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Deshumanización y guerras en el mundo

Por: Víctor Arrogante

Los conflictos armados producen desigualdad y millones de personas desplazadas y refugiadas. La concienciación de lo que ocurre en el mundo empieza con la información, pero es tanta y tan poco rigurosa que no se termina de entender la dimensión de la tragedia, salvo por las cifras escandalosas. Escuchamos hablar en los medios de la guerra de Siria y Afganistán, Irak, Yemen, República Democrática del Congo, Libia o Somalia, pero existen más guerra en el mundo, sobre las que va disminuyendo la información, hasta su desaparición total.

En la actualidad, se están dando los niveles más altos de desplazamiento registrados. Según datos de ACNUR; 70,8 millones de personas, se han visto obligados a abandonar su hogar. Entre ellos 25.9 millones de refugiados de los que más de la mitad son menores de 18 años. También hay millones de apátridas a quienes se les niega la nacionalidad y el acceso a derechos básicos como la educación, la atención médica, el empleo y la libertad de circulación. En el mundo, casi una persona es desplazada por la fuerza cada dos segundos, como resultado de un conflicto o persecución.

La guerra en Siria es una de las más largas y cruentas de la región. Por el tamaño y la población del país, ha generado una de las crisis de refugiados más graves desde la Segunda Guerra Mundial. Todo empezó en el año 2011, cuando miles de personas pidieron en las calles la dimisión del presidente Asad y que se realizaran diversas reformas políticas. Los opositores tomaron fuerza y se creó el Ejército Sirio Libre. Con el paso del tiempo entraron en escena los partidarios del yihadismo y el Estado Islámico. En el año 2014 se formó una coalición internacional liderada por Estados Unidos que comenzó a bombardear al Estado Islámico. El país se dividió en zonas, unas controladas por el régimen de Asad y otras por los rebeldes.

Tras ocho años de guerra, la ONU está tratando de crear un comité para redactar una nueva constitución, el primer gran paso para lograr la paz definitiva. En 2019, ocho años después del inicio de los combates, 6,1 millones de personas están desplazadas de sus hogares y 5,6 millones son refugiados en otros países de la región. La cifra de refugiados sirios aumenta cada día, en la mayor crisis de refugiados en el ámbito mundial de los últimos 25 años. Aunque países como Turquía, Líbano y Jordania han abierto sus puertas a las personas que huyen de los bombardeos en Siria, la ayuda humanitaria escasea tras tantos años de conflicto.

Azotado por la guerra y la violencia política desde los años 70 del siglo XX, Afganistán ha sido uno de los grandes focos de inestabilidad y desplazamientos forzados en Asia Central. Tras la salida de las tropas soviéticas en 1989, comenzó una nueva etapa de violencia interna que culminó con la intervención de la OTAN en 2001. En octubre de 2017 se cumplieron 16 años desde que Estados Unidos bombardeara por primera vez Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre. En este tiempo se han sucedido tres presidentes: George W. Bush, que declaró la guerra; Barack Obama, que la dio por terminada sin éxito en el año 2014; y Donald Trump, que ha visto cómo se han intensificado las acciones terroristas en los últimos meses. Para presionar en las negociaciones de paz, los Talibanes impiden a las ONG hacer su trabajo, cerrando clínicas y centros de ayuda.

El conflicto en Irak entre grupos armados y fuerzas gubernamentales, en los últimos años ha generado que en 2018 hubiera 1,8 millones de desplazados internos en el país, de los que el 53% son niños. A finales de 2017, la ofensiva gubernamental para recuperar el control de la ciudad de Mosul llevó al conflicto a su punto álgido. Aunque el país no se encuentra totalmente pacificado y muchos desplazados siguen sin poder regresar a sus casas, Irak fue el país con mayor número de retornados en 2018, con 945.000. Antes, el 20 de marzo de 2003, se produjo la llamada guerra de Irak, segunda guerra del Golfo, o conocida como Operación Libertad Duradera. El Estado Islámico ya no tiene el control efectivo de territorios, pero se mantiene fuerte en zonas desérticas o montañosas, desde donde lanza ataques estratégicos contra líderes tribales y políticos, tratando de aumentar la tensión entre las comunidades árabes y kurdas.

Se da la circunstancia de que una parte importante de la sociedad española se manifestó en contra del apoyo a la intervención en Irak, mostrado por el entonces presidente del gobierno José María Aznar. Este hecho y los atentados del 11-M, entre otros, motivaron un cambio de gobierno en el que el PSOE obtuvo mayoría tras las elecciones generales el 14 de marzo de 2004. Una de las primeras medidas del nuevo Gobierno, fue ordenar la retirada de España de Irak, restando apoyo internacional a la ocupación. La coalición comandada por Bush, no encontró ninguna de las armas de destrucción masiva que fue el engaño para invadir Irak. (Ver Guerra de Irak, participación de España y armas de destrucción masiva).

Yemen, con más de cuatro años de guerra, se ha convertido en el escenario de una de las peores crisis humanitarias del planeta. El alto el fuego en Hodeidah en 2018 disminuyó significativamente la cifra de muertes de civiles, pero no así en otras zonas del país. La extensión del conflicto, el colapso de la economía, la inseguridad alimentaria y el derrumbamiento de los servicios públicos básicos, han generado que el 80% de la población necesite ayuda humanitaria para sobrevivir. La ONU alerta de que la hambruna en Yemen, podría ser la peor de los últimos 100 años en el mundo. El 53% de la población no tiene nada que comer y más de un millón y medio de niños sufren desnutrición aguda. La guerra se ha cebado con los más débiles, en uno de los países más pobres del mundo.

Yemen sufrió un golpe de Estado en 2014, y la guerra se ha convertido en un conflicto que enfrenta a las diferentes entidades que quieren formar el gobierno. En este caso también ha intervenido el Estado Islámico y Al-Qaeda. El problema se agravó cuando una coalición de estados árabes dirigida por Arabia Saudí comenzó a bombardear el país en el año 2015. Tras cinco años de guerra, servicios básicos como la Sanidad o la Educación prácticamente ya no existen. Además, según la ONU, hay más de tres millones de desplazados y el 80% de la población necesita ayuda. Los más pequeños, como siempre, se llevan la peor parte. Unicef ha calificado el país como «un infierno en la tierra» para los niños, donde miles de ellos se están convirtiendo en niños soldado.

Si hay una guerra que no termina nunca es la de la República Democrática del Congo. Comenzó en el año 1996 y todavía perdura, produciendo personas refugiadas, hambre y muerte. La tensión aumentó gravemente a raíz de la negativa del presidente Kabila a dejar el poder después de haber sucedido a su padre en el año 2001. La guerra ha arrasado los campos de cultivo, han aumentado los precios y miles de personas se han visto obligadas a dejar sus casas. En julio de 2019, la OMS ha calificado como emergencia internacional un nuevo brote de ébola. Esto se une a un brote de sarampión con más de 115.000 afectados. Guerra interminable, epidemias, campamentos de refugiados superpoblados e insalubres, donde la situación es desesperada.

Otro conflicto vivo es el de Libia, que se encuentra a un paso de la guerra civil y amenaza a toda la región, sin signos de una paz en un futuro cercano. El panorama muestra una probable fragmentación del país. Durante 2019 ha ido fortaleciéndose el Ejército Nacional de Libia, una facción bajo el mando de Khalifa Haftar, opositor al gobierno reconocido internacionalmente, que cada vez cuenta con menos territorio bajo su control. El ENL ha ampliado su presencia e influencia en el sur de Libia desde mediados de enero. Ha firmado la paz con grupos armados tuareg y se ha enfrentado con otros, para mantener el control de campos petrolíferos.

Somalia, considerado como ejemplo paradigmático de estado fallido, lleva en guerra interna desde los años 90 del siglo pasado. La mayor parte del país está fuera de control del Gobierno, que en los últimos años ha logrado recuperar su influencia en el sur del país tras una ofensiva apoyada por la Unión Africana. A la violencia armada hay que sumar los estragos del cambio climático. Más de 2 millones de personas se han convertido en desplazados a causa de la sequía, las inundaciones y el propio conflicto. Esto ha provocado que la población desplazada se duplique hasta los 2,6 millones.

En la medida que EEUU deja de liderar el orden internacional, más países tratan de reforzar su influencia, mediante la intromisión en conflictos de otros Estados. Desde el inicio del siglo XXI las guerras se han multiplicado principalmente en África y Oriente Medio, conflictos que provocan un mayor número de desplazamientos forzados y víctimas en pleno 2019; conflictos interminables que tienen consecuencias muy graves sobre los países y especialmente sobre, la población civil, que es siempre la principal damnificada y las mujeres son las principales víctimas de los conflictos armados.

Más de 24.000 niños fueron asesinados, heridos, mutilados, reclutados a la fuerza y secuestrados, o sufrieron abusos sexuales y otras violaciones de sus derechos humanos durante el año 2018, según el último Informe Anual del Secretario General sobre Niños y Conflictos Armados. De esa cifra, más de la mitad corresponde a quienes perdieron la vida o quienes resultaron con graves heridas, como la pérdida de algún miembro de su cuerpo, principalmente por incidentes de fuego cruzado, restos de explosivos de guerra, minas terrestres y otras acciones de combate perpetradas tanto por grupos no estatales, como actores estatales y fuerzas multinacionales.

La paz es el estado ideal de armonía, libertad, seguridad en un mundo democrático. Podemos construir un mundo en el que impere la paz, la justicia y la solidaridad, trabajando de manera colectiva, enriqueciéndonos con las diferencias culturales y aprendiendo cada día. Somos responsables de crear un mundo mejor.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259296

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EEUU: Educación en salud mental será obligatoria para niños en Nueva Jersey

América del Norte/EEUU/DUMONTNJ.ORG

Ya fue aprobada por los Demócratas y se activará en el año escolar 2020-21

La salud mental será un tema de estudio obligatorio en las escuelas públicas de Nueva Jersey, bajo una nueva ley firmada por el gobernador Phil Murphy.

Murphy firmó la medida bipartidista el viernes, tras ser aprobada por la Asamblea y el Senado liderados por su partido Demócrata a principios de este año sin ningún voto.

En un comunicado Murphy dijo que garantizar que los estudiantes aprendan sobre salud mental puede promover un futuro más saludable.

También requiere que la Junta de Educación del Estado revise y actualice los estándares para garantizar que la instrucción de salud mental sea adecuada, destacó Associated Press.

Fuente: https://eldiariony.com/2019/08/14/educacion-en-salud-mental-sera-obligatoria-para-ninos-en-nueva-jersey/

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Estados Unidos: Una ley en Illinois obliga a las escuelas públicas a enseñar el papel de las personas LGTBQ en la historia

América del norte/Estados Unidos/15 Agosto 2019/Aleteia

Illinois se une a otros cuatro estados de la Unión Americana que ya han aprobado leyes similares: California, Colorado, Nueva Jersey y Oregón

El gobernador del Estado de Illinois (Estados Unidos) JB Pritzker (Partido Demócrata) firmó una legislación que, entre otros aspectos que se consideran discriminatorios en la enseñanza de la historia del Estado y del país, garantiza que las escuelas públicas de la entidad enseñen el papel y las contribuciones de las personas LGBT en la historia tanto de Illinois como de Estados Unidos.

Pritzker firmó el viernes pasado una ley educativa en la que se señala que “la enseñanza de la historia debe incluir el estudio del papel y las contribuciones de los afroamericanos y otros grupos étnicos incluyendo –pero no restringiendo—a los polacos, lituanos, alemanes, húngaros, irlandeses, bohemios, rusos, albaneses, italianos, checos, eslovacos, franceses, escoceses, hispanos, asiáticos americanos, etcétera, en la historia de este país y este Estado”.

Y más adelante señala que “solamente en escuelas públicas la enseñanza de historia debe incluir el estudio del papel y las contribuciones de las lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en la historia de este país y del Estado”, lo cual también estará dispuesto en los libros de texto oficiales de Illinois.

Según informa el sitio web The Hill, la Junta de Educación del Estado también está obligada a publicar anualmente una lista de los libros de texto autorizados para que se puedan comprar según la ley.

“Cada distrito escolar público y escuela no pública reconocida por el estado, sujeto a las asignaciones para ese propósito, recibirá una subvención por alumno para la compra de libros de texto seculares y no discriminatorios”, se lee en el texto de la nueva legislación estatal.

El proyecto de ley también incluye una sección que permite al Departamento de Educación de Illinois adoptar reglas “según sea necesario” para la implementación de la ley y “para garantizar la neutralidad religiosa del programa de subvención en bloque de libros de texto”.

La senadora estatal Heather Steans (Demócrata), una de las co-patrocinadoras de la legislación, ha dicho que “una de las mejores formas de superar la intolerancia es a través de la educación y la exposición a diferentes personas y puntos de vista”. Y agregó: “Un plan de estudios inclusivo no solo enseñará una versión precisa de la historia, sino que también promoverá la aceptación de la comunidad LGBTQ”.

PARADE

Shutterstock | Roberto Galan

“Espero que enseñar a los estudiantes sobre las valiosas contribuciones que las personas LGBTQ han hecho a lo largo de la historia creará un entorno más seguro con menos incidentes de acoso”, dijo Steans. “Los niños y adolescentes LGBTQ también podrán obtener nuevos modelos a seguir que compartan experiencias de vida con ellos”.

Según el sitio web The Blaze, Victor Salvo, director ejecutivo de The Legacy Project, una organización LGBTQ sin fines de lucro, emitió una declaración el mismo viernes 2 de agosto elogiando la aprobación de la ley: “Aplaudimos y agradecemos al gobernador Pritzker por aprobar esta ley y por su compromiso con la inclusión LGBTQ. Illinois está en el lado correcto de la historia con esta importante ley que salva vidas”.

De acuerdo con el edicto publicado por la Asamblea General de Illinois, las nuevas disposiciones en materia de educación y enseñanza de la historia estatal y nacional entrarán en vigor a partir de primero de julio de 2020.

Illinois se une a otros cuatro estados de la Unión Americana que ya han aprobado leyes similares: California, Colorado, Nueva Jersey y Oregón.

Fuente: https://es.aleteia.org/2019/08/14/una-ley-en-illinois-obliga-a-las-escuelas-publicas-a-ensenar-el-papel-de-las-personas-lgtbq-en-la-historia/

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Nueva York: “El feminismo del 99% no es una alternativa a la lucha de clases, es otro frente dentro de ella”

“El feminismo del 99% no es una alternativa a la lucha de clases, es otro frente dentro de ella”

Entrevista a Nancy Fraser

Rebeca Martínez

Nancy Fraser se muestra muy contundente contra el feminismo liberal de mujeres como Hillary Clinton que solo buscan escalar posiciones dentro de las empresas. Frente a este feminismo de las privilegiadas, Fraser apunta la urgencia de crear un feminismo que esté del lado de la mayoría de las mujeres: las trabajadoras, las migrantes, las lesbianas y trans, y de sus problemas, que tienen más que ver con el racismo institucional que soportan y con la explotación que viven dentro de sus trabajos y de sus casas, donde cargan con la mayor parte de los cuidados. Es precisamente de esto de lo que habla en el manifiesto Feminismo para el 99%, que firma junto a Cinzia Arruzza y Tithi Bhattacharya y que ha sido publicado por la editorial Herder.

Esta profesora de Filosofía en la New School de Nueva York estuvo en Madrid recientemente, en una visita coordinada por el Grupo de Estudios Críticos, y habló con viento sur sobre este feminismo para la mayoría y sobre el ataque que está perpetrando el neoliberalismo contra aspectos vitales tan importantes como la crianza de los niños y niñas, el cuidado de nuestros mayores, la sanidad, la educación o la vivienda.

Rebeca Martínez: Sobre el manifiesto Feminismo para el 99% que has firmado junto a otras mujeres, ¿qué es y por qué se lanza ahora?

Nancy Fraser: Es un ensayo corto que pretendíamos que fuera popular y que se leyera fácilmente. No es escritura académica, tiene la forma de un manifiesto. Lo escribí junto a otras dos pensadoras feministas: una es la italiana Cinzia Arruzza, que ahora vive en Nueva York, y la otra Tithi Bhattacharya, que es india y enseña en Estados Unidos.

Esta ha sido la primera vez, desde que comencé mi activismo en los años sesenta o setenta, que he escrito un ensayo como este, de auténtica agitación política, teniendo en cuenta que soy profesora de Filosofía. Sin embargo, los tiempos ahora son tan duros, la crisis de la sociedad y de la política es tan severa, que sentí que tenía que dar el salto y escribir para una audiencia más amplia.

El manifiesto es un intento de articular una nueva vía para el movimiento feminista, que durante las dos últimas décadas ha estado dominado por el feminismo corporativo y liberal representado por Hilary Clinton en Estados Unidos. Este es el feminismo de mujeres profesionales y de directivas, de mujeres relativamente privilegiadas, en su mayoría blancas, con formación y de clase media o media-alta, que intentan meter cabeza en el mundo de los negocios o en los medios de comunicación. Con este proyecto lo que pretenden básicamente es escalar en la jerarquía de las empresas para ser tratadas de la misma forma que los hombres de su misma clase y tener el mismo salario y el mismo prestigio.

Este no es un feminismo igualitario, es un feminismo que no tiene mucho que ofrecerle a una vasta mayoría de mujeres que son pobres o de clase trabajadora y que no tienen esos privilegios: mujeres inmigrantes, mujeres trans… Este feminismo del 1%, o como mucho del 10%, ha empañado el nombre del feminismo, asociándolo al liderazgo, al individualismo y la vida empresarial. Le ha dado al feminismo un mal nombre y lo ha asociado con el neoliberalismo, la financiarización y la globalización, con políticas que van contra la clase trabajadora.

Nosotras tres queríamos proponer una alternativa a esto, y no estamos solas, porque hay otras feministas de izquierdas que también han intentado hacerlo. Y, en efecto, la alternativa está emergiendo con las enormes marchas y las manifestaciones del 8 de marzo, que tienen un carácter anticapitalista y antisistémico, que protestan contra la austeridad y el asalto a la reproducción social.

Pensamos que era un buen momento para dar el salto e intentar crear un feminismo que sea realmente antisistema, anticapitalista y que se referencie en las mujeres de clase trabajadora y pobres para mejorar sus vidas. Lo interesante es que es un movimiento que debe centrarse en temáticas tradicionales, como el derecho al aborto y otras, que sin duda son fundamentales, pero que tiene que pensar también más allá, en la gran crisis de la sociedad, para articular políticas y programas que beneficien a todo el mundo. Por eso, el feminismo del 99% no significa solo el 99% de las mujeres, significa el 99% de los seres humanos sobre el planeta. Esta es la idea general del manifiesto.

R.M.: Desde 2017 se han organizado tres huelgas feministas internacionales en muchos países, incluida España. Y no solo eso. Aquí, las protestas laborales de los últimos años están protagonizadas sobre todo por mujeres: las trabajadoras del hogar, las limpiadoras de hoteles, de residencias de mayores, entre otras. ¿Estamos ante una nueva ola feminista? Si es así, ¿a qué momento del capitalismo neoliberal responde?

N.F.: Creo que sí estamos ante una nueva ola, o que al menos hay potencial para que así sea, si hacemos una ruptura real con este feminismo liberal corporativo.

El neoliberalismo ha perpetrado un asalto brutal contra lo que llamamos la reproducción social, contra todas las actividades destinadas al mantenimiento y la reproducción de personas: la crianza de los niños, la educación, el cuidado de la gente mayor, cosas como la educación pública, la sanidad, el transporte, las pensiones o la vivienda. Porque todo esto forma parte de la reproducción social y no solo el cuidado de los niños, los mayores y otras actividades realizadas dentro del hogar.

El neoliberalismo ha aplastado todo esto. Hoy día, las mujeres tienen que estar a tiempo completo en el trabajo asalariado, en un momento en que el Estado necesita recortar en gasto social, como parte de su política de austeridad y de la financiarización. Así que, por un lado, tenemos el recorte en el suministro público de estas áreas y, por otro, la insistencia en que las mujeres dediquen su tiempo a producir ganancias para el capital. Esto significa que hay una auténtica crisis de los cuidados o una crisis de la reproducción social y es precisamente lo que está dando lugar a las huelgas que mencionabas.

En la crisis de los años treinta, el centro de las revueltas activistas era el trabajo industrial: las luchas por la sindicación, por los derechos laborales, etcétera. Hoy la situación es otra. En parte debido a la desindustrialización y la relocalización de la producción en el sur global; ahora el centro es la reproducción social.

Tú has mencionado antes huelgas de mujeres muy significativas, a las que yo añadiría la huelga de las maestras en Estados Unidos. Las profesoras tienen salarios tan bajos que muchas de ellas tienen que realizar segundos trabajos por la tarde para poder mantenerse, a sí mismas y a sus familias. Estas mujeres hacen huelga no solo para conseguir mejores salarios, también piden más recursos para la educación, para mejorar las escuelas y están teniendo mucho apoyo. Son ejemplos que ponen la esfera de la reproducción social como un eje amplio de lucha. Y, por lo que sé, las enormes huelgas del 8M en España también protestan por los recortes en todas estas áreas.

Diría que hoy día las luchas por la reproducción social son la vanguardia de la izquierda anticapitalista y antisistema. Las mujeres están en el frente y eso significa formar parte de la centralidad, de una nueva forma de pensar lo que es la política feminista.

R.M.: Sobre las luchas por la reproducción social, ¿cómo se relacionan con la lucha de clases, el movimiento antirracista y el LGTBIQ?

N.F.: Primero de todo, creo que tenemos que repensar qué entendemos por lucha de clases. Esa imagen de los años treinta de los obreros industriales organizados en sindicatos es una parte de lo que es la lucha de clases, pero diría que la lucha por la reproducción social también es lucha de clases, porque no hay producción ni trabajo industrial si no tienes a alguien que realice el trabajo de producir a los trabajadores y de reponerlos, que cuide de la próxima generación que les va a reemplazar. Por eso, la reproducción social es central para la producción capitalista y el trabajo que produce a toda esta gente y que constituye su sociabilidad supone mucho trabajo, tanto como el trabajo en las fábricas.

Lo que constituye una clase no es solo la relación de la producción en la fábrica, también la relación de la reproducción social que produce a las y los trabajadores. Todo esto es parte de la lucha de clases. La idea de la lucha de clases en el pasado era bastante estrecha. No creo que el feminismo del 99% sea una alternativa a la lucha de clases, no creo que esté en competición con la lucha de clases, creo que se ha constituido otro frente en la lucha de clases, que debería aliarse con el movimiento obrero más clásico y ser un aliado también de lo que mencionaste, de la lucha antirracista, la lucha por los derechos de las personas migrantes, y la lucha por los derechos de las personas LGTBIQ.

La conexión con la raza y la etnicidad es muy fuerte, porque lo que ocurre ahora es que tenemos una nueva división de clase racializada entre las mujeres. Las mujeres empresarias, de clase media-alta y con formación, luchan por superar la discriminación y escalar a los puestos más altos. Lo que hacen para poder trabajar sesenta horas a la semana en trabajos que exigen mucho es contratar a mujeres, a menudo inmigrantes y muy mal pagadas, para que realicen el trabajo de cuidados: cuidado de los niños, la limpieza de la casa, la cocina, el cuidado de sus padres dependientes y demás. Estas mujeres del llamado feminismo liberal se apoyan en todo este trabajo de las mujeres racializadas, que son las mujeres más vulnerables porque no tienen derechos laborales, se les paga muy poco y están expuestas a agresiones y abusos. Por todo esto, necesitamos poner en el centro del feminismo la dimensión de clase y raza. El feminismo para el 99% tiene que ser un movimiento antirracista, tiene que hacer suyas las problemáticas de las mujeres pobres y racializadas, que son la mayoría de mujeres, y poner sus necesidades en el frente, no las necesidades de las empresarias y sus demandas para romper el techo de cristal. Y esto también es así para la lucha LGTBIQ.

Aquí ocurre también algo interesante, porque diría que en este movimiento [LGTBIQ] también hay un ala liberal que es hegemónica y un sector más amplio de gente cuyas necesidades y problemas son marginalizados. Hay una lucha similar en el seno del movimiento LGTBIQ y me gustaría que nuestro feminismo del 99% hablara también por las mujeres trans, queer y lesbianas, que el movimiento LGTBIQ para el 99% fuese el aliado natural del feminismo del 99%.

R.M.: Hablamos de las luchas por la reproducción social, que pueden constituir un bloque contra las dinámicas del neoliberalismo, pero ¿qué hay de las relaciones patriarcales? ¿Podemos combatir las violencias machistas desde la lucha por la reproducción?

N.F.: Es una buena pregunta. Me gustaría empezar haciendo alusión al movimiento #MeToo. Como sabes, la idea más extendida de lo que es este movimiento se centra en Hollywood, en actrices muy bien pagadas y en artistas que tienen visibilidad en los medios de comunicación. Pero el sector compuesto por mujeres mucho menos privilegiadas es más vulnerable a las agresiones sexuales y al acoso en el trabajo. Pensemos, por ejemplo, en las jornaleras. Muchas de ellas no tienen ni papeles, y, al tener menos poder y recursos, son mucho más vulnerables a las demandas de los jefes. Y lo mismo ocurre con las trabajadoras de hoteles, por ejemplo, recordemos el caso de Dominique Strauss-Kahn, o quienes trabajan limpiando casas privadas, las trabajadoras domésticas, que son víctimas de agresiones sexuales muy a menudo.

El movimiento #MeToo, si lo pensamos de una manera más amplia, es una lucha obrera. Es la lucha por un entorno de trabajo seguro, donde no puedas ser víctima de abusos. El hecho de que los medios se centren solo en los casos de personas conocidas, desafortunadamente, hace que no parezca una lucha de clases, pero es otra forma de lucha de clases en realidad.

La cuestión de la reproducción social tiene mucho que hacer para cambiar la relación entre la producción y la reproducción y, por lo tanto, para cambiar el equilibrio del poder dentro de las casas. El trabajo de la reproducción social no debería estar generizado, ser una cosa solo de mujeres. Es un trabajo importante para toda la sociedad, algunos aspectos del mismo son incluso placenteros y creativos, así que los hombres también deberían tener acceso a él, sentir la responsabilidad de hacer la parte que les corresponde. Esto va de cambiar la dinámica dentro de los hogares y, por supuesto, el feminismo del 99% está en contra de todo tipo de violencia: contra las mujeres, contra las personas trans, contra las personas no cis y contra las racializadas.

El del patriarcado es un concepto que, personalmente, no me gusta usar porque sugiere una imagen del poder diádica: tienes al amo y a sus sirvientes sometidos. Algo de eso existe todavía, sin duda alguna, pero la forma central del poder en nuestra sociedad hoy día opera de una manera más impersonal, más estructural, lo que restringe las opciones para la gente pobre y trabajadora. Creo que es importante tener una imagen del poder diferente que viene de los bancos, el FMI, las organizaciones de las finanzas y la industria, a través de la construcción del mercado de trabajo, el mercado de trabajo generizado, racializado. Esto es lo que determina quién tiene acceso a los recursos y puede reivindicar sus reclamaciones, quién puede funcionar como igual, incluso dentro de las familias y las relaciones personales.

R.M.: Cuando en tus trabajos hablas de justicia social, distingues tres niveles: el económico (redistribución), el cultural (reconocimiento) y el político (representación). ¿Hasta qué punto están presentes los tres en el nuevo ciclo de huelgas feministas?

N.F.: Creo que hay una preocupación por todos estos aspectos y que están estrechamente relacionados. No puedes cambiar la esfera económica, redistribuir las relaciones de producción, si no cambias esas otras cosas que están interconectadas. Lo que importa en el ámbito político es a menudo definido en términos de lo que importa en el ámbito económico, aunque las fuerzas capitalistas insistan en que lo que ocurre en el lugar de trabajo debe ser decidido por el mercado y por los jefes, como si eso no fuera una cuestión política y de democracia.

Hay todo un debate sobre dónde está la línea que separa aquello que decide el mercado y las fuerzas privadas del capitalismo y aquello que decidimos una mayoría democrática. Y todo esto tiene mucho que ver con la cultura, con los lenguajes que están a nuestra disposición y que nos ayudan a entender la situación.

Tenemos conceptos como el de acoso sexual, el de degradar, tenemos la terminología para decir lo que está mal en la sociedad, y esto tiene que ver con cómo traducimos la experiencia propia para expresar una demanda. El feminismo ha afrontado un gran desafío y ha creado un lenguaje nuevo que cambia la cultura, que cambia la concepción que tiene la gente sobre sus derechos, sobre lo que no tienen que aguantar, lo que está mal, aquello por lo que pueden protestar. Esto amplía la esfera del discurso político, la esfera de lo que son decisiones democráticas y no privadas de la familia o la empresa. Hoy en día estamos avanzando mucho en el ámbito cultural y esto repercute en un cambio institucional en las dos esferas: la política y la económica. Pero de lo que se trata siempre es de la interrelación entre estos tres niveles.

R.M.: Has apuntado muchas veces que el neoliberalismo se apropió del potencial crítico y de las demandas de la segunda ola del feminismo y los incorporó en su propio beneficio. ¿Podría ocurrir otra vez con esta incipiente ola? ¿Puede evitarse de alguna manera?

N.F.: Creo que el feminismo liberal, junto al antirracismo liberal, al movimiento LGTBIQ liberal y a lo que llamamos capitalismo verde, todos estos movimientos que fueron hegemónicos, fueron incorporados al bloque hegemónico de poder que en EE UU constituyó el neoliberalismo progresista. Estos movimientos prestaron su carisma y su ideología para crear la ilusión de que esta política horrible de la financiarización, la precarización del trabajo, la reducción de salarios, etc., podía ser progresista, progay, promujeres y todo eso.

Esto ocurrió así y por eso es tan importante que la nueva ola feminista rompa con ese tipo de feminismo y abra un nuevo camino. Siempre es posible ser hegemonizado y apropiado por fuerzas que son más poderosas, existe siempre esa posibilidad y es importante que los movimientos emancipatorios estén alerta.

Hoy en día, nos han dicho que tenemos dos opciones para elegir: el populismo autoritario de derechas, que es racista, xenófobo y bastante desagradable, o volver a la protección liberal, al neoliberalismo progresista, que podría ser antirracista y todo lo demás. Pero esta es una elección falsa. Tenemos que rechazar las dos opciones, no solo el populismo racista y supremacista, también el neoliberalismo progresista. Vivimos un momento de crisis monumental en el que tenemos la oportunidad de tomar un nuevo camino para crear un movimiento antisistema para el 99%, en el que el feminismo del 99% esté conectado con los otros movimientos para el 99%: el obrero, el que lucha por el clima, el de las y los migrantes, etc.

R.M.: Para terminar, una pregunta más teórica. En tus obras apuntas que el Estado-nación (lo que se conoce como marco westfaliano-keynesiano) entró en crisis con el neoliberalismo y que sus fronteras son ahora más difusas, menos claras. Llamas a este proceso la política del desenmarque. Pero, ¿cuál es el papel del Estado-nación ahora? ¿Podemos decir que ha desaparecido por completo?

N.F.: No, no ha desaparecido. Históricamente, la fuerza principal que ha suministrado cualquier nivel de protección y seguridad a la gente trabajadora frente al capital ha sido el Estado-nación y el Estado-nación aún sigue siendo el principal destinatario de las demandas. Cuando queremos protección o apoyo social, ¿a quién se lo pedimos? Pedimos a nuestros gobiernos que se responsabilicen. Entendemos que la política está organizada aún sobre las bases de la nación, por eso las campañas electorales son nacionales, las principales actividades políticas se realizan a escala nacional. Pero, en última instancia, esto no es del todo correcto y podemos verlo cuando atendemos la inmigración, que es un enorme punto de conflicto y crisis.

Hay gente de todo el mundo que no tiene un Estado que los proteja, que pueda darle algo de lo que nosotros le pedimos a nuestro Estado en los países desarrollados. Viven en campos de refugiados, están forzados a vivir violencia política y persecuciones religiosas por el hecho de que han invadido su país y lo han destruido todo, por crisis climáticas, por las características de esta crisis global que vivimos.

Esta gente viene huyendo y el movimiento populista de derechas dobla el nacionalismo y la exclusión. ¿Cuál es el eslogan de Trump? Make America great again (Haz que América vuelva a ser grande), como era antes de que toda esta gente apareciera y arruinara nuestro país. Esa es la ideología de este populismo y supongo que pasará lo mismo con algunos partidos aquí también. Necesitamos pensar de una manera más transnacional y global cómo podemos asegurar derechos sociales para todas las personas del mundo, para que nadie tenga que meterse en un bote y arriesgar su vida para buscar una oportunidad en la otra parte del planeta.

Rebeca Martínez es investigadora en comunicación

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article14983

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Estados Unidos: Will The 2020 Campaign Narrative Ever Emulate A 20/20 Education Paradigm?

Will The 2020 Campaign Narrative Ever Emulate A 20/20 Education Paradigm?

Jeanne Allen

The 2020 candidates’ dialogue thus far has been woefully (and perhaps willfully) ignorant of the transformative power of education reform. Whether it’s the propositions for increased federal Title I funding, universal free college, or mandatory preschool, the narrative is starkly reminiscent of the 80s — the 1880s, that is. Back then there was a necessary and resolute focus on educating students in once efficient, innovative factory-style classes to accommodate the masses quickly, way before it was possible to work or learn anywhere, anytime. And once again, more than a century after the Industrial Age was replaced by the Information Age, traditional concepts of place-based education are presented as if they are in vogue. Do they merely represent a fleeting nostalgia for the past, or ignorance of the potential for the future?

According to EdSurge, “the U.S. education technology industry appears on track to surpass the amount of investor funding tallied in recent years. In the first half of 2019, the industry saw $962 million raised across 65 deals, the highest funding tally at the halfway mark this decade.” Among the investments are companies (Coursera) that allow prestigious higher ed learning for free in the private sector with credentials that don’t require or commit public funding, an online coding school (Lamba), credentials for certifying your own skills and learning (Degreed)and many more.

In a day and age when learning is ubiquitous, why would we endorse a path that requires students to show up at institutions, like many community colleges where a majority fail to deliver on outcomes or relevant job paths? On top of that, according to recent reports, higher education tuition has tripled over the rate of inflation!

The problem, as some of us have written before, isn’t necessarily that a substantial college experience isn’t valuable, but it’s the way we do college — and that the fact that candidates want to give away a dated system flies in the face of what we know about how students learn, which isn’t based on time in school (i.e., 2 or 4 years) or in a seat in class. Examples of this abound at all levels of education, whether it be Summit Public Schools, whose personalized learning model is being implemented in hundreds of traditional schools nationwide, or the flexible design spaces that some innovative schools are creating. The way to make this happen on a broad scale is not to federally sanction universal pre-K, boost spending on Title 1 or create a new teacher funding program — all of which would carry federal strings that reinforce 19th-century learning models, but to allow states and communities to break free from rules and regulations guiding hours in class, seat time, teacher credentialing and so much more.

Then there are the revolutionary partnerships like the one between Mesa (Arizona) Community College and Apple iOS, which trained its educators to teach the coding program, “Swift.” This skills-based education led to Apple-approved certifications and a program that is in high demand by business and education as a result. One should ask the candidates how making college free would spark such a creative use of time and talent. Indeed, the attraction for business is that the Maricopa Community College system and the state itself has an incentive to promote and attract globally competitive businesses to their community — making the modest price of college for the students worth paying for.  Such partnerships come as a result of business investment in programs that amplify high-needs’ occupations that leaders in Arizona are working to attract.

Another fact missing from the political — and media — discourse is the data that show how much more students learn when they can contribute and design their own learning pathways.  While the candidates wring their hands about income inequality, residents of Pembroke, North Carolina are finding solutions. A University of North Carolina-Pembroke technology staff member, who, like a majority of that community, is a member of the Lumbee Indian Tribe, helped about two dozen girls learn about innovation first hand. Kindra Locklear introduced them to Girls Who Code, and they learned not just how to code, but how to design products, collaborate and, as it turns out, how to build a website that could provide support for mental illness in their community.

These are the places that revolutionary thinking begins, not in the classroom of yesterday but in the laboratories of tomorrow where students have their own independence to learn. It is these kinds of programs that are making a difference in the lives of underrepresented communities that should be the highlight of the campaign trail.

Throughout the country, both Democrats and Republicans need to recognize that we live in a global society where knowledge is no longer a commodity, where personalization in all sectors is the key to success — especially education  — and where the private sector has already and will continue to produce the tools that will accelerate learning and education for everyone. That requires both political leaders and the rest of us to get out of the way, open up the system and stop advancing an archaic notion that education can only expand and improve if we fund traditional top-down, input-driven, unresponsive, government bureaucracy: the antithesis of modern technological advancement.

Autor: Jeanne Allen

 

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Estados Unidos: Here are answers to your questions about education in Alabama

Here are answers to your questions about education in Alabama

We asked readers to submit their questions about education in Alabama, through a question and answer service called Hearken. Here we’re answering those questions, and will continue to answer more as they come in. Scroll to the bottom of this post to submit your own!

We received a number of questions about school buses, which seems appropriate given that as of today, 129 school districts and three of the state’s charter schools (out of four) have started school.

I’d love to know why kids way down on 280 by Grandview Hospital have to be bused into Birmingham City Schools instead of going where the surrounding area is zoned. Considering the fact that most of these kids are minorities, this seems to be a direct violation of Brown v. The Board of Education. – Anna

The simple answer is that the city limits of Birmingham extend down Highway 280 into that area. Because of the 12 different school districts in Jefferson County, kids can be bused past a nearby school if it is in another district.

Here’s what the city limits of Birmingham look like on a map. Zooming in, you can see that the city limits extend down Highway 280.

Are school buses optional for school systems or just city systems? – Michael

Under Alabama law, county school districts are required to offer transportation. City school systems and public charter schools are not required by law to offer transportation except for students who are served by special education.

Why do Homewood, Vestavia Hills, Mountain Brook, and some others not have city school buses? Has this always been the case? Have there been efforts to get schools (sic) in these districts? (Very difficult as working parent!) – Mieke

As stated in the previous answer, Alabama law only requires county school districts to offer school bus transportation for students. The law does not require city school districts nor public charter schools to offer transportation.

Why do we pay bus drivers so little if we really value the lives of our children? – Dennis

Though we aren’t able to say exactly why, school bus drivers have traditionally been paid low amounts in Alabama. However, it wasn’t until we were researching this question that we found that Alabama’s school bus drivers are among the lowest paid in the nation.

According to the U.S. Bureau of Labor Statistics’ measures for all 50 states plus the District of Columbia, Guam, the Virgin Islands and Puerto Rico in 2018, the hourly average for Alabama’s school bus drivers at $9 per hour ranked 53rd—the next-to-lowest amount, but just above Puerto Rico’s average pay of $8.71 per hour.

Bus drivers in the District of Columbia earned the highest average hourly wage, at $21.55 per hour, followed by Alaska at $21.12 per hour.

In the Southeast, Florida is the highest-paying, at $13.80 an hour on average, with Georgia close behind at an average of $13.79 an hour. Even Mississippi, at $10.34 an hour on average, pays more than Alabama.

Bus drivers in Florida and Georgia earned on average $28,700 and $28,670 per year, respectively. Those amounts are nearly $10,000 higher than Alabama’s $18,720 average.

School bus drivers in Mississippi earned $21,520 on average.

The amount school districts in Alabama pay can vary. A quick look at Hoover City Schools, for example, showed starting bus driver pay to be $15,865 which equals $21.55 per hour, working four hours per day for 184 school days. Benefits typically add 19% on top of Alabama educators’ salaries, which comes out to $19,586 with benefits.

Bus drivers can earn extra money by driving for field trips and extracurricular activities.

How do school systems look different, administratively? Birmingham doesn’t have assistant principals in elementary schools, for instance. How much of a system’s budget is spent in classrooms compared to central office or transportation? – Michael

Administration in school systems across the state by and large look similar, judging by the personnel reports they submit to the state department of education. Depending on the measure used (dollars per student, central office staff to student ratio, etc.), there are outliers.

Regarding assistant principals, the state funding formula for schools, called the Foundation Program only provides funding for assistant principals when student enrollment reaches a certain level. Elementary schools with fewer than 500 students don’t receive any state funding for assistant principals. In middle and high schools, student enrollment must reach 250, and then the state will provide half of the funding.

School systems have to use local tax support to pay for whatever the state doesn’t. In rare cases, federal funding may be used to support schools with high percentages of students in poverty.

Here’s a chart showing at what enrollment level the state funds assistant principals. It’s taken from the “State Guide to School Allocations, 2018-19.”

The second question, regarding how money is spent in schools, is partially answered in this data visualization, published with our big look at school-level spending during the 2017-18 school year.

The visualizations are best viewed on a laptop, desktop, or large tablet.

Narrow down by what function (transportation, school administration, etc.) you’re interested in. Narrow down further by system. Click the top of the bar column to sort.

Seeing how much is spent on classrooms versus central office is a little bit trickier. The information published by the state department doesn’t delve into detail in that particular way. But it does break down expenditures by “direct” versus “pooled” expenditures.

“Direct” means the money was spent at the school level for students enrolled in that school. For example, that means the cost of teachers and staff that work at the school (salary and benefits), the cost of supplies or maintenance at the school, and any

“Pooled” means the money was spent on a function or service that was delivered as a result of a function housed at the central office or other non-school-based facility.

Here’s a look at that data. Narrow down by system. Click the top of any column to sort.

How do educators sign up to be trained in LETRS? – Kathy

Any Alabama public school pre-K through third-grade teacher can sign up for LETRS training at this link. LETRS training is offered to help teachers understand the science of reading, meaning how children learn to read. Read more here about the new Alabama law that requires third-grade students to be reading on grade level by 2021-22. .

Why don’t they start back after Labor Day like they did when I went to school. Get out the middle of May instead of the later part of May. It would save the systems money on air conditioning the schools in the hot August month. Their always saying they don’t have enough funding for the schools and that would be a way to cut back on expenses. – Sue

AL.com recently covered this topic, which showed 85% of voters agree with you. The director of the superintendents’ association gave a lot of reasons why school systems spread out the school year and why local boards of education should retain control the school calendar. Read more here.

These are just a few of the questions we received. Some required much more research than others, and we wanted to share these that we were able to find fairly quickly. Stay tuned for more answers.

Fuente de la Información: https://www.al.com/news/2019/08/here-are-answers-to-your-questions-about-education-in-alabama.html

 

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Noam Chomsky cuestionó el “proceso de avanzada neoliberal” de Macri en Argentina

 

El filósofo estadounidense alertó que las maniobras de comunicación de gobierno de Macri son las mismas que usan “los gobiernos antipopulares” que ponen en marcha políticas “diseñadas para el beneficio de los ricos y el poder concentrado».

El filósofo estadounidense Noam Chomsky cuestionó al gobierno del presidente argentino Mauricio Macri a través de un artículo publicado en La Garganta Poderosa, en el que advirtió que las maniobras de comunicación que usa su gobierno son las mismas que utilizan “los gobiernos antipopulares” que ponen en marcha políticas “diseñadas para el beneficio de los ricos y el poder concentrado”.

Las primarias en Argentina permitirán al oficialismo y la oposición medir fuerzas de cara a…

“El proceso de avanzada neoliberal que Mauricio Macri ha desarrollado durante su presidencia, no es un problema tan sólo de los argentinos. Y no tiene nada de nuevo, ni exclusivo, en absoluto. De igual manera dramática, está sucediendo en Brasil, pero tampoco se circunscribe al contexto latinoamericano. De hecho, ahora mismo, el gobierno conservador británico está intentando controlar a las grandes universidades, como Oxford y Cambridge, para promover un modelo de mercado, convirtiendo a instituciones académicas de primera en meras arcas comerciales”, expresó.

Y cita casos de Reino Unido, por ejemplo, que está “convirtiendo a instituciones académicas de primera en meras arcas comerciales”. “Macri es todo eso, representa eso, expresa eso, comanda eso, a contramano de la educación pública”, asegura.

En otra parte de su texto señala que “al unísono, poco antes o poco después, desde distintos ángulos de América Latina, diversas democracias se han ido subyugando a los mandatos del FMI, firmando conscientemente las garantías del estancamiento y los programas de ajuste que no sólo recortaron el pasado reciente, desmoronaron el presente y condicionaron el futuro, quién sabe por cuántas décadas”.

En ese sentido afirma que “no se trata de ingenuidades, ni equivocaciones, son políticas generales diseñadas para el beneficio de los ricos y el poder concentrado, que no pueden prosperar sin el pueblo maniatado”.

“No por coincidencia todos esos gobiernos antipopulares pagan increíbles campañas en redes sociales y apuestan a las aplicaciones que permiten promover las mentiras. Por eso entonces, debemos utilizar esas mismas herramientas para organizarnos de forma constructiva contra la opresión, porque sólo así podremos resistir. Hoy más que nunca, necesitamos reunir a las buenas personas, reflexionar sobre los problemas y crear estructuras que nos permitan alimentar, abordar y superar en conjunto nuestros peores trances, nunca desde la resignación, siempre desde la acción, por dentro y por afuera de las redes”, aseveró.

Y concluyó su mensaje afirmando: “Hoy grito yo. Mañana les toca a ustedes”, en referencia a las elecciones primarias que se celebran hoy en Argentina.

Fuente de la noticia: http://www.lr21.com.uy/mundo/1407909-argentina-chomsky-macri-proceso-neoliberal-elecciones
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