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Italia: Criminalizar la protesta. Dossier

La Ley de Seguridad italiana “roza el ridículo”, según los expertos.

Eleonora Martini

Hicieron trizas el proyecto de Ley de Seguridad. El martes por la tarde, la primera de las audiencias maratonianas sobre el proyecto de ley contó con no menos de doce expertos, entre juristas constitucionales, magistrados, abogados y expertos en justicia penal, que testificaron ante los senadores de las comisiones conjuntas de Justicia y Asuntos Constitucionales. El mensaje abrumador fue un rechazo generalizado del proyecto de ley nº 1236. En palabras del ex fiscal de Turín Armando Spataro, uno de los que testificaron, el proyecto de ley no contiene “nada nuevo y sí muchas cosas sin sentido”.

En los veinte minutos de los que dispuso cada uno de ellos, los expertos no tuvieron tiempo de exponer un análisis exhaustivo del texto de “fregadero de cocina”, como lo calificó el profesor de Derecho Constitucional Alfonso Celotto. Cada uno de ellos se comprometió a enviar un informe escrito más detallado más adelante, para ajustarse a las prisas del calendario –que no incluirá por encima de unas treinta comparecencias en total– forzado por los partidos gobernantes, que intentan sacar adelante cuanto antes su última medida propagandística. Como dijo el profesor Celotto (que enseña en la Universidad Roma Tre), este proyecto de ley es producto de una concepción “panpenal” y presenta “muchas piezas pequeñas sin mostrar ninguna visión de conjunto”.

Esta apreciación contrasta fuertemente con las fanfarronadas del ministro de Justicia, Carlo Nordio, en el noticiario Sky TG24 el martes, donde afirmó que “el proyecto de ley de Seguridad pretendía colmar lagunas reglamentarias y de protección sobre cuestiones que habían suscitado alarma en la sociedad”. Casi al unísono, los expertos escuchados e interrogados por los senadores de las comisiones subrayaron que el proyecto de ley es completamente inútil para aumentar la seguridad en la sociedad.

Así, por ejemplo, Mauro Palma, ex Garante Nacional de Presos, señaló que “existe el riesgo de que la criminalización se esté utilizando como una muestra simbólica de refuerzo de la seguridad, algo que muy a menudo no resiste un examen minucioso, ni siquiera en términos de eficacia”. Añadió que “estamos asistiendo a una multiplicación de delitos y circunstancias agravantes, que son en parte resultado de lo destacado de uno u otro acontecimiento particular en los medios de comunicación, y de una reacción popular que tal vez se haya visto amplificada por los mismos medios”.

Por poner sólo un ejemplo, según el antiguo fiscal –que está a favor de la disposición de exhibir el número de placa en los uniformes de las fuerzas del orden– “la disposición por la que pretenden modificar las ‘obligaciones de identificación de los usuarios de servicios de telefonía móvil y sanciones conexas’, es decir, prohibir la venta de tarjetas SIM a extranjeros sin permiso de residencia, roza el ridículo. Otro golpe a su humanidad. Y ya ni siquiera hay cabinas telefónicas. Me choca”, añadió el magistrado con bastante ironía, “que, en virtud del mismo principio, no se prevean sanciones penales para quien preste su tarjeta SIM a un inmigrante sin permiso de residencia”. Y concluyó: “Tenemos que alejarnos de cualquier tipo de populismo”.

Sus advertencias fueron definitivamente desaprovechadas por quienes han adoptado claramente como programa el dicho “cuanto menor es el Estado del Bienestar, mayor es el Estado penal” (algo que recordó el profesor de Derecho Constitucional Marco Ruotolo). El día en que se registró en la cárcel de Vigevano el suicidio nº 74 de un recluso desde principios de año, Ruotolo citó una larga lista de sentencias de jurisprudencia constitucional “que justificarían un debate parlamentario en profundidad” sobre el proyecto de ley, y se pregunta si alguien hizo alguna vez un estudio sobre el impacto que las medidas del proyecto tendrían en las cárceles. No contestó nadie, pero todos conocemos la respuesta a esa pregunta.

“La única medida capaz de aumentar la seguridad” en el proyecto de ley “es la provisión de cámaras corporales”, afirmó el profesor de Derecho Penal Gian Luigi Gatta en una evaluación de corte. Según él, todo lo demás “se centra en fenómenos en los que se criminaliza como autores a personas que viven en contextos socialmente marginados», y «al mismo tiempo prevé una serie de disposiciones favorables a la policía”. Como el delito de ocupación de inmuebles, que prevé “una pena de 2 a 7 años de prisión, que es la misma que para los homicidios laborales. Claramente desproporcionado”. El proyecto de ley es un cajón de sastre de “nuevos delitos que corren el riesgo de ralentizar el sistema de justicia penal justo cuando necesitamos alcanzar los objetivos del PNR [Plan Nacional de Recuperación] para 2026”.

Los catorce delitos nuevos y las nueve circunstancias agravantes nuevas, que penalizan la desobediencia y la okupación, la resistencia pasiva y las manifestaciones contra la construcción de obras públicas, “probablemente sean rechazadas por el Tribunal Supremo”, advirtió el profesor Gatta. Alessandra Algostin, profesora de Derecho Constitucional en Turín, explicó por qué es así. En pocas palabras, porque sigue “la lógica identitaria de la dicotomía amigo/enemigo”, en la que el enemigo es “el malestar social, el disenso y los inmigrantes”, “las disposiciones del proyecto de ley no tienen el carácter de generalidad y abstracción que debe tener una ley”, explicó.

Además, hay artículos, como el relativo a las ocupaciones de inmuebles, “redactados de tal forma que, sinceramente, no los entiendo”, afirma Giovanni Salvi, magistrado y ex fiscal general del Tribunal Supremo, señalando los “elementos de imprecisión” que “pronto darán lugar a una disputa judicial que desprestigiará aún más al poder judicial. Porque esta ley será de imposible aplicación”, concluyó.

Fuente: il manifesto global, 10 de octubre de 2024

Prohibir una manifestación siempre es una mala idea 

Andrea Fabozzi

Antes de tomar la decisión de prohibir una manifestación, el ministro Piantedosi -el que envió las instrucciones a la jefatura de policía de Roma, que tomó la decisión formal-, en exceso impulsivo, debería pararse a contar hasta 100. Y tomar luego la decisión de no prohibirla.

Por un lado, si quiere recopilar un catálogo de protestas y actos con los que no esté de acuerdo, se dará cuenta de que ya se ha saltado demasiados. La reunión nazi-rock del martes por la noche en la región del Véneto, donde se glorificó a Hitler y a las SS, podría haber inducido algunas vagas sospechas de antisemitismo en la mente del concienzudo ministro. Y este año hubo de nuevo una marcha que cruzó Roma enarbolando saludos a la romana, hasta Acca Larentia: Piantedosi podría haber enviado a la policía y haber detenido a todo el mundo, sólo que podría haberse llevado la sorpresa de encontrarse allí a algunos de sus aliados en el gobierno.

No intervenir fue la decisión correcta. Prohibir una manifestación es siempre una mala idea (cuando no se trata ni siquiera de autorizarla), por respeto a los derechos fundamentales y al sentido común, aunque las consignas sean erróneas, como es erróneo (por decirlo suavemente) ensalzar el 7 de octubre como un acontecimiento «revolucionario» y una operación de resistencia palestina (es una barbaridad y una idiotez, por decirlo francamente). Una de las razones es que no son lo mismo las manifestaciones en sí que las declaraciones de (algunos de) quienes quieren convocarlas. Y las manifestaciones en solidaridad con Palestina que hemos presenciado y en las que hemos participado este año han sido protestas por la paz. No ha habido problemas de orden público.

La masacre de Gaza, la guerra que Israel está extendiendo impunemente, el encubrimiento por parte de Occidente de los crímenes de guerra… todo ello encenderá la ira y palabras fogosas. Nadie puede sorprenderse por ello, y menos aún quienes tienen su parte de responsabilidad en esta indiferencia criminal. A menos que la prohibición de la manifestación sea el primer paso de un plan para reprimirla con toda la fuerza de las autoridades. Pero si nos están tendiendo una trampa, sólo podemos responder con una participación plenamente pacífica. No más consignas idiotas ni declaraciones históricamente escandalosas que hacen el juego a la represión.

Fuente: il manifesto global

  • Eleonora Martini  es periodista del diario italiano “il manifesto”, donde se ocupa de asuntos jurídicos y penitenciarios.
  • Andrea Fabozzi estudió Economía y Comercio, y se ha desempeñado como periodista en diarios como “Liberazione” y semanarios como “Rinascita” y “Avvenimenti”. Desde 2023 es director del diario “il manifesto”, en el que ha dirigido la sección política, ha sido jefe de redacción y cronista parlamentario. Es también profesor de periodismo en la Universidad Suor Orsola Benincasa (Unisob) de Nápoles.

Imagen:  https://www.sinpermiso.info/

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¿Por qué las redes sociodigitales han provocado una fuerte crisis estructural en el ámbito noticioso?

En la década de los 90 del pasado siglo aparecieron las redes sociodigitales. En ese momento era imposible calcular el impacto y la magnitud de estas plataformas con una incipiente internet. Sin embargo, más de 20 años después tampoco somos capaces de definir su alcance.

Estos espacios virtuales no solo han transformado profundamente la manera en las que las personas nos comunicamos entre nosotras, han provocado cambios en los mercados laborales, en la manera de hacer y consumir publicidad y, también, en cómo accedemos a las noticias. Tal parece que lo que hoy no está en las redes sociodigitales, no existe.

A partir de 1997 surgieron varias de estas plataformas: SixDegres, Friendster, MySpace y LinkedIn. Sin embargo, no es hasta el año 2004 cuando aparece la primera de estas redes que marcó un antes y un después en las relaciones humanas: Facebook. Una compañía que con el decursar de los años ha crecido vertiginosamente y hoy nombrada el gigante tecnológico Meta que posee a Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger. Posteriormente surgieron otras también populares como Twitter, ahora X y, más recientemente Tik Tok.

La realidad es que las redes sociodigitales han provocado una fuerte crisis estructural en el ámbito noticioso. No solo son, en parte, las culpables de la fuerte crisis económica por la que muchos medios de comunicación han desaparecido y otros apenas se sostienen; además han provocado grandes cambios en los modelos de producción, circulación y consumo de noticias.

Cada vez más los periódicos impresos y la televisión -aunque en menor medida- pierden más lectores y televidentes, respectivamente. México no escapa a esta realidad. Los consumos de noticias en el país se han desplazado a las redes sociodigitales dejando a la prensa tradicional rezagada.

Según el Digital News Report de 2024 para México el consumo de noticias en medios impresos representa apenas un 18% frente al 69% de las redes sociodigitales. Facebook prevalece como la plataforma de su tipo donde más noticias se ven, con 50%, sin embargo, Tik Tok entre el pasado año y este fue la de mayor crecimiento con tres puntos porcentuales, lo que le otorga un 18%, por detrás de otras como YouTube y WhatsApp.

No obstante, el informe revela que estas redes más antiguas muestran una tendencia al decrecimiento, mientras que la red de origen chino, surgida en 2017, está reimpulsando el consumo de videos cortos de manera acelerada.

En el cambiante contexto que imponen las redes los medios de comunicación hacen grandes esfuerzos para “estar al día”; pero a la velocidad que evolucionan las plataformas es difícil seguirles el paso.

La otra crisis añadida a los problemas de la prensa tradicional por mantenerse a flote es la de la credibilidad. Cada vez las audiencias confían menos en los medios y escapan a informarse en estos espacios alternativos plagados de trolls, bots y donde es tan sencillo manipular un acontecimiento.

El reto de los medios de comunicación es gigantesco. La verdad se diluye entre bytes donde gana quien logre llamar más la atención, y esa es la gran tajada en estos días, la atención de la gente. Quien logre mantenernos más tiempo pegados a una pantalla más dinero obtendrá.

Detrás de influencers y usuarios bien posicionados con millones de seguidores se esconden las plataformas que lucran con nuestros datos y privacidad, que personalizan tanto nuestros contenidos que nos encierran en una burbuja y llegará el momento en que no podamos ver el mundo que tenemos delante en todo su esplendor.

Fuente de la información e imagen:  https://www.zonadocs.mx/

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Solidaridad desde Yucatán con Palestina

El pasado 7 de octubre se cumplió un año del incremento del genocidio perpetrado por el gobierno sionista de Israel contra el pueblo y la nación palestina, acumulando a la fecha más de 42 mil asesinados por los bombardeos y las incursiones militares de las tropas de ocupación sionista, de los cuales más de 17 mil son niños y niñas, despojando la mayoría del territorio palestino y generando una crisis humanitaria por el impedimento de la entrada de alimentos, agua, medicina, y todo tipo de ayuda que la ONU y otras instancias internacionales envían a los miles de desplazados que resisten esta atrocidad. La resistencia palestina de Hamas y otros grupos mantiene la defensa de ese territorio que es invadido con la anuencia del imperialismo estadounidense y de las potencias capitalistas de Europa, que hasta hoy sólo han emitido simulados llamados a la paz y a un cese al fuego, pero continúan subvencionando con millonarias sumas y armamento al ejército de ocupación criminal de Israel.

En este contexto, en el que ahora el sionismo israelí ataca también a Líbano y otros frentes como Irán, buscando generar un conflicto de mayor envergadura en el Medio Oriente, para pretender establecer una nueva correlación de fuerzas que posicione a Israel en el plano geopolítico y a su mandamás el imperialismo yanqui, se observa en el mundo un incremento de las protestas contra el genocidio y contra los planes de guerra global que sólo benefician a los intereses inhumanos del sionismo y el neofascismo que avanza en diferentes países del mundo. Al cumplirse un año del ya mencionado incremento del genocidio –pues no se olvide que la agresión de Israel contra Palestina lleva más de 76 años en acción- el mundo se cimbró por las movilizaciones de repudio al crimen de lesa humanidad y por la paz en el región, sin obviar que esa paz necesita de la solidaridad internacional de la clase trabajadora y de las fuerzas de izquierda de todo el orbe, en un grito común que se articule en acciones de resistencia ante tanta barbarie.

En Yucatán el clamor por Palestina se hizo escuchar al realizarse una marcha y un mitin de solidaridad y de rechazo al genocidio y a los planes de guerra imperialista, acto organizado por el Comité de Solidaridad con Palestina – Yucatán, conformado por diversas organizaciones políticas y culturales en resistencia y por personas que buscan generar conciencia sobre lo que realmente pasa en Palestina y en Medio Oriente, para hacer frente al bloqueo mediático y a la manipulación discursiva de muchos medios conservadores, por ello el Comité dio a conocer un Posicionamiento que se suma a la voces globales y en el que se lee lo siguiente:

“Exigimos un alto inmediato al fuego y la implementación de sanciones reales contra Israel por sus crímenes de guerra. Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos siendo testigos de la limpieza étnica y la destrucción, del genocidio de un pueblo bajo el amparo de las grandes potencias. Nuestra solidaridad con Palestina no es solo un acto simbólico, sino un compromiso real con la paz, la justicia y la dignidad humana. Como Comité de Solidaridad con Palestina – Yucatán, hacemos un llamado urgente al gobierno mexicano para que rompa relaciones diplomáticas y comerciales con el estado de Israel. Sólo a través de medidas concretas, como el reconocimiento inmediato del Estado Palestino, podemos contribuir a la construcción de un futuro de paz y seguridad en esa región y el mundo. Este conflicto no es simplemente una cuestión de geopolítica, sino de humanidad”.

Desde Yucatán, y junto a las fuerzas de izquierda y revolucionarias del mundo, exigimos un inmediato cese al fuego, el regreso de las tierras despojadas y castigo a los sionistas e imperialistas criminales.

¡Palestina vencerá y será libre!

Fotografía: PorEsto!

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Defensa y fortalecimiento de la educación pública y laica: Hace falta voluntad política

Por: Foro de Sevilla

Tenemos la obligación de continuar trabajando y luchando por la permanencia de la educación pública y laica que garantice el derecho de la educación de todos y todas y que cubra las necesidades de la población para que todos puedan recibir el máximo de oportunidades en todas las facetas de su vida.

La educación pública es la única que puede generar cohesión e integración social, la única que es plural e inclusiva y la única que potencia la participación democrática y no es segregadora. Dicho de forma negativa: la educación concertada (las escuelas privadas financiadas con dinero público de nuestros impuestos) es el mayor y más efectivo sistema de segregación educativa y social de este país. Sin embargo, no ha habido ni hay voluntad política para suprimir este factor de segregación educativo y social a lo largo de toda la democracia, tras la muerte del dictador.

Por eso parece necesario elaborar una barrera mediante reivindicaciones educativas en relación a lo público y lo laico. Nos jugamos un futuro democrático y participativo de personas libres y solidarias, que en lugar de replegarse en las ideas y concepciones del pasado luchen consigo mistas, con las otras y con las estructuras para comprender, interpretar y construir una educación pública diferente.

Pero no ha habido, hasta ahora, voluntad política para ello. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que gobernó con mayoría absoluta en la época de Felipe González, consagró en la LODE los conciertos educativos como concesión a la jerarquía católica y al nacionalcatolicismo (que sigue controlando -según sus propios datos- el 63% de la educación concertada), estableciendo además que pudieran tener ideología propia. Es decir, un ideario propio en el que adoctrinar al alumnado, en función del cual contratar al profesorado y según el cual organizar el funcionamiento y la dinámica ideológica del centro. La actual ministra de Educación, Pilar Alegría, se apresuró a decir, nada más tomar posesión de su cargo, 36 años después, que “la educación concertada es un elemento clave” del sistema educativo.

Su socio de gobierno, SUMAR, en su primera redacción del documento de propuesta de país, consensuada por el grupo de educación encargado de plantear el modelo a diez años, recogió la supresión progresiva de los conciertos educativos y el establecimiento de una red única de titularidad y gestión públicas, en la cual se pudieran integrar mediante negociación aquellos centros concertados que así lo demandasen. Pero «una mano ajena» acabó redactando un programa que elimina esta primera y esencial medida para cambiar el actual sistema educativo segregador que se mantiene en España. Por supuesto, en el pacto de Gobierno que firmó con el PSOE, nada de esto se mencionaba.

Los partidos firmantes de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al gobierno, y que actualmente lo apoyan de una forma u otra, defienden también mayoritariamente la existencia de los conciertos educativos. Una anomalía en Europa, donde la mayor parte de la educación es pública, pues se considera un derecho esencial que el Estado ha de garantizar sin exclusión de ningún tipo a toda su ciudadanía. Y no olvidemos que los conciertos sirven esencialmente para ofrecer a una parte de la población, que el neoliberalismo competitivo e individualista ha convertido en clase aspiracional, la posibilidad de seleccionar aquellos centros donde no haya alumnado y familias diversas o con las que no “quiera mezclarse”. O dicho más claramente, le da opción de “elegir en libertad” aquellos colegios donde “no haya ‘moros’, ni ‘negros’, ni ‘gitanos’ y donde esté la clase social a la que aspira a llegar. De hecho, el 82% del alumnado migrante, de minorías y con necesidades está en la escuela pública.

Esquerra Republicana, En Comuns o Compromís, desde una visión profundamente neoliberal y de mercado, consideran que la educación es un “servicio público” (como los autobuses o los taxis) y que, como tal, puede ser ofrecido bajo modalidad de gestión pública o privada. No digamos ya el Partido Nacionalista Vasco, con su perspectiva conservadora y sus vínculos con la jerarquía católica o con la excusa de las ikastolas. Algo que también le ha servido a EH Bildu para defender y blindar la red educativa concertada. Sorprendentemente, es una situación que también comparte un sindicato de clase como es CCOO en Cataluña (no así en el resto del Estado). Todos estos actores, supuestamente progresistas y defensores del bien común, parecen toparse con la iglesia, como diría Cervantes. E incluso, apoyan un supuesto “pacto contra la segregación escolar” que lo que hace es consagrarla todavía más, puesto que pagan a los concertados para que no segreguen tanto (como si se pagara a un maltratador porque pegara algo menos a la maltratada).

Esta última barbaridad la ha “comprado” el actual Ejecutivo y se ha conocido en este sentido que el Gobierno va a aumentar los fondos que recibe la educación concertada para que dejen de segregar tanto (con cuotas y procesos de admisión), en vez de sancionarlos y suprimir los conciertos cuando no cumplen las normas. Mientras, vemos cómo se van suprimiendo aulas y centros públicos y se mantienen los privados (y se multiplican exponencialmente las universidades privadas), especialmente en las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que abogan claramente por la privatización y la mercantilización de la educación en todos los niveles educativos.

Educación laica

Algo similar pasa con la educación laica. Y aparece de nuevo el famoso “con la iglesia hemos topado, Sancho” del Quijote. Porque también todos estos partidos firmaron en sede parlamentaria que una de las primeras medidas que tomarían sería derogar los acuerdos con el Vaticano que obligan, según quien lo interprete, a mantener la religión en las escuelas y a pagar con nuestros impuestos a una legión de catequistas, elegidos a dedo por sus jerarcas, para que adoctrinen en creencias y dogmas de su religión a las futuras generaciones.

Sin embargo, no se ha dado ni un solo paso político en este sentido. Más bien se han dado pasos en sentido contrario. Y los líderes de estos partidos han ido a rendir pleitesía al jerarca de la religión católica e, incluso, alguna ministra de Educación ha acabado de embajadora, con peineta y mantilla, en el Vaticano.

La educación laica supone el respeto a la libertad de conciencia de los menores, a no utilizar el sistema educativo para adoctrinar en creencias o dogmas, a facilitar la convivencia entre personas que no tienen la misma religión, a respetar por igual al creyente que al ateo o al agnóstico. La educación laica implica desarrollar un pensamiento no sujeto a dogmas impuestos, propone una educación crítica con todas las creencias y dar la libertad a los jóvenes para que, progresivamente y a medida que maduran y tienen conocimientos suficientes, puedan tomar la opción que consideren más adecuada sobre si creer o no creer, en vez de estar sometidos a la imposición de sus progenitores y a sus creencias particulares.

La escuela debe ser un espacio para aprender, no para creer. Ninguna religión debe formar parte del currículo ni del horario lectivo. Es imprescindible el respeto a la convivencia plural, por lo que ningún acto ni simbología religiosos se debería exhibir en ninguna institución educativa. Y necesitamos ya una educación sin tutelas extranjeras. Lo cual supone que se deberían derogar de forma inmediata los acuerdos del Concordato de 1979 con la jerarquía católica y los suscritos con otras religiones.

Reclamamos una voluntad política clara y decidida para todo ello. Es una exigencia histórica de la comunidad educativa progresista de este país, pero que nunca se ha visto respaldada por los representantes políticos a quienes han elegido. Porque, aunque grupos políticos minoritarios, como Izquierda Unida, hayan venido defendiendo claramente la supresión de la concertada y una educación pública laica, nunca han tenido el peso suficiente para inclinar la balanza en las leyes y en las normas y medidas efectivas para que esto se haya podido materializar.

No hay una explicación razonable a esta “traición” política por parte de grupos políticos supuestamente progresistas que, sin embargo, siguen manteniendo, justificando y sosteniendo de facto un nacionalcatolicismo educativo, herencia de la dictadura. Han tenido casi medio siglo, desde la instauración de la democracia, para avanzar en una educación pública y laica propia del siglo XXI. Pero no han querido, no quieren y no parecen dispuestos a tocar los privilegios de la jerarquía católica ni de las clases dominantes y aspiracionales que exigen centros exclusivos para educar a su progenie en sus aspiraciones de clase. Porque en estos centros se educa en un modelo social que mantiene y justifica una sociedad cada vez más segregada y desigual.

Una educación clara y radicalmente pública y laica

Por eso desde el colectivo “Por otra Política Educativa, Foro de Sevilla” demandamos a todos estos partidos políticos, que son nuestros representantes, que escuchen el clamor de la comunidad educativa progresista de este país y tomen las medidas necesarias para establecer de forma definitiva la educación pública y laica del siglo XXI que merecen las futuras generaciones. De lo contrario, seguirán avanzando cada vez más las ideas racistas y reaccionarias de los sectores de la ultraderecha que continúan siendo educados en unos privilegios y en unas rancias tradiciones propias del siglo XIX. Ahora, más que nunca, para prevenir el auge del neofascismo y la derecha reaccionaria, necesitamos una educación clara y radicalmente pública y laica.

La educación debe hacernos mejores como personas y como ciudadanía. Esta debe ser su finalidad principal. Debe posibilitar el derecho a una vida digna. Debe ser la base de una sociedad justa. La educación es un proyecto civilizatorio. Debe ser lo primero y la prioridad esencial de un proyecto de país, porque es la base para asegurar un futuro de mayor libertad, igualdad y justicia social. De la educación depende la formación académica y profesional, pero sobre todo el modelo de convivencia, de democracia y la cohesión social del país. Por eso, necesitamos un nuevo contrato social para la educación que se base en dos principios fundamentales: el derecho universal a la educación laica y el compromiso con su carácter público en tanto que bien común esencial, que garantice el ejercicio de ese derecho en condiciones de igualdad y equidad.

Y para desarrollar todo ello es necesario una voluntad política como garante de lo público ya que es el futuro de las naciones, de los ciudadanos responsables y de educar a todo un pueblo en la participación y el respeto a los demás. Tenemos la obligación de continuar trabajando y luchando por la permanencia de la educación pública y laica que garantice el derecho de la educación de todos y todas y que cubra las necesidades de la población para que todos puedan recibir el máximo de oportunidades en todas las facetas de su vida. O sea, una educación y una escuela pública y laica que defienda y trabaje por una verdadera democracia participativa.

Defensa y fortalecimiento de la educación pública y laica: hace falta voluntad política

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La educación en Brasil está por debajo del nivel previo a la pandemia

Ideb 2023 muestra un leve aumento en los primeros años de la educación primaria y secundaria, y una pequeña caída en los últimos años

Por: Paulo Saldaña/Isabela Palhares

El Ideb (Índice de Desarrollo de la Educación Básica) de 2023, el principal indicador de la calidad de la educación básica, muestra un escenario de estancamiento del sistema educativo en Brasil.

Hubo un leve aumento en los índices de los primeros años de la enseñanza primaria y secundaria, y una leve caída en los últimos años.

Los niveles de aprendizaje de la educación básica brasileña avanzaron con respecto a 2021, pero están por debajo de los niveles previos a la pandemia de Covid.

Esto ocurre con las calificaciones en portugués y matemáticas en las tres etapas evaluadas: primeros años (5º año) y últimos años (9º año) de la enseñanza primaria y la secundaria.

El indicador se calcula a partir de dos componentes: la tasa de aprobación de las escuelas y los promedios de desempeño de los estudiantes en una evaluación de matemáticas y portugués.

El Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas, organismo vinculado al Ministerio de Educación, es el responsable del trabajo.

https://www1.folha.uol.com.br/internacional/es/brasil/2024/08/la-educacion-en-brasil-esta-por-debajo-del-nivel-previo-a-la-pandemia.shtml

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Costa Rica-Defensoria: Recortes al presupuesto de la educación pública genera efectos irreversibles en la niñez y los jóvenes

“Cada colón que no se dirige a la educación y se incumple la obligación constitucional, provoca un deterioro irreversible en el sistema educativo público y afecta sensiblemente los derechos de la niñez y de las personas jóvenes”. Es por ello que la Defensoría de los Habitantes acudió a la Sala Constitucional a presentar una coadyuvancia a un recurso de amparo planteado ante la situación de recortes en el presupuesto destinados a la educación.

Una preocupación importante de esta Defensoría es que, debido al decreciente presupuesto asignado al sector educación a lo largo de los años, ha evidenciado un deterioro en diversos aspectos clave de la educación. Este declive se refleja en los resultados de las pruebas PISA, donde las calificaciones en matemáticas, lectura y ciencias son inferiores al promedio de la OCDE. En términos de infraestructura, 881 centros educativos cuentan con alguna orden sanitaria. Asimismo, se ha registrado una disminución del 30% en el número de personas beneficiadas por el programa Avancemos (transferencias directas del Programa de Equidad), así como una reducción del 1,5% en el número de estudiantes que reciben beneficios como transporte, alimentación y nutrición, becas postsecundarias y apoyo del programa de integración.

De un análisis realizado por la Defensoría de los Habitantes, a partir de datos de la Encuesta Nacional de Hogares del año 2023 del Instituto de Estadísticas y Censos, el número de personas de 5 a 18 años que no asisten a la educación formal aumentó de 46.554 en 2022 a 56.093 en 2023, lo que representa un incremento aproximado del 20%. El principal motivo de no asistencia es la falta de interés en el aprendizaje formal, con un aumento de 7.213 personas en 2022 a 11.875 en 2023, lo que equivale a un crecimiento del 63% en este grupo. Además, las personas menores de edad estudiantes son una de las poblaciones más afectadas por la pobreza y la pobreza extrema, alcanzando aproximadamente un 37% en 2023 (12% en pobreza extrema y 25% en pobreza).

A manera ejemplificante sin que se agoten los supuestos de la afectación a la educación, uno de los programas más afectados ha sido el Programa de Equidad del MEP al experimentar una disminución constante en los últimos años. En 2022, el presupuesto disminuyó en un 11% en comparación con 2021, y en 2023 se registró una reducción adicional del 2% en comparación con el 2022.

La Sala Constitucional desde hace más de una década ha advertido al Estado que los presupuestos asignados año con año a la educación pública han sido inconstitucionales por ser inferiores a lo que dispone el numeral 78 de la Constitución Política. Adicionalmente, con el recorte presupuestario a la Educación, el país incumple también lo dispuesto en el artículo 4 de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Sumado a ello, pone en evidencia en su coadyuvancia ante los Magistrados de la Sala IV que el informe presentado a ellos por Hacienda no demostró que dicha cartera haya realizado todas las medidas hasta el máximo de los recursos disponibles, para movilizar y asignar presupuesto al sector educación indicado en la Constitución tal y como lo disponen las normas convencionales de derechos humanos económicos y sociales ratificados por el país como condición para que el Estado justifique medidas que pudieran generar regresividad en el goce de estos derechos.

De ahí que esta Defensoría le planteó a la Sala Constitucional resolver el recurso de amparo antes del 30 de noviembre del presente año, para que, por primera vez en la historia, el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa acaten dicha resolución previo a la aprobación del presupuesto para el ejercicio económico 2025.

Oficina de Comunicación Institucional

Defensoría de los Habitantes

Defensoría: Recortes al presupuesto de la educación pública genera efectos irreversibles en la niñez y los jóvenes

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Graves fracturas en la educación paraguaya: Déficit de aprendizaje

El déficit de aprendizaje en el país afecta a 7 de cada 10 estudiantes, reflejando las profundas fracturas en la educación pública.

l sistema educativo  arrastra graves problemas estructurales que impactan negativamente en el desarrollo de los estudiantes. Entre 7 y 8 de cada 10 alumnos no logran alcanzar los aprendizajes básicos en áreas esenciales como lectoescritura, matemáticas y ciencias, según diversos estudios recientes. Esta situación evidencia una crisis educativa que se viene gestando desde hace décadas, acentuada por factores socioeconómicos y culturales que influyen directamente en la calidad de la educación pública.

Uno de los principales problemas radica en la desigualdad social que se refleja en las aulas. Las condiciones económicas de las familias marcan la diferencia en el rendimiento académico de los niños y adolescentes, generando una brecha de oportunidades que difícilmente se cierra en el ámbito escolar. A esto se suma la falta de acceso a una educación inicial de calidad, etapa crucial para el desarrollo de las habilidades cognitivas y sociales, que aún no es una realidad para todos los niños en Paraguay.

A pesar de la implementación del «Plan 2024», un proyecto educativo que tuvo una vigencia de 15 años, no se han registrado mejoras significativas en los indicadores de aprendizaje. Este plan, que busca reformar el sistema educativo, está próximo a vencer y no se ha planteado una nueva estrategia. La falta de planificación a largo plazo y la ausencia de políticas públicas efectivas agravan la crisis que enfrenta el sistema educativo.

Paraguay es uno de los países que menos invierte en educación en la región, con apenas un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a este sector. Esta cifra está muy por debajo del promedio regional, que supera el 5%, y lejos de la recomendación de la UNESCO, que sugiere una inversión mínima del 7% del PIB. La escasa inversión se refleja en la infraestructura deficiente de muchas escuelas, aunque en algunos casos, estas cuentan con docentes capacitados pero carecen de los recursos necesarios para brindar una enseñanza de calidad.

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Además de la infraestructura, la práctica docente también juega un papel clave en esta problemática. La calidad de los maestros varía significativamente, lo que genera disparidades en el nivel educativo que reciben los estudiantes. Según los especialistas, es fundamental que los niños accedan lo más pronto posible a la educación inicial, ya que este es un pilar para asegurar un mejor desempeño a lo largo de su vida escolar.

La solución a esta crisis requiere una inversión más fuerte y un enfoque integral que incluya la mejora en la formación docente, la infraestructura y un nuevo plan educativo que priorice el aprendizaje desde los primeros años de vida.

Fuente: Megacadena

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