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Glosas marginales a la enseñanza de la Filosofía en la UPEL-IPB

Por: Luis B. Saavedra M.

I

Como habrán advertido ya los entendidos en “Filosofía de la praxis”, el título de esta nota parafrasea el primer capítulo del opúsculo “Crítica del Programa de Gotha” escrito por Carlos Marx hacia 1891, aproximadamente. En efecto, en una edición española de la que se dispone de tal obra el primer capítulo discurre así: “Glosas marginales al programa del partido obrero alemán”, donde el conocido judío de luengas barbas comenta las tesis del párrafo siguiente:

“1. El trabajo es la fuente de toda riqueza y de toda cultura, y como el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto íntegro del trabajo” (Marx, C, 1971, “Crítica al Programa de Gotha”. Ricardo Aguilera, Editor Padilla, 54, bajo C- Madrid, p. 12).

Sin embargo, Marx invierte literalmente y critica ese primer párrafo de manera inmisericorde así: “El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso…; la segunda parte del párrafo: el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella. Según la primera tesis, el trabajo era la fuente de toda riqueza y de toda cultura, es decir, que sin trabajo no era posible tampoco la existencia de una sociedad. Ahora nos enteramos, por el contario, de que sin sociedad no puede existir el trabajo útil. Del mismo modo, hubiera podido decirse que el trabajo útil e incluso perjudicial a la comunidad sólo puede convertirse en rama industrial dentro de la sociedad, se puede vivir del ocio, etc., en una palabra, copiar aquí a todo Rousseau”, (ídem).

Igualmente acota que: ‘Tercero. Conclusión: Y como el trabajo útil sólo dentro de la sociedad y a través de ella, todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto de su trabajo’. “¡Hermosa conclusión! Si el trabajo útil sólo es posible dentro de la sociedad y a través de ella, el fruto del trabajo pertenecerá a la sociedad, y el trabajador individual sólo percibirá la parte que no sea necesaria para sostener la ‘condición’ del trabajo, que es la sociedad”, (ídem).

II

Tales contenidos, que recordemos, eran parte de los contenidos en los Programas Sinópticos y Didácticos de Filosofía de la Educación de la UPEL-IPB en las décadas de 1970 y 1980, como lo percibimos en nuestra experiencia académica de 1989-1995, cuando cursáramos el pregrado como Profesor en Historia, mención Ciencias Sociales; contenidos que, sin embargo, inmediatamente entraron en descrédito, Glasnost y Perestroika, mediante. Sin contar que ciertas/os profesores/as asumieron la moda de incluir en su bibliografía libros de autoayuda.Verbigracia Lou Marinoff “Más Platón y menos Prozac”, “Pregúntale a Platón”, “Quién se robó mi queso” de Spencer Johnson, “El búho que no podía ulular”, de Robert Fisher y Beth Kelly, entro otros.

III

Qué se haya desvirtuado la orientación de la enseñanza de la Filosofía en la UPEL-IPB, ¿tenía que desembocar en la eliminación de programas como Introducción a la Filosofía y Filosofía de la Educación, Ética y Docencia, así como Epistemología y Educación de la llamada “Malla curricular”? ¿Por qué los especialistas en tal área de conocimiento deben migran sin chistarhacia la didáctica de una fusión de horizontes entre Sociología y Filosofía navegando por sobre los contenidos de dos disciplinas humanísticas, será por culpa de don Edgar Morin?

Nos preguntamos por ventura si alguien entre la gerencia estratégica o altas autoridades y/o de la línea media, pudiera responder semejantes interrogantes.¿O será que ya lo han hecho a través del llamado Documento Base (2012) y siguen lineamientos con fines de hacer más pertinente la enseñanza-aprendizaje de contenidos científico-técnicos y humanísticos que demanda la sociedad actual, además de comunicar mayor relevancia en las dimensiones axiológicas o en la teoría y praxis de los valores, sobre todo porque la carrera docencia se redujo a cuatro años y parece que todas y cada una de las asignaturas sufrieron de esa especie de fusión?

Como hemos dicho en otras ocasiones, las autoridades académicas de la UPEL-IPB han venido trabajando desde hace ya cierto tiempo en la llamada transformación curricular. No habrá vuelta atrás. Queda eliminada la enseñanza de la asignatura Introducción a la Filosofía y otras coordenadas en el eje heurístico y el pensamiento crítico (contenidos que para muchos no es más que un fastidio, atrapados como estamos todos por el pragmatismo más pedestre), luego habrá que, como diría Nietzsche, aprender a filosofar a martillazos e incluir en los nuevos contenidos más Filosofía de praxis, además autores latinoamericanos y Filosofía de la Liberación.

Dice uno cosas que no querría tener que decir y compartía esta inquietud y nostalgia con alumnos ahora que estamos cerrando en la institución un nuevo semestre (2017-I), decíamos que aunque en la historia muchos han sido los que han pretendido eliminar la Filosofía pero ésta siempre se sobrepone y el Búho de minerva siempre levantará su vuelo.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a256253.html

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Renovar al Instituto Pedagógico de Barquisimeto

«… -Vengamos ahora al hombre justo: ¿en qué asunto y ocasión es más capaz de hacer el bien a los amigos y mal a los enemigos? / -A mi entender, luchando contra ellos o con ellos» (Platón en: La República. Ed. Aguilar. Madrid. España. 1968. Libro I, pág. 65).

¿Quiénes serán los amigos o los enemigos del Instituto Pedagógico de Barquisimeto? ¿Dónde estarán? ¿Adentro o afuera? ¿Quiénes son? ¿Personas naturales o jurídicas? ¿El entorno adverso donde esta institución desarrolla sus actividades de docencia, investigación y extensión o la filosofía de gestión son los mayores enemigos y hay que luchar contra ellos: inflación económica, desesperanza aprendida, inmoralidad y corrupción?

II

Así, después de las consabidas vacaciones escolares (y extrañamente sin los famosos «Cursos Intensivos» o «Período Extraordinario de Nivelación y Avance», PAENA 2017, dado que el terrorismo se apoderó de las calles de Venezuela desde abril al 30 de julio, porque «la resistencia» cumplía una faena de locura y muerte), el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, va despertando de la modorra y también su pensamiento crítico, ejercido por estudiantes y profesores.

Por eso hemos observado que estamos muy escuálidos, en el sentido más castizo del término o sentido más puro del lenguaje castellano o español: «flaco, macilento, esquelético». Hablando en términos metafóricos, pues, nadie quiere estudiar docencia en estos momentos como no sea idiomas modernos y en particular inglés. Claro, como todo el mundo y en particular la juventud venezolana dizque se quiere ir al exterior a hacer cualquier vaina. Pero también las otras menciones y/o especialidades científica-técnica o humanísticas se han presentado deserciones; de tal suerte que, como nos decía entre risas un estudiante con marcado sarcasmo y humor negro, en ese campus de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Barquisimeto (UPEL-IPB), prácticamente son más los empleados, obreros y profesores, además de una inmensa jauría de perros que pululan sin ley hasta por escaleras, pasillos y aulas, que personas en su rol de estudiantes; cruel chiste, sin duda.

Como en un cuento de Israel Centeno, «Criaturas de la noche», la UPEL-IPB corre el riesgo de convertirse en un centro de enseñanza cuyo símbolo sea el perro, como si fuera una tardía escuela cínica y donde sólo vayan a estudiar allí sólo por placer, mientras la infraestructura física y la dotación se deteriora cada vez más o es más escasa, hasta llegar al hecho que los profesores de biología y demás ciencias experimentales como física y química piden que los alumnos lleven sus propios recursos de aprendizaje, compren los químicos y toallines, entre otros, para usarlas en el laboratorio. Hasta donde hemos llegado en la antigua universidad asesora del estado venezolano en materia de educación y pedagogía, hoy las asesoras serán otras y éstas se han echado al olvido.

III

Los argumentos en que se sustentan las impresiones anteriores también las discutíamos recientemente con una de nuestras alumnas de Sociología de la Educación en la Sala de Libros Únicos de la Biblioteca Central Andrés Eloy Blanco. Sala que por cierto jamás llevó mejor nombre: Sala de Libros Únicos, porque es la única de funciona por estos días en un horario restringido, de 9am a 11am y de 1pm a 3 y 30pm; porque las demás dependencias de lectura y estudio de la Unidad de Biblioteca de la UPEL-IPB, están cerradas debido a que el sistema de aire acondicionado otra vez está dañado, de tal suerte que no sólo es que allí los empleados sólo cumplen horario, porque ¿qué otras cosas pueden hacer?

Eso no es lo grave, sino que la comunidad estudiantil, razón de ser de esta corporación educativa, no puede usar un servicio educativo tan fundamental, como son los libros. ¿Por qué las autoridades rectorales, decanales y principalmente gubernamentales permiten semejante situación? ¿Dirán que es consecuencia de la indolencia de la dictadura del presidente Nicolás Maduro o que unos cuantos se han robado los pocos recursos del país? Pero los gobernantes dirán que por el bloqueo impuesto por Estado Unidos y su guerra económica no pueden reinstalar los equipos nuevos de aire acondicionado. ¿O será más bien una táctica de la MUD y el gobernador Falcón con fines de crear descontento porque en río revuelto ganancia de pescadores? ¿Esos pescadores son los rectores adscritos a la Asociación Venezolana de Rectores, AVERUV?

Así, mis alumnos ahora del curso: Introducción a la Filosofía, II Semestre, no pudieron consultar el Diccionario de Filosofía de José Ferrater Mora, referencia que es menester revisar a los fines de precisar conceptos de esta disciplina de conocimiento, un déficit que no siempre puede suplir la internet, la biblioteca universal que con su libro de arena pronosticara Jorge Luís Borges.

IV

De toda la cháchara anterior concluimos que cada cual a su modo y según los medios de que dispusiera le iba enviar una carta al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, en la persona de su encargado el Lic. Hugbel Roa, en los términos más perentorios y lenguaje más contundente y sencillo, si es que llegara a él estas inquietudes, que no lo creemos porque esa gente en el poder como no oye y da respuesta. Claro, como nosotros en la UPELI-IPB estamos catalogados todos como escuálidos. Pero bueno, tocar no es entrar decían en mi pueblo.

Sr. Ministro como «Vivir es filosofar, y viceversa» según se lee en el libro de Julián Rodríguez (1989, «¿Cómo hacer filosofía? Una experiencia metodológica». Instituto Salesiano de Filosofía y Educación. Caracas. Venezuela), queremos preguntar, ¿cuál su filosofía de gestión respecto a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Barquisimeto? Acaso piensa eliminar esta experiencia de formación que tanto bien ha hecho a la juventud del país, de lo contrario no se explica uno tanto abandono oficial, vacié.

Sr. ministro, como uno es muy ocioso y «la filosofía no es contemplación pura y lejana de la realidad sino reflexión crítica que se entromete en el movimiento de la vida. El filósofo no escapa de la vida, sino que escudriña la vida misma» (ob cit., p. 15), hemos realizado algunas observaciones y lecturas respecto a la coyuntura actual. Siempre en la perspectiva de hallar respuestas a las preguntas inquietantes como las arriba formuladas y vamos ya concluyendo que para el gobierno bolivariano la UPEL-IPB no constituye prioridad sino las Universidades Politécnicas Territoriales o las universidades llamadas Alma Mater.

Se han visitado tales espacios nuevos de formación académica y leído noticias de prensa y resulta evidente que las políticas públicas en educación y financiamiento económico del Estado venezolano hoy, están direccionadas a favorecer las UPT y Alma Mater en Barquisimeto. ¿son entonces tales universitarias las toñecas del gobierno, así como antes para adecos y copeyanos lo eran las actuales marginadas universidades autónomas y experimentales históricas: UCV; USB; LUZ; UC; ULA; UDO; UPEL; ¿UNET, entre otras, cuyas autoridades siguen siendo adeco-copeyanas? Pero además a cuyos carcamales todos los ministros les tienen miedo, pues, no las conducen a que hagan nuevas elecciones libres de rectores y decanos.

¿Es verdad que el MPPEUCT, permite que mueran de mengua las viejas universidades autónomas y experimentales hasta que un día el mismo edificio nos caiga encima? Aquí en Lara, se siente de continuo que Ud. constantemente u otras autoridades de su despacho viene de visita oficial a la UPTAEB o Alma Mater. Y está bien que así sea. Pero, ¿por qué nunca se pasea por la UPEL-IPB?, ¿Por qué marginaron a su comunidad estudiantil y nunca les entregaron las famosas tabletas o computadoras Canaima?; de tal suerte que estamos abandonados de la asistencia del gobierno, ¿le tendrán miedo las autoridades del MPPEUCT a la jauría de perros de su campus?

Creemos, en síntesis, que la UPEL-IPB requiere ser renovada. Realizar una reingeniería, que llaman ahora, además de valorar en su justa dimensión al talento humano integrado a la institución, bien como estudiantes, docentes, empleados, obreros… Valorar también su infraestructura y hasta su avifauna, que es mucha, incluyendo los perros, iguanas y aves, además de reptiles de un campus que luce abandonado porque el presupuesto asignado no alcanza a veces ni para la pagar la nómina.

Para solucionar semejante problemática, según impresión de estudiantes la UPEL-IPB requiere de un plan de incentivos para aumentar su matrícula. Por ejemplo, hacer más atractiva la carrera docente, uno de cuyos elementos los constituyen los sueldos y la seguridad social inherente, haciéndola más competitiva. Asignar becas equivalentes al salario mínimo a quienes opten por estudiar pedagogía, hacer efectiva la entrega de computadoras o tabletas a todos sus estudiantes, ofrecer mayor calidad académica, dotación de laboratorios, ampliar y mejorar la bandeja del comedor: desayuno, almuerzo y cena, tener una excelente flota de transporte, realizar campañas de motivación y captación en liceos, colegios y medios de comunicación, realizar una rigurosa asesoría para el discernimiento vocacional.

Igualmente, se requiere una mayor y mejor comunicación entre el MPPEUCT y la UPEL-IPB, tanto con sus autoridades como con su comunidad en general y hacer cumplir en la cláusula 2 de la III Contratación Colectiva de los Trabajadores Universitarios 2017, donde dispone que: «Se asume el compromiso de generar conocimientos para desarrollar soluciones vinculadas al territorio. Articulación con organizaciones del poder popular para el trabajo conjunto. Vincular las universidades al nuevo modelo de economía productiva, misiones y motores productivos».

Sr. ministro, venga a la UPEL-IPB, aquí le espantamos los perros, nos tomamos un café en el único cafetín que queda abierto y nos reunimos en la Sala de Libros Únicos de la Unidad de Biblioteca, que es la única donde sirve el aire acondicionado. ¿Qué tal? ¿Nos acepta el trato , como dice Maluma y felices los cuatro?

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a253348.html

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La discusión de la universidad en el proceso constituyente

Por: Luis B. Saavedra M.

Ha dicho la rectora de la UNEXPO, Dra. Tita Añez, que el concepto de autonomía universitaria no puede entrar en discusión en el marco de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y que AVERU actuará en consecuencia defendiendo tal principio, etc., etc. Como fuere, constituye ésta una noción de vieja data y ya reconocida como tal en la Constitución Madre de 1999, artículo 109, donde discurre sin salirse de los causes tradicionales, por ejemplo que es una comunidad de intereses espirituales formada por estudiantes y profesores reunidos con fines de buscar la verdad y defender los grandes intereses del hombre, como en la ley de 1970. ¿Cómo conjugar tradición, modernidad y la postmodernidad o transmodernidad con fines adecuar a los momentos actuales la misión, visión y valores de esta institución fundamental de la sociedad del conocimiento que vivimos ahora?

Pero veremos cómo esta ANC afronta semejante reto, más aún con estos constituyentes que hasta lo que va de sesiones votan en bloque y sin que los sectoriales digan ni pío. Se acogen a aquel antiguo principio de las órdenes religiosas, según ciertos Maestros de Formación de Aspirantes y Novicios, a saber, que quien obedece no se equivoca. Y al respecto estos compas son contumaces, esperemos que algunos como el personaje principal de «El turno del escriba», Rustichelo, en alguna de esas plenarias se rasquen la cabeza y al tropezar con una liendre les genere inquietudes y se pongan a filosofar acerca de qué significa educar al hombre y la mujer en pleno siglo xxi en ciencias, humanidades y tecnología, más allá de repetir cual copistas viejos clichés ideológicos como la falsa conciencia que alimenta la corrupción, lastre que perturba cualquier intento de transformación.

Entendemos que estas y otros aspectos habrá tiempo de ser tratados en los dos años que al menos tienen para legislar la máxima asamblea. Un asunto central es como dice José M. Miyar Barrueco, recordando a José Martí, en «Palabras de Doctor Honoris Causa de la Universidad de la Habana» (15 de abril de 2007) cómo llevar la universidad a la vida productiva, laboral, social y política donde miles y miles de compatriotas con dedicación, esfuerzo y entrega desarrollaban en la vida, con su participación y esfuerzo, la base material, cultural y productiva del país. Dedicar la fuerza creadora del pueblo, la fuerza impulsora de las masas» (p. 10).

Esa situación representa, como hemos dicho ya aquí, todo un reto que los anteriores gestores de la educación superior o universitaria en el marco de la Revolución Bolivariana no han podido o no han querido agarrar por los cachos, potenciar la infraestructura académica y física, así como valorar el talento humano que está presente en tales organizaciones. Tal vez la recién firmada III Convención Colectiva de los Trabajadores que por demás debe poner fin al llamado horario crítico abone en ese sentido, que por demás llamó poderosamente la atención que el presidente Maduro no le dio publicidad, se firmó y sólo por las redes sociales fue que circuló esa información. ¿No quería que se supusiera de tan malo que es? O, al contrario, cabe pensar que es tan bueno que no se quiso hacer escándalo.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a250715.html

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¿Qué es la universidad productiva en proceso constituyente?

Responder la pregunta que sirve de título a esta crónica constituye el propósito del siguiente texto, aunque se está consciente que una aproximación a esta cuestión no se podrá alcanzar en lo inmediato. Ya que se tiene que superar unos escollos portentosos, sobre todo de tipo teórico-metodológico y atinentes a los referentes empíricos concretos.

Menos se puede responder en la perspectiva tradicional de la noción universidad como reducto especialísimo de una élite de científicos y humanistas eruditos en artes y «ciencias raras» como dice la canción Magia Blanca, además conducida por una gestión tecnocrática. Sobre ello existen varios aportes dignos de considerar, por ejemplo del epistemólogo Dr. Luís Damiani Bustillos, actual Magistrado del TSJ y de otros autores, en especial el recordado sociólogo, epistemólogo e investigador social, Dr. Rigoberto Lanz (Upata, estado Bolívar, Venezuela, 1945-Caracas, 2013).

Así se tiene que Lanz invitara a pensar sin paradigmas o modelos trillados el hacer-ser universitario y abrirse a los nuevos movimientos políticos emancipatorios decoloniales, así como al nuevo estado del arte de las ciencias y las humanidades. A quienes hemos aprendido a respetar y admirar por la lectura de en algunos de sus libros sino en jornadas académicas presenciales que, gracias a Dios y la Revolución Bolivariana, pudimos asistir, tanto en el entonces Instituto Tecnológico del Yaracuy en 2005, el primero, como en el Doctorado en Ciencias de la Educación de la universidad Fermín Toro, el segundo; donde diera una lección magistral inaugural mientras hacíamos esa escolaridad de estudios avanzados hacia el año 2006, aproximadamente.

Por otra parte, se está consciente también que puedan existir indicadores (positivos o no pero susceptibles de evaluar) acerca de qué sea eso de la universidad productiva en Venezuela, sobre lo que por cierto ha escrito bastante el actual ministro de educación universitaria Hugbel Roa. Ciertamente, en el marco de la historia reciente y con desarrollos desiguales se han dado ese tipo de despliegues así como mostrado sus falencias. Sobre todo en lo que va de la Revolución Bolivariana y las nuevas iniciativas llevadas a cabo en las universidades adscritas al programa Alma Mater o Universidades Politécnicas Territoriales, aunque sea como prueba piloto. Pero, como fuere, no se pueden desechar.

Por ejemplo, en la ciudad de Barquisimeto hay algunas experiencias interesantes en esa línea por la UPTAEB, según lo que se oyera por parte de algunas de sus autoridades de esa institución en una jornada sobre sectores productivos y universidad en el IUJO, hace ya cierto tiempo, cuando fungía como ministro de educación universitaria el Ing. Manuel Fernández, 2014-2015 y una profesora directiva de la UNEXPO habló con tanta emoción que el programa Banda Verde dirigido al ahorro energético fue elaborado por el tradicional Instituto Politécnico de Barquisimeto.

En ese entonces la actividad del Instituto Universitario Jesús Obrero, IUJO, en Guanarito, estado Portuguesa, fue la relatoría-testimonio que ganó mayor simpatía de todos y también por parte de quien esto escribe, ya que precisaron claramente sus objetivos estratégicos, requerimientos y la sistematización de todo el proceso educativo con fines de potenciar la formación científica-técnica y promoción humana en contextos sociales vulnerables.

Consecuencia lo anterior de un modelo económico y político excluyente, donde la cultura del petróleo impone que lo urbano-industrial dependiente de los modos de vida de grandes centros dinámicos del capitalismo mundial, en especial USA y Europa, es superior a lo rural, que es entendido como sinónimo de atraso; de allí que las universidades tienen sus campus sólo en las ciudades. Apenas van a los espacios rurales a hacer extensión asistencialista o desde hace ya un buen tiempo en Venezuela las universidades cuenten con haciendas abandonadas o centros agropecuarios de aplicación igualmente cuasi-abandonados. Hay testimonios en ese sentido en la UCLA, UPEL, UCV. ¿Cómo abordarán tales cuestiones en la constituyente?

Así mismo, en la comunidad estudiantil, profesoral, obrera y administrativa parece carecer de la actitud suficiente para meterle el pecho sin ambages a emprendimientos productivos. Aparte que falta desarrollar aptitudes o habilidades y valores prácticos: ética, estética y política del trabajo, por eso no es raro que confundan sus roles como trabajador del Estado-Nación con la identificación o no con una gestión de gobierno, que es otra cosa.

¿Si no cómo es que un acto solemne en el aula magna habilitada a los efectos, graduandos frente a familiares se pongan gritar improperios contra la ciudadana rectora, cuando en su discurso de ocasión lo que hizo fue exponer las políticas públicas del Estado venezolano en el campo de la educación universitaria?

Eso según nos lo comentaran profesores y amigos días atrás, deja mucho que desear de las dimensiones axiológicas en que fueron formados tales profesionales egresados de una universidad territorial. Como se dice en mi pueblo Baragua, hay gente que pasa por la universidad pero la universidad no pasa por ellos. ¿Es esa la calidad ciudadana de quienes egresan de una Alma Mater?

Esa anécdota seguramente intrascendente, conviene sea objeto de reflexión. Ser punto de la agenda en un Consejo Directivo, no para sancionar a unos tarajallos egresados ya, sino para hacer auto crítica, bien para los directivos como para los docentes todos. En sistemas educativos privatizados y gobiernos neoliberales como en Argentina, Chile o Colombia, ¿podrían haber estudiado y egresar como lo hicieron gratuitamente? ¿Lo podrían haberlo hecho con la facilidad actual en un eventual gobierno de la MUD cuyo modelo es precisamente Argentina y Chile?

En fin, responder, aunque sea medianamente la pregunta inicial es importante pero requiere de una investigación documental y de campo o también contar con algún testimonio y referencias hemorográficas, a las que se tenga acceso. Desde hace ya cierto tiempo en lo personal se ha tenido al respecto una notable inquietud, pero se adelanta que lo leído y oído ha sido del todo insatisfactorio y no se vislumbra todavía claridad suficiente acerca de cómo deba ser desarrollado eso de la universidad productiva y cómo deba ser tratado este asunto en el proceso constituyente a iniciarse.

En este sentido, más que conclusiones se introducen preguntas o sugerencias porque, en el marco del polémico proceso constituyente actual, el asunto de la universidad habrá de ser abordado en perspectiva de construir escenarios presentes y futuros, proponemos nosotros humildemente desde este espacio de participación, sobre la base del pensamiento complejo y los nuevos desarrollo científicos; pues, según el docente en filosofía para niños Matthew Lipman (USA, 1922-2010):

«… todo pensamiento considerado complejo debe presentar una organización basada en la coherencia, estar formado de conceptos ricos y generar un constante movimiento, una necesidad de investigar y explorar. Asimismo, resaltó en más de una ocasión la importancia de inculcar a los estudiantes este tipo de pensamiento desde la infancia, para estimular su intelecto, sentido crítico y su creatividad».

Fijémonos cómo el mismo presidente Maduro que habla siempre de cuestiones complejas en la acepción seguramente popular de abigarrado, azaroso y arduo, amorfo, sin punta ni orilla, o sin solución aparente. Por ejemplo, en un asunto tan delicado como la enfermedad del comandante Chávez, que por estos días estaría cumpliendo apenas 63 años, solía decir, como no podía ser de otra manera, que su estado de salud era «complejo», entendida como una cosa o situación «… difícil de comprender», insondable y de tristeza tanta.

O también que la situación económica y política del país es compleja, etc., etc. Pero sin embargo, hay que parar mientes en que: «… las diversas dimensiones de lo real están interconectadas, que los hechos u objetos son multidimensionales, interactivos y de componentes interactivos; lo que obliga a que el sujeto tenga que desarrollar estrategias de pensamiento que no sea reductiva ni totalizante, sino reflexiva» (Edgar Morin, 2001, Introducción al pensamiento complejo).

De donde se tiene que «la realidad es un tejido en conjunto», por tanto la estrategia debe ser impulsar desde los centros educativos de cualquier nivel y modalidad un enfoque «transdiciplinario y holístico aún sin abandonar la noción de partes constituyentes del todo»; y se opone a la división disciplinaria, por esto último ( de no abandonar la noción de las partes del todo) probablemente hace poco Maduro ordenó que en bachillerato se siguiera enseñando las «Tres Marías» de forma tradicional: Matemática, Física y Química. Sin duda una decisión compleja, precisamente, que deberá ser repensada porque el pensamiento reduccionista, por ejemplo, ha conducido a que los desarrollos industriales y urbanísticos no tomen en cuenta el impacto ambiental.

Finalmente y en atención a lo anterior, «… la universidad popular y productiva», como ha dicho la rectora de la UPTAEB, es de puertas abiertas a corrientes de pensamiento, a la diversidad, la tolerancia, el respeto y con una formación concebida de manera integral; con una comunidad estudiantil como protagonistas, con el uso de las nuevas tecnologías como las tabletas Canaima, con desarrollo de proyectos en su territorio, conociendo el espacio geográfico donde habitan y caminan, hasta constituir un profesional humanístico» (www.ciudadbqto.com, p. 2).

Sin embargo, aun reconociendo esas experiencias, quisiéramos enterarnos que hay experiencias de producción a gran escala, en ganadería, industria liviana, agrícola y pecuaria. Sólo así se puede entender: ¿Qué es eso entonces de la universidad productiva? ¿Cómo será abordada en el proceso constituyente a iniciar próximamente sus sesiones? ¿Cómo será un diseño curricular que incluye la dimensión de la productividad? ¿Qué implicaciones trae ello para sus agentes directos, es decir: los estudiantes, docentes, personal administrativo y obrero?

Además, ¿cómo impactará en la comunidad del entorno los desarrollos productivos? ¿Serán desarrollos productivos a escala o simples patios productivos y conucos? ¿Qué no es que la universidad productiva supone un importante cambio en eso que en teoría gerencial se conoce como «Cultura Organizacional», esto es, un modo nuevo de hacer las cosas, the know how?

Nota bene:

Finalmente, una aclaratoria: como en la fuente hemerográfica antes citada se afirma que la UPTAEB por estos días es «… la única universidad de la región larense en graduar profesionales, ya que otras universidades han sido afectadas por los paros y las guarimbas» (ob cit). Cabe informar que el Instituto Pedagógico de Barquisimeto el 16 de julio del corriente 2017 graduó 719 docentes en diversas especialidades, tanto en pregrado como en postgrado; un mes antes otras casas de educación universitaria como la UCLA graduó TSU en enfermería, al menos y la UNY también egresó profesionales.

Aunque, claro, sí han sido afectados por los tales paros y guarimbas, ese horror sin nombre a que ha sido sometido todo el país. Sin negar que deban ser incluidos estos nombrados centros de enseñanza universitaria de gestión pública y privada a una discusión y redimensionamiento hacia el emprendimiento y productividad, si no es que ya no lo están haciendo, lo que hace recordar una tesis pedagógica del maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa con su obra: «La colaboración privada en la educación popular americana».

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a250236.html

Imagen tomada de: http://crbz.org/wp-content/uploads/2015/10/yaracuy.jpg

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Horario y salario crítico en la universidad venezolana

Por: Luis B. Saavedra M.

Profesores, estudiantes, empleados y obreros de las universidades venezolanas, es decir, buen número de los miembros de la comunidad académica y sus colaboradores, en estos últimos días o meses asumen, tal vez como un mal menor, lo que se ha dado en llamar «Horario Crítico». Que ni remotamente es igual a una huelga de brazos caídos luchando por la «Escala móvil de salarios», vieja aspiración del movimiento obrero y de los trabajadores en general en el mundo contemporáneo. No, el horario crítico no es sino una especie de «paro móvil».

Así, cada semana los días de paro y clases se alternan, lo cual no deja de ser un «bochinche», merced a la actitud anti-gubernamental a ultranza de los demócratas adeco-copeyanos aglutinados en Fapuv, procurando apoyar desde ese ámbito la llamada «Salida», lo mismo que huestes violentas de PJ y VP por brazo del lumpen urbano industrial ejecutan en calles de cada vez menos urbanizaciones de Venezuela y bendecidos por obispos y curas de la santa Iglesia. Pero es al Gobierno Bolivariano al que acusan de no honrar sus compromisos para con la universidad venezolana y asesinar manifestantes pacíficos, ya que algunos policías y sargentos, de tan brutos ciertamente han cometido esos crímenes; aunque ya están detenidos, ciertamente un comportamiento muy diferente a la Cuarta República, lo que no niega la gravedad de la cuestión.

Se cuenta con un presidente obrero y ciertamente constantemente hace aumentos del salario mínimo pero del campo o campus universitario más bien habla poco y los ministros del ramo menos, conformándose con las ya viejas políticas que al respecto diseñó y ejecutó el comandante Chávez, que no es poca cosa; pero repite uno de sus errores más gruesos, a saber, la poca satisfacción laboral del universitario, principalmente el personal académico; lo que ha dado lugar a la migración de buena parte de profesores investigadores, además de que la ampliación de la oferta en la educación superior en Venezuela, de por sí muy loable, no se ha traducido en mayor calidad en la investigación y en los procesos de enseñanza y aprendizaje, además que lamentablemente y según los testimonios en las nuevas universidades se van repitiendo los viejos vicios en la administración de los recursos asignados al transporte, comedor, sueldos y otros rubros; donde por cierto en esas nuevas universidades no hay centros de investigación, que se sepa.

Por otra parte, es bueno señalar que buena parte de los integrantes de la comunidad universitaria descreen del actual gobierno y argumenta que Maduro lo que hace es comprar más bombas lacrimógenas a fines de contener o reprimir una escalada de protestas que no parece amainar. Al contrario, ambas formas de accionar (protesta-contención) cada vez se tornan más violentas. Aunque el presidente ha dicho que la guarimba ya fracasó, deseo que muchos opositores deseen secretamente también porque ya sus «Libertadores» los tienen fastidiados, por decir lo menos.

Volviendo al tema central de esta nota, todos quienes prestan servicios en las muy queridas y maltrechas universidades autónomas o experimentales tradicionales (11 adscritas a AVERU y donde históricamente ha recaído el mayor peso de los trabajos de investigación, docencia y extensión, algunas de las cuales aparecen en ranking de las mejores universidades del mundo o América Latina, al menos; cuestión que a muchos aunque salidos de su seno, creen no sea cierto y participan de la percepción de que estas corporaciones educativas están siendo abandonadas a la buena de Dios, o implosionadas).

Quienes trabajan en esas universidades de larga data en Venezuela, padecen ese estrés del horario crítico, o el paro indefinido eufemístico como forma de presión que no se siente porque el gobierno lo aprietan por todos los lados, afectando gravemente a todos, pero especialmente a la población estudiantil; que parce poco les preocupa eso, sobre todo a quienes andan metidos en eso de las protestas («¿Quiénes somos? ¡Estudiantes! ¿Qué queremos? ¡Libertad!») y hasta algunos son dizque «rescatistas», que no es sino otra forma de penetración de las ONGs financiadas por el Departamento de Estado norteamericano al suelo patrio, según.

Y peor aún, en la universidad venezolana padece de un salario crítico. O depauperado por este contexto socio económico de hiperinflación de Venezuela. Consecuencia de muchos factores, como la crisis capitalista mundial con una estrepitosa caída de los precios del petróleo (que es idea principal expuesta en un documento del movimiento «El Topo Obrero» (2017), publicado en esta misma página recientemente; en ese sentido también sostuvo idea similar, hace ya más de veinte años, el historiador Reinaldo Rojas (1992), a saber que «Una discusión sobre las perspectivas de la evolución futura de Venezuela hacia el siglo XXI, se hace en los actuales momentos de crisis global, construcción indispensable para la acción política revolucionaria del presente. Se trata de interrogar a la historia preguntándonos: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?» (. 13).

De donde se tiene que de esta narrativa no se debe olvidar que esta crisis, aun reconociendo los aspectos citados anteriormente, es consecuencia de la contumaz agresión económica que país alguno ha padecido en la historia moderna. Además de la tragedia de no contar con una «burguesía nacionalista» que arriesgue e invierta en el país de manera más decidida, como parece que sí tienen otras naciones; sin negar que «la inversión extranjera» no se realiza tampoco en Venezuela dado «el riesgo país» que elaboran ciertas organizaciones de estilo, por ejemplo.

Pero, en fin, continuando con esta crónica de la universidad venezolana actual conviene decir que en cambio que se observa otra cuestión digna de mencionar, pues tal horario crítico es inobservado en las instituciones de educación superior experimentales de nuevo tipo, surgidas al rescoldo de la «Revolución Bolivariana» (42 0 43 en total, según); donde no es que todo sea allí «tejar y cantar» o «Aquí no ha pasado nada» (Ángela Sago, dixti); sino que en esos nuevos dispositivos universitarios tienen otra actitud. Aunque el salario sea igual al de las anteriores universidades autónomas y experimentales tradicionales, que según el Dr. Cécil Pérez, vecino de los espacios de opinión en esta web, explosionaron por mor de la politiquería.

Cabe preguntar sin embargo: ¿A qué obedecen semejantes diferencias? ¿Cuestión de ideología? ¿La satisfacción por el trabajo allí es mayor que en las anteriores e históricas entidades de trabajo académico? ¿Confianza en la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela, FTUV? ¿Coacción?

Como fuere, los nuevos ministros del presidente Maduro en educación universitaria y del proceso social del trabajo, en los últimos días no se le ha oído decir «Esta boca es mía» sobre el IIICC, imaginamos que andan con lo de la constituyente popular, ¿pero cuándo firmarán la nueva contratación colectiva de los trabajadores universitarios? ¿O será mejor que le den largas para que después paguen un buen retroactivo? ¿Es eso serio? ¿Son serios esos señores?

Por cierto, y a propósito de la constituyente popular, ¿cómo están pensando la universidad semejantes figuras? ¿Qué ha pasado con la universidad productiva de que había hablado el ministro del mppeutc, Lic. Hugber Roa? ¿Se han desarrollado grandes unidades de producción en nuestras casas de estudio o apenas unos tristes patios productivos o ni siquiera eso? Asimismo: ¿Confunden el rol de las universidades con simples organizaciones políticas sobre las que aspiran ejercer control férreo?

En estos tiempos de crisis el rol de las universidades como fuentes de experiencias valiosas para las personas que conviven en el campus y en sus ámbitos de la docencia, investigación y extensión, así como para quienes apoyan en las labores administrativas y obreras, se torna cada vez más necesaria eso que Emilio Arévalo (1998) da en llamar: «… vivencia de valores»; que remiten a una base moral de la convivencia social. Por eso se tiene de resultas que, más allá de las diferencias supuestas de uno tipo y otro de los modelos universitarios, que aquí hemos llamado por comodidad autónomas, experimentales históricas y de nuevo tipo, la responsabilidad del Estado-Nación es ineludible, según disposición constitucional; luego, no es que las universidades han «implosionado», ¿no será más bien que el Estado y su gobierno legítimo no ha podido cumplir cabalmente sus funciones de Estado Docente? O, en otras palabras, ¿cómo ha sido la asignación de recursos financieros para el cabal funcionamiento de la universidad venezolana? ¿Cómo ha sido la supervisión o la aplicación de la contraloría social?

Ah, pero perdón, volviendo al asunto central de esta nota, tornamos a preguntar: ¿Qué ha pasado con la III convención colectiva de los trabajadores universitarios, Sr. Presidente? ¿Su firma se hará antes o después de la Constituyente? ¿Qué irá a pasar con las normas de homologación? ¿Cuestión periclitada? ¿El nuevo salario, cuando se alcance a firmar el susodicho contrato, será «dolarizado»? Que según es lo que piden desde nuestra flamante FAPUV, tan mal vista por algunos pero es la asociación que tiene, por la vía de su talento humano y capital intelectual, una mejor visión de la cuestión salarial; aunque sus válidas exigencias por una democracia efectiva para Venezuela desde la perspectiva liberal, sería cuestión de discutir, ya que parece optar por una restauración de la IV República y el Pacto de Punto Fijo; perspectiva que uno creía haberse superado en la actual V República, pero luego han surgido serias dudas porque muchos supuestos revolucionarios se han dejado tentar por la corrupción y también propulsores de acuerdos entre corruptos y no se han creado los consensos necesarios con fines de superar los urgentes problemas que nos agobian.

Pero eso es otro asunto, lo cierto que gremios universitarios o sus sindicatos y gobierno bolivariano requieren crear consensos en torno a esta institución y su talento humano, más allá de las visiones partidista; porque no se sabe si es que a veces creen que la universidad venezolana sea un anexo de la MUD y otros compañeros creen que lo sean del PSUV, de tal suerte que ambos extremos políticos en ese aspecto «se parecen igualito». Como fuere, lo que interesa resaltar aquí es que quien tiene la última palabra en este aspecto salarial es el presidente Maduro y él decidirá hasta arroparnos hasta donde alcance la cobija, aunque por eso ya muchos no quieren bien, pero eso tampoco sucederá si el movimiento de los trabajadores no activa más allá de los paros y genere una política universitaria común, ¿utopía o realidad?

Nota bene:

El asunto central viene a ser cómo el gobierno venezolano logra estabilizar las cifras macroeconómicas, así llamadas, principalmente lo atinente al cambio de la divisa y la estanflación, lo que hace que cualquier aumento de salario se vuelva «sal y agua», la balanza de pagos y la reforma fiscal. ¿Qué medidas tomar entonces? Deben estar inscritas en la línea del socialismo democrático, aunque el Banco Mundial en abril de 2017 ha informado que dispone ya de un conjunto de recomendaciones, de talante liberal, por su puesto y se supone es lo que aspiran desde la MUD y Fapuv, pero Guillermo Ortega (2017) en el suelto periodístico titulado «Temas para debatir» realiza una aproximación interesante a este último asunto, sin ser un especialista ya que «… la crisis que padecemos tiene antecedente más profundos que controversia política» (p. 23).

Referencias.

Arévalo, E. (1998). «4. UN COROLARIO-ÉTICA Y PERTTINENCIA UNIVERSITARIA», en: Ética y Pertinencia Universitaria. 20 ensayos y un corolario. Upel. Caracas.

Banco Mundial (2017, abril, 27). «Venezuela Panorama general-Banco Mundial. Documento Disponible en www.bancomundial.org/../overview.

El Topo Obrero (2017). «ANC mediatización y elecciones regionales sin seguro: escenario de la pugna de dos alas de la burguesía». Documento disponible en www.aporrea.org, sábado, 10/ 06/2017 06:18 PM

Rojas, R. (1992). «Venezuela hacia el 2000», en: La crisis: 1973, 1983, 1991. Seis ensayos de interpretación histórica. UCLA-FUNDACION BURIA. Barquisimeto Pp. 13-17.

Pérez, C., 2017: «La implosión de las universidades y la expansión de otras», en www.aporrea.org, 22/06/2017.

Ortega, G. (2017, junio, 25). «Temas a debatir». Últimas Noticias. Caracas. P. 23.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a248222.html

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Constituyente y universidad

Por: Luis Saavedra

La universidad, en tanto que institución representativa del Estado-Nación, probablemente se comportará como un actor social significativo en el nuevo proceso constituyente en los días y meses por venir. A favor y en contra. Ah, junto a que se ha entrado a la discusión de la III Convención Colectiva de los Trabajadores Universitarios de Venezuela (IIICCU, 2017), cuestión que sido opacado por las acciones «heroicas de los gladiadores de la libertad» que escudos en mano, cual cruzados medievales se baten en desigual combate, dizque motejan algunos enfebrecidos a esas huestes mercenarias.

En breve, se han montado unas tales mesas de negociación: gremios tradicionales y sindicatos emergentes con el Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo y Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, donde primero dominaron los compañeros de la FTUV y dizque últimamente aceptaron con todos sus derechos a la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Fapuv, cuya experticia acumulada en años y su capital intelectual es más que respetable. Pero cada cual acudirá con su respectivo proyecto. Juntos pero no revueltos.

Así, pronto los profesores universitarios se unirán a las protestas callejeras. Claro, con togas y birretes pedirán al menos seis salarios mínimos como base de la discusión; además blandirán los tres, cuatro o cinco títulos con los que cuenten para alcanzar el respectivo escalafón. Sobre todo si son opositores, que son casi todos. Porque los chavistas no habrán de sudar los aumentos, se conformarán con lo que Maduro tenga a bien ofrecer, consientes que hay que pagar la deuda externa y un barril de petróleo a 40 dólares promedio, además dizque como Telémaco Figueroa, de la Ftuv no vive de su estipendio universitario, no sabe lo que es ganar dos salarios mínimos . Ese nuevo conflicto se avecina: constituyente universitaria y IIICCU 2017, son parte de la agenda que la coyuntura actual impone.

Aunque su incidencia, en uno y otro aspecto, vaya a ser menor, suponemos. Ello porque, siendo sinceros, aquí en Venezuela a muy pocos dentro del chavismo y la oposición les importa la universidad. De lo contrario estuvieran como está. Precaria y su talento humano desmejorado en su calidad de vida, siendo tan valioso como responsable de los procesos pedagógicos de calidad, que es innegable se desarrollan en las universidades autónomas, experimentales tradicionales, alguna experimental de nuevo tipo y de tipo privada.

Si no fuera así sus egresados no fueran recibidos tan bien en los países a donde está lamentablemente emigrando sus nuevas juventudes, de donde se tiene que la universidad en Venezuela actual debe ser repensada, rescatar sus antiguas glorias y responder a los nuevos desafíos.

En fin, como lo que está en juego en esta convocatoria a la constituyente viene a ser la transformación del Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico (artículo 347, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999), la universidad se verá involucrada en tal aspecto. ¿Será reelaborado el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Qué se expurgará? ¿Tendrá algún renglón, frase, palabra o coma qué expurgar? ¿Qué discutir y/o agregar a las nociones de autonomía universitaria? ¿Una nueva jerarquía en la escala de principios sobre la autonomía de cátedra, normas de gobierno, funcionamiento y administración de los recursos? ¿Se agregará algún otro encargo social además de las tradicionales de docencia, investigación y extensión, como la de producción a estas corporaciones educativas?

Por otra parte, es innegable que las corporaciones educativas universitarias han contribuido de manera notoria a la modernización de Venezuela y son expresión de las élites culturales, ¿cuál entonces será su nuevo papel ahora en la llamada transmodernidad si recordamos la categoría que usa en La sonrisa de Saturno Rosa María Rodríguez Magda a lo que otros denominan postmodernidad, su pensamiento débil, razón dialogante y trans y multidisciplinariedad?

Por cierto, y cosa curiosa, ya está en puertas la transformación de la Constitución de 1999, cuyo texto oficial es de la Gaceta Oficial N° 5453 Extraordinaria del 24-3-2000, donde según el testimonio de un miembro de aquella Asamblea Nacional Constituyente, fue una ardua tarea la inserción del ya citado artículo 109 sobre la autonomía universitaria. Sin embargo, desde entonces y con excepción del fallido esfuerzo del año 2010, en Venezuela no ha sido posible contar con una nueva Ley de Universidades y su Reglamento; sigue vigente la Ley de Universidades emanada de la gaceta Oficial N° 1.429 Extraordinario del 8 de septiembre de 1970, N° 28.262 del 27 de febrero de 1967.

Ese rezago probablemente hable claramente y a su modo de lo poco que se ha impulsado la constituyente universitaria y de cómo la revolución bolivariana no ha logrado acumular fuerzas democráticas en los recintos universitarios, como si en algunas negociaciones hayan optado por dejarles ese reducto a los sectores de la oposición política. La susodicha transformación universitaria poco ha cuajado tanto en las autónomas como en las experimentales tradicionales y quién sabe si tampoco o no como se debía en las universidades experimentales de nuevo tipo, alma mater, territoriales y misión sucre, donde no hay autonomía para darse sus formas de gobierno. Ese es el debate y la discusión que se abre.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a246104.html

Imagen de archivo

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Reforma curricular en Venezuela y construcción de nuevo epísteme

Por: Luis B. Saavedra M. |

Estos últimos días y semanas hemos estado muy acontecidos, tristemente. Uno de los epicentros ha sido la OEA que, como organismo internacional, nunca hemos tenido claros cuáles son sus funciones. Ello a pesar de haberlo «estudiado» o más bien «memorizado al dedillo» porque así era cómo se hacía antes. Por ejemplo en el ya lejano Sexto Grado de Educación Primaria en los primeros años de la década de los ochenta en la querida Escuela Nocturna Ciudad de Maturín de Barquisimeto en bachillerato, siempre de noche en el «Parasistema» el currículo incluía, matemática moderna, base del conocimiento científico actual bajo el modelo empírico analítico, responsable del desarrollo de toda la tecnología de que se dispone hoy.

Aunque, claro, la anécdota anterior en realidad es intrascendente a los efectos de la gestión del conocimiento en el despliegue curricular históricamente, debemos aclarar que así también se enseñaba y aprendía en nuestra primera experiencia de escolaridad en una muy pequeña e intimidante escuela perteneciente al NER 514, en el caserío El Hato de Baragua, Urdaneta, estado Lara; donde se hizo las primeras letras a principios de 1970, cuando nos correspondía en realidad haberla iniciado y concluido normalmente por la edad. Pero no, resulta que abandonamos esa escuela. Tal vez porque no nos parecía significativa y necesaria para la vida cotidiana de entonces. Aunque luego cuando éramos interrogados padeciéramos una vergüenza infinita (luego entonces este viene a ser un dato significativo a los fines de la reflexión que aquí intentamos).

Agreguemos sin embargo estos otros datos, pues como nacimos en octubre de 1961, ya en 1974-75 éramos unos adolescentes. Y así como «Loro viejo no aprende a hablar» era imposible regresar al 1ro o 2do grados, pensábamos, pues. Éramos además «tímidos y tartamudos» y lo que hoy se denomina bullyng también se hacía presente, o así lo creíamos particularmente; las maestras o maestros, además, solían organizar «Actos culturales» y cada cual, como recordara recientemente en su programa Diosdado Cabello, tenía que ejecutar un «Número».

Dios tenga en su gloria a aquellas primeras maestras nuestras: Nubia y Petra Torres, que recordemos y siga dando mucha vida al maestro Alejandro Morales, abnegados docentes que, para qué negar, trataban muy bien a todos. Lo único malo eran esos numeritos y tener que recitar pensamientos de Simón Bolívar u otros. Hablar en público para quien escribe era horrible. Era mejor coger el monte, ir a sembrar o jopiar chivos, infinitamente. Así era, pues, parte de cómo se desarrollaba el currículo escolar antes y las características de aquella práctica pedagógica.

Al menos con esos primeros rudimentos de escolaridad aprendimos a leer (sólo leer, no escribir. Curiosamente). Y también sumar, restar o multiplicar con bajas cifras. A tal cosa se le solía llamar «Apresto», que era lo propio de 1ro a 3er Grado.

Por otra parte, y fuera del ámbito escolar, hacia 1975 hicimos una experiencia como peón de hacienda con otros lugareños trabajadores manuales que desyerbaban pastos, echaban alambres y talaban para hacendados de la serranía de Churuguara, en unas montañas donde había que tener cuidado porque por ahí circulaba aún algunas patrullas de la guerrilla y escuadrones de la Guardia Nacional o el Ejército; sin embargo, por 1978 ya estábamos de vuelta a casa en nuestro caserío, donde la familia tenía un aprisco de cabras. A mundo, en la Casa del Barrancón, de tejas y a dos aguas, inicialmente de nuestros abuelos y construida en la década de 1930, aproximadamente.

Pero cierta vez arriando un rebaño nos fracturamos el meñique del pié derecho y terminamos enyesados en el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, entonces habían surgido graves diferencias entre nuestros padres (rompimiento) y hubo una diáspora del campo a la ciudad; así fue que estando viviendo en casa del tío Valentín Mata, que por sugerencia de un muchacho estudiante de Ingeniería Mecánica de la UCLA, quien notó que leímos con asiduidad las páginas deportivas de los diarios locales, nos recomendó encarecidamente que no tuviéramos vergüenza en inscribirnos en la escuela nocturna. También lo bendiga Dios donde sea que esté hoy.

Volviendo al presente y como Dios es grande, según recuerda siempre el musulmán pero el cristiano católico también, de la mano de algunos maestros como el Profesor Francisco Zambrano, cuya memoria tenemos ahora presente porque desgraciadamente ha fallecido días atrás; y fue una figura descollante en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto. Amigo y colega, que no por amigo menos crítico, con sus cursos libres, asesorías y diálogo frecuente, nos iniciara en el ejercicio de la filosofía, la búsqueda de buena literatura y la reflexión escrita; entonces mediante su conocimiento tácito (trato, observación y compartir técnicas y métodos del filosofar) desde 1998, nos convertimos en docente universitario; luego, con su conocimiento explícito, contenido en documentos aprendimos algo acerca de la didáctica de la filosofía, sin que con ello digamos que fuéramos sus discípulos dilectos pero sí alguien a quien se ha de agradecer el desarrollo de una especie de círculo de estudio o liceo oculto y currículo ídem.

Por cierto, fue así como logró introducir cambios en la malla curricular formal del instituto Pedagógico de Barquisimeto, a saber, los cursos optativos: Ética y Docencia (1994), Introducción a la Filosofía (1997), Epistemología y Educación (2002), además de Filosofía del Lenguaje en Postgrado (2010), cuyos programas didácticos constituyen parte de la sistematización explícita de su amplio conocimiento en el área de la filosofía, fundamentado en la técnica del seminario, que incluía la lectura comentada y la participación oral del participante a condición de haber leído previamente los documentos indicados. He allí una forma de práctica pedagógica que desarrollara este distinguido profesor, tanto en pregrado, postgrado y el novísimo diplomado que desarrollara recientemente.

¡Qué de cosas tiene la vida! Una vez que regresamos a la educación escolar no la hemos vuelto a abandonar. Será por eso que ahora nos duele tanto, hasta físicamente, cuando un alumno o alumna después de inscrito abandona nuestro salón y si nos lo llega a comentar de tal intención hacemos lo posible para persuadirlo de que no lo haga. Pero no siempre se tiene éxito en esto, ya sabemos que la cosa está muy dura y los jóvenes optan por ir a realizar labores remuneradas.

Pero he aquí que en unas modestas jornadas académicas que realizáramos recientemente en la UPEL-IPB con la colaboración de dos distinguidos colegas nos preguntamos ahora: ¿Qué esa joven mujer o joven varón, no culmine sus estudios universitarios pero logre desarrollar un oficio bien remunerado y socialmente valorado, será menos feliz o se sentirá menos realizado como persona que si fuera un egresado en carreras prestigiosas, llamadas liberales?

Inquietud que nos dejara nuestro colega y amigo, el Prof. Magister Adolfo Molina en su extraordinaria intervención de este viernes 31 de marzo del corriente, quien además acotara que convendría plantear la cuestión no menos interesante de si la construcción de un nuevos currículo implica necesariamente la construcción de un nuevo episteme en Venezuela, donde la ciencia sea un asunto cotidiano, propiciar que el estudiante de cualquier nivel y modalidad a través de una nueva didáctica elabore contenidos, técnicas o productos con fines de resolver problemas de la vida actual. Además de dar sentido a su existencia. ¡Casi nada, monada! Diría Papaito Candal…

Por su parte, el Prof. Dr., Jorge Pérez, Jefe del Área de Teoría Educativa de la UPEL IPB, el otro viernes 25 de marzo, 2017, tuvo a bien acompañarnos y ofrecernos también un manojo de interesantes reflexiones e interrogantes, algunas de las cuales son del siguiente tenor: ¿cómo operacionalizar cotidianamente la transformación curricular por competencia que ahora este año aplicará la UPEL-IPB? ¿Cómo se vinculará ello con el ente empleador que es el MPPE? Si se dice que se unificarán las áreas del saber, ¿qué pasará con asignaturas como Filosofía y Sociología de la educación? ¿Desaparecen de la malla curricular o se integran en una parecida a Antropología Filosófica? ¿El Departamento de Formación General y Pedagógica desaparecerá también o se integrará más bien como un área de didáctica de las diversas especialidades? ¿Hay la necesaria articulación actualmente entre la UPEL y el MPPE? De no ser así, ¿qué se necesita para ello? ¿Ya la UPEL no es asesora del Estado y el Gobierno en materia de educación?

Finalmente y contrario a lo que se piensa, nuestros salones universitarios de clases modestamente siguen siendo un hervidero de preguntas e hipótesis de trabajo cultural, social y científico, donde el pensamiento y actitudes no suelen ser nada complacientes. Tal vez si el actual gobierno y sus líderes formales buscaran más su apoyo en aquellas cuestiones apremiantes pudiera encontrar buenas soluciones a cosas concretas, no cuestiones bizantinas como que Maduro abandonó el cargo, pero sigue ahí, mandando; que si la Asamblea Nacional está en desacato pero sigue deliberando y pidiendo que se aplique la Carta Democrática, a la que se uniera la Fiscalia diciendo que hay que recuperar el hilo de la Constitución (lo que indica que la señora esta brincó la talanquera y se unió a la MUD, ¿si no cómo se explica que la anden celebrando tanto? ¿Qué hiciste viejo estúpido que ahora la canalla golpista te aplaude y celebra? ¿Por qué Ortega Díaz como aquella mujer bíblica le puso la cabeza de Venezuela en bandeja de plata a la OEA?).

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a243642.html

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