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Inteligencia artificial y educación

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que avanza a paso firme y tiene el potencial para cambiar paradigmas en la educación. Desde un tiempo a esta parte, los problemas educativos no encuentran solución, tal el caso de los resultados de aprendizaje de las evaluaciones Aprender, por ejemplo; muy por el contrario, cada prueba revela la falta de aprendizaje en áreas criticas como la matemática o lengua. Se hicieron esfuerzos para revertir la tendencia; algunos más onerosos que otros, pero la realidad indica que no tuvieron efectos significativos: no fueron eficaces. También ocurre lo mismo si pensamos en la deserción y abandono en el nivel secundario. Si seguimos con las mismas recetas y métodos es probable que los resultados sigan siendo similares. ¿Puede la IA hacer aportar soluciones para esto? Estoy convencida que sí, y mucho.El potencial de internet para la educación es inimaginable. Hoy la mayoría de los niños y jóvenes tienen la posibilidad de disponer de dispositivos digitales como un celular, PC, tablets, acceder a plataformas educativas, etc. y muchos con conexión a internet. El aprovechamiento que se podría hacer de estas herramientas es inimaginable porque las “huellas digitales” que se podrían estar capitalizando para mejorar la educación son infinitas. Según datos de Indec, el 64,2% de los hogares tiene acceso a una computadora, y el 90,4% tienen acceso a internet. En Salta 1.135.455 personas tienen acceso a internet de los cuales 1 millón son móviles. En la Argentina, 87 de cada 100 personas utilizan internet y 88 de cada 100 usan teléfono celular. El uso de las TICS es elevado, cualquiera sea el nivel educativo. Aunque también hay que destacar que no siempre la calidad es la misma como tampoco la velocidad. La actividad comercial es la que más utilizó y creció utilizando estas herramientas; el comercio electrónico sigue en alza después de la pandemia, año en que se produjo el boom de compras on line; los compradores son cada vez más.

El área educativa es más resistente; si bien la pandemia nos sumergió en el mundo digital y de las plataformas cuando se cerraron los establecimientos educativos, al volver a la presencialidad se nota cierta resistencia a continuar trabajando con las herramientas digitales, principalmente en los niveles primario, secundario y superior no universitario. Muchos no la ven como solución a muchos problemas, entre ellos, al de aprendizaje o la gestión institucional.

Imaginemos por un momento que en la plataforma educativa a la que accede el alumno para estudiar o en los dispositivos que utiliza, accediera a contenidos educativos personalizados con las posibilidades de dialogo y tutoría virtual para despejar dudas le llegaran clases puntuales, por ejemplo, de matemática en base a los errores que tuvo en una evaluación, o cursos y ejercicios para fortalecer sus falencias en cualquier área: lengua, ciencias sociales, etc., todo basado en sus necesidades particulares. La IA puede hacerlo posible y llegar a ser una herramienta importante para el sector educativo y con un potencial insospechado ya que su integración con otras tecnologías permitiría entender y adaptar la educación las necesidades del estudiante facilitando la personalización de la enseñanza.

En este sentido la IA puede ser muy útil para personalizar el aprendizaje, brindando contenido adaptado a su nivel y ritmo de aprendizaje individual (lo que conocemos como aprendizaje adaptativo), también ayudaría a evaluar el progreso de los alumnos y proporcionar retroalimentación en tiempo real, lo que puede ayudar a mejorar su rendimiento académico; también permitiría analizar gran cantidad de datos educativos para establecer patrones y brindar información valiosa a los docentes y gestores para diseñar e implementar acciones certeras y contextualizadas, también podría ser una herramienta importantísima para implementar los sistemas de alertas tempranas para evitar la deserción por ejemplo.

Por supuesto que para poder hacerlo posible el cambio cultural es importante (y lo mas difícil de lograr) pero también los requisitos previos que se necesitan tales como la digitalización y la big data. Para incorporar estas innovaciones en el ámbito educativo para mejorar el aprendizaje y la gestión hay que romper con la brecha cultural que existe y pensar distinto para poder planificar y actuar de otra manera. Romper la inercia tan arraigada en el sistema educativo está siendo difícil.

La aplicación es incipiente, pero se avizora un futuro prometedor. En 2019 la Unesco firmó en China el consenso de Beijing sobre inteligencia artificial y educación con el claro objetivo de que esta nueva tecnología le permita llegar al objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Ya hay evidencia a nivel mundial que esto es posible

Necesitamos más y mejor educación, pero no más de lo mismo…

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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