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Trump propone al Congreso dejar de financiar a la disidencia cubana

Por: Fernando Ravsberg

El presupuesto federal de U$D 20 millones se envía cada año a grupos afines a Washington para provocar un “cambio de régimen” en el país

El Presidente Donald Trump se propone dejar de financiar a la disidencia cubana, eliminando del proyecto de presupuesto federal los U$D 20 millones que esta recibía cada año. Lo mismo ocurre con la oposición venezolana, la cual pierde U$D 6,5 millones de financiamiento anual. La medida está “escondida” dentro de los recortes generales dedicados a la “ayuda al desarrollo” de América Latina, los cuales afectan desde el Cono Sur hasta México, país al que se le reducirá a la mitad.

La gran diferencia con el resto de Latinoamérica es que, en los casos de Cuba y Venezuela, esta supuesta “ayuda para el desarrollo” va directamente a manos de la oposición para financiar actividades “en favor de la democracia”. Dicho sin diplomacia, todos esos millones son enviados a grupos afines a Washington para provocar un “cambio de régimen” en los dos países. La eliminación de los fondos marcaría un cambio radical de política respecto a los últimos 60 años.

El profesor cubano-americano Arturo Lopez-Levy, conferencista en Mills College de California y candidato a doctor en la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de Denver, hace notar que la visión del presidente Trump se distancia del consenso intervencionista de post-guerra y por ende también de los gastos en la llamada «promoción de la democracia», para dedicarse a temas de seguridad más inmediato.

Sin embargo, advierte que se trata solo de una propuesta que aún tiene que ser aprobada por el Congreso, donde el tema Cuba será moneda de cambio de la Administración para negociar con los congresistas cubano-americanos. Agrega que quedan los fondos temáticos regionales de la USAID, desde donde seguramente se destinará algo a la “promoción de la democracia” en Cuba y Venezuela, y en esa agencia ya están posicionados representantes del anticastrismo más radical.

De todas formas, de seguir su curso la propuesta del Presidente Trump, la oposición cubana vería dramáticamente reducidos sus ingresos. Los anticastristas de los EEUU tendrían que luchar por un trozo del pastel de la USAID, la cual tiene un presupuesto mucho más limitado y debe utilizarlo para promover las estrategias estadounidenses en lugares de mucho interés geopolítico como Afganistán, Siria o Libia. Así que los disidentes recibirían muchísimo menos dinero pero todavía suficiente para seguir siendo acusados por el gobierno cubanos de ser “mercenarios al servicio de Washington”.

U$D 20 millones anuales puede parecer mucho dinero pero lo cierto es que a Cuba solo ingresaban unos U$D 4 millones, el resto desaparecía en los bolsillos de los grupos del exilio. Según Pepe Hernández, líder de la anticastrista Fundación Nacional Cubanoamericana, “el 83% del dinero designado para el apoyo a activistas democráticos en Cuba, han sido gastados en Miami o en países extranjeros”. Lo confirmó la Oficina de la Contraloría General (GAO) del Congreso de los EEUU, cuyos investigadores detectaron que una parte de ese dinero se utilizó en comprar en La Florida abrigos de cuero, bombones de las marcas más caras y hasta sierras eléctricas.

A pesar de la pérdida de U$D 16 millones, los 4 restantes siempre crearon gran expectativas entre los líderes de la oposición cubana. El exjefe diplomático de EEUU en la isla, Jonathan Farrar, decía en un cable secreto –revelado por Wikileaks- que la disidencia no trabaja para atraer a la gente, “su mayor esfuerzo se dirige a obtener suficientes recursos para mantener en vida de un día al otro a los principales organizadores y a sus principales seguidores” (1).

El intento del Presidente Trump de dejar a la disidencia cubana sin fondos es la mayor amenaza que esta ha recibido nunca de EEUU. Sin embargo, parece continuidad de la política de Obama, el cual apostó más por los emprendedores que por la oposición tradicional. Tras décadas de un apoyo económico millonario y de un respaldo político absoluto, el resultado es que la disidencia continúa aislada, sin la más mínima influencia social y totalmente paralizada, si descontamos la marcha dominical, de 4 o 5 cuadras, que hacen algunas decenas de Damas de Blanco.

Todavía es demasiado pronto para saber si ese presupuesto se aprobará pero seguramente el anticastrismo interno y externo debe estar preocupado, todas las organizaciones y muchos de los individuos que las integran viven y hacen política, en Cuba y en los EEUU, con esos U$D 20 millones. El gobierno cubano lo llama la “industria de la contrarrevolución” porque para muchos es una forma de vida.

Terminar con este apoyo financiero a la disidencia fue una de las exigencias del Presidente Raúl Castro a Barack Obama en el 2015, cuando reclamó que deben cesar todos “los programas de subversión y desestabilización contra Cuba”. Seguramente no imaginó que sería nada menos que Donald Trump el que propondría al Congreso conceder esa reivindicación de Cuba.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227494&titular=trump-propone-al-congreso-dejar-de-financiar-a-la-disidencia-cubana-

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Reseña de película: Pase lo que pase.

América del Norte/Estados Unidos.

Es una película estadounidense publicada el 17 de marzo de 2009 por el Advent Film Group..1 Fue publicada en DVD desde su inicio para permitir a los grupos de iglesias distribuír más fácilmente la película. El filme cuenta la historia de Caleb Hogan, un estudiante de leyes, que trata de rebatir el dictamen legal del caso Roe v. Wade,2 y trata el tema del aborto desde una postura provida.

La historia de un estudiante que tiene que exponer una causa judicial sobre un caso de aborto en un concurso nacional de estudiantes de derecho. El punto crítico es la cuestión del “comienzo de la vida”. Si asume la postura de acuerdo con sus convicciones se enfrenta a que le pueda traer consecuencias negativas importantes para su vida, como el apoyo económico de su madre para seguir sus estudios. Pero “Pase Lo Que Pase”, es un poderoso recordatorio de que elegir el camino correcto no es fácil, pero siempre vale la pena.

Fuente: https://youtu.be/-KqZ2Hw97TU

Imagen: http://www.peliculas.cristianas.com/wp-content/uploads/2015/09/pase-lo-que-pase-pelicula-completa-2html-youtube-thumbnail.jpg

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Sistemas de aprendizaje a lo largo de toda la vida.

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La UNESCO implementa y apoya una serie de programas que refuerzan todos los niveles educativos. La Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI), que favorece el desarrollo integral de los niños desde su nacimiento hasta los ocho años, es un asunto prioritario para la Organización. La UNESCO trabaja junto con los gobiernos y otros colaboradores para aumentar la calidad y la disponibilidad de la AEPI a través del mundo.

Las educación primaria y secundaria son fundamentales y deben ser las bases sobre las que reposen las oportunidades de aprendizaje para todos y a lo largo de toda la vida. Tras el incremento del acceso a la educación primaria conseguido en estos últimos años, la UNESCO ayuda a los países a hacer frente a la demanda creciente de una educación secundaria de calidad.

La educación superior es la clave del progreso en las sociedades del conocimiento. Al ser el único organismo de las Naciones Unidas con competencias en la educación superior, la UNESCO contribuye a la elaboración de políticas empíricas que permitan responder a las nuevas tendencias y se esfuerza por conseguir una educación superior más inclusiva e innovadora. La Organización interconecta, informa y guía a la comunidad internacional de la educación superior en ámbitos como la movilidad, la convalidación de títulos, la mejora de la calidad y la cooperación interuniversitaria.

Otro de los elementos clave para el aprendizaje a lo largo de toda la vida es la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) destinada a los jóvenes y a los adultos, que contribuye a construir, preservar y renovar las competencias necesarias para el mercado laboral y la integración social. Por medio del Centro Internacional UNESCO-UNEVOC, la Organización ayuda a los países a mejorar sus sistemas de EFTP y alimenta el debate internacional en este campo.

La elaboración de sistemas educativos inclusivos y de calidad requiere políticas de educación coherentes. La UNESCO, junto al Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación, proporciona asistencia técnica a los países para el análisis y la planificación de sus políticas educativas. El Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL) tiene un papel esencial al dotar a los Estados Miembros de un apoyo técnico para el desarrollo de políticas de aprendizaje a lo largo de toda la vida.

La UNESCO también fomenta políticas y prácticas educativas que puedan ayudar a afrontar los desafíos globales. Al promocionar la Educación para el Desarrollo Sostenible, la UNESCO pretende que todos los estudiantes adquieran los conocimientos, las competencias, la actitud y los valores necesarios para diseñar un futuro sostenible.

En regiones que han sufrido conflictos o desastres, la UNESCO pone particular empeño en planificar la reducción de riesgos en catástrofes y el fortalecimiento de la cohesión social. En estos escenarios, la educación es también parte de la respuesta a la catástrofe y constituye una herramienta clave para la recuperación a largo plazo.

Fuente: http://es.unesco.org/themes/sistemas-aprendizaje-lo-largo-toda-vida

Imagen: http://es.unesco.org/sites/default/files/styles/img_688x358/public/helping-promote-inclusive-education-pakistan-2-drupal.jpg?itok=pEtw7JRU

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Analizando la diferencia entre la educación y el adoctrinamiento

La política se ha convertido en un campo de minas en las escuelas americanas. Pregúntale a una directora de la ciudad de Nueva York, que está bajo investigación para organizar un comunismo en su escuela.

En marzo, funcionarios del departamento de educación de la ciudad informaron a Jill Bloomberg, la directora de la escuela secundaria Park Slope Collegiate en Brooklyn, que estaba bajo investigación por la organización política durante las horas escolares en nombre del Partido Laborista Progresista.

Bloomberg, que niega las acusaciones, ha sido un crítico abierto de las escuelas públicas de la ciudad desde el año 2010. Ha organizado protestas en nombre de sus estudiantes -una mayoría de los cuales son negros y latinos- sobre lo que ella considera acciones desiguales por parte de la ciudad Departamento de educación que promueve la segregación racial y la desigualdad. También apoyó a sus estudiantes en la resistencia a la adición de detectores de metales y ayudó a organizar asambleas escolares sobre la brutalidad policial.

Ahora, Bloomberg ha contrarrestado la investigación del distrito con una demanda, alegando que los funcionarios del distrito violaron su derecho de criticar libremente las escuelas chárter y las políticas del distrito escolar.

En todo el país, en la época de Donald Trump, los educadores han estado declarando sus opiniones sobre nuestro presidente volátil y sus políticas sobre inmigración, escuelas y mucho más. Como ciudadanos, los educadores deben ser libres para mantener cualquier punto de vista que deseen. Si las autoridades escolares eligieron a Jill Bloomberg por sus creencias, como ella afirma (y lo niegan), deben suspender su investigación y disculparse profusamente con ella y con la escuela.

Tampoco deberían los investigadores investigar alrededor de la escuela para preguntar si Bloomberg o cualquier otra persona estaba participando en actividades comunistas. Ese tipo de expedición de pesca lleva ecos misteriosos de la era McCarthy de los años 50, cuando cientos de maestros de la Ciudad de Nueva York perdieron sus empleos debido a afiliaciones comunistas reales o presuntas. Los educadores tienen el derecho de expresar sus opiniones sobre Trump y todo lo demás, pero deben hacerlo de tal manera que deje espacio para que los estudiantes se decidan por sí mismos.

Pero también tenemos que preguntarnos si Bloomberg estaba tratando de imponer sus opiniones sobre sus estudiantes. Cuando Bloomberg prestó su apoyo a estudiantes que estaban luchando contra la instalación de detectores de metales en su escuela, ¿escuchó también a estudiantes y padres que apoyaron a los detectores para mejorar la seguridad? Cuando organizó asambleas escolares sobre la brutalidad policial, ¿incluyó las perspectivas del personal de la policía comunitaria? Cuando dirigió reuniones de padres y estudiantes contra la escuela autónoma, ¿entendieron todas las partes que las calificaciones de los estudiantes y la buena reputación no dependían de su participación en la protesta?
No va a hacer para sugerir que las actividades de Bloomberg estaban de alguna manera por encima de la política, como han argumentado algunos de sus defensores. Algunos profesores y padres defendieron las acciones de Bloomberg en una carta de «Apoyo a nuestro principal» al canciller de las escuelas de la ciudad, diciendo que Bloomberg es un «abogado franco contra la discriminación racial».

Independientemente de sus intenciones, las actividades antirracistas de Bloomberg tienen una ventaja política aguda. No todo el mundo piensa que los detectores de metales -o las escuelas charter- son racistas. Según el abogado de Bloomberg, algunos maestros de su escuela ahora tienen miedo de usar camisas de movimiento Black Lives Matter o enseñar temas de derechos civiles por temor a que sean blanco de los funcionarios del distrito. Esa es una pésima noticia, si las lluvias hacen que los maestros de Park Slope Colegial estén reacios a decir lo que creen.

Pero los educadores deben tener cuidado al imponer sus creencias a los adolescentes incautos. Cuando una maestra -o una directora- usa su política en su manga o en su camiseta, hace que sea difícil para los estudiantes disentir de su punto de vista.

Un educador de K-12 debe ejercer el derecho de decir lo que ella piensa con cuidado y discreción. Cada vez que expresa una opinión, necesita enfatizar que es una opinión y no la verdad del evangelio. Y si se pone demasiado fuerte, los estudiantes pueden simplemente ir en deferencia a su autoridad.

Después de todo, el educador es el adulto en la habitación. Los estudiantes miran hacia ella, y también saben que ella es responsable de evaluarlos. Es fácil ver por qué se repite lo que ella piensa sin realmente pensar por sí mismos.

Eso no es educación; Es adoctrinamiento. «Nuestros profesores deben ser defensores, pero nunca pueden ser vendedores o propagandistas», escribió el reformador Alexander Meiklejohn en la revista Harper’s Magazine en 1938. «La existencia misma de las escuelas democráticas depende de esa distinción».

¿Bloomberg rompió la frontera entre educación y propaganda? El equilibrio de la acción política es difícil de atacar, pero que todos nosotros como educadores debemos estar luchando. Los educadores deben ser libres para abogar por el comunismo, el capitalismo o cualquier otra cosa. Pero no deben convertir a los estudiantes en herramientas para su defensa. Depende de ello la existencia misma de las escuelas democráticas.

Fuente del Artículo:

http://www.edweek.org/ew/articles/2017/06/07/parsing-the-difference-between-education-and-indoctrination.html

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Ellos viven en México y van a la escuela a Estados Unidos

México/05 junio 2017/Fuente: CNN en Español 

En quinto grado, JoAnna Rodríguez está en su camino hacia el autobús escolar cuando se da cuenta de que ha olvidado algo importante. No es la tarea ni el almuerzo. Saca un teléfono celular y llama a casa, mientras rebusca en su mochila.

«Mamá, se me olvidó mi pasaporte», dice ella.

JoAnna, de 11 años, necesita demostrar que es ciudadana estadounidense para llegar a la escuela. Esta autoproclamada futura enfermera es una de los casi 800 estudiantes estadounidenses que viven en Palomas, México, y cruzan la frontera con Estados Unidos cada mañana para asistir a la escuela pública en las cercanías de Columbus.

Desde hace más de cuatro décadas, la constitución del estado de Nuevo México garantiza a los ciudadanos estadounidenses una educación gratuita, sin importar dónde vivan. Esto da a familias que enfrentan la deportación la oportunidad de vivir juntos en México, sin sacrificar la educación de sus hijos en  EE.UU. Y crea escenas como esta en un control fronterizo.

De acuerdo con Aduanas y Protección Fronteriza, cientos de estudiantes cruzan otras partes de la frontera entre Estados Unidos y México para asistir a la escuela en lugares como El Paso, Texas. Para esos estudiantes, sin embargo, la educación en Estados Unidos no es gratis. Ellos pagan para ir a escuelas privadas.

A las 8 de la mañana, una fila de niños inquietos se extiende fuera de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del puerto de entrada de Columbus, donde los agentes molestan a los estudiantes durante el escaneo de pasaportes y la inspección de sus pertenencias. Voltean sus cuadernos, abren sus bolsas de comida y hacen preguntas.

«¿Qué hay en la bolsa?», pregunta un agente.

«Dulces», responde una niña de ojos color avellana con una camisa de color rosa brillante.

Cuando sus hijos cruzan la frontera hacia Nuevo México, las madres les dicen adiós, de puntillas, antes de regresar a México. Muchos de los padres de estos niños fueron deportados y no se les permite pasar más allá de la barrera que se ha convertido en una forma de vida aquí.

La valla divide las dos ciudades, pero no ha impedido que la cultura de ambos países se filtre a través de ella. Encontrarás tacos y hamburguesas en ambos lados. Las calles están llenas de vendedores que hablan en inglés y español, y el pop americano y la música norteña mexicana se puede escuchar desde los coches en Columbus y Palomas.

Cada mañana, los autobuses esperan en el lado estadounidense para llevar a los estudiantes hacia una educación en Estados Unidos.

Es un viaje en autobús de apenas 8 kilómetros. Tan cerca, y sin embargo, para algunos de sus padres, tan lejos.

La familia Rodríguez

El padre de JoAnna, Jesús Rodríguez, es mecánico. Él es optimista, y ama los animales y el campo.

Su madre, Arianna Rodríguez, trabaja con estudiantes de educación especial. Ella es la roca de la familia.

Hay uns diferencia grande entre ellos: ella es ciudadana estadounidense. Él no.

Jesús, de 35 años, nació y se crió en Zacatecas, México. Fue deportado de EE.UU. en 2007 después de ser capturado cruzando la frontera ilegalmente varias veces.

Para Arianna, de 30 años, no es fácil explicar su compleja situación a sus hijas, JoAnna y su hermana menor, Nahima, de 10 años.

«Papá violó la ley porque entró varias veces a Estados Unidos. Es por eso que tuvo que esperar», les dice. «La ley es la ley y tenemos que cumplirla».

JoAnna intenta contener las lágrimas al hablar de su padre. Nahima también está preocupada. Las preocupaciones han aumentado debido a que las nuevas políticas de inmigración del presidente Donald Trump podrían reducir las posibilidades de su padre de volver a EE.UU.

«Tengo miedo», dice ella, al responder preguntas en el patio de recreo de la escuela.

Después de ser deportado, hace 10 años, Jesús se trasladó a una ciudad fronteriza en Chihuahua, México, donde tenía parientes. No estaba dispuesto a renunciar a las oportunidades en EE.UU. para sus hijas, y él y Arianna acordaron que ella y las pequeñas se quedarían en Hatch, Nuevo México.

La decisión obligó a la familia a estar separada durante cinco años. Los fines de semana, Arianna conducía dos horas hacia el sur con las niñas, a Ciudad Juarez, para visitar a Jesús. Cuando llegaba el momento de salir de México, JoAnna pedía a su madre que le dejara quedarse con su padre.

«Ella me decía: ‘No le digas a mamá donde me voy a esconder'», cuenta Jesús.

Arianna describe los viajes de fin de semana como una prueba dolorosa y poco práctica. Le preocupaba que a sus hijas le faltaban demasiados momentos especiales con su padre.

«Dar a papá un beso de buenas noches, que se cayera su primer diente, caminar, hablar… esos son los momentos que se estaba perdiendo», dice ella, con la voz entrecortada por la emoción. «Me hubiera gustado que él estuviera allí».

«Un rayo de luz»

Cuando Arianna oyó por primera vez sobre una escuela primaria en Nuevo México que admitía a ciudadanos que viven en Estados Unidos y México, se mostró escéptica. Parecía demasiado bueno para ser verdad.

Así que se dio una vuelta por la escuela primaria de Columbus. Tres días más tarde, se trasladó a Palomas con las dos niñas. Jesús les salió allí.

«Siempre hay un resquicio de esperanza», dice el director de la escuela primaria de Columbus, Armando Chavez. «Esta escuela es el rayo de luz».

Dos tercios de los 700 estudiantes que asisten a la primaria de Columbus viven en Palomas, según Chavez. Son ciudadanos de Estados Unidos.

Y el número de inscripciones sigue creciendo, por lo que a Chávez le preocupa poder mantener el ritmo de llegada de nuevos estudiantes.

«Me preocupa la longevidad de esta escuela», admite.

La escuela, que ofrece una educación bilingüe, tiene tres reglas en cada clase: mostrar respeto, tomar buenas decisiones y resolver problemas.

Mientras los estudiantes de primer grado escriben frases en inglés, una clase de segundo grado al final del pasillo se centra en la gramática en español. Cada mañana los niños juran lealtad a la bandera estadounidense en los dos idiomas.

En el almuerzo, JoAnna habla con cinco amigas en inglés. Dos de las niñas viven en Palomas, las otras tres en Columbus.

«Hablamos de a qué vamos a jugar en el recreo, y de secretos», dice con una sonrisa. «Pero no te puedo decir».

Esta situación fronteriza no es única. Escuelas cerca de la frontera, en otros estados, como Texas y California, proporcionan educación a estudiantes que viven en México, pero no de forma gratuita. Son en su mayoría privadas, y la mayoría de las familias no pueden pagarlas.

Sin embargo, no todo el mundo en Columbus está de acuerdo con la disposición que permite la llegada de estudiantes de México.

Keith Harris, vicepresidente primero del Partido Republicano del condado de Luna, entiende que los niños que son ciudadanos estadounidenses merecen una educación en Columbus. Pero no está seguro de que deba ser gratuita.

«Ellos obtienen la matrícula gratuita, mientras otros padres están pagando impuestos», dice.

El futuro

La familia Rodríguez espera poder contar con la escuela para mantenerse juntos. A pesar de las dificultades presentadas por la deportación de Jesús, han aprendido a apreciar que viven bajo el mismo techo.

Tienen un nuevo miembro en la familia, una niña llamada Sofía. Y sueñan con cosas simples.

«Hablamos de ir a Walmart juntos, nosotros cuatro, bueno, nosotros cinco», dice Arianna.

A pesar de que la escuela da a la familia Rodríguez la oportunidad de vivir juntos, Jesús no podrá compartir algunos momentos especiales de la vida de su hija debido a su estatus migratorio.

«Me siento triste por que nuestra graduación se acerca y mi padre no va a poder estar», dice JoAnna.

Jesús Rodríguez ha esperado 10 años para seguir una forma legal que le permita regresar a EE.UU. Pero él y su familia temen que las estrictas políticas de inmigración del presidente Trump aplasten sus sueños.

La familia ha contratado a un abogado de inmigración de El Paso, y Jesús ha aplicado para convertirse en residente legal de Estados Unidos.

«Sí, me preocupa, pero se lo dejo a Dios. He aprendido que dejar las cosas a Dios, las cosas salen como se supone que deben salir», dice Arianna.

Con una lágrima corriendo por su rostro, Jesús explica que se apoya en su fe.

«Dios aprieta, pero no ahoga», dice. «Yo sé que él nos ayudará».

Cada tarde, Jesús regresa a la frontera que no puede cruzar a recoger a sus hijas después de la escuela. Después de que los funcionarios fronterizos mexicanos escanean las mochilas de los estudiantes, las dos hermanas compiten por el preciado asiento delantero de la camioneta de papá. JoAnna gana.

Jesús sonríe, sabiendo regresará a casa con su familia.

Fuente:http://cnnespanol.cnn.com/2017/06/05/416814/

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Ninguna escuela de EEUU puede rechazar a un estudiante por ser indocumentado: Conoce los derechos de los estudiantes

Estados Unidos/05 junio 2017/Fuente: Univisiòn

Todos los menores de edad tienen derecho a una educación. Incluso, negar o disuadir de estudiar a estudiantes indocumentados o hijos de padres indocumentados es ilegal. Tanto padres, educadores y estudiantes deben tener sus derechos y responsabilidades claras. Entérate de cuáles son.

Los niños van a la escuela a aprender, los maestros, a enseñar. Parece sencillo, pero esto a veces se pierde en medio del clima político actual, cargado de retórica antiinmigrante. Es importante que tanto padres, estudiantes y educadores tengan claro cuáles son los derechos de los estudiantes en las escuelas, sean estos inmigrantes o no.

Lo más importante es que todos los estudiantes, sin importar su estatus migratorio, tienen los mismos derechos cuando se trata de su educación y de las escuelas. Esto proviene de una decisión de la Corte Suprema de 1982, Plyler v. Doe, que dictaminó que los niños indocumentados o de padres indocumentados tienen el mismo derecho de asistir a las escuelas públicas que tienen los niños que son ciudadanos estadounidenses.

Todo esto además está respaldado por la clausula de Protección Equitativa ( Equal Protection clause, en inglés), parte de la 14va Enmienda de la Constitución, que dice que ningún estado puede negarle a una persona «la protección equitativa de la ley».

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Ahora, en Estados Unidos, los jóvenes no solo están obligados a asistir a la escuela hasta los 18 años. Además, las escuelas públicas no pueden:
  • Negarle la matrícula a un estudiante basándose en su situación legal y/o migratoria, ya sea a principios del curso o durante el año escolar.
  • Tratar a un estudiante en forma desigual al verificar la situación de migratoria solo de ciertos estudiantes.
  • Promover prácticas cuyo resultado es negar el derecho de acceso a los servicios escolares.
  • Requerir que un estudiante o sus padres revelen o documenten su situación migratoria.
  • Interrogar a estudiantes o padres con la intención de obligarlos a exponer y revelar su situación de indocumentados.
  • Exigir que los padres produzcan licencias de conducir u otros documentos de identificación.
  • Exigir que un estudiante obtenga un número de Seguro Social (SS) como requisito de admisión a la escuela.

Si un estudiante no tiene un número de SS, la escuela debe asignarle un número de identificación, según la Asociación de Investigación de Desarollo Intercultural, o IDRA, por sus siglas en inglés. Los adultos sin números de SS que necesitan almuerzo o desayuno gratis solo tienen que indicar que no tienen Seguro Social. Allí debe terminar la conversación.

Sin embargo, escuelas alrededor del país están publicando avisos en sus páginas web y otros sitios web escolares indicando que es necesario tener una tarjeta de SS o un certificado de nacimiento para registrar a los niños en la escuela. Aunque las escuelas pueden solicitar un certificado de nacimiento, no pueden prohibir que los estudiantes se matriculen si no tienen este documento. Esto sería una violación directa de Plyler v. Doe.

Los padres además deben saber que tanto ellos como sus hijos tienen derecho a la privacidad, es decir, el derecho a que no se comparta información de sus hijos, ya se migratoria o de otros temas. La Ley de Derechos Educativos y Privacidad Familiar le restringe a las escuelas compartir información con ICE, o la agencia de Inmigración y Control de Aduanas.

A los estudiantes indocumentados no se debe desalientar asistir.
A los estudiantes indocumentados no se debe desalientar asistir. iStock

¿Por qué EEUU tiene estas políticas de educación hacia los inmigrantes?

Lo que Plyler v. Doe dictaminó fue radical en su momento. La corte dictó que el estatuto de Texas contra el que se entabló la demanda «le impone una vida entera de dificultad y sufrimiento a una clase específica de niños que no son responsables por su estatus discapacitante. Estos niños no pueden ni afectar la conducta de sus padres ni su propio estatus indocumentado».

Además, continúa el texto de la decisión, «la educación pública tiene un rol crucial en mantener el tejido de la sociedad y en mantener nuestra herencia política y cultural. Privar de educación deja una marca negativa inestimable en el bienestar social, económico, intelectual y psicológico del individuo, e impone un obstaculo para la realización personal».

El personal de las escuelas – en especial el director y los que admiten a los estudiantes – deben ser conscientes de que no tienen la obligación legal de hacer que se cumplan las leyes de inmigración del país. Su labor es educar y apoyar a sus estudiantes para ayudarlos a aprender y triunfar como individuos y como miembros de la sociedad.

Fuente: http://www.univision.com/noticias/educacion-publica/ninguna-escuela-de-eeuu-puede-rechazar-a-un-estudiante-por-ser-indocumentado-conoce-los-derechos-de-los-estudiantes
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Casi la mitad de los inmigrantes que llegan a EE.UU. tiene título universitario

Por: EFE

Los inmigrantes adultos que llegaron a Estados Unidos entre 2011 y 2015 tenían un nivel de estudios superior al de los anteriores expatriados, y el 48 % de ellos eran graduados universitarios, según un reporte presentado hoy por el Migration Policy Institute (MPI).

En comparación, solo el 27 % de los inmigrantes que llegaron al país hace un cuarto de siglo (1986-1990) tenía título universitario, señala el centro de estudios. Esto ha contribuido a que la población inmigrante con educación universitaria se haya triplicado entre 1990 y 2015, al pasar de 3,1 a 11,1 millones de personas.

“Hoy en día los inmigrantes componen el 17 % de los 66,4 millones de adultos en Estados Unidos con título universitario, frente al 10 % en 1990”, apunta el estudio. Jeanne Batalova, coautora del informe, indicó que este aumento refleja la “creciente migración desde Asia”, pues la mitad de los inmigrantes universitarios que llegaron al país desde 2010 procedían de este continente.

Muestra además, en su opinión, una mejora educativa a nivel mundial, un aumento de la educación superior en inglés y que este idioma se ha convertido en la “lengua franca global”, especialmente en los negocios y la ciencia, entre otras áreas.

Los latinoamericanos son ahora el segundo mayor grupo de inmigrantes altamente calificados, desbancando a los europeos, que cayeron al tercer lugar. Sin embargo, los inmigrantes europeos tienen mayor probabilidad de tener un título universitario (65 %), por encima de los procedentes de Asia (62 %), Oceanía (61 %), Norteamérica (53 %), África (40 %) y América Latina (23 %).

Todo ello ha llevado a que los inmigrantes tengan mayor formación académica que los nacidos en Estados Unidos en un buen número de estados. Por ejemplo, en Michigan y Ohio, mientras entre el 59 % y 63 % de los inmigrantes llegados a estos dos estados tenía título universitario, solo el 26 % o 27 % de los nacidos en estas regiones tenía estudios superiores.

En total, el porcentaje de los nacidos en Estados Unidos con un grado universitario era del 31 %, contra el 48 % de los llegados al país entre 2011 y 2015.

Fuente: http://elmundo.sv/casi-la-mitad-de-los-inmigrantes-que-llegan-a-ee-uu-tiene-titulo-universitario/

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