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Senegal: No es país para docentes

Senegal/12 de julio de 2016/Fuente: elpaís

Senegal vive su último ‘tira y afloja’ entre el Gobierno y los profesores en pleno final de curso.

El calor aprieta en Ndiagne. Ahora mismo en todo Senegal el clima es asfixiante, sobre todo si se es profesor. Amadou Ba lo es, imparte clases en el instituto de Ndiagne, perteneciente a la región de Louga, en el norte del país. En unas semanas comienzan las vacaciones de verano y, aunque esta etapa previa al periodo estival suele ir acompañada de cierta presión para el profesorado por la entrega de las calificaciones de final de curso, este año lo está siendo más que nunca.

Los centros de enseñanza pública han recibido la visita de las autoridades policiales y los profesores han sufrido recortes de sueldo y amenazas de despido ante la negación del cuerpo de docentes de hacer entrega de las evaluaciones. Esta medida responde a la falta de respuesta del Gobierno senegalés ante la huelga convocada desde enero por los colectivos sindicales de educación FUSE y GRAND CADRE, pero se remonta a mucho antes de principios de año, concretamente al inicio del mandato del presidente Macky Sall, en 2012. Entonces el nuevo Ejecutivo llegó a un acuerdo con los sindicatos de enseñanza para dar respuesta a las demandas del profesorado, principalmente: la mejora del acceso al cuerpo de funcionarios de enseñanza, el aumento del apoyo económico y la mejora de las condiciones de trabajo, que en algunos centros supone dar clases sin electricidad ni agua. El plazo para cumplir estas reclamaciones fue primero de seis meses, luego aumentó a un año y según los representantes sindicales todavía no se han cumplido.

A día de hoy, los profesores de la escuela pública apenas reciben 165.000 francos CFA, aproximadamente 250 euros mensuales. Amadou es uno de ellos. “Vivo explotado con un salario miserable en un Senegal carísimo y con una familia que mantener”, explica este profesor de Ndiagne. Y este no es el único inconveniente al que se enfrentan los docentes, tampoco han obtenido su plaza de funcionario de enseñanza aquellos que han formalizado los requisitos establecidos por la Administración, por lo que trabajan sin ninguna garantía de no ser despedidos. “Yo pasé todos los exámenes y todavía sigo esperando para ser funcionario desde 2004”, señala Amadou. Una situación laboral que se extiende a todo el país y que afecta a todos los niveles de la enseñanza pública, desde la educación primaria hasta la Universidad.

Hasta ahora el silencio ha sido la respuesta. Al igual que en los tres últimos periodos escolares, el Gobierno ha hecho caso omiso a las huelgas que los profesionales de la escuela pública han ido llevando a cabo curso tras curso para reclamar el cumplimiento del acuerdo de 2012. Hasta ahora. Las últimas protestas a las que se han unido unos 5.000 docentes, según los datos que maneja la prensa senegalesa, no sólo han consistido en suspender las clases sino también en guardar las calificaciones de los exámenes. Sin ellas no hay registro del progreso de los alumnos para pasar al siguiente curso escolar, de ahí que el Ejecutivo de Macky Sall tomara cartas en el asunto.

Los docentes se negaron a entregar las notas de evaluación de los alumnos para forzar al Gobierno a que atendiera sus reivindicaciones.

La primera respuesta fue precisamente atacar una de las demandas de los profesores, la remuneración digna, y se les disminuyó el sueldo drásticamente. Amadou reconoce: “A veces a los profesores nos da vergüenza decir lo que nos encontramos en el banco. Por ejemplo, yo este mes al ir a buscar mi salario sólo he encontrado 19.000 francos CFA”. Una cifra que corresponde a unos 29 euros. Una acción que no sólo fue efectuada en pleno mes de Ramadán, en el que al tratarse de una festividad los gastos aumentan; sino que además fue llevada a cabo de manera generalizada, ya que incluía a todo el profesorado de la enseñanza pública, incluidos aquellos que no habían seguido la huelga o incluso que se encontraban de baja laboral.

Aún así, las medidas de reivindicación continuaron y entonces la Gendarmería fue enviada a los centros escolares con un requerimiento que les instaba a entregar las notas para que el sistema educativo del país continuara su curso. La posición de los sindicatos fue unánime y el requerimiento no fue recogido. Entonces el Gobierno dio un ultimátum a los docentes advirtiéndoles que o bien proporcionaban las evaluaciones o bien serían despedidos sin derecho a pensión. Lo cierto es que la legislación senegalesa les ampara. Los artículos 7 del Estatuto General de los Funcionarios y 279 del Código de Trabajo establecen que la negativa a recibir una orden de movilización supone el riesgo de ser despedido con la suspensión de derechos de pensión para el empleado, así como el despido sin previo aviso.

El ultimátum tenía una fecha límite de tres días antes de los cuales, el movimiento sindical tendría que cumplir con lo exigido o atenerse a las consecuencias. La noche anterior al fin del plazo, los representantes sindicales se reunieron en la ciudad de Touba con Abdoul Aziz Sy Amine y Serigne Bass Abdou Khadre, portavoces las cofradías religiosas de los Tidjane y los Mourides, así como con Alioune Badara Cissé, anterior ministro de Asuntos Exteriores, como mediador del Gobierno. Su decisión fue acceder a hacer llegar las notas a la Administración tras el compromiso de que el presidente accedería a reunirse con ellos para avanzar en sus demandas pendientes desde 2012. Sin embargo, esta tregua también tenía fecha de caducidad y el coordinador del colectivo sindical GRAND CADRE, Mamadou Lamine Dianté, establecía un periodo máximo de una semana para que el Estado diera muestras de avanzar en la negociación. “Si éste no es el caso, vamos a tener que reanudar la lucha”, advertía endeclaraciones recogidas por el portal Seneweb. Algunos ni siquiera aceptaron esta interrupción, tanto es así que el día siguiente del anuncio del cese de la incautación de las calificaciones, veinticuatro profesores se manifestaron ante esta decisión y fueron arrestados por la policía en Mbour, al este del país, mientras los alumnos y compañeros presentes se quejaban de esta detención.

En cualquier caso, el profesorado va contrarreloj para cumplir con la entrega de las evaluaciones de un curso escolar que se ha retrasado hasta finales de julio. Y el Gobierno, por la parte que le toca, ha anunciado la devolución del salario descontado a aquellos docentes que no habían seguido la huelga o estaban de baja; no así a los que sí expresaron su disconformidad con sus condiciones laborales. Pese a esto último, parece que desde el Ejecutivo se ha dado un paso importante. Ocurría el pasado 29 de junio, cuando el Congreso senegalés aprobaba la modificación de la Ley de Finanzas Rectificativa que prevé asignar más de 28.000 millones de francos CFA (más de 42 millones de euros) para “la corrección de las derramas de integración y ascenso en instancia del personal de enseñanza y el aumento de la inversión del sueldo de los profesores y maestros contratados inicialmente previsto para 5.000 agentes en la ley de finanzas iniciales 2016 y que pasa a 10.000 agentes”, según ha explicado el ministro de Economía Amadou Bâ a APS.

Vivo explotado con un salario miserable en un Senegal carísimo y con una familia que mantener”

AMADOU, PROFESOR

La Unión Nacional de Padres de alumnos y Estudiantes de Senegal (UNAPEES, por sus siglas francés) ha instado a los sindicatos de docentes a ver esta medida con buenos ojos. A través de un comunicado difundido en los medios, han calificado esta previsión de incremento económico destinado a los profesionales de la enseñanza como un acto positivo que llevará por fin “paz a las escuelas durante el próximo curso”. Pero para los colectivos sindicales cuentan más los hechos que las previsiones y, dos días después del anuncio de la posible asignación monetaria a la escuela pública, denunciaron que los profesores han sufrido de nuevo recortes en sus salarios este mes de julio, tras cumplir con su compromiso de hacer entrega de las calificaciones de los alumnos.

Mientras tanto, Amadou el profesor lee todas estas informaciones en la prensa sin encontrar ninguna concordancia entre los gestos del Gobierno y su cuenta bancaria. Desde un aula de su centro de enseñanza en Louga, echa la vista atrás al 2012, el año en el que los representantes sindicales del profesorado pactaron con el entonces nuevo Gobierno de Macky Sall un acuerdo para mejorar su situación laboral que se fue disuadiendo en el tiempo. A Amadou le invade una sensación de dèja vu y explica: “Somos muchos profesores pensando cómo comprar arroz y cómo pagar medicinas para nuestros hijos delante de nuestros alumnos. En estas condiciones, ¿cómo conseguir una educación de calidad?”.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/07/11/planeta_futuro/1468232724_676663.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/07/11/planeta_futuro/1468232724_676663_1468248119_noticia_normal_recorte1.jpg

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Senegal: Global academic collaboration: a new form of colonisation?

África/Senegal/Julio 2016/Autor: Hanne Kirstine Adriansen / Fuente: theconversation.com

Resumen:  La educación superior en África es tan antigua como las pirámides de Egipto. Pero las instituciones más antiguas del continente desaparecieron hace tiempo. El tipo de educación superior que se entrega hoy en África, desde el curriculum a las estructura de los estudios y de las lenguas de instrucción, tiene sus raíces en el colonialismo. Esto ha llevado a muchos a preguntarse si las universidades africanas siguen sufriendo una especie de colonización – de la mente.

Higher education in Africa is as old as the pyramids in Egypt. But the continent’s ancient institutions have long disappeared. The type of higher education that’s delivered in Africa today, from curriculum to degree structure and the languages of instruction, is rooted in colonialism. This has led many to question whether African universities are still suffering from a sort of colonisation – of the mind.

The story of renowned climate change researcher Cheikh Mbow is an example. Mbow was born in Senegal in 1969 and studied there. Looking back at his experiences during his first years of university, Mbow observes: “I knew all about the geography and biology of France but nothing about that of Senegal.”

Mbow also happens to be my friend, and together with one of his colleagues we wrote a book chapter about the production of scientific knowledge in Africa today. The chapter is based on Mbow’s life story – which I’ll return to shortly.

In recent years a new consciousness has emerged about higher education’s historical roots. People are calling strongly for a decolonised academy. This feeds into a broader debate about the role of modern universities.

There’s little doubt that Africa’s universities need to be locally relevant – focusing their teaching and research on local needs. Unavoidably, though, they’re simultaneously expected to internationalise and participate in the heated global higher education competition. Standardisation is the name of the game here. Universities compete to feature on global ranking lists, mimicking each other.

Internationalisation also sees African researchers like Mbow travelling North in search of research environments with better resources. These international collaborations can be hugely beneficial. But all too often it’s organisations, universities and researchers in the global North that call the shots.

So how can the continent’s universities manage the tricky balance between local relevance and internationalisation? How can they participate in international collaboration without being “recolonised” by subjecting themselves to the standards of curriculum and quality derived in the North? How can they avoid collaborative programmes with the North that become mere tick-box exercises that only benefit the Northern researchers and organisations?

International collaboration grows

Over the past 20 years, international interest in African higher education has intensified. Aid agencies in the North have developed policies that are designed to strengthen Africa’s research capacity. Scandinavian countries were among the first to do so: Denmark has the Building Stronger Universities programme. Norway and Sweden have similar collaborative programmes.

Such initiatives are important. Research funding is very limited at African universities. National higher education budgets are quite low, especially compared with universities in the North. In their bid to educate rapidly growing populations, African universities tend to emphasise teaching rather than research. So these institutions rely heavily on external funding for research and depend on support from development agencies via so-called capacity building projects. These projects engage researchers from the North and South in joint activities within teaching and research, ideally to create partnerships based on mutual respect.

Many researchers from universities in the North and South are involved in these collaborative projects, usually as practitioners. Only rarely do we turn these collaborative projects into a research field, turning the microscope on ourselves and our own practice. After participating in a capacity building project in Africa, some colleagues and I became interested in understanding the geography and power of scientific knowledge.

We wanted to know how this power and geography is negotiated through capacity building projects. We also sought to understand whether such projects functioned as quality assurance or a type of neo-imperialism.

Simply put, our research explored whether capacity building and the tendency towards increased international collaboration in higher education is helping or hindering African universities. The answer? Both.

‘Monocultures of the mind’

The problem with such projects is that they might create what Indian activist Vandana Shiva calls “monocultures of the mind”. Shiva argues that these make diversity disappear from perception and consequently from the world. People all end up thinking in the same ways.

International collaboration can cause African universities to become more dependent on the North. Their dependence is on funding; through publication in journals from the North; and through technology that only exists in the North. It also manifests in thinking mainly using concepts and solutions developed in the North.

Another problem is that this international collaboration may draw African universities into the competition fetish that dominates higher education today. This may help them to become globally competitive. But they risk losing their local relevance in the process.

Capacity building projects risk creating Shiva’s monocultures of the mind. But they can also have the opposite effect: they can empower African researchers and help them to become more independent.

Empowerment through capacity building

For Cheikh Mbow, the North represented both an imposed curriculum through colonial heritage and the chance to acquire the skills needed to become an emancipated academic capable of creating new knowledge.

His PhD project explored natural resource management in Senegal “but using methods designed in the global North, in particular from France”. During his project he travelled from Senegal to Denmark and was exposed to another way of behaving. At his home institution, the Université de Cheikh Anta Diop in Dakar, questioning the knowledge and methods of older professors was perceived as misbehaviour. In Denmark he experienced a different system. There he was asked to question what was taken for granted even if it meant questioning older professors.

Paradoxically, the Danish system enabled Mbow to become an independent researcher. He became aware of how knowledge and methods inherited from the North were used in an African context without being questioned.

This is precisely what the African academy – and its societies more broadly – require.

Collaboration to decolonise

I would argue that collaborative projects such as capacity building programmes can be a means to assist African universities in producing contextualised knowledge. These projects can even lead to some sort of decolonisation of the academy if they are based on long-term partnerships, a close understanding of historical, political and geographical context, and not least a common exploration of knowledge diversity.

Fuente de la noticia: https://theconversation.com/global-academic-collaboration-a-new-form-of-colonisation-61382

Fuente de la imagen: https://62e528761d0685343e1c-f3d1b99a743ffa4142d9d7f1978d9686.ssl.cf2.rackcdn.com/files/128962/width926/image-20160701-18306-1fjureg.jpg

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Africa: El rostro infantil de la pobreza

TeleSur.TV/01 de julio de 2016/

África es la región que ofrece el «panorama más sombrío», según la Unicef.

Se estima que 69 millones de niños morirán por causas inevitables y unos 167 millones de vivirán en pobreza para el año 2030.

De acuerdo al documento Estado Mundial de la Infancia publicado por la Unicef este martes, para el año 2030 podrían morir 69 millones de niños por causas inevitables y otros 167 millones vivirán en la pobreza.

El informe revela que en 2030, fecha en que se vence el plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, aquellos niños en situación de vulnerabilidad les espera «pobreza, analfabetismo y muerte prematura».

Futuro devastador

Los niños se ven afectados «desproporcionadamente» por los conflictos violentos, emergencias humanitarias y desastres naturales, así como por crisis sanitarias, destaca el estudio.

Además, estima que para ese año 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas.

“Las vidas de millones de niños se ven arruinadas por la simple razón del país, la comunidad, el género o las circunstancias en las que nacen», lamentó el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, quien además agregó que «antes de que respiren por primera vez, las opciones de vida de los niños pobres y excluidos a menudo se ven modeladas por las desigualdades».

El informe destaca, asimismo, que se ha avanzado considerablemente en la labor de salvar las vidas de los niños, reducir la pobreza y lograr que asistan a la escuela.

De esta forma se ha conseguido reducir la tasa de mortalidad de menores de cinco años desde 1990, que los niños y niñas asistan a la escuela primaria en igualdad en 129 países y que el número de personas que viven en la extrema pobreza se haya reducido a casi la mitad en comparación a la década de 1990.

Sin embargo, el progreso no ha sido “uniforme y justo”, según Unicef, debido a que los niños en mayor situación de pobreza tienen el doble de probabilidades de morir antes de los cinco años que los más ricos, así como de sufrir desnutrición crónica. En cuanto a las niñas provenientes de hogares más pobres tienen un 2 por ciento de probabilidades de casarse durante la infancia que otras niñas de estratos sociales más altos.

«A pesar de los avances en las últimas décadas, un gran número de niños se ha quedado atrás, por lo que tenemos que mantener este progreso, pero centrándonos en los más desfavorecidos», explicó el director de programas de Unicef, Ted Chaiban.

África con un “panorama más sombrío”

La región de África Subsahariana mantiene un panorama más desolador. Al menos 247 millones de niños, el equivalente a dos de cada tres, viven en pobreza multidimensional y sin los elementos necesarios para sobrevivir.

Los niños tienen hasta 10 veces más probabilidades de morir antes de los cinco años, y un total de nueve de cada 10 niños que viven en la pobreza en el mundo se encuentran en esta región.

Además, casi el 60 por ciento de los jóvenes de entre 20 y 24 años ha tenido menos de cuatro años de escolaridad.

La educación contra la desigualdad

La educación desempeña «un papel único para poner fin a los ciclos intergeneracionales de desigualdad». Sin embargo, desde 2011 Unicef ha denunciado que el número de niños que no asisten a la escuela ha aumentado, mientras que existe una proporción significativa de aquellos que sí van pero no logran aprender.

Otros datos reflejan que 124 millones de niños no acceden a la enseñanza primaria o secundaria, y casi 2 de cada 5 alumnos que terminan la escuela primaria no han aprendido a leer, escribir o hacer cálculos aritméticos simples.

Para el 2030, según las estimaciones de Unicef habrá más de 60 millones de niños fuera de la escuela.

Invertir en el futuro de las sociedades

El informe expone que si se invierte en aquellos niños que viven en las situaciones más vulnerables, se podrían producir beneficios inmediatos y a largo plazo.

En promedio cada año adicional de educación que recibe un niño aumenta sus ganancias cuando sea adulto en un 10 por ciento. Por cada año de estudio aprobado, la tasa de pobreza de un país caerá en un 9 por ciento.

Tomado de: http://www.telesurtv.net/telesuragenda/El-rostro-infantil-de-la-pobreza-20160628-0032.html

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Albinos en África: Persecusiones y Asesinatos

DiocesisdeCanarias.es/27 de junio de 2016

Albinos en África

En Tanzania los albinos son víctimas de la superstición y la brujería del pueblo. Se cree que poseer una parte del cuerpo de un albino, reporta dinero y riqueza. Los niños son el principal objetivo de los asesinos. Muchos se han refugiado en la escuela primaria de Mitindo para huir de sus perseguidores. Los asesinatos empezaron en 2007 y la mayoría de los hechiceros de los pueblos están instigándolos.
Víctimas de la superstición, a menudo son secuestrados porque se cree que sus huesos tienen propiedades mágicas

ROMA
Piden al Papa que intervenga para que se acabe la discriminación de los albinos en el Congo. La iniciativa es de la Asociación para el desarrollo de las personas albinas en África, que pretende sensibilizar a las autoridades de la República Democrática del Congo sobre la situación de los albinos que son víctimas de la superstición y, sobre todo, porque en la región de Kivu son secuestrados y asesinados porque se cree que sus huesos tienen propiedades mágicas y taumatúrgicas. Además, como afirma la Radio Vaticana al comentar la iniciativa, «también las condiciones sanitarias de los albinos son críticas», porque son más sensibles y pueden desarrollar melanomas malignos y necesitan cremas solares y vestidos específicos para sobrevivir.

Benedicto XVI había intervenido al respecto durante su viaje a Benín, en noviembre del año 2011, como recordó el misionero comboniano Giulio Albanese ante los micrófonos de la Radio Vaticana: «el Papa tocó el problema incluso porque lo indicó el episcopado africano. Desde este punto de vista, se trata verdaderamente de cambiar página, pero no hay duda de que el único modo, de una forma u otra, para poner en marcha el rescate es el de insistir en la educación. No hay que olvidar que fenómenos de este tipo, aunque con connotaciones diferentes, también se verifican en nuestra casa, en Europa, en el sentido de que la magia es considerada por muchos como una práctica aceptable».

Tomado de: http://www.diocesisdecanarias.es/solidaridad/albinos-en-africa-persecuciones-y-asesinatos.html

Imagen: https://www.google.com/search?q=situacion+de+los+albinos+en+africa&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiD4MrKm8bNAhVMKh4KHXc4AKkQ_AUIBigB&dpr=1#imgrc=cv82QF83lSqPoM%3A

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Educación y valores a ritmo de percusión senegalesa

Africa/16 junio 2016/ Autor: Julia Gas/Fuente: Cadena Ser

La tradición cultural se ha mantenido generación tras generación gracias a los griots; en la actualidad la musica perenne en la sociedad y en la trasmisión de valores.

Desde hace al menos 1.600 años según algunas fuentes, en el África Occidental existe la figura del griot. Los griot son personas que preservan la memoria y la cultura, las batallas y la tradición oral a través de su música y su gran capacidad para contar historias.

También son considerados los consejeros o anunciadores de las cortes. Son figuras respetables y representativos de una tribu. En Senegal, por ejemplo, los griots, convocaban al pueblo cuando el rey de la región así lo deseaba.

Y así reunía a todos los vecinos y vecinas para anunciarles la cita que tendrían con el rey, y debían ser puntuales. Esta convocatoria podría ser, por ejemplo, para la batalla que se celebraba tradicionalmente después de la época de la recogida de la cosecha. En este caso, los griot cumplían otra función: animar al combatiente.

La voz que acabamos de escuchar es de Gri, un chico senegalés, perteneciente a una familia de músicos. Su padre, percusionista, su madre cantante, sus tías tocaban también los tambores, y su padrino uno de los primeros bateristas de Senegal, fundador de un grupo conocido internacionalmente. A los 18 años dejó la escuela y se fue con sus primos a Dakar porque su pasión era la musica y soñaba con perseguir su sueño.

Hablando con Gri nos cuenta como ha sido su infancia, y la importancia de la musica en ella. Hace la comparacion del juguete que puede recibir aquí un niño con lo que allí recibió el cuando era pequeño, y lo tiene claro.

Y poco a poco, con esa familia de artistas, fue aprendiendo a tocar todo tipo de percusión. No hubo clases ni partituras… solo dedicación y oído. Mucho oído.

Cuando Gri estaba en Dakar trabajaba por sacar adelante un proyecto junto al ministerio de educación y cultura que consistía en llevar la musica tradicional a niños en los colegios. Gri considera que aprender musica es educativo por esta razón:

 Quien sepa tocar instrumentos y hacerlo acompanado de otros, sabe de lo que esta hablando Gri. Es mucho mas que música, podría decirse que es la transmisión de valores como la escucha activa, el respeto y adaptarse a ritmos ajenos… Y no solo eso, además de que con la musica se mantiene la cultura, Gri considera que es clave para la educación, incluso en idiomas diferentes.

En estos momentos, Gri junto a su familia tiene un grupo llamado Familia Griot que actúa en todo tipo de eventos, aunque a nivel personal persigue su ilusión de continuar con la faceta de musico-educador haciendo talleres en colegios y centros culturales. Para innovar en sus clases, ha diseñado un proyecto de percusion con material reciclado: Ya lo hizo en Senegal, y ahora quiere moverlo en España.

Y con tanto aprendizaje en potencia, no podíamos despedirnos sin preguntarle por un aprendizaje que haya recibido a lo largo de sus 31 anos. Reconoce haber hecho muchas cosas en poco tiempo, y esto le ha llevado a aprender por su cuenta…. Y a recordar los consejos de su abuelo.

Fuente noticia:

http://cadenaser.com/programa/2016/06/10/hablar_por_hablar/1465525975_499547.html

Fuente imagen:

http://66.media.tumblr.com/3f91664987300e487461380d630650e3/tumblr_mma5y34GUo1sppgrdo2_r1_1280.jpg

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‘Africa Code Week’ llevará alfabetización digital a miles de niños africano

África/ 12 de Junio de 2016/EFE

Con unas previsiones para 2100 que sitúan a la población africana menor de 18 años en torno a la mitad en el mundo con esa franja de edad, dotar de habilidades digitales a los más jóvenes en esa región es el objetivo del proyecto internacional “Africa Code Week”, que celebrará su segunda edición tras el verano.

La iniciativa es “una de las mayores de alfabetización digital en el continente africano hasta la fecha”, ha afirmado en una entrevista a Efefuturo Gillisen-Duval, directora de responsabilidad social corporativa para SAP, empresa impulsora de esta iniciativa junto con una red de más de un centenar de actores además de compañías como Google y varias organizaciones públicas.

Durante esta segunda edición del proyecto “Africa Code Week” (ACW), que se celebrará del 15 al 23 de octubre de 2016, están previstos miles de eventos de programación, que se realizarán en escuelas, universidades, clubes de programación, centros comunitarios, etc.

Se pretende formar en temas de programación a 150.000 jóvenes y niños de treinta países africanos, mientras que en el horizonte de una década el reto es haber alcanzado a más de 200.000 profesores, y a más de 5 millones de niños y jóvenes.

En la convocatoria del año pasado, la cifra de beneficiarios fue de 89.000 jóvenes de 17 países, que lograron escribir sus primeras líneas de código o simplemente, en algunos casos, tocar por primera vez un ordenador.

La actual explosión demográfica en África es “excepcional en la historia de la humanidad”, y de ahí la importancia de apoyar e impulsar habilidades digitales de la población más joven desde ya, según la responsable de SAP.

Para su implementación, la iniciativa involucra a escuelas, profesores, organismos gubernamentales, ONG, centros comunitarios, clubes de programación, empresas y organizaciones no lucrativas, que trabajan juntas en el objetivo de capacitar a los jóvenes africanos en competencias digitales.

Formación “in situ” y “online”

Se incluyen talleres presenciales de programación de código y también cursos gratuitos “online” desde la plataforma openSAP, además de un autobús para llevar la formación digital a los pequeños en zonas rurales.

Los estudiantes de 8 a 17 años recibirán formación para desarrollos informáticos con Scratch, una interfaz de aprendizaje de código abierto diseñada por el MIT Media Lab que simplifica la programación a las generaciones más jóvenes.

Los de más edad, hasta los 24 años, serán introducidos en las tecnologías “web” más relevantes para trabajar y concretamente en WordPress y Joomla, permitiéndoles crear un sitio completamente operativo y “amigable” para el móvil.

Según la responsable de SAP, la digitalización está fomentando un crecimiento económico “enorme” en todo el mundo, pero en 2020, la economía mundial se enfrentará todavía más a una escasez de talento cualificado que es necesario resolver con formación, ha dicho, para impulsar la prosperidad y la seguridad social.

En torno a esa fecha se calcula que habrá 45 millones de puestos de trabajo “perdidos”, es decir, empleos que requieren habilidades intermedias que las empresas tratan de cubrir pero para los cuales no hay mano de obra cualificada en las economías en desarrollo, especialmente en África, ha explicado.

“Los conocimientos en tecnologías de la información (TI) son la moneda de trabajo del futuro y en gran medida de nuestro presente”. De hecho, prosigue, ya tienen el poder para poner a millones de personas en la senda de la autosuficiencia y de una carrera exitosa, ha añadido.

Fuente: http://www.efefuturo.com/noticia/africa-code-week-llevara-alfabetizacion-digital-miles-ninos-africano/

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Colonial Legacies and Social Welfare Regimes in Africa: An Empirical Exercise


Colonial Legacies and Social Welfare Regimes in Africa: An Empirical ExerciseThis paper identifies three types of welfare regimes in Africa, based on the insight that tax and expenditure regimes are closely associated. Using cluster analysis, the author highlights historical legacies in current welfare policies, demonstrating that welfare regimes in Africa have been strongly determined by the ways in which different countries were incorporated into the colonial economy. The author finds that many of the new social welfare reforms are taking place in what he refers to as labour reserve economies, and are generally internally rather than aid-driven. He stresses the importance of thinking of social expenditure in relationship to domestic resource mobilization, and finds that the focus on aid and social expenditure has tended to obscure this important aspect of welfare regimes in Africa.

Thandika Mkandawire is Chair and Professor in African Development at the London School of Economics, a Senior Fellow of The Graduate School of Development and Practice and Visiting Professor at the University of Cape Town.

  • Publication and ordering details
  • Pub. Date: 27 May 2016
    Pub. Place: Geneva
    From: UNRISD

Informe disponible desde Mkandawire-PDRM

Imagen tomada de: http://www.irishtimes.com/polopoly_fs/1.1736427.1395680271!/image/image.jpg_gen/derivatives/box_620_330/image.jpg

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