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Niños, datos y restricciones tecnológicas en la educación

Por: Cuba debate

En Europa existe desde hace años una preocupación creciente por el uso de los datos de sus ciudadanos que realizan las grandes corporaciones tecnológicas; más aún cuando afecta a menores. Por eso, de manera aislada, se fueron tomando algunas decisiones a nivel regional en materia de plataformas educativas: una de las que lo hizo es Cataluña, que terminó abandonando Google Classroom en beneficio de otras plataformas que den más garantías.

Pero ya hay señales de un cambio sistemático desde la implementación de la nueva Regulación General de Protección de Datos (conocida como GDPR, por su sigla en inglés) que busca reducir la cantidad de datos que se almacenan con fines comerciales en servidores de las grandes corporaciones, sobre todo estadounidenses. En este conflicto se cruzan cuestiones vinculadas con la privacidad, pero también pedagógicas y de desarrollo local.

Datos, datos y más datos

Las grandes corporaciones tecnológicas necesitan expandirse permanentemente hacia nuevos espacios para seguir creciendo. Por eso avanzan hacia sectores con recursos, y la educación es uno de ellos: allí los Estados invierten fortunas y tienen problemas para modernizarse. Por ese motivo las empresas ofrecen sus plataformas educativas: Google Classroom, Apple Classroom y Schoolwork de Microsoft son algunas de ellas, a las que se suma Amazon con sus servicios de alojamiento y procesamiento en AWS.

Todas estas empresas no solo ofrecen un servicio llave en mano, sino que también permiten automatizar tareas con inteligencia artificial (IA) para, por ejemplo, detectar tempranamente dificultades de aprendizaje o potenciales abandonos escolares.

Más allá de las dudas que existen sobre la precisión y confiabilidad de la IA para tareas tan delicadas con menores, existe preocupación porque los datos de millones de niños pueden usarse para otros fines. Por ejemplo, al procesarlos con IA se detectan patrones que indican con cierta precisión qué, cuándo y cómo vender un producto, pero también calcular un precio o hacer más rentable un juego. La cantidad de datos es importante, pero la variedad es fundamental para hacer perfiles más detallados y, por lo tanto, más útiles, es decir, más rentables para estas empresas.

Por otro lado, las tecnológicas pueden ofrecer precios muy bajos para así ser elegidas y acostumbrar a los usuarios desde pequeños a las herramientas de una empresa. Las plataformas están vinculadas a su vez con un hardware determinado (como iPads o Chromebooks), sistemas operativos (como iOS, Windows o ChromeOS) y, obviamente, a empresas que quieren atraer nuevos usuarios desde temprano a sus jardines cerrados para mantenerlos allí.
Por otro lado, la pandemia aceleró la necesidad de resolver instancias de virtualización de la educación como nunca antes, una oportunidad que las grandes corporaciones aprovecharon de manera masiva, pero no sin resistencias.

Nueva regulación

En ese contexto, Europa aprobó en 2016 la ley que regula el uso de los datos privados de sus ciudadanos. Si bien entró en funcionamiento en 2018, los mecanismos de las grandes empresas para recolectar datos son muy variados y opacos, por lo que no resulta simple comprender, detectar y hacer recomendaciones específicas para cada área. Una de las normas establecidas en la GDPR es que los menores de 13 años no pueden consentir en que sus datos sean recopilados. Europa también necesita proteger a sus empresas del crecimiento veloz de las grandes corporaciones de los Estados Unidos.

En este marco surgen iniciativas aisladas, pero recurrentes. Por ejemplo, el Ministerio de Educación de Francia pidió a las escuelas que no usen más la suite de Microsoft Office 365 debido a que no está claro si da las garantías previstas por la nueva normativa. Además menciona el riesgo de que la información que se acumula en los servidores pueda ser utilizada para tareas de inteligencia, algo probable como hizo saber el exespía de la NSA, Edward Snowden.

En 2021, el Gobierno de los Países Bajos publicó un reporte con los diez riesgos principales para los usuarios del Workspace de Google. Este año el Ministerio de Educación decidió imponer restricciones al uso del sistema operativo de Chrome, que hace la mayoría de las operaciones en servidores de Google con el usuario permanentemente identificado. Debido a la falta de garantías acerca de que la empresa cumple con lo previsto por la nueva legislación y de cuestiones de ciberseguridad, a partir de agosto de 2023 el uso de esta herramienta será restringido. El Gobierno también mantuvo reuniones con Microsoft y Zoom para analizar estas cuestiones.

En noviembre de este año, la autoridad alemana responsable de la protección de datos también expresó preocupación en un informe acerca de la compatibilidad de Microsoft 365 con las normativas vigentes. Microsoft cuestionó la validez de la investigación.

¿Se trata de una tendencia? Ben Williamson, investigador de la Universidad de Edimburgo y especialista en el tema, explicó a Acción: “Incluso con el GDPR como instrumento regulador europeo, en este momento solo estamos viendo intervenciones nacionales dirigidas por agencias gubernamentales o de protección de datos individuales, en lugar de enfoques de toda la UE para controlar las grandes tecnológicas en la educación”. Sin embargo, para Williamson, el tiempo juega en contra: “Mientras tanto, los operadores de Big Tech se están afianzando cada vez más en los sistemas educativos y las escuelas dependen cada vez más de ellos”.

Alternativas

Debido a la pandemia se amplió la reflexión acerca de la “plataformización” de la educación. El debate acerca de la privacidad es candente en Europa y es probable que repercuta en otros países del mundo.

Pero, ¿existen alternativas? La mayoría provienen del software libre (SL), que cuenta con numerosas ventajas aunque puede resultar más trabajoso de implementar en un primer momento.

El SL da mayores de garantías de privacidad porque puede instalarse en servidores propios y controlar el acceso de manera directa. Otra de sus características es que permite adaptarlo a las particularidades de una escuela o un curso. No menor es también la cuestión de que todo ese trabajo se puede hacer localmente, preservando divisas, generando trabajo y, sobre todo, conocimiento.

Otro aspecto relevante es que ya existen plataformas educativas que se pueden utilizar sin necesidad de pagar licencias. Una de las más conocidas es Moodle, que además se puede integrar con sistemas propios para administrar los trámites de estudiantes, docentes e instituciones, como ocurre, por ejemplo, con el Sistema Informático Universitario utilizado en Argentina.

En resumen, también la educación está experimentando la presión de las corporaciones tecnológicas para transformarlas en otro mercado propio.
Mientras tanto, los operadores de Big Tech se están afianzando cada vez más en los sistemas educativos y las escuelas dependen cada vez más de ellos.

(Con información de Acción)

Fuente de la información e imagen:  http://www.cubadebate.cu

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Inteligencia artificial y educación

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que avanza a paso firme y tiene el potencial para cambiar paradigmas en la educación. Desde un tiempo a esta parte, los problemas educativos no encuentran solución, tal el caso de los resultados de aprendizaje de las evaluaciones Aprender, por ejemplo; muy por el contrario, cada prueba revela la falta de aprendizaje en áreas criticas como la matemática o lengua. Se hicieron esfuerzos para revertir la tendencia; algunos más onerosos que otros, pero la realidad indica que no tuvieron efectos significativos: no fueron eficaces. También ocurre lo mismo si pensamos en la deserción y abandono en el nivel secundario. Si seguimos con las mismas recetas y métodos es probable que los resultados sigan siendo similares. ¿Puede la IA hacer aportar soluciones para esto? Estoy convencida que sí, y mucho.El potencial de internet para la educación es inimaginable. Hoy la mayoría de los niños y jóvenes tienen la posibilidad de disponer de dispositivos digitales como un celular, PC, tablets, acceder a plataformas educativas, etc. y muchos con conexión a internet. El aprovechamiento que se podría hacer de estas herramientas es inimaginable porque las “huellas digitales” que se podrían estar capitalizando para mejorar la educación son infinitas. Según datos de Indec, el 64,2% de los hogares tiene acceso a una computadora, y el 90,4% tienen acceso a internet. En Salta 1.135.455 personas tienen acceso a internet de los cuales 1 millón son móviles. En la Argentina, 87 de cada 100 personas utilizan internet y 88 de cada 100 usan teléfono celular. El uso de las TICS es elevado, cualquiera sea el nivel educativo. Aunque también hay que destacar que no siempre la calidad es la misma como tampoco la velocidad. La actividad comercial es la que más utilizó y creció utilizando estas herramientas; el comercio electrónico sigue en alza después de la pandemia, año en que se produjo el boom de compras on line; los compradores son cada vez más.

El área educativa es más resistente; si bien la pandemia nos sumergió en el mundo digital y de las plataformas cuando se cerraron los establecimientos educativos, al volver a la presencialidad se nota cierta resistencia a continuar trabajando con las herramientas digitales, principalmente en los niveles primario, secundario y superior no universitario. Muchos no la ven como solución a muchos problemas, entre ellos, al de aprendizaje o la gestión institucional.

Imaginemos por un momento que en la plataforma educativa a la que accede el alumno para estudiar o en los dispositivos que utiliza, accediera a contenidos educativos personalizados con las posibilidades de dialogo y tutoría virtual para despejar dudas le llegaran clases puntuales, por ejemplo, de matemática en base a los errores que tuvo en una evaluación, o cursos y ejercicios para fortalecer sus falencias en cualquier área: lengua, ciencias sociales, etc., todo basado en sus necesidades particulares. La IA puede hacerlo posible y llegar a ser una herramienta importante para el sector educativo y con un potencial insospechado ya que su integración con otras tecnologías permitiría entender y adaptar la educación las necesidades del estudiante facilitando la personalización de la enseñanza.

En este sentido la IA puede ser muy útil para personalizar el aprendizaje, brindando contenido adaptado a su nivel y ritmo de aprendizaje individual (lo que conocemos como aprendizaje adaptativo), también ayudaría a evaluar el progreso de los alumnos y proporcionar retroalimentación en tiempo real, lo que puede ayudar a mejorar su rendimiento académico; también permitiría analizar gran cantidad de datos educativos para establecer patrones y brindar información valiosa a los docentes y gestores para diseñar e implementar acciones certeras y contextualizadas, también podría ser una herramienta importantísima para implementar los sistemas de alertas tempranas para evitar la deserción por ejemplo.

Por supuesto que para poder hacerlo posible el cambio cultural es importante (y lo mas difícil de lograr) pero también los requisitos previos que se necesitan tales como la digitalización y la big data. Para incorporar estas innovaciones en el ámbito educativo para mejorar el aprendizaje y la gestión hay que romper con la brecha cultural que existe y pensar distinto para poder planificar y actuar de otra manera. Romper la inercia tan arraigada en el sistema educativo está siendo difícil.

La aplicación es incipiente, pero se avizora un futuro prometedor. En 2019 la Unesco firmó en China el consenso de Beijing sobre inteligencia artificial y educación con el claro objetivo de que esta nueva tecnología le permita llegar al objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Ya hay evidencia a nivel mundial que esto es posible

Necesitamos más y mejor educación, pero no más de lo mismo…

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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Libro (PDF): Teoría y resistencia en educación. Henry Giroux

Prologo de Paulo Freire 

Es difícil sentarse a escribir un prefacio para la edición en español de un libro de Henry A. Giroux no precisamente por las dificulta- des teóricas y las implicaciones político-educativas que entraña el pensamiento de este autor, las cuales seguramente serán motivo de interés, atención, duda y preocupación por parte del lector a lo largo de su recorrido por el libro, sino porque el hecho mismo representa un momento culmine de un proceso en el que hemos participado de muy diversas maneras un gran número de educado- res mexicanos, principalmente de distintas universidades de los estados y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Llegar a este acariciado momento significa muchísimas cosas, principalmente el encontrarnos cada vez más cerca del momento en que esta obra básica del pensamiento educativo crítico contem- poráneo podrá estar en manos de miles de lectores de habla hispana de México y de otros países de América Latina, seguros de que la contribución que en estas páginas encontrarán será invaluable.

Significa valorar, después de haber recorrido un largo camino, la tarea que apenas se imaginó cuando llenos de entusiasmo toma- mos la iniciativa para que se tradujera este libro.

Descargalo aqui: Teoria-y-Resistencia-Henry-Giroux

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Buscan restablecer acceso de mujeres afganas a educación y trabajo

Prensa Latina 
El Ministerio del Interior de Afganistán informó hoy que el Emirato Islámico (gobierno Talibán) trabaja en formas de reabrir las universidades para mujeres y facilitar su acceso al trabajo.

En un comunicado, el titular interino de Interior, Sirajuddin Haqqani, divulgó que se reunió en Kabul con el enviado de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Afganistán (Unama), Markus Potzel, quien compartió sus preocupaciones sobre las restricciones a la educación para las féminas en el país.

Haqqani dijo que se están realizando esfuerzos para encontrar una solución permanente dentro de la Sharia (ley islámica) y acorde con la cultura afgana.

El Ministerio del Interior dijo que los líderes del Emirato Islámico están comprometidos con el bienestar y la prosperidad de la gente, y que se están realizando esfuerzos para abordar el problema, informó el portavoz de la cartera, Abdul Nafay Takor.

De acuerdo con la Unama, Potzel transmitió el llamado de la comunidad internacional para levantar las prohibiciones de trabajo y educación para mujeres y niñas en Afganistán.

Poco después de su llegada al poder, en agosto de 2022, el Talibán prohibió el acceso a la educación para las niñas con estudios superiores al sexto grado, lo que ha generado fuertes reacciones dentro y fuera del país desde entonces.

Tras esa primera medida en contra del sector femenino, el Emirato Islámico limitó también el acceso de las mujeres al empleo, comenzando por las que se desempeñaban en oficinas del gobierno; y el mes pasado, prohibió el empleo de las féminas en Organizaciones No Gubernamentales.

https://www.prensa-latina.cu/2023/01/04/buscan-restablecer-acceso-de-mujeres-afganas-a-educacion-y-trabajo

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Una mujer contra el matrimonio infantil en Turquía y otras historias inspiradoras para afrontar 2023

Por: Alejandra Agudo

El año 2022 fue sombrío por el estallido de la guerra en Ucrania, el aumento del hambre o el retroceso en el desarrollo humano. Hubo también personas e iniciativas que ayudaron a mejorar el mundo. Esta son algunas de ellas

El reciente estallido de contagios de covid-19 en China es un tsunami que arrastra las esperanzas de dar por zanjada la pandemia, casi tres años después de iniciarse. Así acabó el que iba a ser considerado el año de la recuperación. Aunque 2022 ya se había truncado en febrero, por la ofensiva de Rusia en Ucrania, una nueva guerra en Europa que desencadenó el mayor y más rápido éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, y desestabilizó los mercados alimentario y energético globales, dejando a millones de personas sin comida suficiente. El hambre aumentó. Y, ante una comunidad internacional incapaz de abordar las numerosas y diversas crisis (no olvidemos el cambio climático), el desarrollo humano retrocedió a los niveles de 2016, situando a la humanidad casi en el punto de partida de la aprobación de la Agenda 2030 de la ONU para un mundo mejor, más sostenible y pacífico para esa fecha. Sin embargo, se produjeron también acontecimientos para la esperanza, pequeñas y grandes historias de personas que lograron progresos. Ellas iluminaron un 2022 sombrío. Planeta Futuro les pone rostro con una selección de la hemeroteca más positiva:

El empeño en hacer del mundo un lugar mejor

La turca Dilek Demir, obligada a casarse a los 14 años, se ha convertido en símbolo de la lucha contra los matrimonios infantiles en su país. “Jamás permitiré que casen a una niña”, prometía. Hoy, Demir, a sus 49 años, es muhtar de Müradiye, un barrio del distrito de Diyarbakir. Los muhtar son representantes electos, sin adscripción política, cuya función es servir de enlace entre los vecindarios y la Administración. Y lo primero que hizo fue colocar un buzón de quejas y chivatazos. Y de él “han salido 80 vidas”, como expresaba ella con cierta poesía el número de personas a las que ayudado. La mitad eran niñas a las que iban a casar siendo menores; otras 25, de niños que sufrían violencia y abusos sexuales en sus familias; las restantes, de jóvenes a los que ha conseguido alejar de la adicción a las drogas.

Otro ejemplo es el de Aleva Ndavogo Jude, de Yamena (Chad), un enamorado de la danza. Le encantaba bailar y su pasión le llevó a abandonar los estudios y a afrontar el repudio de su familia. Tras vivir dos años como un sin techo y tras mucho esfuerzo, se convirtió en un bailarín y coreógrafo de éxito, creando su propio grupo. Pero dio un paso más: fundó una asociación para motivar a los niños que viven en las calles y reintegrarlos en la sociedad. “Bailando, se sienten libres”, dice.

Desde Barcelona, llega la historia de Afropoderossa, la influencer que planta cara al racismo. Arrasa en sus cuentas de TikTok e Instagram, con casi 400.000 y más de 100.000 seguidores respectivamente. Nacida en Guinea Ecuatorial hace 31 años y asentada en el barrio del Poblenou de Barcelona desde los 12, en sus redes comparte información sobre África y sus culturas y trata de desmentir estereotipos y prejuicios. Reivindica, además, el derecho de las mujeres negras a salirse del canon de belleza occidental. También Charity Ekezie usa el humor y Tik Tok contra los estereotipos sobre África, pero desde Nigeria. “La gente cree que vivimos en casas de madera y chozas de barro, pero yo nunca he vivido en una. Piensan que no tenemos nada más que tierra seca, que no hay agua y que por eso somos duros”.

Otra iniciativa que ha contribuido a mejorar el mundo es la que la ONG Bicicletas sin Fronteras ha puesto en marcha en Senegal, donde ha facilitado que 7.000 alumnos africanos sin transporte escolar se desplacen a los centros educativos y obtengan mejores notas gracias a las baobikes.

Hay muchos más ejemplos:

Los jóvenes se alzan contra la crisis climática

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Y ese día presentábamos a 10 jóvenes de África, Asia, Latinoamérica y Oceanía que están escribiendo el presente y el futuro de las acciones de defensa del planeta. Tienen rostros menos famosos que Greta Thunberg, pero la misma convicción de que pueden cambiar el mundo. Los llamamos Los paladines de la lucha contra el cambio climático y todos tenían en ese momento menos de 25 años, como Melati Wijsen, nacida y criada en Bali. Allí empezó con sus paseos, cuando era niña, por las playas y los campos de arroz. A pesar de que tenía el cielo delante de ella, sus ojos no veían más que bolsas de plástico abandonadas. Y decidió empezar su lucha contra ese desastre. Así, a los 12 años creó, junto a su hermana menor, Bye Bye Plastic Bags. El proyecto, que surgió como una aventura entre compañeros de colegio, es hoy la principal ONG juvenil de Indonesia y ha conseguido que el Gobierno local de Bali prohíba las bolsas de plástico, las pajitas y el poliestireno. Time ha incluido a esta joven entre los adolescentes más influyentes del mundo y Forbes, entre los 30 menores de 30 años más importantes del planeta.

Las redes sociales son el arma de las jóvenes influencers en las que pusimos el foco durante la COP27, un grupo de mujeres brasileñas que optaron por defender el medio ambiente entre sus miles de seguidores en vez de tratar de venderles productos. “Somos la última generación que puede salvar el planeta”,publicaba en su cuenta de Instagram, Zaya (21 años), la primera modelo indígena que pisó la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia en septiembre, durante la proyección de la película The Territory, distribuida por National Geographic.

Destaca también la historia de Olivia Mandle, una joven barcelonesa de 15 años que lucha por los animales marinos y el bienestar del planeta. ¿Cómo? Ha inventado la Jelly Cleaner, un artefacto que flota y que recoge partículas plásticas de la superficie de su amado mar Mediterráneo. Asegura que funciona. También ha iniciado una campaña para que Gobierno español cierre escalonadamente los delfinarios y sueña con crear el primer santuario para estos cetáceos en la costa Brava.

Los que no se rinden

Estas son las historias de las personas que no se rindieron ante la adversidad. Es lo que en términos de las organizaciones humanitarias se llama resiliencia, la capacidad humana de aguantar y volver a levantarse. Es lo que hizo el nepalí Kishan Adhikari, nacido en Katmandú hace 31 años. Huyó de la heroína que devoraba a otros jóvenes en su barrio, lo perdió todo en Reino Unido, recaló en España y empezó a cantar en el metro de Madrid. Su voz enamoró a una pareja que le dio trabajo en el teatro, lo que le permitió conseguir su permiso de residencia. Hoy es cantante, actor y cocinero.

Otra resiliente es Enyonam Mary Sleysor, de Togo. Una inyección mal puesta, según le cuentan, le paralizó las piernas. Tenía tres años. Las opciones terapeúticas y de atención para las personas con discapacidad son escasas en su país, pero ella no se rindió. Volvió a moverse por sí misma apoyada en unas muletas, estudió Sociología y hoy trabaja en una ONG. Es la mujer que aprendió a volar porque no podía caminar, y lo hizo con prácticamente todo en contra, pero arropada por el amor de su familia.

En Burkina Faso, un país del que apenas llegan noticias de la violencia yihadista que padece, conocimos a Awa Baguia. Tiene 37 años y es la primera mujer invidente del país que ha logrado terminar los estudios de Sociología. Hoy es funcionaria tras aprobar con éxito las oposiciones y gracias a que una ley determina que debe existir una cuota reservada de puestos de trabajo del 10% para personas discapacitadas. “Hasta mis 18 años era vidente y entonces tuve un glaucoma. Primero veía borroso, luego perdí toda la visión en un ojo. Como a la togolesa Mary Sleysor, el amor de su familia la ayudó a continuar. Cuando perdió por completo la vista, su madre la llevó a un centro para personas invidentes en el que pudo aprender a leer en braille: “Pasé tres años en este centro y acabé la secundaria. Mi madre fue la persona que más fuerza me dio en esos tiempos difíciles… Me ayudó a aceptarme y a que los demás me aceptaran”. Ella es la voz de la clarividencia.

En esta lista de quienes se reinventan, destacan las alquimistas del índigo, integrantes de la cooperativa GIE Solidaire de Confection et Artisanat del barrio de Sam Sam III en Pikine, Senegal. Estas mujeres han abierto una nueva línea de negocio en sus actividades con la recuperación de la técnica tradicional del teñido y elaboración de tejidos para fabricar vestidos, fulares, mantelerías o complementos de moda. Así se sostienen a sí mismas y a sus familias. Detrás de esta agrupación se encuentra la hermana Regina Casado, que lleva la mayor parte de sus 82 años empoderando a las mujeres de Camerún y Senegal. “Me voy a ir con los más pobres para que no los aplasten”, aseguró a este periódico para explicar su vocación.

Estas son otras historias que dejan una huella positiva:

  • Una foto cambió la vida a Mohamed Yousif, el poeta en las protestas de Sudán. El fotógrafo japonés Yasuyoshi Chiba retrató a un adolescente de 15 años en las manifestaciones contra el régimen sudanés de 2019. La instantánea, galardonada con el World Press Photo, atrajo la atención internacional hacia las protestas y hacia el potencial del joven, que acabó recibiendo fondos para estudiar en Países Bajos. De regreso a su país, planea ser el presidente de la nación más joven del mundo.
 Mohamed Yousif, en una fotografía del japonés Yasuyoshi Chiba, que ganó el World Press Photo de 2020.
Mohamed Yousif, en una fotografía del japonés Yasuyoshi Chiba, que ganó el World Press Photo de 2020.YASUYOSHI CHIBA (AGENCE FRANCE-PRESSE)
  • De delincuente juvenil en Nairobi a recibir un premio de la reina de Inglaterra. Douglas Mwangi, un joven de un suburbio de la capital keniana que se dedicaba a “perpetrar actividades delictivas” para sobrevivir, decidió cambiar de vida y fundó el primer centro digital comunitario de su barrio, pensado para facilitar a los jóvenes el acceso a la educación y al trabajo remunerado. Su labor le llevó a recibir en 2018 el Premio a los Jóvenes Líderes, que le entregó la reina británica Isabel II.
  • Las ganas de estudiar de Mahgul, a pesar de todo. Grace Armstrong, especialista en educación en emergencias de Unicef, conoció a Mahgul, una niña de 11 años brillante y con muchos proyectos, en una clase comunitaria de un pueblo rural en la provincia de Faryab, en el norte de Afganistán. Ansiosa por compartir su experiencia, Mahgul le contó cómo visitaba su aula casi todos los días mientras estuvo cerrada por covid-19 durante los primeros meses de 2021. Preguntada por las dificultades que había encontrado para recibir formación, respondió: “El único motivo que podría impedirme estudiar sería que mi padre no pudiera permitirse pagarme los estudios. Quiero ser ingeniera o doctora”.
  • Un arquitecto que nació en una aldea sin electricidad gana el mayor premio de su sector. Diébédo Francis Kéré es el primer africano en recibir el galardón Pritzker 2022 de arquitectura, el mayor premio internacional del ramo. Nacido en Gando, una aldea remota de Burkina Faso, explica su origen tradicional, su amor por la naturaleza y su persistente voluntad de cambiar la vida de sus compatriotas.

Una de animales

En julio, un hito contra la extinción de especies amenazadas se produjo en Mozambique: los rinocerontes regresaban al país subsahariano 40 años después de su desaparición. Lo contamos en fotografías.

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Feministas latinoamericanas prometen redoblar esfuerzos por el derecho al aborto en 2023

Por: Angelina de los Santos                             

Activistas por los derechos sexuales y reproductivos de la región avisan que ‘la lucha continúa’ para sostener los avances conseguidos.

En 2022, mientras los conservadores estadounidenses condujeron a la Suprema Corte de Justicia a eliminar la protección constitucional del aborto, las feministas de América Latina y el Caribe hicieron avanzar a varios países en la dirección contraria.

Sin embargo, el poderoso movimiento que sostiene este cambio progresista todavía enfrenta retos difíciles en 2023, como salvaguardar los derechos que tanto costó conseguir y superar la disparidad de políticas de aborto entre los países.

Las feministas defienden derechos «en permanente disputa», dijo a openDemocracy Giselle Carino, directora general de Fós Feminista, una alianza internacional de grupos de derechos sexuales y reproductivos.

«La clave es apoyar a los movimientos feministas, que son los que siempre están al frente de la lucha y los que sostienen los cambios logrados», explicó.

El derecho al aborto ganó…

En Argentina el aborto se legalizó en 2020 – una victoria de la ‘Ola Verde’, el movimiento nacido dos años antes. que debe su nombre a los pañuelos de ese color que usan las manifestantes y que se transformó en un fenómeno de masas, con capacidad para infundir nueva energía a los movimientos feministas de todo el mundo.

Tras los pasos de Argentina, activistas mexicanas lograron en los últimos dos años que ocho estados reconocieran el derecho legal de las mujeres y las niñas a ejercer su capacidad de elegir si quieren o no gestar.

Tres de esas victorias se produjeron en 2022, y un total de 10 de los 32 estados del país ahora permiten el aborto, en general entre la semana 12 y la 14. Las activistas también consiguieron una sentencia histórica en 2021, cuando la Corte Suprema declaró inconstitucional la penalización del aborto.

«El futuro que esperamos es que nuestra lucha siga avanzando tanto en lo jurídico como en lo social», dijo a openDemocracy la fundadora de la organización Aborto Legal México, Fanny González.

En Colombia, defensoras del derecho al aborto encabezaron la campaña que concluyó con la sentencia de la Corte Constitucional de febrero de 2022 que despenalizó el aborto hasta las 24 semanas. Causa Justa, un movimiento que aglutina a más de 100 grupos y miles de activistas de todo el país, presentó ante el tribunal argumentos basados en evidencias y contribuyó a cambiar la situación jurídica y social del aborto en el país.

En Puerto Rico, las activistas por el derecho a decidir lograron que en noviembre el Congreso rechazara cuatro proyectos de ley que pretendían restringir el acceso al aborto y castigar a quienes se habían sometido a interrupciones del embarazo.

… pero persisten prohibiciones y restricciones

Pero no fue pan comido para las feministas de América Latina y el Caribe.

Todavía persisten sistemas opresivos que siguen considerando a las mujeres incapaces de tomar decisiones sobre su cuerpo. Alrededor de 83% de las mujeres latinoamericanas y caribeñas en edad reproductiva viven en países con algún tipo de restricción al aborto..

En República Dominicana, El Salvador, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua y Surinam, el aborto está totalmente prohibido. En El Salvador, las mujeres pueden recibir hasta 50 años de prisión si tienen un aborto espontáneo o un mortinato. En Honduras, cada día tres niñas menores de 14 años se convierten en madres como resultado de una violación. No se les permite abortar.

Pero, como explica Indiana Jiménez, directora de comunicación de la organización dominicana Profamilia que ofrece servicios de salud sexual y reproductiva, en muchos de estos países el derecho al aborto «no es necesariamente la principal prioridad para las mujeres». Muchas de ellas tienen que lidiar con problemas diarios de «acceso al agua, a la comida, al trabajo y hacer frente a la brutal violencia doméstica dentro de sus familias», dijo a openDemocracy.

En estas circunstancias, «lo primero y lo que cubre todo es la enseñanza de la educación sexual integral», aseguró.

En Belice, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela, el aborto está permitido en solo bajo ciertas circunstancias, sobre todo cuando la salud o la vida de la persona gestante está en peligro.

Argentina es uno de los países que deben salvaguardar derechos duramente conquistados

«Los embarazos no deseados contribuyen a la deserción escolar, al abuso doméstico, al abuso financiero y al abuso emocional perpetrado por hombres, niños y otros miembros de la familia”, dijo a openDemocracy Chanelle Beatrice, feminista de Trinidad y Tobago e integrante de la organización no gubernamental Feminitt Caribbean.

“La falta de acceso a abortos legales también contribuye a la infertilidad, el desempleo, el maltrato infantil, las enfermedades mentales y la muerte», agregó.

No basta con las leyes

Incluso en países que avanzaron hacia una legislación sexual y reproductiva progresista en la última década, las feministas se mantienen alerta en la protección de la autonomía corporal y la igualdad de género. Las políticas no son suficientes para garantizar la aceptación, el acceso y la calidad de la atención al aborto.

Argentina es uno de los países que deben salvaguardar derechos duramente conquistados. Tras décadas de lucha, las feministas consiguieron, en diciembre de 2020, legalizar el aborto hasta la semana 14.

Fue un gran logro en ese momento, pero ahora, a la luz de nuevas reglas más inclusivas en Colombia, parece haberse quedado corto. Dos años después, la aplicación de la ley es desigual y varía mucho según el ámbito social, cultural, económico e incluso geográfico.

«Sabemos que aunque a veces ganemos, aunque haya políticas públicas, el principal desafío que tenemos y seguiremos teniendo en Argentina y en el resto de los países del mundo, es sostener los avances que hemos logrado con las políticas públicas», dijo Carino de Fós Feminista.

Ana Cristina González, médica, activista feminista y portavoz de Causa Justa de Colombia, coincide. «Necesitamos crear un ambiente de legitimidad para las decisiones de las mujeres… el futuro posible [para la lucha por el aborto] es sostener esta decisión, lograr que se arraigue entre más y más personas en los servicios de salud, y entre los ciudadanos», dijo a openDemocracy.

«Nos enfrentamos a una gran batalla cultural. Hoy nosotras vamos mostrando con sensatez que hay argumentos [por el aborto legal] y que es un debate en el que la gente puede transformarse», añadió.

Las defensoras de los derechos sexuales y reproductivos de Uruguay – el primer país sudamericano en legalizar el aborto, hasta la semana 12, en 2012 – también destacan la importancia de proteger los derechos de las mujeres.

A lo largo de la última década, estas defensoras monitorearon la aplicación de la ley y denunciaron los obstáculos de acceso. Como explicaron recientemente, el acceso es un problema sobre todo en las zonas rurales, donde los centros de salud son escasos y el personal médico se niega a realizar abortos alegando objeción de conciencia.

La calidad de la atención también varía, y la información y la evaluación son inadecuadas, dicen las activistas.

En 2020, Uruguay eligió su primer gobierno conservador en 15 años. Poco después de asumir el cargo, el presidente Luis Lacalle Pou aseguró que su gobierno tenía una «agenda provida». Desde entonces, «resistir se ha convertido en un acto heroico» para quienes defienden el derecho al aborto, aseguró Lilián Abracinskas, fundadora de la iniciativa de salud femenina Mujer y Salud en Uruguay.

Abracinskas dijo que el gobierno «relativiza el concepto de derechos humanos, de violencia de género [y considera] a las feministas y a la diversidad sexual como agentes desestabilizadores externos influenciados por fuerzas extranjeras».

«Estamos resistiendo en condiciones absolutamente adversas, y fuera del radar de las organizaciones e intereses regionales e internacionales», subrayó.

¿Demasiado lejos, demasiado rápido?

En 2022, mientras Colombia despenalizaba el aborto, Chile redactaba una nueva constitución que consagraba los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, como fundamentales y garantizados por el Estado.

Pero en septiembre el país rechazó la nueva constitución. Y así quedó en vigor la ley promulgada en 2017, que solo permite la interrupción del embarazo en casos de violación, inviabilidad fetal o riesgo para la vida de la persona gestante.

Mientras tanto, Brasil vivía en octubre una de las elecciones más dramáticas de su historia, entre el entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y el expresidente de izquierdas Luiz Inácio Lula da Silva. En la campaña, Lula decidió recordar a sus simpatizantes conservadores su postura antiabortista. Ganó, y fue investido presidente el 1 de enero.

«El mayor desafío para los movimientos feministas es unir fuerzas y tener una estrategia clara para evitar que se reviertan los avances logrados en nuestros países», dijo a openDemocracy la directora del grupo Católicas por el Derecho a Decidir Bolivia, Ana María Kudelka Zalles. «Pero también necesitamos ganar y cautivar a través de acciones de comunicación mucho más innovadoras que realmente lleguen a toda la población».

https://www.opendemocracy.net/es/5050-es/america-latina-caribe-aborto-derechos-feministas/

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Abuso sexual infantil en la Iglesia: una herida que jamás cicatriza

A pesar del revuelo mediático al que suele dar lugar un caso de pederastia, la profundidad alcanzada por el abuso sexual infantil continúa siendo una realidad invisible para el común de la población. El fenómeno, lejos de ser considerado como tal, suele presentarse a ojos del lector, oyente o espectador como un suceso aislado, que poco o nada tiene que ver con la cotidianeidad que reflejan los estudios. De acuerdo con las cifras manejadas por la Fundació Vicky Bernadet, entidad especializada en la atención integral, prevención y sensibilización de los abusos sexuales a menores cometidos en el ámbito familiar y el entorno de confianza, cerca de un 25 % de las niñas y un 15 % de los niños en Europa, Estados Unidos y Canadá sufre abusos sexuales antes de los 17 años. El desconocimiento al respecto conduce a que en torno al 60 % de las víctimas no llegue a recibir nunca ningún tipo de ayuda.

“La infancia es la gran desprotegida en nuestra sociedad”, afirma sin complejos Beatriz Barrera, portavoz de la Fundació. En ocho de cada diez casos de abuso sexual infantil el autor pertenece a la familia del menor o a su ámbito más próximo y es una figura de referencia por lo que el abuso de poder resulta, en estos casos, más sencillo de cometer.

En cuanto al papel de la escuela y el profesorado, Barrera lo tiene claro: el fenómeno presenta una doble cara. Por un lado, como adulto que forma parte del círculo de confianza del niño el maestro o maestra puede convertirse en potencial abusador. “Pero ojo, no siempre es así. De hecho, también son círculo protector y, por tanto, figuras clave en la detección de estas violencias por parte de otro adulto de su entorno”, concluye Barrera, no antes de exigir “muchísima más implicación política” y “campañas de sensibilización permanente”.

Si hay un ámbito en el que el abuso sexual infantil ha aparecido reflejado a nivel mediático con mayor contundencia en los últimos años es, sin lugar a duda, la Iglesia católica. Medios de comunicación como El País se han convertido, ante la falta de estudios oficiales, en la fuente primaria de esta cuestión. Así, según su último informe, es posible sentar las bases en cuanto a la gran magnitud del fenómeno en el estado español: 906 casos y 1.713 víctimas desde los años 40 del siglo pasado. La gran dificultad, reconocen los propios periodistas encargados de la investigación, Íñigo Domínguez, Julio Núñez, Daniele Grasso y Javier Galán, es que “la Conferencia Episcopal Española se niega desde hace años a investigar el problema y admite que nunca ha contado los casos que conoce, aunque de todos modos asegura que son muy pocos”. Además, el papel de los distintos gobiernos en España tampoco ha sido, al menos hasta la fecha, de gran ayuda. “El Estado nunca se ha preocupado por la cuestión”, añaden. El resultado de la escasa voluntad por parte de las instituciones es que no hay ninguna estadística que permita conocer la verdad y aproximar realmente el número total de casos. Mucho menos poner rostro a sus autores.

En una entrevista concedida a El Diario de la Educación, Teresa Conde, docente y víctima de abuso sexual infantil a manos de Domingo Ciorda Azcona, un religioso de la orden de los Trinitarios de Salamanca, señala la falta de apoyo y un mayor grado de implicación por parte la propia Iglesia como las claves que han permitido a los abusadores seguir ejerciendo con total libertad. “La Conferencia Episcopal ya ha dicho muchas veces que no iba a tener un papel activo en las investigaciones. Siempre lo han sabido y nunca han hecho nada. Nunca les ha importado. Primero lo han ocultado de forma sistemática, luego le han restado importancia y ahora, que parece que empieza a reconocerse públicamente, ya han pasado demasiados años y legalmente ha prescrito”, asegura. Por el contrario, a tenor de lo expuesto por las víctimas, un primer paso para paliar el dolor provocado por los abusos debería ser “el reconocimiento de lo que nos han hecho, el daño tan terrible que nos han causado. Y deben hacerlo de forma pública. Deben reconocer que han sido negligentes y asumir todas las consecuencias de sus actos a nivel legal. Unos por cometer las violaciones y otros por ampararlas”.

La Iglesia ha ocultado los abusos sistemáticamente

En la misma línea, Conde carga contra unas instituciones públicas que, a su juicio, no han velado por el bienestar de las víctimas. “Queda mucho por hacer. Primero en el conocimiento de las consecuencias de los abusos. Y luego en cuanto a la voluntad de reparar el daño causado. Me gustaría que me dijeran que saben lo que me ha ocurrido y que me van a ayudar, que me van a pagar la terapia… En todo este tiempo he estado sola. He ido a terapia solo cuando me la he podido permitir económicamente. Y eso es algo que le ocurre a todas las víctimas”, lamenta.

Esta víctima pone de manifiesto las grandes dificultades a las que se enfrentan aquellos que han sufrido abuso sexual a manos de religiosos y pretenden elevar el caso a los tribunales. “La justicia no está siendo efectiva. Es más, lo tenemos todo en contra. Parece que los que estamos en tela de juicio somos nosotros. Hay quien, fruto de la desprotección, ha terminado por caer en depresión. Otros en el alcohol o las drogas. Luego van a denunciar y, por su condición, no les creen: ‘¡Qué dice el yonqui este!’. Conozco casos de este tipo. Se trata de desacreditarnos. Queda claro que la Iglesia sigue teniendo mucho poder en ciertas instancias”, remarca.

¿Pasos hacia adelante?

Tras su aprobación en el Pleno del Congreso de los Diputados el pasado mes de marzo, el Gobierno central ha puesto en marcha una investigación encaminada a esclarecer los abusos sexuales cometidos en nuestro país en el seno de la Iglesia católica. La iniciativa, encomendada al Defensor del Pueblo, cuenta con dos órganos de actuación diferenciados. Por un lado, una Comisión Asesora compuesta por “personas externas con experiencia en atención a víctimas, con conocimientos en el ámbito jurídico, en el de los derechos humanos, en victimología y en la docencia” y cuyo fin no es otro que “determinar hechos y responsabilidades, proponer procedimientos de reparación a las víctimas e impulsar medidas de prevención y protocolos de actuación para evitar que esto pueda volver a suceder”.

Por otro, una Unidad de Atención a las Víctimas, cuya labor es “atender y escuchar a las víctimas que acuden a exponer su testimonio”. Desde su puesta en marcha, esta unidad, que cuenta además con una estructura móvil e itinerante a lo largo y ancho de nuestra geografía, ha recabado ya más de 400 testimonios y dado lugar a 253 expedientes en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Pamplona, Vigo o Toledo.

Sin olvidar ni por un instante el bienestar de aquellos que han sufrido los abusos, Fernando García-Salmones, quien ha sufrido en sus propias carnes los abusos y es además portavoz de la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR), pone el foco en la importancia de esta iniciativa para impedir nuevos casos: “Que el Gobierno haya decidido dar un paso adelante e iniciar esta investigación es un avance enorme para que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. Son personas confiables, discretas y están haciendo muy bien su trabajo. Resulta necesario que las víctimas pierdan el miedo a acudir a ellas y contar su experiencia”.

“En la actualidad resulta mucho más sencillo reconocer este tipo de abusos. En mi vida habría podido imaginar que una figura como el Defensor del Pueblo se fuese a encargar de nosotros. Tras reunirme con ellos me sentí liberada, menos culpable…”, explica Teresa Conde.

Ahora me siento menos culpable

Pese a la buena acogida por parte de la mayoría de las fuentes consultadas por este medio, existen asociaciones que mantienen una perspectiva crítica en cuanto a la labor del Gobierno español. Es el caso, entre otras, de Mans Petites. Este colectivo, nacido a raíz del sonado caso Maristas de Barcelona, tilda el proyecto de “partidista” y niega que el Defensor del Pueblo cuente con la confianza suficiente por parte de la ciudadanía para iniciar una investigación de este calibre. “El Gobierno continúa sin hacer bien su labor. El Defensor del Pueblo no cuenta aún con la confianza de las víctimas. Deberían haber sido más cercanos y, antes de nada, haberse reunido con las víctimas. El mal planteamiento conducirá a una mala investigación y esta a una simple estimación de los casos. Parece más bien un tema partidista”, lamenta Manuel Barbero, padre de uno de los menores abusados en el Colegio Maristas de la capital catalana e impulsor de la asociación.

La Iglesia católica española también ha iniciado sus pesquisas a través de una suerte de auditoría interna que lleva a cabo el bufete de abogados Cremades & Calvo Sotelo y que tiene por objetivo “conocer lo que ha sucedido y cuál ha sido y es la postura de la Iglesia en el ámbito de la prevención y la reparación a las víctimas”. El informe resultante, en el que trabaja un equipo multidisciplinar de hasta 32 miembros, recogerá en los próximos meses una serie de recomendaciones que permitan “poner en el centro a la víctima y evitar que vuelva a ocurrir”. Entre las figuras que colaboran en la investigación sobresalen Juan Pablo Gallego, abogado argentino artífice del encarcelamiento del primer sacerdote condenado por abusos a menores en Argentina; la reputada psicóloga Marina Peña, o personalidades como Manuela Carmena y Juan Luis Cebrián. Tal y como explican en el transcurso de la investigación, el bufete se ha entrevistado ya con las diferentes diócesis y órdenes religiosas, así como con las principales asociaciones de víctimas a nivel nacional. Además, hasta la fecha, han recopilado un total de 60 casos en su canal de denuncias, aunque reconocen que “solo conoceremos la punta del iceberg”.

Solo conocemos la punta del iceberg

En paralelo a la investigación del bufete Cremades & Calvo Sotelo, la Conferencia Episcopal lleva a cabo otras iniciativas encaminadas a mostrar su compromiso en la protección del menor. Entre ellas destaca la apertura de un buzón digital para denunciar los casos de pederastia a través de la web https://paradarluz.com/ o la puesta en marcha de diversas oficinas que trabajan en la prevención de abusos sexuales en las diócesis, las congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiales.

Tales iniciativas, no obstante, no terminan de convencer a las víctimas. Mientras desde Infancia Robada comparan este tipo de proyectos a “poner al lobo al cuidado de las gallinas” y exigen a los poderes eclesiales mayor colaboración con el Defensor del Pueblo, en Mans Petites lamentan la falta de implicación de las órdenes religiosas: “Estas investigaciones tienen siempre carácter voluntario para las órdenes, que son a quienes piden la información. Si muchas de ellas se niegan a hablar, las conclusiones no serán certeras”. De este modo reclaman, al igual que ocurre en otras lacras como la violencia machista, “situar el foco, abrir un debate social serio y alcanzar, de una vez por todas, soluciones prácticas y consensuadas entre las partes implicadas” para crear una “comisión de la verdad con nombres y apellidos”.

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