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¿Cómo va América Latina en el regreso a clases presenciales?

(CNN Español) — En diversos países, la pandemia de covid-19 no permitió el regreso a clases presenciales en más de un año.

Por esta situación, el sector educativo fue de los afectados por el coronavirus y puede haber repercusiones en el futuro. Según el Unicef, «un cierre prolongado de escuelas puede afectar negativamente a toda una generación en el corto, mediano y largo plazo».

Es así que el Unicef asegura que el regreso a clases presenciales puede ayudar a mitigar algunos problemas que se relacionan a la malnutrición, la violencia, el embarazo adolescente, entre otros más.

¿Cómo va América Latina con la vuelta a la educación presencial? A continuación, te presentamos cada caso.

Las escuelas de México abren tras 17 meses por pandemia 3:05

México

El regreso a clases presenciales comenzó a finales de agosto en México luego de casi año y medio de estudios a distancia. Tanto para la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) como para la media superior, el regreso a las aulas es voluntario y con medidas sanitarias, pero es necesaria la inscripción de los estudiantes a su grado correspondiente para no perder el año.

Argentina

La vuelta a las aulas en Argentina se dio desde mediados de febrero con algunos regresos como el de Buenos Aires. Se planteó a nivel nacional un regreso escalonado, con protocolos sanitarios y dando prioridad a los niveles inicial y primario de la educación en el país.

Colombia

A partir de enero de 2021, Colombia avaló el regreso a clases presenciales. Sin embargo, fue hasta la Resolución 777 del 2 de junio de 2021, del Ministerio de Salud y Protección Social, que la educación inicial, preescolar, básica y media tenía que ser de manera presencial, proceso que se ha llevado a cabo de manera gradual hasta la fecha.

Chile

Desde marzo de este año, Chile abrió escuelas de manera masiva debido a la situación epidemiológica favorable. Por tanto, según la página web de Ayuda Mineduc del gobierno, «4.581 establecimientos de educación escolar y 3.336 establecimientos de educación parvularia reabrieron sus puertas», y alrededor de 1 millón de estudiantes regresaron de manera presencial.

Uruguay

En mayo, Uruguay retomó clases presenciales de forma paulatina. Y, para el 19 de julio, el país estaba completando el regreso total a la educación presencial en la educación formal y obligatorio, según anunció Roberto Silva, presidente de la Administración Nacional de Educación Pública.

Perú

El Ministerio de Educación de Perú señaló a finales de julio que se había modificado la norma técnica para volver a clases con algún grado de presencialidad. Sin embargo, hace un par de semanas, el 14 de septiembre, el presidente Pedro Castillo informó que próximamente se lanzaría una convocatoria para que los maestros en todo el país sean vacunados, con el objetivo de que los niños puedan regresar a clases presenciales de manera segura.

Bolivia

En Bolivia, el ministro de Educación, Adrián Quelca, aseguró el pasado 18 de julio que el regreso a clases presenciales en el país sería de manera gradual y con todas las medidas sanitarias para evitar contagios de covid-19. Poco más de dos meses después, el 21 de septiembre, Quelca informó que más de 77% de las unidades educativas de todo Bolivia ya había regresado a clases presenciales o semipresenciales.

Paraguay

Antes de marzo de este año, Paraguay ya había iniciado el regreso gradual a clases presenciales; sin embargo, debido a la «etapa crítica» en el país por la pandemia de covid-19, se tuvo que volver a clases a distancia. Ya en julio, el Ministerio de Educación y Ciencias del país anunció que la vuelta a clases presenciales sería gradual para estudiantes del 9° grado de educación básica y del 3° de media superior, siempre y cuando los docentes tengan las dosis dosis de la vacuna covid. Para los demás niveles educativos, se llevarían a cabo diálogos entre familiares, estudiantes, gremios de maestros y autoridades con el fin de que se llegue a un acuerdo.

Ecuador

La ministra de Educación de Ecuador, María Brown Pérez, dio a conocer el 20 de agosto los pasos para un regreso a clases presenciales o semipresenciales de manera «controlada, progresiva y voluntaria». Cada entidad educativa del país debe elaborar su Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE); es un requisito obligatorio para las instituciones que busquen volver presencial o semipresencialmente a las aulas, todo ello basado en su realidad inmediata.

Venezuela

El lunes 27 de septiembre, Venezuela informó que ya había hecho adecuaciones a más de 15.000 planteles educativos de todo el país para el regreso a clases presenciales, el cual está previsto para octubre. Además, se han instalado 15.000 mesas de infraestructuras «para fortalecer la asistencia a unos 5 millones de estudiantes», según Yelitze Santaella, ministra del Poder Popular para la Educación.

Brasil

Las clases presenciales en Brasil ya se llevan a cabo en diversos estados del país. El gobierno no ha hecho oficial una fecha estimada para la vuelta a las aulas a nivel nacional; sin embargo, el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, señaló que en agosto que el regresopresencial a las escuelas ya no se puede postergar.

Panamá

Todavía no hay un fecha estimada para la vuelta a clases presenciales en Panamá, pero el Ministerio de Educación del país informó el 19 de agosto el regreso controlado y gradual a las aulas de los docentes para que realicen sus actividades desde los centros escolares del país.

Costa Rica

El 13 de agosto, Costa Rica informó que se había modificado el lineamiento de distanciamiento físico en las aulas, con el fin de que cada vez más estudiantes puedan volver a clases presenciales en todo el país. Esta distancia es de 1 metro, aunque en otros espacios fuera de los salones de clase la distancia tiene que ser de 1,8 metros. Cada institución educativa debe actualizar su Plan de Apertura para incluir esta y otras modificaciones.

Puerto Rico

Alexis Ramos, portavoz de prensa del Departamento de Educación de Puerto Rico, dijo a CNN que actualmente más de 90% de los centros educativos del sistema público ya se encuentran en clases presenciales, mientras que el porcentaje restante está de manera virtual porque el gobierno ha identificado algún riesgo de contagio.

Honduras

En el caso de Honduras, en agosto se autorizó un programa piloto para al menos diez centros educativos privados bilingües, con el fin de que empezaran clases presenciales entre agosto y septiembre. Con los demás centros educativos públicos y privados, tanto de primaria, secundaria y nivel universitario, se iniciarán clases presenciales hasta el otro año que se supone ya tendrán las dos dosis de la vacuna contra el covid-19. Aunque las autoridades educativas aseguran que será un retorno gradual es decir unos días será presencial y otros de manera virtual

Nicaragua

En Nicaragua, el gobierno nunca suspendió las clases presenciales desde la llegada del virus al país en marzo de 2020, pese al llamado de médicos independientes de cerrar las escuelas para evitar contagios. Esta semana, el gobierno anunció que las clases presenciales concluyen el 3 de diciembre próximo. Algunos colegios privados, varios de ellos católicos, solicitaron autorización al Ministerio de Educación para implementar la modalidad virtual durante el segundo semestre, y reconocieron algunos contagios en sus centros. Nicaragua se encuentra en el pico mas alto de los contagios de coronavirus en este momento, según reconoció el Ministerio de Salud y el Observatorio Ciudadano covid 19.

El Salvador

En marzo, el gobierno de El Salvador anunció la reapertura de las escuelas públicas y privadas para el regreso voluntario a clases semipresenciales. Este regreso, según los ministerios de Educación y Salud, estaba pactado para el 6 de abril.

Cuba

A inicios de septiembre, el gobierno cubano comenzó a vacunar a niños de tan solo dos años contra el covid-19, informaron los medios estatales de la isla, en un intento por que los niños vuelvan a las aulas. Se suponía que la educación presencial se iba a reiniciar el 6 de septiembre, pero se canceló debido a que el número de casos de coronavirus aumentó en Cuba.

República Dominicana

Tras un año y medio de educación a distancia por la pandemia de covid-19, el Ministerio de Educación de República Dominicana inauguró el 20 de septiembre nuevo año escolar de forma presencial para más de dos millones de estudiantes del sistema educativo público.

https://cnnespanol.cnn.com/2021/09/29/clases-presenciales-america-latina-orix/

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Paulo Freire 100 años: Pedagogía crítica revolucionaria para la escuela de hoy

Por: Andrés Pabón Lara/Rebelión 

El 19 de septiembre de 1921 nacía en la ciudad de Recife, Brasil, Paulo Reglus Neves Freire, uno de los más destacados pensadores latinoamericanos; y el más influyente pedagogo e investigador/docente de Nuestra América.

Su vasta obra, fiel correlato de una vida de acción militante que lo llevó a distintos rincones del planeta, sigue siendo leída y discutida por la creciente cantidad de educadores y educadoras que hoy nos sentimos parte de ese inmenso movimiento social denominado ‘’educación popular’’. Dicha educación popular ha sido susceptible, a lo largo del tiempo, de distintas lecturas interpretativas, acompañadas de prácticas no siempre articulables como un todo. En tal escenario de incorporaciones variadas de la propuesta freireana, asumo la relevancia de destacar, como parte de una conmemoración por el centenario del natalicio del autor, lo que acá denominaré corriente de la pedagogía crítica revolucionaria; intentando definir sus aportes y, en especial, remarcando la vigencia de sus reflexiones y propuestas.

Asumir la reflexión sobre la pedagogía crítica revolucionaria bien puede partir del reconocimiento del rol docente, como parte protagónica de tal propuesta. Entiendo que transcurrir por los caminos propios de la docencia es adentrarse en un mundo que permite reconocer que, sin dejar de ser un trabajo, esto es, la actividad que debiera constituir la fuente del sustento, ser docente significa algo más que eso; algo más que una actividad laboral, equivalente a otra cualquiera. Pero no quiero con esto caer en el simplismo de atribuir la actividad docente a un desempeño que se hace por vocación. Si, también es eso, pero es más que eso. En síntesis, pretendo exponer que la labor docente no solo atañe a los saberes disciplinares de una ciencia o a las herramientas prácticas de la didáctica, sino que, más importante, constituye un rol social históricamente relevante. Ser docente es una responsabilidad para con la sociedad. Para el presente que vivimos, esa responsabilidad no puede desentenderse de la necesidad de transformar el cada vez más injusto orden social.

Reflexionar en este sentido, parte de recordar que la etapa escolar significa para quien la transcurre una instancia fundamental para el desarrollo de su subjetividad. También que esta etapa no corresponde con una experiencia única ni igual para quienes la afrontamos. Ello obedece a los distintos modelos de enseñanza que recibimos. Sabemos en ese sentido que el ejercicio concreto de la docencia puede ser analizado desde distintas perspectivas. Puede verse como una práctica de transmisión de una información como eje fundamental de dicho ejercicio. Igualmente, podría distinguirse una caracterización de la docencia que enfoque el fin u objetivo propuesto, es decir, según la expectativa que se tenga o el resultado que se espera obtener; la promoción a través de los grados escolares y la final titulación. Estas perspectivas confluyen en reconocer los tres elementos fundamentales de toda relación de enseñanza: un rol docente, un rol estudiante y un contenido. Si bien, las variables de la forma en que estos tres elementos pueden integrarse y desarrollarse en una práctica concreta en el aula son múltiples, creo que esta multiplicidad no indica equivalencia o indiferenciación entre unas y otras, es decir, que no da lo mismo plantear algunas variables en detrimento de otras, y esto guarda relación estrecha con las distintas experiencias que cada quien tiene de su escolaridad. Por ejemplo, no es lo mismo activar la conformación de un grupo en el que las y los estudiantes asuman un rol pasivo. En el que las redes de comunicación sean absolutamente direccionadas y el conocimiento a trasmitir se tome como un elemento estático y descontextualizado, que debe ser memorizado por el estudiantado. No es lo mismo, en comparación con un grupo en el que el rol docente se asuma como una función de coordinación, habilitando la participación activa de todas y todos, ampliando las redes de comunicación y problematizando un conocimiento entendido como una instancia procesual e imbricada con la realidad vivida. No son equivalentes estos ejemplos en relación al efecto social que producen. A riesgo de ser esquemático, sigo utilizando los ejemplos ya propuestos para señalar que, el primer modelo se corresponderá con la formación de un tipo específico de subjetividad, muy diferente a aquel que se desprenderá del esquema propuesto en segunda instancia. Las ya mencionadas distintas experiencias vividas por cada quien en la vida escolar son entonces los fundamentos ineludibles de la conformación de su subjetividad.

Referir la construcción de la subjetividad como subyacencia del proceso de enseñanza escolar es, de alguna manera, desescolarizar lo escolar, es decir, denotar que lo que allí sucede tiene hondas repercusiones por fuera de las aulas y que constituye más bien un pilar de la vida en sociedad. Construir la subjetividad no es otra cosa que desarrollar la experiencia existencial. Adquiere gran relevancia desde este punto de vista la aparición de la corriente de pensamiento de la escuela crítica que a lo largo de su vida reivindicó Freire, quien postuló importantes elementos no solo para repensar, críticamente, las practicas dentro del aula, sino también llamando la atención sobre la estrecha relación de la escuela con la sociedad en su conjunto. La pedagogía crítica evidencia que no se trata de dos mundos aislados. Señala, por el contrario, que se trata de dos dimensiones de la misma realidad.

Gracias a los aportes de la pedagogía crítica podemos entender que las y los estudiantes no son estamentos homogéneos y uniformes, sino que están atravesados por las distintas experiencias de su contexto social, lo que condiciona su forma de relacionarse con la escolaridad. Así, quienes encarnan el rol estudiantil enriquecen el proceso de enseñanza a partir de los aportes de sus diferencias. Sus particularidades deben ser un punto de partida que enriquezca las prácticas del aula, y no un obstáculo a superar o una anomalía a ocultar. Asimismo, la particularidad de la experiencia individual será la base para entablar la relación con el conocimiento que, en interacción con dicha experiencia, no podrá ser entendido como univoco ni imparcial. Los conocimientos son productos sociales; condicionados por su marco de desarrollo y relevantes según los escenarios de su aplicación. De tal suerte que, vemos con la pedagogía crítica como la sociedad marca la constancia de su presencia en la escuela.

Ahora bien, a la reflexión sobre el impacto de lo social dentro del aula creo necesario referir también la pregunta opuesta. ¿Cómo se hace presente la escuela en la sociedad? Y es frente a este cuestionamiento que recobra crucial vigencia de la propuesta crítica revolucionaria de la pedagogía de Paulo Freire. Vale decir que no es crítica simplemente porque pretende cuestionar y modificar la forma en que la escuela interviene dentro de la sociedad. Además de esto, es revolucionaria porque, al hacer lo primero, se posiciona dentro de la intención de coadyuvar a cambiar el sistema de sociedad actual. Veamos, primero, cómo pensar en cambiar la intervención de la escuela en la sociedad. Para esto, se parte del reconocimiento de lo que Freire ha planteado como modelo de educación bancaria. Es ese un modelo que se enfoca en amoldar, adoctrinar y disciplinar al estudiantado para su futura incorporación dentro del mercado laboral. Inculca dicho sistema ciertos hábitos o formas de comportamiento que después resultaran necesarios para la introducción del o la trabajadora en un sistema de explotación de su fuerza laboral. Parte de la unificación cultural acorde a un esquema de orden social que no sea cuestionado, que a su vez, se estructure en base a la jerarquización y clasificación que sostienen las diferencias que legitiman la dominación, y se perfecciona con la estandarización y rutinización de tareas para quienes, ubicándose en la parte baja de la escala social, sufren el despojo del fruto de su trabajo. Todos estos parámetros del sistema capitalista son enseñados, reforzados y legitimados con prácticas escolares que les son correspondientes. Freire señala que el modelo bancario se basa en la idea de la transferencia o el depósito del conocimiento que hace el/la docente en ‘’su’’ aprendiz. Así, este último es encerrado dentro de un lugar jerárquicamente inferior frente a quienes ya han recibido ese conocimiento (el docente, otros alumnos avanzados) y es circunscrito a una actitud pasiva ante a ese conocimiento; el cual se tiene como acabado, ajeno e incuestionable. Así se genera esa relación de opresión de las y los estudiantes que resultan alienados y alienadas de su capacidad crítica y activa frente al conocimiento como proceso de construcción social, que es un correlato pleno de la opresión social que propone el sistema capitalista basado en la alienación de la fuerza de trabajo. El modelo bancario es la dimensión pedagógica del sistema capitalista.

Pensar en la urgencia de cambiar ese modelo pedagógico nos lleva indefectiblemente a la pregunta sobre cómo hacer ese cambio; ¿por dónde arrancar? Ante esto, se rescata una segunda dimensión de la pertinencia del pensamiento freireano. Él propone que de la mano con el cuestionamiento crítico al modelo bancario, es preciso emprender un cuestionamiento crítico para con cada uno de quienes como docentes recibimos instrucción en ese modelo y por ende reproducimos (conscientes o inconscientes) el mismo. La reflexión y la autocrítica constituyen un elemento fundamental que debe aportar el rol docente para emprender un cambio, no solamente encaminado a despojarse de métodos opresores, sino incluso para desprenderse de la función que el modelo bancario ha impuesto a la docencia. Freire concibe una pedagogía emancipadora en la cual ‘’nadie libera a nadie, pero nadie se libera solo’’. El rol docente debe modificarse, a partir de la autocrítica, para pasar a entenderse como una instancia facilitadora o mediadora de un proceso de liberación que hace que el sujeto ya no esté atado ni sea dependiente de nadie en el proceso de su formación. Usando una metáfora muy simple; el o la docente solo podrá ayudar a encender la llama, pero el fuego del conocimiento crecerá por su cuenta.

Pero, como lo recuerda Freire, el sujeto oprimido no solo debe liberarse de la opresión que le supone la dependencia del docente bancario, sino que también debe trascender la opresión del conocimiento como objeto a ser en él depositado. Una parte del cambio pedagógico debe ser la activación de una nueva relación entre estudiantes y saberes o conocimientos. En esa relación, es fundamental la distinción del conocimiento dinámico, susceptible de ser construido colectivamente y pasible de ser transformado. Ese carácter procesual del conocimiento se percibe cuando se desmitifica la falsa dualidad entre teoría y práctica. La idea de praxis no solo evidencia lo que ocurre realmente, que es la interrelación bidireccional existente entre teoría y práctica, sino que permite a quien estudia reconocer su lugar activo en la construcción del conocimiento como producto social; condicionado por las posibilidades de un contexto y atento a responder a las expectativas del mismo. La activación de la praxis como combinación de teoría y práctica es una nueva forma de relacionarse con el conocimiento, y permite que las y los estudiantes reactiven su capacidad dialógica; esa facultad de relacionarse activamente con el mundo y de poder ver el lugar que se ocupa en él.

Finalmente, ese rol docente autocritico, que ayuda al estudiantado a dialogar con el conocimiento y con el mundo a través de la praxis, coadyuvando con ello a cambiar el modelo bancario como pedagogía del capitalismo, ¿cómo interviene revolucionariamente? ¿Cómo rompe las paredes (visibles o invisibles) de la escuela para plasmar su quehacer pedagógico en la sociedad? Ante esto, Freire aduce que el rol docente debe ser político. Y debe serlo no solamente porque la pedagogía, al configurar la instancia básica de construcción de la subjetividad propia de la etapa escolar, es en sí política. Pues, como ya se dijo, interviene, con un modelo acorde, en la generación de los sujetos oprimidos que requiere el capitalismo, o, por el contrario, activa la liberación de la opresión que fundamentará la superación del sistema capitalista, que ya es urgente. La pedagogía crítica es política porque es la dimensión pedagógica del proceso de cambio social.

Pero también, el rol docente es político porque, en actitud coherente con lo hasta acá planteado, no podría sentarse a esperar que el cambio social se produzca espontáneamente. El rol docente es político porque, si quiere activar la liberación del oprimido debe enfrentar la frustración que esos sujetos oprimidos reciben cotidianamente por parte del sistema opresor. Debe habilitar la toma de conciencia sobre la necesidad del cambio pero debe, al mismo tiempo, participar de la construcción de ese cambio como una alternativa posible. Pensar a Freire en la escuela hoy debe servir para pensar que no solamente hay que luchar contra la opresión, sino también contra la frustración, la desilusión y la resignación que le son consecuentes. Freire propone frente a esto la esperanza, pero se trata de una esperanza activa, y no de una contemplación aislada o pasiva. Pensar a Freire en la escuela hoy no debe ni puede limitarse a la conmemoración de una efeméride centenaria que se concentre en el pasado. El legado de Freire tiene urgente vigencia porque invita a pensar que si no queremos que nuestras palabras sean promesas vanas de un mundo mejor, si queremos aportar un grano de arena para la liberación de las y los estudiantes, debemos también salir de la escuela a imprimir nuestro saber pedagógico en la construcción de una opción política que ayude a concretar las alternativas reales de nuestra liberación. A cien años de su nacimiento, Freire sigue naciendo, no sólo en los libros o en las aulas, sino más allá, pues sigue siendo necesario como parte de un horizonte que está aún por venir.

Pedagogía crítica revolucionaria para la escuela de hoy

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Seminario Internacional: Nudos problemáticos de la educación como derecho social en Chile (Octubre-Noviembre 2021)

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FODEP Nacional “Declaración Púbica: DERECHO A LA EDUCACIÓN PÚBLICA: UN DEBATE POPULAR NECESARIO” (28 de septiembre, 2021). Chile

DERECHO A LA EDUCACIÓN PÚBLICA: UN DEBATE POPULAR NECESARIO

Chile asiste, durante las últimas semanas, a un intenso debate sobre el concepto de “libertad de enseñanza”. Organismos que agrupan a los dueños de colegios y los grandes medios de prensa escrita encabezados por El “Mercurio”, han iniciado una campaña de difusión en la defensa de sus intereses, resguardados por la “libertad de enseñanza” como un derecho que debería ser garantizado por la constitución.

El Foro por el Derecho a la Educación Pública ha venido desarrollando una lucha por conquistar la educación como un Derecho Humano y Social. En tal sentido, las experiencias y el saber acumulado permiten afirmar que la “libertad de enseñanza” que hoy defienden los sectores del gran empresariado del país no es más que la “libertad de la antigua oligarquía chilena, de la iglesia y de la empresa privada, que se ha unido para consolidar la oferta privada en educación y la destrucción del sistema de educación pública chileno, acentuando la desigualdad y la segregación social en nuestro país. La concepción de la “libertad de enseñanza” en absoluto obedece a una concepción educativa y pedagógica, por el contrario, la constitución pinochetista, en su artículo 19.11 reduce esta libertad de enseñanza al “derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales”, lo que le da garantía constitucional (art. 20), por sobre el Derecho a la Educación Pública.

Desmercantilizar la educación requiere desmantelar el concepto de la “libertad de enseñanza” que usan los poderosos. Debemos repensar el Derecho a la Educación Pública.

Como Foro por el Derecho a la Educación Pública llamamos a las organizaciones de base (sindicatos, gremios, asambleas, colectivos, estudiantiles, docentes, comunidades educativas, etc.) a formarnos y a discutir en cada espacio y territorio. Hay que organizarse y enfrentar la desinformación, construir argumentos y socializar la información. Así evitaremos que la elite continúe amparándose en la libertad de mercado, que solo los beneficia a ellos en desmedro del Derecho a la Educación Pública de todas las personas.

FORO POR EL DERECHO A LA EDUCACIÓN PÚBLICA

-septiembre 2021 –

Declaración Libertad de enseñanza – Campaña FodepDescargar

 

Fuente: http://derechoeducacionpublica.cl/fodep-nacional-declaracion-pubica-derecho-a-la-educacion-publica-un-debate-popular-necesario-28-de-septiembre-2021/

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Aun quedan cupos! Faltan pocos días para comenzar para La Escuela sobre Generación de Contenidos Digitales Alternativos”.

Por: Otras Voces en Educación 

En medio de un desembarco abrupto y excluyente de la virtualidad y el mundo digital en la educación, esta escuela se realiza para generar una reflexión crítica respecto a cómo trabajar contenidos digitales alternativos en las escuelas, liceos y universidades. En ese sentido procura generar reflexiones respecto al espíritu conservador propio de la tecnofobía pero también sobre las ilusiones ingenuas que acarrea la tecnofilia en el aula. Se trata de iniciar un recorrido sobre lecturas y narrativas alternativas digitales desde las experiencias liberadoras en las aulas. Producir contenidos digitales para generar pensamiento crítico y justicia social.

La escuela está dirigida a docentes de aula de todos los niveles de los sistemas educativos, tesistas de postgrado, investigadores, educadores y educadoras populares, público en general.

Se realizará por medios virtuales del 25 al 31 de octubre de 2021. Es promovida, organizada y acreditada por el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE), la Cooperativa de Educador@s e Investigador@s Populares Histórica (CEIP-H), Circulo de Investigadores del Pensamiento Crítico de América Latina y la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

Existe la modalidad sincrónica a través de Zoom y asincrónica por si no logras conectarte alguno de los días pautados, para lo cual te dispondremos de la reposición (vídeo de la clase no asistida). Esta Escuela tiene doble certificación: Como participante asistiendo al menos a tres (03 de los encuentros por zoom)  y Aprobado (elaborando una propuesta de contenido digital en alguna de las desarrolladas durante la Escuela).

Te dejamos el link por si quieres formalizar su inscripción y pago.

http://otrasvoceseneducacion.org/vi-escuela-internacional-premisas-y-caminos-para-la-generacion-de-contenidos-digitales-alternativos

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Venezuela: Educación a distancia entorpece hábitos de estudio y dificulta el aprendizaje

Por: Gretta M Gil Anzola/cronica.uno

La profesora universitaria Sandra Leal advirtió que, debido a la pandemia, los alumnos están perdiendo hábitos de estudio, punto que también comparte la psicóloga Blanca Siso, debido a la alteración de las rutinas y estímulos que dificultan la concentración de los estudiantes.

Caracas. Cuando el gobierno de Nicolás Maduro informó sobre los primeros casos de la COVID-19 en Venezuela, una de las medidas de prevención fue establecer las actividades académicas bajo la modalidad virtual. Desde entonces, docentes y psicólogos evidencian fallas en este sistema educativo.

Las rutinas y los hábitos de los estudiantes venezolanos han sido alteradas debido a la pandemia. La psicóloga clínica, Blanca Siso, le aclaró a Crónica.Uno que la atención y la memoria de los niños y adolescentes se ven afectadas porque no están bajo supervisión directa de los docentes en las aulas.

Esto se debe a que los estudiantes se encuentran en un ambiente cómodo —su hogar—  en el que adecuaron un lugar para poner la laptop y, mientras están asistiendo a la clase virtual, están haciendo otras actividades, ya sea escuchar música, ver televisión, dibujar, chatear a través del celular u otra acción que impide la concentración durante la jornada escolar.

Lo que va a interferir con la memoria y la atención es la cantidad de estímulos que están recibiendo los alumnos. No tienen supervisión, porque los padres están en sus labores y comúnmente confían en que los muchachos van a estar prestando atención a la clase, explicó la especialista.

Con respecto al proceso de aprender a leer y escribir, la psicóloga recordó que el método de aprendizaje de la lectura es fonético, por lo tanto, se puede llevar a cabo tanto en las clases presenciales como virtuales. Sin embargo, ejercitar el modelaje de la escritura se dificulta,porque es una actividad motora.

Ese contacto motor lo va modelando la maestra con los niños. A pesar de que puede explicarles de forma virtual, hay estudiantes que requieren de la supervisión de los docentes para corregir la postura de la mano, donde deben posicionar los dedos y el agarre del lápiz para escribir. Si este acompañamiento no ocurre en esa etapa, puede ocurrir un leve retardo, relevó.

Agregó que este proceso se le puede dificultar a los niños que son zurdos, porque cuando ven las clases remotas mediante la pantalla, genera un efecto espejo y se les dificulta imitar al profesor.

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Foto: Luis Morillo
Detectando fallas

De acuerdo con un informe de FundaRedes, el 55 % de los docentes se han dedicado a trabajar en otros áreas para obtener estabilidad económica, como dar clases particulares. Entre esos maestros se encuentra Sandra Leal, profesora de matemáticas egresada de la Universidad Experimental Pedagógica Libertador (UPEL).

En 2019 se jubiló de la UPEL, luego de ejercer 27 años la docencia en pregrado y posgrado. Desde 2009, es profesora del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Simón Bolívar (USB) y, en 2016, comenzó a dar clases de posgrado en la Universidad Monteávila.

A la par, Leal ha impartido clases particulares de matemáticas con el fin de reforzar el contenido académico de sus estudiantes de primaria, bachillerato y universitarios. Durante los primeros meses de la pandemia dio consultas vía telefónica y, a partir de septiembre de 2020 a víspera del período escolar 2020-2021, retomó esta actividad.

Mis clases son presenciales porque quiero contrastar con el contenido virtual, dado que mi área de trabajo es la matemática, comprendo lo difícil que es estudiar una materia abstracta, explicó. Leal agregó que sus estudiantes como los representantes, entendieron que no era suficiente escuchar las clases, sino que era importante llevar la explicación a la práctica.

Durante el año escolar 2020-2021, la docente tuvo catorce estudiantes, once eran de bachillerato, dos de primaria y un alumno universitario. Durante ese período, pudo identificar fallas en esos niveles académicos.

Se ha hecho evidente la inexperiencia de los docentes con respecto al manejo de la tecnología, a excepción de ciertos profesores universitarios, pero ninguno estaba preparado para dar clases a distancia. Un grave error ha sido trasladar todo el contenido a las aulas virtuales sin pasar por un proceso de planificación, dijo.

Leal resaltó la importancia de crear un pensum dinámico, que permita adecuarse a las modalidades presenciales y virtuales. Mencionó que hay docentes que suben material excesivo y, en ocasiones, el contenido es pobre.

Por ejemplo, ponen tres videos de YouTube para explicar  un determinado tema, cada uno dura 45 minutos y contiene errores. Es mejor subir material audiovisual de corta duración y complementario para que el estudiante comprenda, indicó.

Por otra parte, dijo que hay otras fallas que no son atribuibles al docente, como los problemas de conectividad y falta de dispositivos electrónicos. Esta pandemia nos agarró con equipos obsoletos, la gran mayoría tenemos equipos de tienen ocho a doce años, por eso hay dificultad para dar clases en Google Meet y Zoom.

Agregó que los colegios han entendido esta problemática, y dentro de sus recursos, han podido renovar la conectividad del internet y los equipos de los planteles para que los docentes puedan dar clases. Sin embargo, está consciente de que esa no es la realidad para la mayoría y la solución para muchas instituciones ha sido imprimir guías para suplantar las clases.

Foto: Luis Morillo
El diagnóstico de los estudiantes

La profesora Leal advirtió que, debido a la pandemia, los alumnos están perdiendo hábitos de estudio, punto que también comparte la psicóloga Blanca Siso, debido a la alteración de las rutinas y estímulos que dificultan la concentración de los estudiantes.

Durante la educación primaria, los niños aprenden a leer, escribir y consolidar sus primeras habilidades matemáticas como sumar, restar, multiplicar y dividir. La ausencia de las clases presenciales ha ocasionado que no haya refuerzo de esa información.

Hay niños de tercer grado que no se saben los números, como mucho llegan al 100, no manejan el sistema decimal, cuentan con los dedos. Al no tenerlos en las escuelas, las maestras no pueden identificar estas fallas como comprobar si tienen hábitos de estudio consolidados”, expresó.

También alertó que los alumnos de quinto y sexto grado no saben tomar apuntes de clases.

Cuando he tenido que revisar los cuadernos de los niños para buscar cuál contenido les dieron, me he percatado de que muy pocos hacen seguimiento. Es una falla enorme, porque cuando salgan de primaria les costará adaptarse al bachillerato, donde deben llevar al día de 10 a 12 materias, resaltó.

Con respecto al bachillerato, Sandra Leal apuntó que muchos profesores asumen que sus estudiantes poseen hábitos de estudios consolidados, que pueden concentrarse durante las clases y lamentablemente, eso no es así.

En el aula presencial, el profesor de bachillerato se da cuenta cuando un estudiante está atendiendo, cuando está interesado o desinteresado en el tema, cuando lo comprende e inclusive cuando quiere sabotear la clase. En cambio, con las clases virtuales y en donde todos apagan la cámara, es difícil identificarlo, expresó.

Considera que la mayor falla que tiene la educación media es la falta de hábitos para estudiar, ya sea la toma de apuntes, estudiar en grupos y planificar horas dedicadas al estudio.

Para la profesora de matemáticas, los estudiantes que más afectados por la pandemia han sido los de primaria, porque se encuentran en el período de formar hábitos de lectura, escritura y dominar los números, lo cual se hace de la mano con las maestras.

La gente se preocupa por los de bachillerato, por la cantidad de materias. Cada nivel tiene su complejidad, pero los niños se han visto más afectados porque necesitan atención presencial para afianzar las áreas de conocimiento, manifestó Leal.

Educación a distancia entorpece hábitos de estudio y dificulta el aprendizaje

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La educación ambiental puede cambiar el mundo

cambio16.com

“La educación no cambia el mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Esta frase del pedagogo brasileño Paulo Freire sintetiza la importancia de la enseñanza para la sociedad. ¿Podremos mejorar la salud del planeta a través de la educación ambiental?

La educación ambiental puede cambiar el mundo. Lo transforma de manera individual, reforzando el perfil de cada persona a través del fomento de valores, pero, sin duda, también de manera glo­bal. Solo así seremos capaces de construir un mun­do mejor. No se trata de una frase hecha o de un eslo­gan. Es una realidad que, con el retorno a las aulas, adquiere un mayor significado. En especial en este nuevo e ilusionante curso escolar en el que la pandemia, las medidas y los protocolos de protección seguirán estando presentes.

La crisis motivada por la pandemia de la COVID-19 ha modificado nuestra perspectiva. Dieciocho meses en los que el mundo ha sido testigo de uno de los procesos de cambio más rápidos de la historia, que ha dejado muchos retos, pero también muchas lec­ciones a su paso. Por este motivo, es importante po­ner en marcha los aprendizajes que hemos adquirido tras esta situación. El que nos ocupa hoy es la relación directa que hay entre el cuidado del medioambien­te y la salud.

De hecho, existen muchas coinciden­cias entre la situación provocada por el coronavirus y el deterioro que padece, muchas veces de manera sigilosa, la Tierra. Por ello, debemos aprovechar los avances en materia medioambiental que se han con­ seguido de manera rauda debido a los efectos tan ful­minantes del coronavirus. Es un impulso que debe­mos ver como un filón que hay que aprovechar para intentar paliar el resto de las situaciones que provo­can daño a nuestro planeta.

Solo a través de esta relación podremos entender la realidad actual. María Neira, directora de Salud Públi­ca de la OMS señalaba hace algunos meses en esta di­rección que teníamos que empezar a considerar «ya el respeto al medioambiente y entender por qué estamos aquí”. Porque el entendimiento es la fase previa al co­nocimiento. Una afirmación que solo se puede alcan­zar a través de la educación.

En este sentido, la propia OMS calcula que un 23% de la mortalidad es atribuible a factores medioam­bientales. Respecto a la población mundial, esta cifra supone 12,6 millones de muertes cada año, distribu­yéndose de manera desigual alrededor del planeta. Y es que la salud humana está estrechamente relaciona­da con nuestro entorno. Los alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que hace posible que vivamos. El estado de esos ele­mentos, según el lugar en el que habitemos, determi­narán la calidad de nuestro bienestar.

Unos datos que coinciden con la publicación del Pa­nel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, en el sexto informe de eva­luación, que ha ocupado recientemente las portadas de numerosos medios de comunicación. El organismo se­ñala de manera muy precisa hacia dónde se encamina el planeta si no tomamos medidas inaplazables.

En cualquier caso, aún hay tiempo para la esperan­za. De hecho, el texto señala que estamos a tiempo de revertir “el peor escenario en 30 años si actuamos ya” reduciendo nuestras emisiones de gases de efectos in­vernadero. Puede sonar lejano, pero es la única alter­nativa que tenemos. No podemos esperar más.

DAR LA ESPALDA AL MEDIOAMBIENTE PERJUDICA A TODOS

El aumento de estos gases en la atmósfera, por lo tan­to, ha tenido, tiene y seguirá teniendo un grave im­pacto en nuestro entorno y, en un futuro, en la calidad de nuestras vidas. Un ejemplo han sido los fenómenos atmosféricos que se han producido durante este ve­rano. Desde olas de calor, que cada año siguen alcan­zando registros históricos, pasando por fuertes inun­daciones e incendios que han generado un importante desastre a su paso en países del centro de Europa o incluso en países del arco mediterráneo, como Italia, Turquía o Grecia, y del que nuestro país tampoco se ha salvado.

Desafortunadamente, hace pocas semanas, pudimos ver como ardían más de 20.000 hectáreas de bosque y pasto en la provincia de Ávila. Reciente­mente, también hemos sido testigos de la muerte de oxíge­no, un problema con graves consecuencias ambienta­les, y también sociales.

El cuidado del medioambiente, por lo tanto, no es una opción, sino una necesidad que nos apela a to­dos. Para ello, es importante la concienciación. O, di­cho de otra manera, la educación, ya que es eviden­te que tenemos que cambiar determinados hábitos de vida como nuestra manera de producir y consumir, exprimiendo el planeta como si no tuviera límites.

EDUCACIÓN AMBIENTAL, PUNTA DE LANZA DE LA LEGISLACIÓN

Ante este escenario, surge una pregunta. ¿Y ahora qué hacemos? La respuesta es clara. La educación se posi­ciona como una herramienta fundamental en el proce­so de construcción social que tenemos ante nosotros. La educación con propósito, por lo que en este caso hay que potenciar aspectos relevantes para nuestra propia soste­nibilidad como especie, como todo lo que tiene que ver con el medioambiente y su situación actual.

Desde el ámbito institucional, ya se están dando pasos en este sentido. Ejemplo de ello es la nueva Ley de Educación, que pretende, entre otros aspec­tos, promover una cultura basada en la sostenibi­lidad ambiental para que el alumno pueda acceder a los aprendizajes y competencias necesarios para promover el desarrollo sostenible, y que los docen­tes reciban capacitación específica relacionada con la Agenda 2030.

ambiente

En paralelo, y de manera más específica, el Plan de Acción de la Educación Ambiental para la Sostenibili­dad en España 2020-2025 (PAEAS), aprobado por el Gobierno, se ha presentado recientemente para defi­nir las líneas estratégicas para la transición hacia una educación para el desarrollo sostenible en nuestro país en los próximos años, convirtiéndose en un fuer­te impulso en materia de valores ambientales, conoci­miento e información.

Todos estos ejes de actuación suponen la pues­ta en marcha de un cambio real en materia de soste­nibilidad en consonancia con la aprobación en mayo de este año de la Ley de Cambio Climático y Tran­sición Energética. Una medida legislativa que viene a reforzar el acervo jurídico impulsado desde la Comi­sión Europea y que cada país miembro debe traspo­ner a su legislación. Se trata de un avance sustancial, ya que se hace referencia directa en un apartado a la educación: “el sistema educativo español promoverá la implicación de la sociedad española en las respues­tas frente al cambio climático”. Una ley que debe tra­bajarse en el ámbito académico de una manera trans­versal y urgente.

En este sentido, la ministra de Educación y Forma­ción Profesional, Pilar Alegría, recientemente ha vuel­to a recalcar su posición manifestando que debemos situar la educación como un eje prioritario.

NATURALIZA, PROPUESTA PARA UN APRENDIZAJE AMBIENTAL ACTIVO

La primera mujer médica e importante pedagoga y educadora italiana María Montessori decía: “Siembra en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan… los años se encargarán de descifrarlas en su enten­dimiento y de hacerlas crecer en su corazón”. Este es precisamente el espíritu del trabajo que tenemos que realizar para concienciar a los alumnos sobre la si­tuación actual en materia de sostenibilidad. Son varios los proyectos que están trabajando en este sentido.

De hecho, la UNESCO lanzó en mayo de este año la pro­puesta de que la educación ambiental debía conver­tirse en un elemento clave para los planes de estudio en 2025. Un compromiso suscrito por más de ochen­ta ministros y viceministros a nivel internacional, así como más de dos mil especialistas en el sector de la educación y el medioambiente.

En España ya estamos avanzando en esta direc­ción y el nuevo marco legislativo, al que me refería antes, defiende que nuestros hijos deben disponer de las herramientas necesarias para construir un nue­vo sistema que transforme el mundo en un lugar más respetuoso. Con esta premisa, desde Ecoembes quisi­mos poner en marcha un proyecto que ayudase a lle­var el medioambiente a las aulas y sacar las aulas al medioambiente, poniéndose en marcha, hace casi ya cuatro años, Naturaliza.

CURRÍCULUM ESCOLAR Más de la mitad de los planes de estudio de casi 50 países no mencionan el cambio climático y apenas el 19% se refiere a la biodiversidad, según la UNESCO, que hace un llamamiento para que se incorpore la educación ambiental al currículum escolar de aquí a 2025. La educación no prepara suficientemente a los estudiantes para adaptarse, actuar y responder al cambio climático y a la crisis medioambiental

Se trata de un proyecto con el que intentamos apor­tar nuestro granito de arena hacia el cambio y del que nos sentimos muy orgullosos, sobre todo de los cer­ca de 1.400 docentes que forman parte de él. Si algo podemos destacar de todos estos años es el nivel de implicación y compromiso de cada uno de ellos. Do­centes que, a pesar de las circunstancias, y de los nue­vos ritmos y protocolos marcados por la pandemia, no han querido dejar de formarse para acercar a su alumnado, a través de métodos de innovación educati­va, una materia tan importante como es el cuidado del medioambiente y el amor por la naturaleza.

Y es que la educación ambiental en las escuelas, como la entendemos nosotros, es una responsabi­lidad que no debe recaer solo en el profesorado o los centros educativos. Es imprescindible contar con el apoyo de todos. Por este motivo, desde Naturaliza qui­simos crear una Escuela de Docentes. Una plataforma a través de la cual les garantizamos las herramientas y el conocimiento necesario para poder impartir sus clases con una mirada ambiental. Un curso guiado y dirigido por expertos en la materia.

EN LÍNEA CON LOS ODS Naciones Unidas aprobó en 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Planteando así 17 Ob­jetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad. Desde Naturaliza trabajamos en línea con los ODS a través del Objetivo 4 meta 7: “Asegurar que todos los alumnos adquieran los cono­cimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el de­sarrollo sostenible”

Además, ponemos a su disposición una biblioteca con más de 2.000 recursos que les sirven de guía para transformar el currículo escolar. Nuestra apuesta tie­ne una sola dirección: el medioambiente debe estar in­tegrado en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello, estos recursos establecen una serie de obje­tivos curriculares y objetivos ambientales a cursar en asignaturas como matemáticas, lengua, ciencias socia­les o ciencias naturales. Se trata de un método que gene­ra aprendizajes significativos en el alumnado, además de ser un elemento motivador. A través de proyectos, sesio­nes y salidas, el alumnado explora su entorno y aprende a cuidarlo reflexionando y proponiendo continuamente acciones de mejora individual y colectiva.

En este sentido, durante este periodo también he­mos aprendido que no hay mejor aula que la natura­leza, y que aprovechar el entorno directo como una clase puede no ser solo una gran solución a niveles lo­gísticos, sino que es también un aspecto muy benefi­cioso para el desarrollo de los más pequeños.

El comienzo del curso escolar es siempre un buen momento para recordar prioridades. En este caso, li­gadas a la educación y al futuro de nuestro planeta. No tanto para mirar al horizonte y plantear cambios, sino para actuar desde lo colectivo.

Ahora toca apoyar a la educación y, en concreto, la medioambiental. Ya se están escuchando estos recla­mos y, entre todos, comenzamos a dar pasos en esta dirección. Un soplo de esperanza que esperemos que sirva para mover el mundo. No nos detengamos.

https://www.cambio16.com/la-educacion-ambiental-puede-cambiar-el-mundo/

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