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Enfoques cooperativos; Hoy: Promover el encuentro del cooperativismo educacional con el campesinado y los aborígenes.

Propiciar un enfoque pedagógico apropiado

Por José Yorg, el cooperario.

«¿Por qué los campesinos tenemos que pedir permiso para reunimos como cristianos y los que no son campesinos no lo necesitan?…

¿Por qué nos persiguen cuando queremos organizamos, como agricultores y como cristianos para defender nuestros derechos?

¿Por qué se nos trata con amenazas, citaciones, como si cometiéramos algún delito al reunimos?…» Extraídos del texto “Movimientos Campesinos en el Paraguay” Ramón Fogel.

No es la primera vez que reprochamos el enfoque tradicional de educación cooperativa escolar y universitaria, diríamos más, encorsetado a la tradición europeizante, a la línea pedagógica liberal sarmientina, claudicando a los aportes Latinoamericanos de educación campesina como la experimentada en Paraguay por la Ligas agrarias cristianas.

Seguramente nos espera grandes batallares para lograr un serio debate con los/as colegas para construir un cooperativismo educacional popular, emancipatorio y transformador.

Mientras tanto, nos propusimos  darnos a la tarea al respecto, con la intencionalidad de propiciar reflexiones  metodológicas,  teóricas,  históricas y epistemológicas, que converjan  en  un enfoque pedagógico apropiado.

Es oportuno profundizar en la amplitud de prácticas y experiencias históricas y las memorias narrativas con sus respectivas conceptualizaciones que se reconocen por tener una mirada reprochadora popular.

Desde luego que no estamos planteando que el problema del divorcio entre el noble cooperativismo y el pueblo popular es sólo semántico o formal, sino fundamentalmente procedimental, cultural y teórico, histórico y político.

Ese desencuentro se da, por una parte, por la cultura de la desconfianza que caracteriza al campesino y al aborigen hacia el docente citadino. Estos sectores marginados históricamente, han sido engañados y vilipendiados de mil formas y maneras por acción agresiva u omisión de ayuda efectiva por los diversos gobiernos.

Pero por otra parte, los/as docentes formadas en instituciones oficiales bajo el influjo de pedagogía liberal, tradicional, carecen de métodos y herramientas conceptuales y procedimentales adecuados y flexibles  para aprovechar las experiencias y culturas, saberes de los campesinos y aborígenes e iniciar innovadoramente desde allí programas y contenidos cooperativos adecuados  a ese ambiente y necesidad.

El cooperativismo, que por cierto se reconoce con raigambre popular, obrerista, nacido como reacción ante los atropellos sufridos en la época de la llamada Revolución industrial,  no puede ni debe dejar de insistir en su investigación pedagógica para hallar la mejor fórmula de llegada y encuentro con el campesinado y los aborígenes.

El problema acuciante en Latinoamérica se presenta en la tenencia y propiedad de las tierras, es el ámbito de una disputa cruenta que se manifiesta en los desalojos violentos a los campesinos y aborígenes, sin importar su posesión ancestral.

Precisamente, en estos tiempos tumultuosos de época de cambios, en Paraguay se acaba de promulgar una reforma al Código penal incrementando hasta 10 años de cárcel para aquellos que osen invadir tierras mal habidas, éstas son aquellas que el dictador Stroessner concedió a sus cómplices: Tierras destinadas a la Reforma agraria.

Escuelitas Campesinas de las Ligas Agrarias Cristinas.

En este apartado seguiremos a Sintya Carolina Valdez-Ayala en su artículo publicado con el título de “Escuelitas Campesinas de las Ligas Agrarias Cristinas. Conciencia social y autoeducación”, del Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios-CERI-Paraguay. http://scielo.iics.una.py/pdf/riics/v15n2/2226-4000-riics-15-02-240.pdf

La autora citada afirma que “Entre los hallazgos se puede mencionar que el programa educativo de las Ligas Agrarias Cristianas se orientó a adultos inicialmente y luego a adultos y a niños. Se comenzó el proceso formando a los Pytyvõhára o educadores, ya que el trabajo con los profesores de la educación oficial tenía todos los sesgos de la escuela tradicional, es decir, ya estaban muy condicionados, de modo que en la primera fase se abordó la alfabetización de adultos y la formación de educadores”

Expresiones que confirman nuestra posición.

Estas expresiones confirman nuestra posición en cuanto a la formación de los/as docentes,  encontrándonos nosotros mismos en esa formación que confrontó en nuestras experiencias en escuelas rurales de la provincia de Formosa en zonas de cultivo de algodón, ambiente sujeto a los tiempos de la labor productiva, por lo que nos adecuamos e intentamos impartir en el proceso enseñanza-aprendizaje lineamientos de la pedagogía de Paulo Freire, sin embargo, resultaron improcedentes, más allá de ser un método maravilloso, pero descolgado de la realidad campesina.

El encuentro-muchas veces narrado-con la Supervisora Escolar Lina Frederich de Acuña aportó la precisa motivación y orientación hacia el cooperativismo escolar a tenor de que los hijos de los labriegos saben cultivar y cosechar los productos pero desconocen la virtud de la organización cooperativa en la representación y defensa del precio de sus esfuerzos, así como el abaratamiento de las compras en conjunto de herramientas y otros elementos necesarios, mercaderías y enseres por medio de la gestión empresarial cooperativa.

De lo que se trata es entonces de traducir esa relación productiva y cultural con los contenidos y método de la educación cooperativa necesaria y adecuada a los educandos campesinos, como dice el amigo Darío Castillo Sandoval, “por aquí es el camino”.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias camino al cooperativismo escolar

“Los seminarios realizados sobre su obra y los enfoques desarrollados sobre su pensamiento han sido puramente laudatorios, acercándose casi de una adoración mesiánica. No hay problematización analítica. Se ignoran las fuentes teóricas que él tuvo como referencia para construir su obra y no se analizan sus aportaciones frente a las nuevas coyunturas del siglo XXI. Lo que se hace es simplemente repetir los lugares comunes de su pensamiento, así como algunos enfoques de las décadas de 1960 y 1970”

Ivonaldo Leite

Se ha desatado un verdadero torrente de acciones para conmemorar los 100 años de Paulo Freire, conmemoración que nos sumamos con entusiasmo por el enorme y valioso legado pedagógico crítico que Freire ha aportado a la humanidad.

A modo de ejemplo del impacto pedagógico trascendente cito que la Universidad Nacional de Tucumán a través de la Facultad de Filosofía y Letras ha convocado al Congreso Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire; “Transitar su legado: un acto de justicia” los días 16 y 17 de septiembre de 2021 que cuenta con destacadas figuras de la educación, como Adriana Puiggrós, entre tantos/as sobresalientes.

De tan importante evento y sus principales justificantes de la fundamentación extraemos dos:

“Desentrañar su legado con ojos y actitud crítica, parados en este presente tan complejo que nos interpela, se constituye en un compromiso ético y político del que tanto nos enseñó en la vastedad de su pensamiento”.

“Las aportaciones de Paulo Freire se abren y nos abren al mundo para la comprensión, el conocimiento de la realidad y la indefectible transformación de ésta, manteniendo la esperanza como la espera activa que nos lleva a trabajar comprometidos con el sujeto social, la praxis, la emancipación, el diálogo, la autonomía, las relaciones de poder y la democracia”.

Así, lo anterior constituye el marco de mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar, camino pedagógico cooperario pretendiendo llenar de cooperación las aulas formoseñas.

Esas lineas anteriores y las reflexiones de los textos de Freire saturaron mi mente de ideas renovadoras y ansioso de llevarlas a la práctica,tal como me encontraba en aquel lejano día de un encuentro en el camino hacia la escuela,sería un cambiante hecho, pero,sin embargo, hoy, evocados se renuevan en vitalidad.

En modo de narrativa docente expongo: En un día caluroso del año de 1983 me dirigía a asumir por primera vez como maestro de grado en la Escuela N° 54 de la localidad Villa Escolar, Departamento de Misión Laishi, de la Provincia de Formosa-Argentina-, y tal como lo adelanté en el párrafo anterior en mi mente estaban las ideas del gran maestro Paulo Freire.

En efecto, en aquel trayecto a recorrer de seis kilómetros de ruta de tierra desde la localidad de Gral. Mancilla hasta la escuela se produjo un encuentro casual significativo y trascendental con la Supervisora Escolar Prof. Lidia Friederich de Acuña, ya que ambos teníamos como punto de llegada la escuela.

La Supervisora Escolar no tardó en hablarme de las bondades del cooperativismo escolar y exponer en contexto la desvinculación existente entre la escuela y las necesidades de los educandos, hijos de pequeños productores; la educación común no es la apropiada en relación a los intereses de las mayorías de los niños, toda vez que la perspectiva de un horizonte promisorio se presenta problemática, también por sus métodos, visibilizan una ruptura del medio social rural y la educación.

Esa práctica educativa necesaria surge de la necesidad de incorporar saberes del cooperativismo escolar dado que los educandos, hijos de labriegos, trabajan muy bien la tierra pero desconocen los aspectos organizativos gremial y empresarial que les permitan superar sus debilidades mercantiles ante el intermediario que menoscaba el precio de sus productos y los mantiene en perpetua debilidad, inermes individualmente.

No obstante aquel primer encuentro y diálogo con mi Supervisora Escolar, en principio me apoyé en las concepciones pedagógicas de Paulo Freire, pero pronto me enfrenté a las contradicciones que descubriría en dicha pedagogía a partir de aspectos maravillosos pero muy teóricos e insuficientes ante la realidad de niños labriegos que llegan tarde al inicio escolar en razón a trabajos en la cosecha de algodón.

Pienso que la propuesta pedagógica del educador brasileño continúa vigente en cuanto que su propuesta asume a la educación, a la alfabetización, al diálogo y a la reflexión, como valiosas herramientas de liberación del hombre. Por tanto, yo no hablaría de abandono de las ideas de Freire.

Sin embargo, no es menos cierto que la clave de la desigualdad social y económica reside en la organización capitalista que se expresa, entre otros, en sus  empresas, que constituyen terrenos de relación capital-trabajo, desventajosa para el sector del trabajo. La empresa cooperativa, por el contrario, fundada y organizada sobre otra concepción, altera esa relación injusta y establece una relación de cooperación, entre iguales y proporcionales, en sus beneficios. Mientras esto no se logre, habrá injusticia social.

La virtud de la pedagogía cooperativa reside-entre muchos-en su instrumento didáctico: La cooperativa escolar.

Ella es en pequeño el medio de transformación del educando y su perspectiva creativa de modificar, alterar, ulteriormente la organización de la economía mercantil en una economía de la cooperación. Este descubrimiento del carácter  pedagógico y didáctico del cooperativismo me llevó a asumir una decisión inapelable con respecto al estudio e investigación pedagógica que dio por resultado la pedagogía cooperaria.

Tal decisión conlleva evidenciar las virtudes pedagógicas y didácticas del cooperativismo escolar en cuanto a su carácter transformador social y económico, puesto que se plantea nada más y nada menos que superar la forma organizativa capitalista de la sociedad, de la empresa y la formación del educando que lo moldea para esa forma de vida. En cambio, el cooperativismo transforma esa lógica, pues se sostiene en la propiedad y distribución equitativa cooperativa que aniquila la desproporción entre el trabajador y el capitalista.

He allí el meollo de la cuestión al hablar de pedagogía transformadora, ello conlleva modificar la organización social y económica capitalista por otra diferente ya que está bajo la concepción humana, reflejada por la empresa cooperativa y las relaciones socio-económicas que ella trastoca, propugna y esparce, insistir en este aspecto nunca será suficiente.

Lo que a su vez significa la superación sobre las metodologías planteadas por los diversos educadores cooperativistas porque éstos emplean la pedagogía liberal aprendidas en los Institutos de Formación docentes y Facultades a la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles del sistema educativo oficial, lo que implica, cuanto menos, una contradicción.

Tal análisis y conclusión no es un asunto menor, son indagaciones que dicen mucho de cómo construí la pedagogía cooperaria, estableciendo en realidad una ruptura con la práctica de asimilación pedagógica liberal a la pedagogía cooperativa original, de su génesis.

Para concluir , y en base al hecho de que elegí una cita extraída de un párrafo del artículo “La Educación Popular, Paulo Freire y la “muerte de la dialéctica” del catedrático de Sociología de la Educación, Universidad Federal de Paraíba (UFPB)Brasil, Ivonaldo Leite, para presidir este artículo.

Pienso, precisamente, en otro párrafo de ese importante artículo de  Leite cuando afirma que:

“El método de Freire y su amplia obra configuraron un rico universo de reflexiones acerca de la educación, de la pedagogía y la ética liberadoras. Para Paulo Freire, educar significa, por ejemplo, conocer críticamente la realidad, comprometerse con la utopía de transformarla, formar sujetos de dicho cambio y desarrollar el diálogo. Pero, aunque su método constituía una profunda crítica a las prácticas educativas tradicionales, él también empezó a revelar limitaciones y ambigüedades políticas. Los problemas se referían principalmente al desconocimiento del condicionamiento de la educación por la estructura social y económica, así como a los conflictos de clase. Como consecuencia, la idea de transformar la realidad quedaba convertida en un acto abstracto”. https://rebelion.org/la-educacion-popular-paulo-freire-y-la-muerte-de-la-dialectica/

Un agregado compendiado:

Reconozco y valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía,como pedagogía contestata
ria a la injusticia social,está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico que se desenvuelva en la escuela,se evidencie en la comunidad y genere conciencia subjetiva en cuanto a  posibilidad de modificar organizadamente el estado de necesidad de sectores menos favorecidos, e incidir en la transformación productiva de campesinos y sectores comunitarios, como sí la tiene la educación cooperativa por medio de la cooperativa escolar.

Sin embargo, en mi acción pedagógica e investigadora, me distancio de las prácticas educativas cooperativas tradicionales.Enfatizo la esencia transformadora de la cooperación en las aulas. Asumo abiertamente las dificultades burocráticas en las instituciones educativas e identifico a estas trabas como expresión material ideológica de la influencia liberal en ellas.

Rompí con las prácticas cooperativas bajo el influjo liberal devenido  desde la formación docente en las  instituciones educativas al comprender las distorsiones que infringen a la pedagogía cooperativa genuina por parte de los docentes cooperativos/as que reproducen esa desvirtuación pedagógica y que impiden su pleno desarrollo educativo.

¡Saludos cooperativos!

Fuente: https://rebelion.org/mis-recuerdos-de-lecturas-de-paulo-freire-y-las-experiencias-camino-al-cooperativismo-escolar/

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Enfoques cooperativos; Hoy: La pedagogía cooperaria avanza lentamente, pero avanza.

La pedagogía cooperaria es una corriente  que sostiene que el  proceso enseñanza-aprendizaje en modo alguno es neutral  o prescindente del contexto de una realidad cada día más desigual, humanamente hablando, por el contrario, es contestatario a esa dura realidad.
 
Por José Yorg, el cooperario.

“No puedo entender por qué la gente está asustada con las nuevas ideas. Yo lo estoy de las viejas”, John Cage

“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”. Albert Einstein

“La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas” Erich Fromm

Este artículo pone en tensión  una consideración fundamental, cual es la esencia pedagógica del cooperativismo en tanto se desvincula de la forma tradicional de su enseñanza.

 La pedagogía cooperaria avanza lentamente, pero avanza, en su afirmación en el mundo académico, en el ámbito de la docencia, pero también, gracias a la prensa se instala paulatinamente en el público, en su desarrollo teórico.

 En tanto su constitución  pedagógica, esta corriente reposa en un número de premisas teóricas que tornan diferentes y distanciadas de los abordajes educativos de las tradicionales, a punto tal que son incompatibles, en tanto las formas conservadoras del proceso enseñanza-aprendizaje no impactan tal como se espera de una concepción doctrinaria-histórica nacida al calor contestatario al capitalismo industrial y sus secuelas terribles para la vida.

Otro indicador no menos importante del avance de la pedagogía cooperaria constituye ciertas y determinadas formas de resistencia conservadora hacia ella y que manifiestan algunos/as formadores, de manera enmascarada o disimulada, pero reaccionan negativamente. Confirman así aquello de la recordada expresión “Si los perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos”.

 Así que, si se  teoriza, se indaga correctamente, a partir del análisis que realizaran los Probos Pioneros de Rochdale, al indagar la estructura de esa  sociedad en la que vivían y cuyo resultado fue altamente negativo a la luz de la doctrina socialista,  tal como nos da cuenta Paul  Lambert  en su libro  La doctrina cooperativa, que “La ciencia explica lo real, la doctrina juzga y propone diversos cambios para mejorar lo real”.

“Esta distinción entre ciencia y doctrina no implica preferencia hacia una u otra: ciencia y doctrina son complementarias y tienen una importancia similar para el destino  de los hombres”. Insistimos

¿Qué nos significa la frase de Robert Owen “…para crear un nuevo mundo moral que regenerara a la sociedad y transformara la naturaleza del hombre”?

 Entendemos que la pedagogía cooperativa no puede estar desarmada de una visión crítica y transformadora, emancipadora que “regenerara a la sociedad y transformara la naturaleza del hombre” y lleve a su estadio superior “el hombre y mujer cooperativos”.

 Habla, sin dudas,  de cómo el poder emanado del capitalismo modela la totalidad de la vida y del pensamiento, funcional a él.

Entonces, la concepción pedagógica cooperativa debe promover en la docencia una visión situada desde los valores y principios cooperativos contestatarios, que viabilice una   interacción coherente  entre los Diseños Curriculares de Educación Cooperativa Escolar y Universitaria, la propia docencia y los educandos, y que refuercen también los valores democráticos, instituciones y horizontes políticos modernizantes, trasformadores, y para que ello se concrete se debe también concientizar de que existen diversos  e incluso formas antagónicas de construir  el conocimiento, las maneras de ejercer el poder político.

De allí que la pedagogía cooperaria sea una corriente  que sostiene que el  proceso enseñanza-aprendizaje en modo alguno es neutral  o prescindente del contexto de una realidad cada día más desigual, humanamente hablando, por el contrario, es contestatario a esa dura realidad.

 Por tanto, esta orientación pedagógica  afirma y confirma lo que los Pioneros de Rochdale luego de analizar la realidad tal y cual se les presentaba en manera adversa y perversa, decidieran emprender un proceso de ruptura con el modo de organización capitalista y su forma empresarial que colocaba al trabajador en eterna debilidad en todos los órdenes de la vida.

Estas vivencias y su camino a edificar el cooperativismo como movimiento social y económico a partir de la actividad de la cooperativa, son los asuntos relevantes que invita al pensamiento a posar su atención y descubrir la clave pedagógica y didáctica de tal conglomerado cooperativo, y evidenciar su esencia crítica y emancipadora.

Por tanto, la pedagogía genuina del cooperativismo no puede ser otra que aquella que surja desde las entrañas del cooperativismo y su pensamiento transformador y que sean, no tan sólo interpretadas, sino que sean reflejadas pedagógicamente con exactitud proverbial.

La presencia de una cooperativa en cualquier lugar, barrio, o zona, y que ajuste su conducta empresarial económica y social a los valores y principios cooperativos, promueven cambios de conductas, ello significa su labor educativa, puesto que, donde existe aprendizaje hay cambio de conducta. Esta acción educativa interna de la cooperativa trasciende los muros de la entidad y se traslada al seno de la sociedad logrando simpatía por esas nobles enseñanzas. Estos hechos, ocurridos en los pueblos del interior argentino en época pretérita, dan cuenta de la enorme influencia cooperativa, y  son testimonios irrefutables.

Esos rasgos peculiares de la acción cooperativa deben ser constitutivos esenciales de las características de la pedagogía y didáctica cooperativa. En demasiadas experiencias-más allá de sus resultados-se observan una enojosa inclinación a enseñar cooperativismo bajo los designios liberales.

Y es que en la pedagogía cooperaria la  promoción al cambio social y económico vertebra una educación participativa de los alumnos en ese proceso que pueda y deba transcender la escuela o la universidad.

En términos conceptuales definimos que  la pedagogía cooperaria tiene como finalidad promover la formación del hombre y mujer cooperativo/a, pero además, conmover y transformar el sistema educativo tradicional y que a partir de ello, pueda incentivar transformaciones en la sociedad para que se construya la sociedad cooperativa. Compatible a lo expresado por  Georges Jacob Holyoake  en las páginas de su “Historia de los Pioneros de Rochdale” cuando afirma que “Es el conjunto de circunstancias y el ambiente social lo que hay que modificar”. Es una aspiración que guía la acción cooperativa.

Esta aspiración es fundante en los Probos Pioneros de Rochdale en el año de 1844 en Inglaterra y en plena revolución industrial, expresados entre sus objetivos y planes en los primitivos Estatutos:

 …”en los que además de distribuir los artículos para la vida corriente en un almacén, la cooperativa de consumidores que se pone en marcha, se proponen construir viviendas, fabricar bienes para facilitar el trabajo a los socios desempleados, cultivar tierras con la misma finalidad… y “Tan pronto sea posible, esta sociedad procederá a la organización de las fuerzas de la producción, distribución, educación y gobierno…” (Laws and objects of the Rochdale Society  (Alejandro Martínez Charterina- LAS COOPERATIVAS Y SU ACCIÓN SOBRE LA SOCIEDAD-REVESCO. Revista de Estudios Cooperativos, núm. 117, 2015)

Y finalmente el argumento como principio cooperativo poco difundido, expresado en el libro de Paul Lambert  ya citado, y expresado en el artículo de  Martínez Charterina…“a juicio de Paul Lambert las “aspiraciones de conquista”, que conforman la esencia de la cooperación: “… queriendo… servir a sus miembros y a la colectividad entera, la cooperación tiende a conquistar y transformar la organización económica y social del mundo”. Todo dicho.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Argentina. Mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar

 

Valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico.

Ante el centenario conmemorativo de Paulo Freire.

 “Los seminarios realizados sobre su obra y los enfoques desarrollados sobre su pensamiento han sido puramente laudatorios, acercándose casi de una adoración mesiánica. No hay problematización analítica. Se ignoran las fuentes teóricas que él tuvo como referencia para construir su obra y no se analizan sus aportaciones frente a las nuevas coyunturas del siglo XXI. Lo que se hace es simplemente repetir los lugares comunes de su pensamiento, así como algunos enfoques de las décadas de 1960 y 1970”  Ivonaldo Leite.

Se ha desatado un verdadero torrente de acciones para conmemorar los 100 años de Paulo Freireconmemoración que nos sumamos con entusiasmo por el enorme y valioso legado pedagógico crítico que Freire ha aportado a la humanidad.

 

A modo de ejemplo del impacto pedagógico trascendente cito que la Universidad Nacional de Tucumán a través de la Facultad de Filosofía y Letras ha convocado al Congreso Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire; “Transitar su legado: un acto de justicia” los días 16 y 17 de septiembre de 2021 que cuenta con destacadas figuras de la educación, como Adriana Puiggrós, entre tantos/as sobresalientes.

De tan importante evento y sus principales justificantes de la fundamentación extraemos dos:

“Desentrañar su legado con ojos y actitud crítica, parados en este presente tan complejo que nos interpela, se constituye en un compromiso ético y político del que tanto nos enseñó en la vastedad de su pensamiento”.

“Las aportaciones de Paulo Freire se abren y nos abren al mundo para la comprensión, el conocimiento de la realidad y la indefectible transformación de ésta, manteniendo la esperanza como la espera activa que nos lleva a trabajar comprometidos con el sujeto social, la praxis, la emancipación, el diálogo, la autonomía, las relaciones de poder y la democracia”.

Así, lo anterior constituye el marco de mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar, camino pedagógico cooperario pretendiendo llenar de cooperación las aulas formoseñas.

Esas lineas anteriores y las reflexiones de los textos de Freire saturaron mi mente de ideas renovadoras y ansioso de llevarlas a la práctica,tal como me encontraba en aquel lejano día de un encuentro en el camino hacia la escuela,sería un cambiante hecho, pero,sin embargo, hoy, evocados se renuevan en vitalidad.

En modo de narrativa docente expongo: En un día caluroso del año de 1983 me dirigía a asumir por primera vez como maestro de grado en la Escuela N° 54 de la localidad Villa Escolar, Departamento de Misión Laishi, de la Provincia de Formosa-Argentina-, y tal como lo adelanté en el párrafo anterior en mi mente estaban las ideas del gran maestro Paulo Freire.

En efecto, en aquel trayecto a recorrer de seis kilómetros de ruta de tierra desde la localidad de Gral. Mancilla hasta la escuela se produjo un encuentro casual significativo y trascendental con la Supervisora Escolar Prof. Lidia Friederich de Acuña, ya que ambos teníamos como punto de llegada la escuela.

La Supervisora Escolar no tardó en hablarme de las bondades del cooperativismo escolar y exponer en contexto la desvinculación existente entre la escuela y las necesidades de los educandos, hijos de pequeños productores; la educación común no es la apropiada en relación a los intereses de las mayorías de los niños, toda vez que la perspectiva de un horizonte promisorio se presenta problemática, también por sus métodos, visibilizan una ruptura del medio social rural y la educación.

Esa práctica educativa necesaria surge de la necesidad de incorporar saberes del cooperativismo escolar dado que los educandos, hijos de labriegos, trabajan muy bien la tierra pero desconocen los aspectos organizativos gremial y empresarial que les permitan superar sus debilidades mercantiles ante el intermediario que menoscaba el precio de sus productos y los mantiene en perpetua debilidad, inermes individualmente.

No obstante aquel primer encuentro y diálogo con mi Supervisora Escolar, en principio me apoyé en las concepciones pedagógicas de Paulo Freire, pero pronto me enfrenté a las contradicciones que descubriría en dicha pedagogía a partir de aspectos maravillosos pero muy teóricos e insuficientes ante la realidad de niños labriegos que llegan tarde al inicio escolar en razón a trabajos en la cosecha de algodón.

Pienso que la propuesta pedagógica del educador brasileño continúa vigente en cuanto que su propuesta asume a la educación, a la alfabetización, al diálogo y a la reflexión, como valiosas herramientas de liberación del hombre. Por tanto, yo no hablaría de abandono de las ideas de Freire.

Sin embargo, no es menos cierto que la clave de la desigualdad social y económica reside en la organización capitalista que se expresa, entre otros, en sus  empresas, que constituyen terrenos de relación capital-trabajo, desventajosa para el sector del trabajo. La empresa cooperativa, por el contrario, fundada y organizada sobre otra concepción, altera esa relación injusta y establece una relación de cooperación, entre iguales y proporcionales, en sus beneficios. Mientras esto no se logre, habrá injusticia social.

La virtud de la pedagogía cooperativa reside-entre muchos-en su instrumento didáctico: La cooperativa escolar.

Ella es en pequeño el medio de transformación del educando y su perspectiva creativa de modificar, alterar, ulteriormente la organización de la economía mercantil en una economía de la cooperación. Este descubrimiento del carácter  pedagógico y didáctico del cooperativismo me llevó a asumir una decisión inapelable con respecto al estudio e investigación pedagógica que dio por resultado la pedagogía cooperaria.

Tal decisión conlleva evidenciar las virtudes pedagógicas y didácticas del cooperativismo escolar en cuanto su carácter transformador social y económico, puesto que se plantea nada más y nada menos que superar la forma organizativa capitalista de la sociedad, de la empresa y la formación del educando que lo moldea para esa forma de vida. En cambio, el cooperativismo transforma esa lógica, pues se sostiene en la propiedad y distribución equitativa cooperativa que aniquila la desproporción entre el trabajador y el capitalista.

He allí el meollo de la cuestión al hablar de pedagogía transformadora, ello conlleva modificar la organización social y económica capitalista por otra diferente ya que está bajo la concepción humana, reflejada por la empresa cooperativa y las relaciones socio-económicas que ella trastoca, propugna y esparce, insistir en este aspecto nunca será suficiente.

Lo que a su vez significa la superación sobre las metodologías planteadas por los diversos educadores cooperativistas porque éstos emplean la pedagogía liberal aprendidas en los Institutos de Formación docentes y Facultades a la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles del sistema educativo oficial, lo que implica, cuanto menos, una contradicción.

Tal análisis y conclusión no es un asunto menor, son indagaciones que dicen mucho de cómo construí la pedagogía cooperaria, estableciendo en realidad una ruptura con la práctica de asimilación pedagógica liberal a la pedagogía cooperativa original, de su génesis.

Para concluir , y en base al hecho de que elegí una cita extraída de un párrafo del artículo “La Educación Popular, Paulo Freire y la “muerte de la dialéctica” del catedrático de Sociología de la Educación, Universidad Federal de Paraíba (UFPB)Brasil, Ivonaldo Leite, para presidir este artículo.

Pienso, precisamente, en otro párrafo de ese importante artículo de  Leite cuando afirma que:

“El método de Freire y su amplia obra configuraron un rico universo de reflexiones acerca de la educación, de la pedagogía y la ética liberadoras. Para Paulo Freire, educar significa, por ejemplo, conocer críticamente la realidad, comprometerse con la utopía de transformarla, formar sujetos de dicho cambio y desarrollar el diálogo. Pero, aunque su método constituía una profunda crítica a las prácticas educativas tradicionales, él también empezó a revelar limitaciones y ambigüedades políticas. Los problemas se referían principalmente al desconocimiento del condicionamiento de la educación por la estructura social y económica, así como a los conflictos de clase. Como consecuencia, la idea de transformar la realidad quedaba convertida en un acto abstracto”. https://rebelion.org/la-educacion-popular-paulo-freire-y-la-muerte-de-la-dialectica/

Un agregado compendiado:

Reconozco y valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía,como pedagogía contestata
ria a la injusticia social,está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico que se desenvuelva en la escuela,se evidencie en la comunidad y genere conciencia subjetiva en cuanto a  posibilidad de modificar organizadamente el estado de necesidad de sectores menos favorecidos, e incidir en la transformación productiva de campesinos y sectores comunitarios, como sí la tiene la educación cooperativa por medio de la cooperativa escolar.

Sin embargo, en mi acción pedagógica e investigadora, me distancio de las prácticas educativas cooperativas tradicionales.Enfatizo la esencia transformadora de la cooperación en las aulas. Asumo abiertamente las dificultades burocráticas en las instituciones educativas e identifico a estas trabas como expresión material ideológica de la influencia liberal en ellas.

Rompí con las prácticas cooperativas bajo el influjo liberal devenido  desde la formación docente en las  instituciones educativas al comprender las distorsiones que infringen a la pedagogía cooperativa genuina por parte de los docentes cooperativos/as que reproducen esa desvirtuación pedagógica y que impiden su pleno desarrollo educativo.

¡Saludos cooperativos!

Fuente de la información e imagen:  https://kaosenlared.net

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Enfoques cooperativos; Hoy: La docencia y educación cooperativa Latinoamericana en sus actuales retos.

Por José Yorg, el cooperario.

El reto educativo desde NuestraAmérica es enorme y por ello dignifica a quienes-a pesar de todo-emprenden este camino cooperativo.

“Cuanto más se les imponga pasividad, tanto más ingenuamente tenderán a adaptarse al mundo en lugar de transformar.” Paulo Freire

 

“Interpuestos ante esta difícil situación, es necesario asumir plenamente que llegó la hora social de encarar nuevos paradigmas socio-económicos que considere prioritario como estrategia a la  docencia y educación cooperativa transformadora, base esencial, puesto que la docencia cooperativa, no sólo de Argentina, sino de todo Latinoamérica, somos el componente  humano imprescindible  para revertir la debacle educativa y la falta de trabajo”. José Yorg.

Abordar la problemática social actual desde la Argentina significa hacerse eco de declaraciones efectuadas por el Dr. Juan Grabois, referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quién “En la víspera de una masiva movilización, advirtió que la paz social está en peligro”“La relativa estabilidad no podrá evitar por mucho más tiempo el estallido del pueblo”, dijo el dirigente social cercano al Papa Francisco”, expuso el medio periodístico TN de Argentina.

Ante este complejo panorama que evidencia esa frase inquietante, pero que describe  las condiciones de precariedad social creciente, realicé unas declaraciones a portales periodísticos que fueron publicadas bajo el título de  “Docentes cooperativos: Somos el recurso humano imprescindible para revertir la debacle educativa y la falta de trabajo”.

Expuse que esa delicada situación lleva aparejada  una conciencia muy fuerte de que se están agotando los estilos políticos tradicionales de abordar la solución a esos graves problemas.

Nosotros/as docentes cooperativos/as sabemos que la educación cooperativa tiene las virtudes teóricas-prácticas capaces de educar y formar talentos humanos que enfrenten a la pobreza organizadamente y guiadas por los valores y principios cooperativos. He aquí el reto actual de la docencia y educación cooperativa de toda Latinoamérica.

Pero existe un gran escollo: Pareciera que los decisores políticos se resisten a entender que estamos ante el derrumbe de una época histórica, y que se encuentra sumida por la crisis de los problemas acumulados del pasado no resueltos, por tanto, la nueva época requiere de nuevos modelos educativos vinculados a la capacitación empresarial cooperativa.

Desde el punto de vista de la enorme tarea de educar para la transformación personal, grupal y revertir los entornos negativos que generan las relaciones individualistas, mezquinas. Ello significa que estamos conscientes del reto que implica tal tarea, pero conocemos, por experiencias, lo formidable del resultado que logra la educación cooperativa en seres receptivos/as.

Orientar nuestras tareas educativas desde la organización.

Podemos, entonces, visualizar como magnifico los esfuerzos desplegados por docentes especialistas en la educación cooperativa para  la constitución de la “Red de educadores de Latinoamericana y del Caribe por la educación cooperativa”, abocada a preparar su Asamblea General constitutiva  el día 28 del presente mes y año.

Reconocemos y asumimos esa tarea digna, basada en que son tan necesarias para orientar nuestras tareas educativas desde una organización que sea referencial en todo el continente de NuestraAmérica.

Emprender un diálogo nunca resultó una tarea fácil, se requiere mucho esfuerzo, tolerancia y tacto para avanzar en un proceso de equipo, de alcanzar aquello de “Unidad de concepción, unidad de acción”.

Implica poner en valor el proceso que conlleva un gran esfuerzo particular y colectivo, cooperativo, esfuerzo por abrir un diálogo respetuoso, comprensivo, amplio e incluyente, también creativo porque si bien comulgamos en el ideal cooperativo, surgen diferentes criterios de educadores que viven y llevan adelante diferentes y valiosas experiencias en comunidades diferentes a cada quien, pero que transitan por estructuras rígidas que complican el buen vivir.

El reto educativo desde NuestraAmérica es enorme y por ello dignifica a quienes-a pesar de todo-emprenden este camino cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 

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Enfoques cooperativos, Hoy: Pedagogía cooperaria, conciencia histórica y humanidad.

La educación cooperativa actual adolece de una desvirtuación insalvable: Su contradicción metodológica y esencia, ya que ésta procede de la pedagogía liberal promovida desde los Institutos de Formación Docente oficial.

Por José Yorg, el cooperario.

“La crisis de la escuela es la crisis de la democracia. Los gobiernos de derechas no quieren que la gente piense y la educación tiene un papel central en la lucha contra las narrativas tóxicas”. Henry A. Giroux

“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”. José Martí

“Nuestras prácticas, nuestras experiencias, nos demostraron elocuentemente que la educación cooperativa escolar y universitaria, pese a las múltiples dificultades en su desenvolvimiento, están en una escala pedagógica  superior”. Ana María Ramírez Zarza.

El objetivo del presente trabajo, su necesidad, está en el hecho de que es hora de incentivar a indagar y asentar firmemente que la educación cooperativa actual adolece de una desvirtuación insalvable: Su contradicción metodológica y esencia, ya que ésta procede de la pedagogía liberal promovida desde los Institutos de Formación Docente oficial.

Comprobado en los hechos concretos lo antedicho, nos interesa estudiar esta “contradicción metodológica y esencia” en función de su relación a la influencia ejercida en la forma y manera de encarar el proceso enseñanza-aprendizaje, más allá de introducir el elemento didáctico de la cooperativa escolar, se hace patente la contradicción insalvable toda vez que se trata de dos concepciones diferentes.

La necesidad de estas pocas líneas en este trabajo se fundan en visibilizar esa contradicción insalvable, se trata al fin y al cabo de rescatar de esos estrechos muros, obstáculos y atrofia que sufre la pedagogía cooperativa y de ese modo habilitar la restitución genética cooperaria.

Concepciones.

La concepción liberal posee en sí lo que Pierre Bourdieu habla con la expresión «violencia simbólica» “Bourdieu pretende enfatizar el modo en que los dominados aceptan como legítima su propia condición de dominación (Bourdieu-Wacquant, 1992: 167). El poder simbólico no emplea la violencia física sino la violencia simbólica, es un poder legitimador que suscita el consenso tanto de los dominadores como de los dominados, un «poder que construye mundo» (worldmaking power)» en cuanto supone la capacidad de imponer la «visión legítima del mundo social y de sus divisiones» (Bourdieu, 1987b: 13) y la capacidad de imponer los medios para comprender y adaptarse al mundo social mediante un sentido común que representa de modo disfrazado el poder económico y político, contribuyendo así a la reproducción intergeneracional de acuerdos sociales desigualitarios”. J. Manuel Fernández- “La noción de violencia simbólica en la obra de Pierre Bourdieu: una aproximación crítica”.

La concepción cooperativa es aquella que los socialistas utópicos entrevieron y que Pablo Imen nos dice desde su artículo en la Revista Idelcoop –“Los socialistas utópicos, cosmovisión y mirada pedagógica: memorias del futuro”.

…“En las cooperativas, el sentido político de la educación y su apuesta a la construcción de una sociedad justa, emancipada y radicalmente democrática, es un elemento fundamental que responde al silencio tecnocrático propiciado por el “apagón pedagógico” neoliberal”.

Pero hoy, en pleno Siglo XXI, las condiciones negativas para la vida humana se han enervado en sumo grado, y la pandemia iluminó con mayor potencia las desigualdades sociales, aquellas mismas negatividades que empujaron a los Pioneros de Rochdale  a buscar y encontrar en la empresa cooperativa un refugio económico-social, desde allí se proyecta nuestra conciencia histórica y humana.

Los sistemas oficiales educativos en todo el mundo están desactualizados, salvo excepciones, están a la vista y paciencia de quien quiera verlo y admitirlo. Entonces los intelectuales y pedagogos liberales intentan perseverante y de mil maneras cambiar para que nada cambie ese modelo educativo liberal, sin conectividad.

Prueba de cuanto se anota aquí es una nota reciente en el periódico La nación de Argentina, en un artículo crítico “Educación. Por qué el sistema conspira contra los buenos docentes” de Alejandro Horvat. Según nuestro criterio, un alegato a favor de la meritocracia educativa, individualista, veámoslo:

Los maestros y maestras se desempeñan dentro de un sistema educativo, paradójicamente, desinteresado en el mérito individual y el crecimiento profesional de aquellos que pretenden trabajar en las aulas”.

«Claramente, el único incentivo es el compromiso con su profesión y sus alumnos. Los gobiernos no están interesados en su desempeño. Todo es igual, nada es mejor«, dice Mariano Narodowski”. La pregunta del millón es ¿Por qué los gobiernos no están interesados?

Nosotros le damos la palabra a Henry A. Giroux en su   antología crítica  “Pedagogía y política de la esperanza. Teoría, cultura y enseñanza”: “Parece claro que el modo de razonamiento incorporado a la cultura del positivismo no puede reflexionar sobre el significado y el valor o, para el caso, sobre nada que no pueda verificarse en la tradición empírica. Como en esta perspectiva no hay cabida para la visión humana, la conciencia histórica queda despojada de su función crítica y el progreso se limita a los términos aceptables para el statu quo”.

De lo que se trata es de intentar salvar la humanidad de la deshumanización neoliberal, aunque les cueste comprender a los decisores políticos y económicos.

La pedagogía cooperaria, su método, su proyección, sus contenidos, sus valores y principios hacen uno de los mejores prospectos para arrancar a la humanidad de su estancamiento y proyectar su subida a un escalón más arriba como especie humana por medio de la cooperación.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Enfoques cooperativos, Hoy: Explicitar las consecuencias de la falta de Educación Cooperativa Escolar en los educandos.

“Partiendo de que la educación cooperativa escolar está dotada de atributos pedagógicos y didácticos en su estructura”.

Por José Yorg  y Ana María Ramírez Zarza.

“Nos preguntamos los educadores si todo lo que está ocurriendo en el mundo no es consecuencia de una educación mal encarada, de un concepto equivocado del actual cambio social y de la inoperancia de nuestras instituciones educativas”. Horacio Ratier

 

Escuela de «aula abierta». Una escuela viva, activa, social, alegre, solidaria, comunicativa, donde se aprende y enseña por la recíproca colaboración, de compañerismo, de ayuda mutua; de estudios e investigación por la acción de grupos afines, procedentes de diversos establecimientos escolares, comparten, alumnos y docentes, unidos sin discriminaciones, en la búsqueda de resultados comunes en una sana amistad de énfasis fraterno; vale decir, en una aula de «puertas abiertas». Para este evento cabe la implantación de excursiones escolares conforme un plan respectivo de enseñanza e investigación cooperativa en diversas reuniones del país, con un adecuado sentido cultural a nivel estudiantil. Horacio Ratier

Prosiguiendo con la publicación de los hallazgos investigativos, nosotros, docentes cooperativos, Ana María Ramírez Zarza y José Yorg, en función, precisamente, investigativa pedagógica por disposición del Ministerio de Educación de Formosa (Arg.), damos la segunda comunicación, recordemos que la primera fue sobre  los resultados muy satisfactorios en las evaluaciones comparativas desde la educación cooperativa escolar con respecto a la educación tradicional, ahora abordaron las consecuencias de la falta de Educación Cooperativa Escolar en los educandos.

Ramírez Zarza: Nosotros en nuestro  método investigativo-para el análisis de información- usamos una herramienta fiable denominada correlación comparativa  para lograr conclusiones derivadas de las correlaciones entre dos universos, cual son, respectivamente, el universo de los educandos cooperativos y el universo de los educandos tradicionales, sin menoscabo  ni competencia, sencillamente exhibimos la realidad comprobable, partiendo de que la educación cooperativa escolar está dotada de atributos pedagógicos y didácticos en su estructura.

El informe de cotejo.

Yorg: Se consideran dos aspectos  relevantes  de la trayectoria y gramática escolar, sin entrar a exponer en tablas y gráficos estadístico, la cuantificación de la  gradualidad (%) que superan o están por debajo de la media ponderada. y correlación  de los indicadores de la variable en estudio, Se consignan, sin embargo, las primeras conclusiones obtenidas de los mismos y que cada quien saque su conclusión:

Universo de los educandos tradicionales

Campo disciplinar: alumnos no organizados en la realización  de tareas áulicas, (atenta escucha de las exposiciones del docente y pares)  institucionales, (recreos, formación en el inicio y salida de los educandos), comunitarias (en los actos escolares poco adeptos a sujetarse a pautas de comportamientos formales). La disciplina que asumen es una disciplina impuesta por la institución, al cual los docentes deben recurrir al sistema de premios y castigos para lograr su acatamiento parcial.  Algunas de las posibles causas observables de ello, es su no comprensión del mismo, así como los educandos “no son oídos” en sus reclamos Y por lo tanto no tienen participación alguna en el gobierno escolar. Todo lo es impuesto por coerción: Ej. Firma del libro, ir de castigo a la dirección, cuidado con la directora, etc.

Campo Pedagógico – Didáctico: Las observaciones  arrojan  que el P E-A  y las evaluaciones realizadas apuntan más a medir resultados del nivel cognitivo alcanzado, que otros logros alcanzados no explícitos en la misma. Desconocen y no participan de la formulación de los criterios de acreditación con que serán evaluados. Se observó también una ruptura entre la teoría y la práctica, las dos raíces de la educación (Juan Mantovani). La integración inter área es muy débil. El “aprender con otros” no es una metodología aplicada según sus preceptos.

Universo de los educandos cooperativos

Campo disciplinar: alumnos auto-organizados en la realización de tareas áulicas, institucionales, comunitarias, lo hacen por grupos organizados de trabajo y estudio, acorde a criterios propuestos por los mismos, tratados en  asambleas áulicas y aprobados, conforme a una simple mayoría, registrados en cuadernos y firmados por los educandos (Integración curricular, áreas de Lengua,  Ciencias Sociales y Educación Física). La disciplina que asumen no es impuesta por las autoridades pedagógicas, surge de su propia elección y decisión, por lo cual se les torna mejor la convivencia escolar. No hay un sistema de coerción, si, un sistema de reflexiones sobre las inconductas y definición de posibles soluciones ante ello. Los educandos cooperativos al estar organizados bajo la forma de una cooperativa escolar, su participación en determinados aspectos de la gestión escolar, son escuchados y atendidos. Alumnos y docentes asumen responsabilidades integradas y graduadas.

Campo Pedagógico – Didáctico:  las mediciones  realizadas del P E-A, en función de las evaluaciones realizadas, están centrados en el desarrollo de sus capacidades cognitivas, destrezas, habilidades  como así también, en el apego a los valores y principios de la cooperación escolar. Su rendimiento escolar, al estar integrados las áreas y a no haber entre las mismas separación, permiten integralidad horizontal de las teorías curriculares, con la práctica organizada de las mismas, y  como eje medular que las aduna, la Cooperación Escolar.  El aprender con otros orgánicamente, es una constante del proceso de E-A. Los criterios de acreditación para las pruebas formales están bien delimitadas, son conocidas y comprendidas  por los educandos, pues han participado de su elaboración. Se debe agregar también que el docente valora y centra  su preocupación y ocupación  en el “silencio de las evaluaciones”, es decir, merita integralmente.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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