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Peso Pluma En La Escuela

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

Quedaron atrás los festivales escolares del Día del Niño. Las piñatas, los dulces y pasteles son cosa del pasado. Lo de hoy son los corridos tumbados y bélicos de Peso Pluma. Eso es lo que se pudo ver los últimos días de abril en primarias de todo el país. A las pruebas nos remitimos:

Con canciones de peso pluma, festejan Día del Niño

Niños cantando Ella baila sola de Peso Pluma

Con Peso Pluma y corridos tumbados festejan a niños en Mazatlán por el Día del Niño

Niños cantando en la escuela el tema de Peso Pluma, Ella baila sola

Corean a todo pulmón a Peso Pluma en primaria de Nayarit

La escuela bélica no existe

Niños cantando El Corrido Tumbaos Bélicos De Peso Pluma

En Saltillo, colegio celebra con canciones de Peso Pluma

Y así estuvieron las niñas y los niños, cante y cante, baile y baile a todo lo que da el ánimo y el pulmón : «Estuvieron poniendo igual puras canciones del peso plumas en mi salón», «Hubo discoteca en mi escuela con puras canciones de peso pluma», «Igual en mi salón puro peso pluma».[1]

Pues bien. Empecemos desde el principio:¿Quién es Peso Pluma? ¿Qué cantan? ¿Qué es eso de los corridos tumbados?

En la mayoría de los videos cantan Ella baila sola , una rola de Pedro Tovar, integrante de Eslabón Armado , que acompañan a Peso Pluma , un joven de 23 años de Zapopan, Jalisco, que en mayo alcanzó el primer lugar mundial de las streaming songs del Billboard. La letra dice:

Compa ¿Qué le parece esa morra?
La que anda bailando sola me gusta pa’ mí
Ella, ella sabe que está buena
Que todos andan mirándola como baila
Me acerco y le tiro todo un verbo
Tomamos tragos sin peros, solo tentación

Le dije
«Voy a conquistar tu familia, que en unos días vas a ser mía»
Me dijo
Que estoy muy loco pero le gusta
Que ningún vato como yo actúa

Y ahí te va, mija
Y pura doble P, viejo
Así nomas, compa Pedro
Puro Eslabón Armado
Pa’ las plebitas
¡Cha-chau!

No soy un vato que tiene varo
Pero hablando del corazón, te cumplo todo
Me agarró pegadito de su mano
Mi compa ni se la creyó, que al pasar fui yo

Su cuerpo
Juro por Dios que era tan perfecto
Su cinturita como modelo
Sus ojos
Desde el principio me enamoraron
A ella le gusta y a mí me gusta

Los y las niñas se desgañitan en la parte inicial “Compa, qué le parece esa morra…” y sobre todo en “ella, ella sabe que está buena”…Y así, mientras hacen un zapateado norteño y levantan las manos agitando el índice una y otra vez, como hacen los raperos.

Esa es la música conocida como corridos tumbados, un subgénero -algunos dicen una actualización- de los viejos corridos mexicanos, que incorporan elementos del urbano, el regional mexicano, el hip hop, el rap y, de manera particular, el trap latino de Bad Bunny y Becky G .

Natanael Cano, considerado el iniciador de este subgénero, lo define como “ regional mexicano, como el que escuchaban ustedes, no sé, sus papás; pero con la sazón joven, regional mexicano más joven”.

Lo joven es la fusión con otros géneros, la relevancia del flow, es decir, el modo como encajan las rimas en la canción, lo que es crucial para transmitir el mensaje y la emoción de la letra. Los tumbados sustituyen las tubas, las baterías, los acordeones y las tarolas, y se focalizan en el bajo y las guitarras; además de un cambio radical en los outfits,  pues cambiaron los extravagantes trajes de la  Banda Cuisillos  y Bronco por gorras, tenis, cadenas, overoles, bermudas y pants de diseñador; como se observa en el video de la canción primigenia,  Amor tumbado.

La temática de estos corridos no podría ser más convencional: relaciones amorosas, fiestas y excesos, problemas sentimentales, desamor, ligues, encuentros sexuales, borracheras, consumo de drogas, desencuentros, peleas. Nada nuevo bajo el sol, ni que los viejos corridos o la canción ranchera no hubiera tratado mil y una vez.

La novedad de los tumbados no radica en esto; por el contrario,  todos reproducen los códigos machistas y patriarcales sin rubor alguno: “..en unos días vas a ser mía”, dice Peso Pluma. La morra es un cuerpo, unos ojos y una “cintura de modelo”. La morra es un objeto, una pieza de conquista, que caerá en sus redes con su venia y la de su familia. La temática más tradicional, más machista cantada por un vato de Jalisco, de 23 años, en pleno auge del feminismo radical.
Eso cantan los niños de las primarias en su día. Curiosamente, en tiempos de la Nueva Escuela Mexicana y la perspectiva de género en los nuevos libros de texto, que presuntamente lucharían contra las desigualdades y el patriarcado. Eso escuchan, eso bailan, eso discuten niños y niñas, entre la sorpresa, los lamentos, el beneplácito o las risas de la planta docente.

Y no queda ahí. En Saltillo, los y las alumnas recordaron que Peso Pluma no canta solo tumbados, sino que él y muchos otros mezclan otro de los subgéneros del regional mexicano, a veces en una misma canción y en un mismo álbum. Se trata de los corridos bélicos, un desarrollo de los viejos corridos verdes, aquellos relatos de tráfico de drogas y andanzas de narcos, como Contrabando y traición  o  Cruz de marihuana  .

En la escuela coahuilense es escucharon las letras atropelladas de AMG , una rola bélica de Natanael Cano, Peso Pluma y Gabito Ballesteros, jóvenes de entre 22 y 23 años,  con el título de una división de automóviles modificables de super lujo de la Mercedes Benz, que dice cosas como:

De todo ya pasé, claro que le batallé
Lo saben dos o tres, no soy el mismo que era ayer
Mercedes AMG, Clase G-63
Lo que un día soñé, todo ya me lo compré

Muy bueno para las cuentas, todo apunto en la libreta
Ahí traigo la lista negra pa’l que se pase de verga
Pura morrita bien buena, montada en mi camioneta
Los radios suenan y suenan, pero yo siempre ando alerta, eah

¡Ea!
Y bien jalados, compa Gabito
Y arriba la bandera, viejo
Pura doble P
¡Yayay!
Así nomás, compa Nata
Así nomás
Compa Gabito, ¡chau!
Pura doble P, viejo
Ayay

Un GT-R pa’ rolar
Los baby a mí me gustan más
Puerto de Mazatlán, divisando la ciudad
En jet particular, me pongo en cualquier lugar
Destapando las champagne, hay billetes pa’ gastar
Moviendo bien el ice, everywhere me han de mirar
Con unos tenis Nike, soy maleante y es lo que hay

Muy bueno para las cuentas, todo apunto en mi libreta
Ahí traigo la lista negra, pa’l que se pase de verga
Pura morrita bien buena, montada en mi camioneta
Los radios suenan y suenan, pero yo siempre ando alerta

En los corridos bélicos, los negocios son las drogas, los conflictos se resuelven combatiendo al enemigo, la organización es la banda criminal y la lista negra los que se pasaron de verga. El propósito es tener mucho dinero, mucho poder para alcanzar respeto, riqueza y mujeres. Todos los valores, los códigos y símbolos de la narco-cultura.

Del mismo modo, la moda y la iconografía destacan los símbolos de la violencia, las armas, los autos y las camionetas blindadas, las camisas oversize, a veces botas, sombreros y camisas norteñas y, en ocasiones, el famoso Belikín, una cangurera en forma de leopardo con camuflaje militar, como se observa en Siempre pendientes   y   El belicón , donde la apología de la violencia, el poder armado y las mujeres-trofeo no puede ser más explícita:

La subjetividad, las auto-reflexiones sobre el estilo de vida, los valores y el destino manifiesto de quienes se encuentran en las industrias criminales son una temática recurrente. PRC  (Polvo, ruedas y cristal; es decir, cocaína, anfetaminas y cristal) es la obra maestra del subgénero:

Me levanto, un baño y luego me pongo a forjar
Es veneno, da pa’ arriba de muy buena calidad
Los teléfonos no paran nunca de sonar
Si no es alguna plebita, es porque un cliente quiere más

Y bien forrados los paquetes van
No hay pendiente, no puedo fallar
Siempre estoy listo para cruzar
Polvo, ruedas y también cristal

Aquí el papelito viene y va
Las morritas bien locas se van
Disfrutamos este bien o mal
De esta vida no me vo’a quejar

Fino con las Balenciaga
Corridos bien vergas sonaba
Las morritas muy bien bailaban
Y yo ando Silver LV

Siento que ando volando ya carnal
Y aquí nunca nos vamos a quejar
¿Para qué vamos a voltear pa’ tras?
Ni pedo yo le voy a atorar

Bien forrados los paquetes van
No hay pendiente, no puedo fallar
Siempre estoy listo para cruzar
Polvo, ruedas y también cristal

Y bien forrados los paquetes van
No hay pendiente, no puedo fallar
Siempre estoy listo para cruzar
Polvo, ruedas y también cristal

Todo está ahí, nada que agregar; o quizá si: los efectos de estas canciones en los niños que las cantan y bailan en las escuelas. Los cantantes no son ajenos a la discusión. Peso Pluma lo ha dicho claramente: “Yo sé que a veces no es bueno que los niños vean esto o que escuchen esto, pero es una realidad. O sea se tiene que mostrar, se tiene que ver”.[2]

Natanael Cano, más radical y reflexivo, fue más lejos: “Dejen de educar a sus hijos para un mundo que no existe ya, dejen de educar a sus hijos para ser empleados. Yo me cansé del sistema tan viejo y tan perdido en el que estaba estudiando, y me puse a estudiarme a mí mismo, y aquí sigo. La escuela de la vida no falla ni termina”.[3]

¿Qué hacen las autoridades escolares ante esto? ¿Cómo lo tratan los, les y las maestras? ¿Qué hacer? Son las preguntas que abordaremos en una próxima entrega; ahora solo quisimos visibilizar el problema, conocer un poco más el mundo en el que se están formando los y las niñas de primaria, lo que están llevando, compartiendo y re-conociendo en la escuela. Incluso en las fiestas del 30 de abril.


[1] https://www.hidrocalidodigital.com/con-canciones-de-peso-pluma-festejan-el-dia-del-nino-y-se-vuelve-viral/

[2] https://www.infobae.com/mexico/2023/05/11/peso-pluma-tendra-que-pagarle-a-eslabon-armado-si-quiere-cantar-ella-baila-sola/#:~:text=Pedro%20Tovar%2C%20el%20cantante%20y,el%20programa%20de%20Jimmy%20Fallon.

[3] https://www.elsoldepuebla.com.mx/gossip/omg/dejen-de-educar-a-sus-hijos-para-ser-empleados-natanael-cano-9131993.html

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: actitudfem

 

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De La Sobrexplotación Magisterial A Los Microfascismos En La Escuela

Por: Marcelino Guerra Mendoza, Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro

El crimen de Norma Lizbeth[1] ocurrido hace unas semanas, ha desatado un sinnúmero de reflexiones y análisis sobre lo que está sucediendo al interior de las escuelas en la actualidad. No es solamente la secundaria del estado de México; también en planteles de Veracruz, Puebla, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Zacatecas y demás entidades federativas, es común que ocurran actos de violencia similares, no solo en secundaria, también en primaria y educación media superior.

Desafortunadamente, los casos se invisibilizan, no trascienden y es imposible seguirlos, en gran parte porque la lógica para gestionar la violencia en el sistema educativo es precisamente ésta: ocultar, mirar hacia otro lado, banalizar lo ocurrido en el territorio escolar esperando que los hechos sean sepultados por el olvido.

Desde la tribuna de palacio nacional, el titular del ejecutivo federal alienta esta banalización moralizando el tema: “Es muy importante que no se desintegren las familias y que no abandonemos nuestras costumbres, nuestras tradiciones, que no aceptemos una malentendida modernidad de que ya nuestros padres son mayores y tienen ideas conservadoras o son anacrónicos y que ahora la buena onda es el destrampe y los excesos y los antros” [2]. Sin ningún asomo de preocupación o interés para actuar concreta y contundentemente por parte del Estado que representa, sin aludir a la responsabilidad de las autoridades educativas nacionales, estatales y municipales al respecto y cuando es él quien desde la tribuna, incita a la violencia contra los “conservadores”.

La reproducción de las múltiples violencias ocurre en todas las instancias del Sistema Educativo Nacional involucradas, comenzando por un modo de gestionarlas que las oculta e invisibiliza. Como lo hemos dicho en otros Cortos, las respuestas comunes son: “son casos aislados”, “es cuestión de adolescentes”, “las familias no están educando”, “los valores se pierden”; las acciones habituales, una vez ocurridos los hechos, son llamar a las partes involucradas -aunque estén involucrados muchos- y suspender a quienes participan de la violencia. Son remedios para aparentar que se hace algo; la violencia no cesa, continuamos siendo testigos de hechos irreparables en las escuelas, cada día más cercanos al crimen y la muerte.

Pensamos que las condiciones en que trabajan los docentes, cada día más deplorables, es una línea de análisis importante para explicar por qué para las maestras y maestros, es cada día más difícil contener las múltiples violencias que ocurren en las escuelas. ¿Cuáles son las características del contexto escolar que contribuyen a mantener esta situación? Trataremos de desmenuzarlas enseguida.

Comenzaremos por recordar la situación de sobre explotación de la magisteria durante el confinamiento debido a la pandemia, ejemplifica y muy bien, la intensa carga de trabajo a la que se encuentra expuesta y es cada vez mayor. La SEP nunca tomó en cuenta todo el trabajo que realizaron maestras y maestros a lo largo de un año y medio para salvar los ciclos escolares 20-21 y 21- 22; no solo desconoció este esfuerzo, tampoco emprendió acciones ni destinó recursos para mejorar sus condiciones laborales y económicas; con las escuelas cerradas, las jornadas de trabajo del magisterio se extendieron notablemente, mucho más en el caso de las maestras que son madres.

Pese a trabajar en circunstancias completamente adversas para mantener la cercanía, vínculos pedagógicos y el tejido social mediante la atención y cuidado hacia los estudiantes y sus familias, hoy continúan desvalorizados, con una carga de trabajo creciente, hacen cada vez más actividades a cambio del mismo salario. Pongamos por caso a las maestras de primaria; su salario es de aproximadamente nueve mil pesos mensuales por trabajar cinco horas y media diarias de lunes a viernes. Evidentemente, estamos hablando de la jornada formal, siempre insuficiente para terminar los pendientes, por lo que terminan llevándose el trabajo a casa, sin ningún ingreso económico adicional. De esta forma, la jornada se duplica o triplica, invadiendo los periodos de descanso obligatorio, cumpliendo otras funciones más allá del trabajo de enseñanza frente a grupo o atención a los estudiantes.

El sistema educativo exige a las maestras atender ocurrencias, imposiciones tales como desahogar agendas para las sesiones de los consejos técnicos programadas para todo el ciclo escolar, dedicar tiempo a evaluar a los estudiantes, subir calificaciones a una plataforma como parte de la supuesta descarga administrativa -recarga administrativa, como se le conoce en el argot magisterial-; elaborar planeaciones didácticas semanales, aplicar evaluaciones estandarizadas diseñadas ahora por MEJOREDU, organizar y conducir reuniones con las madres de familia o tutores del alumnado, administrar programas de infraestructura, asumir comisiones y formar parte de comités, resolver problemáticas de operación cotidiana, de infraestructura escolar etc. etc. etc.

En este ciclo escolar, como parte del proceso de cambio curricular que impulsa la SEP, se suman obligaciones adicionales, como es el co-diseño para la elaboración de programas analíticos. Y aunque todavía no ha comenzado la aplicación del nuevo Plan de Estudios 2022, existen autoridades que, sin ninguna claridad sobre su contenido y desconociendo el proceso de apropiación, han impuesto agendas de trabajo adicionales en días de descarga administrativa, e incluso han comenzado a solicitar a las maestras la entrega de dichos programas ya terminados.

Desde hace algunos años, las maestras tienen que revisar materiales y preparar “productos” a presentar en las reuniones de Consejo Técnico que se llevan a cabo el último viernes de cada mes. En el actual ciclo 22-23 y por determinación de la SEP, en los días destinados al Consejo Técnico, una parte de la jornada se dedica a actividades de formación continua sobre el nuevo Plan de Estudios, la otra a revisar los avances del Programa Escolar de Mejora Continua que elaboraron al inicio del ciclo escolar y a atender las problemáticas propias de cada escuela, entre las cuales estarían precisamente, las relativas a las múltiples violencias.

En resumen: en la magisteria se depositan cada vez más y más responsabilidades, por tanto, son exigidas a realizar un número creciente de actividades. No se trata únicamente de una intensificación de actividades dentro de la escuela, sino de la extensión de la jornada de trabajo formal reflejada en las múltiples tareas que realiza la magisteria fuera del lugar y horario de trabajo, que sin duda representan un cuantioso número de horas extras de trabajo que convendría contabilizar, y así saber a cuántas horas asciende la jornada real.

¿Qué tiene que ver todo esto con las múltiples violencias que ocurren en las escuelas? Veamos: si por la vía de los hechos se ha intensificado y extendido el trabajo de las maestras hacia una multiplicidad de responsabilidades y tareas, no es difícil imaginar sus consecuencias: sometidos a una sobre explotación que se ha vuelto estructural, no es de extrañar que estén en consecuencia agotadas, desgastadas, desmotivadas, desencantadas, enfermas, como cualquier otro trabajador en estas condiciones. ¿Cómo pueden reconocer y atender a tiempo las señales de las violencias que siempre emergen mucho antes de que se conviertan en tragedias?, ¿Cómo pueden ser sensibles a las señales de riesgo a la integridad física y psicológica de sus estudiantes cuando ellos mismos se sienten vigilados y sometidos todo el tiempo a presiones del propio sistema educativo que los violenta de múltiples maneras, comenzando por los bajos salarios por trabajar el doble o más de las horas pagadas?

Es aquí donde resulta necesario detenerse un poco; no se trata solamente, de una extrema carga de trabajo aislada para las maestras sin repercusión alguna en los alumnos; esta situación produce subjetividades que el neoliberalismo potencia en todo tipo de trabajadores frente al trabajo que realizan. El empresario de si, la competitividad e individualismo, subjetividades previas al momento actual, se encuentran instaladas en la práctica docente de las maestras; en eso contribuyó y mucho, la reforma educativa de Peña Nieto. Hoy en día, estas subjetividades detonan otras, con base en la exigencia para realizar un sin fin de acciones cotidianamente dentro de la jornada de trabajo más los encargos no concluidos que se llevan consigo, así sea en la mente, para que a la siguiente jornada lo tengan presente y se concentren en esas rutinas administrativas burocráticas de un trabajo que simula ser colectivo, pero está altamente controlado. Es así que poco a poco, se abandona el esfuerzo por pensar y sentir la realidad, y actuar en consecuencia. En síntesis: la sobre explotación impide, reduce o de plano cancela la posibilidad de pensar, reflexionar o analizar lo que ocurre con el proceso de formación de las nuevas generaciones, en el que la violencia está cada vez más normalizada, porque así está ocurriendo también en la sociedad. 

Ésta es la paradoja: para conservar el empleo hay que cumplir con eficacia y eficiencia la productividad de las actividades impuestas del codiseño, y obtener su respectivo producto, que son los programas analíticos, finalmente absurdos si soslayan o dejan fuera una realidad cada vez más lacerante. Lo mismo ocurre con los tan llevados y traídos ejes articuladores; deben estar presentes en los programas analíticos junto con los campos formativos, sin embargo, chocan de frente y se descarrilan con los brutales hechos de violencia y crimen que ocurren en las escuelas, a fin de cuentas, síntomas de la discriminación, homofobia, racismo, aporofobia que adoptan la forma de abusos y actos violentos cometidos en contra de los cuerpos de mujeres, niñas, niños y jóvenes por el solo hecho de ser diferentes.

Vinculando esta situación con los planteamientos de Lazzarato (2020)[3], al capitalismo imperante hoy día, compuesto por la triada productividad-producto-producción, le es inmanente el binomio producción-destrucción; ambas series constituyen los ejes de la sobreexplotación magisterial en la actualidad pero a diferencia de otras ocupaciones, las maestras realizan un trabajo inmaterial que tiene su anclaje en quienes son los destinatarios directos: los estudiantes, ésas niñas, niños y jóvenes a quienes se pretende formar integralmente mediante estrategias diseñadas y planeadas ex profeso, supuestamente de una manera distinta a la que se establecía en la reforma 2013, relacionada con el nuevo capital humano orientado a responder a los requerimientos del mercado laboral.

Trabajar con miras a lograr un perfil de egreso, unos ejes articuladores y unos campos formativos vinculados a problemas concretos de la comunidad, cuando por otro lado tenemos un magisterio sobre explotado, que trabaja incesantemente para cumplir con una sobrecarga de tareas que obturan la posibilidad de desarrollar su propio pensamiento crítico y reflexivo para participar, interactuar e intervenir en el contexto escolar, familiar y comunitario de manera relevante, parece una quimera. ¿Cómo pretende la SEP que el magisterio enseñe a pensar críticamente a otros, cuando ellos mismos no disponen de tiempo ni condiciones para hacerlo sobre sí mismos, sus propias prácticas y los efectos que producen en les alumnes?

Es duro decirlo, pero el racismo, discriminación, homofobia, aporofobia, xenofobia y demás formas de segregación, exclusión y exterminio de las poblaciones diferentes, distintas al modelo patriarcal de hombre fuerte, exitoso y proveedor y mujeres sometidas, nacidas para procrear y servir, toman la forma de micro fascismos que penetran y horadan los procesos educativos.

Los micro fascismos nuestros de cada día se ceban sobre poblaciones migrantes que tienen que desplazarse a otros territorios para sobrevivir, mas no para vivir. Se desplazan por mar, rio, desiertos, carreteras, selvas y demás senderos llenos de riesgos y peligros para ellos y sus familias. Al lugar que llegan, además de ser extorsionados, son expuestos como los diferentes, débiles, vulnerables, mugrosos, enfermos que ponen en riesgo al normal dictado desde el modelo patriarcal. Solo veamos lo sucedido el 27 de marzo pasado en la estación de migración de Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde fallecieron 41 migrantes de Centro y Sudamérica debido a un incendio en un sitio en el que estaban encerrados bajo candado, sin que nadie, absolutamente nadie se inmutara para abrir la celda y evitar la tragedia[4].

Encerrados por fuera para evitar su fuga, encontraron la muerte bajo el título 42, un acuerdo migratorio entre Estados Unidos y México para evitar la propagación del Covid-19 que autoriza a expulsar a personas migrantes hacia México o a sus países de origen, sin derecho alguno para los afectados. Es decir, una política migratoria creada bajo el argumento de garantizar la salud pública y bienestar de la sociedad norteamericana[5], es utilizada para justificar atrocidades contra personas cuyo único delito es huir de la violencia, pobreza y falta de trabajo en sus países de origen. Así circulan y se recrean los micro fascismos: frente a los diferentes, se activan y ejercen inmediatamente respuestas de acoso y violencia. En la escuela, estos comportamientos están camuflados y son más sutiles, por lo mismo, mucho más peligrosos, porque se van larvando cual fantasmas en el cotidiano escolar.

¿Acaso no tendrían que ser éstos los temas a discusión en las escuelas?, ¿no habría que ponerlos en el centro del proceso de formación como motor de análisis y reflexión con las y los estudiantes, para sensibilizar(nos) sobre la urgencia del cuidado y atención de los otros en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos, dentro y fuera del territorio escolar, respetando la diferencia de todas, todos y todes?

¿Acaso se desconocen intencionalmente las causas de la violencia en la escuela? ¿No se perciben e identifican actos de violencia sistemática y cotidiana al interior del territorio escolar? ¿Qué se produce con toda esta manera de gestionar? ¿las autoridades educativas y escolares tienen la consigna institucional de no intervenir oportuna y expeditamente ante hechos de bullying, agresión o violencia?


[1] La historia de Norma Lizbeth, la menor que murió tras ser agredida en su secundaria: detienen a su presunta agresora (telemundo.com).

[2] AMLO llama a fortalecer valores familiares para enfrentar el bullying tras muerte de Norma Lizbeth – Proceso

[3] Lazzarto, M (2020) El capital odia a todo el mundo. Fascismo o revolución. Buenos Aires, Eterna Cadencia editora.

[4] Atrapados en incendio, 41 migrantes mueren en estación del INM en Ciudad Juárez – La Verdad Juárez (laverdadjuarez.com)

[5] Título 42: Qué es y cómo funciona para migrantes que buscan llegar a Estados Unidos | Heraldo USA

 

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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Paola, una víctima del patriarcado comunitario

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza.

«El patriarcado encarna en la comunidad y ésta lo ejerce sin rubor alguno, incluso se enorgullece de ello. Es el patriarcado comunitario, el que pervive en los usos y costumbres de algunos municipios en Oaxaca y en otros lados del país.»

 

A principios de enero, Paola llegó a la Escuela Telesecundaria “José Vasconcelos”, en San José Manialtepec, municipio de Villa de Tututepec en la costa de Oaxaca.[1] No la dejaron entrar. La razón fue simple: vestía pantalón y blusa blanca. Era el uniforme correcto, pero del género contrario. Paola vestía las prendas masculinas. Ella era niña. No podía ser.

“Nadie hizo nada para evitar que no me dejaran pasar, entonces yo lloré mucho y no entiendo porque me hacen eso para dañarme, si yo no me he portado mal. Yo no me siento bien, estoy triste de que me estén tratando de esta forma, porque yo no quiero usar el uniforme de las niñas, yo me siento más segura y cómoda con el uniforme de niños, y no me gusta que les hayan dicho a todos los padres de mi escuela mis cosas íntimas”.

Paola y su madre interpusieron una queja por violación a su derecho humano a decidir sobre su cuerpo, a ejercer su sexualidad, a una educación libre, laica y gratuita y por violencia física y psicológica. La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) inició el expediente de queja DDHPO/002/RC/(11)/OAX/2023, dentro del cual solicitó al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo) que  se realizara la inscripción de  Paola y pidió garantizar el acceso al plantel sin ninguna condición, así como una medida cautelar para garantizar el derecho a la educación.

Cuando Paola regresó a la escuela, otra vez le prohibieron la entrada. Después de algunas horas, ella y su madre pudieron entrar. De inmediato, las autoridades escolares suspendieron las clases. Más tarde, “…mostró videos y fotografías de como fue agredida físicamente por padres de familia, sin que ningún profesor o directivo lo impidiera”.

Derechos Humanos, las autoridades municipales y hasta el gobernador de la entidad intervinieron. No sirvió de mucho. La comunidad no aceptó, aún sabiendo que se estaban violentando los derechos humanos, las leyes y la Constitución de la república. La Asamblea del pueblo, máxima autoridad por usos y costumbres, decidiría si Paola entraba o no a clases. “No es posible que el pueblo tenga que decidir qué voy a usar, qué prenda voy a ponerme, yo estoy cumpliendo con el uniforme, no estoy trayendo otra ropa”, dijo ella.

Su madre entiende lo que le sucede: “Mi hija desde pequeña decidió que se sentía más cómoda con pantalón y pues yo la apoyo, además está cumpliendo con portar el uniforme y no es justo que la discriminen ni que le violenten sus derechos humanos al impedirle ingresar a la escuela y tomar clases”.

En la Asamblea, en la que intervino el titular del IEEPO, la comunidad no aceptó e incluso amenazó con retener a los funcionarios que participaban ahí si se imponía la recomendación. Sus razones fueron expuestas con meridiana claridad por una madre de familia: “El reglamento dice, eres niña, el uniforme de niña, que es falda. Eres niño, uniforme con pantalón. Así está estipulado, y nosotros lo hemos firmado. Estamos aceptando un reglamento. Y si nosotros hemos sido formados con valores, es ahí donde se demuestra que tenemos valores”. [2]

Paola no podrá regresar a la escuela si insiste en su identidad y expresión de género. La comunidad habló.

Los valores de la comunidad

¿Cuáles son los valores de los que la señora entrevistada se mostraba terminante y orgullosa? ¿Los de decidir sobre el destino de todos y cada uno de los habitantes? ¿Los de decidir por sus usos y costumbres ancestrales? ¿Los que dan identidad al pueblo, continuidad a la tradición y poder a los hablantes? ¿Cuáles son esos valores que tanto defienden, en este caso en concreto? Vamos por partes.

La señora lo dice claramente: las niñas usan falda, los niños pantalón. ¿Por qué? Porque lo dice el reglamento, porque así han sido formados, porque así muestran y respetan sus valores. ¿Cuáles son esos valores? Los de decidir sobre el cuerpo, la identidad, la expresión y hasta los derechos de Paola según los usos y costumbres de una comunidad claramente patriarcal. ¡Y es una mujer la que lo dice! No son los machines del pueblo, es una señora orgullosa de los valores del poder patriarcal.

No nos engañemos, los usos y costumbres son los vehículos, los medios del poder patriarcal, esos son sus agentes, los cuerpos, las almas y los corazones que encarnan el poder patriarcal. En los argumentos de la señora pueden verse muy claramente las formas en que la comunidad reproduce la división sexual del trabajo, de las tareas, de la ropa, de los comportamientos: ¡eso es el patriarcado!

La división de roles, la distinción hombres-mujeres como los únicos posibles, son defendidos férreamente, están por encima de todo y de todas, aún de los derechos de los niños; eso es lo que obscenamente se muestra en el acoso comunitario a Paola. Es el patriarcado el que la juzga y discrimina, a ella y a su madre. Es el patriarcado el que la rechaza, le prohibe entrar a la escuela, le niega el derecho a la educación, la violenta física, social y piscológicamente. Es el patrirarcado ejercido por hombres y mujeres, maestros, alumnos y padres de familia, autoridades del pueblo, asambleístas, comuneros. El patriarcado encarna en la comunidad y ésta lo ejerce sin rubor alguno, incluso se enorgullece de ello. Es el patriarcado comunitario, el que pervive en los usos y costumbres de algunos municipios en Oaxaca y en otros lados del país.

Pero el asunto es más complicado, no es nada más la negativa de una comunidad reacia a garantizar los derechos humanos y las identidades de género de sus habitantes; no se trata solamente de poner el acento en esa manifiesta y orgullosa violación de las leyes y la Constitución por parte de una asamblea comunal, como si las autoridades federales, estatales o municipales no las violaran o no toleraran los ilegalismos y las violencias de género.

El problema cobra especial relevancia en estos tiempos de supuesta transformación educativa, cuando la SEP está a punto de aplicar a un nuevo Plan y Programas de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria, una iniciativa en la que la comunidad es presentada como un agente educativo fundamental. ¿Significará esto que las comunidades decidirán cuestiones como estas? ¿Decidirán basadas en sus usos y costumbres? ¿En nombre de su cultura? ¿De sus valores tradicionales? ¿Decidirán, como en este caso, por encima de la Constitución, de los Derechos Humanos y de los derechos básicos de las personas?

Porque en el caso de Paola eso fue lo que sucedió: la Comunidad habló, reivindicó su derecho a aplicar usos y costumbres; discriminó impunemente a una estudiante de secundaria, pasando por encima de todos sus derechos. Esa es la comunidad en acto, no en el discurso romantizador, no en las narraciones idílicas de algunos. La comunidad es ésta, la que violentó a Paola, pasó por alto las leyes, violentó los derechos humanos, se impuso a las autoridades y a la Constitución, todo porque una alumna decidió portar pantalón y no falda para ir a la escuela. Parece increíble, pero así fue.

¿Se imaginan lo que puede ocurrir cuando la SEP aplique el Plan 22 en una comunidad patriarcal, o racista, o…? Con este conflicto como botón de muestra, ya podemos imaginar los múltiples problemas en ciernes. Así que los problemas de adoptar a la comunidad como eje de la transofrmación educativa no son menores.

Así lo advertimos desde un inicio; no basta con señalar las cuestiones territoriales, temporales y culturales, hay que establecer límites, atribuciones, prácticas y modos más consecuentes de aterrizar semejantes planteamientos. El asunto mayor es: ¿cómo depatriarcalizar a la comunidad? Si esto no se reconoce como problema, entonces de nada servirán los ejes; será la comunidad la que termine decidiendo si los aplica o no.

Son problemas que es necesario advertir desde ya, de lo contrario, casos como el de Paola podrían multiplicarse. Pensamos que esto se deriva en buena parte, de una desviación del Marco Curricular inicial, cuando pasó de proponer el común a la comunidad. La diferencia entre estos dos conceptos es grande. Educar para el común refiere a impulsar conocimientos, prácticas y valores compartidos, respetando las diferencias y las especificidades; educar para la comunidad, por lo que vemos en el caso de Paola, es otra cosa.

El riesgo de apostar todo a la comunidad es la totalidad y la homogeneidad; la virtud del común es la acción conjunta desde la diferencia. No es una discrepancia menor, como se ve muy claramente en este caso.

Sobre esta distinción político-conceptual volveremos en otra ocasión.


[1] Todas las citas de este texto, a menos que se indique lo contrario, se encuentran en:  https://aristeguinoticias.com/1503/mexico/niegan-educacion-a-nina-en-oaxaca-por-usar-pantalon-y-ahora-su-pueblo-decidira-si-retorna-a-las-aulas/?fbclid=IwAR3vpCMixxuk9fldsNskvkitLvhigmcqwD7yu7BbCVXk5CMe8M7iAgiBF5c

[2] https://www.facebook.com/watch/?v=1188784508437977


Fuente de la información e imagen:  Insurgencia Magisterial

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Un libro sin recetas para la maestra y el maestro. Fase tres

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

«La Presentación del libro inicia a tambor batiente con una cita de Freire sobre la revolución, los verdaderos revolucionarios, la conciencia, el amor y la humanización…»

  1. La retórica de la Revolución

El debate educativo de hoy gira en torno a la nueva familia de libros de texto de educación básica. Sería mejor decir, sobre los avances en los nuevos libros de texto, porque como ocurrió con el Nuevo Marco Curricular y el Plan de Estudios 2022, se filtran diversas versiones para calibrar la aceptación y las respuestas.[1] El primer intento desató airadas respuestas de comentaristas de derecha, como Eduardo Backoff, que escandalizado escribió lo siguiente sobre Un libro sin recetas para la maestra y el maestro. Fase tres:

La pregunta que algunos columnistas se hacen es si el gobierno cuatroteísta está impulsando una ideología retrógrada entre docentes, muy superada en la historia de la humanidad, y si los libros de texto se han convertido en un instrumento para ideologizar a los estudiantes mexicanos en estas corrientes autodenominadas liberadoras de las clases sociales, históricamente oprimidas por el Estado.[2]

O el infaltable editorial de ReformaEl ABC de la SEP a maestros: leer a Marx, Lenin y Bakunin.[3] Solo por recuperar dos de los que pululan en las redes sociales. Por fortuna, hay otros que desde la izquierda proponen otras lecturas, como el de Luis Hernández Navarro: El misal y la feligresía.[4]

Podría hacerse una revisión hemerográfica para elaborar una cartografía de las recepciones, críticas de estos libros, en particular el que comentamos, pero dejemos eso de lado por un momento. Solo encontraríamos lo que sabemos desde siempre: la educación es un proceso político, aunque muchxs se empeñen en negarlo. No hay que sorprenderse, por eso hay que proceder con método. Primero, leer con cuidado. Eso es lo que pretendemos hacer por aquí. Desde el principio.

La Presentación del libro inicia a tambor batiente con una cita de Freire sobre la revolución, los verdaderos revolucionarios, la conciencia, el amor y la humanización:

Cada vez nos convencemos más de la necesidad de que los verdaderos revolucionarios reconozcan en la revolución un acto de amor, en tanto es un acto creador y humanizador. Para nosotros, la revolución que no se hace sin una teoría de la revolución y por lo tanto sin conciencia, no tiene en ésta algo irreconciliable con el amor. Por el contrario, la revolución que es hecha por los hombres es hecha en nombre de su humanización.

Acto seguido, los redactores de la primera versión  aclararon el contenido y el propósito del texto:

Estimada maestra, estimado maestro: el libro que tiene en sus manos representa el esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública por brindar una teoría que acompañe la revolución que realiza en sus aulas. El acto de codiseño que usted desarrolla es una acción compleja que requiere de una conciencia crítica y una sensibilidad que permitan reconocer cuáles son las crisis sociales que se viven en su comunidad.

Apenas van dos párrafos y una posible lectora o lector, se entera que no está frente a un libro de consulta más, sino ante el esfuerzo de la SEP para brindar

1). La teoría de una revolución pedagógica en marcha;

2). El reconocimiento de la acción compleja del codiseño;

3). La conciencia y la sensibilidad docente;

4). Para reeconocer las crisis sociales de la comunidad en que vive.

¡Todo eso en cinco  líneas! Se podrá decir lo que quiera de este libro, menos que carece de propósitos y de ambición.

Poco después se advierte a los y las maestras que desarrollar esa conciencia es difícil, llena de laberintos y dificultades de todo tipo, de distracciones, de intentos de convencerlas de dejar las cosas como están, de ser apáticos, de ser conformistas, e insistir en que la educación no puede ser una acción apática o burocrática, para  terminar con otra frase de Freire: “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Los hombres se liberan en comunión”. Y hay que recordar, ¡apenas es la Presentación!

Desde luego, quienes provenimos de la izquierda no podríamos estar más de acuerdo con las palabras de Freire; sin embargo el modo como se utiliza es muy peculiar: en un libro de consulta para maestros, de una secretaría de educación pública, de un gobierno que ha dicho una y otra vez que no encabeza una revolución, sino la IV Transformación Nacional. ¿Entonces?

Podría ser una inconsistencia menor; dirán algunos que es el el arrebato de un redactor o las preferencias ideológicas de un funcionario de tercer nivel de la SEP, si no fuera porque está diciendo otra cosa:  se trata de una revolución nominalenunciada por los escritores de un texto oficial; una revolución que solo existe en sus cabezas y en una cita inconsecuente según la cual nadie libera a nadie,  ni nadie se libera solo, sino en comunión. Pues bien aquí no es así, la única liberación-revolución que existe (porque nunca se aclara las diferencias entre una y otra en esta pequeña presentación- es la prescrita por los redactores del texto de marras.

En realidad, no se trata de una revolución en acto sino en discurso, recetada por expertos que desde su oficina califican una práctica docente que no conocen, pero quizá sueñen con administrarla. Son, en el colmo de la incoherencia, los expertos pedagógicos de una revolución que solo está en las citas, no vaya a haber una de verdad; por eso, antes de que verdaderamente asea así, ellos se encargan de dirigirla y prescribirla desde sus cubículos, sus oficinas o sus discusiones.

Nosotrxs no estamos en desacuerdo con las frases de Freire, sino con su utilización trucada, porque la liberación de la que habla ese libro es la calificada por la SEP, es decir, administrada: ¿la liberación institucional?, ¿la de una SEP Revolucionaria Institucional?

Tenemos que recordarlo, porque el responsable de esta familia de libros de texto es el mismo que cuando vio a feministas en la calle, con acciones libertarias reales, no imaginarias, fue el primero que se asustó y trató de denostarlas, llamándolas a leer, a cultivarse.[5]  Esa si era una lucha por la liberación efectiva; pero claro, no estaba ni gestionada ni calificada por el gobierno.

Y, recordemos, apenas vamos en la primera página de la Presentación de Un libro sin recetas. Hasta aquí tenemos un buen material para empezar a analizar:

Se trata de un libro de consulta para el maestro, que presuntamente le ayudaría en el codiseño de los programas analíticos de la tercera fase, pero que en realidad es la “teoría de la SEP sobre la revolución que desarrolla en sus aulas”. ¡Ni más ni menos!

Ahora bien, ¿en qué consiste esa revolución que presuntamente realizarán los y las maestras en sus aulas, con el Libro sin recetas como guía teórica?

Ese es el tema a tratar en el siguiente Cortocircuito; pero podemos adelantar que se trata de una operación tan compleja como confusa: el co-diseño de los programas analíticos a partir de problemas de la comunidad; es decir, una pedagogía de la liberación in situ,  ¡Administrada por la SEP!


[1] https://drive.google.com/open?id=10Tx8W-HmlS9k5vPaOrwLTK4UXTEsWyDF&authuser=0&usp=drive_fs&fbclid=IwAR040nnGJ5q9whC2vzUaOgsHsJ-rsZxoJoUO4QA96Psp1CUnBtKbtZuRM98&pli=1

[2] https://revistaaula.com/un-libro-con-recetas-marxistas-para-docentes/ (negritas nuestras)

[3] https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=https://www.reforma.com/el-abc-de-la-sep-a-maestros-leer-a-marx-lenin-y-bakunin/ar2546044?referer=–7d616165662f3a3a6262623b727a7a7279703b767a783a–

[4] https://www.jornada.com.mx/2023/02/07/opinion/014a2pol

[5] https://www.proceso.com.mx/nacional/2021/3/31/si-quieren-cambiar-el-sistema-machista-lean-libros-pide-mujeres-marx-arriaga-funcionario-de-la-sep-261115.html

 

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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SEP vs. EDUTUBERS. Una confrontación falaz, pero reveladora

Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza

«El sainete SEP-edutubers no suma, al contrario, polariza, divide y vacuna contra el cambio.»

No cabe duda, las redes sociales son, hoy por hoy, una arena de lucha política, un espacio de disputa en el que se despliegan un sinfín de argucias y estrategias para imponer percepciones, narrativas y supuestas verdades sobre cuestiones de interés general para la polis. El proceso de adopción de un nuevo marco curricular que viene impulsando la SEP desde hace poco más de un año, no es la excepción.

En medio del adormecimiento de las resistencias magisteriales contra las reformas educativas y el silenciamiento de una crítica otrora feroz, ahora domesticada y complaciente, la lucha parece haberse desplazado hacia dos grupos que en realidad no son opuestos; ni lo serán, a menos que la SEP se empeñe. Nos referimos al sainete de este fin de semana protagonizado por funcionarios con cara académica y edutubers de alto impacto entre el magisterio – a juzgar por el número considerable de seguidores en sus redes sociales-.

  1. Los hechos

Angel Díaz Barriga, investigador emérito de la UNAM, máxima autoridad académica de la SEP en el proceso de cambio curricular, dictó una conferencia sobre el nuevo plan de estudios y el lucro que los youtubers han hecho, en la Escuela Normal de Tlaxcala, “no podemos seguirlos fortaleciendo”, comentó en su intervención. La diapositiva a propósito de la cual tocó el asunto llevaba por título: “Los maestros saben, los youtoubers (sic), hacen dinero” (https://www.youtube.com/watch?v=sT51TN5fwHc, minuto 1:13:57).

No quedó ahí la cuestión. En el marco de la semana académica La nueva Escuela Mexicana organizada por la SEP de Baja California Sur, se dictaron las conferencias El codiseño: Proceso que visibiliza las necesidades educativas. Autonomía profesional y el proceso de construcción dialógica y horizontal, la primera a cargo de Rosa Ma. Torres Hernández, rectora de la UPN y la segunda por Rodrigo Castillo Aguilar, director general de Formación Continua a Docentes y Directivos de la SEP.

En su intervención, Rosa María Torres señaló que no existían formatos preestablecidos para el diseño de programas analíticos; de la nada remató: “si se los quieren comprar a los youtubers yo no me opongo, cada quien mantiene a quien quiere, yo mantengo a mi hijo porque quiero, si ustedes quieren mantener a un youtuber manténganlo, cada quien es libre de mantener a quien quiera”.

Luego vino el turno de Castillo Aguilar, quien se subió al tren de las denostaciones contra “los mantenidos”, al comentar que, en ejercicio de su autonomía profesional, los docentes “diseñarán, construirán, o incluso mantendrán a los youtubers”; la alusión fue breve, pero el tono de burla fue evidente.

Con estas intervenciones fuera de lugar, los académicos-funcionarios no hicieron sino evidenciar su ignorancia sobre el funcionamiento de las redes sociales, las formas de comunicación digital, los modos de facturar en youtube, la relación entre comunicación y consumo en canales educativos y la existencia de edutubers aquí y en todo el mundo como parte del proceso de reconfiguración de los modos de enseñar, surgidos a partir del uso de plataformas digitales y demás recursos tecnológicos. Que simpaticemos o no con estos cambios es otra historia.

Más grave que la ignorancia, es la soberbia y el tufo clasista detrás del desafortunado mote de mantenidos adjudicado a los youtubers. Es además un contrasentido inadmisible por parte de quienes encabezan un proceso que pretende ser transformador, inclusivo y basado en el pensamiento crítico. En el caso de Rosa María Torres, es doblemente grave e inadmisible por el tono pendenciero que utiliza, indigno de alguien que ostenta el cargo de rectora de una institución de educación superior. Si tiene un ápice de autocrítica, debería disculparse públicamente.

Evidentemente, sin mucho pensarlo y sin medir las consecuencias, ambos funcionarios secundaron la postura del investigador emérito; al parecer ninguno se ha enterado de que el lucro que critican no surgió con la reforma curricular que encabezan.

La reacción no se hizo esperar. De inmediato, tres creadores de contenido que se sintieron aludidos, y son, por cierto, los que cuentan con el mayor número de seguidores en redes sociales -el que menos cien mil, el que más ochocientos mil-. grabaron sendos videos expresando su disgusto.

Juzgaron los comentarios como desafortunados, ofensivos, un insulto a la inteligencia no únicamente de los edutubers, como se autodenominan, sino a la del magisterio también. Resulta inadmisible que académicos a cargo de conducir el proceso de cambio curricular, se refieran de esta manera a ellos y su trabajo.

En su defensa, afirmaron que ha sido la ineficiencia de la SEP y la escasa actualización recibida por los maestros sobre el nuevo plan, lo que los ha llevado a subsanar las fallas aclarando dudas del magisterio. “No somos la SEP”, pero a diferencia de las cápsulas deficientes que producen teniendo toda clase de recursos a su alcance, los donativos de quienes los ven les han permitido adquirir equipo profesional para producir contenidos informativos de mayor calidad.

Acusaron desconocimiento de los académicos-funcionarios sobre las problemáticas reales de las escuelas, incapacidad para dar respuesta a preguntas concretas; uno de ellos le envió a la rectora de la UPN este mensaje: “si no sabe cosas, investíguelas” Exhibieron los más de cien mil pesos mensuales netos que reciben e incluso recordaron sus antecedentes de colaboración con administraciones pasadas, igual que declaraciones de Díaz Barriga en medios afirmando que el anuncio del Nuevo Modelo Educativo 2017 era ambicioso y llegaba tarde. “Hoy lo que se propone, ¿no es demasiado ambicioso también? ¿no llega peor de tarde? Hay que cambiar la estructura de la SEP, ¿por qué no empiezan por ahí?. Cuestionaron que “cuando te contratan y hay dinero de por medio tu discurso va a cambiar mientras más te paguen, y mientras estés bajo el cobijo o a las órdenes del gobierno…”

Obviamente, recibieron el apoyo abrumador de sus seguidores, docentes también, como ellos.

  • Lo que revela el sainete

Todas las reformas educativas suelen estar acompañadas y ser respaldadas por expertos, especialistas reconocidos por el poder como portadores del saber legítimo. A diferencia de procesos anteriores, hoy domina entre ellos un perfil pedagógico-didáctico carente de pericia técnica y perspectiva política. Quizá por eso no logran entender y ni siquiera se preguntan por qué los docentes gastan parte de su reducido salario en comprar planeaciones, exámenes, formatos e incluso constancias de cursos.

Estas prácticas mercantiles existen desde hace tiempo, han sido promovidas por el mismo sistema educativo en el transcurso de las sucesivas reformas. Su continuidad muestra los efectos subjetivos que la narrativa neoliberal produjo e instaló en el magisterio. Desde hace tiempo la educación pública está regida por una racionalidad en la que el conocimiento es visto como una mercancía más, que se vende a quien pueda adquirirla. Los docentes pagan por tener acceso a cursos de actualización y posgrados, por prepararse para las evaluaciones de USICAMM, para obtener constancias que acrediten cursos tomados; en resumen, hay demanda creada, y ésa demanda mantiene vivo el mercado de las credenciales.

Por otra parte, y como ha advertido Ball, la trayectoria de la política está determinada por múltiples influencias; hoy una de ellas es la de los docentes edutubers, a estas alturas protagonistas importantes de la puesta en acto del nuevo plan. Surgieron al inicio de la reforma anterior para difundir información oficial y orientar a los docentes sobre los procesos de evaluación docente.

Estos edutubers son docentes o asesores técnico pedagógicos en activo; aparte de cubrir su jornada laboral, crean contenidos, difunden toda clase de información oficial y facturan por ello (Shakira dixit), nadie los mantiene. Es decir, reinterpretan, traducen, resumen, digieren los textos de la política en todas sus modalidades y a su vez los hacen digeribles a sus colegas, que son quienes los siguen. De modo que hacer comentarios con tufo clasista en su contra, no impedirá que continúen haciendo este trabajo, pero sí, en cambio, abonará a la falta de credibilidad y motivación en el proceso de cambio.

Todo esto forma parte de los problemas de instrumentación comunes en este tipo de procesos, y seguirán ocurriendo, sin duda alguna. No por ello dejaremos de subrayar lo que a nuestro entender, constituyen cuestiones sustantivas que poco a poco han quedado al margen, fuera del debate público.

  • La reforma educativa de la 4T que prometía una transformación radical de la educación, la escuela y el sistema educativo, se fue desdibujando poco a poco. No es gratuito que todas las discusiones, incluso por parte de quienes inicialmente criticaron la propuesta, hoy estén enfocadas en los aspectos más instrumentales: programas sintéticos y analíticos, codiseño, recontextualización, campos formativos.
  • Hace un año, el planteamiento conocido como “Marco Curricular”, ni siquiera mencionaba a la Nueva Escuela Mexicana -aportación del neoliberal Esteban Moctezuma Barragán, amigo cercano del empresario televisivo Salinas Pliego-; en la primera versión, se partía de un diagnóstico que señalaba como problema principal la desigualdad económica, social, racial, de género, cultural y educativa en todas sus formas. Retomaba el concepto de lo común en su versión radical, es decir, como praxis social de lucha para convocar a transformar la educación de acuerdo con principios como solidaridad, colaboración, apoyo mutuo. Ciertamente el documento era indigerible por su estructura y lenguaje, pero tenía como característica el empleo de un discurso distinto. Del Marco Curricular circularon 5 versiones, pero ya desde la segunda se incorporó todo un apartado sobre la NEM; el documento finalmente aprobado se llenó de farragosas alusiones al artículo 3°, a la Ley General de Educación y al derecho humano a la educación.
  • Otro punto al que parecemos habernos acostumbrado, es que se optó por la filtración de documentos inacabados como estrategia política para acercar la propuesta al magisterio, bajo el argumento de que se trata de una propuesta en construcción. Para les profes a ras de tierra, esto ha provocado desconcierto, inconformidad y confusión. Con todo a su favor, la SEP ha desaprovechado su enorme capital político, ha cometido pifias, demoras inexplicables que envían un mensaje de desconocimiento, desorden y falta de seriedad gubernamental.

En conclusión: el sainete SEP-edutubers no suma, al contrario, polariza, divide y vacuna contra el cambio. Pero todavía más preocupante es la evidente dificultad de la SEP para explicar con claridad lo que se pretende. Y si algo no se puede o no se sabe explicar, y cientos de miles de destinatarios de las políticas optan por recurrir a los edutubers que digieren y resumen la información oficial, es que hay problemas graves que no tienen que ver con la comunicación, tampoco con que los docentes no leen -que si a esas vamos, la SEP es la primera en desincentivar el estudio con las actividades de CTE que propone-, sino con el modo de entender los problemas y la claridad respecto al punto de llegada. Como siempre, el principal problema es el problema, lo demás es consecuencia. Entonces: ¿estamos frente a un proceso de cambio transformador? Eso es lo que está en duda.

Fotografía: villaeducacion

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10 tesis sobre el Plan de Estudios de Educación Básica 2022

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

1. La primera formulación del Nuevo Marco Curricular y Plan de Estudios de Educación Básica 2022 (NMC y PE22) parecía disruptiva por cuatro razones:

  • Modificó la retórica educativa de la IV T. No hablaba de competencias, evaluaciones, aprendizajes, excelencia, emprendedurismo; sino de lo común, la comunidad, los saberes, la diversidad, las progresiones de aprendizaje, la vida digna, etc.
  • Cambió la problematización educativa. La reforma educativa neoliberal estaba sustentada en una trifecta pedagógica: aprendizaje-calidad-evaluación, una serie conceptual que se alimenta a sí misma: los aprendizajes se evalúan permanentemente, sirve de retroalimentación para cambiar las condiciones de los aprendizajes; la evaluación es indispensable para lograr la mejora de la calidad educativa. La nueva problematización NO refiere la calidad como eje de las transformaciones, o cuando lo hace la subsume en la perspectiva de las desigualdades, principalmente la identitaria (la perspectiva mestiza).
  • Los ejes del Nuevo Marco Curricular alteraban sustantivamente los propósitos educativos: educar en el común, para la vida digna, en clave decolonial y despatriarcal.
  • El NMC y PE 22 estaba incompleto, en proceso, tenía muchas partes inconclusas, sujetas a intervención de los actores educativos, para lo que se abrió una modalidad de participación en las Asambleas y Foros estatales y sectoriales.

2. Poco después del anuncio del NMC y PE 22 iniciaron las críticas político-pedagógicas, principalmente desde los sectores opositores al gobierno de la IVT, grupos empresariales, académicos desplazados, comentaristas de todos los temas y demás. Se le atribuyeron deficiencias pedagógicas, sobre-ideologización, incapacidades técnicas, impertinencia jurídica, imposibilidades estructurales, incoherencias narrativas, entre otras cosas. La crítica de izquierda, con muy pocas excepciones -entre ellas quienes escriben esto-, mostró sus reservas y advirtió de sus posibilidades, pero también de sus dificultades conceptuales, políticas, jurídicas y administrativas.

3. Las Asambleas y los Foros sectoriales fueron el mecanismo de legitimación política que permitió incorporar a pedagogos críticos, corrientes de la CNTE, comentaristas educativos, para formar una fuerza político-pedagógica cercana al gobierno, de modo tal que se construyera un campo de intervenciones con dos fuerzas enfrentadas: los progresistas, aliados al nuevo gobierno, y los conservadores, desplazados, rencorosos y amargados (Concheiro dixit); el mismo procedimiento utilizado una y otra vez en todas las acciones de gobierno. El espacio para una crítica autónoma y de izquierda fue cada vez menor.

4. El NMC 2022 se ha modificado en cinco ocasiones. La última es el Acuerdo 14/08/2022, del 19 de agosto de 2022, publicado en el Diario Oficial de la Federación, con el nombre de Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria.[1] Los cambios no han sido menores, han alterado la estructura, los ejes, los propósitos, la retórica y los contenidos más importantes.

El mayor cambio conceptual se dio entre la primera y la segunda versión, con la incorporación de la Nueva Escuela Mexicana como el eje de transformación. Esto atiende a dos cuestiones: las resistencias al interior y exterior de la SEP, a los “excesos decoloniales” de la primera versión (compartencia, por ejemplo), y a la inconsistencia jurídica de la propuesta, alejada del espíritu y de la letra del texto constitucional.

5. El Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria (PE22), es el resultado de un deslavamiento político-conceptual, y junto con ello, la dilución de la posibilidad rupturista -sí, tan solo la posibilidad- contenida en la propuesta inicial. Esto se observa claramente en la narrativa jurídico-administrativa que se despliega a lo largo de todo el documento; existe una reiteración que raya en lo molesto de la educación como un derecho, la formación docente como un derecho, el derecho humano a la educación de las y los estudiantes……

La Nueva Escuela Mexicana, legado de Esteban Moctezuma Barragán, que por cierto no se mencionaba en la versión del treinta de enero, desplaza y eclipsa por completo lo común, un concepto que aparecía en la primera versión al inicio del documento. Otro aspecto donde se observan matices importantes es en la idea de autonomía profesional de los docentes; mientras en las versiones anteriores ésta se definía como libertad para resignificar los contenidos de los programas de estudio a la realidad social, territorial, cultural y educativa de las y los estudiantes, en la versión publicada en el DOF dice que el magisterio tiene autonomía profesional para contextualizarlos contenidos de los programas de estudio de acuerdo con la realidad social, territorial, cultural y educativa de las y los estudiantes (p. 4).  En el punto sobre el codiseño de programas en el que se pretende involucrar a los docentes, en la labor de contextualización se reitera constantemente esta misma idea; los malabares retóricos para evitar mencionar que los docentes básicamente serán implementadores, son evidentes.

Se incluyen siete estrategias nacionales que no estaban contempladas en las versiones anteriores, algunas bastante similares a los ejes transversales propuestos desde el principio.

6. Las inconsistencias conceptuales del PE22 son particularmente preocupantes, porque tras la logorrea y la indigestión teórica de sus autores, no proporciona herramientas pedagógicas, ni didácticas, ni materiales a la magisteria para desarrollarlo. En particular, todo lo relacionado con la perspectiva de lo común, que termina circunscrito a una noción vaga de comunidad, u otros términos similares que de ningún modo son sinónimos. La falta de claridad conceptual, en consecuencia, es también pedagógica y didáctica; lo común, una apuesta conceptual potente, se fue desdibujando y confundiendo con la comunidad, la comunidad escolar, la comunalidad, solo faltaron el bien común y los bienes comunes para terminar de volver incomprensible algo tan potente.

7. El PE22 carece de una propuesta curricular desarrollada, programas, materiales, instrumentos didácticos y de formación docente, por demás necesarios para desarrollarlo, incluso en la etapa de pilotaje con las 960 escuelas donde presuntamente se llevará a cabo. El artículo 29 de la Ley General de Educación, claramente se establecen los elementos mínimos que deberán contener los planes de estudio: propósitos, conocimientos, habilidades, capacidades y destrezas que corresponden a cada nivel educativo; contenidos fundamentales organizados en asignaturas; secuencias entre asignaturas o unidades de aprendizaje; criterios y procedimientos de evaluación y acreditación, entre otros aspectos. El PE22 carece de malla o mapa curricular, como también se le conoce, un elemento básico en cualquier plan de estudios.

8. La prisa por mostrar logros, devino en un conjunto de incoherencias técnico-jurídicas; una prueba piloto es solo la fase no formal de una iniciativa, por lo tanto, no tendría que haberse llevado al DOF, un documento de esa naturaleza se publica en dicho medio oficial pasado el pilotaje, que es la base para realizar los ajustes necesarios. Así, el gobierno actual se puso de a pechito, como se dice coloquialmente; sus detractores han interpuesto una gran cantidad de amparos contra el nuevo plan. Apenas hace un par de semanas, un juez admitió el amparo interpuesto por Educación con Rumbo, versión actual de Mexicanos Primero, y ordenó frenar el pilotaje por considerarlo inconstitucional. Repetimos, no es el único amparo, son varios, la batalla legal apenas comienza, los grupos que los han interpuesto, disponen de los recursos, medios y experiencia necesaria para dar imponerse por la vía jurídica.

9. El desaseo técnico, conceptual, jurídico y administrativo de la SEP a lo largo de todo el proceso de diseño del plan, ha llevado a generar mayor incertidumbre y desazón en el magisterio. Antes del inicio del actual ciclo escolar, la SEP publicó un calendario detallado que contemplaba diversas actividades y talleres dedicados a la aplicación del nuevo plan. La fecha del Consejo Técnico Escolar está próxima, la determinación del juez no puede pasarse por alto: el impulso con el que se presentó y celebró la iniciativa, hoy es silencio.

10. En este mar de confusiones y ambigüedades, lo que sí ha conseguido la SEP con el nuevo plan, es imponer modas teóricas que han dado pie al resurgimiento de mercados educativos. En las redes sociales, además de la preparación para las evaluaciones docentes, que siempre tendrán clientela mientras existan las evaluaciones de USSICAM, diversos grupos, individuos u organizaciones privadas ofrecen un amplio catálogo de cursos, talleres y congresos sobre la Nueva Escuela Mexicana, la comunidad, proyectos multi e interdisciplinarios, progresiones de aprendizaje, diagnósticos comunitarios, inclusión, más lo que vaya surgiendo en el camino, según dicte la SEP.

El gozo inicial de fines de enero, cuando menos por las disrupciones narrativas y terminológicas del NMC y PE22, se fue al pozo en agosto; y peor, en octubre, cuando saltaron por los aires todas las incoherencias conceptuales y administrativas de la SEP.


[1]ACUERDO número 14/08/22 por el que se establece el Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria, 19 de agosto 2022, en    https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5661845&fecha=19/08/2022#gsc.tab=0

 

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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Ayotzi ocho años después: fue el Estado, es el Estado y seguirá siendo el Estado. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Por: Marcelino Guerra Mendoza, Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro. Columna: CORTOCIRCUITOS

«No hay mayor ignominia que la militarización del país en todo momento…»

A ocho años de la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el mapa del ejercicio del poder del Estado autoritario ha crecido desproporcionadamente. Por un lado, se normaliza paulatinamente el envío de iniciativas del ejecutivo federal al poder legislativo para ser convertidas en leyes que constituyen, de facto, no solo una traición hacia la población en general, sino una afrenta, una burla para las comunidades, familias y estudiantes de la normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Sin saber la verdad, ni recibir justicia, madres y padres de algunos de los desaparecidos han fallecido, pero nunca desfallecieron ni abandonaron la búsqueda de sus hijos. En contraste, el Estado se ha empecinado en desestimar las exigencias, denuncias y protestas de las familias en la búsqueda y localización de sus hijos.

El caso no está resuelto. ¿Dónde están?, es la pregunta que se hacen todos los días los padres de los jóvenes, la misma que el Estado no ha sido capaz o no ha querido responder.

En lugar de respuestas, tenemos cada vez más leyes que sitúan al país en la ruta de la militarización: ahí está la iniciativa de otorgar al ejército y la marina el control de la seguridad en todo el país, traspasando funciones de vigilancia a una guardia nacional militarizada, bajo el mando de la SEDENA. Ante los cuestionamientos sobre este giro, después de que en campaña declarara insistentemente que de ganar las elecciones regresaría al ejército a sus cuarteles, AMLO se ha limitado a responder: Cambié de opinión. 

En la desaparición forzada de los 43 estudiantes, los militares estuvieron directamente involucrados, así lo afirmó hace unas semanas Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y la Justicia  (Soldados, liderados por “El Coronel”, mataron y desaparecieron a 6 de los normalistas); si el ejército ha sido artífice y protagonista de cientos de miles de desapariciones forzadas y torturas, y su participación activa ha sido comprobada más en el caso de los estudiantes rurales, ¿por qué habíamos de creer que concediéndole el mando de la seguridad civil, las cosas serían diferentes?.

No caigamos en el garlito de que todo sucedió en el periodo neoliberal de Peña Nieto, eso es un hecho, nadie dice lo contrario. Aquí lo fundamental es tener claro, nunca olvidar ni pasar de largo que a 4 años del gobierno de la IV T, el mismo que prometió esclarecer los hechos y acabar con la impunidad, no existen respuestas, tampoco indicios de que realmente interese conocer la verdad, alentar la búsqueda para dar con el paradero de los estudiantes desaparecidos.

¿Para qué formar una Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, con todos los recursos a su alcance, que se supone debía esclarecer en forma expedita lo ocurrido, pero no es capaz de responder la pregunta, la única cuya respuesta esperan finalmente recibir sus familias y la sociedad entera? Inevitable pensar en una explicación posible: ésta, como tantas otras comisiones que se han formado para fines similares, lo único que muestran es una complicidad extrema con el pasado neoliberal, al tiempo que marcan el escenario militar para continuar profundizando la impunidad.

A ochos años de lo ocurrido y a 4 años de la 4T, el mapa del autoritarismo del Estado transformador de la realidad nacional, es cada vez es más preocupante y grave; las desapariciones forzadas continúan, los feminicidios aumentan, el asesinato de periodistas, activistas y luchadores sociales no cesan; los levantones en el territorio nacional están presentes y la indolencia e insensibilidad de los tres órganos de gobierno para la atención de estos acontecimientos son cada vez más latente.
No hay mayor ignominia que la militarización del país en todo momento, pero a ocho años de la desaparición forzada de los 43 futuros maestros rurales y a cuatro años de gestionar su desaparición con una búsqueda sin resultados concretos, pinta de cuerpo entero al actual gobierno: como un Estado neoliberal con tintes progresistas investido de un discurso disonante de las acciones cotidianas que ratifica, una vez más la máxima popular: FUE, ES Y SERÁ EL ESTADO.

¡PORQUE VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

Fuente de la información: Insurgencia Magisterial

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