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Valoración del trabajo del docente, ante el cambio de la forma educativa presencial a distancia

Por: Pluma invitada

Las actividades escolares que las y los profesores diseñaban para una modalidad presencial dejaron de implementarse al pasar a un formato educativo a distancia, en el que se involucró el uso de las tecnologías, aumentó la participación de las madres y los padres de familia en el proceso y se hizo necesaria la integración de los docentes en el uso de plataformas digitales para mantener comunicación, trabajo y seguimiento de los aprendizajes de las y los alumnos. A lo ¿La percepción de los políticos y de la sociedad sobre el qué hacer docente es valorado? Pero qué tipo de valoración se busca se pide o se quiere: reconocimiento documental, una palmaditas cariñosa, una mejora económica para disponer de esparcimiento familiar y de amigos.  O el ser como los gobernantes, representantes del pueblo con ciertas características sociales en la que además todos los que participamos en el sector servicio público y por un presupuesto (recursos obtenidos de los gobernados (pago de impuestos) seguimos siendo los que estamos para “SERVIR AL PUEBLO”

Las posturas que suscita el trabajo docente son distintas, van desde quienes realizan críticas, hasta quienes tienen la facultad de tomar decisiones sobre las políticas educativas.

Esteban Moctezuma Barragán en su momento realizo el reconocimiento público de la labor docente, siguiendo el liderazgo del mandatario si él se queja, los demás nos debemos quejar, el como nosotros y otros funcionario públicos -servicio postal mexicano, caminos y puentes federales, ejercito,- nuestra labor es trabajar y servir al país, somos la primer cara de nuestros gobernantes, -trabajamos por sus políticas, decisiones y están plasmadas en el plan nacional de desarrollo, justificadas y soportadas en la constitución política de los estados unidos mexicanos.

Entre las posturas que asumen algunos/as madres y padres familias en el proceso educativo antes de la pandemia eran:

  1.  Suponen que el quehacer del docente frente a un grupo se relaciona con que sus hijos/as reciban información permaneciendo callados/as para aprender (actitud -receptiva- pasiva). ¿Acaso creen que un alumno/a esta de escucha pasivo (como agente receptivo en el proceso formativo)? Y ¿Recibe una educación -transmisora- bancaria (donde el educador deposita contenido a en la mente del estudiante)? Lo que en realidad se tiene en las escuelas es la participación y sociabilización de los contenidos, desarrollo del pensamiento crítico y creativo, atención en sus habilidades socioemocionales y otras tantas más.

El alumno/a en su dinámica diaria dentro de la escuela la filiación con sus demás compañeras/os de aula y/o grupo social se motiva de apropiar (sin saberlo) los saberes, las habilidades que corresponde a su grado académico inscrito, porque aprende colectivamente

  1. Por otro lado, los que no acudían a las citas escolares o juntas y dejan a los hijos/as el mayor tiempo en los planteles educativos. ¿Qué acaso las escuelas son centros de retención? (pero quizás es el lugar más seguro -percepción de los padres, tutores-) Es deseable que se reconozca que el papel de las figuras educativas en los planteles es formativo,

¿Debería de existir al menos dos tipos de educadores, para evidenciar la educación formativa, con la educación social y si hay presupuesto, educación en salud integral?  Que son facilitadores para las y los educandos de ampliar aprendizajes conceptuales y orientales para una mejora en el ambiente de convivencia y socialización de las y los alumnos, quienes se presentan a la escuela con lo aprendido en casa y es por eso por lo que al llamar a los padres es preocupante porque está en evidencia los valores y formas de convivencia del seno familiar

  1. Así también, los que descalificaban el trabajo de las y los profesores como algo que cualquiera pude hacer. ¿Acaso la simple presencia del que se para frente a un grupo de alumnos con el conocimiento de un tema es suficiente? Lamentablemente, así se dejan de valorar las horas que se invierten para cada clase o los informes que les ofrecen desde los planteles con prejuicio para fortalecer la relaciones con las autoridades educativas y trabajar juntos.

 

Las posturas de los gobernantes en México parecen mostrar que no se considera el entendimiento social y solo presupuestario.

  1. Los acuerdos entre los representantes del gobierno y los líderes sindicales llevaron a convertir el sindicalismo a un nivel de poca transparencia en la forma de otorgar plazas y que además obstaculizaban la rendición de cuentas en gran parte por los acuerdos políticos de beneficio mutuo. 

¿Que acaso estos acuerdos no eran tomados en conjunto con las autoridades educativas?  ¿Qué los acuerdos no se basaban en las normas que daban las dependencias educativas? El hecho es que pese a que se implementan nuevas normas operativas para el ingreso, promoción y permanencia no generan cambios que impacten más hay de las promesas de logro.

Las normas operativas de ingreso, promoción, permanencia deben de ser supervisadas, evaluadas y retroalimentadas en una gestión continua (y quizás hasta por un organismo descentralizado) para brindar transparencia y alcancen el fin y propósito por el cual fueron creadas.

  1.  El discurso continuo de que México se encuentra en mal lugar educativo internacional con respecto a las pruebas estandarizadas de la OCD. ¿Sera causado por la mala calidad docente o por la falta de inversión y/o capacitación acorde a los tiempos actuales?

Fundamentar el principio de igualdad y proporcionalidad de recursos, gestión de la estructura de supervisión por la misma carrera docente gestionada por un organismo descentralizado, con alcances jurídicos en su supervisión, evitando la asociación delictuosa que bloque, evité y desvié la gestión, aplicación de recursos, el injustificado el crecimiento de una tecno estructura de colaboración de la ejecución de las políticas educativas. Lo que genere igualdad para todas las escuelas y el despliegue de un sistema de preparación de docentes de forma continua acorde a los tiempos y contextos

  1. La implementación de acciones de capacitación apoyadas en las tecnologías digitales para migrar los planes y programas. ¿El realizar cursos en plataformas tecnológicas sin abundar en las herramientas y recursos digitales es suficiente? El enfocar el sistema de aprendizaje a contenidos estrictamente en conocer, manejar, interpretar y trasladar contenidos de los programas sociales, disciplinarios y didáctica lo que es un desfase entre el capacitarse entre las tecnologías de la información y comunicación para los aprendizajes y la disponibilidad de emplearlas por invertir en fortalecer de nuevas competencias digitales.

Crear la posibilidad de gestión de que la secretaria de educación proporcione y dote a los docentes del recurso tecnológico para llevar a cabo sus funciones primordiales desde el punto donde se encuentre y sea puntual en el desarrollo de sus actividades y responsabilidades con sus educandos.

  • El copiar modelos y enfoques educativos del exterior con la idea de que se obtendrán los mismos logros educativos. ¿Qué acaso no hay mejor conocedor para la solución de problemas que aquellos que operan dentro de la misma organización? La mejor posibilidad es adaptar el modelo a seguir, los hábitos y costumbre del latinoamericano responden a factores aspiracionales de motivación y superación, crear un modelo propio y nuevo es posible pero no asegura el éxito, adoptar uno existente, hay indicadores que permiten rediseñar y evaluar la gestión propuesta.
  • El poner más atención a los periodos vacacionales, a los horarios y a las prestaciones al considerar un trato preferencial como servidor público, siendo una carga de privilegios laborales y económica. ¿Qué los docentes además de estar frente al grupo, atender personalmente a cada alumno y trabajar con los padres de familia no es a caso una labor tediosa y pesada para entender el porque? La realidad es que mantener la atención y seguimiento de cada alumno tanto en la atención directa (presencial o vía internet y/o uso de plataformas web-) y posterior al trabajo de planear, elaborar contenidos y evaluar es una gran cantidad de trabajo que no es valorado.

Todas estas aseveraciones que se han realizado durante pasado tiempo de las clases presenciales y ahora las que se dan a distancia han generado por parte de los gobiernos y sus representantes desde acciones y declaraciones sobre el desempeño de los profesores, como son:

  1. No observan cuáles son los medios adicionales que proporcionarán los docentes para impartir clases a distancia.” ¿El que no lo vea y conozca quiere decir que puede generar conclusiones sin datos o reconocimiento del como hacen su labor los docentes?  Pasaron los docentes a dar clases vía web en las que sus gastos de adquisición de equipos, consumo de energía eléctrica, planes de internet por wifi que por la intermitencia del servicio contratar nuevos planes datos en redes 3G o 4G por la mala calidad de la red wifi, la capacitación externa para uso de nuevas aplicaciones y -uso de plataformas- medios y la adquisición de apps desde aquellas que brindan seguridad hasta las propias para videoconferencia.
  2. Firma de un convenio para garantizar que el salario de los profesores será íntegro durante el regreso a clases a distancia para el ciclo escolar 2020:2021. ¿Acaso todo lo cambios y recursos que dispone el docente no son suficientes para devengar su sueldo? Es muy cierto que a diferencia de otros empleos algunas personas dejaron de laborar y se les apoyo (aunque en la mayoría de los casos se quedaron sin empleo) en sus empresas por medio tiempo en sus pagos por concepto de trabajo. Pero los docentes no dejamos de estar en contacto por y para atender y seguir en contacto con nuestros alumnos, realizar el seguimiento, acompañamiento, detectar señales de alerta y prevenir y evitar la deserción  por el tiempo es algo tan valioso que aquello que se deja aprender es dejar las oportunidades que son únicas y son de su tiempo.

El confinamiento por la pandemia pide y exige a los padres de familia, tutores, hermanos/as de manera directa e indirecta asumir roles no solo del docente en cuestión, va más allá de esa presencia, es decir, convivir con el adolescente (y estudiante) como lo hacía con sus compañeros pares, es decir, que juegue, que bromee, que sueñe y que sea cómplice de ese proceso de crecimiento y aprendizaje que lo brindaba la escuela.

Pero la presencia y exigencia de los padres también se prioriza porque es el momento de ver/se (espejo) porque visualiza al ser humano que ha educado con esa gama de defecto y virtudes con las que tiene que trabajar (ya que está sumiendo el rol del docente) y la exigencia y/o frustración radica y se deriva en que no sabe cómo hacerlo -no puede hacerlo- ya que el trabajo fuera de casa, el hogar y los hijos, no identifica y jerarquiza las prioridades, responsabilidades, dentro del núcleo familiar y/o estructura social. Cabe mencionar que el docente atiende por lo menos a un grupo de alumnos y sus diferentes asignaturas, es decir el docente realiza sus actividades de seguimiento y acompañamiento -ahora a distancia- y después de su jornada laboral atender sus asunto personales -si los tiene- y/o superación y formación profesional, si realmente nos pusiéramos a investigar el fenómeno social ante la aparición de quejas de responsables de familia implicaría sospechar que nadie está preparado para ser padre de familia, ejemplo de familia, porque no encontramos en los vástagos engredados la evidencia suficiente de haber transmitido los valores humanos, para convivir con los demás -por eso hoy la sorpresa en el hogar y añoranza del aula-.

Es añorar el acompañamiento que se brindaba en el núcleo familiar del siglo pasado, los años 70`s, se agotó en los años 90`s. La educación proyectada en el aula es la réplica de hábitos, costumbre, valores, mañas, observadas y mal aprendidas en ese seno familiar abrazo de gritos, violencia, domingos de futbol, vida en casa y ausencia de una o de ambas parejas -cabezas de familia-

Es mezquino el entendimiento a la labor docente donde en estos tiempos tiene que ser ahora mas que nunca un guía mentor de los alumnos, los padres se familia y un mediador con el uso de las tecnologías en las que aun no existían contenido para su capacitación es por eso por lo que como dijo Elena Poniatowska “Los profesores se desprenden de cuanto tienen y de cuanto saben, porque su misión es esa: dar.” Es algo de lo que muchos dirán poseer pero que no podrán demostrar en los hechos. Es tan grande y evidente su compromiso que sin manifestarlo ahora dedica más tiempo a su responsabilidad sacrificando familia, salud, bienestar.

La docencia es una labor qué conlleva vocación y estos tiempos un sacrificio que no es reconocido por estar teniendo que convivir con sus hijos en este proceso educativo. Así es que las palabras de T. S. Eliot describen la profundidad con la que un maestro trabajo diciendo “Indudablemente, una parte de la función de la educación consiste en ayudarnos a escapar -no del tiempo que nos toca vivir, pues estamos atrapados en él, sino de las limitaciones emocionales e intelectuales de nuestro tiempo.” Unas pertinentes palabras para entender la atemporalidad del docente y su labor, mitigando su preocupación y alentando a los maestros y maestras en continuar su quehacer que hoy y siempre necesitará el modelo educativo.  Aunque no se reconozca su labor es parte fundamental del progreso de un país.

 

Autor

Heriberto Prieto Zamudio

Profesor de Bachillerato General Estatal en la Mixteca Poblana.

Administrador del Grupo de Facebook Formadores del Cambio.

Co-Fundador de la iniciativa social iberoamericana www.CompetenciaDigitalCero.com, que conforma una comunidad de práctica solidaria para reducir la brecha en el uso de tecnologías digitales en los espacios educativos.

Coautor

Mario Rosas Hernández 

Profesor Licenciatura Administración de Empresas Complejo Regional Centro BUAP

REFERENCIAS:

Mensaje del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán

https://www.gob.mx/sep/articulos/mensaje-del-secretario-de-educacion-publica-esteban-moctezuma-barragan

e-consulta: Agravian a docentes poblanos declaraciones de Barbosa: CNTE.

https://www.e-consulta.com/nota/2020-08-21/sociedad/agravian-docentes-poblanos-declaraciones-de-barbosa-cnte

Contra Réplica: Garantizan salario y prestaciones para maestros a pesar de clases virtuales.

https://www.contrareplica.mx/nota-Garantizan-salario-y-prestaciones-para-maestros-a-pesar-de-clases-virtuales-202021855

Educación Futura: Ante la contingencia sanitaria, los aprendizajes con tecnologías digitales.

https://www.educacionfutura.org/48646-2/

Educación Futura: Sin cumplir en las clases remotas… ¿seguros que no pasa nada?.

https://www.educacionfutura.org/sin-cumplir-en-las-clases-remotas-seguros-que-no-pasa-nada/

Profelandia: Planteamientos de la educación híbrida: contextos antes, durante y después del confinamiento.

https://profelandia.com/planteamientos-de-la-educacion-hibrida-contextos-antes-durante-y-despues-del-confinamiento/

Profelandia: Nuevas asignaturas y realidad educativa.

https://profelandia.com/nuevas-asignaturas-y-realidad-educativa/

Pese a contingencia por Covid-19, 80% de maestros y estudiantes se mantienen comunicados: SEP

https://www.youtube.com/watch?v=r2dCPQiOKHE&feature=emb_title

Maestros son certeza en tiempos de incertidumbre: Esteban Moctezuma

https://www.20minutos.com.mx/noticia/855235/0/maestros-son-certeza-en-tiempos-de-incertidumbre-esteban-moctezuma/

La titánica labor del Ejército durante la pandemia de COVID-19 en México

https://www.animalpolitico.com/2020/05/titanica-labor-ejercito-pandemia-covid-19-mexico/

Covid-19 no frena el trabajo del Servicio Postal Mexicano

https://oncenoticias.tv/nacional/covid-19-no-frena-el-trabajo-del-servicio-postal-mexicano

Fuente: http://www.educacionfutura.org/valoracion-del-trabajo-del-docente-ante-el-cambio-de-la-forma-educativa-presencial-a-distancia/

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Animalismo e inteligencia artificial ¿Dónde quedamos los humanos?

Por: Alejandro Galliano


Desde hace tiempo, el animalismo y la inteligencia artificial vienen poniendo en cuestión el mundo antropocéntrico: los animales y los algoritmos fueron cambiando su estatus, mientras el lugar del ser humano se tornaba más problemático. Sin una naturaleza adonde volver, el mundo se volvió un artificio humano cada vez más extraño a los propios humanos.

Puede ser que en el futuro hablemos del «lockdown de 2020» como hoy hablamos del «crack de 1929»: un evento absolutamente inesperado para la mayor parte de sus protagonistas, que trastornó el funcionamiento del mundo entero e intensificó una serie de tendencias previas. Si la crisis de 1930 redimensionó debates sobre el funcionamiento del capitalismo, el rol del Estado y los sindicatos que databan de fines del siglo xix, el covid-19 y sus consecuencias reactivan discusiones sobre la automatización del trabajo, el ingreso básico universal y el saneamiento del medio ambiente por el decrecimiento de la producción y el consumo.

La experiencia del covid-19 también afecta a una cuestión más abstracta y especulativa pero que enmarca las anteriores: la relación de la humanidad con su entorno no humano, cuya interacción se altera a partir de tres datos de la pandemia:
– la posible etiología del virus pone en entredicho la viabilidad de la ganadería como actividad económica;
– la aceleración de la digitalización incrementa nuestra dependencia de tecnologías que pueden escapar del control humano;
– finalmente, la pandemia se suma a otros fenómenos, como el calentamiento global, que demuestran que el ser humano está a merced de fuerzas que desató pero que no puede controlar.

Así, los animales y los algoritmos parecen destinados a tener un estatuto diferente al final de la peste. Y, consecuentemente, los seres humanos que hasta ahora nos consideramos sus dueños y creadores, también.

La inviabilidad material del ganado

El rumor que responsabilizó de la propagación del covid-19 al consumo chino de carne de murciélago escondía una verdad menos pintoresca pero más incómoda: quizás sea el consumo de cualquier carne el que favorece la difusión de todo tipo de virus. El biólogo y fitogeógrafo Robert G. Wallace ha estudiado de qué manera los agronegocios se conectan con las etiologías de las epidemias recientes1. La agroindustria presiona en dos extremos: en las poblaciones periféricas y en las zonas salvajes más allá de la frontera agropecuaria. Allí el ganado y los trabajadores entran en contacto con cepas virales previamente aisladas o inofensivas que, en un entorno de monocultivo sin biodiversidad, no cuentan con un cortafuego inmunitario que ralentice su transmisión. El resto del proceso es conocido: las migraciones de trabajadores y los circuitos comerciales introducen esas cepas en entornos vertiginosos que favorecen los rasgos específicos de una epidemia: ciclos virales rápidos, saltos entre especies y vectores de transmisión. Esa fue la historia de la fiebre bovina africana de 1890, cuya devastación dejó el terreno libre para la mosca tsé-tsé. Esa fue también la historia de la mal llamada «gripe española», antigua cepa de la N1H1 que se incubó en los corrales de Kansas durante el boom alimenticio norteamericano contemporáneo a la Primera Guerra Mundial y se esparció primero por las barriadas sucias y mal alimentadas, y luego por las tropas que cruzaron el Atlántico. Y ese fue el circuito del covid desde el mercado húmedo de Wuhan hasta todos los aeropuertos del mundo.

Pero el ganado no es solamente un agente patógeno. En 2006 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (fao) publicó un estudio titulado «La larga sombra del ganado: problemas ambientales y opciones»2 que afirmaba que la ganadería genera 18% de la emisión de los gases de efecto invernadero del mundo, por encima del parque automotor. Semejante dato suscitó un debate sobre la sustentabilidad de la actividad ganadera, además de varias críticas al método de medición que obligaron a la fao a rectificarse. Pero incluso los críticos del informe reconocieron que las emisiones de la ganadería están entre 5% y 10% del total. El problema es intrínseco al consumo cárnico.

El lugar de la carne en la cadena alimentaria es el de un intermediario: sintetiza las proteínas del forraje o las pasturas que consumió el animal. Pero dista de ser un intermediario eficaz: el corte de carne más barato requiere para su producción más agua, tiempo y espacio que las proteínas vegetales que sintetiza. Así, el consumo de carne no resiste el imperativo categórico que proponía Immanuel Kant para juzgar la ética de las acciones: es imposible de universalizar. Si todos los pobres del mundo quisieran comer carne como un rechoncho ciudadano del Norte global, el sistema colapsaría por la cantidad de recursos consumidos, por las emisiones o, incluso, por el riesgo patógeno. Si podemos seguir criando animales para comerlos es porque su consumo sigue siendo tan excluyente como cuando Enrique viii de Inglaterra devoraba un pollo entero con las manos, tal como lo representa la famosa escena de la película de Alexander Korda. Solo que ahora la elite carnívora es global y no palaciega. Y quizás el covid-19, la escasez económica que causa y las restricciones sanitarias de la nueva normalidad sean la guillotina que viene a destronarla. En ese caso, hoy la Declaración de los Derechos del Hombre nos puede quedar corta. Hay nuevos sujetos.

La inviabilidad ética del especismo

A la inviabilidad material de la cría de ganado se le suma un extendido humor social que entiende crecientemente a los animales como «personas no humanas»3, seres que merecen el mismo trato, los mismos servicios y los mismos derechos que cualquier otra persona. O incluso más que cualquier otra persona. «Se intuye que los animales poseen una dignidad, una lealtad, una resistencia al sufrimiento y la injusticia que no tienen sino unos pocos hombres y mujeres. Esto podría explicar el hecho turbador de que un amor y una compasión por los animales especialmente intensos se den en hombres de un temperamento ideológico odioso y despótico», escribió George Steiner en un ensayo en el que termina hablando maravillas de sus perros4.

Más allá de los humores sociales, la condición animal es una cuestión que mantuvo ocupado al pensamiento occidental en los últimos 45 años. En 1975, el filósofo australiano Peter Singer denunció el maltrato animal en su libro Liberación animal. Allí empleó la ética utilitarista para hacer el siguiente razonamiento: si la igualdad humana es una intuición ampliamente compartida y no queremos incurrir en contradicciones morales, no es posible establecer ningún criterio moral para diferenciar a los animales de los humanos sin dejar afuera también a una cantidad de humanos que no lo posean, sea la capacidad de razonar, la comunicación, la autonomía, etc… La especie a la que pertenezca cualquier individuo sintiente es moralmente irrelevante, y establecer distinciones es una forma de discriminación similar al racismo o el sexismo: el especismo.

Desde la publicación de Liberación animal, el abordaje ético de la condición animal recibió aportes, revisiones y ampliaciones. La discusión alcanzó tal intensidad conceptual y relevancia pública que el mismo Singer advirtió que la ética sola no podría resolverlo; sería necesaria la política5. Es la posta que tomaron, entre otros, Sue Donaldson y Will Kymlicka, una pareja de filósofos canadienses que unieron sus especialidades (respectivamente, los derechos de los animales y la filosofía política) para concebir una teoría política «humanimal», como llaman a esta sociedad híbrida en la que la convivencia de humanos y no humanos ya es un dato irreversible6. Allí intentan establecer principios y categorías que abarquen a todos los animales, desde los domésticos, considerados «ciudadanos», hasta los salvajes, considerados «habitantes de territorios extranjeros soberanos», pasando por los «animales liminares» como ratas y palomas, que conviven en un entorno humano sin ser domesticados.Donaldson y Kymlicka establecen diferentes herramientas políticas para atender a los derechos de estas categorías, desde representantes y ombudsmen para los ciudadanos domésticos hasta el estatuto de refugiado para los animales salvajes desplazados. La propuesta tiene límites insalvables (¿cómo garantizar los derechos de un animal ante las necesidades alimenticias o reproductivas de otro?, ¿qué hacer en el caso de que una comunidad liminar sea declarada plaga?), pero demuestra cuán lejos deberían llegar las soluciones a los problemas éticos planteados por el animalismo. Y también cuán borrosa sería la condición humana en una sociedad pluralista que incluya a los animales como sujetos de derechos plenos y positivos.

Ya Carl Linneo, naturalista sueco del siglo xviii, había ironizado diciendo que hombre es un «animal que debe reconocerse humano para serlo». En efecto, el pensamiento occidental, desde Aristóteles hasta Heidegger, se esforzó en dividir, distinguir y jerarquizar a los seres humanos como articulación de elementos físicos y metafísicos (logos, alma, razón), de la vida meramente biológica del resto de los seres vivos. Así, detrás del Hombre como «medida de todas las cosas» se esconde mal la voluntad de disponer de esas otras vidas, que a lo largo de la Historia podrán ser animales, bárbaros, esclavos, mujeres, judíos, aborígenes, etc7

El filósofo italiano Giorgio Agamben llama «máquina antropogénica» a ese razonamiento que, luego de la crisis del humanismo en el siglo xx, debería ser dejado atrás. Hoy la biopolítica occidental ha terminado por hacer de todos una mera vida. De manera que es buen momento para detener la máquina antropogénica y pensarnos como comunidad viviente. Ya no hay tareas históricas para el ser humano, hemos alcanzado todas nuestras metas alcanzables –concluye Agamben desde su palazzo veneciano–, solo nos queda asumir nuestra propia mera vida en una comunidad pospolítica y abandonarnos a la animalidad8.

Si los límites materiales nos obligan a abandonar la cría de animales para el consumo, eso nos llevará a una nueva convivencia con ellos. Y esa nueva convivencia no solo puede alterar nuestra comunidad política, sino también nuestro estatuto humano dentro de ella. Pero no es la única convivencia que deberemos resolver.

La inteligencia artificial y sus riesgos

Es muy probable que la experiencia del covid-19 acelere la digitalización de la sociedad y la economía, si no es que ya lo está haciendo. Esto es perceptible desde la experiencia cotidiana del aislamiento preventivo, en el auxilio que prestan las plataformas de ecommerce y otros servicios o la difusión del trabajo a distancia gracias a la conectividad. Pero también se observa en esa suerte de deep state sanitario que emplearon exitosamente para rastrear contagios varios países asiáticos, como China o Corea del Sur, naciones experimentadas en pandemias recientes y, a su vez, Estados de vanguardia en tecnologías de vigilancia como el reconocimiento facial y la geolocalización por medio de dispositivos. Algunos observadores han considerado que esa infraestructura sienta las bases para un modelo de gobernanza digital posterior a la pandemia9.

Aun obviando las suspicacias políticas, los riesgos de la digitalización de la vida son inmanentes. En la medida en que se amplíe el uso de plataformas para un creciente número de actividades, el poder de esas tecnologías y de sus titulares sobre la sociedad crecerá sin ningún contrapeso público o legal. Es el caso de WeChat, la megaplataforma china que opera como red social, billetera virtual y marketplace. A medida que más actividades online se realizan dentro de WeChat, esta va «comiéndose» y privatizando la web como espacio de intercambios online libres10. No es aventurado proyectar dinámicas parecidas para constelaciones de plataformas como Google o Facebook, tal como viene denunciando el creador de la web, Tim Berners-Lee11.

Otro problema es la propia lógica de la actual infraestructura digital. El paradigma tecnológico de nuestro tiempo es el llamado sistema ciberfísico (cps, por sus siglas en inglés), la integración de objetos a la red mediante un triángulo de retroalimentación entre la web 2.0 (difundida mediante la internet de las cosas), las plataformas (que permiten la interacción y la extracción de datos) y los algoritmos (procedimientos que incorporan esos datos). Estos últimos son la caja negra alrededor de la cual danza nuestra vida online. No solo porque su diseño y programación son competencias reservadas a técnicos y coders que operan a espaldas de cualquier protocolo público, sino además porque la capacidad que tiene un algoritmo de «aprender» de un flujo incontrolable de datos puede llegar a emanciparlo de cualquier control humano.

En 2017 un grupo de técnicos de Facebook puso a conversar a dos chatbots o programas de inteligencia artificial, hasta que advirtieron que estaban desarrollando un idioma propio y los desconectaron12. Ya en 1965, Irving John Good, un matemático británico que trabajó como criptólogo junto a Alan Turing, había advertido sobre la posibilidad de que una superinteligencia artificial se rebelara contra sus creadores humanos. De hecho, el propio Good asesoró poco después a Stanley Kubrick para el conocido final de la película 2001, A Space Odyssey. A partir de la década de 1970, los desarrollos de inteligencia artificial entraron en un «invierno», como se llama a un periodo de relativo estancamiento en el interés, las innovaciones y el financiamiento de una tecnología. Con el desarrollo del cps en el nuevo siglo, la inteligencia artificial se aceleró y aquellos temores de Good retornaron.

Hoy hay en el mundo un puñado de instituciones dedicadas a investigar y alertar sobre los riesgos de la inteligencia artificial: el Future Humanity Institute de la Universidad de Oxford, fundado y dirigido por el filósofo transhumanista Nick Bostrom; el Center for Study of Existential Risk de la Universidad de Cambridge, creado por Martin Rees, astrónomo de la Royal Society, y Jaan Tallinn, ceo y fundador de Skype; el Machine Intelligence Research Institute de la Universidad de Berkeley, dirigido por Eliezer Yudkowsky, además de los llamados de atención de científicos como George Church o Stephen Hawking y de empresarios de Silicon Valley como Bill Gates, Elon Musk y el ubicuo paleolibertario Peter Thiel. La proyección que sostiene esa alarma es bastante sencilla: la cantidad de recursos dedicados al desarrollo y perfeccionamiento de la inteligencia artificial es infinitamente superior a los dedicados a tecnologías de seguridad sobre ellas. Según Nate Soares, director ejecutivo del Machine Intelligence Research Institute, es como si supiéramos que en una década van a invadirnos extraterrestres y no hiciéramos nada por evitarlo. Bostrom es más cauto: no es que la inteligencia artificial vaya a ser hostil con nosotros, sino que será indiferente hasta la crueldad, como lo fuimos nosotros con las otras especies. Si le pedimos a una inteligencia artificial que maximice la producción de clips para papel probablemente reducirá todo el material útil del planeta a clips y destruirá el resto13.

Stuart Russell, especialista en inteligencia artificial de la Universidad de Berkeley, opina que se trata esencialmente de un problema de comunicación: debemos aprender a comunicar a las máquinas nuestros deseos de manera lógica, al tiempo que ellas deben aprender a observar la conducta humana, sacar inferencias y jerarquizar acciones. Todo lo cual, paradójicamente, las acercaría a la condición humana.

Los derechos de las máquinas

Un tema discutido por juristas de todo el mundo acerca de los hipotéticos derechos de la inteligencia artificial es el copyright de sus cada vez más frecuentes «creaciones»: textos, imágenes y música hechos por un algoritmo. Hasta ahora hay consenso en no reconocerle derechos de autor a una inteligencia artificial, lo cual deja abierto un importante vacío legal.

Un debate más extraño sobre el trato con seres artificiales se dio hace unos años con la publicación del libro Love and Sex with Robots [Amor y sexo con robots] de David Levy, un maestro internacional de ajedrez que se involucró en el desarrollo de inteligencia artificial ajedrecística hasta terminar en los sexbots. «Un robot sexual –afirma Levy– nos permitiría aliviar nuestro aburrimiento y tensión sexual con nuevas experiencias, aun careciendo de carga emocional». La respuesta provino del colectivo Campaign against Sex Robots, que se preguntó por el tipo de conducta que desarollaría una persona habituada a tener relaciones sexuales con un malebot o una fembot que no puede negarse (o peor, que puede ser programado para negarse solo para alimentar la fantasía de la resistencia y posterior sometimiento)14.

El debate no escapa del cuadrante antropocéntrico: se trata del placer humano contra la posible cosificación humana. Pero en caso de perfeccionar la inteligencia artificial hasta permitirle incorporar las emociones como datos a sus algoritmos y aprender de ellos, ¿qué efecto tendrían las violencias ejercidas contra las máquinas? ¿En qué punto su capacidad de inteligir e interpretar las acciones humanas no nos obligaría a restringir nuestras acciones ante ellas? ¿En qué punto esas restricciones no serían la base de una nueva ética?

No son dilemas que introduzca la inteligencia artificial, esta solo los actualiza. La robótica nació bajo el signo de esa duda. Solo hay que recordar que la palabra «robot» surgió en la obra teatral de 1920 rur (Robots Universales de Rossum) de Karel Čapek. En la obra, rur es una empresa que fabrica androides para trabajar. Hasta que una activista les inocula sentimientos humanos. Los robots se rebelan, pero rur no puede dejar de fabricarlos porque la humanidad depende de ese trabajo. La humanidad es aniquilada y los robots descubren el afecto que les permitirá procrearse y fundar una nueva especie.

Todo esto puede resultar una cuestión excesivamente especulativa en medio del sufrimiento y la urgencia de una pandemia. Pero es precisamente la pandemia la que acelera la digitalización, difunde el cps y alimenta una inteligencia artificial que ya cubre al mundo. O trepa dentro nuestro. Antes de la pandemia, el think tank futurista The Millennium Project auguró para 2050 la emergencia de una Inteligencia Artificial General capaz de reescribir su propio código y de fusionarse con nosotros en un continuo cuerpo-dispositivos-redes: el smartphone como prolongación de la mano, la digitalización como prótesis. Ya con la pandemia en marcha, Paul B. Preciado denunció las tecnologías asiáticas de control y testeo como una nueva biopolítica15. El covid-19 puede entonces acelerar también la digitalización del cuerpo humano. En ese caso, la nueva normalidad hará aún más difícil distinguir entre robots y humanos, inteligencia artificial e inteligencia natural, personas y cosas.

Tres salidas políticas al humanismo

Ninguna catástrofe trae un nuevo mundo bajo el brazo, solo intensifica tendencias previas. La inviabilidad del especismo y la digitalización de la vida no son inventos de la pandemia pero, tal como vimos, pueden acelerarse hasta dejar a la condición humana al borde del abismo. En ese caso, la humanidad deberá enfrentar esa nueva realidad apelando a sus recursos previos. Uno de los cuales es, paradójicamente, el antihumanismo. De Martin Heidegger a Michel Foucault, y de Norbert Wiener a Donna Haraway, gran parte del pensamiento del siglo xx anuncia, denuncia o celebra el fin del humanismo como ideología antropocéntrica. Solo que hay muchas maneras de hacerlo, con diferentes consecuencias políticas.

La primera, la más brutal, es cosificar a la humanidad, desencantar completamente al género humano para devolverlo a la naturaleza como otro ser sintiente o para reducirlo a mero dispositivo físicamente regulable. No es un horizonte muy distinto de aquel al que nos pueden conducir la instrumentalización intrínseca del capitalismo o la escasez de su colapso. Y, sobre todo, no resuelve ninguno de los problemas planteados en este artículo. Reducir al ser humano a la condición de máquina o animal en el preciso momento en que las máquinas y los animales se acercan al estatuto de personas es, en el mejor de los casos, igualar hacia abajo; en el peor, claudicar ante la rebelión de las cosas.

La segunda salida del humanismo es disolverlo en el lenguaje. El ser humano es en gran medida una construcción del ser humano, un sujeto formateado por siglos de discursos y representaciones. El mismo lenguaje que construyó al humano podría deconstruirlo. Es la apuesta de la filosofía continental europea del siglo pasado, y es un buen punto de partida. Pero en este momento el ser humano se enfrenta a fenómenos como la inteligencia artificial, el calentamiento global o el covid-19 mismo, que no solo no son resultado del lenguaje sino que difícilmente se dejen deconstruir por él. Dejar todo librado al lenguaje es someterse a todo aquello que el lenguaje no controla, como el creyente que en medio de un incendio se limita a murmurar sus palabras mágicas.

La tercera salida es crear una nueva convivencia con las cosas. Durante milenios la humanidad estuvo expuesta a la naturaleza incontrolable y desarrolló la técnica para enfrentarla. Es la historia del homínido que construye una choza para protegerse de la lluvia. Pero hoy, cuando pareciera que la naturaleza no tiene misterios para el ser humano, esa tecnología se constituyó en una segunda naturaleza incontrolable. Desde el Antropoceno hasta la inteligencia artificial, el mundo es un artificio humano que se volvió extraño para los humanos. Ya no hay naturaleza adonde volver y el lenguaje por sí solo no podrá con todo esto. Durante milenios la humanidad usó las cosas mientras aprendía a gobernarse a sí misma. Hoy debe gobernar a los algoritmos y ampliar los derechos de los animales. Esto es, incorporar personas no humanas a las cuestiones humanas; convivir con las cosas.

En términos políticos, la izquierda debería ser la mejor preparada para esta tarea. Si su horizonte último siempre fue la igualdad humana, y su praxis, la creación de instituciones y políticas que la facilitaran, hoy solo habría que ampliar ese horizonte y esa praxis hacia una igualdad radical que incluyera a personas no humanas. Y si la «nueva normalidad» nos obliga a pensar en formas de ingreso no salarial, austeridad y digitalización que afecten el estatuto del ser humano como productor y consumidor, esa igualdad radical puede ser el horizonte hacia el cual conducir una nueva relación entre las personas y las cosas.

Relacionados
  • 1.R. Wallace: Big Farms Make Big Flu: Dispatches on Influenza, Agribusiness, and the Nature of Science, Monthly Review, Nueva York, 2016.
  • 2.Henning Steinfeld, Pierre Gerber, Tom Wassenaarm, Vincent Castel, Mauricio Rosales y Cees de Haan: Livestock’s Long Shadow, FAO, Roma, 2006.
  • 3.El concepto de «persona no humana» adquirió relevancia jurídica y mediática a partir del «caso Sandra», una orangutana mestiza a la que la justicia argentina le reconoció ese estatuto para devolverle sus derechos y ordenar su traslado desde el Zoológico de Buenos Aires a una reserva. Ver Enric González: «‘Sandra’, la orangutana que se convirtió en ‘persona’» en El País, 22/6/2019. Recordemos que para el derecho argentino, como para casi todo el derecho occidental, un animal tiene el estatuto de «cosa».
  • 4.G. Steiner: «Del hombre y la bestia» en Los libros que nunca he escrito, Siruela, Madrid, 2008.
  • 5.Catia Faria: «Liberación animal, de Peter Singer: 40 años de controversia» en eldiario.es, 22/4/2015.
  • 6.S. Donaldson y W. Kymlicka: Zoopolis. Una revolución animalista, Errata Naturae, Madrid, 2018.
  • 7.Paula Fleisner: «Hominización y animalización. Una genealogía de la diferenciación entre hombre y animal en el pensamiento agambeniano» en ContrastesRevista Internacional de Filosofía vol. XV, 2010.
  • 8.La animalización también podría tener un sentido emancipador. Para el filósofo francés Mark Alizart, el desprecio cultural hacia los perros («perro» es un insulto en casi todos los idiomas) esconde la vergüenza humana ante un rasgo que la humanidad solo comparte con ellos: la servidumbre voluntaria. Reconocer a los perros es reconciliarnos con nosotros mismos, «es al experimentar un devenir-perro que verdaderamente se podría experimentar un devenir-humano». Ver M. Alizart: Perros, Ediciones La Cebra, Adrogué, 2019.
  • 9.Byung-Chul Han: «La emergencia viral y el mundo de mañana» en El País, 22/3/2020.
  • 10.Yiren Lu: «China’s Internet Is Flowering. And It Might Be Our Future» en The New York Times Magazine, 13/11/2019. V. tb. Connie Chan: «When One App Rules Them All: The Case of WeChat and Mobile in China» en a16z.com, 6/8/2015.
  • 11.«Tim Berners-Lee on Re-Engineering the Web Around People», entrevista en Techonomy, 19/11/2018.
  • 12.Andrew Griffin: «Facebook’s Artificial Intelligence Robots Shut Down after They Start Talking to Each Other in Their Own Language» en Independent, 31/7/2017.
  • 13.Para un resumen de las posturas sobre los riesgos de la inteligencia artificial, v. Mark O’Connel: To Be a Machine, Granta, Londres, 2017, cap. 5.
  • 14.Adam Rogers: «The Squishy Ethics of Sex With Robots» en Wired, 2/2/2018.
  • 15.P.B. Preciado: «Aprendiendo del virus» en El País, 28/3/2020

Fuente e imagen: https://nuso.org./articulo/animalismo-e-inteligencia-artificial/

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¡Bienvenida la generación de la resiliencia!

Por: Pluma Invitada

El pasado lunes 21 de septiembre regresaron a clases la mayor parte de los más de 5 millones de estudiantes de nivel medio superior de nuestro país. Para ellos, el inicio de cada curso escolar representa una oportunidad de escribir en una página en blanco una nueva historia de vida. ¿Quién no recuerda cómo el primer día de clases es también un día pletórico de temores y esperanzas?

La emoción por conocer a sus nuevos compañeros, el grupo en el que les tocó, sus nuevos maestros, las instalaciones de su plantel. ¡Cuánta gente por conocer! Para muchos de ellos los compañeros que conocerán en preparatoria se volverán sus mejores amigos o incluso, algunos conocerán en esta etapa al amor de su vida. ¿Cómo serán sus nuevos maestros? ¿Estrictos? ¿Amables? ¿Exigentes? ¿Empáticos?

Pero este día será diferente a otros inicios de clase. Es un inicio en condiciones que no imaginábamos y no queríamos, pero que son necesarias para cuidar del don más preciado que tenemos: la vida. Este inicio se realizará a distancia y en muchos casos, con el uso de tecnologías que otrora sólo utilizaban para el ocio y entretenimiento.

Estos jóvenes forman parte de la generación de la resiliencia. La generación que aprendió que se puede ir a clase sin salir de casa, que supo adaptar sus dispositivos para acceder a la puerta universal del estudio y que supo ser tolerante al intensivo proceso de adaptación al que nos vimos obligados los maestros y del que ellos formaron parte, pagando a veces los platos rotos.

Cuando todo esto termine, los diversos subsistemas los volverán a convocar de manera presencial a las actividades deportivas, artísticas y culturales en las que forjarán su carácter y aprenderá a colaborar y competir con honor. Pronto conocerán las aulas, laboratorios y talleres que hoy sólo han podido imaginar o ver a través de fotografías o videos. Y lo más esperado, entonces podrán convivir con sus compañeros en las áreas de descanso, jardines o pasillos.

El conocimiento y el aprendizaje no pueden detenerse. Los maestros en todos los subsistemas nos hemos preparado para trabajar en estas condiciones. Hemos dedicado muchas horas a capacitarnos, a conocer nuevas metodologías y herramientas para entablar una relación humana utilizando tecnología. Los maestros somos capaces de superar la distancia para conectar con nuestros alumnos y hacer nuestro trabajo con placer, creatividad y alegría.

No debemos olvidar que, a pesar del confinamiento, el bachillerato será para la mayoría de ellos la mejor etapa de su vida, por lo que deberemos reconocer su esfuerzo y desarrollar su resiliencia, esa capacidad de superar las situaciones adversas, adaptarse y superar de manera positiva un contexto amenazante. Esta cualidad no es ni fija ni innata. Puede trabajarse, moldearse y cultivarse en nuestros alumnos, o lo contrario, puede inhibirse por la influencia del entorno, de nuestro autoconcepto y de las personas con las que convivimos.

Es una generación que está expuesta a riesgos mayores que las que los precedieron. No sabemos aún el impacto que esta larga pandemia pueda tener en su salud emocional. La adolescencia y juventud es por naturaleza la etapa de la vida del despertar social. Están predestinados neuronalmente para ello. Requieren actividad física y convivencia social para la construcción de relaciones sanas y desarrollo personal. Además, es el grupo etario con mayor percepción de pérdida, porque son los que menos riesgos tienen si se contagian de COVID-19.

La primera lección ya nos la dieron. Contra todo pronóstico, los resultados de los exámenes de admisión a educación media superior realizados por el CENEVAL, al menos en el caso de COBACH SLP, demostraron que sus resultados académicos no sólo no fueron afectados negativamente por la pandemia, sino que superaron a la generación anterior. Ya habrá tiempo para realizar investigación educativa y comprobar hipótesis, por lo pronto los datos nos invitan a no etiquetarlos de manera negativa. Está demostrado cómo influyen en ellos las expectativas de los profesores sobre sus logros y aprendizaje.

¡Bienvenida pues la generación de la resiliencia al curso escolar 2020-2021!

Fuente: http://www.educacionfutura.org/bienvenida-la-generacion-de-la-resiliencia/

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El aprendizaje a distancia tiene otro gran reto: la alfabetización en primer grado de primaria

Por: David Daniel Domínguez Zepeda*


Hace aproximadamente cinco meses la Secretaria de Educación Pública anunciaba en el Diario Oficial de la Federación, la suspensión de clases como medida preventiva para disminuir el impacto de propagación del coronavirus o COVID-19 en el país.

En este sentido, atendiendo a recomendaciones de la Secretaria de Salud y respetando el semáforo epidemiológico en cada uno de los estados, cerramos el ciclo escolar 2019-2020 a distancia. En días pasados hemos iniciado nuevo ciclo escolar el 2020-2021, nuevamente a distancia, con la estrategia Aprende en casa, un acontecimiento histórico e inédito que nos ha llevado a revalorizar la escuela y el impacto que tiene en la vida pública. También a replantearnos que coexisten dos instituciones valiosas que son responsables de la educación de niños, niñas y adolescentes: la escuela y la familia.

Ante la falta de la escuela como el escenario educativo perfecto para construir aprendizajes, la educación a distancia adquirió relevancia debido a la pandemia, por ello docentes, alumnos y padres de familia tuvieron que comunicarse por diferentes recursos tecnológicos. Lo anterior, trajo como consecuencia destacar aún más la desigualdad de ciertos grupos educativos, sociales, para tener derecho a la educación.

Si esto resulta preocupante por la inequidad que en cada rincón del país se presente, nos hemos olvidado en buena parte de la vulnerabilidad educativa con la que llegan los alumnos de primer grado de primaria a la estrategia Aprende en casa II.

Vulnerabilidad educativa marcada por el debilitamiento del vínculo de escolarización del alumno en la escuela, por la pandemia como factor social  que produjo efectos adversos y por supuesto, el no poder construir aprendizajes de la misma manera como se venía haciendo con el modelo organizacional escolar. Por ello es que otro gran reto se avecina; la alfabetización a distancia en primer grado de primaria.

Al proceso de alfabetización de alumnos en preescolar le hizo falta tiempo y situaciones escolares el ciclo escolar pasado, faltó mayor acercamiento con el lenguaje escrito y que niños, en su mayoría, descubrieran la función de éste en el mundo real, propiamente la relación que encuentran ellos mismos con su nombre propio, las letras y sus sonidos.

Se perdieron de momentos en la escuela donde el acercamiento con la escritura se iba ir dando gradualmente aprovechando con ello la maduración alcanzada por la mayoría de los niños para realizar actividades relacionadas con el lenguaje oral y escrito.

Por lo tanto, entendemos que, dentro del sistema educativo mexicano, los alumnos de primer grado de primaria son en buena medida vulnerables y se requiere crear condiciones de mayor equidad para ellos (métodos de enseñanza, intervención docente, acceso a materiales impresos y audiovisuales, herramientas tecnológicas, organización institucional, gestión de capacitaciones, entre otras).

En estos momentos niños y niñas de primer grado han experimentado dificultades en su trayecto escolar que les ha impedido sacar el provecho necesario al currículo y las enseñanzas de la escuela. En otras palabras, el proceso de adquisición de la lectura y escritura se ha vuelto aún más complejo para los alumnos.

Crear mejores condiciones de equidad es que docentes en estos momentos estén ocupados por resolver preguntas en relación a: ¿Cómo aprenden los niños a leer y escribir? ¿Cómo enseñar a leer y escribir? si logramos dar respuesta a estas interrogantes por medio de capacitaciones o autoestudio, estaríamos mejorando la enseñanza o intervención docente, pues tendríamos el conocimiento idóneo de métodos, metodologías, técnicas o estrategias.

Equidad para nuestros niños es que el director ejerza su liderazgo en el plantel educativo y busque por todos los medios cursos y talleres para capacitar permanentemente a docentes y padres de familia en la estrategia de alfabetización a distancia.

Sumar a los padres de familia a la estrategia sería el eslabón perfecto, pues es el hogar en donde ahora están nuestros niños y niñas. La casa como la primera escuela… tutores diseñando y acondicionando un pequeño lugar de trabajo, realizando acompañamientos de la mejor manera en el proceso de alfabetización, agregándole el plus de la capacitación a distancia de cursos y talleres que llevarán y servirán para poder ayudar a sus hijos (as).

Y en este sentido, en lo particular estoy convencido de la propuesta didáctica e ideas que Myriam Nemirovsky plantea en su artículo educativo ¿Trazar y sonorizar letras o escribir y leer? publicado en el año 2006 en la Revista Cero en Conducta. Año 21 Número 53, principalmente porque nos recomienda que es necesario que el sujeto en este caso el niño, interactúe con el lenguaje escrito, además, de concebir la alfabetización como un proceso de aprendizaje, que se inicia en un momento y nunca acaba.

Nemirovsky defiende la idea de que no es solo en la escuela donde podremos crear situaciones de trabajo y, en este sentido, el estar en casa propiciará realizar actos de lectura y escritura en la vida social, es decir, trazar y sonorizar las letras permitirá que el alumno llegue a la reflexión, se cuestione, analice, explique y argumente con las situaciones didácticas que el docente cree para ir guiando la alfabetización a distancia.

La meta es que el alumno desarrolle la conciencia fonológica, habilidad imprescindible para que el niño acceda a la lectura y escritura. Para ello es necesario emprender acciones en conjunto con padres, maestros y directivos escolares para que el niño cuente con ciertos materiales en casa: fichero de nombres propios, letras móviles, abecedario, libros que pueda explorar y leer. Acercarlo al mundo de las letras.

Demostremos que somos profesionales de la educación capaces de continuar nuestros procesos de aprendizaje. Seamos la escuela que fue capaz de desafiar la alfabetización a distancia.

En estos tiempos de educación a distancia la frase conocida se vuelve aún más trascendental. “La escuela como la segunda casa y el hogar como la primera escuela” (frase de Luis Ernesto Gutiérrez López). Ayudemos todos a que los niños continúen su alfabetización en su entorno familiar y social.

*Lic. en Educación primaria y Dr. en Pedagogía con acentuación en competencias (ENS-CIIEN)

Director de primaria

Fuente e imagen: http://www.unamglobal.unam.mx/?p=89956

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Profesiones de lo humano: docentes y personal de salud ante el Covid-19

Por: Pluma Invitada

En meses pasados, los investigadores rastrearon las repercusiones del confinamiento, provocado por el Covid-19, en la expansión del tele-trabajo. Se centraron en la productividad de los trabajadores que bascularon hacia esa modalidad, de manera brusca, y en sus ventajas y desventajas, en situación de pandemia. Analizaron el cumplimiento de las obligaciones laborales, el respecto de los derechos de los trabajadores y las afectaciones psicológicas a la vida familiar y personal, acarreadas por esa coyuntura. En vísperas de la reanudación de actividades presenciales, en las profesiones esenciales y, luego, en las “no –esenciales”, abordaron el derecho humano a quedarse en casa para no arriesgar la salud, por lo menos en los sectores que tenían la posibilidad (legal y económica) de elegir hacerlo.

En paralelo, los especialistas se interesaron en profesiones cuyos integrantes no sólo no suspendieron labores sino que soportaron cargas profesionales duplicadas. Las estadísticas muestran que el personal de salud y los trabajadores encargados del mantenimiento de las infraestructuras hospitalarias no sólo no se quedaron en su casa sino que incrementaron, más allá de sus horarios contractuales, sus tiempos de permanencia en el trabajo para cuidar a los pacientes. Pagaron un precio excesivo por su dedicación y sufrieron porcentajes de defunción superiores al promedio, en una coyuntura de ausencia de reconocimiento social a sus compromisos.

Los docentes, por su parte, se encuentran en una situación ambigua. Ellos, como los médicos y enfermeros, son trabajadores “esenciales” para garantizar el funcionamiento “normal” de gran parte de la sociedad. Gracias a que atienden a los alumnos en los espacios escolares, los familiares de los jóvenes pueden trabajar, con cierta tranquilidad. Pero, a diferencia del personal de salud, durante el medio año que acaba de transcurrir, los profesores dejaron de ocuparse directamente de los niños.
La decisión de la Secretaria de la Educación Pública (SEP) de cerrar tempranamente de las escuelas y no reabrirlas en agosto, los llevó en efecto a “abandonar” las instalaciones educativas y, desde sus casas, a experimentar prácticas a distancia de atención a los alumnos. En encuestas y pronunciamientos, opinaron que la enseñanza no presencial fue una solución de sustitución, útil transitoriamente y en condiciones excepcionales. Advirtieron que no debía representar un cambio irreversible ya que su adopción, definitiva y en amplia escala, supondría reformular los principios éticos de una profesión que, como las de la salud, se define como “una profesión de lo humano”. Todas las que se ubican en esa categoría, según los sociólogos del trabajo, enfatizan, como sus ejes organizativos esenciales, las interacciones permanentes con los otros, las modalidades colectivas de realización de tareas y una adhesión fuerte a una vocación de servicio.

Esa autodefinición indica que, para reanudar la docencia presencial añorada por igual por prestadores, usuarios indirectos y beneficiarios directos, no bastan soluciones técnicas y reglamentarias. Urge negociar compromisos con los sindicatos, las asociaciones académicas, los desesperados madres y padres de familia, que batallan a diario por sentar a sus hijos ante la televisión en los horarios de transmisión de los cursos, supervisar su desempeño y llenar las bitácoras de evidencia y los alumnos (grandes ausentes en los diagnósticos sobre las rutas de salida de la crisis),

Además, cuando vuelvan a encontrarse cara a cara los sujetos colectivos que animan la vida escolar, tomando en cuenta las exageradas tasas de mortalidad de médicos y enfermeras, será preciso que todos obtengan una protección sanitaria adecuada y respecten los lineamientos para la convivencia en los ámbitos educativos. Para evitar que las escuelas sean “clusters” de contagio, habrá que disponer de una cantidad de “tests”, suficiente para medir oportunamente contagios de doble vía, de los docentes y otras categorías de personal hacia los alumnos y vice-versa. Habrá que contar con capacidades instaladas de tratamiento de las muestras para que los laboratorios de análisis clínicos entreguen expeditamente resultados. Es en efecto indispensable asegurar un control de las cadenas de transmisión de la enfermedad en las instalaciones educativas, que abarque todo el país y todos los tipos de escuelas.

En otras palabras, urge planear el regreso a clases simultáneamente en los niveles intra- y extraescolares, aunque no se haya fijado todavía fechas de reocupación de las aulas, y hacerlo de manera previamente concertada. Considerando lo que todavía se desconoce sobre la enfermedad y los alcances de las vacunas, pensar que, en automático, el semáforo verde garantizará un regreso terso a la escuela o la universidad es ilusorio. Partir de las dimensiones humanas que se entrecruzan en y en torno a la profesión docente para identificar las esperanzas y los miedos subyacentes a las propuestas de reapertura escolar y responsabilizar a los actores involucrados en ella, son, por tanto, estrategias susceptibles de aminorar un riesgo, que todos desearíamos dejar atrás pero que, desgraciadamente, sigue presente (y lo seguirá estando por largo tiempo).

Fuente: http://www.educacionfutura.org/profesiones-de-lo-humano-docentes-y-personal-de-salud-ante-el-covid-19/

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México: Morral, Pedagogía del retorno: Tres iniciativas de MUxED para el regreso a clases

Morral, Pedagogía del retorno: Tres iniciativas de MUxED para el regreso a clases

Por: Pluma Invitada

Cecilia Espinosa Bonilla*

La pandemia provocada por el COVID-19, que sacude al mundo y a México, ha planteado retos en todos los ámbitos de la actividad humana. Ante el cierre de los centros escolares, las comunidades educativas han realizado grandes esfuerzos para dar continuidad al proceso educativo. Actualmente hay más de 1,500 millones de niños y niñas, en 191 países, afectados por ese cierre, en México son más de 36 millones. Definitivamente el mundo enfrenta la mayor emergencia educativa de los tiempos modernos.

En este contexto, la Red de Mujeres Unidas por la Educación, MUxED, en alianza con doce organizaciones que trabajan en favor de la educación (UNESCO–México, Fundación SM, la Escuela de Humanidades y Educación del ITESM, el INIDE de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, el Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas del CIDE, Valora Consultoría, BO·TH Praxis Estratégica, Comunidad Aprende, Grupo Loga, Juntos por el Aprendizaje, Mayahii y la Universidad de las Ciencias) se propuso contribuir a la búsqueda de soluciones, poniendo a disposición de las autoridades y las comunidades escolares tres iniciativas: el portal de recursos Morral: Pedagogía del retorno (www.morralmuxed.mx), el policy briefRegresar a clases sin dejar a nadie atrás y la campaña #YoTambienMeQuedo en la escuela, dirigida fundamentalmente a combatir el abandono escolar de niñas y jóvenes.

Desde el mes de mayo pasado, trece mujeres de MUxED nos reunimos a pensar cómo contribuir al desafío que las comunidades escolares enfrentarían al comenzar el ciclo escolar. Ante el bombardeo de información y desinformación, decidimos enfocar nuestros esfuerzos en seleccionar, organizar, sistematizar y sintetizar documentos, normativas, recursos y otras herramientas que circulaban en la red y que nos parecieron de utilidad para que docentes, directivos y familias enfrentaran de una mejor manera el regreso a clases.

El Morral. La pedagogía del retorno 

Para alojar estos recursos y con el apoyo de un grupo de estudiantes de la Maestría en Habilidades Digitales del Tecnológico de Monterrey, se diseñó un repositorio web: el Morral. Pedagogía del retorno (morralmuxed.mx). Este sitio pone a disposición de la comunidad educativa normativas locales, nacionales, internacionales y de diversas organizaciones del mundo sobre la pedagogía de la emergencia, la organización escolar, la educación inclusiva y el desarrollo socioemocional.

Incluye artículos y videos con enfoques teóricos, hasta materiales concretos como actividades, fichas, guías y cortometrajes diversos que pueden ser utilizados no solo por maestras y maestros, sino también por madres y padres de familia, investigadores y tomadores de decisiones y estudiantes.

La doctora Jennifer O´Donogheu, directora de Xaber, opinó del Morral, el pasado 3 de septiembre, que el valor de la plataforma no solo proviene del proceso de curaduría y ordenamiento de la información sino de tomar en cuenta a todos los actores que forman parte del proceso educativo, dándoles voz de forma contundente.

Destacó: “La plataforma no solo invita a las personas a participar, sino que también hace una aportación importante a la activación de distintos actores como agentes de cambio, al brindarles elementos críticos que los ayuden a jugar con más eficacia su papel en la educación.”

Regresar a clases sin dejar a nadie atrás

Es un policy brief que sintetiza y sistematiza información, generada por diversas organizaciones públicas y privadas nacionales e internaciones, sobre el reinicio del ciclo escolar 2020-2021, e incluye resultados de investigaciones recientes e ideas de otros materiales pertinentes al tema. Su propósito es ofrecer elementos claros y prácticos para orientar a las autoridades educativas y escolares en su toma de decisiones hacia un regreso a clases seguro y con bienestar para las comunidades educativas.  Está organizado en seis secciones: Pedagogía de la emergencia; Regresar de forma segura y saludable; Soporte socioemocional; Regresar para aprender; Comunidades de aprendizaje; y, en la última parte, ofrece seis líneas de acción concretas: Priorizar la vida y la salud física y mental; Atender los factores socioemocionales; Focalizar el aprendizaje y re-imaginar la escuela; Promover acciones coordinadas y el fortalecimiento de la gestión local; Resaltar la figura docente; y Garantizar la equidad con perspectiva de género.

Al comentar este documento, la doctora Sylvia Ortega –quien fuera rectora de la UAM, la UPN y subsecretaria de SEP en dos ocasiones– señaló que “…importa que [en el sistema educativo] las decisiones se tomen de otra manera, que las soluciones se construyan de otra forma y que se pongan en marcha con la participación amplia, ordenada, disciplinada y coordinada de actores profesionales, sociales, en sentido amplio, de todos y todas. Debemos ser parte de las decisiones y de su impulso, pero también garantes de la pertinencia, la idoneidad, la efectividad de esas políticas.” E hizo notar la relevancia de este documento que contribuye especialmente a ello.

Campaña #YoTambiénMeQuedo en la escuela 

En esta emergencia es importante que, al regresar a clases no dejemos a nadie atrás y uno de los grupos más vulnerables es el de mujeres estudiantes entre 15 y 18 años. Se estima que cerca de 3 millones de niñas, adolescentes y jóvenes menores de 18 años no están en la escuela. La cifra es un dato conservador. Antes de la pandemia, 2 millones 300 mil mujeres en edad escolar no estaban matriculadas. A ellas se sumaron otras 800 mil que, según la estimación de la Secretaría de Educación Pública, no se inscribieron al primer año de bachillerato, este ciclo escolar. De ahí que esta campaña convoque a crear una reflexión colectiva con las adolescentes, las jóvenes y la sociedad, acerca de la importancia que tiene la escuela como el mejor lugar para aprender y transformar el mundo, para que ellas confíen en que es posible crear, desde ese espacio, un futuro de libertades, en donde puedan lograr una mejor versión de sí mismas.

Una de las voceras más destacadas de la campaña, la doctora Blanca Heredia, directora del PIPE-CIDE, invita a “…las y los maestros, … para que en las interacciones con sus alumnas les den razones para quedarse en la escuela. Necesitamos, de parte de los docentes, darles [a las alumnas] cercanía, acompañamiento, énfasis en la necesidad de aprender juntos en la escuela.”

#YoTambienMeQuedo en la escuela es una invitación a sumarse colectivamente para tender un puente de comunicación con las adolescentes y las jóvenes, para transmitirles que no están solas, que regresar y quedarse en la escuela –en cualquier modalidad– les ayudará a construir un mejor futuro, para ellas, en lo individual, y para el país, en general.

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/morral-pedagogia-del-retorno-tres-iniciativas-de-muxed-para-el-regreso-a-clases/

 

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Más allá del inicio escolar 2020-2021. La propuesta de la CNTE para hacer frente a la pandemia

Por: Pluma Invitada

En un artículo de opinión, compartí cierto punto de vista optimista sobre el valor pedagógico de la televisión (mirada que extiendo a otros recursos digitales) (Auli, 2020). Sin embargo, dicha idea se daría en un contexto prácticamente utópico; en el que los actores, pero sobre todo el gobierno pusiera en primer lugar la educación y dejara de lado razones políticas y económicas. Además, habría que eliminar la desigualdad social en el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), cosa nada fácil.

En este contexto desolador en el que no es posible la interacción presencial (debido a la pandemia) y en el que tampoco nos fiamos de las estrategias impulsadas por el gobierno (me refiero al plan “aprende en casa II”), la pregunta que surge es ¿qué estrategias pedagógicas pueden construir los profesores para dar seguimiento a la formación de sus estudiantes, sin poner en riesgo la salud y tampoco agravar el rezago educativo? Sobre todo, los profesores que se encuentran en contextos donde es evidente la brecha digital.

A falta de la consulta de los profesores en el plan “aprende en casa II”, la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación) de Oaxaca desde hace más de diez días ha iniciado su jornada de actualización docente que desarrollan cada año previo al inicio del ciclo escolar (denominado Taller Estatal de Educación Alternativa (TEEA); cabe destacar que este año lo han dedicado en construir una crítica a la estrategia del gobierno, pero sobre todo a preparar una propuesta pedagógica para enfrentar el reto educativo que ha impuesto la pandemia, poniendo en primer lugar la experiencia docente y la salud de los estudiantes. Celebro y me encuentro de acuerdo con dicha iniciativa.

He seguido algunas conferencias y conversatorios que la sección XXII de Oaxaca ha organizado para rescatar la voz de los docentes, en ellas no solo se presentan a conferencistas de renombre, también se enriquecen de experiencias de profesores frente a grupo. Una de las conclusiones a las que he llegado es que hay diferentes formas para enfrentar el problema; en las que el uso de la televisión solo es una manera entre otras. Las maneras se pueden conocer y mejorar si se dialogan; el gobierno debió haber generado espacios para que los profesores intercambiaran experiencias [considerando la sana distancia]. Pero tuvo que ser el sindicato de profesores quienes lo organizaran, específicamente la CNTE.

El viernes (21 de agosto) los diferentes líderes sindicales que conforman la CNTE se pronunciaron por no iniciar el ciclo escolar el día 24 de agosto, como lo acordó la Secretaría de Educación Pública (SEP). Lo anterior no se postula con la intención de llevar la contraria o de resistirse de manera ociosa. La idea de la CNTE es construir primero un plan integral, que contemple las particularidades contextuales en las que viven los estudiantes, sobre todo de los más vulnerables. Estoy de acuerdo con lo anterior, ya que -como lo he dicho en otro lado- la contingencia sanitaria no nos debe hacer tomar decisiones a la ligera que en un futuro cercano lamentaremos.

He sabido que varios colectivos escolares de la sección XXII se han empezado a reunir de manera virtual para reflexionar las conferencias del TEEA e ir construyendo la ruta pedagógica que resulte adecuada para acompañar la formación de sus estudiantes. Otro ejemplo, es que algunas zonas escolares, siguiendo el pronunciamiento de la CNTE, han organizado para la semana del 24 al 28 de agosto jornadas de trabajo, con el objetivo de diagnosticar la situación de sanidad de las poblaciones en donde se encuentran sus escuelas, así como las posibilidades de comunicación a distancia con cada alumno.

Me parece certera la propuesta de algunos investigadores, quienes indican que en estos momentos es importante explotar la creatividad, pero antes habrá que nutrirla. A lo anterior, quiero enriquecer que en los encuentros virtuales (que plantea la CNTE) se les dé relevancia a las experiencias vividas por los profesores para acompañar a sus estudiantes desde el inicio del confinamiento (20 de marzo del presente año), tomando en cuenta todos los detalles. Por ejemplo, un profesor rural de la cañada oaxaqueña me comentó que se valió del médico de la localidad para mandar actividades a un estudiante que no cuenta con celular. El médico yendo más allá de su función en la comunidad, le escribía al profesor las dudas del joven. Por su parte, el profesor contestaba con audios. Lo anterior podría complementarse con el conocimiento que tienen los profesores del contexto socioeconómico de las familias. Asimismo, habría que añadir una reflexión pedagógica profunda que retome la forma en que viven los jóvenes y lo que se busca enseñar.

En este sentido, cada profesor tendrá ideas para desarrollar estrategias puntales y hacer frente a la pandemia; así se construirán estrategias locales.

No se trata de iniciar el ciclo escolar por iniciarlo. A mi ver, la fecha de inicio es lo de menos, muchos profesores tuvieron comunicación con sus estudiantes y padres de familia aún en el receso escolar. Son tiempos inciertos, por lo que debemos cuestionarnos y meditar -lo más que se puede- para construir las mejores estrategias posibles.

Para finalizar, es importante reiterar que la propuesta de la CNTE es viable e incluso necesaria, ya que pone en el centro las experiencias de los profesores, mientras la SEP construye propuestas sin consulta, contabilizando la satisfacción [véase Juárez Pineda, 2020]. En estos momentos es el profesor quien debe construir las estrategias para sortear los problemas educativos que ha generado la pandemia.

Referencias:

Auli, I. (2020). «¿Es la televisión mala maestra?» En Blog Educación Futura, 11 de agosto.

Juárez Pineda, E. (2020). “La encuesta de satisfacción de Aprende en Casa: Ni están todos los que son ni son todos los que están”. En Blog Educación Futura, 14 de agosto.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/mas-alla-del-inicio-escolar-2020-2021-la-propuesta-de-la-cnte-para-hacer-frente-a-la-pandemia/

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