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Video: La Cultura Evaluativa y las Nuevas Reformas Educativas en el marco de la Pandemia

Por: Otras Voces en Educación
Seminario para discutir el impacto de la tradición neoliberal evaluativa sobre los nuevos intentos de reformas y contrarreformas en el marco de la postpandemia .
Nos acompañaron como ponentes:
*Hugo Aboites (Catedrático de la UAM, México)
• César Valdovinos (Director del CINPECER; Michoacán, México)
• Xavier Diez (Vocero del USTEC, Cataluña, España)
• Darío Balvidares (Autor de “La Educacion en la era corporativa” Argentina)
• Diana Maria Beltrán ( La Roja, ADE, Colombia )
• Luis Sánchez (Secretario General, AEVE, Panamá)
En relatoría: Carlos Munevar
En la moderación: Luis Bonilla-Molina

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España: Movimiento Defensa de Educación Publica se concentra en Mérida contra recortes

Movimiento Defensa de Educación Publica se concentra en Mérida contra recortes

 

El Movimiento por la Defensa de la Educación Pública Extremeña (Depex) se ha concentrado la mañana de este lunes en la Plaza de España de Mérida para reclamar «la reducción de ratios a 15 alumnos», «la ampliación de plantilla (docente) y no los recortes» y «la atención a la diversidad del alumnado».

Así lo ha subrayado Daniel García, de Depex, quien ha añadido que sus «líneas prioritarias» en estos momentos es esa reducción de ratios «mediante la adecuación de los espacios», el «aumento de la dotación presupuestaria especial para los protocolos y gastos de funcionamiento de los centros» y la citada ampliación de plantilla «desde el mismo 1 de septiembre».

Además, en declaraciones a los medios de comunicación, también ha abogado por «la continuidad de los programas que se están llevando a cabo» y «la atención a la diversidad del alumnado que no puede producirse de otra manera que con un ratio menor y más docentes, no menos».

Asimismo, ha apuntado que «las ratios de 20 o superiores a 15» creen que «desoyen los criterios y consejos de la Organización Mundial de la Salud que alerta de posibles rebrotes» algo que, ha dicho, «se está produciendo en algunas partes de España y eso que todavía no hemos abierto las aulas».

RECLAMAN «CALIDAD DOCENTE»

Por su parte, Rosalía Saavedra, también miembro de Depex, ha resaltado que están «reclamando calidad docente» porque se están «encontrando niños muy descolgados» ya que llevan «un desfase de tres meses»; además, la «atención a la diversidad no se está dando» por lo que tienen que «pelear por eso».

«¿Cómo va a ser el nuevo curso? ¿Presencial u online? ¿Qué niños van a ir por la mañana y cuales por la tarde? ¿Cómo se plantean las familias?… Si vamos a tener desdoble de grupos que nos parece bien por el tema de rebajar la ratio, habrá que contratar más plantilla docente, es muy fácil la ecuación», ha espetado.

Igualmente, ha manifestado que si tienen «más alumnado» pero bajan los profesores «hay una diferencia ahí». «¿Con qué se va a compensar? ¿Con la calidad? ¿La calidad educativa no interesa?», ha cuestionado Saavedra.

Finalmente, ha indicado que el objetivo es que la consejera de Educación se siente «a hablar» con ellos y les «escuche» para «decirle cual es la necesidad desde el cole», por ello, ha asegurado que seguirán con los actos reivindicativos el próximo día 22 «en diferentes ciudades» para «ver si así conseguimos aunar fuerza los docentes y al menos que nos escuche lo que estamos proponiendo».

Cabe señalar que la concentración se ha desarrollado en la Plaza de España, guardando las distancias de seguridad y en el transcurso de la misma han reproducido una canción reivindicativa hecha por profesores de música y se ha guardado un minuto de silencio por las víctimas de la Covid-19.

Además, han coreado consignas como ‘la educación no se vende’, ‘menos políticos, más docentes’, ‘Depex no se vende, Depex se defiende’ y han portado carteles que rezaban ‘la educación no se toca’, ‘recortar educación es como ahorrar en cimientos’ y ‘educar y enseñar no es contagiar’, entre otros.

Fuente de la Información: https://www.abc.es/sociedad/abci-movimiento-defensa-educacion-publica-concentra-merida-contra-recortes-202006151506_video.html

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La radio vuelve a ser la escuela de miles de niños en Colombia

La radio vuelve a ser la escuela de miles de niños en Colombia

Bogotá, 13 jun (EFE).– La pandemia del coronavirus ha sido como un viaje en el tiempo para miles de niños colombianos que estudian con la escuela virtual más antigua: la radio, la misma con la que se educaron en los campos sus padres y abuelos y que resurge como alternativa ante la obligada ausencia de la educación presencial.

La cuarentena que comenzó el 25 de marzo cerró las escuelas y obligó a las familias a adaptarse a las clases virtuales, una experiencia que choca con la imposibilidad de acceso a internet de millones de familias y de los propios centros educativos.

El 96 % de los municipios del país no tiene los recursos ni la cobertura para desarrollar cursos virtuales, según un análisis del Laboratorio de Economía de Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana.

“Menos de la mitad de los estudiantes de grado once tienen computador en su hogar”, constata la investigación.

EDUCAR DESDE EL SALÓN DE CASA

Ante la situación, quitarle el polvo a la radio y sintonizar las decenas de emisoras que ofrecen clases en esta coyuntura es una solución para las zonas sin cobertura o para aquellos que no pueden permitirse pagar una tarifa de internet.

En Bogotá, cuatro de cada diez niños no tiene internet en su hogar, según la Secretaría de Educación que impulsó la iniciativa “Aprende en casa”, una web con materiales educativos que se apoyan en clases por televisión, Youtube y radio.

Una de las voces protagonistas es la del locutor Martín Estrada, que recibe a Efe en el estudio adecuado en una habitación de su casa desde donde dicta clase a los más pequeños.

A través de las ondas hertzianas su voz se convierte en una guía para miles de niños los días lunes, miércoles y viernes durante media hora, cuando sintonizan la emisora local Colmundo Radio.

Con 18 programas ha llegado a más de 60.000 niños que escuchan “temáticas sobre biodiversidad, cultura, deporte y aprenden también inglés” explicó.

Estrada contó con el apoyo del estudio de radio de Colmundo FM que se encarga de los aspectos técnicos mientras que él se las arregla como puede para compartir espacio con su esposa y su hijo, con quienes se turna la habitación.

CLASES EN FAMILIA

Su voz viaja hasta el salón de la casa de Diego Mora en el populoso barrio bogotano de Kennedy, cerrado por la alta incidencia del coronavirus.

Sus hijos Isabel y Juan Diego, de 10 y 8 años, escuchan con atención la clase, que les ayuda a no perder el hilo de las asignaturas después de dos meses sin poder ir al Colegio Inem.

Mora afirmó a Efe en su vivienda que las clases por radio le ayudaron a guiar a sus hijos en las “tareas diarias, porque con la radio es como si estuvieran en clase en el salón, en vivo”.

Isabel y Juan Diego a veces le preguntan a su padre por qué no pueden ver la clase en directo y él les responde que “esto no es de ver, es de escuchar”.

MEMORIAS DEL PASADO

Con el método, Diego Mora recuerda su propia infancia en el campo donde asistía a clase también gracias a las ondas radiales. Eran los tiempos de la desaparecida Radio Sutatenza, una emisora que entre 1947 y 1988 alfabetizó mediante clases impartidas diariamente a unos ocho millones de campesinos colombianos.

Por su accidentada orografía, Colombia ha sido siempre un país de radio, no solo con fines informativos sino también de educación y de comunicación entre la gente, y en ese sentido la iniciativa de Radio Sutatenza se convirtió en una de las industrias culturales de mayor impacto social en América Latina y fue incluida en 2013 en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco.

Entonces era más “difícil” porque “si faltabas un día no podías recuperarlo como ahora con el celular; si no estaba uno allí se perdía”, recuerda Mora.

La educación en casa unió a la familia: “antes uno confiaba mucho en lo que le daban en el colegio, les mandaba al colegio y ellos aprendían, pero ahora toca sentarse con ellos, uno interactúa más”, añade.

ACCESO A LUGARES REMOTOS

Con las limitaciones causadas por la pandemia, numerosas radios locales se ofrecieron al servicio público de educar a distancia, llegando a zonas remotas donde no hay energía y mucho menos computadores o internet, como en el abrupto Cañón de Las Hermosas, ubicado entre los departamentos del Tolima y el Valle del Cauca, en el sur del país.

El lugar, de exhuberante vegetación y difícil acceso, fue hasta no muchos años escenario de frecuentes combates entre el Ejército y la guerrilla de las FARC, hoy desmovilizada y convertida en partido político con escaños en el Congreso.

A la iniciativa se sumó también Colombia Estéreo, la emisora del Ejército colombiano, por medio de la cual se imparten clases a más de 700 estudiantes del Instituto Técnico Agropecuario Álvaro Molina, situado en esa zona.

Los docentes hacen las grabaciones, edición y ambientación de las clases en celulares mediante aplicaciones que aprendieron a manejar. El resultado se escucha a las cinco de la tarde, cuando los estudiantes toman clases de español, matemáticas, sociales, ciencias naturales e inglés.

Las ondas de la radio traspasan así las barreras invisibles para el acceso a la educación de los niños y adolescentes en Colombia y consiguen distraerlos del encierro colectivo en que la pandemia tiene al país.

Fuente de la Información: https://laoferta.com/2020/06/14/la-radio-vuelve-a-ser-la-escuela-de-miles-de-ninos-en-colombia/

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Académicos chilenos piden la renuncia del ministro de Ciencia

Académicos chilenos piden la renuncia del ministro de Ciencia

La petición se hizo pública mediante carta abierta, la cual ha sido suscrita por más de 100 personalidades del universo científico y ciudadanos en general.

Investigadores, docentes universitarios y científicos de Chile emitieron una carta abierta denunciando las manipulaciones de las que han sido objeto los datos estadísticos de la pandemia en el país. También pidieron la renuncia del ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve.

El documento cuestiona la lesividad ética que representa el ocultamiento de información sensible para la salud humana.

“El valor y la legitimidad que tiene la ciencia se basa en la responsabilidad, la integridad y la transparencia. Alterar evidencia, ocultar datos, encubrir tendencias o avalar estos comportamientos bajo cualquier pretexto son prácticas reñidas con esa ética”, expresa.

“Esto se agrava si hay vidas humanas involucradas. En el área de la salud, se les enseña a los estudiantes el principio primum non nocere: lo primero es no dañar. Por ello, las faltas que provocan daño y pérdida de vidas humanas son éticamente inaceptables”, agrega la misiva.

Paola Dragnic@PaoladrateleSUR

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/academicos-chilenos-piden-renuncia-ministro-ciencia-20200615-0017.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=10

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Tiempos extraordinarios

Tiempos extraordinarios

Fuentes: Vocesenlucha

Vivimos tiempos tan extraordinarios como extraños. La crisis sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad del Covid-19, ha logrado algo nunca visto. El capitalismo es experto en imponer hábitos de vida y reproducir perversas formas culturales. Sin embargo, el SARS ha transformado los hábitos de la mayoría de la población mundial a una velocidad insólita.

Podríamos pensar que es atrevido vincular esta pandemia con otro tipo de epidemia llamada capitalismo. Más allá de teorías conspirativas que sitúan el origen del virus en laboratorios estadounidenses o chinos según la posición ideológica, cada vez son más las evidencias científicas que lo relacionan con un origen animal. En tal caso, el actual modo de producción agropecuario (agrotóxicos y cría intensiva de animales), es un factor muy probable de transmisión de esta y otras enfermedades de animales a humanos.[1]

Si algo está evidenciando este virus, es la diferente reacción de los países ante la amenaza. El aislamiento temprano priorizando la vida a la economía, demuestra eficacia como medida de contención. Unido a esto, la fortaleza, debilidad o ausencia en las diferentes realidades nacionales de eso que podemos llamar la arquitectura del cuidado colectivo. Es decir, los servicios públicos.

El Estado de Bienestar europeo arrastra hace décadas un proceso de descomposición. España es un buen ejemplo. La creciente privatización de la salud y el fortalecimiento de sistemas privados es proporcional a la precarización del sistema público, penetrado por las empresas mediante el mecanismo de la subcontratación en la gestión de servicios. Las listas de espera aumentan y hay que priorizar casos, desahuciando vidas. En esa situación llega el Coronavirus a España. Tras una lenta reacción, la infección se dispara. Los centros de salud se desbordan. Los seguros privados se lavan las manos. No atenderán la enfermedad. El desastre sanitario inunda las pantallas del mundo. Los médicos deben elegir a quién salvar. España se convierte en el segundo país del mundo en número de contagios confirmados. Hoy se acerca a los 290.000 casos y los 27.000 fallecidos.

En otras latitudes del planeta, el virus también ha llegado, aunque más tarde y en condiciones diferentes. Bárbara Batista es profesora de un Círculo Infantil en Nuevo Vedado y vive en un barrio popular de Marianao, municipio de La Habana. En Cuba se valora enormemente la experiencia, por eso los mayores de 65 años pueden seguir trabajando y aportando a la comunidad. Cuando se descubrió el primer caso de Covid en Cuba, en 3 turistas italianos el pasado 10 de marzo, se envió a todos los mayores de 65 años a sus casas para garantizar su seguridad. “Solo los militares y altos cargos del gobierno con puestos de gran responsabilidad, siguieron trabajando”, nos cuenta Bárbara, quien está en ese primer grupo que tuvo que guardar cuarentena. Dos meses y medio después, con más de 2.000 casos confirmados y 83 fallecidos, toda la población, salvo trabajos esenciales de cuidado, está en sus casas. Bárbara sigue desarrollando su labor docente con trabajo virtual, enviando actividades por teléfono a sus niños en coordinación con los padres.

¿Cómo vive un país bloqueado esta crisis? “Hay mucha unidad entre la gente”, cuenta Bárbara. “Yo hago frijoles, me falta harina, le pido a María, la vecina, y ella dice: `mañana yo cocino los frijoles´”. La solidaridad en los barrios de Cuba no solo se expresa en ese tejido informal. Las organizaciones comunitarias barriales, como los CDR, asumen el cuidado llevando insumos y alimentos a las casas de la población más vulnerable como personas mayores o embarazadas. “Se están tomando muchas medidas para prevenir. Los muertos hasta ahora son personas con antecedentes muy graves”. Se han habilitado las universidades para casos que deben guardar aislamiento. Allí, son cuidados y atendidos médicamente por personal de salud que trabaja 14 días y se aísla otros 14 para evitar extender la enfermedad. Los universitarios apoyan, voluntariamente, con la cocina y la limpieza.

Todas las noches, a las 9:00, Bárbara, como casi toda Cuba, sale al portal a aplaudir al personal médico. Con el fondo musical del televisor cantando versos como esos de Buena Fe que dicen “Qué estoy haciendo aquí /Amando a este país como a mí mismo / No, qué va / no hay heroísmo/ Vine a darle un beso al mundo y nada más”, el pueblo emocionado aplaude a sus `antihéroes´.

Uno de esos `antihéroes´ es el Doctor Oscar Villa, especialista en Gastroenterología y Responsable de la consulta de Intestino Delgado y Enfermedades Malabsortivas en el Instituto de Gastroenterología de La Habana. Hasta allí se desplaza en vehículos habilitados para trabajadores desde el municipio 10 de octubre, donde vive. “En mi casa solo salgo yo, descanso solo 4 horas al día. Me levanto a trabajar, regreso a buscar los alimentos de mi casa en un punto específico, salgo a ver los pacientes mayores que lo necesitan y regreso a trabajar en la casa en las investigaciones y docencia”.

La prevención es la base de la medicina cubana. Estudiantes de medicina se desplazan a los barrios, informan y consultan casa por casa por la salud. De detectarse casos con síntomas, un médico visita el lugar. “Cuando hay un positivo, se le realiza el test a todos los contactos. Si hay un área comprometida, se hace a la población del área. Cuando una cuadra, manzana, barrio o incluso municipio entero entra en cuarentena, se les garantiza la alimentación para que no tengan que salir a nada. Se suma a las brigadas de atención todo el pueblo que pueda, jóvenes principalmente, ya sean estudiantes o trabajadores. Se les ha garantizado los medios de protección, pero a su vez, el mismo pueblo ha empezado a coser nasobucos, crear caretas protectoras y lo regalan, en especial al sector de la salud”, relata el doctor. La televisión en Cuba siempre ha jugado un rol como herramienta de educación popular. Hoy, “está constantemente dando orientaciones del cuidado, profilaxis y cómo superar los posibles trastornos psicológicos que provocan las cuarentenas”. De la misma forma, “se están dando clases de todas las asignaturas por años de escolaridad, desde primaria hasta pre universitario”.

Madrid es la ciudad del mundo con mayor número de muertes por millón de habitantes. Sin embargo, el Partido Popular, que gobierna Comunidad y Ayuntamiento, pretende entrar en la Fase 1 de la cuarentena. El ministerio de Sanidad rechaza semejante locura. Ante el colapso sanitario, Madrid tuvo que habilitar un hospital de campaña que parecía más un campamento militar. El 1 de mayo pasado, prohibidas las manifestaciones por el día de los trabajadores, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, clausuró ese hospital improvisado con una especie de fiesta multitudinaria del abrazo por el trabajo realizado, invisibilizando que la sola existencia de ese lugar era la manifestación de un fracaso. La misma presidenta, ante las críticas por su decisión de repartir `comida basura´ a los niños más empobrecidos, respondió que “mejor comida basura que el menú de Venezuela”.

Al otro lado del charco, Venezuela vive la cuarentena con un nuevo sobresalto, un intento de invasión iniciado por mercenarios entrenados en Colombia por una compañía de seguridad privada radicada en La Florida. Semanas atrás, EEUU acusó a Venezuela de suponer un riesgo de contagio para la Región. Cuando se detectan los primeros 5 casos de Covid, sin ningún fallecido, Venezuela toma las primeras medidas. El 17 de marzo se decreta la cuarentena y se prohíben los vuelos desde Europa y Colombia, origen de esos primeros afectados. Hoy es uno de los países de la Región con menos contagios y muertes, con alrededor de 1500 casos confirmados y 14 fallecidos en un país de casi 30 millones de habitantes.

Ángel González vive en Barquisimeto y tiene años de experiencia y acompañamiento en el área de la infancia. Desde la Coordinadora Regional de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores, CORENATs, de la que es fundador, desarrollan trabajo de formación y educación en barrios populares.

Para Ángel, además de la rápida respuesta del gobierno, que desde la llegada del virus a América Latina desplegó una gran campaña informativa, es importante el rol de la población en la contención de la enfermedad, tanto en la actitud de respeto a las medidas decretadas como mediante la existencia de organizaciones populares, creadas “para el desarrollo de políticas públicas en diferentes áreas, a nivel educativo, comunitario, salud,…”. Organizaciones comunitarias como los Consejos Comunales, UBCH y CLAP, “se han coordinado con estructuras institucionales como los CDI y los módulos de atención médica, el Barrio Adentro… Por ejemplo, los recorridos casa por casa de los médicos comunitarios en compañía de estas organizaciones que conocen la realidad han sido claves para la contención”. De la misma forma, destaca, este tejido comunitario ha permitido el suministro tanto de alimentos como de medicinas. “De no existir estas estructuras organizativas hubiese sido mucho más difícil poder dar respuesta a las comunidades frente al tema de la pandemia, dada la situación económica que tenemos en Venezuela producto de la guerra económica y el bloqueo”.

Estos tiempos extraordinarios tienen la virtud de convertir en extraño lo que debería ser normal y normalizar lo extraordinario. Los países capitalistas roban cual piratas material sanitario para la protección ante la pandemia [2]. ¿Es normal? Trump afirma que el Covid “está bajo control” y recomienda inyectar desinfectante. Bolsonaro afirma que el virus es una pequeña gripe. Ambos países son líderes mundiales en contagios. ¿Es normal? Hoy salir a un parque es extraordinario. Y lo vivimos extrañados. Es lo normal. Sin embargo, ¿Llegaremos a normalizar esta realidad de excepción?

En España el índice de suicidios en personal médico ha aumentado en los últimos años, en especial en mujeres, destacando la profesión médica sobre otras. ¿Es normal o tiene relación con la reducción de plantillas y la mayor carga de trabajo producto del desmantelamiento del sistema público?

La palabra público procede de publicus, que a su vez deriva de populicus, lo que pertenece al populus. La cosa pública, pues, debe contemplar a todo el pueblo. A todo. Bárbara relata cómo se emocionó ante un acto de solidaridad y humanismo. “Hoy me dieron ganas de llorar. Hay una señora que vive cerca de acá que siempre anda sucia… A ella le dan desayuno, almuerzo y comida en un comedor comunitario del Estado. Ahora, con el Covid, le traen la comida a casa. Hoy los muchachos llegaron con un carretón tirado por un caballo que los dueños han puesto a disposición de los estudiantes de la universidad y otros trabajadores para llevar los alimentos”.

“Una cosa que están diciendo es que aquí en Cuba se pasa hambre. Aquí nadie se acuesta sin comer, aunque no trabaje”, continúa Bárbara sin disimular su enfado. “Todos los días hay harina, viandas, ensaladas. El agro siempre está surtido y muy económico. El gobierno está controlando las situaciones de acaparamiento, porque hay gente que quiere sacar provecho de la situación”. Ahora se han habilitado compras virtuales por teléfono con un incremento de 60 centavos por encima del precio por el servicio de llevarlo hasta la casa. “Yo hoy compré detergente y jabón. Intento salir lo mínimo”, cuenta.

La maquinaria cultural es experta en generar demonios. Crea matrices de opinión internacional que convierten procesos vivos como el de Cuba o Venezuela en monstruos represivos, subhumanos. Es la deshumanización del otro, la demonización. Eliminar lo monstruoso siempre estuvo bien visto.

“Han llegado a decir que Cuba y China se han puesto de acuerdo para crear esta enfermedad y vender el Interferón”, comenta Bárbara. El Interferón es un medicamento cubano con grandes resultados en el tratamiento de la enfermedad. Sin embargo, debido al bloqueo contra Cuba, pocos países lo utilizan.

Desde realidades donde el imaginario individualista ha calado, es difícil entender la importancia del cuidado colectivo. El Doctor Oscar relata cómo “en Colombia hay médicos que se han quejado de que les han negado la entrada a los centros comerciales por miedo. Aquí ha sido lo contrario, los médicos llegan y les dan prioridad en las colas para que salgan rápido y descansen. Ahora se empezaron a distribuir módulos de comida y aseo por centros de trabajo para que nadie tenga esa preocupación”.

El médico cubano está hecho de otra pasta. No por generación espontánea, sino por formación. 26 brigadas médicas desplegadas en 24 países del mundo combaten el Covid-19. Bárbara relata: “estamos rezando para que no se enferme ninguno. La Brigada de Lombardía está en el ojo del huracán. Italia ha mostrado su agradecimiento a nuestros médicos”. El ejemplo médico cubano rompe el cerco internacional. Gran Bretaña pide que se levante el bloqueo a Cuba y expertos de la ONU instan a EEUU a eliminar las sanciones durante la pandemia. EEUU responde obstaculizando la llegada a la isla de respiradores artificiales y medicamentos. “Nosotros estamos orgullosos de nuestros brigadistas. Al fin y al cabo, esa es la bala más dura de nosotros. Ellos ya estuvieron combatiendo el Ébola”. Es el ejército de batas blancas. El contingente Henry Reeve está especializado en situaciones de desastres y graves epidemias. Hoy se está proponiendo para el premio Nobel de la Paz.

“Ustedes son héroes de la clase trabajadora”, le comentamos al Dr. Oscar. “Todos lo somos, el pueblo trabajador es un todo”, afirma. “En España se critica que los médicos en Cuba cobren un salario similar a otros trabajadores”. Se queda pensando y responde: “Yo salvo vidas, pero llego rápido a un hospital en ambulancia para hacerlo, ambulancia que diseñó un ingeniero mecánico, la armó un mecánico con piezas que hizo un tornero, fuimos rápido y sin peligro por un puente que hizo un ingeniero civil y llegamos a un hospital construido por varios ingenieros y albañiles. Todos somos necesarios, todos salvamos esa vida”. Qué decir ante esto.

En estos tiempos extraños y extraordinarios, se cantan loas al individuo y se aborrece la comunidad. Esta epidemia evidencia las otras pandemias que amenazan al ser humano. El tejido comunitario no solo sirve para combatir al SARS, también previene de otros virus. Lo hemos visto estos días en Chuao, un pueblito de pescadores de la costa venezolana que, junto a la policía regional, logró detener el ataque de un grupo de terroristas con armas de alto calibre y equipo militar, amarrarlos y capturarlos. En medio del desastre sanitario mundial, la agresión económica contra el pueblo de Venezuela no ha cesado, “muy por el contrario, los poderes mundiales, en especial el gobierno de EEUU, con sus aliados internacionales, han considerado que es una ocasión ideal para aumentar el nivel de presión. Esto ha significado en lo concreto mayor bloqueo en las finanzas, el bloqueo constante en la adquisición de medicamentos…”, relata Ángel Osiel. Dificultades que hace rato vienen enfrentando organizaciones comunitarias como la CORENATs, que desde hace 17 años organiza a niñas, niños y adolescentes trabajadores (NATs) en el campo y la ciudad. “En el tema de la producción y la soberanía alimentaria, venimos desarrollando propuestas productivas para generar mecanismos de dignificación de la vida de los NATs y sus familias”. De la misma forma, desde la llegada del Covid, los propios niños y colaboradores se incorporaron a la campaña de sensibilización, prevención e información ante la enfermedad.

Es la otra Venezuela. La otra Cuba. Esas que los medios normales invisibilizan y tratan como anormales. Esta realidad pandémica deja muchas lecciones y puede que más transformaciones. La arquitectura del cuidado colectivo atañe a lo comunitario y sin duda al Estado, que hoy evidencia su papel. Los países que ponen en el centro la vida digna son convertidos en anormales por la industria cultural de los países que deciden poner en el centro al capital, que reparten lecciones de normalidad.

En estos tiempos tan extraordinarios como extraños, deseamos regresar a la normalidad. Cuando así nos expresamos, nos referimos a la normalidad de antes de la pandemia, que tiene mucho que ver con la actual anormalidad. Nadie quiere normalizar esta excepción. Sin embargo, ¿deseamos regresar a esos tiempos normales en que la bestialización se normaliza y la vida digna se asume anormal?

Notas:

1 Ver texto de Guillermo Cieza, Coronavirus, modo de producción agropecuario y crisis alimentaria, en vocesenlucha.com

2 Ver artículo de Luis Hernández Navarro, “Coronavirus y piratería imperial”, La Jornada, 7 de abril 2020

Vocesenlucha. Comunicación popular. Pueblos América Latina, el Caribe y Estado español

vocesenlucha.com

Fuente de la Información: https://rebelion.org/tiempos-extraordinarios/

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La COVID-19 fuerza a cuatro millones de niñas a dejar la escuela

La COVID-19 fuerza a cuatro millones de niñas a dejar la escuela

La pandemia se une a la violencia como causas de abandono escolar, que suma 262 millones de menores en el mundo

Rosa Carvajal

Anzoo tiene 17 años y es la más alta de su clase. Ella acude a asignaturas de recuperación con compañeros de doce años porque perdió tres cursos debido a que su familia se vio obligada a huir de la violencia de Sudán del Sur. «Esta es mi única oportunidad de ponerme al día con todo lo que perdí», comenta. Cuando atacaron su escuela por primera vez, ella se escondió, pero muchos niños fueron capturados por los militares y el centro cerró durante meses. El segundo ataque fue en el pueblo, por lo que el colegio tuvo que habilitarse como refugio y se suspendieron las clases. En un último ataque varios hombres armados invadieron las aulas; afortunadamente ella pudo escapar hacia la noche y caminó durante meses, hasta que llegó al campamento actual. Desde que comenzó el conflicto en el país, se han destruido, dañado u ocupado una de cada tres escuelas. Muchas de ellas se utilizan como cuarteles o centros de reclutamiento de niños soldado.

Para Anzoo, la escuela más cercana está a 25 km, por lo que camina durante tres horas para llegar, lo que aumenta sus riesgos de sufrir violencia en el camino, por lo que comenzó su educación en el centro de Plan International, a solo diez minutos de su casa. Aprende matemáticas, escritura y conocimientos básicos sobre sus derechos y principios elementales de higiene, hasta que se ponga al día y pueda seguir con su educación formal: «Por ahora, esta es mi escuela», dice.

Kholud también se vio obligada a dejar sus estudios por culpa de la violencia en su país. Tiene diez años y es la más pequeña de su familia. En 2011 se vio forzada a dejar el colegio, estaba en cuarto de primaria y tenía sólo tres años cuando tuvo que huir de Siria con su familia debido a la guerra civil. Se refugiaron en Trípoli, una ciudad al norte del Líbano afectada por un pasado conflictivo entre sus habitantes: una amplia mayoría suní y una minoritaria comunidad alauí. El conflicto fue neutralizado por el Ejército libanés en 2014, pero dejó en la zona una escasez notoria de recursos básicos para la formación de niños y niñas.

A pesar de los obstáculos, Kholud está decidida a seguir sus sueños, formarse y convertirse en abogada. Por eso se ha unido al Programa de Habilidades para la Vida de Plan International en coordinación con la René Moawad Foundation. «Quiero ser abogada para poder defender los derechos de todas las personas y convertirme en una persona útil para mi comunidad», explica Kholud.

En 2017 había un total de 262 millones de niños sin escolarizar, lo que representa una quinta parte del número total de niños y niñas en edad escolar en todo el mundo. El número de niños sin escolarizar en edad de asistir a la escuela primaria disminuyó de 101 millones en 2000 a 62 millones en 2008, pero los progresos se han estancado desde entonces. Del total de la población escolar de todo el mundo, se estima que actualmente el 89% no están yendo actualmente a clase por motivo de los cierres escolares. Esto supone 1.570 millones de niños y niñas en educación primaria, secundaria o universitaria, incluyendo 743 millones de niñas. Más de 111 millones de niñas viven en los países menos desarrollados, donde acceder a la educación antes de la pandemia ya suponía un desafío. En Malí, Níger y Sudán del Sur, tres de los países con menores tasas de matriculación, los cierres por la COVID-19 han forzado la salida de las escuelas de cuatro millones de niñas.

Más financiación

El acceso a la educación es un derecho de todos los niños y niñas del mundo y desafortunadamente no se garantiza, explican desde la ONG Plan Internacional. Garantizar una educación de calidad gratuita y equitativa, es uno de los objetivos marcados por la ONU en su Agenda 2030 (ODS 4). «Es fundamental financiar la educación, con recursos económicos y humanos, además de infraestructuras seguras y adecuadas, especialmente allí donde es más necesario y existen mayores barreras de acceso, y para los colectivos más vulnerables, como los niños y niñas en situación de pobreza, con discapacidad, de minorías étnicas, migrantes, de zonas rurales y aisladas, y de países afectados por crisis, conflictos y emergencias», explica Benjamin Thiberge, director de programas internacionales de Plan Internacional.

Más de la mitad de los niños que no están matriculados en la escuela vive en África Subsahariana, lo que la convierte en la región con mayor número de niños sin escolarizar de todo el mundo. Y esta región tiene una población muy joven, por lo que en 2030 tendrá que proporcionar educación básica a 444 millones de niños de tres a 15 años, que es 2,6 veces el número de alumnos matriculados a día de hoy.

Fuente de la Información: https://www.larazon.es/economia/20200614/cikon4z7n5aadkaaxeoi5gc4n4.html

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Argentina: Buscan alternativas que permitan la habilitación de jardines maternales

Buscan alternativas que permitan la habilitación de jardines maternales

El secretario de Educación de Santa Fe Víctor Debloc, sostuvo que «desde el Ministerio de Educación se comprende la dificultad laboral y productiva que atraviesan todas y todos los trabajadores de las guarderías, jardines maternales y centros de cuidado infantil».

Cabe destacar que los jardines maternales dependen de la ley nacional de Educación. Por lo tanto es Nación quien tiene que habilitar su funcionamiento. No obstante, la provincia está trabajando en la temática y las autoridades recibieron a las personas que se manifestaron frente a Casa de Gobierno.

En tal sentido, Debloc aclaró que “la crisis sanitaria provoca consecuencias que todos padecemos, por ello hay que tener en cuenta que los epidemiólogos y especialistas, tanto en Nación como en la provincia, son los que definen las aperturas o no. La provincia está trabajando junto a las autoridades nacionales para buscar las alternativas que permitan algún tipo de excepción para habilitar a este sector”.

Debloc brindó detalles del regreso a las aulas provinciales y sostuvo que “estamos trabajando en conjunto con los Ministerios de Educación y Salud de la Nación, con el Consejo Federal de Educación y con el Ministerio de Salud de Santa Fe para avanzar en el armado de protocolos sanitarios preventivos, que serán herramientas claves para el pensar el regreso a las aulas”.

Al respecto, el funcionario señaló que “el ministro Trotta y nuestra ministra Adriana Cantero han sido muy claros cuando manifiestan que después del receso invernal o al inicio de agosto será el momento de volver a las escuelas”.

En tanto que, respecto a las alternativas que se manejan para el reinicio de la presencialidad escolar, Debloc subrayó que “a nuestra provincia, en general, le está yendo muy bien en el manejo de la crisis sanitaria y no podemos descuidar en el momento de volver a la escuela, la salud de nuestros niños, niñas y adolescentes”.

“Estamos manejando los documentos preliminares de Nación que plantean escenarios áulicos con 15 alumnos como máximo y, en ese contexto, desde la cartera educativa pensamos que el regreso a la escolaridad presencial deberá iniciarse con los primeros grados por la cuestión de la escritura; los séptimos grados por su promoción a otro nivel educativo y los que finalicen la educación secundaria, sean de quinto o sexto año, para continuar con sus trayectorias educativas en el nivel superior o insertarse al mundo laboral”.

Para finalizar, Víctor Debloc manifestó que “no sólo se trabajan con los equipos técnicos y pedagógicos sino también con los gremios docentes y de trabajadores estatales, porque ellos tienen mucho para aportar desde sus miradas y desde su trabajo territorial para permitir poner a la educación en cuidado con lo sanitario porque lo determinante es la salud pública”.

Fuente de la Información: https://www.unosantafe.com.ar/santa-fe/buscan-alternativas-que-permitan-la-habilitacion-jardines-maternales-n2590913.html

 

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