para seguir haciendo lo mismo durante la pandemia. Deberes y evaluar. Pensando siempre en medir la adquisición de las informaciones que te toca aprender para poder olvidarlas cuando haya pasado el examen. Y el debate público, lo dramático de esta evaluación, ha sido que no se podía aplicar con el máximo rigor en la enseñanza online. Nada más.

En España, la educación infantil y primaria se han pegado, una situación peculiar que no aparece en casi ninguna parte del mundo y de la que se ha cogido lo más rígido, primarizado la educación infantil

¿Hemos aprendido algo de la pandemia?
Creo que no. Todo seguirá igual, aunque la escuela necesite replantearse su identidad y función en el siglo XXI.

¿Cuál sería la escuela ideal?
Es difícil responder a una pregunta como esta, porque creo que no deberíamos hablar de una escuela ideal sino de una escuela real que permita una relación estricta y viva con las personas que comparten esa experiencia. Una escuela que se basa en unos valores que para mí deberían ser fundativos de toda civilización: la responsabilidad compartida, una alta cultura de la convivencia, a partir de la cooparticipación de todos, la solidaridad y el cuidado del bienestar común a través de las relaciones, estos deberían ser los valores transversales.

En Xàbia, enviaron los deberes en mano a través de agentes de policía a aquellos niños que no tenían ordenador. Este es un ejemplo dramático de cómo las alternativas que buscas son para seguir haciendo lo mismo

Mi hija va a escuela pública y tengo la sensación de que, como yo, consideras las escuelas libres unos guetos.
Escuela libre es como decir infierno helado, unes dos términos que no pueden estar juntos. La escuela, es el medio por el que la sociedad ejerce su responsabilidad de ofrecer a todos sus miembros la oportunidad de desarrollarse a través del mayor número de ámbitos posibles de experiencia, porque solo eso garantiza la libertad de no quedarse con el sistema de creencias de su ámbito de procedencia. Teniendo en cuenta esa identidad, nada puede ser libre. Como todos los contextos institucionales tienen características que dependen de ese contexto. La educación es política y es uno de los actos políticos más importantes y responsables que habría que considerar con la debida conciencia. Todo acto educativo público es político.

A los políticos no les cabe duda, cada Gobierno reforma o crea una nueva ley educativa.
Es una dinámica que lleva una larga tradición secular, pero me gustaría hablar más de un replanteamiento a nivel global sobre los significados que una comunidad atribuye al proceso educativo público y no simplemente cómo es la realidad reducir el proceso educativo a la instrucción de determinados conocimientos.

¿Qué papel tenemos en ella las familias?
Para mí las familias son una pieza deberían ser una pieza fundamental de la comunidad educativa. entendida como una parte que dialoga con las demás partes. Todo proceso educativo se debería construir a partir de un diálogo entre los diferentes sujetos protagonistas, cada uno en su papel. Eso es algo que las supuestas escuelas libres ni siquiera se han planteado, se han quedado con la manida frase de para educar a un niño hace falta una tribu. Las familias son una parte fundamental de la parte educativa, que a su vez debería estar en contexto con su barrio, con su ciudad.

¿Se puede pensar en el curso escolar desde el distanciamiento social?
La escuela no puede existir desde el distanciamiento social, no se puede volver a la escuela escondiéndose detrás de la retórica de lo presencial, cuando es para que actúen como los adultos quieren. Es un discurso reduccionista. ¿Qué se llevarán como experiencia los niños cuando cualquier acción que forma parte de su naturaleza deberá ser sancionada porque se saltan las normas? Si se han inventado medidas diferentes para los futbolistas, no veo porqué no se pueden empezar a pensar que las medidas diferentes también podría entrar en la escuela. Y la brecha social no puede abordarse con más educación telemática.

Fuente e imagen: https://www.elsaltodiario.com/educacion/gino-ferri-conectar-proceso-educativo-vida-necesario-menos-existe-escuela

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José Ramón Ubieto: “La rutina y no alejarse del exterior evita la ansiedad en el confinamiento”

Por: Laura Román.

 

Aunque al comienzo del confinamiento, las sensaciones eran relativamente positivas, pasadas unas semanas la salud mental puede verse afectada tanto en adultos como en niños. José Ramón Ubieto, psicoanalista y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación en la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) comenta que aunque la afectación no es tanta entre los de menor edad (desde el pasado domingo pueden salir a pasear durante una hora al día), recomienda no perder el vínculo con el exterior y que los horarios de trabajo y actividades escolares sigan una dinámica similar a cuando la vida se desarrollaba fuera de casa.

Pregunta: ¿Cómo afecta el confinamiento a la salud mental?

Respuesta: Inicialmente la afectación es poca porque sobresalen los aspectos positivos: cierta relajación laboral o escolar, vida familiar, una sensación de ‘semi-vacaciones’ o la propia novedad. Sin embargo, pasados los primeros 10-15 días comienzan a aparecer síntomas que ya estaban antes en las personas que, por ejemplo, se han confinado en soledad: angustia, miedo al contagio, tristeza, problemas de sueño y de concentración, ansiedad y un aumento de la ingesta de alimentos y bebida.

P: ¿Impacta por igual a niños y jóvenes que a adultos?

R: La variable más importante es la personal, luego vienen otras como el confort, la situación económica o la edad. Sobre esta última, los niños y los jóvenes lo llevan mejor puesto que las tecnologías digitales ya los tenían ‘confinados’ previamente y la diferencia es menor. Además, sus preocupaciones por la enfermedad y el futuro (como la incertidumbre económica) también son menores o a veces inexistentes.

consecuencias confinamiento

P: ¿Se puede llevar a cabo un confinamiento ‘saludable’? ¿De qué forma?

R: ‘Confinamiento saludable’ sería un oxímoron ya que no puede ir una cosa con la otra. Es tolerable más o menos. Solo en algunos casos (personas con trastorno mental para las que el entorno siempre es hostil o parejas en proceso de separación sin violencia para las que (no siempre) el confinamiento puede ser una segunda oportunidad de acercarse subjetivamente), el confinamiento puede ser ‘saludable’. Para el resto se trata de soportarlo.

P:¿Qué medidas se pueden tomar en casa para evitar caer en la ansiedad, la angustia o la depresión? ¿Y con los más jóvenes?

R: Básicamente dos: las que permitan restituir en lo posible el espacio y el tiempo, coordenadas fundamentales en el psiquismo humano y que pueden desaparecer en una situación de confinamiento prolongado. El tiempo exige que haya rutinas que simulen algo de la vida cotidiana (secuencia de acciones que distribuyan momentos de trabajo, de ocio individual, familiar o descanso personal) y que sigan los ciclos habituales sin romper el sueño. Aquí podemos incluir el ejercicio físico.

Para restituir el espacio hace falta no perder el vínculo con el exterior: videollamadas de trabajo, amigos o con las familias, algunas salidas para comprar, tirar la basura o pasear a las mascotas, si es el caso.

«Las preocupaciones de los niños por la enfermedad y el futuro (como la incertidumbre económica) son menores o a veces inexistentes»

P: ¿De qué manera afectará el confinamiento al bienestar mental cuando éste finalice?

R: Hay dos riesgos a tener en cuenta. Por un lado, tolerar una cierta angustia y miedo al contacto con el otro que evite desarrollar una fobia social o una hostilidad excesivas. Eso puede comportar que algunas personas que se sientan más vulnerables (por la edad, por antecedentes patológicos o por hipocondría) se aíslen en casa prolongando su confinamiento o con otras reacciones, segregando a aquellos a los que consideran pueden ser un ‘peligro’ (acciones de rechazo que ya se han visto con algunos sanitarios o profesionales de la alimentación).

Por otro lado, todos deberemos hacer el duelo por nuestras pérdidas, para algunos de vidas humanas queridas, para otros de proyectos truncados o vínculos deteriorados y para casi todos de costes económicos. Otro asunto serán los sanitarios y el personal que ha atendido directamente a los pacientes más graves, cuyas secuelas psicológicas pueden ser más duraderas para algunos.

consecuencias confinamiento

P: ¿Cree que es suficiente la medida de alivio que permite salir a los niños durante una hora al día para dar paseos cerca de su casa?

R: Es muy poco para las necesidades que tienen muchos niños que viven en pisos (a veces incluso habitaciones) pequeños y necesitan, por su edad también, más movilidad y aire libre. La cuestión es que es una decisión que requiere combinar diversas variables: cifras de evolución de la pandemia, recursos sanitarios disponibles, economía social y, evidentemente, salud mental. En cualquier caso, siempre es mejor consolidar avances que no producir salidas precipitadas que fuercen un nuevo encierro. El efecto expectativa-frustración es más dañino que el de salidas reducidas.

«Todos deberemos hacer duelo por nuestras pérdidas, para algunos de vidas humanas queridas, para otros de proyectos truncados y para casi todos de costes económicos»

P: ¿Puede facilitarnos tres consejos para que tanto familias como docentes mantengan una actitud positiva en casa?

R:  Podemos resumirlos en los siguientes:

1. Compartir las tareas domésticas, al nivel que cada uno pueda, como fórmula de cohesión y oportunidad para comentar las situaciones vividas.

2. Mantener un horario o rutina que distribuya el trabajo o tareas de la escuela, el ocio (individual y compartido) y el ejercicio físico diferenciando momentos (mañana, tarde y noche con el sueño) y días (semana o fin de semana)

3. Generar intercambios a través de llamadas o videollamadas con amigos y familia. Algunas por separado y otras juntos.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/rutina-no-alejarse-exterior-evita-ansiedad-confinamiento/

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OVE entrevista a Lev M. Velázquez Barriga: “Una educación que ponga en crisis al neoliberalismo”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Lev Moujahid Velázquez Barriga en su participación en un conversatorio denominado “Educación Latinoamericana Siglo XXI. Pedagogía Crítica, Humanismo y Descolonización” a finales del mes de julio del año 2019 en la ciudad de Ensenada, Baja California, México, organizado por el Instituto McLaren de Pedagogía Crítica; al lado de distintos referentes de las Pedagogías Críticas y Educaciones Populares de nuestra América como: Ysabel Camacho Norzagaray (México), Luis Bonilla-Molina (Venezuela), Marco Raúl Mejía Jiménez (Colombia), Peter McLaren (Estados Unidos), entre otres. Su discurso estuvo impregnado de una aguerrida y combativa fuerza en defensa de la educación pública, en contra de la privatización de la educación y de las políticas educativas neoliberales en México y en el mundo.

Posterior a ello, fuimos conociendo el trabajo de Lev mediante sus textos publicados en “La Jornada” y, en esta coyuntura, a través de distintas videoconferencias denunciando los intereses del neoliberalismo ocultos en la educación virtual y del impacto que, a posteriori, tendrán en las políticas educativas.

Es un dinámico maestro rural y educador popular, tiene estudios de Postdoctorado en “Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa” por parte de la UPN-Centro Internacional Miranda en la ciudad de Zamora, Michoacán, México.  Doctorado en Pedagogía Crítica y Educación Popular por parte del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica en la ciudad de Ensenada, Baja California, México. Actualmente es articulista en el periódico La Jornada, miembro de CINPECER-CLACSO y Secretario Técnico de Gestión Educativa de la CNTE Sección XVIII en el estado de Michoacán, México.

La gran utopía de Lev es la construcción de otros mundos posibles donde quepamos todes, esto a través de la educación, pero una surgida desde los intereses y necesidades del contexto y sus habitantes, una educación que libere de las ataduras de la alienación. Por ello, asevera que es inherente la construcción de educaciones alternativas que combatan la lógica del neoliberalismo y hace propio uno de los consignas de la CNTE “en las calles somos protesta, en la escuela somos propuesta”.

 

Lev Moujahid, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Desde niño vi a mi madre y a mi padre involucrarse en los partidos de la izquierda socialista, dirigir la ocupación de tierras federales con personas sin techo para que otros tuvieran un lugar para vivir; mi mamá simpatizaba activamente con los paros magisteriales y los maestros disidentes en las reuniones escolares cuando yo cursaba la educación básica; mi papá, siendo un abogado fenomenal, renunció al enriquecimiento personal y prefirió defender sin paga alguna a los estudiantes de los albergues universitarios, a los trabajadores precarizados, campesinos empobrecidos y habitantes de colonias populares; pero, no todo fue inspiración idílica, también me marcó la vida presenciar en mi propia casa la persecución política y el acoso policíaco-militar del que fue objeto mi papá y sus ausencias en el exilio cuando no había más remedio que irse por algunas temporadas.

Cuando ingresé a la educación media superior, tenía más gusto por la literatura subversiva que había en mi casa, que por muchos de los textos de filosofía, historia y economía política de las materias de la preparatoria universitaria. Cursé la licenciatura en historia y no me fue difícil distinguir las corrientes historiográficas conservadoras de los relatos de las clases subalternas, ahí fue donde me sentí atraído por la docencia, queriendo hacer visibles las contramemorias del poder, de modo que empecé a impartir clases en una escuela por cooperación, donde escuché hablar por primera vez de Paulo Freire.

Me inicié como maestro rural de telesecundaria en la región de tierra caliente al occidente del país, en una zona azotada por la narcoviolencia. Mis otros compañeres de generación de ingreso y yo, sabíamos reconocer que el currículo oficial estaba descontextualizado, se basaba en la educación para la competencia y la formación de mano de obra barata; entonces buscamos respuestas en la literatura freiriana, tratamos de hacer comunidad cultural y deportiva más allá de los horarios escolares para alejar a nuestros alumnos de la violencia.

Todos nosotros ingresamos al magisterio gracias a la lucha de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), la fuerza magisterial de izquierda con la mayor presencia y capacidad de movilización en el país. Cada quince días bajábamos del cerro para asistir a las reuniones sindicales, ahí discutíamos cómo defender nuestros derechos laborales de la reforma educativa neoliberal, cómo involucrarnos en las luchas del pueblo. A diferencia de otras organizaciones gremiales, teníamos un proyecto político y además pedagógico; la CNTE desobedeció la asistencia obligatoria a los cursos de actualización de la autoridad educativa, en su lugar organizó talleres paralelos de educación popular y ahí fue mi gran encuentro con las pedagogías del movimiento, de la resistencia, de la autonomía y con la escuela socialista.

Años después me involucré como educador popular en las Escuelas Integrales de Educación Básica, era el proyecto piloto de educación liberadora de la CNTE en Michoacán, se trataba de demostrar que era posible una escuela crítica y para el desarrollo holístico de los alumnos, capaz de organizar la emancipación social, cultural, económica, alimentaria y política en las comunidades, desde cualquier escuela pública que tuviera maestros comprometidos.

Tuve la oportunidad de ser parte de la comisión estatal que coordinaba el proyecto educativo alternativo, fue por eso que la Sección XVIII de la CNTE me envió a la escuela de formación de cuadros latinoamericanos del Movimiento Sin Tierra en Brasil (MST) y luego intervino para que el Instituto McLaren me diera una beca de maestría y doctorado, donde pude profundizar sistemática y académicamente las pedagogías críticas, así como el análisis del proceso de reforma educativa en México. A mi regreso del MST y paralelamente a los estudios de posgrado, se me encargó la fundación de la Escuela Popular de Formación Política y contribuir al impulso de las tareas académicas en el Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE), dos espacios que han sido fundamentales para el estudio y la difusión de las pedagogías críticas.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en México y en toda América Latina?

El primero es que tienen una obsesión por las evaluaciones, de ese modo empobrecen el currículo haciendo creer que los estudiantes serán capaces de aprender lo esencial para resolver exámenes regionales o internacionales; la entrega de resultados negativos es cíclica y necesaria para profundizar la crisis de todo el sistema educativo y así, imponer el círculo vicioso de la calidad igual a mediciones estandarizadas de los docentes y los alumnos. Por más que simulen aprendizajes para la vida, basados en proyectos y currículos transversales, siempre terminan evaluando con sistemas parametrales del aprendizaje memorístico; su verdadera pedagogía es la del desarme cultural de los pueblos.

Es cierto que esta educación neoliberal ha sido un fracaso en tanto que está más centrada en resolver evaluaciones que en contribuir a resolver los problemas de la realidad, eso pensamos en la izquierda pedagógica y los sectores progresistas; pero, la derecha pro corporativa se regocija del éxito que han logrado instalando la subjetividad competitiva, alimentando la voraz industria de las evaluaciones estandarizadas, de los cursos de capacitación de la iniciativa privada para resolverlas y de  la elaboración de libros de texto como mercancías culturales de empresas editoriales aliadas con las que elaboran los exámenes, tal es el caso de  PEARSON-PISA.

El segundo tiene que ver con la incapacidad asistida para crear y desarrollar modelos educativos propios, emanados de la autonomía y la soberanía de las naciones, que recuperen su historia y sus experiencias pedagógicas, que sitúen sus características regionales en el contexto global.

El tercero se relaciona con la obsolescencia pactada de la escuela pública y sus contenidos de aprendizaje para que la industria cultural y de la economía digital ocupen paulatinamente su lugar; hay serias ausencias para tratar las problemáticas de la crisis multidimensional en el mundo, los nuevos paradigmas de la física cuántica y los procesos de cambio acontecidos vertiginosamente por las revoluciones tecnológicas de cuarta generación, así como los impactos de estas tres cosas en la vida de las personas. El complejo cultural industrial está ganando la batalla en el abordaje de estas temáticas: la serie de dibujos digitales  animados de Netflix “Ghost in Shell:SAC_2045” basada en un manga oriental, no tuvo problemas para abordar los impactos de la recesión mundial en la privatización de las pensiones de los jubilados y en cómo sus ahorros personales se esfumaron o perdieron poder adquisitivo con el cambio a las criptomonedas virtuales; lo mismo trata sobre las consecuencias de la guerra sostenida para el impulso de la economía armamentista que de las limitaciones de las clases sociales bajas para comprar espacio en la arquitectura de nube o acceder a la computación cuántica. Algunos de estos tópicos, habrá que decirlo, también están ausentes en las pedagogías críticas y las educaciones populares.

Lev Moujahid, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en su estado y en el país es fluida? ¿Por qué?

Venimos de un cambio en el gobierno que se autodenominó de la Cuarta Transformación, en alusión a los tres momentos históricos de revoluciones anteriores: independencia, guerra de reforma y revolución mexicana. Acabar con la corrupción e instituir un régimen de austeridad fueron sus banderas centrales para romper con cuatro décadas de neoliberalismo; para el sector  educativo fue decisiva la promesa de cancelar la reforma educativa anterior que se había centrado en la “calidad”, entendida como máximo logro de aprendizajes, para situarla en la medición de las evaluaciones estandarizadas y en el establecimiento de un sistema de precariedad docente que despojó a los maestros de su estabilidad laboral; de ahí que el respaldo de los maestros fuera muy amplio.

Sin embargo, aunque se eliminó el concepto de calidad, apareció el de excelencia con el mismo sentido; se desligó la evaluación de la permanencia en el servicio docente, pero no se eliminó el régimen de excepción ni de precariedad laboral. Sustancialmente se abrió un proceso de diálogo directo de la CNTE con el presidente de la república, una situación histórica luego de constantes represiones contra el magisterio en lucha; se tuvieron avances fundamentales, pero incompletos, para resarcir las consecuencias de la reforma anterior: reinstalación de cesados y excarcelamiento de presos políticos; sin embargo, la normalización paulatina de los efectos de las nuevas leyes tensa la relación con el magisterio democrático, que tiene complicaciones para organizar el descontento ante la legitimidad del actual gobierno y la propia expectativa de cambio que todavía se sostiene en el gremio.

Paralelamente al diálogo con la disidencia, el gobierno nacional establece alianzas estratégicas público privadas para darle rumbo y contenido educativo a lo que llamaron la Nueva Escuela Mexicana; estas alianzas también implican la participación empresarial en la privatización del sistema educativo. A pesar de que hay cambios en materia laboral que traerían como consecuencia la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, no hay la vigilancia correcta para que esto suceda, por el contrario, cada vez son más visibles las alianzas con las expresiones patronales del magisterio en la idea de establecer un nuevo corporativismo que diluya la izquierda magisterial.

En lo que respecta a la relación con los gobiernos de los estados, es variable, en Michoacán padecemos un régimen de derecha, rayando con el autoritarismo que ha tenido como flanco de ataque sistemático a los maestros de la CNTE, a las escuelas públicas formadoras de docentes; por estos días los estudiantes normalistas fueron atacados con armas de fuego por la policía estatal, se les encarceló y se les expulsó de sus normales porque se opusieron a la disminución de la matrícula estudiantil y como parte de la represión también fueron cesados seis maestros acusados de inspirar la rijosidad de los jóvenes.

Como pedagogo crítico y educador popular ¿considera que la formación inicial y continua de les docentes corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Por principio de cuentas, las escuelas formadoras de docentes no han dejado de ser objeto constante de medidas de aniquilamiento: recortes presupuestales, disminución de matrícula y reformas para propiciar el apagón pedagógico. Las instituciones públicas de formación continua fueron desmanteladas, con eso abrieron un amplio mercado de cursos chatarra, fortalecido con la cultura de la autogestión de sí mismo y la inversión personal para el desarrollo de mi capital humano.

En ambos casos la formación estratégica y pedagógica fue sustituida por competencias, por nociones mediocres de credencialismo educativo para la certificación y de administración gerencial escolar. La cultura impuesta por la industria de las evaluaciones y la meritocracia, trazan una hoja de ruta de trayectos formativos docentes para el éxito personal; los valores éticos y patrióticos, así como la formación de sujetos culturales fue desplazada por una nueva subjetividad individual que modela la competitividad, enseñada con el ejemplo.

Es cierto que hacemos una defensa férrea de las escuelas normales, pero eso no quiere decir que no hayan sido penetradas por las pedagogías de la rentabilidad, tampoco que los contextos rurales sean inmutables. Hoy enfrentamos desafíos relacionados con las migraciones internas y externas, la inoculación del narcotráfico y las violencias que eso genera, los megaproyectos de muerte y la crisis ambiental, estas situaciones no son parte de la formación docente.

Los desafíos pedagógicos del siglo XXI y de la cuarta revolución industrial, implican un tipo de formación del docente crítico que no asuma pasivamente la intencionalidad del fabricante de los dispositivos, que no se vea como un consumidor arrastrado por las innovaciones, sino que pueda entender el lenguaje de las tecnologías para construir un sentido social, comunitario y emancipador de la educación, del conocimiento libre y la comunicación independiente. Los educadores populares ya no se pueden pensar en el contexto de la época de oro de la educación popular, hay disputas propias de este tiempo histórico en el terreno de los cambios del paradigma científico, de las epistemologías y de las tecnologías que tienen que ser pensados desde abajo y al sur de las epistemes de la rebelión.

 

¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

El COVID-19 vino a recrudecer las crisis del sistema mundo capitalista y de la escuela neoliberal, su inviabilidad para enfrentar los problemas del planeta, para salvar el espacio ecosistémico y  todas sus formas de vida;  el asunto es mayúsculo porque en el terreno educativo no se ve un cambio de rumbo, se están agudizando las medidas excluyentes de la educación, las repuestas de los gobiernos no redujeron la brecha de la desigualdad, sino que las abrieron más una vez que plantearon estrategias a distancia, dejando fuera a millones de alumnos sin acceso a las tecnologías.

Estas tecnologías no acercaron la educación a las clases vulnerables, las distanciaron más; con la mediación de la realdad virtual los territorios lejanos se hicieron más lejanos todavía; la única emergencia fue el medio, el contenido siguió siendo el mismo que antes del confinamiento; las trayectorias escolares continuaron en las casas sin maestros y sin escuela, como si no hubiera pandemia; había que ir a la siguiente página del  libro de texto donde no se hablaba nada del virus; la idea de funcionalidad se construyó al margen de la realidad. En conclusión, con la educación virtual, a muchos se les negó el derecho de aprender y a casi todos, de entender lo que estaba pasando en el mundo.

¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

En México 4 de cada 10 laboran en la informalidad; en las primeras semanas del confinamiento se perdieron 360 mil empleos; 1 de cada 8 niños menores de 5 años tiene desnutrición; 4 de cada 5 personas padecen algún tipo de pobreza y la secuela de la pandemia dejará 9 millones de más pobres; la mitad de los hogares no tienen internet y sólo el 35 % de ellos cuenta con una computadora. Con esta radiografía, es imposible que la mayoría pueda mantenerse confinado, porque perderían el empleo, porque no podrían llevar alimentos a su casa.

Las familias pobres están más preocupadas por conseguir alimentos que por continuar con la educación a distancia, otras tienen que buscar la manera de mantenerse en el trabajo o encontrar cualquier otro para pagar los datos de los teléfonos celulares. Creció la tensión en las familias y la violencia de género; además, se acumuló el trabajo para quienes hacen labores desde el hogar al tener que acompañar las tareas pedagógicas.

Mientras las estrategias a distancia burocráticas, carentes, estresantes, excluyentes, descontextualizadas y deshumanizantes se convirtieron en parte del problema, otros buscaron soluciones; por ejemplo, las y los docentes de la CNTE que vieron en las protestas por hambre y por trabajo el síntoma de la desigualdad social de la pandemia, decidieron hacer acopio de alimentos y donar un día de salario para llevar comida hasta las zonas marginales de las ciudades y las comunidades rurales.

 

Estimado Lev Moujahid, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Experiencias alternativas, comunitarias, regionales y autónomas existen expresadas en el trabajo de multiplicidad de sujetos de la emancipación, incluidos los docentes; pero, si hablamos del sistema educativo, creo que la idea de un proyecto ligado a la cuarta transformación estaba bien pensada, siempre que diera pie a una nueva Constitución del mismo modo que las anteriores transformaciones, eso abriría un marco referencial constituyente de la revolución pacífica. No obstante, se hicieron cambios epidérmicos manteniendo la continuidad neoliberal, esto se expresa no sólo en lo macro, también en la instrumentación de la política educativa: ruta de mejora escolar para la gestión gerencial, organismos de mejora basados en la evaluación, excelencia como principio excluyente y competitivo de la educación, meritocracia docente. El lenguaje que nombraría y organizaría la transformación se desvaneció en el camino de la continuidad.

Una “Nueva Escuela Mexicana” era otra vía de cambios esperanzadores para la creación de una educación basada en la soberanía nacional, arraigada en la historia propia de la pedagogía, en la originalidad de las cosmovisiones ancestrales de los pueblos indígenas, pero tomando los desafíos del siglo XXI; en el mismo sentido, tendría que recuperar las experiencias regionales hechas artesanalmente por las y los maestros de a pie, así como por los sectores de la diversidad.

Paradójicamente, esa escuela que está tomando cuerpo y contenido, apropiándose de las iniciativas de la ciudanía corporativa, cuyo embajador de la falsa filantropía y neutralidad había sido el actual secretario de educación, tampoco es nueva y menos mexicana, porque se afianza de las agendas de los organismos de la globalización, no plantea ningún punto de quiebre o de distanciamiento mínimo y no se vincula con proceso alguno de liberación.

Una educación que ponga en crisis los cuarenta años anteriores de neoliberalismo en México, debería plantear una reforma curricular para la institución de los valores de la democracia protagónica, poner en el centro la vida en su expresión más amplia, pensar en el desarrollo de las potencialidades humanas, impulsar una cultura para la paz y para el respeto de todas las diversidades; enfrentar el reto de las revoluciones tecnológicas y científicas desde la perspectiva de la justicia cognitiva; sin embargo, no hay tal reforma curricular para la cuarta transformación, sólo cambios cosméticos en los libros de texto que contienen la misma noción imperante de la política moderna, los saberes eurocéntricos, las visiones androcéntricas del pensamiento, los desarrollos simplificadores del homo economicus, las memorias del poder y la subjetividad para el performance del sujeto neoliberal artífice de su propia explotación.

En tanto no sucedan estos cambios institucionales, digamos estas condiciones mínimas que ya han sido infinidad de veces dialogadas con el gobierno “progresista” de mí país, la educación liberadora seguirá siendo, fundamentalmente, una tarea de las colectivas feministas, las rebeliones indígenas y afros, de la diversidad LGBTI, los movimientos campesinos, los sindicalismos democráticos, las autonomías, las cooperativas, los barrios populares y las nuevas organizaciones de hackers.

Muchas gracias

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Entrevista a Vandana Shiva: “Con el coronavirus Bill Gates lleva a cabo sus planes respecto a la sanidad”

Por: Barnabé Binctin y Guillaume Vénétitay

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Foto: Vandana Shiva © Romain Guédé

Entrevista a la ecologista india Vandana Shiva, figura de la lucha contra los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y muy crítica con el “filantrocapitalismo” que encarnan sobre todo Bill Gates y su Fundación.

En su última obra publicada el pasado otoño 1 %, reprendre le pouvoir face à la toute-puissance des riches [1 %, retomar el poder frente a omnipotencia de los ricos] (editado por Rue de l’échiquier, 2019) Vandana Shiva define de la siguiente manera el “filantrocapitalismo”: “El filantrocapitalismo […] tiene poco que ver con la caridad o con hacer donaciones, más bien tiene que ver con el beneficio, el control y el acaparamiento. Se trata de un modelo económico de inversión y de un modelo político de control que asfixian la diversidad, la democracia y las soluciones alternativas, y que atribuyendo ayudas financieras ejercen una dominación y proporcionan nuevos mercados y monopolios a los multimillonarios”. Bill Gates, la segunda fortuna mundial, simboliza este “filantrocapitalismo”. Su Fundación Bill y Melinda Gates, su principal instrumento para las donaciones, está muy activa en India. Su visibilidad mediática frente a la crisis actual y los millones que ha invertido en la investigación de una vacuna la convierten en un objetivo privilegiado de las teorías de la conspiración. No obstante, conviene preguntarse (y criticarlo) por este nuevo poder que ha adquirido el fundador de Microsoft junto a otros multimillonarios como Jeff Bezos (Amazon, primero fortuna mundial), Mark Zuckerberg (Facebook, séptima fortuna mundial) o, en Francia, Bernard Arnault (LVMH, tercera fortuna mundial). Un nuevo poder que está lejos de ser muestra de una generosidad desinteresada.

Esta entrevista, que se realizó antes de que apareciera esta pandemia, se ha actualizado con dos preguntas al principio a las que Vandana Shiva respondió por correo electrónico el 7 de mayo.

Basta ! : ¿Cómo analiza la crisis del COVID-19? ¿Se puede hablar de crisis ecológica?

Vandana Shiva : No estamos ante una sola crisis, hay tres que intervienen simultáneamente: la del COVID-19, la de los medios de subsistencia y, de rebote, la del hambre. Son las consecuencias de un modelo económico neoliberal basado en el beneficio, la avidez y una globalización que llevan a cabo las multinacionales. Esta situación tiene un fundamento ecológico: por ejemplo, la destrucción de los bosques y de sus ecosistemas favorece la aparición de nuevas enfermedades. Estas tres crisis llevan a la creación de una nueva clase, la de las personas a las que denomino “las dejadas a su suerte”, explotadas por el neoliberalismo y la emergencia de dictaduras digitales. Hay que tomar conciencia de que la economía dominada por el 1 % no está al servicio del pueblo y de la naturaleza.

¿Puede la crisis del coronavirus reforzar, precisamente, el poder de este “1 %” y de los “filantrocapitalistas” como Bill Gates, figura central de su libro?

Esta crisis confirma mi tesis. Bill Gates lleva a cabo sus planes de salud, agricultura, educación e incluso de vigilancia. Durante 25 años de neoliberalismo el Estado se ha transformado en Estado-empresa y ahora se observa una transformación en un Estado de vigilancia apoyado por el filatrocapitalism. Este 1 % considerá inútiles al 99 %: su futuro es una agricultura digital sin campesinos, unas fábricas completamente automatizadas sin trabajadores. En estos tiempos de crisis del coronavirus tenemos que oponernos, e imaginar nuevas economías y democracias basadas en la protección de la tierra y de la humanidad.

Usted equipara este control con una nueva forma de colonización e incluso califica a Bill Gates de “Cristóbal Colón de los tiempos modernos”, ¿a qué se debe esa comparación?

A que Bill Gates no hace otra cosa que conquistar nuevos territorios. No es simplemente filantropía, en el sentido de un don a la colectividad, como siempre ha existido en la historia. En realidad son inversiones que le permiten crear unos mercados en los que Gates adquiere unas posiciones dominantes. En el capitalismo hay unos interlocutores que hacen beneficios, pero con la filantropía Bill Gates dona algunos millones ¡pero acaba por tomar el control de instituciones o sectores que valen varios miles de millones! Esto se ve claramente en la sanidad o la educación, que él contribuye a privatizar y a transformar en verdaderas empresas.

También es el caso de la agricultura en la que Bill Gates utiliza las tecnologías digitales como nuevo medio para hacer entrar las patentes. La primera generación de OGM, que se suponía iba a controlar los parásitos y las malas hierbas, no ha cumplido sus promesas, pero Bill Gates continúa poniendo dinero para financiar la edición del genoma, como si la vida no fuera más que un copiar y pegar, como en Word. Impulsa esta técnica e incluso ha creado una empresa especialmente para ello, Editas. Bill Gates quiere jugar a ser el amo del universo imponiendo una sola y única forma de hacer las cosas: una sola agricultura, una sola ciencia, un solo monocultivo, un solo monopolio. Es también lo que trata de hacer ala abordar el problema del cambio climático.

¿Cómo?

Promueve su solución: la geoingeniería, que es la modificación a propósito de las condiciones meteorológicas y del clima. Es una idea estúpida, no es ecológica y es completamente irresponsable porque ataca la luz solar para hacer mecánicamente un “enfriamiento planetario”. El problema no es el sol, que nos es indispensable, sino los combustibles fósiles y nuestro sistema industrial y agrícola. Habla a todos los jefes de Estado de la geoingeniería. Recuerdo sobre todo la COP 21 (Conferencia sobre el Cambio Climático) en París en 2015, en la que estaba por todas partes. Era increíble, estaba en el escenario con los jefes de Estado, se comportaba como si fuera el cabeza de cada gobierno. Nunca había visto algo parecido en 40 años de carrera en las instituciones de la ONU, es una auténtica transformación.

¿Diría usted que ahora es más poderoso que algunos Estados o instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial?

Es mucho más poderoso. Cuando el Banco Mundial quiso financiar la presa de Sardar Sarovar en India a finales de la década de 1980 hubo protestas y el BM acabó por recular [Narendra Modi inauguró la presa en 2017 gracias a otros circuitos de financiación y se convirtió en la segunda presa más grande del mundo, ndlr]. La impunidad del Banco Mundial tiene sus límites, no se puede librar de sus responsabilidades, mientras que Bill Gates, por su parte, sigue evitando los obstáculos, siempre. Aunque fracase en un lugar, tratará de desregularizar en otro.

Me he dado cuenta de que lo que logramos detener en India Bill Gates lo financió para implantarlo en otro lugares, como los OGM: por ejemplo, en 2010 Monsanto trató de introducir una berenjena OGM. India ha sido un terreno de experimentación para desarrollar nuevas tecnologías destructoras. El ministro de Medioambiente organizó audiciones públicas para saber qué opinaban de ello los campesinos, los consumidores y los científicos. Siempre digo que es la primera vez que una verdura era objeto de un debate democrático profundo…

La berenjena OGM se prohibió a raíz de estas consultas, pero Bill Gates encontró después un medio de financiarla y promoverla en Bangladesh. Ahora bien, si se aprueba en Bangladesh, inunda obligatoriamente India puesto que se trata de una frontera no controlada. Ahora Bill Gates la emprende con África, donde mete miles de millones de dolares para promover una nueva revolución verde, con productos químicos y OGM, y obligando a los países africanos a cambiar sus leyes para autorizar estas semillas.

¿Cómo explica semejante poder hoy en día?

Gates ha creado e invertido 12 millones de dólares en la Cornell Alliance for Science, que se presenta como una institución científica, pero que no es sino un órgano de comunicación. Cada vez que hay un debate, trae a esta “institución” que elabora una propaganda engañosa a favor de la biotecnología. Como es Bill Gates, el New York Times y CNN hablarán de ello y le dedicarán la portada… Para él la filantropía es solo un pretexto, a través de ella favorece sus propios intereses e influye en las políticas gubernamentales. Es una forma muy inteligente de entrar en el juego sin plegarse a sus normas, porque si una empresa dijera a un gobierno “aquí está mi dinero, haz esto”, no funcionaría, con toda seguridad se echaría a la empresa. Bill Gates, en cambio, juega con su imagen. La gente todavía lo ve a través de Microsoft, como un genio y un gigante de la informática. Sin embargo, hay ingenieros brillantes que lo han hecho mucho mejor y han luchado para mantener softwares de libre acceso y un Internet abierto, al contrario que él. Bill Gates no es un inventor, ha introducido las patentes y así es como ha levantado su imperio.

En su libro insiste también en la utilización de la tecnología y de los algoritmos…

Se ha elevado la tecnología al rango de religión. Se ha convertido en la religión del 1 %, del mismo modo que en Estados Unidos la cristiandad dio legitimidad al 1 % de la época para exterminar al 99 % de las personas amerindias en nombre de la “misión civilizadora”. Actualmente hay millones de personas a las que se quiere “civilizar” con estas nuevas herramientas de comunicación o de pago. Por otra parte, la tecnología es algo más que una herramienta. Es un instrumento de poder muy poderoso para reunir información que después se puede manipular para diferentes propósitos. Estas tecnologías se utilizan a diario, pero son sobre todo otra forma más de controlar.

También detrás de esta revolución digital encontramos a Bill Gates. Por ejemplo, ¡desempeñó un papel fundamental en la desmonetización de India! Obviamente, hacer desaparecer el dinero en efectivo para desarrollar las transacciones digitales es una forma de acelerar la revolución digital de la que él se beneficia. Ahora bien, de la misma manera que las patentes de las semillas son un intento deshonesto cuyo objetivo es poner a los agricultores “fuera de la ley” al declarar ilegal el guardar las semillas, la “desmonetización” perturba directamente las prácticas económicas de la mayoría, que representa el 80 % de la economía real de India. Es una forma de dictadura tecnológica. En ninguno de los dos casos el resultado de ello es una elección soberana del pueblo indio.

Y al mismo tiempo la gente acaba votando en las urnas a los representantes de esta política del 1 %, como, por ejemplo, en India donde Narendra Modi fue reelegido por un amplio margen el año pasado. ¿Es como si hubiera una nueva forma de “servidumbre voluntaria”?

¡Ya no estamos realmente en una democracia electoral honesta, donde la gente vota con pleno conocimiento y conciencia de lo que está en juego! Hoy en día los algoritmos conforman en gran medida al sistema electoral. En las últimas elecciones en India se autorizó a las empresas y a los particulares a hacer donaciones anónimas a los partidos políticos, lo que significa que las mayores empresas del mundo pudieron financiar las elecciones, algo que hasta entonces era ilegal. El resultado de ello es que la gran mayoría de estas donaciones llegaron a las arcas de un solo partido [el BJP, la derecha nacionalista, actualmente en el poder, ndlr]. Las elecciones indias costaron más caras que las estadounidenses, a pesar de que India está lejos de ser un país rico. Por consiguiente, podemos preguntarnos de dónde viene ese dinero… Es imposible tener una democracia honesta y funcional si el pueblo ya no vota de forma soberana. Todo el reto político para el 1 % es esta pérdida de autonomía, en todos los ámbitos.

La elección del término “1 %” puede parecer un tanto simplista, ¿por qué le parece un término apropiado hoy en día?

El 1 % es en sí un valor aproximativo, yo hablo sobre todo de unos pocos multimillonarios que controlan la mitad de los recursos del planeta. Estos miles de millones van directamente a unos fondos de inversión. Antes las entidades más grandes eran algunas empresas: Monsanto, Coca-Cola… Hoy son enanas. Son propiedad de los mismos fondos de inversión: BlackRock, Vanguard, etc. En realidad hay una sola economía, la del 1 %. Ellos son quienes destruyen, los demás, el 99 %, está excluido. Son los parados de hoy y de mañana, los campesinos desarraigados, las mujeres a las que se deja de lado, los pueblos indígenas a los que se asesina. Las personas que conforman el 99 % no son las responsables, son las víctimas. El 1 % es el responsable de los daños. Y nombrar a este “1 %” es formar un “nosotros” que, juntos, puede pedirles cuentas. Tenemos el derecho, el deber y el poder de hacerlo. Es una invitación a la solidaridad y a la acción. Es necesario que el 99 % se alce.

Fuente e Imagen: https://rebelion.org/con-el-coronavirus-bill-gates-lleva-a-cabo-sus-planes-respecto-a-la-sanidad/

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Mèlich: Pandemia, punto para empezar a educar en una pedagogía de la finitud

Por Carme Picart

La pandemia por coronavirus tiene que ser un punto de inflexión para «empezar a educar en una pedagogía de lo incierto y de la finitud», que son «lagunas del sistema educativo y de la sociedad occidental», ha expresado el profesor de Antropología y Filosofía de la Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Joan Carles Mèlich.

En una entrevista con Efe, el especialista en antropología de la educación ha observado el alcance «suficientemente amplio y profundo de la actual pandemia para tratarla desde el punto de vista pedagógico» e «iniciar un proceso de reflexión sobre la muerte y la condición humana utilizando los recursos adecuados a cada etapa».

Para ello, Joan Carles Mèlich ha propuesto que «los mensajes de fragilidad, precariedad y finitud que nos deja la pandemia se aborden desde el arte, el cine o la literatura» y «no nos limitemos a estudiarla con datos científicos».

En este sentido, el profesor ha recurrido a establecer paralelismos con la obra ‘La Peste’, de Albert Camus, donde se cuenta la historia de unos doctores que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria, para observar que «las relaciones humanas son, a lo largo de la historia, una constante».

«La aceptación del sentido de la culpa y la necesaria autocrítica» son otros legados de la pandemia que «podemos enseñar recordando cómo los griegos culpaban a los bárbaros de sus desgracias y problemas», ha añadido Joan Carles Mèlich.

Como en la Grecia Clásica, «nosotros buscamos culpables externos, que en este caso visualizamos en los chinos o la Organización Mundial de la Salud», en una «manifiesta incapacidad de reconocer que quizás con nuestras conductas hemos favorecido también la aparición del virus que ha provocado la pandemia», ha señalado el profesor.

Para aproximarnos al concepto de finitud, Joan Carles Mèlich propone la observación y análisis del cuadro ‘Triunfo de la muerte’, de Pieter Bruegel, «una antología sobre otra pandemia, la peste negra, donde la muerte es una constante y se refleja en imágenes como las agujas de un reloj en forma de esqueleto humano o en numerosos niños fallecidos».

La pandemia ha significado el fallecimiento de muchas personas, «cuando nosotros nos hemos acostumbrado a silenciar la muerte», ya que los avances científicos y tecnológicos en el primer mundo «son tan potentes que nos han hecho olvidarla», ha subrayado el filósofo.

Hasta el siglo XX, la mortalidad infantil «era tan elevada que todas las familias habían visto morir a alguno de sus pequeños», pero ahora «gracias a los grandes avances médicos, la mortalidad en niños se ha reducido tanto que atribuimos a un fracaso de la ciencia y de la medicina cualquier muerte infantil», lo que «no deja de ser una triste falta de aceptación de nuestras limitaciones y de la finitud», ha remachado Joan Carles Mèlich.

Al primer mundo «le falta conciencia de la finitud», por lo que «sufrimos la muerte siempre como una tragedia», cuando «es tan natural como la vida», ha reflexionado el filósofo.

Otro de los recursos que ha propuesto el profesor para educar en el concepto de finitud desde la pandemia es la película ‘Contagio’, de Steven Soderbergh, porque relata una epidemia similar a la de la COVID-19, aunque en un sentido más profundo ha recurrido al análisis de ‘El Séptimo Sello’, de Ingmar Bergmann, por su «búsqueda de respuestas a las preguntas clave de la vida».

El profesor se ha referido también a enseñar la «gran intuición pedagógica de Montaigne, que en el siglo XVI propugnaba que preparar para la muerte es formar para la vida y para la libertad», porque «quizás el virus acabe, pero la muerte no lo hará».

Desde la literatura, ha propuesto analizar la pandemia y el sentido de la muerte a partir de la ‘Odisea’, de Homero; y de ‘Muerte en Venecia’, de Thomas Mann, un libro entre la belleza y la enfermedad enmarcado en una ciudad que se hunde poco a poco y sufre una epidemia de cólera.

Del mismo modo que la aparición del Sida, que es otra pandemia contemporánea, significó la introducción de la educación sexual en los colegios, el coronavirus debe ser el punto para empezar a educar en una pedagogía de la finitud, «una cita educativa inaplazable» para «normalizar lo efímero y evitar traumas por la no aceptación de la muerte», ha enfatizado el filósofo.

La actual sobreprotección de los niños y los jóvenes en el primer mundo ante la muerte es «un grave error que los desconcierta y los debilita» y un «equivocado mecanismo autoprotector para los adultos ante el sufrimiento del menor», a quienes incluso «se esconde el fallecimiento de sus mascotas», ha observado el filósofo, que ha apelado «a la vital importancia de sentir, con normalidad, que vamos a morir, para poder vivir con plena consciencia».

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/Melich-Pandemia-empezar-pedagogia-finitud_0_1036596618.html

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Colin Northmore: Ayudando a estudiantes inmigrantes en Sudáfrica a ejercer su derecho a la educación

Colin es uno de los muchos campeones destacados por el Informe GEM en el período previo al lanzamiento de su publicación 2020 sobre inclusión y educación: todos los medios, que saldrán el 23 de junio. A su manera, y en varios países del mundo, estos campeones luchan por celebrar la diversidad de los alumnos, en lugar de ignorarla.

 

En 2008, Johannesburgo experimentó una fuerte ola de discriminación y ataques xenófobos contra la comunidad inmigrante. En ese momento, los hermanos maristas y un obispo metodista se acercaron a Colin Northmore, el entonces director del Sacred Heart College, una escuela conocida por muchos por su lucha contra el apartheid, pidiéndole que haga algo para aliviar la difícil situación de los niños inmigrantes que no pueden Acceso a la escolarización. Sacred Heart College acordó ayudar y la Junta de Gobernadores de Sacred Heart College tomó la decisión de extender su experiencia educativa a sus comunidades inmigrantes vecinas en forma de un programa de enlace por la tarde. Esto es cuando se estableció el proyecto Three2Six. A pesar de ser un derecho constitucional, el derecho a la educación en Sudáfrica no se realiza para muchos debido a varias barreras como la documentación. Adicionalmente,El inglés es un requisito previo para que los niños puedan matricularse en la escuela. Los estudiantes inmigrantes a menudo provienen de países francófonos y lusófonos.

Three2Six ofrece 3 horas de educación diaria, de 3 p.m. a 6 p.m., para niños inmigrantes en edad escolar primaria que no pueden acceder a la educación estatal, ayudándoles a acelerar el contenido del currículo enseñándoles inglés, matemáticas y habilidades para la vida para unirse a la educación pública. sistema y aumentar su capacidad de recuperación para prepararlos para esta transición. Los estudiantes también reciben comidas, uniformes, libros de texto, papelería y servicios de transporte cuando sea necesario. El proceso de integración lleva 18 meses en promedio. Aunque comenzó en la escuela Sacred Heart, Three2Six ahora se ha expandido a otros dos campus en Johannesburgo, Observatory Girls ‘Primary School y Holy Family College, y atiende a 225 estudiantes en comparación con 62 en 2008. Desde su inicio, más de 600 niños han podido para registrarse en las escuelas estatales con el apoyo del proyecto.

El proyecto Three2Six también proporciona empleo a maestros dentro de comunidades inmigrantes que no pueden encontrar trabajo en el sistema sudafricano. Los maestros reciben capacitación junto con sus compañeros de las escuelas anfitrionas y reciben apoyo para validar sus credenciales de enseñanza de sus países de origen y adquirir títulos de enseñanza sudafricanos, y muchos de ellos logran completar títulos de maestría y otras especializaciones. El proyecto también cumple una función de promoción. En colaboración con ONG y grupos de derechos humanos, el equipo de gestión del proyecto aboga con el gobierno para incluir a los niños inmigrantes en el sistema educativo nacional.

«Solo cuando un país puede garantizar los derechos de los más marginados, podemos decir que todos nuestros derechos se cumplen».

No es una sorpresa escuchar que a la comunidad inmigrante le gusta el programa: la lista de espera para las escuelas es tres veces la capacidad del programa. Mark Potterton, el actual director del proyecto, considera que su éxito proviene de su principal valor: la reciprocidad. No solo los maestros de las escuelas anfitrionas y el programa interactúan durante las sesiones de capacitación de maestros, sino que los estudiantes también interactúan entre ellos, y los estudiantes sudafricanos suelen ser voluntarios como compañeros de lectura, imparten clases de educación física para sus compañeros de escuela por la tarde y se unen al programa anual de vacaciones de diciembre. .

“Enseñar a los educadores y alumnos sobre los derechos de los refugiados y otros grupos marginados y sus experiencias es fundamental para combatir la discriminación y la xenofobia a gran escala. La enseñanza de la tolerancia, la empatía y la importancia de la inclusión a una edad temprana tendrá un impacto duradero en la sociedad en general «.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/06/02/colin-northmore-helping-immigrant-students-in-south-africa-exercise-their-right-to-education/

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Claudia Uribe: “Si no cambiamos el rumbo en educación, la humanidad está en problemas”

Por AikaEducacion

Tras largas semanas de estudiantes y maestros recluidos en casa en casi todo el mundo, la educación difícilmente vuelva a ser la misma. Y esto, según la Dra. Claudia Uribe, Directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, sería lo más deseable para su región.

La especialista habló el pasado viernes 29 de mayo sobre ‘’La educación latinoamericana antes y después de la pandemia’’, en el marco del ciclo Diálogos sobre educación organizado por el Ministerio de Educación de la Nación Argentina, y ofreció su mirada integradora de la región.

Entrevistada por Mariela Nassif -Ministra de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia de Santiago del Estero-, Claudia Uribe describió el escenario actual como “un momento desafiante para la humanidad”. Momento en el que todos los países del mundo -incluidos los más desarrollados- fueron sorprendidos por la pandemia sin la preparación adecuada.

En la región latinoamericana, el desafío de la educación remota ha desnudado una enorme inequidad. Más allá de los esfuerzos de los gobiernos, quedaron al descubierto los efectos de la pobreza, las enormes dificultades técnicas como el acceso a la conectividad y a la tecnología y hasta la disponibilidad de las familias para ayudar a los niños para su continuidad escolar. Tras describir esta situación, Uribe explicó que la preocupación hoy está puesta en el posible retroceso que pueda haber en los trabajosos avances que en materia educativa venían realizando los países de la región en los últimos años: “Por un lado, sabemos por experiencia que mientras más se prolonguen las ausencias a la escuela, más probable es que los niños y las niñas de sectores más vulnerables nunca vuelvan a la escuela. Y por otro lado, está el impacto que tiene en los aprendizajes de los niños el hecho de acceder o no a las actuales metodologías. Todo esto nos presenta un panorama difícil”.

«En la región latinoamericana, el desafío de la educación remota ha desnudado una enorme inequidad»

Según explicó su Directora Regional de Educación, la Unesco tiene pensada su agenda en base a tres momentos. El primero -lo que está sucediendo ahora- es dar apoyo a los países en la respuesta a la crisis inmediata movilizando una coalición a nivel global de socios que los ayuden en todo lo referente a la educación a distancia, apoyando los temas de conectividad, de tecnología. En segundo lugar, la Unesco en conjunto con el Banco Mundial, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos, elaboró unos lineamientos prácticos para la etapa de retorno a la escuela, pensando en la reapertura. Y el tercer momento, es el llamado a reimaginar y repensar la educación.

También fueron tema de esta entrevista las conversaciones de rescate económico a los países por parte de los organismos internacionales como la Banca Multilateral. Según la especialista, no se deben considerar sólo a los sistemas productivos y corporativos para prevenir que la crisis y la pobreza se sigan profundizando, sino también a la educación: “Esta es fundamental para el bienestar de la población y para que -en el momento en que queramos retomar actividades- tengamos las capacidades y los recursos humanos necesarios para una reconstrucción”.

«La educación es fundamental para el bienestar de la población y para que -en el momento en que queramos retomar actividades- tengamos las capacidades y los recursos humanos necesarios para una reconstrucción»

Se abre, ante tal panorama, una discusión global y también regional sobre esos futuros que imaginamos que deberemos enfrentar. Pero también sobre los que deseamos. En este sentido, la Dra. Uribe plantea que la reconstrucción de la escuela después de la pandemia debe ser hacia un mundo mejor. “No una reconstrucción para volver al punto en el que estábamos, ni para volver a la trayectoria en la que veníamos. Hay un llamado para que, como humanidad, volvamos a solidificar esos compromisos de pensar en un desarrollo  mucho más equitativo, más verde. Hacer algo al respecto de nuestros modos de vida, nuestros patrones de consumo, nuestro cuidado del planeta, que se vuelven absolutamente centrales en nuestras discusiones hacia adelante”.

«La reconstrucción de la escuela después de la pandemia debe ser hacia un mundo mejor»

Se plantea ahora que la educación debe ser una educación que verdaderamente nos transforme. Eso, para Claudia Uribe, tiene implicaciones conceptuales y prácticas: “Hay que repensar qué aspectos trabajar con esta generación que estamos educando; cuáles son esos focos del currículo que vamos a tener que impulsar y de qué manera vamos a repensar la organización misma de nuestras escuelas”. Y deja planteada su preocupación: “A mí me da temor que en esta carrera por retornar a la normalidad, nos olvidemos de que la trayectoria que llevábamos es un trayectoria que no es sostenible; y que si no cambiamos el rumbo, la humanidad está en problemas”.

«A mí me da temor que en esta carrera por retornar a la normalidad, nos olvidemos de que la trayectoria que llevábamos es un trayectoria que no es sostenible»

En términos de esos futuros deseables, la entrevistada agrega: “Me quiero imaginar una escuela diferente, donde haya mucho más foco en la solidaridad. Será central instalar esa comprensión de que estamos conectados, de que eso que tú haces está afectando a los demás. Ese ha sido uno de los factores que con esta pandemia se ha tornado muy evidente”.

En cuanto a los contenidos, para la representante de la UNESCO, estos deberán ser parte fundamental del debate: “cuestiones necesarias para la vida misma como por ejemplo el autocuidado, el desarrollo sostenible, el bien común, son todos temas que vamos a tener que relevar con mucha más intensidad en nuestros planes de estudio y en nuestras actividades escolares, quizás priorizándolos sobre otros que en este momento llenan los espacios de los niños y que hoy parecen perder un poco la relevancia. Creo que tenemos que considerar todas estas cuestiones para poder tener una generación que pueda transformar el mundo”. Y nos desafía: “Así de chiquita es la tarea”.

Para ver la entrevista completa, hacer click aquí

Todas las entrevistas a especialistas realizadas en ciclo “Diálogos sobre educación, escuela y conocimiento en tiempos de pandemia», pueden encontrarse en el canal oficial de Youtube del Ministerio de Educación de la Nación Argentina.

Fuente:http://www.aikaeducacion.com/actualidad/claudia-uribe-si-no-cambiamos-el-rumbo-en-educacion-la-humanidad-esta-en-problemas/

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