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Un futuro digital para Burkina Faso

África/Burkina Faso/03 Enero 2020/El país

‘OuagaLab’ lleva ocho años fabricando prototipos tecnológicos y dando alas a la imaginación de jóvenes autodidactas, en la capital de un país en el que más de la mitad de la población tiene menos de 30 años

“Con una impresora 3D podemos hacer infinitas impresoras 3D”, dice riendo Gildas Guiella, el fundador de primer FabLab —laboratorio de fabricación digital— en África Occidental. La primera impresora de OuagaLab en Uagadugú, Burkina Faso, fue una donación anónima y, a partir de entonces, el entusiasmo de los jóvenes del laboratorio digital hizo el resto. “Ahora, simplemente, compramos algunos componentes e imprimimos los demás, y entonces ensamblamos nuevas impresoras 3D; ya contamos con unas nueve y, con ellas, proveemos de prótesis a la industria biomédica y construimos prototipos de máquinas bajo pedido. Hemos llegado a hacer una mano ortopédica”, cuenta Guiella, a su paso por Madrid, donde participó del taller Grigri Pixel en torno a la hospitalidad.

Gildas, que estudió ingeniería electrónica e informática, empezó a ilusionarse con un laboratorio participativo cuando todavía estaba en la universidad y asistió a un evento de InnovAfrica. En aquel encuentro se habló de los FabLabs y el concepto se materializó en máquinas que, enseguida, él y algunos compañeros comenzaron a montar. De ahí que, en 2011, Guiella reuniera a otros amigos y conocidos para esparcir la idea de que no solo estaba en sus manos discutir sobre su destino sino también construir cosas que ayudaran a hacer realidad cualquier idea. Ahora tiene 35 años y es el mayor del equipo que lleva adelante el laboratorio OuagaLab, compuesto por unos siete integrantes, de los que el menor tiene 19 años.

De aquellos días inspiradores salió también la convicción de que tenían que crear “un modelo de laboratorio que fuera posible de sostener” en su contexto y para afrontar su “problemática específica”. Porque si algo no elude Guiella es el hecho de saber que vive y trabaja en un país con escasa escolarización, situado entre los últimos del mundo en desarrollo humano y, al mismo tiempo, con el 60% de la población de menos de 30 años: “Empezamos por formar gente en electrónica, cartografía y programas informáticos de código abierto, dándoles herramientas con las que los chicos podrían trabajar en el futuro, en el ámbito digital. Y entonces se creó una comunidad en torno a ese aprendizaje, una comunidad ética con las mujeres y donde no importaba la formación académica de cada uno, sino sus ganas y su compromiso”.

Con el componente humano predispuesto, OuagaLab necesitó un espacio físico en el que funcionar y convocar a nuevos participantes. Así, arrancaron con un terreno cedido por la familia Guiella y pudieron construir los tres edificios con los que cuentan hoy en la capital de Burkina Faso, gracias a una acción de crowdfunding, en 2013, en la que consiguieron algo más de siete mil euros para levantar las primeras paredes con sus propias manos. Entonces, el OuagaLab tuvo su primera sede: “Un FabLab, más allá de la definición clásica, es para mí un espacio que da esperanza y competencias, sobre todo, de vida comunitaria, que trae consigo transformación intelectual y social. Un laboratorio de fabricación no son las máquinas, sino las personas de esa comunidad. Ponemos el acento en el trabajo colaborativo y en el do it yourself, pero para dar soluciones adaptadas a nuestro contexto”, según la definición de su fundador.

Quizá sea cierto que las máquinas son la excusa por la cual se acerca la gente a hacer cosas con otra gente. Hoy, los que encabezan la asociación son cinco varones y dos chicas, de los cuales tres no han ido a la universidad: Son gente apasionada que aprende de manera autodidacta. Por ejemplo, el principal artífice de los ensayos en impresión 3D es un chico que no terminó el bachillerato: “Lo principal es el interés. Hay jóvenes que no saben leer porque nunca ha ido a la escuela y utilizan internet porque han desarrollado la imaginación y diferentes capacidades para retener la información a su manera”.

¿Cuáles son esas otras particularidades de Burkina Faso a las que se refiere el inventor? “Por ejemplo, en el ámbito educativo, ningún maestro o profesor puede mandar a sus alumnos a buscar información en Internet, porque eso sería un castigo: la conexión a Internet es carísima con respecto a los ingresos medios de la población. Tener datos puede costar unos 17 euros por mes, frente a un salario básico que apenas alcanza los 50 euros mensuales. Tampoco hay Red en las casas ni en la calle. Solo las empresas tienen acceso a un router. Y en la universidad, sí hay conexión WiFi, pero es tanta la cantidad de gente intentando conectarse que el sistema colapsa”, explica Gildas.

Frente a este panorama, la respuesta del OuagaLab fue desarrollar una caja educativa para los estudiantes, provista de una tarjeta electrónica y una antena WiFi, y que contiene contenidos pedagógicos de todos los niveles que han sido cargados en el laboratorio. Los usuarios pueden, así, conectarse a esos dispositivos para, a su vez, descargar la información allí disponible.

Estos jóvenes innovadores financian sus propios proyectos a través de la provisión de soluciones tecnológicas para el tercer sector (organizaciones que trabajan en servicios, como la educación o la agricultura, entre otros). Por un lado, elaboran sus propios planes y, por otro, facturan servicios como la fabricación y los ensayos de un secador a energía solar, o el desarrollo de una aplicación para que los apicultores comercialicen la miel. “Somos un espacio de innovación y de intermediación”, recalca el fundador.

Otras posibilidades de financiación son los proyectos conjuntos con Naciones Unidas en materia de agricultura, reciclaje, energía o salud, o el patrocinio con los fondos de la francofonía, que aporta el estado francés. “Nosotros elegimos”, advierte Guiella. Y así, eligiendo bien, han llegado a consolidar tres espacios: un edificio de coworking, una incubadora de empresas y el FabLab, que es un espacio abierto a los jóvenes y en el que se factura a las empresas externas que quieran desarrollar allí sus prototipos tecnológicos. El objetivo ahora es la autonomía financiera.

Gildas, que ha acompañado también el nacimiento de otros FabLabs en Mali, Togo, Benín, Níger, Costa de Marfil y Chad, se prepara para un encuentro conjunto de laboratorios de fabricación del continente, en noviembre, en Benín. Su lema es no perder la esperanza, esa que nota que escasea entre los migrantes africanos que llevan tiempo dando vueltas por Europa. “Yo les confirmo que las cosas se mueven y que hay mucho por hacer allí, en casa, pero no les digo que vuelvan, porque puede que a ellos les resultaría muy difícil volver a enraizarse. Lo que sí hay que hacer es recuperar la esperanza, donde quiera que uno viva”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/12/planeta_futuro/1576163731_151450.html

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Los dirigentes sindicales mundiales del ámbito educativo manifiestan su solidaridad con los docentes africanos que viven en países azotados por la violencia

Por: Internacional de Educación 

En su 52ª reunión, celebrada del 2 al 4 de abril, en Bruselas, Bélgica, el Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación expresó su solidaridad con las organizaciones miembros al enterarse de los actos de violencia política y terrorista, que se han cobrado la vida de docentes y estudiantes en Burkina Faso, MaliNíger y Nigeria en los últimos meses. 

La IE se comunicará con las autoridades de estos cuatro países africanos con el fin de insistir en que se gestionen los riesgos de seguridad para docentes y maestros. Asimismo, exigirá que se consulte a sus organizaciones miembros para la elaboración de planes de acción coherentes que respondan a las necesidades inmediatas y a más largo plazo de las comunidades locales. 

Por otra parte, la federación sindical mundial de docentes insta a las autoridades públicas de Burkina Faso, Mali, Níger y Nigeria a: 

  • Mejorar la investigación y la respuesta a la violencia política en el entorno educativo, así como a tomarlas medidas necesarias para poner fin a las ejecuciones extrajudiciales, examinartodos los casos denunciados y garantizar que todos los presuntos culpables sean llevados ante la justicia; 
  • Acelerar la acción para restaurar el derecho a la educación en todo el país garantizando escuelas protegidas y seguras para la enseñanza y el aprendizaje, tal como se estipulaen los instrumentos internacionales que estos países han ratificado; y 
  • Garantizar la libertad de asociación y la aplicación efectiva del derecho a la negociación colectiva con el propósito decrear un entorno favorablepara entablar negociaciones sobre gestión laboral que mejoren la situación y las condiciones laborales de los docentes y los trabajadores de apoyo a la educación. 

Los cuatro países han ratificado la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político intergubernamental destinado a proteger a los estudiantes, los docenteslas escuelas y las universidades de ataques perpetrados por las fuerzas y los grupos armados, así como a restringir el uso militar de la infraestructura educativa. La Declaración comprende una serie de compromisos relacionados con medidas específicas y concretas que pueden reducir el riesgo de ataques y atenuar su impacto. Si sus organizaciones afiliadas lo solicitan, la Internacional de la Educación puede contactar con la Coalición Mundial para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA, por sus siglas en inglés) para estudiar de qué manera se puede incluir a los sindicatos de docentes en actividades destinadas a implementar la Declaración con el fin de defender el derecho a la educación y proteger la vida de los docentes y los estudiantes. 

Fuente de la información: https://ei-ie.org/spa/detail/16230/los-dirigentes-sindicales-mundiales-del-%C3%A1mbito-educativo-manifiestan-su-solidaridad-con-los-docentes-africanos-que-viven-en-pa%C3%ADses-azotados-por-la-violencia

Fuente de la imagen: https://ei-ie.org/spa/detail/16230/los-dirigentes-sindicales-mundiales-del-%C3%A1mbito-educativo-manifiestan-su-solidaridad-con-los-docentes-africanos-que-viven-en-pa%C3%ADses-azotados-por-la-violencia

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Burkina Faso, en la ¿geografía del terror?

Por: Guadi Calvo/Rebelión/ 06-02-2019

Hoy para Burkina Faso, el cuarto país más pobre del mundo y que fue una de las naciones más seguras de África Occidental, el restaurante de comida turca Aziz Istanbul, en el centro de Uagadugú, su capital, que todavía permanece cerrado con su fachada destrozada tras los ataques integristas de agosto de 2017, que dejaron 18 muertos, quizás sea la postal más exacta para comprender la realidad del país.

Desde 2016, hasta principios de 2019 el país africano ya ha sufrido cerca de 300 ataques de grupos vinculados tanto a al-Qaeda como al Dáesh, dejando casi 300 muertos. Uagadugú, fue atacada en dos oportunidades más, dejando cerca de 90 muertos en total. El primer ataque fue contra la cafetería Cappuccino y el Hotel Splendid (Ver Burkina-Faso: Sangre en la arena) en enero de 2016, que dejó una treintena de muertos y el último se produjo en marzo pasado, en cercanías de la embajada francesa y el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, con otras 28 víctimas mortales.

El norte burkinés comenzó a sufrir la violencia integrista en 2011, por grupos wahabitas, que operan todavía hoy en el norte de Mali y sur de Argelia, desde entonces la violencia no ha dejado de incrementarse y expandirse y desde el norte se irradia hacia la frontera con Nigeria en el este del país, donde opera Boko Haram, filtrándose también a Togo, Benín y Ghana. Estas naciones se vieron obligadas a enviar tropas a sus fronteras burkinesas, dada la inestabilidad que se podría generar si los muyahidines pudieran abrir un corredor desde el Sahel al Golfo de Guinea.

Tanto en el norte como en el este, los objetivos de los fundamentalistas suelen ser oficinas del Gobierno, puestos militares, escuelas y maestros, a quienes se les exige que dicten sus clases en árabe, en lugar del francés, y enseñen el Corán. Estas presiones han obligado a cerrar 1.025 escuelas en el norte, Sahel y este, lo que ha dejado sin clases a unos 150.000 niños desde marzo de 2018, mientras el 60 % de los maestros debieron abandonaron las regiones en conflicto.

A pesar de que la gran mayoría de los ataques no han sido reclamados por ninguna organización, el general del ejército Oumarou Sadou, refiere que las características de los IED (dispositivos explosivos improvisados) usados tanto en el norte y como en el este, son de similar preparación, lo que indicaría que estarían siendo montados por la misma organización.

La crítica situación del país africano obligó a su presidente Roch Kaboré a declarar el estado de emergencia el último 31 de diciembre para las provincias afectadas y a cambiar a su Primer Ministro, Paul Kaba Thiebal por Christophe Dabiré, el 19 de enero pasado.

Los cambios implementados por Kaboré, no han logrado contener las acciones de los muyahidines del Ansaroul Islam, (Defensores del Islam) el grupo takfirista local, apoyado por el Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS) fundado en 2016 por Ibrahim Malam (del árabe Mu’alam: maestro) Dicko, aparentemente muerto de sed en el desierto, en mayo de 2017, en su huida de un ataque aéreo francés. El malam fue sustituido, por su hermano menor, Jafar, de 38 años, un erudito del Corán. Ansaroul Islam, surgido del grupo malí Mujao, (Movimiento por la Unidad y Yihad en África Occidental) ahora bajo la bandera de Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin, (Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes, JNIM), un conglomerado de organizaciones integristas que operan en el Sahel, conformado en marzo de 2017, leales a al-Qaeda. Que están realizando constantes ataques en procura no solo de infundir terror, sino fundamentalmente de robar vehículos y armas. Como el último domingo 28 de enero, cuando asesinaron a 14 personas en la región de Soum, al norte del país a unos 30 kilómetros de la frontera con Malí, unos 200 milicianos llegaron en varias motocicletas y los vehículos 4X4 atacaron con cohetes y armas pesadas la posición de la Fuerza de Tarea contra el Terrorismo de Nassoumbou (GFAT).

Algunos analistas insisten en que el aumento de la presencia de grupos integristas en Burkina Faso, se debe a la ruptura de los pactos que estas organizaciones mantenían con funcionarios del Gobierno del expresidente Blaise Compaoré, derrocado en 2014 tras 27 años de dictadura (Ver Burkina Faso: La restauración de los traidores), quien les brindaba apoyo a cambio de que no operasen en su país.

El pacto se habría deshecho en 2013, cuando Compaoré se vio obligado a enviar 1.000 efectivos, presionado por Francia, tras el inicio del conflicto en el norte de Mali el año anterior. Se sospecha que unos 1.200 integrantes de los servicios de seguridad de Compaoré, podrían estar operando junto a los muyahidines, desde que fueron disueltos. El actual presidente Roch Kaboré, aún espera la colaboración prometida por Francia que en el norte de Mali dispone de unos 5.000 hombres de la operación Barkhane y de las fuerzas de G5 Sahel, un grupo antiterrorista compuesto por 5.000 efectivos de Mali, Mauritania, Chad, Níger y Burkina Faso, que actúa fundamentalmente en el norte de Mali y oeste de Níger.

En el día miedo al ejército, en la noche a los yihadistas

La diversidad de organizaciones que actúan a lo largo de la frontera burkinesa con el norte de Mali, entre ellos al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS) y el propio Ansaroul Islam, yJama’at Nasr al-Islam wal Muslimin, junto a bandas de delincuentes comunes traficantes de drogas, cigarrillos, combustibles y personas, podría incrementarse todavía más generando una dinámica de arrastre que haga que las organizaciones multipliquen sus efectivos.

Algunos servicios de inteligencia que operan en África occidental temen que ISGS, que mantiene fluidos contactos con la Wilayat (provincia del califato) del Estado Islámico de África Occidental (ISWAP) del estado de Borno en el noreste de Nigeria, la organización escindida de Boko Haram, en agosto de 2016, puedan crear una nueva alianza para desarrollar juntos su lucha tanto en el Sahel como en los países de África occidental, para lo que Burkina Faso, sería una ficha clave en el nuevo entramado.

Por lo que las autoridades de Uagadugú están requiriendo a las potencias occidentales con presencia en Mali, y especialmente Francia, apoyo básicamente en entrenamiento, inteligencia, equipos de comunicación y armamento.

Como suele suceder en estas guerras “antisubversivas” se reproduce con exactitud la violación de derechos humanos contra las poblaciones civiles en áreas rurales, por lo general alejadas de los centros urbanos, incomunicadas y aisladas. Según denuncias de Human Rights Watch (HRW), fuerzas de seguridad burkinesas han llevado a cabo desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales en operaciones de contrainsurgencia entre 2017 y 2018. HRW en su informe titulado: “En el día, tenemos miedo del ejército y en la noche a los yihadistas”, detalla al menos 18 ejecuciones extrajudiciales de civiles inocentes por parte de las fuerzas de seguridad.

Las fuerzas de la Operación Panga (fuerza en moré, la lengua nativa más hablada de Burkina), lanzada por el Gobierno de Kaboré contra presuntas bases terroristas en los bosques de Pama y Gayeri, con ataques aéreos y el envío de 700 soldados, incluidos efectivos del 25º Regimiento de paracaídas de Bobo-Dioulasso, sin que se conozca el resultado de los ataques y el número de víctimas, por lo que la HRW sospecha que puede haber muchos civiles involucrados en las acciones.

La violencia ya ha provocado 80.000 desplazados internos, mientras que casi un 1.200.000 personas están necesitando ayuda humanitaria inmediata, desde que comenzó el año prácticamente 1.000 familias por día han debido abandonar sus lugares. Lo que a la vez está provocando un incremento de los enfrentamientos interétnicos o tribales. En Yirgou, provincia de Barsalogo, al norte del país, un aparente ataque fundamentalista desató una refriega entre la comunidad fulani, pastores nómadas de mayoría musulmana, y la comunidad Mossi, el mayor grupo étnico de Burkina Faso, que dejó 50 muertos.

Burkina Faso, ha entrado profundo en la geografía del terror y de ese territorio no saldrá sin muchos más muertos y pobreza.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=252179

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Face aux attaques djihadistes, les enseignants du nord du Burkina ont « peur d’aller en classe »

Afrique/21 avril 2018/Lemonde

Traductor: «El miedo está ahí todos los días, podemos ser atacados en cualquier momento», dice un profesor preocupado de la escuela primaria Tin-Akoff, una aldea situada a menos de 10 km de la frontera con Mali, en la provincia de Oudalan, en el norte de Burkina Faso. «Hace unos meses, hombres armados irrumpieron en nuestra escuela por la noche, quemaron un salón de clases y varias motos pertenecientes a maestros. También atacaron al director, no he tenido noticias suyas desde … «, informa la maestra de 28 años, encubierta del anonimato.

Le 12 avril, une élève a été tuée et un instituteur enlevé lors d’un raid contre une école dans la province du Soum.

« La peur est là tous les jours, on peut être attaqué à tout moment », confie, inquiet, un enseignant de l’école primaire de Tin-Akoff, un village situé à moins de 10 km de la frontière malienne, dans la province de l’Oudalan, dans le nord du Burkina Faso« Il y a quelques mois, des hommes armés ont fait irruption dans notre école la nuit, ils ont brûlé une salle de classe et plusieurs motos appartenant à des enseignants. Ils ont aussi agressé le directeur, je n’ai pas de nouvelles de lui depuis… », rapporte l’instituteur de 28 ans, sous le couvert de l’anonymat.

« C’est difficile de travailler, mes collègues reçoivent régulièrement des menaces pour qu’on enseigne en arabe, qu’on prêche le Coran et que les femmes portent le voile. On fait classe en français, ça ne leur plaît pas », poursuit-il. Depuis l’attaque, l’école de Tin-Akoff, où sont inscrits 126 élèves, n’a pas rouvert.

 Soixante kilomètres plus au sud, à Gorom-Gorom, chef-lieu de l’Oudalan, l’inquiétude et le sentiment d’insécurité dominent également dans les établissements scolaires. « Tous les jours, on a peur d’aller en classe pour enseigner », explique un instituteur qui préfère lui aussi rester anonyme. « La semaine dernière, des hommes ont tiré des coups de sommation pendant près de quarante-cinq minutes, la nuit, devant une école du quartier pour nous intimider. Des professeurs dormaient à l’intérieur de l’établissement », poursuit l’enseignant de 28 ans, originaire du Centre-Ouest, qui entame sa deuxième année à Gorom-Gorom.

S’il reste, « ce n’est pas par courage » mais parce qu’il n’a « pas le choix » : « Si je quitte mon poste, je risque d’être sanctionné, voire licencié. J’aimerais rentrer, mais il me reste encore quatre années à faire ici. Après, je pourrai demander à changer, mais alors tout dépendra de mon affectation. »

Un maire assassiné le 8 avril

« Pour un grand nombre de ces instituteurs exerçant dans le Nord, c’est leur premier poste. A la sortie de leur formation, ils sont affectés d’office dans un établissement selon un système de tirage au sort. Ils ne peuvent pas choisir leur commune », précise Fidèle Kobeané, secrétaire général de la Fédération des syndicats nationaux des travailleurs de l’éducation et de la recherche (F-Synter) à Djibo, chef-lieu de la province voisine du Soum.

L’Oudalan et le Soum font partie de la région du Sahel, proche des frontières avec le Mali et le Niger, où les menaces contre les écoles sont fréquentes. Rares sont les enseignants qui acceptent de témoigner, par peur des représailles des groupes djihadistes. Une méfiance qui s’est encore renforcée avec l’enlèvement, jeudi 12 avril, d’un maître d’école primaire à Bouro, à une trentaine de kilomètres de Djibo, par des individus armés.

Ce rapt, mais aussi l’assassinat du maire de Koutougou, dans le Soum, le 8 avril, ont été revendiqués mardi par le groupe Etat islamique dans le Grand Sahara (EIGS) et non par Ansaroul Islam, le groupe terroriste burkinabé qui semait la terreur dans le nord du pays depuis sa création, fin 2016, par Ibrahim Malam Dicko (mort au printemps 2017). « Tous ceux qui enseignent en français seront combattus. Les moudjahidines ont tué [le maire] Hamid Koundaba, qui travaille contre nous avec l’armée du Burkina Faso, pour les croisés », a déclaré à l’AFP un certain « Hammar », l’un des porte-paroles de l’EIGS.

Lors de l’attaque du 12 avril à Bouro, une élève de CM2 a été tuée par balles et plusieurs autres blessés. « C’est la première fois qu’un enfant est touché mortellement au cours d’un assaut contre une école. Il est probable que ce soit une balle perdue. Le but de ces djihadistes est avant tout de dissuader les enseignants et d’imposer la terreur au sein de la population », analyse une source sécuritaire.

« Les écoliers sont terrorisés »

Les provinces du Soum et de l’Oudalan sont régulièrement le théâtre d’attaques et d’enlèvements de fonctionnaires ou de conseillers municipaux. « C’est la psychose depuis l’attaque à Bouro, tout le monde a peur. En partant au travail le matin, on se demande si on va rentrer vivant le soir. Les écoliers aussi sont terrorisés. Dès qu’il y a un bruit de moto, ils se précipitent pour regarder par la fenêtre », constate l’intendant d’un lycée de Djibo.

Depuis lundi, une coordination de syndicats d’enseignants du Soum observe d’ailleurs un mouvement de grève pour « marquer leur désaccord avec la façon de gérer la sécurité des écoles », ont-ils déclaré dans un communiqué. « Nous demandons que des actions concrètes soient mises en place, telles que la réouverture de deux commissariats aujourd’hui fermés et la reprise des patrouilles autour de certaines écoles », détaille le syndicaliste Fidèle Kobeané.

« Nous allons tout mettre en œuvre pour renforcer la sécurité et permettre aux enseignants et aux élèves de travailler librement », a tenté de rassurer, jeudi, le ministre de l’éducation et de l’alphabétisation, Stanislas Ouaro. La détérioration de la situation dans le nord du Burkina Faso a entraîné la fermeture de 21 % des écoles dans le Soum et de 17 % dans l’Oudalan, affectant au total plus de 11 000 élèves, selon les chiffres publiés par l’Unicef.

Fuente: http://www.lemonde.fr/afrique/article/2018/04/20/face-aux-attaques-djihadistes-les-enseignants-du-nord-du-burkina-ont-peur-d-aller-en-classe_5288141_3212.html

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África: Apostando por una educación inclusiva en la que todos los niños tienen cabida

África/Europa Press

Ir a la escuela da a estos niños capacidades que les permiten socializar y llegar a ser independientes.

Hasta hace dos años Aicha no iba a la escuela. Sus padres pensaban que por sus problemas de visión y de piel debido a su albinismo era lo mejor para ella, pero se equivocaban. Gracias a Humanity & Inclusion Aicha va a clase, tiene amigos y se ha convertido en el alma del patio en su escuela en Guinea-Bissau.

«Una educación de calidad inclusiva es fundamental para todos los niños, especialmente los niños con discapacidad», defiende Julia McGeown, asesora técnica de educación inclusiva de Humanity & Inclusion (la antigua Handicap International). «Una vez los niños son aceptados en las escuelas, y los profesores son formados para enseñarles, esto abre las puertas a muchas potenciales oportunidades para su futuro», subraya en una entrevista con Europa Press.

Como Aicha, «muchos niños con discapacidad se ven confinados en sus casas y nunca aprenden las capacidades que necesitan para prosperar en la sociedad, para conseguir medios de vida y para ser independientes», lamenta McGeown.

 M. MOREIRAS/HI – Archivo

El hecho de que estos niños no adquieran dichas capacidades y puedan llegar a valerse por sí mismos «no solo impacta en las vidas de los propios niños, sino también en las de sus familias, ya que muchos familiares tienen que quedarse en casa para cuidarles, continuando así el círculo vicioso de pobreza y discapacidad», explica la responsable de H&I.

Según datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), unos 264 millones de niños y adolescentes de todo el mundo no van a clase, de los que un tercio son niños con discapacidad. Se estima que a nivel mundial uno de cada 20 niños menores de 14 años presenta una discapacidad moderada o severa.

En el caso de África Central y Occidental, unos 32 millones de niños no van a la escuela. Humanity & Inclusion, que trabaja en educación inclusiva desde 2004, ha puesto en marcha el proyecto regional ‘Promoviendo la plena participación de los niños con discapacidad en la educación’, gracias al cual más de 13.000 niños, entre ellos Aicha, tienen acceso a educación en más de 1.000 escuelas socias en Benín, Burkina Faso, Guinea Bissau, Liberia, Malí, Níger, Senegal, Sierra Leona y Togo.

INCLUIR A NIÑOS CON TODO TIPO DE DISCAPACIDAD

El deseo de la ONG, especializada en el trabajo con personas con discapacidad, «es incluir a niños con todo tipo de discapacidad en escuelas ordinarias siempre que es posible», defiende McGeown, explicando que se ha logrado integrar con éxito a niños sordos o ciegos junto con niños sin discapacidad, al igual que a niños con discapacidades intelectuales, físicas o de comunicación.

 Sin embargo, la inclusión suele resultar más complicada para aquellos que además de una discapacidad «tienen necesidades sanitarias adicionales», y también del lugar en el que viven estos niños y la actitud mostrada por el personal docente a la hora de incluir a niños con «necesidades complejas», añade la asesora.

Dominique y Maria Cabrelli

Para que la inclusión sea posible, es necesario formar a los docentes. En general, explica McGeown, dada la escasa formación con la que muchos de ellos suelen contar, reciben con agrado «culquier formación adicional, sobre todo si es práctica». «Nuestro objetivo en educación inclusiva es introducir métodos de enseñanza activos que sean beneficiosos para todos los niños, además de para los niños con discapacidad», subraya. «Normalmente están muy interesados en aprender a leer idioma de  signos o braille por ejemplo», agrega.

 Otro elemento clave de la labor de H&I es el trabajo con las propias comunidades y la concienciación. En este sentido, explica la responsable de la ONG, se llevan a cabo sesiones «apoyadas por adultos con discapacidad que tienen historias inspiradoras de éxito gracias a la educación, algo que realmente puede ayudar a cambiar actitudes, que inicialmente pueden ser bastante negativas».

COMBATIENDO EL ESTIGMA

En algunos casos, indica la asesora de H&I, «hay un fuerte estigma negativo hacia los niños con discapacidad y falsas creencias de que la discapacidad puede ser contagiosa por ejemplo». En el caso de los niños como Aicha, con albinismo, en algunos países de África son perseguidos para extraerles los órganos por creencias espirituales, lo que les pone en peligro.

«Los niños con albinismo también son acosados, discriminados y no se sienten queridos en sus comunidades, por eso es muy importante enseñar a los docentes y trabajar con las comunidades para abordar estas asociaciones negativas y creencias falsas», defiende McGeown.

Como en el caso de Aicha, una vez que estos niños «reciben apoyo para sus problemas de visión, protección contra el sol y se conciencia a los demás niños, profesores y las comunidades de la realidad de su condición», su inclusión es posible, incide la asesora. Aicha ahora está terminando su segundo año de primaria, le encantan las matemáticas y escribir, pero sobre todo cantar y jugar.

Régis Binard/HI

Es importante cambiar la mentalidad de la gente, que piensa que «los niños con discapacidad no deberían ser educados o deberían ser educados solo de forma separada». Algunos niños con necesidades más complejas acuden a escuelas especiales, pero la mayoría pueden acudir a escuelas normales, lo único que hace falta es lograr que estas sean «más inclusivas».

Asimismo, Humanity and Inclusion también cuenta con proyectos para apoyar a las familias y que puedan educar a sus hijos en sus casas, así como iniciativas de educación informal en las comunidades, a las que se intenta enlazar con las escuelas.

Para vencer la distancia, se busca organizar sistemas de transporte o apoyar iniciativas locales en este sentido, como autobuses escolares que recogen a los niños con discapacidad que viven alejados. Otra de las soluciones que se ha buscado es que compañeros de los niños con discapacidad vayan a sus casas a recogerles y acompañarles a la escuela «si usan una silla de ruedas, un bastón para invidentes o cualquier otro artilugio de ayuda», señala McGeown.

Régis Binard/HI

Fuente: http://www.europapress.es/internacional/noticia-apostando-educacion-inclusiva-todos-ninos-tienen-cabida-20180311084246.html

 

 

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The Sahel: Education against the odds

Africa/BurkinaFaso/globalpartnership.org

Resumen: En la región del Sahel, los efectos del cambio climático, con temporadas de lluvias cada vez menos predecibles, tormentas más potentes, inundaciones después de fuertes lluvias y condiciones de sequía durante meses, significan que miles de personas pueden verse afectadas repentinamente y perder sus medios de vida. existencia. Actualmente hay más de 10.5 millones de niños y jóvenes sin escolarizar, y más de medio millón de refugiados y desplazados internos. La presencia de grupos terroristas y milicias, la más notoria de las cuales es Boko Haram, dificulta la vida normal de las comunidades donde viven estos grupos. Todo esto impacta en la educación: las escuelas son destruidas, los maestros atacados, los niños secuestrados. Las personas deben moverse para encontrar lugares más seguros donde vivir y los padres pueden mantener a sus hijos en casa lejos de la escuela para que puedan ayudar a la familia a sobrevivir (ir a buscar agua, vender productos) o porque tienen miedo de enviarlos a la escuela. «En Burkina Faso, la educación en la región del Sahel no era fácil antes, pero ahora se ha vuelto aún más difícil. Se han atacado varias instalaciones educativas en el norte. Los maestros han quedado traumatizados. Las escuelas se han cerrado … Si tuviera una. El mensaje para transmitirlo es que ahora, más que nunca, necesitamos educación. Quienes están haciendo estas cosas quieren suprimir la educación, y si tienen éxito, ganan «. – Secretario general, MENA (Ministerio de Educación Nacional y Alfabetización), Dr. Yombo Paul Diabouga «En el pasado, estas personas atacaron las estaciones de policía y la gendarmería. Ahora hay ataques a las escuelas. ¿Por qué lo están haciendo? No lo sabemos. ¿Quizás quieren que se derrumbe todo el sistema educativo? Si destruyes el sistema educativo de un país, todo Cuando una escuela es atacada es el regreso de la ignorancia porque la gente huye. Es el retorno de la oscuridad «. – Marius Zoungrana, Director Regional para Preescolar, Primaria y Postprimaria en la Región Centro-Norte. En muchos países del Sahel, no se da acceso a la educación a demasiados niños, especialmente a los que viven en zonas rurales. Pero para las niñas, el desafío puede ser aún mayor. Se enfrentan a barreras culturales, desde el matrimonio temprano hasta las normas restrictivas de género que dictan que las niñas deben quedarse en casa para cuidar a otros niños y realizar tareas domésticas. Cuando las niñas se convierten en adolescentes, si han tenido la oportunidad de completar la escuela primaria, es posible que no continúen la escuela secundaria. Los padres pueden preferir pagar las tarifas escolares de sus hijos y mantener a sus hijas en casa. La falta de inodoros y agua en las escuelas significa que incluso aquellos que pueden irse a la casa durante sus períodos.


In the Sahel region, the effects of climate change, with rainy seasons becoming less predictable, more powerful storms, floods following heavy rains, and drought conditions for months at a time, mean that thousands of people can suddenly be affected and lose their means of existence. There are currently more than 10.5 million children and youth out of school, and more than half a million refugees and internally displaced.

The presence of terrorist groups and militias, the most notorious being Boko Haram, is making it hard for communities living where these groups operate to lead normal lives. All of this impacts education: schools are destroyed, teachers attacked, children abducted. People must move to find safer places to live and parents may keep their children home from school so they can help the family survive (fetching water, selling goods) or because they are afraid to send them to school.

«In Burkina Faso, education in the Sahel Region was not easy before, but now it has become even more challenging. A number of education facilities in the north have been targeted. Teachers have been traumatized. Schools have been closed… If I had one message to convey it is that now, more than ever, we need education. Those who are doing these things want to suppress education, and if they are successful, they win.» – Secretary General, MENA (Ministère de L’Éducation nationale et de l’Alphabétisation), Dr. Yombo Paul Diabouga

«In the past these people attacked police stations and gendarmerie. Now there are attacks on schools. Why are they doing it? We don’t know. Maybe they want the whole education system to collapse? If you destroy a country’s education system, everything will collapse. Where a school is attacked it is the return of ignorance because people run away. It is the return of darkness.» – Marius Zoungrana, Regional Director for Preschool, Primary, and Post-primary in Centre-Nord Region.

In many Sahel countries, accessing education is not a given for too many children, especially those living in rural areas. But for girls, the challenge can be even greater. They face cultural barriers, from early marriage to restrictive gender norms that dictate girls should stay home to take care of other children and do chores. When girls become adolescents, if they’ve had a chance to complete primary school, they may not continue to secondary school. Parents may prefer to pay the school fees for their sons and keep their daughters at home. Lack of toilets and water in schools mean that even those who can go stay home during their periods.

Deme Hatimi, 21, is a first-year teacher at Madrasa Nourdine in Burkina Faso. In much of the region, there is a severe lack of qualified teachers. It is difficult to get them to come to isolated areas, and the security situation further deters them. Most teachers there are not from the region and are young, inexperienced and unfamiliar with the language, culture, livelihood and lifestyle of the nomadic students they are teaching.

Yakouba Sawadogo is the director of Tanlouka Primary School, Boussouma, Centre Nord Region in Burkina Faso. He was previously posted at a school in a remote and difficult part of the Sahel, in an area «frequented by traffickers and highway men. There is no mobile network, and no clear road to go there so it’s easy to get lost. You have to cross the Beli River to reach the school—and if the boat isn’t there, you have to swim across. Housing is poor—usually a mud house constructed by the community. And where there is no housing for the teacher, they live in the classroom, dividing it with a curtain so they sleep on one side, teach on the other.»

«Female teachers are never posted to these schools,» says Sawadogo, «because it’s really difficult—even for the men. Most ask to leave after just one year.»

«At the start of each school year, we would do social mobilization,» says Sawadogo. «Teachers would visit houses to enroll the children. So things would be okay at first. You might have 20 or 30 students in your class, but as time went by more and more would drop out. By the fourth or fifth year, out of the original 30 you might have only five left. We need a strategy to keep students in school.»

In Burkina Faso, the Sahel region lags behind the rest of the country. «Nationwide, the enrollment rate is 71.1% in primary. In the Sahel it is 46.9%. In post-primary, the gross enrollment rate 25% nationally and in the Sahel it is 8.1%. In secondary school, nationwide it is 15% and in the Sahel it is 2.6%. These figures are very telling and frightening indeed.» – Amadou Sidibe, Franco-Arab Bilingual Primary Education Support Project (PREFA).

GPE is working with the government of Burkina Faso on infrastructure in remote areas, teacher training, Franco-Arabic schools, and reaching those who are out of school in remote areas. «GPE funding represents 70% of all external funding that we receive for education. This funding has made it possible for us to invest a lot in education.» – Dr. Yombo Paul Diabouga, Secretary General, MENA (Ministère de L’Éducation nationale et de l’Alphabétisation).

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Photo credits: GPE/Kelley Lynch

Fuente: https://www.globalpartnership.org/blog/sahel-education-against-odds

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Burkina Faso: un frente sindical de la educación unido para obtener un mejor estatus docente.

África/Burkina Faso/31.10.2017/Autor y Fuente:https://www.ei-ie.org/

Por primera vez desde hace tres años, todos los sindicatos de la educación de Burkina Faso han convocado una huelga con el fin de conseguir mejores condiciones de vida y trabajo para los docentes y contribuir a lograr la educación de calidad.

El Gobierno debe garantizar una educación pública gratuita y de calidad para todos

Desde la etapa infantil hasta la educación superior, pasando por las etapas primaria y secundaria, el personal administrativo, los inspectores y el sector no formal de la educación, prácticamente todos los sindicatos de docentes se han unido para coordinar dos días de huelga general en el sector de la educación en todo el país, los días 26 y 27 de octubre.

La plataforma de reivindicaciones abarca cuatro aspectos: la adopción de un estatus decente; la mejora del acceso a la educación;la mejora de las condiciones laborales; y la revalorización de la profesión docente.

En Burkina Faso los indicadores de las tasas de escolarización, el número de alumnos por clase y la obtención de títulos siguen siendo preocupantes, por no hablar de los sueldos de los docentes, que no son especialmente atractivos, con 100 000 francos CFA (150 Euros) para los docentes de Primaria, y 165 000 francos CFA (250 Euros) para los de Secundaria.

Para los sindicatos, entre ellos los afiliados a la Internacional de la Educación, tales como la Fédération des Syndicats de l’Enseignement du Burkina, la Fédération des Syndicats Nationaux des Travailleurs de l’Education et de la Recherche, el Syndicat national des enseignants africains du Burkina y el Syndicat national des enseignants du secondaire et du supérieur, es hora de que el Estado se comprometa a garantizar una educación pública gratuita y de calidad para todos los niños y niñas.

Al no hacerlo, el Gobierno central ya ha permitido que el sector privado ocupe un lugar importante en el sector educativo: un 20 por ciento en la educación primaria, un 80 por ciento en la etapa infantil y la formación profesional, y un 50 por ciento en la educación secundaria. Por otra parte, los docentes de estos centros privados que intentan reivindicar sus derechos corren el riesgo de ser despedidos inmediatamente, según informa el órgano coordinador de los 15 sindicatos.

Coordinación sindical para una máxima movilización

Por todo ello, el órgano coordinador ha previsto dirigirse a las asociaciones de padres de alumnos con el objetivo de explicarles los motivos de la huelga y de obtener su apoyo. El respaldo por parte de las centrales sindicales parece estar garantizado. Asimismo, se ha puesto en marcha un plan de comunicación mediático.

Los sindicatos también realizan una profunda labor en lo que se refiere a cada aspecto de la plataforma de reivindicación con el propósito de poder proporcionar contraargumentos sólidos a las afirmaciones del ministro de Educación.

Por otra parte, el órgano coordinador ha llevado a cabo un plan de despliegue para la movilización en las 45 regiones del país  y se ha dado los medios de efectuar una evaluación muy precisa sobre el éxito de la huelga, realizando un censo de los huelguistas de cada centro y recopilando toda la información relevante.

En los últimos años, los sindicatos han obtenido resultados significativos gracias a sus luchas colectivas, tales como la integración de los docentes contractuales y la firma de un convenio con el sindicato nacional de los directores de la educación privada laica. Así pues, pretenden obtener más beneficios mediante una movilización masiva los días 26 y 27 de octubre para los docentes y el sistema educativo de Burkina Faso.

Fuente:https://www.ei-ie.org/spa/detail/15487/burkina-faso-un-frente-sindical-de-la-educaci%C3%B3n-unido-para-obtener-un-mejor-estatus-docente

Imagen:https://www.ei-ie.org/resources/views/admin/medias/timthumb.php?src=https://www.ei-ie.org/media_gallery/original_1ebf3.jpg&w=1200&h=530&zc=1

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