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España: La UMH lanza un proyecto pionero entre las universidades españolas para abordar la diversidad

La UMH lanza un proyecto pionero entre las universidades españolas para abordar la diversidad

El Plan de Inclusión, Equidad y Diversidad aspira a impulsar un avance cualitativo en las políticas inclusivas de la Universidad

La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche aprobó en 2017 el protocolo para el cambio de nombre de personas transexuales, transgénero e intersexuales y, en 2018, inauguró el Punt d’atenció i visibilitat d’Igualtat i Diversitat per a la Comunitat Universitària.

A estas iniciativas se suma la presentada esta semana en la Universidad: el I Plan de Inclusión, Equidad y Diversidad de la UMH; un proyecto pionero entre las universidades españolas, cuya presentación se enmarcó dentro de los actos de conmemoración del Día del Orgullo.

El Plan 2020-2024 de la UMH aspira a ser un documento vivo que impulse un avance cualitativo en las políticas inclusivas de la Universidad. Este proyecto aborda la diversidad de manera interseccional y trata de dar respuesta a la pluralidad afectivo-sexual, de género, étnico-cultural, religiosa, familiar, lingüística o funcional que compone la identidad colectiva de la comunidad UMH.

El Plan ha sido elaborado gracias al convenio suscrito para la anualidad 2019 entre la UMH y la Conselleria de Igualtat i Polítiques Inclusives de la Generalitat Valenciana. Gracias a la Fundació Surt, la UMH dispone de un documento con dos dimensiones de valor estratégico y social. Por un lado, se cuenta con un preciso diagnóstico de la situación actual de la UMH en la materia, gracias a un proceso participativo e interactivo, que ha incluido recopilación de evidencias e indicadores, entrevistas en profundidad a agentes clave y cuestionarios respondidos por la comunidad universitaria.

El proyecto se materializa en cuatro líneas estratégicas, con sus correspondientes objetivos, que van desde el compromiso de la UMH con la igualdad en la diversidad y la inclusión hasta el fomento de la equidad, diversidad e inclusión en la docencia e investigación para incluir la perspectiva interseccional en los estudios universitarios, así como promover la investigación sobre equidad, diversidad sexo-afectiva y de género e inclusión de la discapacidad.

El Plan se alinea, además, con la apuesta que la UMH hace para la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, concretamente con el Objetivo #4, «proporcionar una educación equitativa e inclusiva de calidad y oportunidades de aprendizaje para todos y todas» y con el ODS #10 de Reducción de las desigualdades.

Fuente de la Información: https://www.diarioinformacion.com/economia/2020/07/05/umh-lanza-proyecto-pionero-universidades/2279310.html

 

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Estados Unidos – Ombudsman report: Boy with special needs failed by council twice

Ombudsman report: Boy with special needs failed by council twice

A mother and her son who has special educational needs has twice been failed by a local authority, the Local Government Ombudsman has said.

In 2018, Norfolk County Council was accused by the ombudsman of not ensuring the boy received suitable education for a period of eight months.

Now it is accused of leaving him without suitable education for seven months after school placement problems.

The council said it has apologised to the family and paid compensation.

The ombudsman was asked to investigate after the mother said the council had failed to provide her son with a suitable education after his school placement broke down, meaning he was without proper education.

During that time, the mother had to pay for a personal tutor.

Ombudsman Michael King said: «I am concerned Norfolk Council has again failed this boy and not provided him with an education appropriate for his needs, despite being made aware the school he was attending was no longer suitable.»

‘Regular updates’

He said the council has agreed to compensate the mother for the cost of a tutor, pay her £1,400 for the time the son was without a suitable education and a further £250 for the distress it caused.

Mr King has told the council to provide a select committee with regular updates of the number of children out of education and the average time to find an alternative place for them.

He said he hoped this would «ensure other children and their families do not fall through the cracks as has happened in this case».

John Fisher, cabinet member for children’s services at the council, said all the recommendations had been accepted.

«This case reflects the national pressure that all local authorities across the country are experiencing when it comes to meeting the ever increasing demand from families for special educational needs and disability support for their children,» he said.

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/news/uk-england-norfolk-53254303

 

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Bolivia: crece la deserción estudiantil en las universidades por costo de internet

Bolivia: crece la deserción estudiantil en las universidades por costo de internet

Universidades en crisis: crece la deserción por costo de internet

Las universidades privadas del país registran un 35% de deserción estudiantil, siendo la principal causa la imposibilidad de mantener el pago de internet para las clases virtuales. Esto y la dificultad de los estudiantes para pagar las pensiones ha hecho que las instituciones entren en una crisis económica que pone en riesgo la calidad educativa y su existencia.

“Por la pandemia, los alumnos han ido abandonando sus estudios. A fin de año, por lo general, tenemos un 40% de deserción. Pero ahora no hemos terminado ni el primer semestre y estamos en el 35%. Es decir que hemos perdido el 35% de la matrícula”, señaló el rector de Ucatec y presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP), René Polo.

El 30 de marzo, las universidades privadas y el Ministerio de Educación firmaron un compromiso para flexibilizar los pagos de pensiones. Con este acuerdo los estudiantes podían acceder a los siguientes módulos de la currícula sin necesidad de estar al día en sus cuotas, lo que dejó a las instituciones con niveles muy bajos de liquidez.

Por ello, 29 de las 36 afiliadas a la ANUP se vieron obligadas a contraer préstamos bancarios para pagar sueldos, las licencias de las plataformas virtuales para dar clases y otros gastos. El incumplir estas obligaciones implicaría detener la formación de más de 200 mil universitarios del país.

Para el presidente de la Federación Regional de Estudiantes de la Universidad Católica Boliviana de Cochabamba (Freucb), José Ugarte, el problema del pago de las pensiones es preocupante, porque generó que muchos universitarios piensen en dejar sus estudios.

“La UCB anunció hace un mes que se solidarizaba plenamente con la situación económica de sus estudiantes. Por ello se diseñó un Plan de Apoyo Económico Excepcional, que consiste en dos componentes: uno automático para todos los estudiantes con el 10% de descuento y otro variable que puede llegar hasta un 60% adicional, de acuerdo a situaciones personales justificadas”, indicó el rector de la UCB, Marco Antonio Fernández.

Añadió que se suspendió para toda la gestión cualquier cobro de multas por atrasos en los pagos y se brindó un plazo para pagar las cuotas de marzo, abril y mayo hasta el 30 de junio. Aseguró que estas medidas han sido determinantes para que estudiantes que pensaban suspender sus estudios no lo hicieran y la deserción (en su caso) haya sido muy baja y comparable a situaciones de años normales.

“Es una gran ayuda. Pero aún así el plazo que nos ponen es difícil de cumplir porque seguimos sin poder generar ingresos”, señalo Alejandro M., un estudiante de la UCB regional La Paz.

La situación se replica en otras universidades. “Pedí una ampliación del plazo y también del descuento pero todavía no tengo respuesta”, comentó una alumna de la Universidad Privada Boliviana (UPB).

Internet, causa principal de la deserción

“Inmediatamente se decretó la cuarentena, las universidades privadas habilitamos las plataformas virtuales para dar continuidad al sistema educativo, no hemos parado ni un día para continuar el semestre que ya había comenzado”, señaló el rector de Utepsa de Santa Cruz y vicepresidente alterno de la Región Andina de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (Udual), Antonio Carvalho.

Aunque a ninguno de los estudiantes le fue negado el servicio, no todos están conformes con las clases virtuales. Mientras que para algunos no logran satisfacer sus expectativas, para otros el principal problema es el mantener el internet.

“Al principio la dificultad fue la organización. Pero algo que permanece es que muchos de los estudiantes tuvieron problemas con el acceso a internet y hemos tratado de ayudar con megas, es el principal problema”, señaló el presidente de Freucb, José Ugarte.

Según datos recabados por la ANUP, el 57% de las deserciones se deben a la imposibilidad de los estudiantes de pagar el internet para las clases virtuales, un 8% porque tiene un acceso deficiente y otro 8% porque el alumno no cree en las clases virtuales. Un 15% abandonó la universidad porque volvió a su lugar de origen y un 12% por otras causas.

“En el país tenemos un internet que, además de caro, no tiene una buena cobertura. Eso ha motivado el abandono y que no sea el 100% de los estudiantes los que puedan avanzar”, indicó Carvalho.

“No es la misma asimilación que en una clase presencial. Si bien hay materias en las que se da de mejor modo, las que preocupan son las que requieren práctica. En mi caso al principio teníamos fallas con la plataforma que habilitaron, colapsó y no todos podían entrar”, manifestó un alumno de la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB).

Carvalho explicó que las clases virtuales son un campo en el que se trabaja desde hace varios años, pero que por reparos de la anterior gestión del Ministerio de Educación no logró ser consolidada más que como una herramienta complementaria.

Dijo que los docentes se ven en la necesidad de trabajar el triple. Preparan los temas, las evaluaciones y están disponibles las 24 horas para sus estudiantes porque la enseñanza se individualiza.

Como parte de las acciones para mejorar el acceso de los estudiantes a internet, Entel firmó una serie de compromisos para ofrecer paquetes de tele-educación de bajo costo. La Universidad Pública de El Alto, Universidad Católica Boliviana, San Francisco Xavier de Chuquisaca, Gabriel René Moreno y la Universidad Mayor de San Andrés son algunas de las beneficiadas, cuyos estudiantes podrán ingresar a plataformas educativas

Privadas sin apoyo para la reactivación económica

“La educación no está en ninguna parte, no aplicamos en los beneficios para el sector productivo”, dijo el presidente de la ANUP, René Polo. A la fecha rige un descuento de entre 5%, 10% y 15% para todos los estudiantes, un apoyo que puede extenderse en casos particulares. Esta rebaja se suma a los beneficios y planes ya disponibles, antes de la emergencia, en cada universidad.

Polo añadió que pese a ello, por la crisis económica que atraviesan los alumnos, hay una mora del 70% en las mensualidades. Y aunque para algunos universitarios y padres de familia los descuentos son una ayuda, para otros aún son insuficientes.

“Por la pandemia hemos tenido que dar el salto de las clases presenciales a las 100% virtuales. Esto implicó un gasto que no estaba presupuestado, ya que no se realiza con las aplicaciones comúnmente conocidas, sino con la contratación de plataformas que requieren un pago de licencias por cada estudiante que accede”, manifestó Polo.

Pero si hay algo en que coinciden las casas de estudios superiores y los estudiantes es que si sigue la baja de sus ingresos, las universidades estarán en serio riesgo de colapso financiero o de baja de la calidad educativa.

“Uno elige una privada porque a veces tiene carreras o contenidos que no encontramos en la estatales. Claro que eso implica que la educación sea pagada. Ahora no podemos pagar, pero de seguir así tal vez van a cerrarse carreras o bajará la calidad”, manifestó un estudiante de la UPB.

Polo indicó que una muestra de la calidad es que en los últimos 10 años las privadas pasaron de ocupar el 5% de las acreditaciones internacionales al conseguir 45%. “Son alrededor de 200 mil estudiantes en las universidades privadas. Sin ellas tendrían que ser absorbidos por las estatales”, sostuvo.

Semestre con Covid

Cuando el Gobierno declaró la cuarentena contra la Covid-19, el primer semestre ya había comenzado en las diferentes universidades privadas del país.

Virtual Para no parar las actividades educativas se pasó de las clases presenciales a las 100% virtuales. A excepción de las materias prácticas, que requieren laboratorios y talleres. En el caso de las carreras relacionadas con el área de la salud, por seguridad de los estudiantes se detuvo toda práctica hospitalaria, así como los internados de rotación. Los alumnos se han presentado como voluntarios para las brigadas de lucha contra el Covid-19.

UCB El rector de la Universidad San Pablo indicó que como parte del plan integral de fortalecimiento de su ecosistema de Educación Virtual, la UCB acaba de realizar importantes inversiones, como la adquisición de NEO Learning (LMS), un paquete de manejo de sistemas de enseñanza-aprendizaje virtual especializado . Es el primero en Bolivia, aunque ya es utilizado en Europa y EEUU.

Remotos En relación a los desafíos en las prácticas de laboratorios, la UCB está implementando laboratorios remotos para diferentes disciplinas, especialmente para las carreras de ingeniería. Estos serán dirigidos por universidades de EEUU. También organiza capacitaciones para los docentes que les permitirán obtener un diplomado en “Aplicación de recursos tecnológicos para la educación virtual”.

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/07/bolivia-crece-la-desercion-estudiantil-en-las-universidades-por-costo-de-internet/

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La victoria de lo sublime

La victoria de lo sublime

250 años del nacimiento de Beethoven

04/07/2020 | Guilherme de Alencar Pinto

Ludwig van Beethoven (1770-1827) es quizá el compositor más influyente de la historia de la música. A partir del siglo XX, la música popular tuvo una masividad que no era alcanzable en sus tiempos, pero en ella el portador de influencias es la interpretación, no la composición, y, además, la gran segmentación de ese sector impide que se destaque una figura, cosa que sí es posible en la cultura eurocéntrica del siglo XIX. Sólo Wagner (1813-1883) puede hacerle mella, pero hay que señalar que la idolatría suscitada por este estuvo siempre potenciada por una controversia encendida, mientras que el caso de Beethoven se parece más a la de su casi casi coetáneo Artigas, es decir, se convirtió en una figura casi intocable y reivindicada por todos (en la famosa controversia entre Wagner y Brahms, ambos fundamentaban sus posiciones evocando a Beethoven).

Con Beethoven se da un fenómeno único: hay una etapa extensa de su trayectoria –el momento en que él operó de forma más concentrada su revolución musical– en que parece que no había otro compositor en el mundo. En 1803, Joseph Haydn (1732-1809) dejó de componer. De ahí hasta 1813, cuando Rossini (1792-1868) embocó sus primeros éxitos operísticos, no hay obra alguna, que no sea de Beethoven, que integre el repertorio habitual de los conciertos, grabaciones, que esté en la memoria común o haya ejercido una influencia significativa. Recién a partir de ese momento empezaron a surgir las primeras composiciones relevantes de Schubert, Paganini, Weber y Meyerbeer, que prepararon la llegada de la llamada generación romántica (Berlioz, Mendelssohn, Chopin, Schumann, Liszt, Wagner).

Por supuesto, durante esos diez largos años de soledad histórica de Beethoven, la vida musical siguió tan activa como siempre. Cada corte, cada iglesia y cada municipalidad tenía su maestro de capilla. Los nombres más destacados, como Spohr, Reicha, Cherubini, Hummel, Boieldieu, Méhul, Gossec, Kozeluch, Dussek, Ries, Spontini, Paer, Paisiello y Mayr rellenan los libros de historia, porque quedaría poco serio no poner a nadie. Pero ¿cuántas personas que no tengan el oficio de musicólogos tuvieron un contacto real con alguna de sus producciones? Quienes estudiaron piano a la antigua habrán sufrido las piezas didácticas, increíblemente aburridas, de Czerny, Cramer o Clementi. Del que todos sí escucharon hablar fue de Salieri, cuya exagerada fama de compositor mediocre se debe a las versiones ficcionales de la leyenda urbana de que, envidioso, envenenó a Mozart (cuyo hijo Franz Xaver Mozart también integra esa legión generacional de compositores olvidados).

Esos diez años en que la historia hace un primer plano (en sentido cinematográfico) sobre Beethoven, y que deja a los demás como extras fuera de foco al fondo, se puede explicar de dos maneras. Lo más racional sería asumir que la versión hegemónica de la historia, Beethoven-céntrica, borró esos nombres en forma injusta o determinó criterios de valor moldeados por Beethoven en los cuales ellos no encajan. La otra explicación sería mágica, aunque la sensibilidad romántica, con su propensión teleológica, podría aceptarla: el resto del mundo se replegó expresamente para que el destino histórico se pudiera cumplir, sin impedimentos, a través del avatar elegido por las musas: Beethoven.

El relato canónico hizo mucho por romantizar a Beethoven con el estereotipo del genio artístico: el hombre de personalidad impulsiva, consciente de su propia grandeza y en eterno conflicto con las circunstancias; desgreñado y descortés, porque su concentración en la inspiración no le dejaba tiempo para pequeñeces prosaicas. Encima de sufrir de una gran infelicidad en el amor, fue acometido por el golpe cruel de quedar privado de la audición. En vez de doblegarse frente a esas dificultades, respondió componiendo unos monumentos de magnitud sin precedentes, como sacándole la lengua al destino en un estilo que, a veces, podía ser avasallantemente furibundo. Era fácil sentir esa música como un reflejo espontáneo de su personalidad excepcional y de los eventos de su vida, y ese componente de sinceridad podía excusar extrañezas que, en otras circunstancias, hubieran sido tomadas como errores. Aun en vida, se generó con él (y él cultivó) esa idea historicista de que estaba adelante de su tiempo, y quedó como un crack, porque efectivamente el futuro le dio la razón.

Beethoven se convirtió en la personificación ideal de la afirmación de un humanismo individualista y de la sustitución de una estética de lo bello por una estética de lo sublime. Su música ya no funciona como un ornamento convencionalmente agradable para la vida, sino que es un objeto extraño cuya apreciación exige esfuerzo, y la recompensa no es el simple placer inmediato, sino la elevación trascendente, la iluminación del espíritu. Entran en juego criterios como los de la originalidad, la innovación e incluso el de un cierto grado de desacomodo, de provocación al público. Forcejeó con los límites (de lo técnicamente tocable, de lo estéticamente soportable) y contribuyó a establecer nuestro modelo de consumo musical, es decir, el que jerarquiza radicalmente a los creadores e intérpretes profesionales y los opone a un amplio público pasivo que paga por el acceso (relegando los otros formatos, el de la música doméstica y el de las músicas funcionales de las cortes e iglesias).

Es muy fácil poner en duda la seriedad de un vanguardista que hace cosas incomprensibles, pero Beethoven bloqueó esas críticas demostrando un indiscutible virtuosismo de escritura también en terrenos conocidos, y, además, logró movilizar el entusiasmo popular de su tiempo y del nuestro: aparte de “Para Elisa”, todo el mundo conoce su “Oda a la alegría”, la “Sonata del claro de luna”, el cha cha cha chaaaan que empieza la Quinta sinfonía, o incluso la música del programa de televisión Chespirito (que proviene de Las ruinas de Atenas, 1811). Junto a esas piezas integradas al folclore global hay como cuarenta más que son archiconocidas de los frecuentadores de conciertos, y no hay nada que lleve su firma que no suscite curiosidad, que no esté disponible en ediciones impresas de partituras o no se consiga en grabaciones.

Beethoven produjo un gran impacto por haber hecho lo que hizo y por haber sido como era, pero también hubo, entre sus contemporáneos más jóvenes y en las generaciones siguientes, muchas ganas de que existiera una figura como él. La sensación es que vino a ocupar un lugar que estaba ahí, a la espera de ser ocupado. Para satisfacer ese deseo colectivo, los relatos de su vida y obra suelen ser parcializados. Se puso mucho énfasis en su apoyo a la revolución francesa y en su admiración por Napoleón; el alma liberal demócrata vibra con la anécdota de que, cuando Napoleón se autoproclamó emperador (1804), Beethoven, que había recién completado una Sinfonía Bonaparte, se indignó y quitó su nombre del título (la obra se publicaría como Sinfonía heroica). El título original fue tachado en forma tan intempestiva que agujereó el papel. Este precioso registro de la furia beethoveniana (la copia agujereada) persiste en la biblioteca de la Gesellschaft der Musikfreunde, en Viena, y apoya la idea del compositor como un decidido revolucionario, republicano y antiautoritario. El resto de la historia, aunque no es ningún secreto, no hizo tanta leyenda: con el paso de los años, Beethoven tendió a hacerse más conservador, y su cercanía personal y profesional con miembros de la aristocracia, además de un cambio global de sensibilidad, lo hizo menos propicio a la idea de cambios sociopolíticos revolucionarios.

La vida

Por haber nacido en la ciudad de Bonn (el 16 de diciembre de 1770), Beethoven suele ser vindicado por Alemania como un compositor alemán. Bonn era la sede del Arzobispado de Colonia, un electorado teocrático católico.

Su padre era músico y soñó con que fuera un niño prodigio, como había sido Mozart. Alcohólico, golpeaba constantemente al hijo para que diera todo de sí en los estudios. Ludwig nunca llegó al nivel descollante que Mozart había tenido de niño, pero cuando tenía 7, dio su primer concierto como pianista, y a los 11 escribieron el primer artículo periodístico sobre su talento. Cuando tenía 12, aparecieron las primeras publicaciones de composiciones suyas, y a los 13 fue nombrado organista de la corte de Bonn (el único empleo regular que tuvo en su vida).

En 1792 se mudó a Viena, becado por el gobierno de Bonn para estudiar con Haydn. Mozart se había muerto el año anterior, y todos veían a Beethoven como el nuevo Mozart. Vaya mochila pesada para cargar, sumada a la presión sufrida desde niño. Es realmente admirable que Beethoven haya podido contemplar con humildad y lucidez sus diferencias con su ídolo y modelo: componer le resultaba mucho más difícil y el momento histórico-estético estaba cambiando. Incluso tras haberse convertido, de inmediato, en una de las más importantes personalidades musicales de Viena, en vez de dejarse inflar, siguió buscando ayuda (luego de las clases con Haydn, estudió con Johann Georg Albrechtsberger y con Salieri). Aunque ya tenía composiciones publicadas, recién a los 24 años se dignó a considerar que empezaba su obra canónica, estampando su colección de tríos como “opus 1”. Se atrevió con su Primera sinfonía a los 29, una edad en la que Mozart ya había escrito una cincuentena de sinfonías.

Así fue estableciendo su modalidad, la de escribir relativamente pocas obras pero de alto impacto, mientras causaba furor como pianista, incluso más virtuoso que Mozart, aunque con un sonido más duro. Todo parecía ir viento en popa cuando, en 1801, se percató de una notoria pérdida de audición. Al año siguiente, los médicos concluyeron, correctamente, que el proceso era irreversible y que, con el paso de los años, quedaría totalmente sordo. Es entonces que Beethoven redacta su testamento de Heiligenstadt, dirigido a sus hermanos, pero que luego le habla a Dios y a la humanidad. Allí manifiesta el propósito de suicidarse, pero luego recapacita frente a la necesidad de seguir creando. El lenguaje tiene mucho de la cursilería que caracterizó a Beethoven, tanto en la expresión verbal como en la musical, cuando pretendía volcar sentimientos y pensamientos elevados. El documento nunca fue enviado y, al igual que su otro escrito famoso, la carta a la anónima amada inmortal (1812), fue encontrado entre sus pertenencias luego de su muerte, como si él tuviera la pretensión de que esas proclamas contribuyeran a direccionar, románticamente, la imagen que la posteridad tendría de él.

Beethoven sublimó sus frustraciones en obras monumentales, que empiezan en forma dramática y afligida, pero que, luego de un sufrido proceso de lucha y esfuerzo, arriban a la victoria. En su tiempo, no todos entendían esa música compleja, intensa, extraña y desmesurada, pero para muchos, sobre todo jóvenes, fue la encarnación misma de una sensibilidad nueva. En su histórica crítica (1810) de la Quinta sinfonía, E.T.A. Hoffmann considera que “la música de Beethoven […] enciende ese anhelo infinito que es la esencia del Romanticismo”.

En Viena, Beethoven prescindió de tener empleo fijo, lo que no era usual, salvo en el mundo de la ópera. Prefirió preservar su independencia y lanzarse al mercado cumpliendo encargos puntuales y vendiendo piezas a editores de partituras. No era un camino fácil (Mozart había tratado de emprenderlo y murió pobre, dejando desvalida a su familia), pero, en la práctica, pudo subsistir. Hubo un momento especialmente desalentador, en 1808, en el que consideró capitular y aceptó el ofrecimiento de Jerónimo Bonaparte para asumir como el compositor oficial del reino de Westfalia. Ello inquietó sobremanera a la aristocracia vienesa, y un grupo de nobles de altísima jerarquía acordaron otorgarle una pensión vitalicia con la única condición de que siguiera viviendo en Viena. Ese ejemplo pionero de mecenazgo por subvención es muy significativo. Hasta unas décadas antes, un músico, por mejor que fuera, era visto por el aristócrata como un servidor encargado de agregar entretenimiento, placer y belleza a su vida, y un elemento más en su ostentación de magnificencia. Ahora, sin embargo, había cambiado la balanza de poder, ya que auspiciar las artes no era meramente un lujo, sino una necesidad. Había conciencia de que los esquemas mercadológicos del capitalismo industrial todavía no eran capaces de sostener la actividad artística altamente especializada que la civilización europea había desarrollado, de modo que el auspicio de la aristocracia era fundamental, y ejercer esa función contribuía a legitimar la nobleza. En los hechos, pasados más de dos siglos, los nombres de los príncipes Kinsky, Lobkowitz y Lichnowsky o del archiduque Rodolfo sobreviven por su asociación con Beethoven mucho más que por sus realizaciones políticas.

El valor de compra de la pensión vitalicia mermó pronto, debido a la fuerte inflación que siguió a las guerras napoleónicas. El aprieto económico fue uno de los motivos para la amargura que pautó sus últimos años. Otras razones fueron la sordera (ya entonces total), la soledad afectiva y la sensación de que, a partir de aproximadamente 1815, muchos del público y de la intelectualidad empezaron a preferir compositores más jóvenes y fáciles, como Rossini y Weber.

Aportes musicales

Desde muy joven, Beethoven se destacó por la originalidad de su material temático y de su escritura instrumental. Se destacaba por la energía rítmica, un aspecto en que su único precedente, Vivaldi (1678-1741), en ese momento estaba totalmente olvidado. A ello Beethoven agregaba una impetuosa agresividad que es, quizá, su rasgo más reconocible.

Es muy común que historiadores y críticos dividan su obra en tres períodos, pero luego se ven en problemas para caracterizar esos períodos de una manera que condiga con la realidad. Podemos incrementar la precisión y reducir la incoherencia dividiendo cada uno de esos períodos en dos y sustituyendo las descripciones generales por el mero señalamiento de la presencia destacada de determinados rasgos. La primera parte del primer período (llamémoslo 1A) serían las obras de la infancia y adolescencia. El 1B vendría a partir de sus Tríos, opus 1 (1795); comprende su etapa como el nuevo Mozart o el nuevo Haydn y se extiende a obras de una notoria originalidad que ya no son el nuevo nadie. De ese tiempo, su obra más recordada debe ser la Sonata casi una fantasía, opus 27, nº 2, conocida como “Claro de luna”, prototipo de una concepción romántica de pieza para piano destinada a funcionar no tanto como discurso, sino como una instalación sonora que genera un clima sugerente: el flujo de los tresillos en la mano derecha, las notas profundas y esparcidas del bajo bien grave, la melodía parca, los claroscuros dados por la alternancia súbita entre mayor y menor, y la intervención eventual de esa figura zigzagueante que sube y baja, todo bañado en resonancia (el pedal constantemente apretado).

La etapa 2A sería la llamada fase heroica de su producción, posterior al diagnóstico de sordera y al testamento de Heiligenstadt. Es su momento más influyente, el de la soledad histórica aludida al inicio de esta nota. Para hacer la Sinfonía heroica (1804), entre otras cosas, Beethoven tuvo que resolver problemas estructurales para sostener una pieza tan larga (unos 50 minutos). La dimensión de la obra no era una mera cuestión de megalomanía: era una condición imprescindible para acentuar el aspecto antropomórfico que la música clásica venía desarrollando, es decir, músicas que emulan procesos psicológicos o narrativos. Aquí los picos de emoción son construidos con recursos que imitan el esfuerzo: un intento sale mal, entonces buscamos otro camino, recobramos el aliento, redoblamos y finalmente accedemos al clímax. Sin esa sensación de tiempo transcurrido, de sustancia acumulada, no se podría justificar el clímax de una crispación sin precedentes: la orquesta a pleno martillando por cinco veces consecutivas un acorde disonante (séptima mayor) que suena como un bocinazo y que desemboca, antes de aflojar, en un acorde aun más disonante. La duración del movimiento permite algo más: generar una historia para el tema principal. Ese tema tiene todos los atributos de un toque militar, pero es presentado de una forma que contradice esa vocación: con una dinámica suave en los violonchelos y con un final descendente y disonante. En el correr de la pieza ese tema irá, poco a poco, cumpliendo su destino: la sonoridad brillante de cornos y trompetas, la dinámica fuerte y un final consonante y ascendente, erecto. En términos de guion cinematográfico, se puede decir que ese tema tiene un arco de desarrollo, sufre un proceso irreversible, termina distinto de como empezó luego de haber pasado por una serie de aventuras, algunas dolorosas y otras placenteras. Esa profundización de la narrativa dramática de la música contribuyó a incrementar el estatus y el atractivo de la música instrumental, que ahora competía con la novela, el teatro y, más adelante, con el cine, compartiendo la potencialidad transformadora o filosófica de esas formas artísticas y trascendiendo la mera función de modular el ánimo momentáneo del oyente.

La duración del primer movimiento de la Heroica estaba obtenida con el procedimiento mozartiano de emplear una profusión de ideas temáticas. Pero el ideal de Beethoven, siguiendo a Goethe, tenía más que ver con la conquista de una organicidad, que fue lo que buscó con la Quinta sinfonía (1808). El motivo inicial de cuatro notas aparece por doquier, no sólo en el primer movimiento. El scherzo engancha con el finale luego de una extensa preparación, en que la música crece desde la esquelética sonoridad de pizzicati hasta la explosión solar del tutti con toda la orquesta haciendo un tema rimbombante. Es un efecto tan fuerte que, para la reexposición, Beethoven lo tuvo que repetir, reiterando una parte del movimiento previo, que surge implantado en el Finale como si fuera un flashback. De esa manera, los movimientos de la obra se volvieron inseparables, ya que están entrañados unos en los otros, y la pieza entera suena como un periplo unificado que va del inconformismo rabioso del inicio a la gloria victoriosa del final.

La relativa tranquilidad propiciada por la pensión vitalicia (1808) dio inicio a la etapa 2B, la fase romántica. Las obras se vuelven más breves y también más líricas, nostálgicas, menos incisivas. Es el momento en que Beethoven más se va a parecer a la generación siguiente, la generación romántica. En ese momento, hay dos invenciones especialmente importantes. Una es la del ciclo de canciones; la canción, o Lied, era un género cercano a lo popular, intimista, breve. Agrandarlo, como Beethoven había hecho con los movimientos sinfónicos, lo hubiera descaracterizado. En A la amada distante (1816), el compositor enganchó seis canciones distintas con una temática común de anhelo amoroso, separación y nostalgia. La canción final rememoraba la primera. Con el ciclo, era posible preservar la sencillez de cada piecita constituyente, generando, en lo global, una obra de mayor alcance. Variantes de ese recurso serían usadas por varios compositores, y, en definitiva, el LP conceptual, que ganaría prominencia en la era del rock, derivó de la idea del ciclo de canciones. El otro invento, que se manifiesta en A la amada distante o en la sonata opus 101 (también de 1816), es el acto de memoria: el regreso de determinada idea musical como si fuera una reminiscencia traída a colación por alguna asociación de ideas, que aparece a veces de manera fugaz y sugiere un nuevo camino a seguir. Esa emulación de la memoria profundizó el carácter antropomórfico (o psicomórfico) de la música.

Su período 3A se caracteriza por la falta de característica o, mejor dicho, por la copresencia de rasgos extremos y muy distintos entre ellos. Aquí surgen sus obras más monumentales (la Missa solemnis, la Novena, las Variaciones Diabelli, la Sonata Hammerklavier) junto con las brevísimas bagatelas: lo más masivo se abre paso junto a lo más exclusivo y casi impenetrable.

La Novena (1824), con cerca de una hora de largo, parecía romper los límites no sólo de duración, sino también del propio género, ya que en el movimiento final intervenían un coro y cuatro cantantes solistas. Esa transgresión sería, de ahí en más, un importante punto de discusión. Para la tendencia más vanguardista de mediados del siglo XIX (Berlioz, Liszt, Wagner), Beethoven estaría demostrando que la noción de género musical había perdido sentido, y de acá en más uno debería componer tan sólo en función de las necesidades intrínsecas a cada idea, sin encuadrarse en modelos ya establecidos.

En la Novena, Beethoven buscó compatibilizar la duración enorme (aun más que la de la Heroica) con la demanda de integración orgánica. El inicio era lentísimo, como una situación estática que paulatinamente iba ganando mayor movimiento. Eso, por un lado, imponía una disposición a un discurso extenso. Por otro lado, un inicio así parecía presuponer un público expectante, silencioso, reverencial, que la obra de Beethoven había contribuido a formar. Sin esa actitud casi religiosa de parte del público, ese inicio carecería de sentido y perdería efecto. El clímax ya no estaba en el desarrollo, sino en la reexposición: el tema principal, cuando regresaba luego del desarrollo, irrumpía como un cataclismo. Es como si se hubiera roto una represa: toda la orquesta tocando en fortísimo, los timbales sosteniendo un rulo atronador y el tema dejándose oír, pero medio ahogado en una masa sonora descontrolada, que sólo poco a poco se iría asentando para devolvernos una atmósfera respirable y límpida. El segundo movimiento fue el prototipo del scherzo malvado. Es juguetón, sí, como lo es por definición un scherzo, pero juega con su propia cara seria, con cierto aire diabólico, medio burlón, medio inquietante. Y el final coral, que contiene la famosa Oda a la alegría; para sostenerse en sus 25 minutos de largo recurría a la táctica, también sumamente influyente, de contener, en un mismo movimiento continuo, todas las distintas etapas que solían constituir una sinfonía entera y algunas más: un inicio calamitoso, un recitativo, la presentación de la idea básica (dos veces, una instrumental y otra cantada), un momento juguetón (como un scherzo), otro bien lento y sentimental (como un movimiento lento), y el vivo y catártico jolgorio final.

Si la Novena crecía hacia afuera, había otras obras, como las Variaciones Diabelli (1823), que parecían crecer hacia adentro. Desde un tema casi ofensivamente bobote, Beethoven da inicio, variación tras variación, a un recorrido lleno de ocurrencias inesperadas hasta que, de pronto, nos percatamos de que estamos en contacto con los sentimientos más sutiles, más delicados, más profundos, más complejos. Pero claro, llegar ahí requiere tiempo, paciencia, confianza, complicidad, concentración.

La etapa final, que sería la 3B, es la de la relativa abstracción. Aquí Beethoven compuso, en forma casi exclusiva, cuartetos de cuerdas (1825-1826). Es un momento desconcertante en su obra, ya que se aparta de la empatía psicológica y parece regresar al concepto preclásico de generar un objeto sonoro interesante. Eso sí, ese interés ya no está determinado por la belleza y las formas convencionales, sino por un algo metafísico, no muy fácil de ubicar. Son obras misteriosas, caprichosas construcciones de sentido esquivo, fascinantes objetos de contemplación y análisis, pero que nunca se volvieron populares porque no es cómodo escuchar algo en lo que cueste tanto entender de dónde agarrarse. Es lindo asociar el carácter algo abstracto de esas obras finales con el desapego de quien adivina estar cerca de la muerte, pero eso parece presuponer un cierto poder premonitorio en el compositor, ya que la enfermedad del hígado que lo mató a los 56 años se manifestó sólo unos meses antes del fin y, a partir de entonces, justamente, ya no pudo componer.

Con su demanda de concentración, paciencia, esfuerzo y apertura a una carga dramática movilizadora, la música de Beethoven puede lucir medio desubicada en la era del trap y del reguetón, pero, por suerte, sigue disponible en miles de grabaciones y, cuando vuelva a existir tal cosa, conciertos. Sin ella es imposible entender aspectos cruciales de la historia de la música. Escucharla es, además, una manera muy vívida y gratificante de entrar en contacto con la sensibilidad que imperaba hace dos siglos. Quienes logren conectarse con ella accederán al privilegio de enfrentarse a algunas de las máximas proezas creativas, intelectuales y sensibles del mundo de la música.

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article16123

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Venezuela: Hasta el 07 de julio estudiantes pueden inscribirse en el Sistema Nacional de Ingreso Universitario

Hasta el 07 de julio estudiantes pueden inscribirse en el Sistema Nacional de Ingreso Universitario

El ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, César Trómpiz, informó este jueves que hasta el 07 de julio, los estudiantes del último año de bachillerato, tienen oportunidad de inscribirse en el Sistema Nacional de Ingreso Universitario, a través de la página web www.opsu.gob.ve y si no tienen acceso a internet pueden hacerlo a través del número 0800 677 87 64.

Durante un contacto telefónico en el programa Café en la Mañana que transmite Venezolana de Televisión (VTV), aseguró que a la fecha se han inscrito 265.069 postulados lo que representa, 75% de la meta.

Trompiz señaló que los estudiantes que vivan en los estados Amazonas o Delta Amacuro, donde es más complejo el acceso a internet, las gobernaciones, alcaldías y el Movimiento Somos Venezuela, viabilizan el proceso.

Puntualizó que el Sistema Nacional de Ingreso Universitario es un  programa gratuito y obligatorio para el ingreso a los estudios superiores.

El titular de la cartera Educación Universitaria, anunció además que el lapso académico de todas las universidades en el país, culminará el próximo 31 de julio.

Al referirse al Plan Universidad en Casa, el cual consiste en el uso de múltiples de plataformas para la relación estudiantes- profesores, indicó que ha permitido la prosecución de los estudios durante la pandemia de la Covid-19.

Proceso Intensivos 2020

El ministro César Trómpiz explicó que prevén que el proceso de intensivos 2020 cuenten este año con una participación superior a la de año anteriores.

Adelantó que la educación universitaria se encuentra en un gran debate nacional a través de las jornadas de Saberes Universitarios, que cuenta con la participación de académicos dentro y fuera del país, de la Federación de Estudiantes Universitarios, la Federación de trabajadores Universitarios de Venezuela, así como profesores, profesoras y la libre asociación en el país, que apuntan hacia un  modelo multimodal de la educación universitaria.

En ese sentido, recalcó que el anuncio de un próximo periodo de reinicio de actividades debe hacerse con la mayor prudencia.

“Vamos a pasar de la tradicional forma de educación presencial a una educación que se va a organizar de múltiples maneras, donde se va a cambiar la presencia viral con la educación a distancia, para preservar los procesos de prosecución y trabajar en la capacidad de rendirle recursos personales a los estudiantes en esta nueva normalidad, y adicionalmente garantizar mayor instrucción en el país”, indicó.

Realizó una convocatoria a todos los estudiantes del último año de bachillerato a incorporarse a la universidad a través del Sistema Nacional de Ingreso Universitario.

Fuente de la Información: https://www.vtv.gob.ve/07-julio-estudiantes-inscribirse-sistema-nacional-ingreso-universitario/

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América Latina: Violaciones de mujeres y niñas producto de un sistema machista donde el Estado y las instituciones muchas veces son cómplices

Redacción: DW

Las violaciones a niñas y mujeres de todas las capas sociales y de todas las etnias, así como de mujeres trans, atraviesa a América Latina y es un fenómeno que se agrava con la pandemia del coronavirus.

La violencia de género es un fenómeno que sigue azotando a las mujeres en los países de América Latina y el Caribe. Todavía resuena en muchos oídos la letra de «Un violador en tu camino», del colectivo chileno «Las Tesis», y las imágenes de la performance de ese mensaje en todo el mundo siguen en las redes sociales. Sin embargo, nuevos casos de violaciones de mujeres y niñas en América Latina vuelven una y otra vez a ocupar los titulares. La violación de una niña indígena embera a manos del Ejército colombiano trascendió recientemente, así, como, a principios de junio, la definición por parte de un fiscal argentino de una presunta violación en grupo a una menor de 16 años ocurrida en 2012 en la provincia argentina de Chubut. El fiscal Fernando Rivarola definió ese delito como «accionar doloso de desahogo sexual», y lo rebajó de «abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal» a «abuso sexual simple». Los cuatro adultos imputados aceptaron, junto con la víctima, un juicio abreviado que los deja condenados a tres años de prisión en suspenso, libres de cárcel.

 

Asimismo, todavía hoy continúa la práctica aberrante del «chineo» o «rameo» en las comunidades indígenas de las provincias argentinas de Formosa, Chaco, parte de Salta y el norte de Santa Fe, en la cual se viola a mujeres menores de edad y adultas para someterlas, en un rito de iniciación sexual que data de finales del siglo XIX y es una de las manifestaciones de racismo y discriminación por género, etnia, edad y condición socioeconómica. Hoy sigue afectando a las mujeres y niñas de las etnias wichí, qom, pilagá, moqoi, tapiete, chorote y chané de esa región argentina. Pero está claro que las violaciones de mujeres, niñas y mujeres trans atraviesa y golpea a toda Latinoamérica.

«Terrible desprotección» de mujeres y niñas indígenas

Las niñas y mujeres indígenas, y también otros grupos de mujeres, están sujetos en Latinoamérica a una triple discriminación: se las discrimina por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres. Se calcula que 25 millones de mujeres de pueblos nativos de América Latina y el Caribe se ven desamparadas y expuestas a la violencia, situación que se ha agudizado con la pandemia del nuevo coronavirus. El confinamiento y la imposibilidad de trabajar han agravado su falta de recursos económicos y, muchas veces, las dejan a merced de la violencia machista en sus hogares, violencia ejercida por parte de sus parejas y/u hombres de la familia o cercanos a ella.

«Nosotras usamos el término ‘violencias’ en plural», dijo a DW la peruana Tarcila Rivera, líder indígena coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), una red integrada por más de 30 organizaciones indígenas de 23 países. «La violencia doméstica, la violencia institucionalizada, la violencia sexual y el racismo, con su expresión en las discriminaciones, en la exclusión en las políticas del Estado y en la distribución de los presupuestos; el ser expulsadas y enajenadas de nuestros recursos naturales y nuestro territorio: esas son las múltiples formas de violencia que sufrimos las mujeres y niñas indígenas. Son formas de una violencia tremenda que daña nuestra autoestima, y limita todas nuestras posibilidades de crecer y acceder a mejores posibilidades», explica. Tarcila Rivera fue, hasta 2019, miembro del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas.

Tarcila Rivera, líder indígena coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), una red integrada por más de 30 organizaciones indígenas de 23 países.Tarcila Rivera, líder indígena coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), una red integrada por más de 30 organizaciones indígenas de 23 países.

En cuanto a la violación de una niña embera en Colombia, perpetrada por miembros del Ejército de ese país, Rivera dice que «las niñas y las mujeres indígenas están en una situación de terrible desprotección, porque no se tiene garantías de seguridad sobre la vida, ni los cuerpos, ni por parte del Estado, como en este caso. El Ejército de un Estado debería velar por la integridad y la seguridad del pueblo. Y, sin embargo, tenemos este ejemplo terrible de Colombia». Y menciona también el caso de una niña de 12 años de la etnia guaraní, comunidad de Manduviyu, en el Departamento de Itapuá, Paraguay, que fue hallada muerta, el 29 de junio, en un maizal, víctima de una hemorragia aguda tras haber sido violada. El sospechoso de haber cometido ese crimen es un hombre de 26 años de su mismo pueblo.

«Prácticas nocivas» que hay que deconstruir

«Las violaciones de mujeres y niñas son hechos que, desafortunadamente, vemos que suceden continuamente en nuestra región y en el mundo, y tiene que ver con las prácticas nocivas hacia niñas y mujeres adolescentes y adultas, producto de una mirada hacia mujeres como mercancía, como objetos sexuales, como mano de obra gratuita», dice Neus Bernabeu, Asesora Regional de Género y Juventud para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en entrevista con DW. En el Informe Mundial de Población de UNFPA del 30 de junio de 2020, se tratan, además de las violaciones, temas como la ablación genital y el matrimonio infantil, este último, la «práctica nociva más recurrente en América Latina y el Caribe».

Neus Bernabeu, Asesora Regional de Género y Juventud para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).Neus Bernabeu, Asesora Regional de Género y Juventud para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

De acuerdo con Neus Bernabeu, en la región, y en todo el mundo, «persiste la idea de que las niñas y mujeres no tienen el control sobre su cuerpo, sobre su vida, sobre su sexualidad. Estas prácticas nocivas son, a veces, costumbres o tradiciones culturales que provocan daños irreversibles en las niñas», añade.

La violencia ejercida sobre el cuerpo y la psiquis de las mujeres es de amplio rango y va desde los castigos, la tortura física y psíquica, hasta la violación, que provoca embarazos y maternidades infantiles forzadas. «Esto está instalado en nuestras sociedades y, no solo no estamos haciendo lo suficiente para erradicarlo, sino que, muchas veces, somos cómplices de esas situaciones», advierte la experta de la ONU.

Autoridades, instituciones, forman parte de un «sistema machista»

La tradición cultural del patriarcado atraviesa todos los estamentos de la sociedad: la política, la economía, la educación y la justicia. ¿En qué medida son cómplices las sociedades, los Estados y la Justicia de este estado de cosas? «Son responsables en varios niveles», explica Bernabeu. «Como Estados, tenemos instrumentos para que se respeten los derechos humanos, y la violencia sexual contra las mujeres está regulada en los marcos legales. Pero muchas veces no se cumple con ese marco legal, porque hay resistencia a hacerlo, o porque los derechos de las mujeres y las leyes que las protegen no se han difundido ni entre las niñas y mujeres, ni entre la ciudadanía en general, ni entre los servidores públicos», agrega.

Eso tiene que ver con el machismo que persiste en nuestras sociedades, según Bernabeu. «Hemos sido criados en ese machismo, y las instituciones y los servidores públicos forman parte de ese sistema. Cuando hay que aplicar la ley, también las autoridades transmiten esa mirada de infravaloración de las mujeres, esa cosificación del cuerpo de las mujeres, y, por lo tanto, no están actuando como debería ser, según las leyes que los mismos Estados han aprobado», subraya. Y dice que «por eso es muy importante cuestionar ese sistema y trabajar para deconstruirlo y construir nuevas masculinidades».

La violación no es un acto sexual, sino un acto de poder

La violencia contra las mujeres toma diferentes formas, sutiles y explícitas, tanto en el hogar como fuera de él. Las violaciones y feminicidios son crímenes de género que tienen como fin, simbólicamente, someter a las mujeres. «La violación», dijo la antropóloga Rita Segato en entrevista con La Vanguardia (14.04.2017), «es un acto de poder y dominación». Y añadió que «debe entenderse que es un error hablar de crímenes sexuales: son crímenes del poder, de la dominación, de la punición. El violador es el sujeto más moral de todos. En el acto de la violación, él está moralizando a la víctima. Yo he trabajado años entrevistando a violadores. Los abogados, los jueces, no están formados, no tienen educación suficiente como para entender qué es un crimen sexual». Según ella, el violador no es un ser anómalo, sino que «irrumpe en un contenido y en determinados valores que están presentes en toda la sociedad». No está motivado por el deseo sexual, sino por el deseo de castigar a la víctima, o de demostrarle a otros hombres su poder. Para ella, lo que se debería corregir es el imaginario colectivo que impera sobre las mujeres y sobre el poder.

Bajo el lema Ni una menos, mujeres en Argentina protestan contra los feminicidios y la violencia machista sexual.Bajo el lema «Ni una menos», mujeres en Argentina protestan contra los feminicidios y la violencia machista sexual.

A la falta de conocimiento de los motivos de las violaciones se suma, incontables veces, no solo la inoperancia de las autoridades y la Justicia -como en el inexplicable fallo del fiscal argentino Rivarola-, sino también la revictimización de las mujeres violadas, en tanto se las culpabiliza de haber provocado la violación, ya sea porque estaban en el lugar en donde no tenían que estar, a horas en las que no debían encontrarse allí, vestidas con ropa que no debían llevar. Ese tipo de inversión de roles que culpabiliza a la víctima y justifica al perpetrador es usual en casos en que las víctimas no cuentan con el reconocimiento como tales, y carecen de la protección que les corresponde para que se respeten plenamente sus derechos.

La violencia contra las mujeres y las niñas -sean indígenas, mujeres negras, mujeres blancas o mujeres trans- golpea con más fuerza cuando estas cuentan con menos recursos económicos y educativos, y no tienen acceso pleno a sus derechos, ya sea porque no los conocen, o porque no se les provee de información sobre ellos. Neus Bernabeu dice que «hay que trabajar por tener marcos legales, servicios de prevención y atención que lleguen a las comunidades, porque muchas veces esas mujeres y niñas están totalmente desprovistas de cualquier tipo de servicio, de salud sexual y reproductiva, de atención de los daños causados por la violencia». Y agrega que «hay que transformar también todos estos imaginarios y estas normas que están instaladas en nuestra sociedad y en nuestras instituciones».

«¿Qué tenemos que hacer para que nuestras autoridades revisen y replanteen el sistema educativo para lograr más igualdad para las mujeres?», pregunta Tarcila Rivera. Para ella, «el deterioro ético en este sentido se da en toda la humanidad, es un tema público. Tenemos más de 250 recomendaciones específicas para que los Estados pongan atención a los derechos de las mujeres indígenas», resalta. Y concluye con una pregunta, apelando, también, a la sororidad: «Si una mujer goza de plenos derechos, y no se la excluye ni discrimina, ¿acaso no querrá lo mismo para todas las mujeres?»

Fuente: https://www.dw.com/es/violaciones-de-mujeres-y-ni%C3%B1as-producto-de-un-sistema-machista-donde-el-estado-y-las-instituciones-muchas-veces-son-c%C3%B3mplices/a-54042209

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En EE. UU. los profesores temen regresar a clases presenciales

América del norte/Estados Unidos/semana.com

El medio especializado Education Week reveló que a más del 75 % de los docentes les preocupa el incremento de los contagios por el retorno a las aulas.

En los diferentes países del mundo la postura respecto a la reapertura de colegios es distinta. Mientras que Dinamarca, Noruega, Islandia, Austria o Corea, e incluso en Wuhan, epicentro de la pandemia, decidieron retomar sus actividades escolares, otros países seriamente afectados como Italia, Bulgaria, Irlanda, España o Túnez determinaron no regresar a las aulas.

Estados Unidos, uno de los lugares más afectados actualmente —registró más de 1.000 muertes por covid-19 en 24 horas—, es un caso especial. A pesar de las cifras ascendentes y el llamado del presidente Trump a retomar la normalidad, algunos alcaldes, como el de New York, decidieron poner fin al año escolar.

Debido a la incertidumbre por el futuro cercano de las clases, el medio especializado EducationWeek encuestó a más de 2 mil maestros, 470 directores y 446 líderes de distrito para saber qué posición tienen respecto al regreso a clases.

El 65 % de profesores consideraron que las escuelas deben permanecer cerradas para evitar más contagios, mientras que el 35 % restante creen que deberían abrir ya para poder regresar más rápidamente a la normalidad. Los datos de la encuesta evidencian que los que apoyan la reapertura son los maestros de bachillerato, más que aquellos con alumnos de niveles primaria y preescolar.

 

Uno de los hallazgos de la encuesta es el temor de los docentes a volver al aula. Uno de cada tres informó que tienen problemas médicos que los pone en riesgo ante el corovirus. Además, el 69 % aseguró que un familiar cercano es población de riesgo.

Education Week también reveló que el 76 % de los encuestados están “algo o muy preocupados” por las consecuencias que podría traer para su salud tener clases presenciales en otoño. 

¿Fracasó la virtualidad?

Algunos estudios han revelado que los profesores sienten que los estudiantes no aprenden en la virtualidad. Según el sondeo de Education Week, el 82 % de los docentes contestaron que trabajan mejor en las escuelas.

Además, el 76 % de los maestros encuestados indicó que la participación de los alumnos disminuyó. Para los docentes, la poca participación provoca que ellos enseñen menos contenido nuevo a sus alumnos.

Asimismo, la encuesta reveló que el 24 % de los educadores no piensan regresar si no hay un buen plan para implementar medidas de distanciamiento social efectivas. Sin embargo, el 35 % creen que estas medidas solo harán más difícil que los estudiantes regresen, lo que provocaría implementar soluciones como sesiones dobles o más trabajo para los docentes.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/estados-unidos-profesores-temen-regresar-a-la-presencialidad-en-las-aulas/683062

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