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La revolución es cultural y florecerá en los páramos y arrabales

Por: Ilka Oliva Corado

Uno puede tener esa idea de amor romántico con América Latina, y hablar del torrente de sus ríos, de la frondosidad de sus selvas tropicales, del colorido del folclore; uno puede enamorarse perdidamente de los celajes de otoño y de la niebla de primavera, pero a Latinoamérica además de sentirla también hay que pensarla desde el análisis sociopolítico y cultural. Una América Latina que la sintamos en cada poro de la piel pero también en la corteza cerebral.

Y para eso tenemos que perder el miedo a cuestionar, tenemos que responsabilizarnos con el análisis y la lectura, con la duda; porque dudar nos empuja a investigar a indagar y a buscar respuestas. A romper con el cerco mediático que nos ha tenido manipulados y excluidos de la Memoria Histórica y de la geopolítica latinoamericana.

Pero eso implica dejar la pereza, la comodidad y la indiferencia. Latinoamérica es rescatable con una revolución cultural que es la más poderosa de las revoluciones porque una mente informada jamás podrá ser manipulada. Por esa razón vemos el ataque mediático que nos descarga minuto a minuto toneladas de desinformación con la que pretenden adormecernos y mantenernos alejados de toda resistencia política.

Tenemos que armarnos de agallas y salir de las redes sociales, dejar de ser revolucionarios de redes sociales y serlo en el día a día en cualquier ámbito donde nos desenvolvamos. La revolución cultural es monumental y comienza con trabajo de hormiga. La revolución cultural debe llevar el mismo proceso que el de bambú, que primero crece 7 años hacia abajo, ahondando sus raíces para fortalecerse en el centro de la tierra para luego crecer hacia arriba y resistir a cualquier embate del tiempo.

Nuestra revolución cultural debe ahondarse en los arrabales, en los pueblos inhóspitos, entre candiles y tinajas de agua, entre calles enlodadas y botes de huele pega. En la exclusión y el abandono, en los violentados del sistema, en los que desconocen y tienen hambre y sed y se atreven a soñar. Esa revolución debe tener sus cimientos en la raíz marginada para volverla el corazón indómito de la resistencia de la Patria Grande.

Amar a Latinoamérica es jugarse la vida, no entre metrallas, es honrarla dando la mano, compartiendo el conocimiento, despertando en el otro la llama de la inquietud, del análisis. Es pasar la estafeta y lanzar semilla por doquier sin pensar en la fertilidad de la tierra, si no con la certeza que florecerá entre los páramos más secos y olvidados.

Y para eso quienes han tenido la oportunidad de acceder a otro tipo de conocimiento, tienen que tener la humildad de dejar de andar por las alturas creyéndose intelectuales e iluminados donde lo importante es el codeo y las menciones honoríficas, las fotos y los viajes; para bajar a donde son necesitados sin fotos, sin codeos, sin viajes y sin menciones honoríficas pero donde su conocimiento será valorado y donde su condición de ser humano finalmente valdrá la pena. Porque es así, entre mayor conocimiento es mayor la responsabilidad con los pueblos.

A Latinoamérica hay que sentirla, sí pero en las manos rajadas de los abuelos campesinos, en las espaldas encorvadas de los obreros, en los sueños de los niños que trabajan en las fincas tapiscando y que jamás han asistido a la escuela. En los vientres de las niñas violadas y embarazadas, en las laderas de los arrabales violentados con la limpieza social, en las miradas perdidas de quienes se ven obligados a migrar.

Y la forma de amarla es analizando, luchando y resistiendo, desde el lugar en donde estamos; porque la Patria Grande no tiene fronteras la hacemos todos los que creemos en la libertad de los pueblos. La revolución la hacemos todos, porque somos el núcleo de la célula, el ecosistema, la lava del volcán, la fuerza de la tormenta, el arcoíris del escampe y la raíz del bambú.

Cada vez que digamos que amamos a América Latina preguntémonos si es verdad o si solo son patadas de ahogados. Si es verdad, unámonos a la revolución cultural y hagámosla florecer en los páramos y arrabales.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com

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La necesidad de la Memoria Histórica latinoamericana

Por Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado 

Porque es necesario que el Nunca Más se enraíce en la identidad del pueblo latinoamericano, porque es urgente que la impunidad dé paso a la justicia, porque es imprescindible rescatar la Memoria Histórica de la omisión de los gobiernos derechistas, porque apremia que se vuelva desidia en un pueblo amnésico.
Porque una sociedad sin memoria es un pueblo a la deriva. Un país que desconoce su pasado y que al que le enseñaron a renegar de él, es un pueblo manipulado que obedece sin musitar el mandato de los traidores.
 
Porque no es posible lanzar al olvido las vidas de los incondicionales a la verdad y a la justicia. Porque son miles los desaparecidos, porque son tantas las fosas clandestinas donde lloran los sueños truncados. Porque quedamos huérfanos de la verdad, de la honradez y del amor humano.
 
Es vital que la Memoria Histórica sea parte de nuestro día a día, que se reitere constantemente la verdad escondida por el estado, la otra verdad de los mártires y de los torturados. La de los sobrevivientes a aquella atrocidad sangrienta. Porque una Latinoamérica bajo la opresión de dictaduras militares no va hacia ningún lugar, se seca, se muere. Es una Latinoamérica marchita. Subordinada, reducida a cenizas.
 
Porque los Derechos Humanos no pueden ser arrancados de nuestro ímpetu libertario. Porque no nos pueden seguir negando el derecho al desarrollo. Porque nuestra tierra milenaria no puede ser transgredida por oligarcas en beneficio del imperio. Porque no nos podemos quedar de brazos cruzados viendo cómo se llevan nuestra dignidad y la venden y la abusan y las desechan.
Porque no podemos seguir alimentando el engaño, la deslealtad y el oportunismo. Porque la semilla que viene naciendo merece saber la verdad, merece crecer en una Latinoamérica que está sanando sus heridas, en un pueblo que no se rinde, que resiste y que exige y que se pronuncia y que no se esconde. En una sociedad que trabaja día a día en la reconstrucción del tejido social. Que manda a juicio a los culpables y los encarcela.
En una sociedad decidida que no busca venganza sino justicia. Para eso es la Memoria Histórica para no olvidar por todo lo que ha pasado esta tierra tan humillada, para que jamás se vuelva a repetir tanta crueldad.
 
No, no podemos negar la Memoria Histórica, hacerlo es negar nuestro origen, es escupir a nuestros ancestros, es faltarle el respeto a la verdad. Es desechar la dignidad. Es lanzar las semillas a una tierra infértil. ¿Qué es de un pueblo donde los genocidas están libres y caminan por las calles de su país y del mundo con tal descaro de asesinos? ¿Qué es un pueblo donde los dictadores están a mando del gobierno? ¿Inmersos en el sistema y siguen pudriendo y desangrando y fulminándolo? ¿Qué es de un pueblo en silencio, cómodo, esclavizado y apático? ¿Hacia dónde va una Latinoamérica perdida en la ambigüedad del engaño y la omisión?
 
Necesitamos restaurarnos, encontrar a los desaparecidos, encontrar esas fosas clandestinas, necesitamos que la sangre seca regada por todo el continente sea nuestra dignidad y nuestro arrojo para no doblegarnos ante la embestida de los traidores. ¿Qué nos queda entonces? Continuar y seguir rebelándonos.
Nota: un abrazo  y  mi amor a los hermanos argentinos que hoy conmemoran el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
 
Fuente de publicación:  https://cronicasdeunainquilina.com
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Antes, durante y después del 8 de Marzo

Por: Ilka Oliva Corado

La sirvienta seguirá siendo sirvienta, sin beneficios laborales ni derechos humanos. Todo el día, humillada, entre mierda.

La jornalera seguirá siendo jornalera, excluida y violentada, trabajando con el lomo partido de sol a sol, los 7 días de la semana. Hasta las galeras donde duermen tiradas sobre el suelo, no llega el feminismo.

La maquiladora, seguirá pudriéndose en una fábrica, sin derecho ni para ir al baño en horas de trabajo. 117 años después del feminicidio de 123 trabajadoras en aquella fábrica en Nueva York.

Y en el 2017, el feminicidio de 41 niñas en un Hogar Seguro, del gobierno de Guatemala, violentadas sexualmente y torturas por el gobierno.

La tortillera, seguirá quemándose la vida y los sueños frente a un comal. Será la artritis la que la consuma en el olvido de la sociedad.

Antes, durante y después del 8 de Marzo, la paria seguirá siendo paria. Porque hasta la alcantarilla no llega el feminismo. No llega el de las redes sociales, el de las exposiciones artísticas y mucho menos el de acción que es el consecuente, el que transforma.

La mujer negra, indígena y transexual seguirá siendo excluida por el feminismo burgués y blanco. Porque éste también tiene sus límites cuando se trata de romper con el patriarcado, el racismo y el clasismo.

Para la vendedora de mercado, no existe el Día Internacional de la Mujer, tampoco para la analfabeta que lava ropa ajena, ni para la que se desloma limpiando habitaciones de hotel.

No existe para la que vive en un basurero ni para la que hace malabares frente a un semáforo.

No hay 8 de Marzo, para las niñas, adolescentes y mujeres que son violentadas en los bares y en las casas de citas, no hay derechos ni antes, ni durante, ni después. No hay marchas feministas mundiales que hagan un paro mundial exigiendo la eliminación de bares, la eliminación de la explotación sexual, de la trata de personas. No las hay, porque hasta ahí no llega el feminismo. ¿Por que quién levanta la voz por una paria? ¿Qué es una paria en marco feminista?

No habrá 8 de Marzo, ni antes, ni durante ni después, hasta que sean las parias, desde su misma entraña las que se paran así mismas, y tomen el espacio que les han arrebatado falsas feministas, burguesas y oportunistas que ven en la ideología feminista la oportunidad para sobresalir individualmente tomando ventaja de la marginación y el abuso de otras.

Serán las parias, indígenas, negras, transexuales, marginadas, obreras, las que reescribirán el feminismo mundial, las que como Roxa Luxemburgo, Clara Campoamor y Emma Goldman, vayan más allá de lo que es políticamente correcto y derrumben los muros y se salten los cercos y borren toda huella del feminismo de ocasión.

Un día, más temprano que tarde, saldrán desde las entrañas de la alcantarilla, las mujeres que con voz de trueno lucharán por sus derechos, sin permitir que ninguna oportunista las represente. Ese día, caerá la bullaranga que hoy vemos como feminismo de salón, de etiqueta, el feminismo intelectual para las fotos, oportunista y burgués: el feminismo de azadón.

Y ese día, ese día, será la alcantarilla la que hablará y el mundo tendrá que escucharla.

Fuente del articulo:https://cronicasdeunainquilina.com/2018/03/07/antes-durante-y-despues-del-8-de-marzo/

Fuente de la imagen:https://www.google.co.ve/search?biw=1517&bih=653&tbm=isch&sa=1

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También fui Sancarlista

Ilka Oliva Corado

Recuerdo que en una de mis otras vidas, quise graduarme de la Universidad de San Carlos de Guatemala, universidad de mi corazón. La única universidad pública de Guatmala.

Fue a los 12 años cuando la descubrí, íba con mi Tatoj a vender helados a una empresa de transporte pesado, a la zona 12, donde había filas y filas de tráilers estacionacionados esperando carga.

Cuando el bus pasó enfrente de aquel campo inmenso, el gran volado, el gran animalón; me deslumbró, mi mundo hasta el momento era el mercado de Ciudad Peronia y el estacionamiento de buses. Me deslumbró como años después me deslumbró La Ciudad Olímpica, cuando pasé por ahí para ir a realizarme el examen de admisión a la Escuela Normal Central de Educación Física. Otro mundo completamente distinto para mí. Había otro mundo fuera de Ciudad Peronia, lo supe con los años y con los años también supe que había otro mundo fuera de Guatemala.

Era un imposible para una niña vendedora de helados, lo veía tan pero tan lejano, ir a la universidad era inalcanzable. En la historia de nuestra familia, por parte de papá y mamá a lo más que habían llegado era a tercero primaria y fue un lujo quienes lograron cursar hasta esa altura.

Aquel día, sentada con mi hielera en las piernas, mientras la veía por la ventana, me prometí graduarme de esa universidad. Pasaron los años y lo que parecía imposible se acercaba, lograba acariciar el sueño, ingresé a la USAC a la Escuela de Psicología, donde estudié 3 años y carrera que dejé a medias cuando decidí emigrar. Decisión que me dolió como pocas en la vida. Y decisión también que durante años me persiguió como uno de mis fantasmas más grandes, me había traicionado, fallé a mi promesa de egresar de la USAC, le había falllado a aquella niña de 12 añitos que creía que las utopías florecían como las flores de campana en las laderas de los arrabales.

De mis años de universidad aprendí que el estudio no hace a la gente, que el estudio como el  poder, solo demuestran lo que la gente verdaderamente es. Nada de lo que leí en los libros se me quedó, en cambio, en cambio llevo en la memoria las tardes de clases con la maestra Nydia Medrano, maestra de mi corazón,  sus palabras y su ejemplo calaron en mí más que todos los libros juntos.

Con el tiempo, la culpa, los reproches, los flagelos por no haberle cumplido la promesa a aquella niña de 12 años, fueron mermando. De nada me servía arañar el pasado y arrancarme la piel. Lo hecho estaba hecho y en la vida uno hace su propio camino.

Comprendí, entonces, que a mí me tocaba recorrer senderos distintos, que mi educación no estaría en los salones de una unviersidad, que mi escuela estaba en la calle. Lejos de aquella Guatemala que para mí representaba mi mundo, mi todo.

Quisiera felicitar a los docentes y a los estudiantes y decirles que celebremos juntos un año más de la USAC, pero la verdad a quienes realmente quiero celebrar es a los vendedores que recorren los corredores y las plazas de la universidad, para ganarse la comida del día. Yo también soy como ellos, de callejones estamos hechos. Llegue hasta ellos mi saludo Sancarlista.

Por cierto: si títulos quería, la vida me dio  una maestría: soy “inmigrante  indocumentada con maestría en discriminación y racismo.”

De ahí pal real…

Fuente del articulo: https://cronicasdeunainquilina.com/2018/02/01/tambien-fui-sancarlista/

Fuente de la imagen: https://cronicasdeunainquilina.files.wordpress.com/2018/02/img_5089.jpg?w=584&h=

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El falso feminismo de las marchas anti Trump

Ilka Oliva Corado

Marchas de feministas pro Hillary Clinton. No se necesita tener más de dos dedos de frente para saber que estas manifestaciones son manipuladas y que tienen intereses que nada tienen que ver con los derechos de género.   Sin embargo entiendo lo geniudo de la decisión de muchas en participar y no voy a generalizar.

Toda mujer que crea que Hillary Clinton es feminista no ha entendido en lo más mínimo el feminismo, y peor aún que la apoye y le dé su voto.   Y es lo que ha sucedido en Estados Unidos con la ola de mujeres jóvenes que se han dejado llevar por la emoción y el discurso anti género de Trump. Y satanizan a Trump cuando tienen a un ejemplar a cada dos metros de distancia: en sus casas, en las escuelas, en su comunidad, en su trabajo; porque los hombres como Trump son producto del sistema como lo es el un falso Obama que resultó más kukluxklan que el más caucásico de los racistas. Obama es un negro pro sistema. Y que se disfrace y que la gente le crea es otra cosa, como lo hace Clinton con el feminismo.

¿Por qué estas feministas que marchan contra Trump no marcharon contra Obama durante su mandato, cuando murieron cientos de niñas, adolescentes y mujeres sirias y yemeníes, por la invasión estadounidense en esos países? ¿Por qué no se plantaron tomando las calles cuando soldados estadounidenses violaron a por lo menos 53 niñas colombianas? ¿Acaso estas niñas, adolescentes y mujeres no importan como las nacidas en Estados Unidos? ¿Por qué estas mujeres feministas no se interesan por la política exterior de su país, más bien la solapan, callando o justificando que su país lo único que hace es defenderse de ataques terroristas e intenciones de invasión?

¿Por qué apoyar a una mujer como Clinton que representa igual o peor peligro para la política exterior de Estados Unidos que el mismo Trump? Y peor aún, tomarla como referente del feminismo e instar a que mujeres jóvenes la sigan. ¿Por qué feministas anti sistema se han volcado a apoyarla y a convertirla en una plataforma anti Trump? Para no ir tan lejos, ¿por qué estas multitudes de mujeres no forman un frente anti deportaciones de indocumentados? Sería una plataforma sólida y con un mensaje claro al mundo.

¿Acaso importan más los derechos de género de ciudadanas o residentes estadounidenses que los derechos humanos de quienes son los más golpeados del sistema por no tener documentos? Cualquier feminista sabe que los derechos de género son derechos humanos, por ende una feminista real jamás iría a manifestar sin exigir derechos para las minorías; donde viéndolo por el lado del género también hay niñas, adolescentes y mujeres indocumentadas. Hay familias que están siendo separadas y no por la administración Trump, esto viene desde la administración Obama.

Porque muchas de estas falsas feministas que abarrotaron las calles de Estados Unidos, tienen mujeres indocumentadas trabajando en sus casas, limpiándolas, cuidando a sus hijos mientras ellas asisten a la universidad o al trabajo, mientras ellas logran desarrollarse profesionalmente. Y no les conviene que tengan derechos laborales que ellas exigen sí para ellas y su manada, porque entonces las perjudica como empleadoras, no podrían aprovecharse más de quienes les trabajan por migajas. Quienes cuidan sus jardines son indocumentados, quienes siembran y cosechan las frutas y verduras que ellas comen todos los días, son indocumentados. Quienes limpian los baños en los centros comerciales, en las escuelas, en las universidades son indocumentados. De los indocumentados se aprovechan todos, porque quién quisiera que tuvieran derechos laborales si tendrían que pagarles conforme a la ley.

¿Por qué estas feministas pro derechos humanos entonces si saben el peligro que sufren familias completas por las deportaciones no hacen un frente y exigen una Reforma Migratoria Integral? Sería un ejemplo claro y humano de querer cambiar el sistema. Sin necesidad de andarse pegando golpes en el pecho o auto proclamándose feministas. El feminismo se demuestra en acción, no en recitales ni en bacanales.

Las violaciones sexuales que sufren niñas, adolescentes y mujeres por parte del ejército estadounidense fuera del país, son tan importantes como las que sufren mujeres nacidas en Estados Unidos, viviendo dentro del país.

¿Por qué estas miles, miles de mujeres no protestaron por la insolencia de Trump ante Palestina? Fácil, porque las mujeres palestinas les importan un carajo y lo que pueda pasarles a otras en cualquier lugar del mundo por parte del gobierno estadounidense.

Así de grande es su doble moral y su falso feminismo.

¿Por qué estas mujeres arrechas que se auto flagelaron en las marchas no pidieron el alto al bloqueo a Cuba? ¿La devolución de Guantánamo? ¿Por qué no pidieron un alto a la invasión de Estados Unidos a otros países? Porque lo que les suceda a las personas de otros países, sean del género que sean, a ellas les importa un carajo. ¿Cuál feminismo entonces?

Existe una confusión bárbara en cuanto al concepto feminismo entre las mujeres jóvenes estadounidenses. Porque ninguna feminista de verdad, apoyaría que una Clinton   dirija una invasión estadounidense en países como Venezuela, como ya lo vimos cuando en Miami prometía sacar al “dictador” Maduro cuando el tiempo de las guarimbas, que ellos mismos armaron. O que una feminista de verdad apoye las deportaciones de niños y adolescentes que llegaron al país sin compañía, como lo hizo Clinton cuando Obama decidió acabar con el programa temporal que ellos mismos armaron para justificar la militarización de México y el triángulo norte de Centroamérica.

O una Clinton que le dio continuidad a la construcción del muro entre México y Estados Unidos, que inició su esposo. Trump es el hombre típico de la sociedad y este falso feminismo también lo es.

Como vemos, ser feminista no es solo de soplar y hacer botellas, el feminismo se vive con las acciones cotidianas, no con pancartas, bacanales y fotos para las redes sociales.

Estamos a años luz de un feminismo consecuente, irreverente y humano. Ante todo humano.  Por ahí alguien dirá: “pero de algo a nada…”  Justificar diciendo  algo nada, son patadas de ahogado. Y disculpen flores si les marchito un pétalo pero a las cosas por su nombre.

Fuente del articulo: https://cronicasdeunainquilina.com/2018/01/22/el-falso-feminismo-de-las-marchas-anti-trump/

Fuente de la imagen: https://www.telesurtv.net/__export/1516635197556/site

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Núcleo patriarcal

Por Ilka Oliva Corado

La influencia del machismo y sus violencias en las sociedades actuales.

Vivimos en sociedades patriarcales, misóginas y machistas; como resultado de este patrón, la violencia contra las mujeres es sistemática y estructural. Y también, por más indigno que sea es una violencia normalizada porque la mujer sigue siendo vista como un objeto que le pertenece a quien lo compra. Por esa razón vemos a padres, hermanos, abuelos, amigos, amantes, compañeros, creyéndose dueños de sus hijas, hermanas, nietas, amigas, amantes, compañeras.

Y lo mismo con los desconocidos, se creen tan dueños de cualquier mujer que se sienten con la libertad de poder excluirlas, insultarlas, golpearlas, violarlas, asesinarlas y desaparecerlas. Una violencia sistemática y estructural que comienza con el “es una niña” y termina en feminicidio. Si se nace mujer, se nace con todo en contra. Violencia que nos dice que las niñas juegan con muñecas y de casita.

Violencia que nos dice que los niños pueden practicar deporte y las niñas no, porque el deporte es para niños y las niñas que limpien la casa. Violencia que nos dice que los hombres de la casa van a la escuela y las niñas no, porque su función en la vida es casarse, tener hijos y atender el hogar. Violencia que nos dice que pocas mujeres logran poder acceder a la educación superior, porque esa violencia sistemática sigue pensando que la mujer es un objeto y como objeto no piensa, no siente, no actúa y no tiene derechos.

Violencia que dicta que el papel de la mujer en la vida es abrir las piernas y criar hijos. Punto. Una violencia que también ejerce la mujer contra la mujer, cuando unas dicen creyéndose castas, puras y santas, que las otras merecían ser violadas por: putas, alcohólicas, calientes, rogonas, provocadoras, cascos ligeros, promiscuas y drogadictas y, avalan con esto el patriarcado del cual también forman parte y ayudan a alimentar. Ignorando que al exponer a una mujer al escarnio público de la doble moral por su comportamiento y estilo de vida, también se exponen ellas que pertenecen al mismo género.

Una violencia estructural que alimenta un sistema que manipula, excluye y violenta a las mujeres en todos los niveles de la sociedad. Una violencia que dice que las mujeres no pueden decidir sobre sus propios cuerpos, y que ese cuerpo no le pertenece, le pertenece al escarnio público y al señalamiento de la religión. Por eso se sigue negando el derecho al aborto. La violencia contra la mujer tiene varios rostros, innumerables formas por eso muchas veces es imperceptible, se disfraza de sutileza cuando muchos creen que halagan cuando en realidad lo que hacen es violentar con el acoso callejero. Violencia estructural y sistemática que sigue negando atención médica, educación y oportunidades de desarrollo a mujeres.

Un sistema de justicia patriarcal, misógino y machista, con jueces machistas, con fiscales machistas, con abogados machistas, con policía machista, con condenas inexistentes porque las decisiones se toman desde la misoginia que es el odio contra la mujer. Violencia obstétrica que irrespeta a la mujeres cuando están pariendo. La que la señala por cómo se viste, actúa y vive. Hablar de violencia contra la mujer es hablar del inicio del tiempo. Cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Lucha que inició en 1981, para conmemorar la fecha en que fueron asesinadas (en feminicidio) en 1960, las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa, en República Dominicana por órdenes del dictador Trujillo. Desde 1999 las Naciones Unidas llaman a los países del mundo a pronunciarse contra la violencia contra mujer.

Sin embargo dado que la violencia es estructural y sistemática, lo que tenemos que cambiar es el sistema, los patrones de crianza, porque como decía al principio, el feminicidio es la expresión más atroz del patriarcado sobre la mujer, pero inicia con la exclusión y la degradación solo por su género. Para erradicar los feminicidios tenemos que erradicar el patriarcado, para erradicar el patriarcado tenemos que cambiar el sistema.

Para tener sociedades equitativas e igualitarias, en derechos y obligaciones, tenemos que arrancar de raíz el patriarcado. Un ejemplo de violencia contra la mujer, que es subliminal, es la de pareja, cuando es la compañera la que se opera para no tener hijos, porque el compañero como es hombre jamás se haría una vasectomía porque perdería la hombría.

Estereotipos del patriarcado. La violencia contra la mujer es tema en el que debemos insistir, y que nos compete a todos, en todas las capas de la sociedad, a los urbanos y rurales, porque es obligación de todos erradicar el patriarcado, la misoginia y el machismo. Empezando por dejar de llamarles culos a las mujeres, al referirse a ellas.

Fuente: https://cronicasdeunainquilina.com/2017/11/20/nucleo-patriarcal/ 

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La lotería, enajenación de las masas indocumentadas

Por: Ilka Oliva Corado

No existe en Estados Unidos el sueño americano ni el sueño dorado, ni ningún otro tipo de sueño que no sea el del cansancio físico y emocional antes, durante y después de las extenuantes jornadas laborales que vive el indocumentado.

Partiendo de ahí, de una mentira, de la decepción que queda al descubrir el montaje mediático y estructural que nos dice que en Estados Unidos los sueños se hacen realidad y que es el mejor país del mundo para vivir, el indocumentado queda en un estado de desahucio perenne. Masas de moribundos que pensaron que en Estados Unidos encontrarían techo, comida y oportunidades de desarrollo quedan en el limbo de los olvidados; como los afros y sí, también, anglos que luchan su sobrevivencia en las alcantarillas de las grandes urbes. Parvadas que fueron engañadas y traicionadas por todos los que de una u otra manera alaban y hacen eco de una falsa realización y comodidad que brinda el país.

Aparte de la religión y la fe, como manipulación y sedativo constante que repican en las estaciones de radio y televisión con series como «La Rosa de Guadalupe» y las series de los libros de la biblia, están el alcohol y las drogas que son insuficientes para la angustia que viven cada fin de mes las masas indocumentadas.

Vivir en Estados Unidos no es barato y si se habla de pagar los gatos de rentas y sobrevivencia en el país y aparte ajustar para las remesas semanales, estamos hablando de una presión emocional que repercute físicamente en los jornaleros. Un estado de alarma constante, depresión severa, estigma, frío, hambre; angustias que se convierten en enfermedades que no pueden curar en los hospitales porque no hay lugar para ellos. Se instalan pues en esos cuerpos cansados de tanto trabajo y de tanto dolor.

La lotería se presenta como la cura a todas las angustias y enfermedades, y en esto hacen eco los medios en español; una y otra vez invitan a la comunidad latina que en su mayoría es indocumentada, a invertir en boletos de lotería porque el premio es millonario y como en un cuento de hadas tomado de Disneylandia recrean en reportajes de diez minutos en los noticieros, lo que le podría cambiar la vida a un paria si se gana la lotería. Todo en esos 10 minutos se convierte en magia, en alegría, en salud, en abundancia. Le inyectan al televidente el gen de la felicidad y la ilusión.

Es muy difícil mantenerse alerta y al margen de estos engaños, y son millones los que desesperadamente acuden a las tiendas a dejar lo de su comida en boletos de lotería, diariamente. No es un dólar, no son dos dólares, compran en boletos lo del pago de la luz, lo del agua, el dinero reservado para la comida de la semana. Fuera de sí y orándole a sus dioses, muchon lloran de fe cuando reciben el boleto de las manos del cajero. Y orando y haciendo promesas regresan a los cuartos que alquilan en edificios en mal estado donde solo son capaces de vivir los latinos, por su situación legal y económica.

Y sueñan con comprar casas, comprar carros, sacar a sus familias de la pobreza, viajar por el mundo, poner negocios y darse la comilona que nunca se han dado en sus vidas, hasta reventar.

Muchos realizan rituales con los boletos, los llevan a bendecir a la iglesia, le pagan al pastor o al sacerdote para que vaya a sus casas y les dé una bendición especial, porque seguros están que Dios es poderoso y que realizará los deseos de sus corazones, porque Dios sabe que han sufrido y que ya les toca ser felices, porque Dios sabe que son sus hijos de buena fe, porque Dios sabe, sabe, sabe todo lo que desde el patrón patriarcal les han inyectado para manipularlos desde la infancia.

Llega el día del sorteo y no ganaron la lotería, una estocada les pega en el corazón que sangra moribundo, se revuelcan llorando de decepción, mientras ven el recibo de la luz, del agua y les repica el teléfono con el dueño del edificio cobrándoles la renta. El caos se apropia de ellos, y muchos violentan a sus hijos, les gritan, les pegan, desquitándose con ellos por la mala suerte de no haber ganado la lotería.

Muchos otros se internan en el alcohol y las drogas y quienes tienen fe hacen de la iglesia su morada. Hasta que avista otra vez el sorteo y de nuevo la angustia por su miseria económica y la ilusión por realizar el sueño americano y ser la envidia de sus amigos y familiares, los hace caer de nuevo en el abismo profundo de la compra de los boletos de la lotería. Una historia sin fin porque la lotería funciona gracias a la miseria creada por el sistema del capital que entre más pobres las masas, más ganan las mafias que trafican con la felicidad en nombre de la comodidad económica en el país del inexistente sueño dorado.

Audio:https://cronicasdeunainquilina.files.wordpress.com/2018/01/la-loterc3ada-como-enajenacic3b3n-de-las-masas-indocumentadas.m4a

 

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