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Lo arcaico y lo nuevo. Pensando la educación desde la potencia del brote

Por: Ana Kurtzbart

“Pobres de nosotrxs si olvidamos que somos un telar. Y que no importa dónde se corte el hilo, de allí Misáianes comenzará a tirar hasta deshacer el paisaje”.

La trama infinita – Los días del venado. (Fragmento de “La Saga de los Confines”) de Liliana Bodoc.

¿Qué podríamos decir acerca de los tiempos en los que vivimos?

Tiempos signados por la ligereza, por la inmediatez, por el exceso de información y por una creciente necesidad de rendimiento, entre otras urgencias.

Tiempos en los que muchxs niñxs viven desprovistxs y carentes de condiciones dignas de existencia, que solo parecen pertenecer a lxs favorecidxs o privilegiadxs, por el solo hecho de haber nacido en un contexto marginado y vulnerado, y no marginal o vulnerable, ya que no se trata de una condición natural de quienes la poseen, sino que fue otorgada por aquellxs que la producen.

¿Qué estaremos haciendo con nuestras infancias? ¿Qué capital simbólico heredarán cuando no podemos detenernos para escuchar sus voces?

Narrativas distorsionantes que obstaculizan el reconocimiento de las desigualdades como efecto de lo que se omite, se ignora o se desecha.

¿Será entonces el paradigma de la ausencia, de lo que no hay, de lo que se segrega o se desprecia lo que permite mantener el estado de las cosas tal cual está dado?

Por otro lado se idealiza el progreso, el brillo de lo nuevo, del cambio, de la innovación, como si fueran las palabras mágicas, relucientes y esplendorosas, las que se supone repararán cualquier daño, quedando el pasado del lado de lo viejo o de la opacidad de lo anticuado, lo obsoleto y por lo tanto despreciado.

Pero, ¿qué es el progreso?

Dijo Walter Benjamin ante un cuadro de Paul Klee llamado Angelus Novus:

“En este cuadro se representa a un ángel que parece a punto de alejarse de algo a lo que mira fijamente. Los ojos se le ven desorbitados, tiene la boca abierta y además las alas desplegadas, pues este aspecto deberá tener el ángel de la historia. Él ha vuelto el rostro hacia el pasado, donde ante nosotros aparece una cadena de datos, él ve una única catástrofe que amontona incansablemente ruina tras ruina y se las va arrojando a los pies. Bien le gustaría detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destrozado, pero, soplando desde el Paraíso, una tempestad se enreda en sus alas, y es tan fuerte que el ángel no puede cerrarlas. Esta tempestad lo empuja incontenible hacia el futuro, al cual vuelve la espalda mientras el cúmulo de ruinas ante él va creciendo hasta el cielo. Lo que llamamos progreso es justamente esta tempestad”.

¿Podremos acaso pensarnos en comunidad, siendo parte de una red de redes abandonando el consumismo y el antropocentrismo; el que ha dado pruebas suficientes de su capacidad de daño al creernos superiores a las otras especies?

¿Qué forma ha tomado la tempestad que hoy estamos atravesando y que al mismo tiempo nos atraviesa? ¿Cómo será el futuro que estamos construyendo?

¿Qué tendremos que admitir y comprender para dejar de estar a-terradxs, o sea desligadxs de la tierra, y para decidirnos a recomponer la conexión con ella y con todos los seres que la habitamos?

¿Podremos acaso pensarnos en comunidad, siendo parte de una red de redes abandonando el consumismo y el antropocentrismo; el que ha dado pruebas suficientes de su capacidad de daño al creernos superiores a las otras especies, al destrozar el equilibrio ecológico, envenenando la tierra, el aire y el agua, contaminando nuestros alimentos, expandiendo enfermedades, relegando sectores sociales al condenarlos a la pobreza y exterminando especies enteras o poniéndolas en situación de peligro de extinción, entre otras calamidades?

Reconocer tales hechos es un acto fundamental para ser dignos de la vida que se nos ha donado.

Es también materia de preocupación, cuando el énfasis recae casi exclusivamente en una respuesta personal e individual que apela al voluntarismo del “tú puedes” y a la afamada “resiliencia”, sin percatarnos de que se trata de una capacidad que se teje con otrxs y no hay que buscarla en la interioridad de cada unx ni en el entorno, sino en el “entre” las partes implicadas.

Esta posición elimina la dicotomía fuerza / debilidad enfocada como un asunto propio y singular.

John Bowlby en su Teoría del apego, coincide con los desarrollos del psicoanalista Donald Winnicott sobre el duelo en la infancia y habla de “la importancia de desarrollar la capacidad de preocuparse por el otrodesde el imperativo ético del amor”.

Se trata entonces de considerar la complejidad de los acontecimientos y de nuestra afectividad dado que entrama la experiencia, que siempre es relacional, con la vivencia que puede considerarse del orden de lo subjetivo.

Por lo tanto, podemos entender la resiliencia como un proceso íntimo en un contexto social siendo el apuntalamiento y el sostén de lxs otrxs lo que modera la angustia.

La esencia de la angustia es compleja dado que se trata del nivel de simbolización más bajo y requiere de presencia, disponibilidad y cuidado de lxs otrxs para que circule la confianza como si se tratase de la sangre social de un cuerpo que representa el lazo primordial y vital de protección dada por los cuidados ambientales, en el más amplio sentido de la palabra.

Desde este punto de vista podemos pensar al desamparo desde su nexo relacional y situado, por lo cual para que prime la confianza en los vínculos es necesario que circule la sangre social, como cualidad ambiental, siendo la disponibilidad de lxs otrxs ineludible.

Esto también implica valorar el acontecimiento tanto desde el afecto como desde la provisión de las condiciones materiales de existencia, tal como el techo, el alimento, etc., que garanticen el cobijo y el resguardo de quienes se encuentran vulneradxs.

La pandemia puso una lupa en nuestros ojos y nos permitió visibilizar con mayor claridad el estado de las cosas. En este tiempo llegamos a percibir al otrx como una amenaza que limita nuestra libertad y quedamos así entrampadxs en la herencia que nos dejó la modernidad con todos sus adelantos científicos y tecnológicos pero que a su vez fue imponiendo gradualmente una perspectiva binaria, simplificadora y mecanicista que tiende a clasificar, a normalizar y a ordenar la realidad en términos dicotómicos, enfrentados y excluyentes tales como individuo – sociedad, naturaleza – cultura, mente – cuerpo, yo – otrxs, etc.

El concepto de individuo y el de ciudadano nacieron al mismo tiempo reforzando la idea de que el hombre (sin distinción de otros géneros) era el principal protagonista de la historia del mundo.

El culto a la autonomía personal fue creciendo a lo largo del siglo XX y XXI dando por resultado una sociedad hiperindividualista, pero como contrapartida comenzaron a abrirse paso diferentes movimientos sociales, inmensas “minorías” que vienen trabajando por la equidad social y por la ampliación de derechos. 

Baruch Spinoza, filósofo que vivió en el siglo XVII, pensaba el mundo desde la complejidad e intentaba por todos los medios, e incluso poniendo en peligro su propia vida, en tiempos en los que la inquisición expulsaba, perseguía y se deshacía de quienes objetaban el pensamiento disciplinario y autoritario de la Fe reinante, la que no debía ser cuestionada.

Su mirada amplia y entramada, nos abrió a las paradojas y a las tensiones que habitamos y nos habitan.

Si consideramos al universo como múltiple y diverso, un “multiverso” y rescatamos a su vez la dimensión común de la existencia, podremos salir de las escisiones, de las clasificaciones fijas y limitantes, como del individualismo más radical.

Por otro lado, paradójicamente, la singularidad no se opone a lo común, dado que lo singular existe tan sólo siendo parte de una trama colectiva.

Spinoza despliega un pensamiento que rescata la potencia del brote que contiene lo nuevo y lo arcaico en su interior. Lo recién nacido y lo viejo como una reserva de lo vivo a salvo de cualquier poder.

Lo arcaico y lo más nuevo que contiene lo más antiguo y que conserva en sí la historia del mundo. El brote trae lo que no declina, dado que es una potencia indeclinable de lo nuevo y de lo arcaico.

Concebía la idea de pensar la potencia de lo inmemorial, de lo más antiguo pero que a la vez es lo más nuevo. Su filosofía habla de la fuerza de existir como potencia, como algo inalienable que todxs poseemos y cuya manifestación es imprevisible.

Si la potencia es la capacidad de afectar, de ser afectadxs y de producir efectos, podemos pensarnos activxs al reducir la pasividad incrementando las pasiones que nos componen en un encuentro con algo o con otrxs que aumentan nuestra capacidad de actuar con la potencia de lxs demás.

Entender el mundo dicotómicamente nos lleva a clasificar, a crear estructuras que organizan el pensamiento con cierta rigidez, lo cual suele ubicarnos frente a lo distinto en posiciones condenatorias, en lugar de percibir aquello que podría nutrir nuestras observaciones e ideas.

Si consideramos que fue el racismo el que inventó a las razas, al nombrarlas deviniendo estigma, podemos deducir que la exclusión dio lugar a la necesidad de promover la inclusión como un imperativo para restituir lo expulsado.

Hoy hablamos de inclusión educativa y la ética reflexiona y pone en tensión el cuidado de sí y del otrx en sus diversas formas de ser y estar en el mundo.

Emmanuel Lévinas, el filósofo llamado de la alteridad o de la otredad dijo: “… Es el rostro del otro el que nos interpela éticamente y nos llama a responder siendo responsables ante su llamado, sin violentarlo ni reducirlo a una sola representación, que es la que tengo de él, o a una categoría de sí. El otro es quien me constituye, me modifica y me define a mí mismo a la vez que yo soy su otro.” La alteridad vista como un tercero en un espacio de dos es lo desconocido en mí que irrumpe desde una interpelación ética, nos abre la puerta a la complejidad humana dado que el otro está y exige un trabajo. Lo extraño, lo extranjero que me desacomoda sacándome de lo conocido, de lo mismo, exige un plus de mí, de mi entrega, de un esfuerzo de comprensión de lo distinto que también habita en mí.

El/la otrx siempre estuvo. Nacimos de otro cuerpo y en lugar de considerarlo como quien nos limita podemos pensarlo como quien nos constituyea la vez que nosotrxs lx constituimos reconociendo su existencia. Es la madre quien da existencia a sus hijxs al mismo tiempo que sus hijxs la hacen madre naciendo.

El Yo nunca fue yo en estado puro. La pureza remite a experiencias de la humanidad demasiado dolorosas. La cerrazón religiosa, la de pertenecer a una comunidad sin “mezclarse” con quienes tienen otros orígenes o la de considerar la superioridad de unxs por sobre otrxs dieron lugar a los episodios más tremendos y despreciables de la historia de la humanidad.

Además siguiendo la línea de la estigmatización podemos agregar la creación de ciertos ideales respecto del rendimiento, de prototipos de belleza, de ciertos atributos que implican en sí mismos cierta ventaja, ser altx, rubix, de ojos azules, propietarix, etc.

El mundo se historiza a través de los relatos, de las narraciones en todas sus formas, pero muchas veces se ejerce con violencia el intento de imponer a toda costa la centralidad de una postura.

La naturaleza del pensar es errática, nómade, habita la experiencia y la nombra con palabras que luego son traducidas por quienes las escuchan, según su perspectiva, su historia, su cosmovisión.

¿Cómo abandonar la centralidad de un Yo, que viene hace siglos oponiéndose a un nosotrxs? ¿Qué pasa cuando el lazo con el otrx se torna fallido y no podemos percibir su ser – siendo en la diferencia, cuando no podemos salirnos del “sí mismx” que nos habita?

Es el Otrx quien nos permite visualizar la diversidad de los modos de existir, en una tensión y en un interjuego “entre” lo propio y lo ajeno, la singularidad y lo plural…y podríamos seguir agregando una larga lista de distinciones.

¿Cómo pensar la construcción de comunidad en el terreno educativo desde la ética del cuidado y la alteridad enfrentando el problema de la diversidad, de lo nuevo y de lo que queremos conservar?

Nos constituimos desde lxs otrxs y tenemos registro de nosotrxs mismxs en virtud de las afecciones que nos producen los intercambios con otros cuerpos. Entonces, ¿cómo propiciar encuentros que potencien la vitalidad de los vínculos respetando la singularidad, la diferencia de ritmos, de culturas, de intereses, de capacidades, de talentos, de necesidades o de circunstancias personales?

En esta época signada por el desasosiego y la prisa, entre otras cuestiones, es oportuno recordar a Sócrates quien sostenía que la verdad la construía en el diálogo con sus discípulos.

Para la democracia griega cada cual era parte de un todo y la verdad era una búsqueda compartida. La perspectiva troyana, que por antigua podríamos considerarla obsoleta, mantiene total actualidad, afirmaba que la falta de diálogo implica falta de justicia. Todo tenía que ver con el espacio común.

Tomando éstas ideas, ¿cómo podríamos contribuir al debate y a la reflexión sobre la construcción colectiva de un pensamiento que le dé a la educación un sustento desde un enfoque multifacético, desde una multiplicidad de perspectivas, desde una concepción dinámica, atenta a las problemáticas y a las necesidades de las infancias, que merecen ser consideradas, respetadas en sus derechos y no acalladas, ni etiquetadas o controladas, sosteniendo que los conflictos son tensiones inherentes a la vida y a las relaciones humanas?

Cada situación es única, su configuración no es igual a ninguna otra, aun cuando pueda parecerse a otros sucesos. La palabra universo denota una única versión, sin derivas ni transformaciones, una imagen congelada, fija y detenida.

Las alianzas, los acuerdos y el entramado en lo común nos permiten perseverar en la vida impulsadxs por el deseo de incrementar la potencia de existir, de pensar y de actuar evitando que las fuerzas que se oponen nos disuelvan y rompan las ligazones que nos nutren y fortalecen desde la experiencia colectiva y personal al mismo tiempo.

No se trata de aspirar a la ausencia de los conflictos sino desde ellos mismos fortalecer los lazos.

Las sombras para ser precisan tanto de la luz como de la oscuridad, de la riqueza de los contrastes propios de las diferencias.

Para ello es preciso salir de la oposición que implantan los dualismos, para ampliar nuestra mirada, para no quedar encandiladxs y seducidxs por el fulgor de la innovación banal o de la mercancía y para seguir extasiándonos con la luminosidad de la noche y con todo lo que brilla en la oscuridad.

Fuente de la información e imagen:  https://www.topia.com.ar

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Nativos digitales: del mito a la realidad

Por: Ferran Adell

Los estudiantes de hoy en día han estado en contacto con las tecnologías desde los primeros estadios de su niñez, son lo que se llama nativos digitales.

Los estudiantes de hoy en día han estado en contacto con las tecnologías desde los primeros estadios de su niñez, son lo que se llama nativos digitales. Tienen facilidad para la comprensión del funcionamiento básico de los dispositivos y el software, pero ello no significa que entiendan mejor el marco digital en el que se desarrolla la sociedad actual. Es más necesario que nunca reivindicar una formación humanística asociada a las nuevas tecnologías, que permita una comprensión del entorno digital y que, además, contribuya a hacer que los ciudadanos sean más críticos y estén más implicados en el devenir de la sociedad.

Una de las principales problemáticas a las que la educación contemporánea debe hacer frente es el paso de una sociedad digitalmente analfabeta, en el mejor de los casos inmigrante digital, a una en la que los usuarios son habituales de la tecnología desde los primeros estadios de su niñez. Desde muy pequeños, los nuevos ciudadanos conviven con los dispositivos digitales como elementos normales de uso para tareas diversas: son lo que hemos dado en llamar nativos digitales.

Este concepto, que Marc Prensky formalizó a principios de siglo, pretende diferenciar a los individuos que han nacido ya con la popularización de los dispositivos digitales y las redes de comunicaciones de las generaciones anteriores.¿Cómo debemos llamar a estos «nuevos» estudiantes de hoy? Algunos se refieren a ellos como la generación N (por net, red en inglés) o la generación D (por digital). Pero la designación más útil que he encontrado para ellos es la de nativos digitales. Nuestros estudiantes de hoy son todos «hablantes nativos» del lenguaje digital de las computadoras, los videojuegos e Internet.Marc Prensky

Esta diferenciación, que puede ser útil para hablar del conflicto generacional entre los nativos y los inmigrantes digitales, para plantear las diferencias propias de la convivencia diaria con los dispositivos y el software, no puede ser llevada al terreno de la habilidad informática ni, mucho menos, al de la comprensión del ecosistema digital. Prensky acuñó el término como parte del debate sobre las carencias del sistema educativo americano para hacer frente a las necesidades de los nuevos nativos digitales. Pero ya en el artículo original (Marc Prensky, «Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales», From On the Horizon, MCB University Press, vol. 9 nº 5, octubre 2001), el autor atribuye a los nativos digitales unas capacidades de comprensión y de uso avanzado de las tecnologías digitales que estos no parecen mostrar.

Los nativos digitales tienen facilidad para la comprensión del funcionamiento básico de los dispositivos y el software, pero tienen las mismas dificultades que las generaciones anteriores para entender el funcionamiento del ecosistema social. Es necesario que alguien les facilite los recursos necesarios para entender el marco digital en el que se desarrolla la sociedad actual. Si somos capaces de hacerlo, de tal modo que los procesos de comprensión se den en un contexto apto para la creación de mapas mentales propios, lograremos, de rebote, a ciudadanos más críticos e implicados en el devenir de la sociedad.

Durante mucho tiempo hemos dejado en manos del paso del tiempo la solución a las problemáticas educativas derivadas de la adaptación al entorno digital, pensando que serían los nativos digitales, a medida que estos poblaran las aulas, quienes provocarían el cambio necesario en los mecanismos docentes. Pero, como bien describen Benett, Maton y Kervinen The ‘digital natives’ debate: A critical review of the evidence, no hay ningún estudio que demuestre que los nativos digitales son más aptos, a priori, para el uso de la tecnología: la habilidad de los individuos está relacionada con las capacidades naturales, la formación y la experiencia, no con la fecha de nacimiento. El juicio que dice que los nativos digitales tienen un sofisticado conocimiento y unas altas capacidades para las tecnologías de la información debe ser, por lo menos, relativizado.

Una muestra clara de la despreocupación para la creación de conocimiento en torno al marco en el que se desarrollan las tecnologías digitales es la no incorporación de materias relacionadas a los planes docentes escolares. Aún hoy la formación en tecnología sigue siendo muy básica, enfocada a un uso puramente práctico, y no a la comprensión de su funcionamiento. En algunos entornos hemos avanzado introduciendo pequeñas nociones sobre programación o gestión de sistemas, pero siempre con una intención puramente funcional y sin el análisis y la reflexión necesarios para generar un conocimiento sostenible del entorno digital.

La Maleta pedagógica de Univers Internet es un recurso educativo creado por el CCCB Educació y el CCCB Lab que tiene como objetivo proponer una reflaxión crítica y creativa sobre el conjunto de tecnologías vinculadas a Internet en el aula. 

Que el conocimiento del ecosistema digital y su impacto cultural formen parte del imaginario popular, y de los programas educativos, son condiciones necesarias para que los nativos digitales (que no solucionarán los problemas por el hecho de haber nacido antes o después de la década de los ochenta) sean capaces de vertebrar un discurso teórico relacional adaptable a los cambios y menos vinculado a la tipología del software de uso universal. Es la parte filosófica la que más falla en la formación de las nuevas generaciones, y no una filosofía alejada de la vida de los ciudadanos, o que pretende construir teorías sistémicas insostenibles en un entorno digital fugaz, sino una filosofía que se presenta como la única vía realmente práctica para la existencia digital.

Porque, lejos de consideraciones propias de la ciencia ficción, y aunque el camino hacia la fusión hombre-máquina ya haya comenzado, la existencia digital plena es aquella que convive con el entorno informacional actual de una manera no traumática, y es capaz de usar las herramientas con la adaptabilidad suficiente para seguir siendo solvente ante su evolución. Estos ciudadanos, al mismo tiempo, deberían ser formados para poder responder ante las problemáticas éticas y filosóficas derivadas de las tecnologías digitales con el fin de mantener una sociedad éticamente activa y conocedora de las garantías necesarias para el mantenimiento de sus derechos y sus libertades.

En un entorno en el que algunas de las características propias del ser humano se ponen en entredicho ante la evolución de la biotecnología o la nanorrobótica, es más necesario que nunca reivindicar una formación humanística asociada a las nuevas tecnologías, que permita a los ciudadanos participar de forma activa en los debates generados en torno a la evolución y el cambio de la sociedad actual. Debemos dotar a los nuevos ciudadanos de las herramientas suficientes para entender el impacto social de la tecnología en aquellos valores propios del contrato social, para mantener las garantías suficientes de la reciprocidad de este contrato. El entorno en el que se desarrollan los medios digitales es dinámico y complejo: la única vía para aprehender su funcionamiento es acercarse a ellos reflexivamente y con una atención específica a los principios de los nuevos medios.

Por lo tanto, la comprensión de los conceptos principales en torno a los cuales se vertebra la cultura digital, y las relaciones que entre ellos se establecen, es tan importante para la realización de la existencia humana y de la convivencia social como lo es el uso solvente de las herramientas digitales en un entorno en el que el analfabetismo digital es cada vez más similar al analfabetismo funcional. El dinamismo intrínseco a las nuevas tecnologías no nos puede llevar a configurar una estrategia docente puramente de contenidos y competencias, en la que se enseña el uso práctico de las herramientas pero no la comprensión de su funcionamiento.

La falta de una experiencia cultural previa homologable al actual uso masivo de la tecnología ha hecho que, durante muchos años, se haya depositado la esperanza para la adaptación completa de los individuos en la sociedad digital en el cambio generacional, pensando que este provocaría una asunción ad hoc de la constitución del nuevo modelo como un ecosistema natural más. La realidad, sin embargo, no ha abonado esta ingenua predicción: el actual entorno social presenta un panorama muy heterogéneo respecto a la comprensión del entorno digital entre los nuevos ciudadanos, debido a la incompleta formación que reciben sobre la constitución de la cultura digital.

El enfoque competencial en la formación de los estudiantes parece que proyecta un entorno en el que las herramientas no cambian y son siempre accesibles con un aprendizaje progresivo, basado en el aumento del nivel de dificultad. El individuo va siendo más hábil en el uso del procesador de textos a medida que lo va utilizando, lisa y llanamente. Ahora bien, esto no quiere decir que entienda mejor cómo funciona, ni que sea capaz de mantener el mismo nivel de experiencia ante un cambio de versión en el software.

Tenemos que trabajar los fundamentos de la tecnología, aquellos que no están sometidos al cambio constante, aquellos que siguen vigentes cuando la aparición de un nuevo tipo de dispositivos, servicios o protocolos informáticos cambia radicalmente algún procedimiento. Y lo tenemos que hacer en las aulas escolares, también en los entornos pedagógicos no formales, desde los primeros estadios del proceso educativo de los niños. La inteligencia humana es universalmente capaz de llenar los vacíos de un mapa relacional con la experiencia, pero no de inventar continuamente nuevas teorías que permitan definir la estructura de las relaciones. Para desarrollar esta tarea necesitamos investigación, reflexión, debate y un proceso de creación colectiva.

Fuente de la información e imagen: https://lab.cccb.org

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Nueva Ruta Educativa O Moda Sexenal Trasnochada

Por: José Luis Coronado Alvarado

Sin duda desde la llegada al Gobierno Federal  de la 4T, se generaron expectativas sobre el nuevo rumbo que seguiría la educación nacional y primero con Esteban Moctezuma Barragán, quien llego con la moda del buen trato a los educadores y planteando el esquema de la Nueva Escuela Mexicana y eliminando lo punitivo de la Reforma Peñanietista en la Materia, sin embargo todo quedo solo en eso, en la mera declaración de la eliminación del esquema de Permanencia, que tanto ruido hizo en el sexenio de triste memoria y que de hecho, trajo tantos dolores de cabeza al magisterio nacional y en donde la figura antes respetada de los educadores, fue puesta por los suelos, ridiculizada y satanizada por los poderes facticos de nuestro país, beneficiarios de la ancha avenida privatizadora que en ese entonces se puso en marcha y siguió su curso.

Ya con más discreción, o dicho sea de paso, de manera más opaca en  lo mediático, la Secretaria Delfina Gómez, ha planteado, en la hora actual,  desde una visión simplista y sexenal de corto alcance y de retardada puesta en marcha, la consulta para cambiar los Planes y Programas de Educación básica y en estos vaivenes, que luego se convierten en pesadilla para los educadores, porque luego pareciera que se trata de volver a empezar en  la ruta educativa, nuevos conceptos, formatos, criterios y formas de ver el panorama que de hecho ya se conocen en  el magisterio y que aspiran a presentar como una reforma de gran calado y otra vez, a prepararse en los nuevos conceptos y en la visión que al final de cuentas sigue siendo la misma gata solo que con una nueva revolcada y entonces valdría la pena preguntar….¿Y luego que paso con los resultados de los foros educativos realizados en distintos lugares de la geografía nacional? ¿Acaso ello solo dio para la ju8stificacion del trabajo de Moctezuma en la SEP? ¡Y ahora hasta el SNTE se apunta desde sus dirigencias nacional y seccionales listos para participar! ¿Y la bilateralidad ausente por complicidad, sometimiento o simples intereses económicos? ¡Al tiempo las respuestas!

Y bueno si hasta Gilberto Guevara Niebla y , beneficiario de las críticas hacia los educadores  y su sindicato en tiempos dela Negra Noche padecida por el magisterio en el sexenio anterior , saco a relucir su visión, pero no olvida citar al actual gobierno y sus precedesores, de querer acabar con lo anterior en el caso actual, por considerar los daños neoliberales a la educación Pública, sin embargo vale decir, que  a la fecha,  se siguen planes y programas del pasado, libros neoliberales de mucha paja y distorsionado contenido, sin una visión clara de lo que requiere el ciudadano de este siglo, padeciendo aun las oscuridades de tiempos idos y sin reconocer el papel  que han venido jugando de manera importante los educadores en este trance educativo.

Bien por el propósito de aspirar al hombre y la mujer nuevos, aunque en esos conceptos de separación suene más a modismos como aquello de los niños, las niñas y los adolescentes y…. preguntaba un viejo maestro…¿Y no hay adolescentas? Y la pregunta obligada ¿Acaso no ha sido siempre el papel histórico de los maestros formar ciudadanos nuevos y de bien? ¡Más interrogantes, sin duda hay, que posteriormente tendrán respuesta!

Y vale la pena  rescatar el carácter universalista y nacionalista del conocimiento, la diversidad como punto de partida de los aprendizajes y buscar en lo comunitario el nuevo horizonte de la educación………¿Acaso no lo han hecho antes los educadores?

Y entonces el planteamiento central pudiera ser que el ciudadano nuevo a formar requiere de una visión clara y comprometida, que siempre has estado presente en las maestras y maestros del país y que aun en medio de la contingencia, han sabido enfrentar el reto para el que no fueron formados, ni capacitados ni profesionalizados por la SEP…..Si  va a haber una reforma de gran calado por que no empezar por el compromiso de la SEP para con sus maestros y la niñez para crear la nueva ruta por la que han de fortalecerse, los educadores, el normalismo , los niños y jóvenes y la sociedad mexicana en la nueva era de la Educación Publica Nacional evocando a Vasconcelos a poco más de 100 años de haber fundado esa gran  Institución que es la SEP ¿Habrá voluntad para ello? ¿Al tiempo las respuestas!

Por lo pronto y en anuncio de última hora ya todos a clases  presenciales, sin decir el cómo, ni hacerse cargo de lo que cuesta el retorno por las necesarias medidas sanitarias a implementarse, al fin que no hay problema eso lo sacan adelante los profes…. ¡Será? ¡Hasta la próxima!

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: etcétera

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El sujeto precario. Trabajadores culturales en la era digital

Por: Lab.cccb

El capitalismo cultural se alimenta del entusiasmo de aquellos que buscan vivir de la investigación y la creatividad en ocupaciones culturales o académicas.

Ya hace tiempo que se instrumentalizan la vocación y el entusiasmo para justificar la deriva hacia la precariedad laboral. La tendencia va en aumento en los contextos dedicados al arte, la cultura y el conocimiento, donde conviven las ventajas de un mundo hiperconectado con el mantenimiento de viejas formas de poder que vulnerabilizan a las personas y les niegan espacios donde repensar la lógica laboral en que se inscriben. Una lógica que incluye desde la falacia de igualar la vida al trabajo hasta la burocratización de la vida laboral, pasando por la feminización de las bases de la cultura o el individualismo inducido por la competencia feroz, entre otros.

«Nos han hecho creer que somos libres», que con esfuerzo podremos convertir nuestra vocación creativa en un trabajo digno. «No es cierto». Tampoco lo es que la cultura esté feminizada. Lo están los hilos que la tejen, pero no quienes mandan ni quienes desde un suelo estable cobran y proyectan su futuro en el trabajo cultural. La expectativa es mi mayor frustración. Día a día escucho que mi trabajo es una afición, que su ejercicio es ya mi pago.

Diario de La Pusilánime

La sala resplandecía. La luz salía de todas partes, incluso de las personas que allí se congregaban. Eran luces eléctricas que les conferían un aire robótico a los asistentes. Era tanta la luz que apenas se divisaban siluetas ni rasgos, sombras o irregularidades. Vestidos de lo mismo presentaban sus papers midiendo sus palabras entre tablas y estadísticas y a ellos mismos arropados por sus competitivos índices de impacto. Todo con la impasividad de quien ha sido despojado de alma o está entrenado en contener la rabia. Al otro lado de la pared una multitud de solos congregados dibujaba una escena repleta de claroscuro. Cada individuo iluminaba su cara con una pantalla y se fotografiaba o emitía en streaming con entusiasmo, vanidad, emoción y alma. Había manchas en sus ropas, restos orgánicos entre los cables. En conjunto la palabrería amontonada sobre millones de «uno mismo» sonaba excesiva, como un ruido pegajoso e inhumano.

Notas sobre las redes y el declive de la academia

Tienen que ver (sujeto precario, cultura contemporánea, libertad, declive de la academia, Internet…). Intentaré argumentarlo sin cerrar las líneas, buscando hacer la cosa pensativa, fragmentándola, mirando y poniendo espejos. Mientras escribo pasan varias horas y días, tres evaluaciones de proyectos, cuatro evaluaciones de teleoperadoras, dos de técnicos. Mis estudiantes me evalúan a mí y yo a ellos. Intercambio formularios, leo en la máquina y la máquina me lee. Siempre restan tareas por hacer. (Fin de) semana. Límite de palabras inclumplido.

Fuente de la información e imagen:  https://lab.cccb.org

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¿Quién pone los muertos? La pandemia y la “normalidad” laboral

Por: Ianina Harari TES-CEICS

La actitud del gobierno frente a la pandemia por Covid-19 atravesó distintas etapas. Tras un tiempo de inacción, decretó la cuarentena sin acompañarla de alguna medida que permitiera cumplirla al sector de clase obrera que no percibe ingresos regulares o en blanco. Por otro lado, cada día se agregaban actividades económicas a la lista de esenciales. Como resultado, la cuarentena se levantó de hecho. Luego, el gobierno fue flexibilizando las restricciones hasta levantarlas por completo y festejar el fin de la pandemia. Pero la variante ómicron vino a aguarles la fiesta.

La vacunación masiva disminuyó el porcentaje de internaciones y muertes sobre los contagiados. Pero en la medida que el número de contagiados aumenta exponencialmente, el número de muertes diarias vuelve a niveles preocupantes. En ese contexto, el gobierno decidió que no iba a poner ningún freno a la circulación viral, mostrando abiertamente que privilegia la economía (o sea las ganancias de los capitalistas) frente a la salud obrera.

Contagios al por mayor a pedido de los capitalistas

Por más empeño que el gobierno haya puesta en promocionar la superación de la pandemia, la realidad lo golpeó en la cara. La “nueva normalidad” que impuso con el levantamiento de las restricciones a la circulación y el regreso al trabajo presencial se vio alterada con el crecimiento de casos que provocó la variante ómicron. En pocas semanas la curva de contagios subió exponencialmente y producto de ello, unas semanas después, las muertes volvieron a tocar picos preocupantes. Nada de esto conmovió al gobierno, que lejos de tomar medidas restrictivas, decidió buscar la forma de subestimar los contagios y relajar aún más las medidas de cuidado para satisfacer la demanda de la burguesía de que no se frene la economía.

La principal preocupación empresaria frente a la llegada de ómicron no fue la salud de sus empleados, sino el ausentismo que provocaban los criterios de aislamiento. Entonces, la burguesía comenzó una campaña para disminuir el ausentismo. El titular de la UIA, Funes de Rioja, dijo que según los datos recabados por la entidad empresaria, se registraba un 7,5% adicional de ausentismo en promedio. La CAME, que agrupa a pequeñas y medianas empresas, por su parte, estimó un ausentismo de 25% en las industrias de AMBA y del 15% en las del interior.

El gobierno convocó a representantes de la burguesía y de las centrales obreras para tratar el asunto. Se reunieron el ministro de Economía Martín Guzmán, de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y de Salud, Carla Vizzotti. Allí los empresarios reclamaron no solo el acortamiento del período de aislamiento sino también que se habilitaran los test rápidos para hacer en las fábricas. Ambos pedidos fueron escuchados y acatados. Se decidió reducir los días de aislamiento y directamente eliminarlos para los contactos estrechos con tres dosis. A su vez, se decidió reducir la cantidad de testeos por la vía de eliminar los testeos a contactos estrechos sin síntomas. En provincia de Buenos Aires, Kicillof fue más lejos aún: directamente se deja de testear a quienes no pertenezcan a grupos de riesgo con o sin síntomas. Es evidente que, con estas medidas, se van a subestimar los contagios.

En cuanto a los test rápidos que fueron aprobados, se trata de test de antígenos que tienen un margen de error mucho más alto que el PCR. Por ello, cuando da negativo, se recomienda complementar con PCR. Sin embargo, es evidente que las patronales lo van a utilizar para obligar a trabajar a quienes den negativo, aunque puedan estar contagiados evitando el test de PCR.

En el sector público, el gobierno mantuvo la presencialidad. Solo permitió el teletrabajo en la administración pública nacional unos días para evitar sobrecargar la red eléctrica. La única motivación posible para ello es garantizar pasajeros para las empresas de transporte público. La gran mayoría del trabajo en el Estado puede realizarse de forma remota, sin poner en riesgo a los trabajadores. Pero ya sabemos que eso al gobierno lo tiene sin cuidado.

A todo esto, la burocracia sindical, lejos de solicitar medidas para proteger a los trabajadores frente a la nueva ola de contagios, solo pidió junto con los empresarios que se prorrogue el decreto que incluía al coronavirus como enfermedad profesional para que las ART la cubran, lo cual el gobierno también acató porque es otra medida que beneficia a las patronales.

Las muertes las pone la clase obrera

Las vacunas mostraron su eficacia en la reducción del porcentaje de contagiados que requieren internación y que mueren. Incluso se verifica que ese porcentaje es menor entre los vacunados que entre los no vacunados. Sin embargo, en números absolutos, las internaciones y las muertes alcanzan cifras dramáticas cuando el número de contagios es muy alto, afectando especialmente a quienes se encuentran dentro de los grupos de riesgo, incluso entre los vacunados. Es por ello, que, en momentos de picos de contagios tan altos, algunos países retomaron algunas medidas de restricción de la circulación. No es el caso de Argentina, en donde se da vía libre a la circulación del virus y a las muertes que ello provoca. Muertes que afectan principalmente a la clase obrera.

Efectivamente, hay un factor de riesgo que no aparece tan claro en las estadísticas, y que si se busca está allí: ser parte del proletariado. La condición de clase es un determinante en la probabilidad de morir por Covid. Las estadísticas que se realizaron cruzando datos de muerte con diferentes indicadores socio económicos, muestran que hay un mayor porcentaje de muertes por Covid entre proletarios que entre burgueses.

Un estudio publicado en la Revista Argentina de Salud Pública mostró que en la Ciudad de Buenos Aires los barrios con mortalidad más alta se ubicaban en el sur (la zona más pauperizada), mientras que los de mortalidad baja se localizaban en las zonas Norte (barrios de mayores ingresos) y Oeste de la ciudad. El mismo trabajo muestra que los barrios con mayor mortalidad tenían porcentajes más altos de hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI), que es un indicador del nivel de pobreza. En lugar de medir la pobreza según los ingresos, el NBI la mide por condiciones estructurales como las características de los hogares. Por ejemplo, se cuenta como NBI el carecer de cuarto de baño y el hacinamiento. No es de extrañar, entonces que sea en las zonas con más hogares con NBI en las que se produjeron mayor porcentaje de muertes.

Hay otro elemento que contribuye a aumentar las muertes entre la clase obrera: las comorbilidades. La hipertensión arterial, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la obesidad son las más peligrosas. Un estudio muestra que en los sectores de nivel socioeconómico bajo de CABA tienen elevados valores de índice de masa corporal (IMC) y un alto porcentaje de población con obesidad. Todo ello explica por qué la población de los barrios obreros más pauperizados, como la que habita las villas, es más vulnerable frente al COVID-19. CABA no es la excepción. Los mismos resultados se encontraron para el resto de LatinoaméricaEspaña, Estados Unidos 1 2Reino UnidoFranciaAlemania y varios otros países donde se pudo cruzar la información estadística.

Efectivamente pertenecer a la clase obrera es un factor de riesgo. Las condiciones de vida a las que los obreros están sometidos, les impide ocuparse adecuadamente del cuidado de su salud. A diferencia de un burgués, el obrero no cuenta con el tiempo libre para hacer actividad física o tener tiempo para relajarse. No le alcanza el salario para llevar una alimentación saludable. Tiende a vivir en hogares más precarios, hacinados, sin acceso a agua potable. En especial, la clase obrera más pauperizada y con condiciones de trabajo más precarias no tuvo posibilidad de cumplir la cuarentena, más bien tuvo que salir a hacinarse en el transporte público y en los lugares de trabajo. Ahora el gobierno la manda a contagiarse masivamente en medio de una escalada de casos y muertes.

Lo que el gobierno está promoviendo con las medidas para sub registrar los contagios, evitar aislamientos y disminuir el ausentismo laboral, es el aumento de las muertes obreras. En la medida que los contagios mantengan un nivel elevado, va a ser la clase obrera la que ponga la mayor parte de los muertos. La vida obrera es un detalle que a la burguesía la tiene sin cuidado. La ganancia capitalista es lo único que importa. Y en épocas de crisis, después de la derrota electoral, el gobierno apuesta a una recuperación económica que barra los muertos debajo de la alfombra.

Notas

  1. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33227595/
  2. https://www.healthaffairs.org/doi/10.1377/hlthaff.2021.00414

Fuente de la información e imagen: https://razonyrevolucion.org/

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La «desescalada digital» y el complejo vínculo entre infancias y videojuegos

Por: Yair Cybel

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Recuperar espacios de ocio no digital, proteger los datos personales y reducir el tiempo frente a la pantalla. ¿Qué estrategias se pueden tomar ante el consumo problemático de videojuegos?

En el año 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe lapidario donde advertía sobre las consecuencias del creciente tiempo que los niños, niñas y adolescentes pasan frente a las pantallas. En el estudio se recomendaba no exponer a menores de un año al consumo de pantallas y que los niños y niñas de entre dos y cuatro años no tuvieran más de una hora diaria de «tiempo de pantalla sedentario». En enero de este año la cosa escaló: se incluyó al consumo excesivo de pantallas y videojuegos dentro de las patologías adictivas, instando a los estados a que tomen cartas en el asunto y generen políticas públicas preventivas orientadas a paliar esta situación.

Al calor de la pandemia, el Twich y las NFT (criptomonedas orientadas a videojuegos), surgen cada vez más preguntas sobre la relación entre infancias, adolescencias, videojuegos y pantallas. ¿Cuál es el tiempo adecuado para que une niñe juegue con una consola? ¿Qué sucede con la privacidad, el acceso a datos personales o el control parental? ¿Es posible adoptar conductas que mejoren la relación entre jugadores y dinámicas de juego? ¿Cómo saber si un videojuego es apto para niñes?

Estas mismas preguntas se realizó la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires, que recientemente difundió un informe sobre el uso responsable de videojuegos y la desescalada digital. En el trabajo se analizan experiencias internacionales orientadas a mejorar la relación entre los usuarios y las pantallas, advertir consumos problemáticos y reconocer conductas que puedan derivar en trastornos.»Buscamos que se pueda distinguir entre uso y abuso para así evitar que se generen situaciones conflictictivas en el desarrollo de la personalidad de niños, jóvenes y adultos», explica en diálogo con este medio Walter Martello, Defensor del Pueblo de la PBA.

El informe presenta una serie de recomendaciones extraídas del programa «Pantallas amigas», implementado en España. Allí se sugiere que les usuaries puedan partir del reconocimiento del impacto que la pandemia ha generado sobre sus prácticas y su relación con las pantallas y los videojuegos. De cara a una «desescalada digital» se propone que se fijen objetivos realistas, se recuperen tiempos de ocio no digital y que, en caso de así desearlo, se informe a su entorno de la voluntad de reducir los tiempos frente a las pantallas.

El estudio también enfatiza en la necesidad de estar precavides frente al cyberdelito y advierte firmemente sobre la importancia de evitar introducir el número de tarjeta de crédito o los datos personales en las plataformas. Al mismo tiempo, también se ofrece un repositorio de herramientas para que los padres puedan conocer las características de cada videojuego que les niñes o adolescentes utilizan, entre ellos una plataforma que verifica el grado de violencia, sangre, apuetas o lenguaje agresivo de cada juego.

¿Hay margen para pensar políticas públicas que apunten a legislar sobre el abuso o el mal uso de las pantallas? «Hay dos proyectos presentados en la PBA, uno en el senado -que ha perdido estado parlamentario- y otro en diputados, en la Comisión de Adicciones», señala Martello y destaca la importancia de determinar las responsabilidades del Estado en la atención y el diseño de políticas públicas de caracter preventivo. «En ningún caso el camino es la prohibición», sentencia.

Huella digital o la memoria de nuestro paso por la web

Las advertencias sobre el uso de internet también hablan de la «huella digital», el registro que deja nuestro historial en línea y que genera una cantidad de datos que luego pueden consultar otras personas. El informe «Con vos en la web», del ministerio de Justicia de la Nación, señala la dificultad de borrar la huella digital ya que «en internet no hay olvido» . «Creemos que al borrar una publicación la estamos eliminando pero no es así. Otra persona puede haber descargado el contenido antes de que se borrara. Puede modificarlo, volver a subirlo y compartirlo. Si otra persona publica el contenido es difícil borrarlo e impedir que forme parte de nuestra reputación en línea», señala el informe y agrega que «cuando se aceptan los términos y condiciones para participar en las redes sociales, aplicaciones, videojuegos o en las cuentas de correo electrónico estamos dando autorizaciones y permisos para que usen nuestros datos personales».

Para cuidar la «reputación en línea», el manual sugiere confirgurar la privacidad y lectura de las publicaciones, monitorear el propio nombre y poner contraseñas seguras.

Los datos marcan con claridad la transformación de este escenario digital en el contexto de la pandemia: según el informe «El impacto de las pantallas en la vida familiar», realizado por la ONG Empantallados con la colaboración de la Unión Europea, los niños más pequeños utilizan un 76% más las pantallas que antes del confinamiento. De hecho, se producen fenómenos como la Nomofobia, el phubbing y Fomo, derivados de la adicción al celular. Pero eso es harina de otro costal, y si les interesa conocer más sobre el tema pueden escucharlo en nuestro podcast.

Fuente de la información e imagen: https://elgritodelsur.com.ar

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Declaración Patrimonial y de Intereses, ¿Herramienta de Persecución Fiscal al Magisterio?

Por: Juan Antonio Guerrero Orrostieta*

En la pasada entrega establecimos que éste instrumento que está siendo utilizado por las diferentes instancias de Gobierno es – como lo ha sido en otras ocasiones – ilegal, ya que ninguna ley expresa de manera explícita que las y los docentes tienen que presentar esta información.
Podemos identificar que si bien (en el magisterio), se devenga un salario que se desprende de recursos públicos, no se administran dineros del erario propiamente – en la mayoría de los casos -; se entiende que se busca poner a las y los trabajadores de la educación al nivel de una o un funcionario que recibe, administra y/o dispersa partidas presupuestales para obra, gasto corriente, infraestructura, pago de servicios o cualquier desembolso que se nos pueda ocurrir en algún espacio institucional, gubernamental o de administración pública centralizada o descentralizada, situación totalmente incoherente.
Ante los altos niveles de corrupción que existen en la administración pública, este tipo de “estrategías” que buscan prevenir e identificar los actos que puedan constituir un delito son importantes, siempre y cuando sean utilizados de manera adecuada, dirigidos a quienes manejan los dineros provenientes de nuestros impuestos, sobre todo gestores de las cuentas públicas.
La información que se solicita en la Declaración Patrimonial y de Intereses, se habrá de transparentar – según establecen las leyes de acceso a la información – y, cualquier persona, tendrá acceso a la misma, por lo cual representa un serio riesgo para quienes estén obligados a presentar datos detallados acerca de sus ingresos, posesiones, bienes, créditos e incluso, joyas y animales de compañía, de cónyuges y dependientes económicos, ésto en el contexto de altos índices delictivos que se vive en la actualidad en el país, por lo cual, se deben generar una serie de medidas de seguridad que garanticen la salvaguarda de información personal (para quienes están obligados y obligadas a presentarla por la naturaleza de sus funciones).
Ahora, pone en la mira otro serio riesgo para la seguridad, como ya es de mala costumbre, en cuanto a que las bases de datos puedan ser “otorgadas” a entidades privadas externas por parte de los Gobiernos o funcionarios (municipal, estatal o federal), ya sea a cambio de algún favor político o simplemente al recibir alguna contraprestación económica, caso plenamente comprobado y que sucede con la Banca Privada en México, ya que cuentan con toda nuestra información como dirección, teléfono, celular, correo electrónico y seguramente, la carátula de nuestra credencial del IFE o INE, referencias que en teoría, solo este organismo descentralizado debería tener. Otro ejemplo es el caso de las encuestadoras que miden las preferencias electorales antes o durante algún proceso, empresas como Parametria, Mitofsky y muchas otras, ya cuentan con la información de los votantes, sus datos personales, teléfonos y el distrito en que se encuentran, antecedentes que simple y llanamente tienen en su poder gracias a la facilidad con la que es obtenida nuestra información personal.
Otro elemento que puede ser tomado en cuenta es que en el caso del Magisterio, la Declaración Patrimonial y de Intereses es una especie de complemento a la Declaración Anual de Impuestos, en la lógica de esta administración, lo que busca es verificar que la recaudación fiscal que se está haciendo a las y los trabajadores del Sistema Educativo es la correcta – desde su perspectiva -, buscando obtener de manera ilegítima, información que les pueda engrosar las arcas públicas a través de los impuestos que puedan estar pasando por alto al desconocer en su totalidad las posesiones de las y los asalariados.
Por último, debería ser prioridad del Gobierno recabar información acerca de las necesidades que se tienen en los distintos espacios formativos, desde la falta de una correcta infraestructura, materiales e insumos hasta las carencias que tiene no solo el personal que labora en las escuelas, también las y los alumnos y sus familias que no cuentan con lo necesario para hacerle frente a la ardua labor de aprender en el contexto de pandemia que se vive en la actualidad.


  • Juan Antonio Guerrero OrrostietaMilitante Activo de la Sección XVIII de la CNTEMichoacán

Fuente de la informaciò:  Insurgencia Magisterial

Fotografía: Profelandia.com

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