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Universidad: digitalizar o retroceder

Considerada tradicionalmente como una modalidad menor, la enseñanza en línea ya había alcanzado carta de naturaleza y marchamo de calidad antes de la pandemia. Sus cifras, sin embargo, eran (son) todavía pequeñas: de los 251 millones de estudiantes universitarios solo un 2% recibe formación exclusivamente on line (poco más de 5 millones). En España los datos son algo mejores, pero igualmente bajos frente a la enseñanza presencial con el 85% de los alumnos de grado y el 76% de los de máster.

Y de repente, como un cisne negro, tan inesperado como demoledor, aparece la COVID-19, que está actuando como catalizador de un cambio educativo esencial. Ante la dificultad de mantener las clases presenciales, las universidades han vuelto sus ojos a la enseñanza en línea y la semipresencial que han adquirido carta de ciudadanía y van a experimentar un aumento exponencial de la demanda.

La cantidad de alumnos de educación terciaria pasará de 100 millones en el año 2000 a 377 en 2030 y 594 en 2040. El continente asiatico, América Latina o el África subsahariana experimentarán aumentos espectaculares de una formación que no podrá ser atendida por los proveedores tradicionales de enseñanza. Es posible que dentro de 20 años tengamos más de 100 millones de estudiantes en línea y una cifra superior cursando enseñanzas híbridas.

Y algo parecido va a pasar en España en un contexto de crecimiento general del alumnado hasta 2030-35 debido al desembarco de las generaciones nacidas en la etapa de recuperación de la natalidad (1998-2008).

El imparable proceso de digitalización

Según una proyección reciente, las universidades no presenciales van a ganar alrededor de 50.000 alumnos que probablemente serán más si el número de estas instituciones aumenta. A este factor se sumará el imparable proceso de digitalización.

Toda la cadena de valor de la actividad educativa necesita ser digitalizada. Las instituciones que lo consigan sobrevivirán; las que no lo hagan estarán condenadas a la irrelevancia.

El aumento de la demanda, la revolución tecnológica y también la posibilidad de atender aspiraciones que no cubre la formación presencial: las de aquellas personas que por razones de tiempo, localización geográfica, motivos laborales o compromisos familiares no pueden acudir cada día a las aulas.

Competencias de amplio espectro

Todas las enseñanzas son susceptibles de una formación en línea: grados, máster, programas cortos y formación continua. Ciertamente algunas materias y formaciones concretas se prestan más que otras a la formación virtual, pero todas, en su totalidad o en parte, se pueden beneficiar de esta forma de trasmitir conocimientos, competencias y destrezas.

Ya hay programas para casi todo. Muchas de las empresas listadas en Hiring 20.com ofrecen prácticas virtuales. Prestigiosos aprenticeships o bootcamps tienen versiones on line. Para realizar exámenes no presenciales hay tecnologías de reconocimiento facial como la Proctor U. Y podrían multiplicarse los ejemplos.

Es preciso reconocer que algunos títulos, particularmente de ciencias de la salud, demandan para ciertas formaciones una mayor presencialidad. Para ellas (y para otras) existen las modalidades híbridas o semipresenciales por las que van a discurrir muchos de los caminos formativos del futuro.

Como reza el lema obaniano (“Yes. We can”), la formación on line puede con todo y con la misma calidad y eficacia que el formato presencial. La vieja acusación de ser un instrumento educativo menor, de alcance limitado y resultados insatisfactorios, ya no se sostiene. Así lo prueban los resultados y así lo reconoce el mercado.

Retos del paso de lo presencial a lo virtual

El paso de lo presencial a lo virtual plantea algunos desafíos importantes. Cito tres:

  • Evitar desigualdades entre los estudiantes por las dificultades que algunos puedan tener en el acceso (por recursos o conectividad) a la formación digital. Así lo recordaba un comunicado del comité de los objetivos para el desarrollo sostenible 2030 en el que se hace un llamamiento a todos los gobiernos “para no dejar a ningún alumno atrás”.
  • Dificultades para afrontar las fuertes inversiones que exige la digitalización y el acceso a recursos esenciales como, por ejemplo, la Inteligencia Artificial. La transformación requerida exigirá más financiación pública, alianzas entre instituciones para abaratar los costes de adquisición o el recurso a proveedores externos.
  • Formación adecuada de los profesores para desarrollar con eficacia las nuevas modalidades de enseñanza virtual. Es un proceso que no solo exige el aprendizaje de nuevas tecnologías y el uso de recursos pedagógicos, sino un verdadero cambio de mentalidad que no todos están en condiciones de asumir, sobre todo aquellos que “no hacen pie” en modalidades de enseñanza que nunca han tenido que utilizar.

La transición digital, un mandato de la UE

No es discutible la importancia que tiene la enseñanza presencial. Las universidades españolas, particularmente las públicas, siguen apostando decididamente por esta modalidad de enseñanza, aunque ya ofrecen algunos títulos virtuales. No obstante, solo las nativas digitales alcanzan el nivel de digitalización que exigen los tiempos.

La COVID-19 ha planteado un problema de adaptación, pero también ha generado una posible solución para resolverlo. Me refiero a la oportunidad que ofrecen los fondos europeos de reconstrucción que han centrado el tiro en tres tipos de sectores: el pacto verde, la reindustrialización y precisamente la transición digital.

Existe una ocasión única para que, con cargo a esos fondos, se lleve a cabo una transformación digital integral en las universidades españolas para modernizar sus estructuras y funcionamiento y para convertirlas en referente internacional de la integración de tecnologías emergentes y en ejemplo de buenas prácticas para otros sistemas educativos, especialmente de América latina.

Esa transformación podría incluir cuatro grandes actuaciones: una digitalización de la infraestructura administrativa; una digitalización de la docencia (profesores y alumnos); el desarrollo de entornos de investigación digitalizados; y la digitalización de la transferencia del conocimiento.

El impulso inicial debe corresponder al Ministerio de Universidades. Los beneficiados prioritarios serán las universidades públicas presenciales. Y como elementos coadyuvantes estarían las universidades nativas digitales que podrían jugar un papel esencial en la formación de los recursos humanos de las no digitales. Algunas ya lo vienen haciendo así. Es el caso de UNIR, que está llevando a cabo múltiples acciones formativas en España y Latinoamérica.

Y es que estamos convencidos, como he escuchado a diferentes líderes políticos y académicos, que no vivimos en una era de cambios, sino en un cambio de era definido por la digitalización de todo lo que nos rodea.

Fuente: https://theconversation.com/universidad-digitalizar-o-retroceder-147579

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Insuficiencias del liberalismo

En este artículo evalúo las ideas dominantes en la socialdemocracia en su giro hacia la tercera vía o el socio-liberalismo. Diferentes autores, empezando por su referente A. Giddens, establecen tres grandes corrientes de pensamiento: Liberalismo, pensamiento neoliberal (conservador) y marxismo (hegeliano). Desde la nueva vía socialista se desecha el tercero y se pretende rescatar lo positivo del liberalismo, considerado diferente al neoliberalismo.

No obstante, el liberalismo sí tiene en común con el neoliberalismo sus fundamentos económicos y su racionalidad o ética económica (Smith): Prioridad, dentro de las libertades civiles, a la libertad económica o de empresa como garantía de obtención de beneficios mediante la explotación de la fuerza de trabajo y la naturaleza, y dentro de los derechos civiles, al derecho a la propiedad privada. El fundamento ético, liberal y neoliberal, es el interés propio, el egoísmo o beneficio privado -los vicios-, que crearían la prosperidad pública, el crecimiento económico y de la riqueza.

Desde luego, hay que diferenciar el liberalismo económico, aspecto principal de esta crítica, del liberalismo político y el liberalismo social. Keynes también fue un liberal que, a la vista de la gran Depresión de los años 30, no confiaba ciegamente en el mercado, en el liberalismo económico, y apostó por su regulación pública, es decir, se convirtió en un keynesiano, un liberal intervencionista. Igualmente, en la construcción del Estado de bienestar europeo participó la derecha liberal y cristiana, que lo hegemonizó en los países centrales.

En términos históricos y políticos (siglos XVIII y XIX), los grupos liberales fueron progresistas y reformadores respecto del absolutismo, los conservadores y el Antiguo régimen. No obstante, fueron construyendo (finales del XIX y el XX –sobre todo su final-) su hegemonía económica y política, pactando con el conservadurismo, y desarrollando, por un lado, el imperialismo, la colonización y la explotación, y por otro lado, el freno a las demandas populares y la contención de las izquierdas.

Es decir, el liberalismo está lleno de ambivalencias: es progresista respecto del conservadurismo y el autoritarismo, y ha realizado importantes aportaciones a la libertad y el Estado de derecho; es reaccionario frente a las demandas populares de justicia social y democracia avanzada. También ha conseguido éxitos económicos, respecto del crecimiento económico y de la riqueza, particularmente en el Norte. No obstante, si hay que hacer revisión política y doctrinal del liberalismo, deberíamos partir de esa doble tradición, progresista y reaccionaria. Podemos rescatar algunas luces ilustradas en relación con su oposición a la reacción conservadora y los fascismos y su defensa de la democracia. Pero, además de su problemática gestión económica, tiene también muchas sombras sociopolíticas; incluso, algunas élites liberales también tienen millones de muertos a sus espaldas (I Guerra Mundial, guerras coloniales…) –por cierto, a veces, con el apoyo de algunos aparatos socialdemócratas europeos.

En ese sentido, tienen más valor positivo y democrático los componentes progresistas, políticos y sociales del liberalismo (libertades civiles y políticas, democracia, cohesión social…), que sus fundamentos económicos: libertad del mercado o la propiedad privada, beneficio privado, explotación…

Con ello, volvemos a la Tercera vía (británica) o el Nuevo centro (alemán), como superación de la izquierda y la socialdemocracia clásica y al eje mercados / Estado. En este caso, hay que valorar adecuadamente la posición realmente intermedia, fundamental en las décadas gloriosas anteriores: regulación y redistribución pública, prioridad de la política y la sociedad a través del Estado democrático y la participación cívica, defensa de la ciudadanía social y laboral. Ésa es, precisamente, la tradición más interesante hoy. Hunde sus raíces en el liberalismo intervencionista o regulador, el keynesianismo, el más típico y dominante hasta los años setenta, así como en las izquierdas reformadoras y redistributivas. Conlleva una crítica al sistema económico liberal que, a la luz de la actual crisis económica y su gestión neoliberal dominante, necesita renovación y refuerzo. Supuso una fuerte pugna y un pacto social progresista en torno al modelo social europeo: reparto equitativo de la renta y la riqueza y garantía de bienestar para la población.

La idea fundamental de la que parte esa tradición, con matices entre sus dos corrientes, es la de los ‘fallos del mercado’, es decir, la de que los mercados económicos y financieros dejados a su propia dinámica o ley dejan de ser eficientes para el interés general -no para el capital-. Por tanto, deben estar regulados y subordinados al bienestar de la sociedad, a los intereses generales, el bien común o fin ético, interpretados por la participación democrática de la sociedad y sus órganos representativos. Es la reafirmación del papel de la política (pública) por encima de la economía (privada) y los mercados.

Pero, ahora, normalmente, los pactos o las políticas comunes de la socialdemocracia con la derecha (Consejo Europeo, o la reforma constitucional del art. 135) salvan los privilegios de los poderosos y debilitan los derechos socioeconómicos y laborales de la población, así como la calidad democrática de las instituciones políticas.

El Estado es imprescindible para el desarrollo capitalista de los mercados, no tanto su componente social; pero también es necesario para su regulación, la redistribución y la cohesión social. Con ocasión de la crisis de los años setenta, la ofensiva neoliberal se basaba, junto con el desarrollo tecnológico, en la globalización de los mercados, sobre todo financieros. Las instituciones políticas aprueban y aplican la desregulación de las normas y políticas de los Estados, que colaboran en esa preponderancia de la economía desregulada y sus principales poderes y propietarios. Primero se abandona el intervencionismo socialdemócrata y luego el liberal. Dicho de otra forma, tiene éxito la nueva hegemonía político-económica de los grandes poderes financieros y, sobre todo, la hegemonía ideológica y cultural del liberalismo desregulador y privatizador.

La izquierda política dominante deja de ser socialdemócrata, en el sentido clásico, transformadora, reguladora y redistributiva, y se convierte también al liberalismo económico: desregulador respecto de las instituciones públicas, con gestión ‘eficiente’ de la economía y el mercado, que es lo ‘posible’ en ese contexto. Abandona la tradición de izquierdas y, particularmente, los ejes de su política socioeconómica se convierten en centristas o liberales.

Persistencia de una cultura social de izquierdas

La cuestión es que ese giro de los aparatos socialistas produce desajustes con sus bases sociales, ya que persisten una importante izquierda social y fuertes resistencias en la población europea a esa involución social; en la ciudadanía se mantienen grandes dosis de esa cultura democrática de justicia social, igualdad de oportunidades y derechos sociolaborales y económicos. O sea, esa mayoría social y ciudadana no se convierte al liberalismo económico crudo, aunque sea con la retórica más cuidada del liberalismo social o la tercera (o nueva) vía. Desde mitad de los años noventa, cuando se presenta esa posición social-liberal como la refundación y la renovación de la izquierda, en un marco de crecimiento económico, ya presenta sus límites e insuficiencias. Pero es con la crisis socioeconómica desde 2008 cuando se resquebraja en su doble vertiente: como opción eficiente para los mercados y como base de legitimidad mayoritaria entre la población.

La crisis social y económica pone en cuestión los discursos y las políticas neoliberales de las últimas décadas, incluida su variante centrista. Pero el poder es el poder y tiene capacidad de recomponer sus políticas de austeridad para la mayoría y los beneficios para la minoría. Tiene necesidades de legitimación, junto con el refuerzo del autoritarismo y el control social, pero es menos dependiente que las izquierdas de las ideas y los proyectos existentes en la sociedad. Los poderosos pueden ser menos científicos y utilizar la construcción de retóricas con mentiras y engaños, machacando la idea de que ‘no hay alternativas’, ya que tienen un gran poder institucional y mediático.

En definitiva, en los años ochenta, tras la crisis de la década anterior y la globalización desregulada, entraron también en crisis la tradición keynesiana-liberal, intervencionista, y la tradición socialdemócrata, redistributiva y reformadora; en los años noventa, con la caída del muro de Berlín, se generalizó la crisis del marxismo y la izquierda comunista, con su estatalismo; y con la actual crisis ha quedado en evidencia la poca consistencia y autonomía del nuevo proyecto de liberalismo social o Tercera vía y su dependencia del neoliberalismo: desregulador de los mercados, con gestión política posibilista y sin transformación social o distributiva.

La solución a la crisis de la(s) ideología(s) de las izquierdas no está en el liberalismo

Los pensadores y políticos de la Tercera vía, desde A. Giddens, y con distintos precedentes que se remontan en España a primeros de los años ochenta con Felipe González, desechan el marxismo y desconsideran gran parte de la tradición socialdemócrata, el reformismo sustantivo y progresivo. La opción que les queda es el liberalismo económico, como gestión supuestamente eficiente de los mercados con leves retoques (suavizar la desigualdad), muy lejanos a la utopía socialista y la tradición transformadora. Y, en este contexto de gestión antisocial de la crisis, también se distancian incluso de los componentes más progresistas del liberalismo político, sensible a la cohesión social y la democracia. En esa corriente no hay una valoración crítica de los puntos vulnerables del liberalismo económico, sus elementos comunes y sus dependencias con el neoliberalismo conservador, su carácter injusto, su reciente fracaso político y social.

La realidad es la crisis de la socialdemocracia europea, de la mayoría de los aparatos de la izquierda política mayoritaria en el ámbito institucional, sin un proyecto diferenciado y propio frente a la oleada neoliberal o liberal. Su desconcierto se produce aun cuando en la sociedad todavía existe una amplia cultura de izquierdas o unas referencias relevantes a ese auto posicionamiento ideológico, así como significativas resistencias ciudadanas a la involución social y democrática. El fracaso es, sobre todo, de esa élite política y académica, incapaz de representar esas tendencias sociales y elaborar un nuevo proyecto ilusionante e igualitario e impulsar un proceso profundo de transformación progresista.

Por mi parte, no hay problemas en recoger y disputar a la derecha parte de la propia y común tradición ilustrada, principalmente, la política, los derechos democráticos y las libertades individuales y colectivas, así como muchas de sus aportaciones, empezando por la ética kantiana de los derechos universales y terminando con la auténtica ciencia universal. Sus ejes centrales –libertad, igualdad, solidaridad- son comunes a las corrientes liberadoras desde la revolución francesa, y las izquierdas son también deudoras de ellos.

Pero no hay que minusvalorar la experiencia igualitaria y solidaria de la izquierda social, empezando por el socialismo utópico. Hay que destacar la importante cultura de izquierdas de gran parte de la sociedad europea, así como las necesidades y demandas de las capas desfavorecidas y discriminadas. Son la palanca de la realidad sobre la que renovar e innovar los nuevos proyectos transformadores y solidarios. Hay que someter a crítica y revisión el legado doctrinal de todas las izquierdas (socialdemócratas, marxistas, anarquistas…), al igual que el de las diferentes corrientes más o menos ilustradas o liberales, para evitar una nueva colonización dogmática.

La Nueva Vía, como se definía el proyecto de Zapatero con el que ganó las elecciones generales del año 2004, presentaba aspectos renovadores interesantes. No obstante, tenía un enfoque similar a ese pensamiento hegemónico entre los socialistas europeos, particularmente en materia socioeconómica. Y esta corriente de pensamiento justifica su giro hacia el liberalismo económico y el posibilismo político desde las anteriores posiciones reformadoras de la socialdemocracia clásica. Así mismo, embellece la gestión actual de los gobiernos socialistas, más problemática por sus políticas regresivas en estos tiempos de crisis. Y es un hecho relevante para someterlo a debate, más en el contexto del actual proyecto de progreso del Gobierno de coalición; es el sentido de estas reflexiones críticas.

En conclusión, la solución a la crisis de la(s) ideología(s) de las izquierdas no está en el liberalismo o en centrismos supuestamente transversales. Se pueden y se deben recoger algunas de sus aportaciones pero, globalmente, es una salida falsa. Además, la confianza en esa salida liberal debilita el imprescindible esfuerzo de análisis riguroso y científico y el necesario pensamiento crítico para avanzar en un pensamiento social propio de izquierdas o alternativo y adecuado a los grandes retos del presente. El relativo vacío existente debe resolverse con un esfuerzo intelectual y práctico y una teoría social crítica que favorezca el análisis y la interpretación rigurosos, así como una dinámica social emancipadora e igualitaria.

Fuente: https://rebelion.org/insuficiencias-del-liberalismo/

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Ponencia de María del Carmen López. México

AYOTZINAPA VIVE, LA LUCHA SIGUE ¡¡ VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVVOS LOS QUEREMOS ¡

 

Buenas noches querides compañeres, reciban un combativo y revolucionario abrazo desde Oaxaca, México.

El Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo. Es el mejor espacio para rendir justo homenaje a los 43 estudiantes desaparecidos y también para seguir exigiendo su presentación con vida. La desaparición forzada de ellos la ha sentido el mundo entero, especialmente sus familiares y a los que somos HIJOS DE LAS Normales Rurales.

 

Es para mi un enorme honor para mi tener la oportunidad de compartir esta noche mi palabra y mi sentipensar con todos quienes me escuchan en nuestro Continente y el mundo. Soy María del Carmen López Vásquez  y represento al Centro de Estudios MAEEC (Magisterio por la Autonomía Educativa, Emancipadora y Comunitaria).

 

Saludamos este importante e histórico espacio de encuentro, reflexión y construcción de otra educación y otro mundo, un mundo mejor con justicia social y con dignidad.

 

Soy militante activa de la histórica y combativa Sección XXII de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), una organización amplia que suma a cientos de miles de compañeros de base, exdirigentes y dirigentes actuales. Como tal he sufrido la criminalización, judicialización y la persecución como formas de represión del Estado Mexicano en el pasado.

 

En el pasado reciente , libramos una lucha cruenta, a sangre y fuego, que dejó como saldo compañeros caídos en la lucha, presos y perseguidos políticos, en unidad con los padres y madres de familia contra la imposición de la mal llamada reforma educativa que despojaba a los docentes de sus plazas de trabajo mediante la evaluación punitiva y que intentó la privatización de la educación. Actualmente, aunque tenemos un gobierno progresista y se llevó a cabo una reforma constitucional educativa, se mantiene en esencia una educación de corte neoliberal.

 

Ejemplo de ello es el programa “Aprende en Casa 2”, que en circunstancias de confinamiento se implementa por TV, excluyendo a los niños y niñas que carecen del televisor o de electricidad, afectando con ello el derecho a la educación de los más pobres y marginados, sobre todo a los pueblos originarios. Así quedo manifestado que intereso más rescatar al sector empresarial de la quiebra financiera.

 

Observamos que con la virtualización de la educación ha avanzado el proceso de privatización de la educación logrando  con ello parte de los objetivos económicos transnacionales. En lo pedagógico ha representado una regresión hacia la educación bancaria, reduciendo los procesos de aprendizajes a la mera transmisión pasiva del conocimiento y a la subaleternidad enajena y alienada, sin que medien procesos de reflexión y análisis crítico.

 

Partiendo del análisis crítico de esta realidad, pasaré a exponer algunas propuestas:

  1. Desarrollar y potenciar la lucha magisterial unitaria en en un proceso dialéctico, considerando tres ejes fundamentales:
  2. LA LUCHA PEDAGOGICA:

La nueva realidad del siglo xxi nos demanda a los sindicatos de clase y el movimiento social que recuperemos y potenciemos las luchas en las calles y en todos los espacios públicos, junto a la protesta acompañar nuestra propuesta, visibilizando la agenda de lucha y exigiendo su solución.

La defensa de la escuela y la educación pública , laica, gratuita, científica y presencial debe ser irrestricta, igualmente que el cumplimiento dl precepto de gratuidad total, exigiendo a los gobiernos el financiamiento de la educación con el 20 % del PIB.

Se hace urgente prohibir y anular la intromisión del interés privado en las políticas educativas. Erradicar el acatamiento de las recomendaciones de los organismos financieros internacionales como la OCDE, BM, FMI, ello significa la recuperación de las soberanías nacionales para desarrollar la política educativa con independencia y con base a las necesidades reales de desarrollo educacional de cada país.

 

 

Es urgente y necesario transitar hacia la transformación en cada escuela y de la educación, en todos los niveles educativos desde educación inicial hasta el nivel superior en el orden curricular, organizacional y de verticalidad directiva institucional. Debemos transitar del reconocimiento y discusión académica a la operatividad concreta de la praxis transformadora que exigen los tiempos de pandemia pospandemia que demandan el compromiso bioético de les educadores populares, para construír y diseñar la nueva escuela y la nueva educación crítica y emancipadora del capitalismo cognitivo frente a los cambios que la vida tradicional de la vieja realidad injusta del capitalismo de muerte. Nuestra tarea transformadora debe considerar el diseño de contenidos biocéntrico, desde pedagogías críticas, descolonizadoras, populares, emancipadoras, comunitarias, interculturales  y liberadoras. Es urgente desechar el poder opresor que caracteriza a la escuela y educación tradicional, instrumental y racional capitalista de los Sistemas educativos Nacionales en cada país y en su lugar desarrollar nuevas nuevas formas de relaciones de poder, potenciar el poder liberador que es resultado de los procesos colectivos y comunitarios, el poder participativo, distribuído en la colectividad y no concentrado frente a la individualidad, cultivado en la construcción de decisiones horizontales y no verticales, ese que tiene pleno respeto a la dignidad humana. De igual manera, debemos aperturar el espacio escolar a la comunidad, para así alentar y dinamizar el desarrollo y emancipación no solo de los educandos y educandas, sino también de los padres y madres y familias de la comunidad, teniendo como faro el colectivo-proyecto. Este es uno de los diversos caminos que aseguran la transformación social de una humanidad que requiere salvar la crisis civilizatoria y al mismo tiempo que enfrente el receteo capitalista. Es imprescindible comprender que las transformaciones nunca llegarán desde el sistema, es necesario generarlas, desde abajo, desde nosotres los oprimidos y excluidos, desde la mayoría del pueblo explotado.

LA LUCHA POLITICA:

Esta debe concretarse en la unidad global de los trabajadores de la educación del mundo, con un programa de lucha común y con la unidad en la acción, mediante jornadas mundiales de lucha en defensa de la educación pública y por la transformación radical del sistema capitalista.

LA LUCHA LEGISLATIVA:

Impulsar que nuestras demandas sean retomadas en los Congresos Legislativos para que se planteen como iniciativas de leyes que aseguren el derecho a la educación presencial  y los derechos laborales de los trabajadores.

 

  1. Luchar por un programa común y unitario del magisterio con los movimientos sociales y el pueblo.
  • Luchar por la suspensión de la deuda externa, como posibilidad para sacar al pueblo de la pobreza.
  1. Exigir una cruzada mundial de los gobiernos para combatir el cambio climático, el respeto a la naturaleza y a toda forma de vida.
  2. Por el derecho a la vida humana con dignidad.
  3. Por la soberanía alimentaria, contra el uso de semillas tránsgenicas y a favor de las semillas criollas y la agroecología.
  • Por el derecho al agua y al aire, contra su privatización contra todo tipo de extractivismo.
  • Por salarios dignos y la pensión universal.
  1. Por el derecho a la salud pública y contra su privatización.
  2. Por el derecho a la paz con justicia social.

 

Hoy es tiempo de organización y luchas comunes en el plano global, ninguna lucha aislada más, con unidad de agenda, programa y acción.

 

VIVA LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES ¡

VIVA EL CONGRESO MUNDIAL EN DEFENSA DE LA EDUCACION PUBLICA Y CONTRA EL CAPITALALISMO NEOLIBERALISMO ¡

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¡

Fuente: I Congreso Mundial de Educación 2020

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Mesa: Universidades y defensa de la Educación pública. Rose Mary Hernández

Saludos colegas,  a quienes están presentes y a quienes siguen la transmisión de este primer Congreso Mundial de Educación 2020.

La mesa de diálogo que nos reúne en este momento se centra en el tema de la Universidad y defensa de la educación pública y, en esa línea presento mi discurso.

En Venezuela, si bien es cierto que en la Constitución vigente establece  en sus artículos 102 y 103 el derecho a la Educación, y que, el Sistema Educativo nacional ha estado intentando impulsar cambios…, en la actualidad,  este sector no presenta resultados alentadores y, para comprender  esta realidad, debo hacer  varias presiones.

Nuestra Madre Patria, es un país que, desde la presidencia de Barack Obama, ahora de Donald Trump y algunos países aliados al imperio norteamericano, ha estado recibiendo una muy fuerte arremetida con propósito de dominación. Esto,  pasa desde  sanciones a altos funcionarios y políticos, así como bloqueos económicos  a industrias y empresas, donde, lamentablemente, quien las padece con mayor dureza estas consecuencias es la ciudadanía común.

Aunado a tal situación, también desde lo interno, existen decisiones en la  implementación de políticas  en economía que, trastocan algunos derechos laborales de trabajadores de la administración pública, como sucedió en agosto de 2018, donde se implementó un Plan de Recuperación Económica con el que se aplanaron las tablas salariales, violando logros de convenciones colectivas, desmejorando beneficios salariales y debilitando la profesión docente. Situación aún vigente.

Es así como, les trabajadores de las Universidades Públicas en estos momentos, estamos enfrentado una anomalía y deterioro en el ingreso salariar.

Por una parte existe una especie de anclaje en lo que significan nuestros sueldos y salarios, y, por otra, una elevada cotización del dólar o divisa que domina la economía.

A diario sufrimos tres devaluaciones del salario, según la actualización del costo de la divisa en la casas de compra venta así como lo que publica por el Banco Central de Venezuela. Cada día, el valor fijo  salarial es menos ante lo que representa el alza o valor del dólar.

Actualmente, el salario mínimo es de 400 mil bolívares, lo que es igual a 1.5 dólares.

Un o una docente titular universitario, universitaria, con estudio de doctoral, publicaciones de libros y participación destacada en la academia, no supera un sueldo de 10 dólares al mes ante una canasta básica alimentaria que, según CENDAS, supera los 300 dólares en el mes de agosto.

Toda esta triste realidad  se refleja entre otras cosas, en:

1. Migraciones y con ello el abandono a los puestos laborales en las universidades y la disminución de la matrícula  universitaria por lo que representa económicamente la permanencia en el sistema educativo. Las universidades donde se forma a los educadores, prácticamente están solas, el mayor número de estudiantes se ubican en carreras donde posteriormente, pueden ejercer el libre ejercicio.

2. Quienes no han migrado y continúan laborando en las universidades, han debido asumir varios empleos en la economía informal para poder resolver muy medianamente los gastos familiares, donde la prioridad es la alimentación, quedando sin posibilidad de cubrir otros tipos de derechos como estudios, calzado, medicinas, viviendas, servicios públicos.

3. La falta de mayor inversión en el Sector Universitario, ha generado un marcado deterioro y obsolescencia de las instalaciones, disminución en la ciencia y la tecnología. El confinamiento que se cumple a causa de la pandemia causada por el COVID-19, ha hecho mucho más vulnerable el resguardo y la seguridad de las casas de estudios, siendo el desmantelamiento un agravante más para el Derecho a la Educación pública.

4. No se puede permitir que actos vandálicos causados muchas veces por grupos de derecha se apropien de los bienes institucionales, que se destrocen las bibliotecas, que se abandone un espacio común que son patrimonio de la humanidad.

5. Aunque nuestra Constitución establece el NO pago de matrícula de la Educación pública hasta el nivel de pregrado, les estudiante debe hacer entre otras cosas, una inversión para alimentar el intelecto, bien intangible, a través de compra de libros u otras solicitudes que se enmarcan en lo necesario para  su formación. Para alimentarse, vestirse, calzarse. Se requiere de una inversión económica personal y/o familiar que es difícil cubrir.

6. Hay una profunda dificultad para que las y los jóvenes puedan cursar estudios fuera de sus ciudades al no poder pagar residencias y la manutención, acá todo está dolarizado.

7. Hay un nivel de angustia y ansiedad social ante la manera cómo se debe enfrentar cada día, cómo cubrir con las necesidades de cada familia, de cada hogar.

8. En cuanto al tema de la profesionalización, se hace muy difícil que un docente pueda continuar con estudios de 4to y 5to nivel porque éstos, aunque se ofertan y desarrollan dentro de las instalaciones universitarias públicas, tienen un costo que varía según unidades de créditos de las unidades curriculares y la unidad tributaria en del país.

Bajo este escenario desesperante para el trabajador y la trabajadora universitaria, el movimiento sindical-gremial quien ha sido el que históricamente ha salido en defensa de los derechos laborales, se presenta atomizado, inmovilizado, silenciado por una gestión centralista aburguesada que dejó de lado las luchas laborales, los beneficios colectivos por beneficios grupales y que inequívocamente no es la posición que observamos a diario en los foros con los sindicatos universitarios o de educadores de otros países del mundo, como en Panamá, Argentina, México, Ecuador, Uruguay, Brasil, Colombia, entre tantos otros donde están luchando por mejores salarios, respeto al presupuesto universitario, restitución de derechos laborales o conquistar nuevos beneficios.

Ya para ir cerrando mi participación,  consideramos desde el Foro Venezolano por el Derecho a la Educación que, para salir del apagón en que nos encontramos  es urgente que el ejecutivo nacional abra los espacios de diálogos con el magisterio de base y con las voces críticas de la misma manera como se sentó con el sector privado para fijar costos de productos de consumo que, con un salario mínimo en el sector público de 1.5 dólares y/o para un máximo de 10 dólares según nivel académico y escalafón en el sector universitario y una canasta básica que está por el orden de los 300 dólares, quizás más, lamentablemente, no se compra absolutamente nada.

Consideramos que, cualquier conversación sana, de buena voluntad, pasará por derogar la resolución 2792 emanada en octubre 2018 por el Ministerio del Proceso Social del Trabajo con la que se congelaron las convención colectivas de todos los sectores laborales del país luego de la reconversión monetaria y puesta en marcha del plan de recuperación económica, así como ajustar los salarios en el corto tiempo con miras a cumplir con lo dispuesto en el artículo 91 de la Constitución y alcanzar salarios acordes a los niveles inflacionarios.

Compañeres todes, desde Venezuela saludamos con entusiasmo este encuentro que se está celebrando, el cual es oportuno para alzar la voz contra el neoliberalismo Educativo, contra las medidas que restan derechos colectivos  y contra todas las acciones que ponen en peligro la existencia de la docencia y de la Educación Pública .

Si al I Congreso Mundial de Educación 2020.

¡Buenas tardes!

 

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Angeyeimar Gil: La película Cuties y la acusación de pedófila

La realidad nunca es clara a simple vista. Para comprenderla hay que desentrañarla de la maraña de elementos que la opacan. La semana pasada leí un mensaje que invitaba a la organización social para denunciar la película Cuties, o Guapis (Mignonnes, título original en francés), que la mayor plataforma de streaming del mundo promociona para su estreno, el 9 de septiembre. El petitorio finaliza con la frase “para que Netflix cancele esta BASURA”. Inmediatamente dudé. Dudar es clave para la ciencia. Es lo que mueve a investigar, buscar la verdad. El texto afirmaba que la película “utilizaba a niñas de 11 años para el placer de los adultos» y “propiciaba una cultura de la pedofilia”.

Las redes sociales nos dan la oportunidad de comunicarnos con gente en cualquier parte del mundo. Sirve de plataforma para denuncias, manifestaciones y formas de organización social, pero también para fake news. Una de las características de las noticias falsas es el alarmismo, la intensidad y las palabras en mayúsculas. Y aunque la pedofilia está activa con movimientos que intentan justificarla, generando un estado de alarma constante, yo decidí investigar más. Motivada, además, por una amiga defensora de niños, niñas y adolescentes que acertó al decir “con cabeza fría, buscar información, la redes son expertas en linchamiento rápido”.

Luego de la investigación puedo decir que Netflix erró en la estrategia publicitaria, a pesar de que la publicidad sirve básicamente para engañar. En este caso, cumplía su objetivo de vender una cosa que no es tal. Pero fue equivocado mostrar, como lo atractivo de la película, a un grupo de niñas sexualizadas, exponiendo sus cuerpos como mercancía en una sociedad en la que cada día aparecen denuncias sobre abusos sexuales, redes de trata de personas, explotación sexual y pornografía infantil. Efectivamente, esa publicidad fue contraproducente al utilizar el término “sensualmente” -referencia directa a lo sexual- sobre el baile de niñas de 11 años.

Sin embargo, y a pesar del cambio inmediato por el alboroto social, la sinopsis de la promoción pasó de “Amy tiene 11 años y quiere pertenecer a un grupo de chicas que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar su feminidad y a desafiar a su familia religiosa” a “Amy tiene once y quiere unirse a un grupo de chicas de su edad que bailan en competencias, así que empieza a desafiar a su familia conservadora”. La nueva versión intentaba ser inocua, pero ahora no expresa lo que la película quiere transmitir. Dejó de hacer énfasis en la hipersexualización, que se representa en la película como un factor de riesgo y evadió el asunto religioso, describiéndolo tímidamente como “conservador”.

La película, la motivación

El premio de Dirección en el Festival de Sundance y una mención especial en el Festival de Berlín fueron reconocimientos que recibió la opera prima de la directora de cine francesa, Maïmouna Doucouré, además de muy buenos comentarios en general por quienes han visto el filme, por el contenido y abordaje que hace de una realidad social. La directora declaró en el Festival de cine de Sundace que la motivó un evento al que asistió y vio cómo niños y niñas de 11 años bailaban de una forma sexualizada ante la mirada de un público de trajes religiosos tradicionales. El antagonismo cultural y la hipersexualización. Comentó que en la investigación que realizó le sorprendió la sexualidad explícita en tales bailes y cómo las redes sociales promueven una vestimenta que expone a las niñas.

La película, estrenada solo en Francia hasta ahora, no provocó el revuelo que se produjo en las redes sociales por quienes solo han visto el trailer. Hasta este punto, sin haber visto la película, es poco lo que podemos afirmar, y a pesar de conocer las motivaciones y una opinión de la directora sobre la sexualización de las niñas, no sabemos el manejo que hace del asunto. No podemos decir si realmente es una denuncia o si cosifica el cuerpo de las niñas y las convierte en mercancías, como hace ya la cultura contemporánea, redes sociales, medios, internet, que promueven la fetichización de mujeres y hombres y construyen socialmente determinada forma de ser, vestir y exponerse para ser aceptados y pertenecer a lo socialmente impuesto. Creo que el objetivo de la película es el primero, una crítica social, pero no tengo la certeza.

La película, estrenada solo en Francia hasta ahora, no provocó el revuelo que se produjo en las redes sociales por quienes solo han visto el trailer. Hasta este punto, sin haber visto la película, es poco lo que podemos afirmar, y a pesar de conocer las motivaciones y una opinión de la directora sobre la sexualización de las niñas, no sabemos el manejo que hace del asunto. No podemos decir si realmente es una denuncia o si cosifica el cuerpo de las niñas y las convierte en mercancías, como hace ya la cultura contemporánea

Angeyeimar Gil


Hay dos temas relevantes en la trama, según el trailer. El antagonismo entre la religión musulmana senegalesa, impuesta familiarmente como dogma, y la realidad “moderna”. Este parece el centro del filme: una niña que crece en una familia conservadora y que al estar a pasos de su adolescencia, comienza a confrontar la autoridad parental, en un proceso de construcción de una personalidad propia. También parece confrontar la crianza coercitiva -en este caso por religión-, que la castra. Este proceso suele ser drástico y en materia de sexualidad, la cultura religiosa ortodoxa es un factor de riesgo. El segundo tema parece versar sobre la identificación con sus pares, las normas sociales y la transmisión cultural desde los medios de comunicación, la hipersexualización, la exposición sexual como atributos relevantes sobre cualquier atributo. La tendencia de niños y niñas a abandonar la infancia para parecerse a la mujer adulta o el hombre adulto, imitando generalmente al difundido en mass media, en publicidades, show de talentos, vídeos musicales y novelas. La crítica pareciera dirigida a los medios, convertidos en los principales responsables de la masificación de esas idea en las que las niñas deben “explotar su feminidad” como si se tratara de un proceso dirigido a la actividad sexual y no como el autorreconocimiento y aceptación como niñas y adolescentes, hasta convertirse en mujeres. En el concepto difundido, lo femenino está vinculado a lo sexual y el cuerpo de las mujeres se convierte en una mercancía que propende a su comercialización, objetivo del sistema capitalista en general y del patriarcado en particular. Así, vemos hoy la masificación de redes de trata de personas, explotación sexual y pornografía infantil, las peores formas de degradación de la dignidad humana.

Uno de los elementos controversiales que despierta el debate sobre Cuties, y que debe ser foco de la sociedad, es si los niños, niñas y adolescentes (NNyA) han recibido educación para una salud sexual y reproductiva libre, sana y placentera, que les eduque en formas de protegerse y cuidar sus cuerpos. Porque decir que determinado baile o forma de vestir es consumo para los pedófilos, es delegar en las niñas la responsabilidad de los pedófilos. Lo principal es que NNyA tengan disponibles herramientas para su protección, educación sexual alternativa que desmonte los tabúes que sectores conservadores han mantenido, que las familias cuenten con herramientas para orientar sobre los peligros de ideas difundidas en medios de comunicación y en la sociedad en general.

El cine, ¿para qué sirve?

El que haya ganado los premios que ha logrado, y que Netflix haya decidió incluirla en su parrilla siendo una plataforma que promueve contenido con importantes críticas a lo establecido, me permite darle un voto de confianza y esperar verla, tal como han recomendado los críticos de cine de Francia. Vincular temas tan duros no es cuestión sencilla, si se aspira a dejar una reflexión en los espectadores.

El cine es la síntesis de todas las expresiones artísticas. De allí su importancia para la cultura y para el desarrollo de la sociedad. Es una construcción artística que activa en el espectador sentimiento y pensamiento y finalmente produce una reflexión sobre el contenido, permitiendo hacer conciencia de situaciones de la historia o de la realidad como crítica social que moviliza, para cambiar lo que está mal o para comprender dónde se está. El cine es necesariamente político, porque tiene un impacto, genera algo y eso que genera debe propender siempre a enaltecer, de la sociedad, lo mejor y más sublime para la humanidad, o el cambio inevitable de lo malo.

No siempre existe la capacidad en el espectador de comprender el mensaje tal como fue pensado, porque lo social determina cada conciencia y el proceso de reflexión se dará con base en la formación, educación y creencias de quien aprecia la obra de arte. En este caso, la película. Así como para unos una película, una canción, un poema puede resultar sublime y profundo, que hace una crítica social a la violencia, por ejemplo, para otros puede constituir una “apología al delito” y ser catalogado como “inadecuado”.


No siempre existe la capacidad en el espectador de comprender el mensaje tal como fue pensado, porque lo social determina cada conciencia y el proceso de reflexión se dará con base en la formación, educación y creencias de quien aprecia la obra de arte

Angeyeimar Gil


La movilización y escándalo generados por la publicidad y sinopsis de Netflix, son válidos solo en el caso en el que la película no sea una crítica a lo que la sociedad, de forma cotidiana, le presenta a NNyA como divertido, atractivo y necesario para ser aceptados. Entre tanto, el debate debe darse entre una educación para la salud sexual y reproductiva alternativa, y la visión conservadora y de riesgo, impuesta desde la religión. Y también debe darse entre letras de reguetón que denigran y cosifican a las mujeres como objetos sexuales, con obscenidad que se difunden a todo volumen en transportes públicos, centros comerciales, fiestas, medios de comunicación y una educación culta y de apreciación de la creación artística sublime de la humanidad. Debe darse frente a los medios de difusión, redes sociales y la cultura patriarcal que define una forma particular de feminidad y la autoconcepción desde la libertad. Debe darse y con más fuerza, frente al sistema capitalista que convierte todo en mercancía, transable para extraer de ella el plusvalor que hace más pobre al pobre y más rico al rico; que mantiene incólume al sistema mientras nos hace desvariar en sus efectos particulares y no en los efectos generales de su degradación. Entonces, veamos Cuties primero y hagamos crítica después.

Fuente: https://elpitazo.net/opinion/la-pelicula-cuties-y-la-acusacion-de-pedofila/

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Conferencia Educativa Nacional: Venezuela. Rumbo al I Congreso Mundial de Educación 2020

En el marco del I Congreso Mundial de Educación 2020: En defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo, programado desde el Grupo de Contacto Internacional (GCI), espacio que aglutina a sindicatos, gremios educadores  y pensadores crític@s de América Latina y el Caribe, Norteamérica, Europa, África,  este martes 22 de septiembre se desarrollará la Conferencia Educativa Nacional en Venezuela.

El encuentro contará con la participaciones de David Lobão Coordinador General del Sindicato Nacional de Servidores Federales de Educación Básica, Profesional y Tecnológica (SINASEFE),  Brasil y Pedro Hernández  de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación(CNTE) México, Luis Bonilla-Molina, Coordinador General del Centro Internacional de Investigaciones «Otras Voces en Educación», así como 30 ponentes  venezolan@s.

La actividad, será moderado por Luz Palomino Directora del Centro Internacional de Investigaciones «Otras Voces en Educación y Rose Mary Hernández Representante del Foro Venezolano por el Derecho a la Educación y se transmitirá por el YouTube de OVE a las 09:00 horas Venezuela.

Descarga el programa general en el siguiente enlace:

PROGRAMA Venezuela Conferencia Nacional de Educación

Inscríbete en el I Congreso Mundial de Educación 2020.

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScHInA_1O1vqSYzpUSlvwMlDq13VsBgfESOMYp6MGTzkQQ11g/viewform?vc=0&c=0&w=1&flr=0&gxids=7628

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UNICEF critica la condena a diez años de cárcel a un niño de trece años por «blasfemia» en Nigeria

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha criticado este miércoles la condena a diez años de cárcel a un niño de trece años por «blasfemia», una sentencia dictada por un tribunal islámico del estado nigeriano de Kano.

El niño, Omar Farouq, fue declarado culpable el 10 de agosto de hacer comentarios «despectivos» sobre Dios durante una discusión en público y durante la jornada ha sido sentenciado a diez años de cárcel con trabajos domésticos, lo que ha sido descrito como «un error» por el representante de UNICEF en Nigeria, Peter Hawkins.

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-nigeria-unicef-critica-condena-diez-anos-carcel-nino-trece-anos-blasfemia-nigeria-20200916181014.html

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